Nos siguen tomando el pelo
Según el informe ‘Datos Básicos de Asturias 2019’, editado por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), en el Principado hay 857 parroquias y 6.342 entidades singulares (cualquier parte habitable de un municipio con denominación específica). El problema es que, de todas ellas, 755 están completamente deshabitadas, mientras que 5.595 no logran pasar del centenar de empadronados. Más en detalle, el SADEI indica que en la región hay 303 lugares con un solo residente, 3.129 con diez o menos y una parroquia entera en la que no vive nadie. Otros datos llamativos recopilados por el SADEI apuntan que en 156 entidades singulares de población asturianas solo residen mujeres, mientras que en 281 solo lo hacen hombres. En cuanto a las localidades más pobladas, hay 532 entre 101 y 1.000 habitantes. Entre 1.001 y 50.000 se contabilizan 57 y solo son tres (Gijón, Oviedo y Avilés) las que superan los 50.000 empadronados. El 22% de los concejos asturianos tiene menos de 1.000 habitantes y las cifras oficiales sitúan al Principado como la comunidad que más pueblos pierde por la despoblación. Un total de 696 núcleos rurales han sido abandonados en los últimos años.
El panorama es desolador; y no descubriré nada nuevo diciendo que para luchar contra el despoblamiento hay que aplicar medidas sociales, fiscales y económicas.
Pues bien, al hilo de lo anterior, he tenido la oportunidad de leer un folleto, editado por la FSA-PSOE bajo el rimbombante título de “400 MEDIDAS PARA LA MEJOR ASTURIAS”, en el que a lo largo de sus 70 páginas los socialistas asturianos presentan “…las soluciones y respuestas para poder seguir construyendo una Asturias mejor, una Asturias más justa que pueda seguir avanzando sin dejar a nadie atrás …”.
En su apartado 227, dentro del capítulo dedicado al reto demográfico, se dice textualmente lo siguiente: “Pondremos en marcha incentivos fiscales en distintos tributos como complemento y refuerzo de las medidas de gasto público destinadas a luchar contra el despoblamiento y hacer frente al reto demográfico, favoreciendo también la puesta en marcha de proyectos empresariales en la zona rural. • Impulsaremos deducciones en el IRPF por nacimiento de hijo o adopción que tendrán un mayor importe cuando se produzcan en el medio rural, tal y como recoge el Plan demográfico del Principado. • Impulsaremos deducciones en el IRPF por compra y rehabilitación de vivienda habitual en el medio rural.”
Esta es la teoría, pero ahora vayamos a la práctica.
El diario “El Comercio” publicaba ayer día 13 unas declaraciones de Doña Ana Cárcaba (https://www.elcomercio.es/politica/deducciones-fiscales-asentar-poblacion-2500-pueblos-asturias-20200213001626-ntvo.html), la flamante Consejera de Hacienda del gobierno socialista autonómico, en las que, como gran noticia y sin el más mínimo rubor, la política regional anunciaba a bombo y platillo:
- Que las deducciones fiscales en el IRPF, recogidas en los presupuestos de 2020 para tratar de combatir la despoblación en la zona rural, se aplicarán en 2.500 pueblos asturianos.
- Que las medidas para asentar población se aplicarán en las unidades de población de menos de 10 habitantes, o en aquellas que, sumando no más de 50 vecinos, hayan experimentado una disminución igual o superior del 20% de su población entre 2000 y 2019.
- Y que las deducciones fiscales serian de 100 euros por nacimiento o adopción del segundo hijo o sucesivos; de 1.000 euros por el establecimiento como autónomo o trabajador por cuenta propia; y de un máximo de 50 euros por gastos en abonos de transporte público.
Así las cosas, creo que nuestros gobernantes autonómicos continúan tomándonos el pelo… y nuestro regidor municipal, a pesar de este insulto a la inteligencia, sin gorgutar no vaya a ser que desde Oviedo lo llamen a capítulo y vea así frustrado su porvenir político.
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