Publicación de noticias históricas relacionadas con la historia, el arte, la literatura, etc. de Cangas del Narcea.

La primera librería de Cangas del Narcea

El primer establecimiento comercial de este tipo en Cangas, lo abrió el matrimonio formado por Enrique Smets y Lucía Fernández Mesa «Luz de Campa». Él era belga y ella de Cangas del Narcea. Se conocieron y casaron en París, donde ella trabajaba de doncella de una aristócrata; vivían en el n.º 77 del bulevar Grenelle, muy cerca de la Torre Eiffel.

En 1932 ó 1933 se instalaron en Cangas. Con ellos vino su hijo Paul, de 12 años de edad y nacido en París. Este matrimonio abrirá en la villa la primera librería de su historia. Estaba en un bajo del viejo ayuntamiento, situado en la calle Mayor esquina con la calle de la Iglesia (hoy del médico Rafael Fernández Uría). Cuando se derribó este edificio en 1951, la librería se trasladó a la plaza del notario Rafael Rodríguez donde después la regentó su hijo Paul.

Un socio del «Tous pa Tous» nos ha enviado el sello que acompaña esta nota, de aquella Librería Narcea, impreso en un libro de Armando Palacio Valdés editado en 1946. Durante muchos años fue la única de la villa y alguien inventó aquel dicho: «Cangas del Narcea, pueblo de gran hidalguía, con cien bares y una sola librería».

¡Grata memoria a Enrique, Luz y Paul!


10º aniversario de la inauguración del Parador Nacional «Monasterio de Corias»

El pasado mes de julio se cumplieron 10 años de la inauguración del Parador Nacional «Monasterio de Corias» en Cangas del Narcea.

El monasterio de San Juan Bautista, conocido como «El Escorialín asturiano» por su imponente arquitectura fue construido entre 1022 y 1044, reconstruido entre los siglos XVI-XVII en estilo herreriano, y reformado y ampliado tras un incendio en 1744 por Ventura Rodríguez, uno de los principales arquitectos españoles neoclásicos del siglo XVIII. Tras la última reforma para convertirlo en Parador Nacional de Turismo, esconde en la planta sótano, como su tesoro mejor guardado, un museo que muestra los restos arqueológicos de la iglesia fundacional del siglo XI.

Como celebración de este notable acontecimiento, a continuación publicamos el vídeo de RTVE que cubrió la noticia del acto de inauguración como establecimiento hotelero, el 15 de julio de 2013. Acto que presidió la Reina Sofía y en el que también estuvieron presentes el ministro de Industria, Turismo y Energía y el presidente del Principado de Asturias, entre otras personalidades.



 

 

Una clase con Uría

 

Con motivo de la exposición temporal que el Tous pa Tous presenta en la Casa de Cultura de Cangas del Narcea sobre la figura de José Francisco de Uría y Riego (1819-1862), invitamos a los centros escolares a difundir la figura de este paisano nuestro que da nombre a importantes calles en Oviedo, Gijón, Luarca, Madrid y Cangas del Narcea.

Con este fin hemos elaborado unos materiales que ponemos a disposición de todos:

  • Actividades a realizar durante la visita:

 

  • Actividades para realizar solo en el aula si no se puede asistir a la exposición:

 


 

«Huellas mineras: Patrimonio Industrial en Cangas del Narcea»

«Huellas mineras» es un documental escrito y dirigido por Benito Sierra y que ha contado con la colaboración del «TOUS PA TOUS. Sociedad Canguesa de Amantes del País», que muestra al espectador los vestigios del patrimonio industrial y las huellas de la actividad minera de Cangas del Narcea.

Este primer largometraje del cineasta Benito Sierra González, se estrenó en septiembre de 2022 en el Teatro Toreno de su localidad natal, Cangas del Narcea, y un año después, su proyección formó parte de la VI Muestra Internacional de Cine sobre Patrimonio Industrial y Paisajes Culturales, en el «Incuna Int Film Fest 2023» de Gijón (Asturias).

El cangués ha querido retratar en este inédito film «los restos de la minería de Cangas del Narcea desde un punto de vista cinematográfico» y para ello se adentra desde finales de 2018 en las entrañas de esta industria…



Más información: Huellas mineras: Patrimonio Industrial en Cangas del Narcea (Próximo estreno)


 

Concurso de ganados en Cangas del Narcea en 1930

Cangas del Narcea. La Vega un día de mercado, hacia 1901.

Fuente:

En el año 1929 fue constituida en el concejo de Cangas del Narcea la Junta Local de Ganaderos que en muy poco tiempo fue cogiendo gran arraigo entre la clase labradora. Tal es así, que un año después de su constitución, esta Junta contribuyó muy eficazmente en la planificación del Concurso de ganado vacuno, organizado por la Excma. Diputación Provincial de Oviedo, el Ayuntamiento de Cangas y la Junta Regional de Ganaderos de Asturias.

Tenía este Concurso la particularidad de ser el primero que se celebraba en Cangas del Narcea; y teniendo esto en cuenta, bien cabe afirmar que tuvo un éxito completo, pues la curiosidad despertada en el público y la atención con que todos los ganaderos seguían las observaciones y deliberaciones del Jurado, revelaban un trascendental interés por el fomento de la riqueza ganadera del concejo cangués.

Se celebró este histórico Concurso en la magnífica explanada de La Vega de la villa canguesa, la mañana del viernes 22 de agosto de 1930, siendo presentados cerca de cuarenta ejemplares.

El Jurado calificador lo presidió el alcalde de Cangas, don Joaquín Rodríguez-Arango Fernández-Argüelles, y lo formaban D. Antonio Fernández, Ingeniero Agrónomo y Secretario de la Junta Regional de Ganaderos; los veterinarios: D. Francisco Lorenzo, D. Benito Gaite y D. Manuel Rodríguez Feito; y en representación de la Excma. Diputación Provincial, D. Jesús Vázquez.

El reparto de premios se hizo de la forma siguiente:

  • GRUPO I — RAZA ASTURIANA — SUBRAZA DE MONTAÑA Y DE LOS VALLES.

    Ramón Tosar Fernández, de casa Jacinto de Gillón, propietario del toro ‘Artillero’, premiado en la Sección 1ª —Toros con cuatro o más dientes permanentes, en el Concurso de 1930.

    • Sección 1ª —Toros con cuatro o más dientes permanentes.
      Primer premio, 200 pesetas; se declara desierto.
      Segundo premio, 150 pesetas, al toro “Artillero”, de Ramón Tosar Fernández, de Gillón.
    • Sección 2ª — Novillos con menos de cuatro dientes permanentes.
      Primer premio, 150 pesetas, al novillo “Rojo”, de Ignacio Galán, de Trasmonte de Arriba.
      Segundo premio, 100 pesetas, al novillo “Brillante”, de Primitivo Álvarez Vicente, de Cibea.
    • Sección 3ª — Vacas con cuatro o más dientes permanentes. 
      Primer premio, 100 pesetas, a la vaca “Guapina”, de Manuel Flórez Sierra, de Leitariegos.
      Segundo premio, 70 pesetas, a la vaca “Galana”, de Francisco González Rodríguez, de Morzó.
    • Sección 4ª — Novillas con menos de cuatro dientes permanentes.
      Primer premio, 70 pesetas, a la novilla “Castilla”, de Francisco Fuertes Riesgo, de Villategil.
      Segundo premio, 50 pesetas; se declara desierto.
  • GRUPO II — GANADO CRUZADO.
    • Sección 5ª — Vacas con cuatro o más dientes permanentes.
      Primer premio, 70 pesetas, a la vaca “Chavala”, de David Barreiro Martínez, de San Esteban de Cibuyo.
      Segundo premio, 40 pesetas, a la vaca “Pinta”, de Antonio Fernández y Fernández, de Santa Eulalia.
  • También se concedieron las siguientes menciones:
    •  Tres, de 30 pesetas cada una, a los novillos “Lucero”, de Rafael Collar, de Posada de Rengos; “Gallardo”, de Manuel Boto, de Villacanes, y “Lindo”, de Francisco Collar Agudín, de San Pedro de las Montañas.
    • Tres, de 25 pesetas cada una, a las vacas de raza asturiana “Roxa”, de José Hidalgo, de Carceda; “Granada”, de Manuel Flórez Sierra, de Leitariegos, y “Guapina”, de Manuel García López, de Castro de Limés.
    • Cuatro, de 20 pesetas cada una, a las vacas cruzadas “Jardinera”, de Joaquín Carrizo, de Cangas del Narcea; “Navarra”, de Leandro Flórez Gómez, de Murias de Bimeda; “Galana”, de José Rodríguez Vuelta, de Adralés, y “Salada”, de Claudio Alfonso, de Morzó.

    Paisano y toro, Cangas del Narcea, hacia 1918. Fotografía de Benjamín R. Membiela. Colección de Juaco López Álvarez.



Vendimia 2023: «La Mejor cosecha»

El pasado sábado 7 de Octubre de 2023, la Denominación de Origen Protegida Cangas (DOP Cangas) emitía la siguiente nota:


Vendimia 2023. La mejor cosecha.

Vendimia Cangas del Narcea. Foto: Recrea Asturias

La de 2023 ha sido la vendimia más temprana.  La recogida de la uva en la zona DOP Cangas se desarrolló entre el 31 de agosto y el 2 de octubre, el inicio se produjo en Ibias  nueve días antes que la cosecha anterior  y  se terminó en Cangas del Narcea, dos días antes que el año anterior.

Sabíamos que había sido un buen año para las vides, todo indicaba una buena calidad debido a que ha sido un año de altas temperaturas y muy seco, aunque hemos tenido lluvias ya una vez iniciada la vendimia.

En cuanto a los pronósticos de cantidad, aunque indicaban una buena cosecha, finalmente nos ha sorprendido siendo el balance oficial de la uva recogida, mayor de lo estimado.

El total de producción fue de 231.780 kg de uva, el aumento de producción con respecto a la cosecha anterior ha sido de un 164,2% convirtiéndose en la mayor cosecha de la DOP Cangas hasta la fecha, superando la cosecha 2005 que había sido hasta ahora la mayor, con 152.000 kg.

De la producción recogida en 2023 un 52,5 %, fueron de uva blanca y el resto un 47,5 % uva negra.

De los 121.690 kilos de uva blanca, 118.084 kg son Albarín blanco, se han recogido también pequeñas cantidades de Blanca Extra, Moscatel, Godello y Albillo. El Albarín blanco se confirma otra cosecha más, como la variedad estrella de la DOP Cangas,  al ser la de mayor producción y sus cifras irán en aumento en los próximos años , porque han entrado en producción las nuevas plantaciones.

Por su parte, las variedades tintas suman un total de 110.089 kg  encabezadas este año por la Mencía con una producción de 42.799 kg y el Albarín negro del que se han recolectado un total de 34.340kg , seguidas del Carrasquín con 20.194 kg y la Verdejo negra con 12.756 kg.  

Pisada de la uva en la fiesta de la Vendimia de Cangas del Narcea. Foto: Recrea Asturias

Si hubiese que resumir la cosecha en una sola palabra, sería: «uniformidad», algo que no se suele dar en agricultura y es que salvo la variedad Albarín negro que ha tenido algún problema de corrimiento de flor, todas las variedades autóctonas y todas las parcelas estaban con muy buena producción no habiendo diferencias por zonas, ni siquiera diferencias entre los viñedos situados en Cangas del Narcea y los situados en Ibias.  La producción media por hectárea se sitúa este año en 4.139 kg.

Esta vendimia refleja por fin el resultado de los cambios que se han ido produciendo consecuencia de la profesionalización del sector:  reestructuración y plantaciones nuevas que lamentablemente en los dos años anteriores no se han podido evidenciar debido la climatología y los problemas sanitarios.

Tras tres cosechas muy pequeñas esta vendimia se cierre con mucha alegría para nuestros heroicos viticultores, producción que ya está en manos de los bodegueros y que en próximos meses podremos empezar a disfrutar.

 

Denominación de Origen Protegida Cangas


Presentación del retrato de Mario Gómez y Gómez: ‘El Gaitero de Limés’

Vídeo del sencillo acto de presentación y depósito de este retrato recuperado y restaurado por el «Tous pa Tous», que se celebró en la Biblioteca Municipal «Padre Luis Alfonso de Carvallo» de Cangas del Narcea (Asturias).

  • Casa de Cultura «Palacio de Omaña», jueves 21 de septiembre de 2023.
  • Interviene: Juaco López Álvarez, presidente del «Tous pa Tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País».
  • Realizador audiovisual: Benito Sierra González.
  • Información de la obra:

José Alejandro

“El gaitero de Limés”, 1920

Retrato de Mario Gómez Gómez (Cangas del Narcea, 1872 – 1932).
Médico militar, escritor, historiador, filántropo, polifacético y vital, fundador del Tous pa Tous y la revista La Maniega en 1925.

Óleo sobre lienzo

Propiedad del “Tous pa Tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País”
(Gentileza de Sofía Mateos Peñamaría)



 

‘El Gaiteru de Limés’ vuelve a Cangas del Narcea para quedarse

El año pasado, con motivo del 150º aniversario del nacimiento del fundador de nuestra asociación «TOUS PA TOUS», el renombrado Mario Gómez y Gómez (Cangas del Narcea, 1872 – 1932), entre otras cosas organizamos una exposición que recorría la vida y obra de este ilustre cangués. En la misma se mostraron entre otras curiosidades, libros, diplomas, honores, fotografías, carta autógrafa y como pieza destacada, el retrato El Gaiteru de Limés (autor: José Alejandro, 1920) cedido para la ocasión por Sofía Mateos Peñamaría, sobrina nieta del retratado, que lo tenía en su domicilio en Madrid.

El estado de conservación que presentaba esta obra era bastante deficiente, sobre todo debido a problemas de roturas estructurales del lienzo. El aspecto general de la pintura era oscuro y mate, especialmente en las zonas con golpes y rozaduras. El barniz se hallaba oxidado por la acción del aire y la humedad, lo que daba a la obra un aspecto general oscurecido. El deterioro lógico del soporte por el paso de los años, favorecía los problemas de tensión del lienzo, dañando aún más la obra y además, en el marco se observaban bastantes faltas de dorado.

Para la exposición, se le hizo un «lavado de cara» que consistió básicamente en una limpieza general del cuadro. Tras la exposición, propusimos a su propietaria que el retrato quedase en Cangas, en algún lugar con garantías de conservación y seguridad. Su gentil respuesta fue que, por su parte, no tenía inconveniente alguno, que el «TOUS PA TOUS» podía disponer de él como si fuera suyo… procurando, claro está, esas garantías.

Desde ese momento, nos pusimos en marcha y lo primero que hizo el «TOUS PA TOUS» fue someter la obra pictórica a un completo proceso de restauración y re-entelado. Para ello utilizamos los servicios de un prestigioso restaurador de Trubia cuya profesionalidad nos garantizaba que el retrato, mediante su restauración y mantenimiento, recuperaría las mejores condiciones de conservación.

José Alejandro — «El gaitero de Limés», 1920 — Retrato de Mario Gómez Gómez (Cangas del Narcea, 1872 – 1932). Médico militar, escritor, historiador, filántropo, polifacético y vital, fundador del Tous pa Tous y la revista La Maniega en 1925. — Óleo sobre lienzo — Propiedad del «Tous pa Tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País» (Gentileza de Sofía Mateos Peñamaría)

Una vez terminado todo este proceso llegaba el momento de buscarle un sitio en Cangas del Narcea.  Tras varias propuestas y deliberaciones entre los miembros de El Payar, nos pareció que el mejor sitio para colocar este genial retrato del fundador de la Sociedad Canguesa de Amantes del País «TOUS PA TOUS» y de la revista La Maniega, que además de médico y militar, fue escritor y cronista de la vida y la historia de Cangas del Narcea, era la biblioteca municipal. Pedimos opinión a la bibliotecaria Julia Gallego, y como le pareció una gran idea, definitivamente, este fue el sitio elegido.

Desde el pasado 21 de septiembre de 2023, todos los usuarios de la Biblioteca Pública Municipal de Cangas del Narcea «Padre Luis Alfonso de Carvallo» y cualquier otro curioso visitante puede contemplar y disfrutar de El Gaiteru de Limés, que ha vuelto a Cangas del Narcea para quedarse.

Además del retrato de Mario Gómez, el «TOUS PA TOUS» hizo entrega de varios libros suyos a la biblioteca municipal de Cangas. Estos libros fueron aportados por las herederas de Manuel Gurdiel Sierra y por José Ramón Flórez Areces, Sofía Mateos Peñamaría y María Teresa González Ferreiro.

Algunos de los libros de Mario Gómez que se entregarán a la biblioteca de Cangas en el acto de presentación de su retrato ‘El Gaiteru de Limés’

El sencillo acto de presentación y depósito de este retrato se puede ver y escuchar este enlace: Presentación del retrato de Mario Gómez y Gómez: ‘El Gaiteru de Limés’


Descanse en paz Pepe Domingo Castaño, el jovencísimo locutor que decía: ‘Radio Cauriense de Corias emitiendo en directo’

Pepe Domingo Castaño en la presentación de su libro donde cuenta su paso por Corias (Cangas del Narcea, Asturias) donde pasó un lustro de su vida.

En la madrugada de este domingo 17 de septiembre fallecía a los 80 años de edad una de las voces más reconocibles de la radio española, la del locutor deportivo, y anteriormente también musical, Pepe Domingo Castaño. El gran corazón del veterano periodista gallego, nacido en Padrón (A Coruña) el 8 de octubre de 1942,  dejaba de latir en el Hospital de la Zarzuela de Madrid, tal y como ha informado la cadena COPE, emisora en la que trabajaba desde 2010 en el programa deportivo Tiempo de juego.

Toda una leyenda de las ondas que comenzó a forjarse como hombre de radio según su propio testimonio en «Corias, un pueblecito minúsculo perdido en las montañas de Asturias, cerca de Cangas del Narcea». Escuchemos sus recuerdos cangueses de su propia voz en una reciente entrevista que dio para la cadena COPE:

 

 

En su memoria queremos destacar aquí la vinculación que Pepe Domingo Castaño tenía con Cangas y muy particularmente con los dominicos de Corias, a donde llegó con tan solo nueve años, siendo monaguillo en Padrón (La Coruña), su localidad natal, donde había un convento de dominicos en el que se hizo muy amigo de los frailes que le animaron a venir a estudiar a Corias. Aquí estuvo cinco años, todo un lustro de su vida, hasta la inauguración del colegio de la Virgen del Camino en León. Sin terminar todavía el curso, en unas vacaciones escolares, se fue de Corias a su casa en Galicia, y volvió directamente a la Virgen del Camino. En su libro Hasta que se me acaben las palabras. Mis recuerdos de radio y vida; AGUILAR, Enero 2022, escribe: «Los cinco años de Corias no los quiero borrar de mi cuaderno porque me ayudaron a encarar el futuro con los bolsillos llenos de verdad».

Con los frailes de Corias empezó sus primeros pinitos en la radio. Según contaba, había un padre muy simpático que les daba clases de literatura, el padre Felipe Lanz, que fue el que le animó a escribir, y había otro, el padre Iparraguirre, que «era un cachondo de la vida, un tío que vivía muy feliz, que transmitía mucha felicidad», al que un día se le ocurrió la idea de montar una emisora y pidió voluntarios. Lógicamente, el jovencísimo Pepe Domingo se presentó como locutor. Hicieron unas sencillas pruebas, le aceptaron y montaron una emisora que se llamaba Radio Cauriense, de Corias. Y ahí empezó a hacer pequeñas cosas como leer poemas, trozos de libros, hacían concursos… todo con mucho éxito. Hace poco más de un año, esto decía en una entrevista en RNE al respecto:

«La verdad es que lo hice bastante bien. Nos mandó leer una cosa e inventar algo y a mí siempre me gustó inventar. Todo lo inventé muy bien y dijo ‘tú eres la voz de la emisora y hay que buscar dos más’. Yo era el que decía: ‘Radio Cauriense de Corias emitiendo en directo’. Transmitíamos rezos, hacíamos obras de teatro. Fíjate ahí con nueve o diez años empezaba a asomar el hombre de radio que luego hipotecó toda su vida, incluso los éxitos en otras facetas, por la radio. No me arrepiento nunca de haberlo hecho».

De sus cinco años en Corias recordaba con especial cariño al padre Felipe Lanz, «siempre sonriente en su gordura, que puntuaba con notas altas mis primeros poemas y mis primeras incursiones en la literatura». Al parecer, este fraile llegó a confesarle que tenía un futuro espléndido en eso de juntar palabras. También recordaba la imagen autoritaria del padre Casquero, que daba matemáticas, le perseguía por los terrenos de su memoria «entre suspensos inevitables y ecuaciones imposibles», según afirma en su libro. Del padre Ricardo escribe: «siempre sudoroso y enrojecido por la timidez, que nos confesaba con el aliento y las avemarías, después de habernos obligado a vaciar nuestra alma de tocamientos y tentaciones». Y como ya ha quedado dicho, Pepe Domingo Castaño se ha ido con el grato recuerdo del padre Iparraguirre, con el que montó su primera emisora de radio, Radio Cauriense de Corias, en la que empezó a encariñarse con los micrófonos y las palabras.

Lo único que detestaba de aquellos años de internado era «el asqueroso café con leche que nos servían cada mañana en el refectorio y que los frailes nos obligaban a beber, so pena de un suspenso en conducta». Según recuerda en su libro, era un líquido oscuro con pedacitos de nata bailando en la superficie que le producían arcadas en cuanto intentaba beberlo. Su negativa constante a ingerir lo que él denominaba como «pócima detestable» fue el motivo de que obtuviese continuados suspensos en conducta. Lo del café con leche fue el único lunar negativo, si se puede considerar así, de su paso por el convento de Corias. Sus notas eran altas en casi todas las materias, excepto matemáticas, y su vida, dentro de lo que se podía esperar de un internado, discurría plácidamente, aunque, como es lógico, con repetidos ataques de morriña.

En una reciente entrevista el pasado mes de julio le preguntaron:

¿Qué aprendió de los dominicos?

Y su respuesta fue:

—  Todo. Mi formación viene de ellos, de cada uno de ellos. Aprendí a ser persona, a respetar a los demás, a darle una oportunidad a la gente, a creer que lo más importante en la vida es la verdad, a respetar a mis padres, a repartir cariño, a tener un bagaje cultural brutal que no tenían otros chicos de mi edad, y prueba de ello es que todo eso me sirvió para ser lo que he intentado y he luchado por llegar a ser.

 

Descanse en paz este aguerrido periodista al que su paso por Corias le llevó, primeramente, siendo muy joven, a ser novicio dominico y a convertirse en uno de los locutores radiofónicos más emblemáticos en la historia de la radiodifusión española, después. ¡Hasta siempre Pepe Domingo Castaño!

Revista ‘Lecturas’ nº 1.243 de 13 de febrero de 1978


 

Museo de Bellas Artes de Asturias: «Filandón en Monasterio de Hermo»

Filandón en Monasterio de Hermo (Óleo sobre tabla, 1872). Luis Álvarez Catalá (Madrid, 1836-1901)

En el verano de 1872, el pintor Luis Álvarez Catalá (Madrid, 1836-1901) realizó durante una estancia en el pueblo natal de su padre la obra «Filandón en Monasterio de Hermo», adquirida en 1989 por el Museo de Bellas Artes de Asturias, y una de las obras más destacadas del fondo de arte asturiano del siglo XIX. Actualmente, esta pintura, de gran preciosismo, forma parte de la exposición «Escanciando. Representaciones de la sidra asturiana en las artes plásticas», alojada en la planta -1 del Edificio Ampliación.

La escena representada está protagonizada por una serie de personajes, entre ellos el mismo Álvarez Catalá, autorretratado en el cuadro, que se reúnen en torno al fuego de la l.lariega o cocina de la casa familiar del pintor, en la localidad asturiana de Monasterio de Hermo (Cangas del Narcea). El espectador contempla así, en una misma escena, la variedad de actividades, actitudes y conversaciones que se desarrollan en el llamado filandón, con mujeres hilando mientras otras personas cantan, tocan instrumentos o se entregan a diversas labores tradicionales del territorio asturiano.

Todo ello aparece reflejado con absoluta minuciosidad, con una factura casi preciosista que, aplicada en una obra costumbrista, incide en destacar los vestidos de los personajes y los objetos que hacen referencia a las actividades artesanales asturianas y a su ajuar doméstico, como las madreñas del primer plano o los útiles apoyados sobre la viga del techo.

Debido a su ambientación y a los recursos empleados por el artista, la obra transmite una sensación de ambiente intimista muy interesante y lograda. Esta armonía e intimismo de la imagen, unidos a la riqueza formal y descriptiva de la pincelada, sugieren una influencia de la pintura flamenca y holandesa del siglo XVII, de la que Álvarez Catalá era amplio conocedor por sus diversos viajes y estudios académicos. Sin embargo, destacada al convertirse en un emotivo manifiesto de los recuerdos de infancia del propio artista, quien contemplaría repetidas veces escenas similares a ésta; imágenes retenidas en su memoria como la que inmortaliza en esta tabla.

Fuente: Museo de Bellas Artes de Asturias


Acto de inauguración de la exposición dedicada a José Francisco Uría y Riego

En el siguiente vídeo podéis ver y escuchar el acto de inauguración de la exposición dedicada a José Francisco Uría y Riego que se celebró en Cangas del Narcea el 13 de julio de 2023 en la Sala «Tous pa Tous» de la casa de Cultura «Palacio de Omaña».

La Sociedad Canguesa de Amantes del País «Tous pa Tous», tras cumplirse el segundo centenario del nacimiento de Uría (Cangas del Narcea, 1819 – Alicante, 1862) , organizó esta exposición para recordar y conocer mejor a este ilustre cangués que, además de Director General de Obras Públicas, fue un político amante de su patria chica y preocupado por la prosperidad del terruño que le vio nacer.

Presentan: Juaco López y Mercedes Pérez.
Participan: Benito Álvarez, Jorge Rodríguez, Elena Barrero, Jesús H. Feito.
Imagen y sonido: Benito Sierra.

Aprovechamos para informaros que esta interesante exposición se puede visitar hasta final de este año 2023 en el horario de la Casa Cultura de lunes a viernes:

SEPTIEMBRE

    • De 9.00 a 14.00 h

OCTUBRE A DICIEMBRE

    • Mañanas de 10.00 a 13.30 h.
    • Tardes de 16.00 a 19.30 h.


Nueite de San Xuan

Con esta actividad se pretende investigar sobre costumbres y tradiciones propias del Concejo de Cangas del Narcea en relación a la festividad de San Juan, dando respuesta de esta manera a uno de los pilares de centro que es la identidad rural, entendiendo ésta, como la realización de actividades que fomenten el valor de nuestras tradiciones culturales y patrimoniales.

En el proyecto participan familiares cercanos al alumnado, y también vecinos del pueblo donde se localizan las diferentes escuelas del CRA Río Cibea. De esta manera, la escuela cumple un papel social, y dinamiza las localidades, haciendo partícipes no solo a la comunidad educativa sino también a toda la población, con el fin de generar comunidad, fomentar el arraigo y favorecer la identidad rural.

Los participantes en este proyecto pertenecen al concejo de Cangas del Narcea, concretamente a los pueblos de:

Genestoso, Tremao de Carballo, Rañeces de Sierra, Puenticiella, Los Eiros, Regueira`l Cabo, El Mato, Linares, Limés, Villarino de Limés, Carballo, Veigapope, La Regla de Perandones, Las Tiendas, Corias, Sonande, Pixán, Cangas del Narcea, Tainás, Villadestre y Olgo. También hay informantes de Castaosa
(Ibias), La Borra (Salas).

Cabe destacar que, por la recogido en esta actividad, el Partido de Sierra conserva en su memoria un mayor número de recuerdos de muchas costumbres y rituales relacionados con esta festividad, en comparación con otras zonas del concejo.



 

Catorce horas de Oviedo a Cangas en coche-diligencia a finales del siglo XIX

Leitariegos. Diligencia, encima de la ‘vuelta la corona’ camino a El Puertu desde Cangas del Narcea el 31 de agosto de 1911. Se aprecia como la niebla cubre todo el valle de Naviego. Fotografía de Celso Gómez Fernández-Argüelles. Colección Álvarez Pereda.

En la segunda mitad del siglo XIX se construyen las primeras carreteras por el suroeste de Asturias y con ellas llegó el transporte en coches de caballo o diligencias.

A finales del siglo XIX los itinerarios de los coches-diligencias, normalmente, estaban en combinación con la salida de los trenes. En Asturias la primera línea de ferrocarril interprovincial de pasajeros fue la de León a Gijón, también conocido como ferrocarril de Asturias, una línea ferroviaria de ancho ibérico entre ambas ciudades, que constituyó el acceso ferrovario al Principado de Asturias desde la meseta. El tramo que cerró esta línea, históricamente conocido como «la rampa de Pajares», fue inaugurado el 15 de agosto de 1884.

En el caso de Cangas del Narcea y otros municipios del occidente asturiano era la empresa de carruajes «La Montañesa» de Maurines y Cía. quien, en combinación con «La Ferrocarrilana» que hacía el itinerario entre Oviedo y Salas, prestaba el servicio diario a La Espina, Tineo, Cangas de Tineo, Luarca, Navia y Castropol. «La Montañesa», creada en 1883, contó con varias líneas y concesiones en la zona occidental de Asturias y fue una de las últimas compañías con servicio de diligencias, en concreto hasta 1913. El primer vecino de Cangas que registró un coche en el Gobierno Civil de Oviedo fue Román Rodríguez-Arango Méndez-Castrillón. Fue en 1914 y le correspondió la matricula O- 274. El coche era un S.C.A.R. de 15 CV. 

En el año 1892 la diligencia salía de Oviedo a las cinco de la tarde llegando:

A Salas, a las diez de la noche (5 horas)
» La Espina, a la una de la mañana (8 horas)
» Tineo, a las tres y media de la mañana (10 ½ horas)
» Cangas de Tineo, a las siete de la mañana (14 horas)
» Luarca, a las siete de la mañana (14 horas)
» Navia, las diez de la mañana (17 horas)
» Castropol, a las cuatro de la tarde (23 horas). Prácticamente un día entero.

Como podemos ver el viaje no era precisamente veloz y, además, tampoco era especialmente cómodo, ni barato. Estos eran los precios del pasaje en pesetas:

Berlina, interior y banqueta o cupé eran las distintas opciones de viaje que esta Compañía ofrecía al viajero. Berlina era la parte anterior, con asiento transversal normalmente para tres plazas, ventanillas de cristales al frente y dos puertas laterales de vidrio. Va justo detrás del pescante y por debajo de él ya que éste iba elevado sobre el techo de la caja. Interior, colocado detrás de la berlina y en el centro del carruaje, solía tener dos asientos transversales y por lo tanto tenía doble capacidad que la berlina. Detrás del pescante, sobre el techo del carruaje y delante de la barandilla estaba el departamento más económico, el cupé, formado por un asiento transversal para tres plazas abierto por delante con cubierta de cuero para los pies y las piernas que se unía a una capota como la de los cupés, y de ahí esta denominación.

Los horarios de salida hacia Oviedo desde estas localidades eran:

De Castropol a las nueve de la mañana.
» Navia a la una de la tarde.
»  Luarca a las cinco de la tarde.
»  Cangas de Tineo a las tres de la tarde.
» Tineo a las ocho de la noche.
» La Espina a las diez de la noche.
» Salas a las doce de la noche.

Las distancias que se recorrían eran las siguientes:

De Oviedo a Salas,  47 kilómetros.
» » a La Espina, 59 kms.
» » a Tineo,  70 kms.
» » a Luarca, 100 kms.
» » a Cangas de Tineo, 101 kms.
» » a Navia, 121 kms.
» » a Castropol, 152 kms.

Esta fotografía del “coche de Cangas de Tineo” tirado por ocho mulas, fue hecha por un viajero inglés, seguramente un ingeniero de minas, en Trubia, hacia 1895.

Estos carruajes eran arrastrados por tiros de nueve caballerías, a cargo de un mayoral, delantero y un zagal , efectuándose los relevos del ganado cada 20 kms. aproximadamente (4 leguas).

Se cenaba en Salas a la ida y regreso, no obstante, existían buenas fondas y casas de comidas también en Luarca, Navia, Tineo, Cangas y Castropol. Establecimientos que tenían dispuestas las comidas en combinación con la llegada de las diligencias.

En el trayecto, cerca de La Espina, en un punto denominado Los Americanos, instalado en una hermosa y gran casa, se hallaba un establecimiento de ricos comerciantes habaneros: D. José Manuel, D. Mateo, D. Benigno y D. Juan González. Era un comercio magnífico de venta al por mayor y menor con gran surtido de artículos diferentes tanto nacionales como extranjeros y coloniales. Este lugar contaba con un puesto de guardia civil, generosamente donado por sus propietarios.

 

Artículo relacionado: “El coche de Cangas de Tineo” en 1895


Fuente: Asturias. De Oviedo a Covadonga. Fernández González, José. Oviedo, 1892.


 

Ambrosio Rodríguez y su obra

El doctor Ambrosio Rodríguez (Sorrodiles, Cibea, 1852 – Madrid, 1927) es el autor de este pionero y excelente estudio sobre la higiene de los trabajadores y las enfermedades de los jornaleros, que se publicó en Gijón en 1902; tiene 448 páginas. El libro está muy bien editado y lleva una cubierta hecha por el pintor gijonés Juan Martínez Abades. Ambrosio Rodríguez fue un profesional muy reconocido y amigo de eminentes médicos de su tiempo, como su maestro Federico Rubio y Galí y el mismísimo Santiago Ramón y Cajal. Estudió y vivió en Madrid, París, Berlín, Buenos Aires y Gijón, y viajó por numerosos países de Europa y América. Nunca dejó de tener relación con Cangas del Narcea, y siempre estuvo preocupado por su estado y porvenir. En la necrológica que le dedicó la revista La Maniega en junio de 1927 se dice: «Difícilmente habrá habido nadie que haya superado al doctor Ambrosio como amante de Cangas; a donde no dejó de ir un solo año, hasta que en 1915 perdió la vista, cuya desgracia le hizo pasar lleno de tristeza los últimos años de su vida».


AMBROSIO RODRÍGUEZ Y SU OBRA
Por Ovidio Fernández Arbas

El médico Ambrosio Rodríguez, en Buenos Aires, 1887. Fotografía de Chute & Brooks.

Ambrosio Rodríguez y Rodríguez (Sorrodiles de Cibea, Cangas del Narcea, 1852 – Madrid, 1927), estudió la carrera de medicina en Madrid, siendo discípulo del doctor Federico Rubio en el Instituto de Terapéutica Operatoria, especializándose en Tocología y ampliando estudios en Francia y Alemania. Fue médico de sala del Hospital de la Princesa, desempeñando el cargo de director de publicaciones. Ejerció la medicina en Buenos Aires durante unos años, retornando al ejercicio privado de la misma con la prestación de servicios para diferentes sociedades de socorros. En 1902, ya establecido desde hacía años en Gijón, escribirá su obra Contribución al estudio de la higiene de los trabajadores y enfermedades de los jornaleros. En ese mismo año regresaría a Madrid, donde será el médico personal de la familia de Santiago Ramón y Cajal, con quien le unirá una profunda amistad desde entonces y hasta el final de sus vidas.

Con su Contribución… hará irrupción en el panorama médico y científico de su momento la primera monografía dedicada por entero al abordaje de los riesgos laborales, resultando ser, a juicio de dos de los más prestigiosos historiadores de la salud laboral, «el primer tratado hispánico original sobre higiene y medicina industrial».

Estamos, sin exageración alguna, por vez primera ante un texto que, de forma pionera y seminal aúna descripciones, conceptos y reflexiones que muchos años después irían conformando en España el moderno constructo preventivo bajo el rótulo de seguridad y salud laboral.

Así, en esta obra tendrá cabida, desde la higiene industrial y la problemática que acompañaba a los espacios laborales y productivos a los planteamientos de seguridad y protección, todo ello enfocado desde muy diversos ángulos. Del mismo modo, la ergonomía hará su presentación en forma de higiene postural, adaptación hombre-máquina, el tratamiento de los microtraumatismos o la propia fatiga muscular y cognitiva. Asimismo, será notable su empeño por ofrecer un muy amplio recorrido por la legislación sociolaboral, especialmente extranjera, y ello sin descuidar en modo alguno los componentes temáticos propios de una medicina del trabajo: heridas y su tratamiento, primeros auxilios, cuidados y práctica clínica, etc.

En su obra, no obstante, también encontrará acomodo la que venía siendo la tradicional preocupación por la higiene pública, al igual que por aquellos aspectos relacionados más directamente con las condiciones de vida del propio trabajador: alimentación, vivienda, higiene corporal o alcoholismo y, al mismo tiempo, su preocupación por la denominada Cuestión Social en forma de consideración y naturaleza de las huelgas, la justificación de los salarios o la jornada de trabajo.

 

El carácter pionero y precursor de Contribución…

  • La Higiene laboral implica ahora a todos los agentes que intervienen en la misma: su obra estará dirigida para ser usada por “alumnos de medicina, obreros, jefes de taller, empleados de sanidad, fábricas, canteras y talleres, establecimientos industriales y sociedades de socorro”. La higiene obrera ya no se concibe como una serie de instrucciones y consignas que solo conciernen a los trabajadores.
  • La higiene del trabajo no será ya tan solo higiene de carácter industrial, es decir, la que afecta a un obrero proletario de la industria o taller. El jornalero, el campesino o el trabajador en cualquiera de sus múltiples formas encuentra aquí, de igual forma, las consideraciones preventivas pertinentes con respecto a su labor particular. La prevención de los riesgos laborales es concebida por Ambrosio Rodríguez como algo propio a la esfera del mundo del trabajo en su sentido más general y no circunscrito, como básicamente resultaba hasta entonces, a concretas actividades laborales.
  • Las consideraciones morales acerca de las actitudes de los trabajadores ya no se solaparán de continuo tras cada consejo o recomendación preventiva; ahora la prevención discurrirá buscando un plano más técnico y científico.
  • La prevención del accidente o de la enfermedad profesional será tratada desde una perspectiva eminentemente cualitativa, persiguiendo eliminar o evitar el daño o lesión, frente al discurso de la higiene tradicional basado principalmente en la idea de modificar cuantitativamente -aminorando, disminuyendo o atenuando- las condiciones nocivas de trabajo y los riesgos que lo solían acompañar.
  • La prevención de riesgos se entiende ahora desde una óptica integradora. Toda ciencia o disciplina que contribuya a estudiar posibles mejoras en las condiciones de trabajo debe ser incluida en el campo preventivo. De esta manera su obra contiene un examen detallado del mundo de los riesgos laborales desde los múltiples ángulos que le era posible contemplar en su tiempo y de los medios para hacerles frente: condiciones de seguridad a través de instrucciones y resguardos de protección personal tanto individuales como colectivas, tratamiento de los riesgos debidos a explosiones o a exposición a riesgos biológicos, higiene toxicológica, industrial, medicina del trabajo, ergonomía o legislación protectora.
  • Las medidas y consideraciones preventivas son expuestas, en la obra de Ambrosio Rodriguez, no tan solo persiguiendo evitar la irrupción súbita del accidente o lesión. Ahora se perseguirá, además de proteger de posibles traumatismos y accidentes fruto de riesgos mecánicos o físicos, salvaguardar al trabajador de riesgos patológicos de aparición lenta y cristalización paulatina: las temidas enfermedades profesionales. Y todo ello dentro de un horizonte madrugador en el que se estaría prefigurando un tercer nivel dentro del campo de la prevención: el de la comodidad y bienestar del obrero en su tarea, es decir, el moderno concepto de satisfacción laboral.

 

Algunas otras consideraciones acerca de esta obra

El Tratado de Ambrosio fue objeto de reconocimiento institucional relativamente pronto; por Real Orden de 18 de abril de 1906 (Gaceta de Madrid de 25 de abril de 1906) el Ministerio de Instrucción Pública, previo informe favorable de la Academia de Medicina, ordenaba la adquisición de 250 ejemplares del mismo para las diferentes bibliotecas públicas del Estado, con el fin de divulgar las nociones de higiene industrial que este contenía. De igual forma, tras la publicación de su Tratado diferentes higienistas recogieron bien pronto en sus obras, desde la admiración y respeto, temáticas y consideraciones plasmadas por Ambrosio en su Contribución…

Esta obra significará el cambio de signo en las higienes industriales del momento, desvinculando la higiene industrial, como rótulo genérico, de las higienes públicas e inscribiéndola de manera autónoma en la cultura española de la seguridad y salud en el trabajo. Sin embargo, todavía estaría sometida a la potente inercia del higienismo industrial decimonónico en alguno de sus recorridos.

Además, su título Higiene de los trabajadores y enfermedades de los jornaleros, en lugar de higiene industrial connota sin duda una nueva dirección en la que la imagen de espacio o ambiente se deslizará hacia la persona del trabajador y este en todas sus representaciones: industrial, jornalero, minero, campesino, albañil, etc., etc.

En otro orden de cosas, y atendiendo a sus valores estéticos y pedagógicos, son de destacar varias cuestiones. Una primera serían sus contenidos visuales. El Tratado contiene abundantes láminas, ilustraciones, estampas, grabados, dibujos, fotografías, figuras, tablas y alegorías simbólicas de cada oficio, las cuales poseen indudablemente un formidable valor informativo y formativo, suponiendo una auténtica novedad en las publicaciones de este tipo. En este sentido, su autor cuidó primorosamente la edición de su obra, siendo de resaltar que la misma portada se debió al pintor asturiano Juan Martínez Abades, en la pintura de título  «En la fragua», en lo que supone una alegoría al mundo del trabajo.

Por último, y como valor sentimental para los que somos sus paisanos, entre las páginas de la Contribución… no dejamos de encontrar referencias a nuestra tierra, bien sea en concretas experiencias suyas como médico (labradora en Villacibrán, escrófula en Rengos), accidentes en Gijón o artículos publicados en El Eco de Occidente, periódico de Cangas de Tineo.


 

Cibuyo y los «rumbos» de Mario Gómez

Vista parcial de Cibuyo de mediados de los años 50. Col.: Familia de Jorge Rodríguez Meléndez.

El fundador del «Tous pa Tous», Mario Gómez, describe en su libro Rumbos, Viaje por Cangas del Narcea 1928-1932, su llegada al pueblo de Cibuyo: «Es este un valle feraz, de amplias vegas y exuberantes huertos, de gran pradería, de casas grandes, ricas y bien traídas. En la carretera hay casas de construcción moderna, bien ataviadas y algunas de tres pisos. Cibuyo, en esta barriada, tiene el aspecto de una moderna villa».

En esta fotografía, perteneciente a mi familia, vemos una vista parcial del pueblo de Cibuyo, entorno al año 1955, en ella podemos ver todo lo que describía Mario Gómez, con las veigas sembradas de maíz, las huertas con las patatas, los frejoles, las fabas, tomates y demás productos, los cortinales con el trigo y centeno recién segados y ya en cuelmos, también vemos alguna facina en las eras esperando la mayadora. Por encima de los campos de labranza están los prados, los de regadío y las camperas de secano.

Vemos también las casas que menciona Mario Gómez, la de Don Joaquín al lado de la iglesia y la de Melchora en el pico del pueblo, con su espléndida panera. A la derecha de la espadaña de la iglesia parroquial se observa la desaparecida casa de Barreiro, donde nació el P. Agustín Jesús Barreiro. En la carretera general vemos una casa de tres pisos, casa Antonio, un comercio, tienda y bar, que en la actualidad sigue funcionando, al lado se puede ver un coche, es un Renault 4-4 de un vecino de Cibuyo emigrado en Madrid.

Espero que os guste. Saludos.

Jorge Rodríguez Meléndez
(04/05/2023)

 

Un nuevo artículo de Odón: «Dos sangrías» (1909)

Mozas de Cangas del Narcea, hacia 1915. Fotografía de Benjamín R. Membiela.

Siguen apareciendo, gota a gota, algunos ejemplares de periódicos editados en Cangas del Narcea que no conocíamos. En este caso se trata de un ejemplar de El Narcea, núm. 199, de 13 de noviembre de 1909, dirigido por el maestro Ibo Menéndez Solar. En la crónica local de ese número se escribe sobre los proyectos para construir un cementerio, un matadero y un lavadero, tres aspiraciones de los habitantes de la villa de Cangas, que irán llegando poco a poco en ese primer tercio del siglo XX. En la portada aparece un articulo de Odón Meléndez de Arvas (Carballo, 1851-Cibuyo, 1923), que hoy traemos aquí porque no aparece en la colección de artículos de este periodista local que publicó el «Tous pa Tous» en el libro Artículos periodísticos (1903-1917), en edición de Ángeles Martínez Álvarez.

Odón Meléndez de Arvas fue un maestro de Cangas del Narcea que vivió en el pueblo de Cibuyo y ejerció en la escuela de La Regla de Perandones. Pero, además, fue un activo periodista que colaboró en la prensa que se editaba en Cangas del Narcea y en otras localidades asturianas. Publicó en La Verdad, El Narcea, El Distrito Cangués, del que fue jefe de redacción, y La Voz de Cangas, editados en Cangas del Narcea, y en La Justicia de Grado. Odón era una persona de arraigadas ideas republicanas, que escribió numerosos artículos costumbristas sobre la vida rural y de opinión, siempre defendiendo sus dos grandes intereses y preocupaciones: la instrucción pública y los campesinos. Fue presidente de la Asociación de Maestros de Primera Enseñanza de Cangas del Narcea. Nunca rehuyó la polémica.

En este articulo titulado «Dos sangrías» se lamenta de la emigración a América y del servicio militar con destino a la guerra de África, que sangraba a la juventud canguesa de ambos sexos en aquellos años, y reivindica la importancia de la agricultura y la instrucción publica, imprescindibles para tener una sociedad en paz, prospera y feliz. Curiosamente, algunas de las opiniones de Odón siguen vigentes en la actualidad.


 

DOS SANGRÍAS

 

Hace bien pocos días, paseábamos por la carretera que conduce de Cangas a Ventanueva y vi venir en dirección a la villa unas muchachas –creo que eran seis-; parecían todas menores de veinte años; eran hermosas, como son casi todas las hijas de la montaña; sencillas, también como las costumbres de su pueblo, y en el rostro de todas destacábase el sello de la pureza. No iban contentas; conocíase que habían llorado, y en vano trataban de ocultarlo: sus ojos estaban enrojecidos, y el frote de los pañuelos tardaba en borrar las huellas que marcaran las lagrimas que aquella mañana derramaran. ¡Debieron ser hirvientes y amargas! Algunos pasos más atrás, otra media docena de hombres las seguían, cabizbajos, sin hablarse una palabra.

Pasó ante mí aquella extraña comitiva y por el camino que se llama del Coto apareció otra del mismo modo; en esta iban cuatro muchachas. No pude ya contener mi curiosidad y pregunté a uno de los hombres, que también las acompañaban, que adonde iban aquellas muchachas. – Marchan hoy a La Coruña a embarcar para Buenos Aires, me contestó; deben reunirse en Cangas unas veintidós, con algunas que vienen del río de las Montañas y creo que alguna de Sierra.

Más tarde, pasaron también algunos jóvenes, y otros que no eran tan jóvenes, casados, que dejaban su familia y su patria y se marchaban también a América. Y, por último, un anciano a quien conocía, agobiado por el dolor y los años, pasaba por junto a mi llorando.

– ¿Qué te pasa, hombre?

– Se me marchan hoy dos hijas para Buenos Aires.

– ¿Y por qué las mandas? ¿No sabéis a lo que se exponen esas criaturas por el mundo?

– ¿Y qué quieres? Los años van malos; este año no se coge pan para volver a sembrar y para la renta; y para pasar hambre bastamos los viejos, que ya no podemos ir a ninguna parte. Las muchachas quieren vestirse, va llegando el tiempo de colocarlas, y la tierra no produce para comer después de pagar las contribuciones, las rentas, los intereses … y con ganado de a medias.

Ni tuve que le decir, ni él pudo decirme más; arreciaron las lagrimas, de seguro más amargas que la cicuta, y siguió su camino.

Aquel hombre tenía también un hijo en el Ejército. Acaso a la misma hora en que aquel hijo embarcaba en Cádiz para Melilla, gritando como todos «Viva la Patria», sus hermanas salían para La Coruña maldiciéndola. ¡¡Qué contraste!! Maldiciéndola, si; la miseria las había expulsado del hogar paterno; la Patria no les diera siquiera instrucción. Para la lucha que principiaban a sostener por la existencia, para la conquista del pan, no tenían recurso alguno; y como armas defensivas no llevaban mas que la honradez heredada y los consejos de su padre. ¡Era bien poco! Nada grato llevaban de su patria, mas que los besos que su madre les diera al despedirse. ¡Y por esta patria ingrata, que hace verter tantas lagrimas al pobre, vierte su sangre el hijo del pobre, gritando «Viva la Patria»!

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

 

Cuando los buques cargados de emigrantes españoles llegan a América, otros que emigraron antes burlando las leyes, y que debieran estar en Melilla, preguntarán a los que llegan cómo se baten los tímidos que quedaron (porque es la verdad; los más arrojados y lo más sano de la juventud está en América). Como leones, les dirán; y aquellos jóvenes que huyeron, no del servicio militar, sino también de la miseria, llorarán por no estar en su puesto, porque así es la sangre española.

¡Oh, Patria, por cuantos motivos haces derramar lágrimas! Yo te amo tanto como amé a mi difunta madre; y si algún día tuviera también que dejar el hogar donde nací y renunciar a la hermosura de tu cielo, lo templado de tu clima, la hermosura de tus campos, el canto de tus pájaros, el cristal de tus aguas, o lo que sería peor, que la miseria me hiciese, como a aquel viejo, desprenderme de mis hijas, lanzándolas al mundo, donde acaso la violencia en la bodega de un buque o el hambre en tierra extraña o el engaño perverso, me las llevase a la deshonra, no por eso te maldeciría.

¡Pobre España! Dos sangrías funestas te debilitan: la emigración y la guerra. El pueblo derrama lagrimas junto a los vagones que conducen a los soldados a la guerra. El que piense cuerdamente, las derramará también al ver alejarse un buque cargado de emigrantes, aun cuando en él no vayan sus hijos.

La imprevisión y la ignorancia abrieron esas sangrías. La mayor parte de los emigrantes son hijos de labradores. La agricultura, esa nodriza de la humanidad, va secándose, no se la protege; los impuestos, la agobian; rentas odiosas, la estrujan; la usura, la muerde; los poderes públicos, la abandonan; y por esto, los brazos fuertes huyen de ella. A la misma altura se encuentra la instrucción del pueblo; todo para ella es mezquino. Y mientras la agricultura y la instrucción no sean el eje del Estado, todo está perdido. Habrá que pensarlo mucho para confeccionar una ley que redima los foros, y otras que tiendan a la libertad de la tierra, a fin de que ningún brazo se cruce ante un pedazo de terreno yermo. Habrá que pensarlo mucho también si hemos de gastar más de lo que gastamos en instrucción, para que si alguno emigra a América no le espere la suerte que esperaba en otros tiempos a los hijos de Guinea. Todo esto, que puede vendar casi por completo la sangría de la emigración, y si algo quedase podría ser acaso provechoso, hay que pensarlo mucho. Para ir a la guerra fuimos a escape, lo hemos pensado poco.

Y no convenceréis a nadie de la utilidad de la guerra, aun cuando de ella nos quedásemos con la mitad del imperio de Marruecos. España nunca tuvo más hambre que en los tiempos de Felipe II, cuando el sol no se ponía en sus dominios.

No queremos expansiones coloniales, porque hemos probado al mundo que no servimos para ello. Los que hemos perdido un paraíso en la América y en la Australia, no busquemos compensación en las tostadas arenas del África, dijeran lo que quisieran el Cardenal Cisneros y el apolillado testamento de Isabel I.

Gobernad para el pueblo, y ved lo que el pueblo trabajador, que es la mayoría de ese pueblo que gobernáis, dice por boca de un labrador, a quien se le contaban estos días eso que llaman nuestros recientes triunfos en África: «¿Y qué me importan a mí? Más quisiera tener que comer siendo ciudadano de la República de Andorra o súbdito del príncipe de Mónaco, que vasallo hambriento del Káiser o del rey Eduardo».

La miseria y la falta de instrucción en un pueblo pueden llegar hasta consentir en la desmembración de la patria.

Busquemos el bienestar y la riqueza en la agricultura, en la paz y en la instrucción del pueblo; no lo dudéis, que esta duda no pueden abrigarla los entendimientos medianamente ilustrados. La agricultura y la instrucción solo pueden prosperar cuando enmudezcan los cañones y cuando se enarbole el suspirado estandarte de la paz y la libertad. La prosperidad de la industria agrícola debe ser considerada por el hombre político como una de las bases fundamentales del poder del Estado y del bienestar general.

Este es el único camino que no nos conduce a patrias extrañas, ni en el que se encuentra patria chica ni grande, y desde el cual solo veremos a España rica, feliz e indivisible, madre cariñosa de todos los españoles, los que desde el Estrecho al Cantábrico y desde Portugal al Mediterráneo no tendrán otro canto ni otro grito de amor mas que el de ¡¡VIVA ESPAÑA!!

 

ODÓN

(El Narcea, n.º 199, Cangas de Tineo, 13 de noviembre de 1909)

¿Higiene obrera o trabajadores higienizados? El caso asturiano de ‘A Pin el Ajustador’

Trabajadores de la Fábrica de Armas de Trubia (Oviedo) de la época de la publicación ‘A Pin el ajustador’.

Ovidio Fernández Arbas (Cangas del Narcea, 1965) es Graduado Social, licenciado en Antropología Social y Cultural y Máster en Historia y Análisis Sociocultural. Doctor por la Universidad de Oviedo con una tesis titulada Seguridad, higiene y salud en el trabajo: prácticas, discursos y representaciones. Asturias (1938-1971), entre sus obras figura la que resultó ganadora del Premio de Ensayo «Conde de Campomanes» en su 3ª edición bajo el rótulo Salud y trabajo en Asturias (1775-1932). Aproximación crítica a la Historia de la Higiene Obrera a través de sus discursos, antecedentes y precursores. Dentro de este ámbito de trabajo también se ha dedicado al análisis y estudio de parte de la obra de Mario Gómez Gómez, fundador del Tous pa Tous. En este sentido, en el año 2005 publicó en El Catoblepas. Revista crítica del presente, en su número 45, el artículo “¿Higiene obrera o trabajadores higienizados? El caso asturiano de A Pin el Ajustador”, en el que realiza un pormenorizado y profundo análisis de esa obra educativa de Mario Gómez, a la que su autor proporcionó forma de novela epistolar, lo que sin duda le ayudó en su tiempo a proyectar sobre los obreros las ideas higienistas propias del paternalismo industrial. Una parte de A Pin el ajustador se publicó por entregas entre 1913 y 1916 en el semanario Cultura e higiene, de Gijón, dirigido por Santiago Nájera Alesón, justo antes de aparecer en libro ese mismo año de 1916. Esa primera edición se distribuyó entre los socios de la revista y los casinos y círculos obreros, pero el hecho de ser un ejemplar demandado por escuelas, librerías, centros obreros y emigrantes asturianos en Cuba posibilitó que se reeditara en 1919.

Desde esta asociación queremos agradecerle a nuestro socio Ovidio Fernández Arbas la gentileza de dejarnos reproducir íntegramente su artículo sobre A Pin el Ajustador.


 

El origen cangués de Antonio de Nebrija, el primer humanista hispánico

A mi hermana Elisa y mis sobrinas Magdalena, Julia y Olivia.

 

Antonio de Nebrija (Lebrija, c. 1441 – Alcalá de Henares, 1522), ocupa un lugar destacado en la historia de la lengua española por ser el autor de la primera gramática castellana, publicada en Salamanca en 1492 (tres meses antes del descubrimiento de América), de un primer diccionario latino-español ese mismo año y de otro español-latino hacia 1494.

Antonio de Nebrija (c. 1441-1522) célebre por su Gramática castellana (1492), primera gramática en una lengua europea moderna fue el principal introductor del Renacimiento italiano en la Península Ibérica, a partir de 1470. De ahí que podamos sostener que fue el primer humanista hispánico.

El pensar que el segundo escritor del mundo (y el primero en España) en reclamar derechos de autor para sus obras, más de dos siglos antes de que se inventase el copyright anglosajón (Estatuto de la Reina Ana, 10 de abril de 1710), pueda tener origen cangués, fondeó en mi cabeza al enterarme de sus verdaderos apellidos.

Los padres de este ilustre humanista fueron Juan Martínez de Cala e Hinojosa y Catalina de Xarana y Ojo, descendientes en cuarto grado de los caballeros Juan Martínez de Cala y Lorenzo de Xarana, que con su valor y esfuerzo lograron conquistar a la morisma la ciudad de Sevilla y, entre otras poblaciones, la villa de Lebrija, antigua Nebrissa Veneria. Por tanto, estamos hablando de que su verdadero nombre completo es Antonio Martínez de Cala y Xarana.

Los datos de su linaje y de su biografía se han podido entresacar de un manuscrito existente en la parroquia de Santa María de Lebrija y de otro, número 8470 de la Biblioteca Nacional. El primer manuscrito citado es un infolio de Testamentos, Informaciones, Legados, Rentas, Dotes, etc., que contiene también el proceso de petición de prueba de hidalguía, verificada en Lebrija el 20 de septiembre de 1720 a favor de don Andrés Moreno de Castro, cuyo abuelo séptimo fue Martín Pérez de Xarana, hermano de Catalina (madre de Antonio de Nebrija) y de Juan Miguel, todos hijos de Antón Martín de Xarana, «cavalleros hijosdalgo». Por este manuscrito se llega al conocimiento de los nombres de los padres y abuelos paternos y maternos de este nebrisense o lebrijano.

Según el citado manuscrito (fol. 133 v.) su apellido paterno Cala tiene una antigüedad de 2.571 años, y proceden sus poseedores de la colonia Rosas (Ciudadela de Rosas), que se cree fundada por los rodios en la provincia de Gerona, estableciéndose en tiempos de los árabes en el valle que de su nombre se llamó Valcala, en Asturias.

Pero no es este apellido el que llamó mi atención, sino el apellido materno Xarana. Para los asturianos esta palabra es sinónimo de jarana, juerga… y los cangueses la vemos simbolizada en la simpática y fiestera peña femenina de la pólvora «La Xarana».

Y precisamente, es de este segundo apellido, Xarana, de donde viene el que podamos asentir el origen cangués de nuestro ilustre protagonista. Sobre este apellido, en el folio 110 del manuscrito custodiado en la parroquia de Santa María de Lebrija se pueden leer los siguientes versos que copio fielmente:

BLAZON.

Desienden de la Montaña
Rivera del Rio Xuran
Los de Xurana que están
Fundados por toda España.

Con esfuerzo Ardid y Maña
Ganaron Cruz pʳ . Trofeo
Son de Cangas de Tineo
De Noble Estirpe y Compaña.

Es linaje Infanzonado
Portan por armas perfetas
Tragantes en barras prietas
Todo en campo colorado.

Dos flores de (lis) oro Azulado
Y en los otros dos cuarteles
Amarillos seis Xaqueles
Por orla cielo Estrellado. (8 estrellas.)

 

Manuel Álvarez Pereda
Villaviciosa de Odón, 24 de marzo de 2023

 

«Justicia y poder en el siglo XVI. La incidencia de facciones locales en el occidente asturiano»

Este libro publicado en 2022 obtuvo el VI Premio de Jóvenes Investigadores de la Fundación Española de Historia Moderna. Se trata de una investigación fruto de la tesis doctoral de Lorena Álvarez Delgado, en la que profundiza en el uso de la justicia y el poder en la Asturias del siglo XVI.

La autora, en este libro, destaca la competencia hegemónica entre algunas de las principales familias del suroccidente de Asturias en el siglo XVI, especialmente los Queipo de Llano, y sus antagonistas, los Omaña, de modo que ambas brindan paradigmas para comprender cómo rivalizaban distintas estrategias en un mismo marco local. Además, se aborda la configuración del linaje de los Queipo de Llano a través de la figura de Juan Queipo El Mozo, comprendiendo así la autoridad y el poder no sólo como parte de un legado, sino también de una construcción.

LORENA ÁLVAREZ DELGADO es Doctora en Historia Moderna con Mención Internacional por la Universidad de Cantabria y la Universidad Autónoma de Madrid(2018). Además es Licenciada en Historia por la Universidad de Oviedo (2007) y Licenciada en Antropología Social y Cultural por la Universidad Nacional de Educación a Distancia(2013). Como investigadora FPU del Ministerio de Educación y Ciencia ha disfrutado de estancias en el Centro de História Além-Mar (Lisboa, 2013) y en el Laboratoire de Recherche Historique Rhóne-Alpes (2010 y 2011). Como docente, ha impartido clases en la Universidad de Cantabria(2012 y 2013) y en la Universidad de Jaén (2016 y 2017), pero también en el programa de Secciones Bilingües del Ministerio de Educación (Rumania, 2015) y en el Cuerpo de Profesores de Educación Secundaria, obteniendo plaza en el Principado de Asturias (2021),donde actualmente desempeña su labor.

Álvarez Delgado, además, ha difundido su trabajo a través de numerosas ponencias y publicaciones. Algunas de estas últimas, por su interés para el conocimiento de la Historia de Cangas del Narcea, las hemos recogido en la Biblioteca Digital del «Tous pa Tous»:

Partiendo del ejemplo de la villa de realengo de Cangas de Tineo, se pretende profundizar en los motivos que pudieron llevar a ciertos concejos a ayudar en la redención de cotos jurisdiccionales eclesiásticos, desamortizados a fines del siglo XVI.

Se incide en los aspectos formales de un proceso inquisitorial singular así como en las circunstancias que originaron la documentación examinada en el siglo XVI.

En torno a las configuraciones de facciones en el suroccidente de Asturias durante la temprana Edad Moderna, ha aparecido de forma recurrente el papel de la Iglesia, dada su importancia para los proyectos hegemónicos de grupos de poder y, especialmente de facciones lideradas por miembros de la pequeña nobleza.

Mediante esta comunicación, se pretende ahondar en la importancia de la comensalidad (pública y privada) en los entornos rurales de la montaña occidental asturiana durante la Edad Moderna.


Emilio Rodríguez (1938-2020), un poeta cangués recuperado

Edición completa de la poesía de Emilio Rodríguez

La Editorial San Esteban-Edibesa, de Salamanca, acaba de editar la obra poética completa de Emilio Rodríguez, Detrás de las palabras. Poesía I y Poesía II (dos tomos de 778 y 770 páginas, ilustrada), en edición de Fr. Bernardo Fueyo Suárez, O. P., y estudio introductorio de María del Sagrario Rollán.

Emilio Rodríguez nació el 9 de julio de 1938 en Villar de Adralés (Cangas del Narcea, Asturias). A los 19 años profesó como dominico, y en 1966 concluyó sus estudios en San Esteban de Salamanca con la Licencia en Teología. Completó su formación en la escuela de periodismo de la Universidad de Navarra (1966-1969) y, a partir de esa fecha, desarrolló su actividad pastoral y profesional en la editorial OPE en Guadalajara, en Salamanca como Director 15 años de Radio Popular y en la comunidad de Parquelagos-Galapagar (Madrid). Falleció el 15 de noviembre de 2020.

Creó y participó en grupos literarios en Madrid, en El Escorial y, sobre todo, en Salamanca, donde animó una tertulia literaria en San Esteban, aún activa, y la revista a ella vinculada Papeles del martes. Es autor de una extensa e importante obra poética, que ahora se edita en dos tomos. El primero reúne veinticuatro poemarios publicados en vida del autor, sus entregas en Papeles del martes, y algunas de las colaboraciones en revistas y obras colectivas. A su muerte, Emilio Rodríguez mantenía aún inédita una parte de su creación literaria, parcialmente conocida por lecturas públicas, por difusión en la red o por dedicatorias personales. Queda toda ella reunida en el segundo volumen. La edición se completa con una selección de sus dibujos, actividad también destacada del autor, y con diversas fotografías de su vida.

Bernardo Fueyo Suárez, responsable de la edición, fue compañero de curso de Emilio Rodríguez y dominico como él, psicólogo profesional y profesor durante años, fue director de la Editorial San Esteban (1987-2007) y en la actualidad es responsable de la Biblioteca Histórica, anexa a la Facultad de Teología San Esteban, de Salamanca.

María del Sagrario Rollán, autora del estudio introductorio sobre la poética de Emilio Rodríguez, es doctora en Psicología, y Profesora de Filosofía. Perteneció al grupo fundacional de poetas en torno a Papeles del martes y, desde los años 80, ha asistido de cerca al nacimiento de casi todos los versos del autor y ha prologado y presentado varios de sus libros.

A continuación se muestra la invitación a la presentación de la edición completa de la poesía de Emilio Rodríguez.

Artículo relacionado: Emilio Rodríguez: Poeta espiritual, puro y secreto

«Moal y Muniellos: el pueblo y el bosque»

Moal, Cangas del Narcea. Camino de casa Baragaño y el hórreo de casa Moreno. Años 60.

Exposición fotográfica

MOAL EN EL RECUERDO

A lo largo de los años 2021 y 2022, los maestros del C.P. Rengos, Tito Casado e Inés Gómez, con la colaboración de los vecinos de Moal y sus asociaciones se dedicaron a recoger fotografías sobre Moal y Muniellos entre los vecinos y vecinas de este “Pueblo Ejemplar de Asturias”.  Lo que en un principio iba a ser una recopilación de unas docenas de fotos que sirviese para crear un álbum colectivo de recuerdos, se vio desbordado por la aportación masiva de fotografías que prolongó en el tiempo el trabajo de clasificación y documentación y por lo que se decidió llevar a cabo una exposición en la que todo el mundo pudiese contemplar estas imágenes físicamente o verlas simultáneamente proyectadas en pantalla mediante la elaboración de varios PowerPoint que favoreciese su visión. Para ello, las 125 fotografías de que consta esta colección se organizaron por temas:

  • El pueblo y la gente
  • La mujer
  • Los nenos y las nenas
  • La economía
  • Vehículos y medios de transporte
  • Muniellos: la madera
  • Muniellos: la caza
  • El ocio
    • Las fiestas
    • Las meriendas

Una vez seleccionadas y clasificadas las fotografías se contó con la intervención de las personas mayores de Moal, que visualizaron las fotos, localizando a las personas y los lugares y en caso de ser posible, datando la fecha aproximada en que se hicieron.

La exposición contó también con entrevistas a varios/as vecinos/as de Moal, desde los mayores del pueblo, hasta la última niña escolarizada en la escuela rural del pueblo. Estas entrevistas se llenaron de recuerdos y nostalgia sobre las formas de vida, los trabajos, las costumbres, los noviazgos o fiestas de este entrañable pueblo. El montaje audiovisual de estas entrevistas fue realizado por otra maestra del Colegio Vega de Rengos, Verónica Díez.

Ahora, gracias al trabajo y la colaboración de Tito Casado, Inés Gómez y Verónica Díez, todo este material pasa a estar a disposición del «TOUS PA TOUS» y por tanto de todos los usuarios de esta página para que, si es de su gusto, conozcan un poco más de la vida de Moal y de su historia.

Brunete en ruinas, por Pepe Gómez

Antes de la guerra civil española, Brunete contaba con 1.451 habitantes, y en 1939 sólo quedaban 230. Todo el caserío se había perdido, incluso el cementerio se encontraba destrozado. La iglesia parroquial era el único resto de valor que se mantenía en pie.

Así lo reflejó el arquitecto cangués José Gómez del Collado (1910-1995), en un dibujo que se utilizó para ilustrar un artículo de los arquitectos encargados de la reconstrucción de este pueblo madrileño, J. Menéndez Pidal y J. Quijada, publicado en la revista «Reconstrucción» nº 2, mayo de 1940, editada por la Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones.


 

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Veinte melodías asturianas de Anselmo González del Valle (Números 13 al 16)

Anselmo González del Valle (La Habana, 1852 – Oviedo, 1911), uno de los compositores más destacados que tuvo Asturias, fue un personaje muy importante para Cangas del Narcea. En 2011, el «Tous pa Tous» y el Museo del Vino de Cangas, celebraron en el Teatro Toreno un homenaje a este personaje peculiar con motivo del centenario de su fallecimiento.

En el siguiente audiovisual que hemos elaborado para la web del «Tous pa Tous» se pueden escuchar algunas de sus composiciones (números 13 al 16) recogidas en su publicación Veinte melodías asturianas para piano, editada por Víctor Saenz. Imprenta y litografía musical de C.G. Röder G.m.b.H., Lipsia.

Grabaciones sonoras:

13. – Santa María. Gijón, diciembre de 1906. Ded.: «A María Josefa».
14. – Si te dan chocolate. Oviedo, noviembre de 1906. Ded.: «A María Josefa».
15. – Aquel pobre marino. Oviedo, diciembre de 1906. Ded.: «A Jose María».
16. – El jueves compré un gochinín. Oviedo, diciembre de 1906. Ded.: «A Jose María».



Veinte melodías asturianas de Anselmo González del Valle (Números 17 al 20)

Anselmo González del Valle (La Habana, 1852 – Oviedo, 1911) realizó estudios musicales con los mejores maestros de Oviedo y Madrid. Por lo que se refiere a la capital de España, todo apunta a que la enseñanza que recibió fue de carácter privado; las referencias de su familia señalan que el compositor no hizo estudios oficiales de música, sino que fue una enseñanza libre. González del Valle tuvo mucha relación con Cangas del Narcea y tiene una calle dedicada a él en la capital del concejo.

Don Anselmo se marchó de Cangas del Narcea del mismo modo que había llegado en 1878: precipitadamente. El 6 de noviembre de 1901 vende en Oviedo (ante el notario Secundino de la Torre y Orvíz) todas sus propiedades en el concejo, que eran más de doscientas, a los hermanos Alfredo y Roberto Flórez Gonzalez, por 175.000 pesetas. El precio de la venta fue bastante más bajo que el que había pagado González del Valle por estas propiedades veintitrés años antes, a las que además había que sumar las inversiones en un molino nuevo, una bodega moderna y otras mejoras. Los compradores no eran unos desconocidos para él. Eran nietos de Genaro González Reguerín, administrador suyo en Cangas del Narcea en 1897 y 1898, e hijos de José María Flórez González, al que Gonzalez del Valle tuvo que conocer en Oviedo, porque los dos pertenecían a la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos, y compartían afición por la enseñanza, las bellas artes  y la música.

En el siguiente audiovisual que hemos elaborado para la web del «Tous pa Tous» se pueden escuchar algunas de sus composiciones (números 17 al 20) recogidas en su publicación Veinte melodías asturianas para piano, editada por Víctor Saenz. Imprenta y litografía musical de C.G. Röder G.m.b.H., Lipsia.

Grabaciones sonoras:

17. Ni tú, ni tú, ni yo – Oviedo, diciembre de 1906.- Ded.: «A José María».
18. Has de saber – Oviedo, enero de 1907.- Ded.: «A José María»
19. ¡Que chaquetilla tan curra! – Oviedo, enero de 1907.- Ded.: «A José María»;
20. La camisa del majo – Oviedo, noviembre de 1906.- Ded.: «A su amigo Baldomero Fernández».