Publicación de noticias históricas relacionadas con la historia, el arte, la literatura, etc. de Cangas del Narcea.

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Los primeros automóviles de Cangas del Narcea, 1914 – 1925

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Automóvil en Corias (Cangas del Narcea), hacia 1920. Fotografía Benjamín R. Membiela. Colección Juaco López Álvarez.

El primer automóvil que llegó a Asturias lo trajo el Marqués de Vista Alegre de París a finales de 1890. Tenía tres ruedas, “dos traseras y una delantera”, y la velocidad máxima que alcanzaba era de 20 km. por hora en las bajadas, 15 en terreno llano y 10 en las subidas. El coche de motor se había inventado cuatro años antes.

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Automóvil en Corias (Cangas del Narcea), hacia 1925. Fotografía Benjamín R. Membiela. Colección Juaco López Álvarez.

Sin embargo, no será hasta los primeros años del siglo XX cuando comience a notarse la presencia de automóviles en las ciudades y villas asturianas, sobre todo destinados al transporte de viajeros. Su presencia no podemos cuantificarla hasta 1907, año en el se establece la obligatoriedad de matricular los automóviles en el Gobierno Civil de la provincia. Gracias a esta medida podemos conocer hoy quienes compraban los coches, donde vivían y que marcas adquirían.

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Automóvil Ford en Corias (Cangas del Narcea), 1923. Fotografía Benjamín R. Membiela. Colección Manuel Álvarez Rguez-Arango.

En 1907 se matricularon en Asturias veinte automóviles. La matricula O-1 correspondió a un coche Panhard-Levassor propiedad del conde de la Vega del Sella, la O-2 a un Charron-Girardot del marqués de Canillejas y la O-3 a un Hispano-Suiza de Carlos Bernaldo de Quirós. El número de coches que se matricularon entre 1907 y 1920 fue de 1.300. A partir de 1921 comienzan a aumentar considerablemente y en octubre de 1925 se alcanza la cifra de 4.500 automóviles matriculados. La mayor parte de los compradores residían en Gijón (971), Oviedo (861), Avilés (184), Luarca (139), Mieres (107), Villaviciosa (77), etc. En la mitad de los concejos de Asturias en ese periodo no había ningún vecino con coche. Los dueños de estos primeros automóviles eran aristócratas, industriales, emigrantes enriquecidos en América, propietarios que vivían de sus rentas, y también empresas de transporte, compañías mineras, sociedades industriales, comerciantes, etc.

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Automóvil de la marca Fiat en Corias (Cangas del Narcea), hacia 1925. Fotografía Benjamín R. Membiela. Colección Juaco López Álvarez.

Entre 1907 y 1925, los vecinos de Cangas del Narcea matricularon 36 automóviles. El primer vecino que registró un coche en el Gobierno Civil de Oviedo fue Román Rodríguez-Arango Méndez-Castrillón. Fue en 1914 y le correspondió la matricula O- 274. El coche era un S.C.A.R. de 15 CV. Hasta 1920 no volverá a matricularse otro, y lo hará el mismo señor con un Ford matricula O-714. Los propietarios de esos 36 coches eran profesionales y, sobre todo, empresarios, taxistas y comerciantes que los empleaban para la actividad de sus negocios.

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Automóvil de la marca Ford en Corias (Cangas del Narcea), hacia 1920. Fotografía Benjamín R. Membiela. Colección Juaco López Álvarez.

La marca preferida por los cangueses en este tiempo era la norteamericana Ford. De este modo, diecisiete de los vehículos eran de esta casa, seguidos por tres Motobloc, tres Citroën, dos Dogde Brothers, etc. La razón de esta preferencia hay que buscarla en el precio, ya que esta casa había desarrollado la producción en cadena muy pronto y sus vehículos tenían un coste bajo, y también en que desde 1923 la Ford tenía un representante en Cangas del Narcea, que era el Comercio del Médico.

A continuación publicamos la lista completa de los primeros vecinos de Cangas del Narcea que matricularon su automóvil en Oviedo entre 1907 y 1925, que hemos tomado de la Guía de 1919 del Real Automóvil Club de Asturias (Gijón, 1919) y Asturias Automovilista, de Antonio Pérez Pimentel (Gijón, [1926]).

Matrícula

Marca

Propietario

Ocupación

Fecha

O-274

SCAR

Román Rodríguez-Arango Méndez-Castrillón

Notario y propietario.

1914

O-714

Ford

Román Rodríguez-Arango

Notario y propietario.

Julio 1920

O-737

Pierce Arrow

Dionisio López Llano

Café Madrid y Hotel El Sport, y administración de automóviles a Oviedo.

Julio 1920

O-852

Dodge Brothers

M. Peláez

Emigrante enriquecido en Argentina.

Octubre 1920

O-1052

Renault

Secundino Cosmen

Comercio, y transporte de viajeros y mercancías.

Febrero 1921

O-1182

Fiat

Amador Álvarez

Junio 1921

O-1402

Daimler

Blanca F. Aldecoa

Propietaria de minas de carbón.

Enero 1922

O-1464

Ford

Higinio García del Valle

Abogado y viticultor

Marzo 1922

O-1515

Ford

Manuel A. Otero

Junio 1922

O-1643

Ford

Secundino Cosmen

Comercio, y transporte de viajeros y mercancías.

Septiembre 1922

O-1747

Ford

Rafael Rodríguez González

Notario

Diciembre 1922

O-1967

Ford

J. Arango Lombardero

Veterinario

Marzo 1923

O-1995

Ford

Valentín Flórez Cosmen

Comercio en La Chabola – Val.láu.

Abril 1923

O-2037

Ford

Gerardo Marcos

Farmacéutico

Mayo 1923

O-2041

Ford

Manuel Blanco González

Propietario

Mayo 1923

O-2042

Ford

Camilo Álvarez Vázquez

Comercio de comestibles

Mayo 1923

O-2235

Dodge Brothers

José Queipo Fernández

Taxista

Agosto 1923

O-2242

Ford

Pedro Calvo Blanco

Septiembre 1923

O-2454

Rieker

Ceferino García Gómez

Febrero 1924

O-2461

Ford

Manuel Pérez Carlos

Comercio en El Pueblo de Rengos (Casa Segundo).

Febrero 1924

O-2576

Ford

Francisco Álvarez del Otero

Panadería

Mayo 1924

O-2594

Citroen

Antonio Álvarez Arenal

Mayo 1924

O-2612

Fiat

Nicolás Cortés Suárez

Junio 1924

O-2614

Ford C

Aniceto Pereiro

Taxista

Junio 1924

O-2671

Citroën

Dionisio López Llano

Café Madrid y Hotel El Sport, y administración de automóviles a Oviedo.

Junio 1924

O-2680

U.S.A. C

Estanislao Pérez

Junio 1924

O-3545

Goyón M.

José Gutiérrez González

Noviembre 1924

O-3576

Ford

Joaquín López Manso

Confitería

Diciembre 1924

O-3582

Citroën

Higinio García del Valle Peláez

Abogado y viticultor.

Diciembre 1924

O-3601

Ford

Eduardo Fuentes González

Enero 1925

O-3649

Delahaye

José Queipo Fernández

Taxista

Febrero 1925

O-3660

Ford O.

Manuel Pérez Carlos

Comercio en El Pueblo de Rengos (Casa Segundo).

Febrero 1925

O-3768

Studebaker

José Queipo Fernández

Taxista

Abril 1925

O-3826

Motobloc

Antonio Álvarez Aumente

Mayo 1925

O-3949

Motobloc

Rafael Rodríguez

Notario

Julio 1925

O-4037

Motobloc

Jesús Villa Suárez

Médico

Agosto 1925

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“Nueva Vida”, la primera sociedad obrera de Cangas del Narcea, 1928 – 1936

altEl 6 de mayo de 1928 se fundó en Cangas del Narcea la primera sociedad obrera de su historia. Fue en una fecha muy tardía con respecto a otras ciudades y villas de Asturias, que estaban más industrializadas, y en las que los obreros ya estaban organizados desde finales del siglo XIX. Los promotores de esta sociedad fueron Gumersindo Díaz Morodo, “Borí” (Cangas del Narcea, 1886- Salsigne, Francia, 1944) y José Menéndez Morodo (Cangas del Narcea, 1889-1930), que no eran familia a pesar de llevar el apellido Morodo, pero sí tenían en común haber sido emigrantes a América: el primero a Cuba, en donde estuvo muy poco tiempo, y el segundo en México, de donde acababa de regresar en 1928 después de bastantes años de emigración. La asociación se denominó Sociedad de Oficios Varios «Nueva Vida» y estaba vinculada a la Unión General de Trabajadores. Formaron la primera junta directiva las personas siguientes:

Presidente: Emilio Suárez (ebanista)
Vicepresidente: Manuel Rodríguez
Tesorero: Benigno González (mampostero)
Secretario 1º: Gil Rodríguez (carpintero)
Secretario 2º: Alfredo Álvarez (obrero)
Vocales: José Fernández (ebanista), Graciano Tejón (panadero), Ramón Tornadijo (conductor y dependiente de comercio), Rafael García (molinero y obrero), Cayetano García (molinero) y Victorino Martínez.
 
Mesa de Discusión: Presidente, José Menéndez Morodo (emigrante retornado y desde enero de 1930 dueño del “Café Madrid”); Vicepresidente, Jerónimo Orbañosa, y Secretarios, Manuel Rodríguez Rodríguez y Luis Rodríguez.
 
Comisión Revisora: Gumersindo Díaz Morodo (comerciante), Antonio González y Marcelino Rodríguez (carpintero).

Según su Reglamento el objetivo de la sociedad era “agrupar a todos los trabajadores para crear, cuando haya en ella veinte obreros del mismo oficio o profesión, Sociedades que tengan el propósito de mejorar la condición moral y material de sus asociados”. El mismo Reglamento establece los medios que tiene que seguir la sociedad para conseguir sus fines. Por una parte, “los socios propagarán, por los medios que las leyes del Estado consientan, la lucha económica y política de clases y lo conveniente que es a los trabajadores formar Sociedades que tengan por objeto mejorar sus condiciones morales y materiales, y combatir la explotación del hombre por el hombre”. Y por otra parte, “Nueva Vida” deberá “adherirse a todos los actos de las organizaciones o agrupaciones que tengan los mismos fines que esta Sociedad persigue, siempre que de una manera clara y terminante tiendan a recabar de los patronos mejoras y de los Poderes Públicos leyes que favorezcan a los trabajadores que luchan por mejorar la condición de explotados”.

El miércoles 9 de mayo de 1928, la nueva sociedad obrera hizo su presentación pública en la villa de Cangas del Narcea, con una conferencia en el Teatro Toreno de Luis Oliveira, dirigente de la Agrupación Socialista de Oviedo y de la Federación de Sociedades Obreras de Asturias, con el título: “La cultura como base de la emancipación de los trabajadores”. El teatro, según El Noroeste (12 de mayo de 1928), “se hallaba completamente lleno, no faltando nutrida representación femenina, que ocupaba los palcos y daba realce al acto”. La presentación del acto la realizó Borí, que habló de la situación de los obreros cangueses y de las prácticas “arcaicas” de sus patronos, que, según él, hacían oídos sordos a los logros sociales conseguidos en España en esos años.

“Pero aquí, en Cangas, nada de esta legislación se cumple: el obrero trabaja las horas que el patrono por sí le impone; no se estudia el jornal que percibe para saber si le da o no lo suficiente para vivir; no se protege a mujeres y niños obreros, ni se establecen seguros sociales, ni se constituyen comités paritarios, y en caso de accidentes del trabajo queréis suponer que con el gasto de unas pesetas en la botica o el pago de un funeral ya habéis más que cumplido con vuestro deber”.

Con la fundación de esta Sociedad y la organización de esta conferencia, el mencionado Borí lograba ver cumplido los dos factores que él consideraba imprescindibles para la mejora y el progreso de la clase obrera: la unión de los obreros y el fomento de la cultura.

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Inventario de los objetos propiedad de la Sociedad Obrera “Nueva Vida”, Cangas del Narcea, 13 de mayo de 1933.

En 1928, la sociedad tenía 85 socios que eran en su mayoría jornaleros que trabajaban en las viñas y obreros del ramo de la madera, tanto maderistas como de fábricas de carpintería. Su domicilio social estaba en la planta principal del número 48 de la calle Mayor. Era un local austero que en 1933 estaba amueblado con una mesa de castaño, un armario-archivo de álamo, siete sillas y catorce bancos para las reuniones de los afiliados, una bandera con su asta de metal y un retrato de Pablo Iglesias, fundador de la UGT y el PSOE.

La sociedad luchó por obtener unos salarios y unas mejores condiciones de trabajo para los obreros de Cangas, y mantuvo serios conflictos para reivindicar mejoras para los trabajadores de los viñedos y para los obreros de los talleres de carpintería. Al poco tiempo de fundarse ya tuvo que defender a los obreros de estos talleres, pues los propietarios querían mantener la jornada de nueve horas y se negaban a instaurar la obligatoria de ocho horas. Justificaban esta negativa en la “gran crisis” y en lo ruinoso de su negocio. También en los primeros días del mes de julio de 1936 la sociedad declaró la huelga a los cosecheros de vino.

Además de la lucha sindical, “Nueva Vida” realizó trabajos para el Ayuntamiento de Cangas del Narcea. Durante la II Republica, como era habitual desde la implantación del Estado liberal en el siglo XIX, los ayuntamientos españoles promovieron la realización de obras públicas con el fin de paliar la grave crisis que afectaba a la actividad económica y evitar conflictos sociales. El paro era muy elevado. El Ayuntamiento de Cangas sacó a concurso en febrero de 1933 la reparación de las calles de La Veiguetina y Pelayo, y en junio de 1934 la reforma de la plaza de La Oliva y la calle de Galán y García Hernandez (hoy, Rafael Fernández Uría). “Nueva Vida” obtuvo la adjudicación de estos trabajos con el fin de obtener unos beneficios para la sociedad y, sobre todo, con el objeto de facilitar jornales a los obreros que trabajaban en estas obras.

En la presentación de las cuentas presentadas por Gumersindo Diaz Morodo “Borí”, tesorero, en febrero de 1934, dijo:

“En primer termino, la obra de contrata con el Ayuntamiento, en el arreglo de las calles de La Veguetina y del Mercado, obra aun no terminada, pero que ya deja a la Asociación una ganancia liquida de 559,23 pts., de las que 447,72 se hallan depositadas como fianza en el Ayuntamiento, y pendientes el resto de pago por obra ejecutadas. […] Como veis, esta obra de la contrata es la salvación económica de la Sociedad, puesto que dada la crisis de trabajo existente no podemos ser muy exigentes en el pago de la cuota social”.

La sociedad no solo miraba por los intereses de sus asociados. En la misma presentación de las cuentas de 1934, dice Borí:

«En el registro de gastos he sumado una partida muy simpática, muy humana, que mucho os engrandece. Me refiero a los socorros dados a camaradas forasteros, a otras víctimas de este régimen capitalista que de paso por este pueblo apelaron a nuestra solidaridad para atenuar por el momento los rigores de su miseria. Esa partida de gastos ascendió el pasado año a 111,70 pts.»

También miembros de “Nueva Vida” participaron en la política local, y en las elecciones municipales celebradas en mayo de 1931 salió concejal José Ríos Pérez, “Pepe Ríos”, que era vocal de esta sociedad.

En 1936, tras el levantamiento militar del 18 de julio, la sociedad desaparece y muchos de sus afiliados tienen que huir de Cangas del Narcea; terminada la Guerra Civil algunos de los miembros más destacados sufrirán cárcel y exilio.

El Reglamento de la Sociedad de Oficios Varios “Nueva Vida” se presentó en el Gobierno Civil de la Provincia de Oviedo el 20 de abril de 1928 y en la actualidad se conserva en el Archivo Histórico de Asturias; ahora puede consultarse en esta web del Tous pa Tous.

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“El Occidente de Asturias” de 1884 en la web del Tous pa Tous

altDesde marzo de 2012 pueden consultarse en la Biblioteca Canguesa del Tous pa Tous los números de 1884 del periódico El Occidente de Asturias. Estos ejemplares se suman a los que ya teníamos disponibles de los años 1882, 1883, 1885 y 1886. A partir de ahora ya podemos consultar los cinco primeros años de este periódico, que fue el primero en editarse en el occidente de la región y que salió a la calle hasta 1891.

El Occidente de Asturias comenzó a publicarse en Cangas del Narcea en agosto de 1882. Sobre él ya hemos escrito una noticia. Fue fundado por Faustino Meléndez de Arvás García (Cangas del Narcea, 1838 – 1917) y Menendo Valledor y Ron (Tineo, 1817 – Cangas del Narcea, 1892), que eran sus propietarios y redactores.

Los números de 1884 pertenecen a la familia Álvarez Pereda, de Cangas del Narcea, y su digitalización ha sido patrocinada por DEL MÉDICO Ferreterías, de Cangas del Narcea. Las crónicas locales de este periódico son un autentico diario de la vida canguesa de ese año. Según se pasan las paginas van apareciendo las crónicas de las ferias; de las fiestas y celebraciones: Santiso, la Pascua, Santarbas, el Carmen, el Acebo, etc; la recogida de la cosecha de cereales, la vendimia o las castañas; las obras públicas de actualidad en aquel año: el anuncio de la travesía de la carretera a Ibias y Ouviaño y de la construcción del Puente Nuevo, y la “eterna” paralización de la carretera de Leitariegos; la edificación del Juzgado-cárcel en El Corral, dirigida por el arquitecto provincial Javier Aguirre, cuya cubierta se remató en este año de 1884; la construcción de un nuevo molino, junto al puente de Ambasaguas, por parte de Anselmo González del Valle; la preocupación por la higiene y las medidas excepcionales que se toman para evitar la epidemia de colera-morbo que asolaba Europa; etc.

También se reseña a los fallecidos, entre los que aparece un viejo soldado que había luchado contra las tropas de Napoleón, y a los viajeros que marchan o visitan Cangas.

DOS CRONICAS LOCALES DE 1884

Necrológica de un viejo soldado
de la Guerra de la Independencia

En la última semana ha fallecido en esta villa, a la edad de noventa y seis años, D. Francisco Martinez, conocido por Campa Fondera, natural y vecino que fue de la misma.

Era uno de aquellos héroes que voluntariamente salieron a campaña contra las aguerridas huestes del Capitán del Siglo, para defender la independencia de su patria, y de los que tan pocos ejemplares quedan en ella.

Sirvió en la tercera compañía del segundo batallón del Regimiento Infantería de Asturias; por acción de guerra le habían nombrado cabo segundo, pero en la de Santander, que tuvo lugar el 9 de Junio de 1809, fue hecho prisionero y conducido a Francia, en donde permaneció hasta que se hizo la paz, habiéndosele concedido medalla de distinción por el sufrimiento de la patria. Regresó a ella después de haber en realidad sufrido mucho, y en 1818 solicitó y obtuvo su exención del servicio como Hijodalgo, con arreglo a la ordenanza de reemplazos del año de 1808, y Real orden de 1 de junio del mismo. Consta así de su licencia, expedida por D. Pedro Dejouy, coronel del expresado Regimiento de Asturias en 13 de agosto del referido año de 1818.

Por toda recompensa a sus sufrimientos por la patria, trajo a su casa una casaca, una chaqueta, un pantalón de paño y otro de lienzo, unos botines de idem, un morrion, un gorro de cuartel y una mochila; así aparece de la licencia expresada que tenemos a la vista.

Suplía al producto de sus escasísimos bienes de fortuna, con una laboriosidad constante, que no abandono hasta pocos meses antes de su fallecimiento en que ya las fuerzas no respondían al llamamiento de la voluntad. Postrado en cama, falleció tranquilamente en los brazos de su familia.

Con su buena conducta y su buen carácter, se había conquistado el aprecio de todos sus convecinos, que veían encarnado en él la gloriosa epopeya de la guerra contra Napoleón el Grande. Su muerte ha sido sentida, siendo una buena prueba de este sentimiento y de la estima en que se le tenia, el hecho de haberse prestado voluntariamente la banda de música a acompañar su cadáver desde la casa mortuoria al cementerio.

Descanse en paz.

(El Occidente de Asturias, 1 de abril de 1884).

 
La bolla de Pascua
 

Es costumbre antiquísima en los más de los pueblos de esta provincia, dar los padrinos y madrinas la bolla a sus ahijados en el día de Pascua de Resurrección. No son de la misma clase todas las bollas. Se componen algunas de rica pasta hojaldrada, y llevan en su interior trozos de jamón y carne fresca en adobo. Otras consisten en tortas de bizcochón, y también algunas en grandes rosquillas con baño de azúcar. Pero la mayoría se reduce a bollos de pan de trigo de forma especial y del peso de dos libras [920 gramos], que son las que se reparten en los pueblos rurales.

Para el surtido de estas últimas hemos oído asegurar a varias personas curiosas que se dedicaron a tomar informes sobre el particular, que se habían amasado por las panaderas de esta villa doscientas eminas [9.686 litros] de trigo, y que tantas reducidas a bollos se habían expendido el sábado último, víspera de la Pascua. Un solo padrino ha llevado cuarenta y cuatro para repartir entre otros tantos ahijados suyos. ¡Es pasión de acristianar!

El número de bollas de hojaldre es más reducido: son de lujo, porque son caras. Sin embargo, se reparten algunas, y los favorecidos pollos y pollas se reúnen por la tarde del día de Pascua, se van al campo, si el temporal lo permite, y allí, o en una casa particular, si hay humedad, se las meriendan y pasan un buen rato de jolgorio. Este año se comieron en casa, porque el domingo ha llovido.

(El Occidente de Asturias, 15 de abril de 1884).

(III) Costumbres de MUERTE en Cangas del Narcea y otros concejos del SO de Asturias, 1901-1902

III

DEFUNCIÓN

A) PREVENCIONES PARA LA MUERTE.

a) CONSUETUDINARIAS.

1) Si es costumbre hacer encargos a la familia para el caso de muerte y en qué consisten generalmente.

Cangas de Tineo

Hacen encargos respecto al modo de hacer el entierro y mandas piadosas. También disponen lo que llaman caridad (respecto al pan y vino a los que asistan al entierro) al menos hacia Carballo, pueblo de este concejo.

2) Adquisición en vida de sepultura, mortaja, féretro, cruz para la tumba, etc.

Cangas de Tineo

No suelen adquirir ninguna de estas cosas en vida.

3) Adscripción a cofradías y derechos que da.

Cangas de Tineo

Hay cofradías que en ciertas épocas mandan decir un oficio por los cofrades difuntos. Así lo hace en esta villa la cofradía de las Hijas de María, y en Navia, concejo bastante distinto de éste, la de Nuestra Sra. del Carmen.

Asturias

Son escasos los pueblos donde no hay una o más cofradías bajo la advocación de una virgen o de un santo. Están regidas por sus especiales ordenanzas, en las que se determinan derechos y obligaciones de los cofrades y las multas que se imponen en caso de incumplimiento. En caso de defunción de un cofrade se suelen pagar los funerales con fondos de la cofradía; los hermanos conducen el cadáver, asisten al entierro y funeral y rezan por el difunto en especiales reuniones. La familia da a los cofrades que han asistido al entierro el pan y el vino (algunas hogazas y dos o tres cantaras de vino).

4) Instituciones concejiles para caso de muerte; material fúnebre del concejo, etc. Gremios.

Cangas de Tineo

En las parroquias rurales había antes andas para la conducción del cadáver; ahora van en cajas. El material de servicios fúnebres es de particulares.

Noceda de Rengos (Cangas de Tineo)

Tienen una asociación de enterradores. Fórmanla todos los vecinos que se turnan en el entierro de sus paisanos, por tandas de a ocho: 4 para conducir el cadáver y otros 4 para abrir la fosa. El que quiere excusarse de esta obligación, debe poner en su lugar un hombre, abonando la faena.

b) TESTAMENTARIAS.

1) Si es frecuente el otorgamiento de disposiciones testamentarias o lo es más la defunción ab intestato.

Cangas de Tineo

Me dan informes contradictorios; pero, como aseguran que mejoran al primogénito, supongo que será más frecuente el otorgamiento de testamento que la muerte ab intestato.

Tineo

Es bastante frecuente el otorgamiento de disposiciones testamentarias. Son muy raros los casos ab intestato.

Asturias

Son pocos los que piensan en otorgar testamento antes de sentir que se acerca el último momento y aún entonces no se acuerdan de llamar al notario (sobre todo en la gente de montaña), pues generalmente es el cura el encargado de redactar el testamento.

2) Clases de testamento más comúnmente usadas en la localidad.

Cangas de Tineo

Más frecuente ante testigos pero hay casos de testamento ante notario.

Tineo

Otórganse bastantes ante notario, puede decirse que casi todos a no ser que aquél esté ausente, caso en el cual se hace ante cinco testigos.

Asturias

Generalmente es el cura el encargado de escribir la última voluntad en un documento privado que luego se protocoliza. Claro es que la intervención del cura en esto no tiene la importancia que la del Párroco en Cataluña, si bien en el concepto de los sencillos montañeses de Asturias la tiene muy grande.

3) Si hay casos de testamentos otorgados ante el común de los vecinos y cómo se hacen.

Cangas de Tineo

No

4) Disposiciones testamentarias más frecuentes respecto de funeral, mandas piadosas, institución de heredero, tutela, legados y cualesquiera otras concernientes a las personas o a la propiedad.

Cangas de Tineo

Cuando no hay heredero forzoso, se instituye heredero a otro. Suelen disponer en su testamento que se digan por su alma las misas de San Gregorio.

Tineo

En el testamento se dispone de todo lo relativo al funeral, curas que han de asistir, limosnas que se han de hacer. Es muy frecuente que se procure favorecer al primogénito en perjuicio de los demás hijos que también acostumbran vender la parte que les corresponda a un extraño en cual se encarga de armar pleito y de dar que hacer al favorecido.

B) DEFUNCIÓN.

a) AGONÍA.

1) Prácticas religiosas y familiares en este caso (cirios, candelas, objetos sagrados, imágenes, de la familia o de las cofradías, que se reservan para tales momentos, etc.).

Tineo

Se encienden velas o luces de aceite delante de un crucifijo y puestos los asistentes de rodillas rezan a coro la letanía de los Santos o el Rosario.

Asturias

Se llama con urgencia al cura y éste vestido de sobrepelliz y estola lee la recomendación del alma. Los concurrentes, unos pronuncian sin cesar y en voz muy alta el nombre de Jesús, otros dicen la letanía con gran fervor, se encienden también algunas velas dando preferencia a las que están bendecidas.

2) Si es costumbre que presencien la agonía muchas o pocas personas. Toque de agonía; número de campanadas.

Cangas de Tineo

Presencian la agonía muchas personas, puesto que todos los vecinos entran a ver al enfermo y no tienen reparo en decirle con tono compasivo: “Ay, fulano, tas muy malu, pa mi vas a morite luegu”. En las aldeas de este concejo no hay toque de agonía. En algún otro sí, pero no sé el número de campanadas. En el de Navia el número de ellas es distinto para los hombres que para las mujeres.

Tineo

La familia y vecinos más próximos.

 

b) MUERTE.

1) Comprobación de la muerte; prácticas más usuales.

Cangas de Tineo

No hay más comprobación que el certificado del médico.

2) Disposiciones que toma la familia respecto del cadáver; amortajamiento y quiénes lo hacen; clases de mortajas y cuáles son las que se usan más frecuentemente; prácticas, creencias y supersticiones relativas a la manera de dejar el cuerpo del difunto; exposición, etc.

Cangas de Tineo

Amortajan el cadáver los individuos de la familia o amigos de ella. Ordinariamente llevan puesto las mujeres una camisa, enaguas, medias y pañuelo a la cabeza. Los hombres, camisa, calzoncillos, medias y un pañuelo para sujetar la mandíbula inferior. Alguna vez les visten con hábito del Carmen o de San Francisco pero no es común. El cadáver se coloca boca arriba y con las manos cerradas y se pone a su lado una luz.

Noceda de Rengos (Cangas de Tineo)

La vida es difícil y dura. Las ropas de vestir se consideran como verdadera riqueza. Así es que, en vez de amortajar al muerto con sus mejores ropas, como es uso en muchos lugares, le dejan en paños menores. Sobre el pecho le cruzan un pañuelo; otro, atado en lo alto de la cabeza para sostener la mandíbula y con un tercero le tapan la cara. La Bula de la Santa Cruzada, cuando la hay, acompaña al difunto.

Tineo

En cuanto muere, proceden a amortajarle los de la familia y vecinos. La mortaja consiste en camisa y calzoncillos para hombre, y enaguas, calcetas y un pañuelo blanco de hilo o algodón para mujeres. Hasta las 24 horas no le colocan en la caja y entonces, clavada ésta, llevan el cadáver a una capilla que hay en casi todos los pueblos en donde le tienen hasta la hora del sepelio.

3) Velatorio: costumbres con motivo del mismo.

Cangas de Tineo

Los que velan, para entretener el tiempo, juegan a la brisca, al tute, la mata, etc. y beben mucho vino.

4) Si se coloca en el exterior de la casa mortuoria algún signo que indique la defunción (estandartes, pendones, etc.).

Cangas de Tineo

Ninguna.

5) Otras costumbres familiares y religiosas mientras está el cadáver de cuerpo presente.

Cangas de Tineo

Ninguna costumbre particular.

C) ENTIERRO.

Entierro en Besullo, Cangas del Narcea, hacia 1920. Debía de ser alguien importante, por el numero de sacerdotes y personas que acompañaban al difunto. Colección de Javier Berlín.

a) PREVENCIONES PARA EL ENTIERRO.

1) Convocatoria; cómo y a quién se hace.

Cangas de Tineo

Sólo se avisa de palabra a los parientes y al párroco.

Asturias

En los pueblos de aldea convocan para el entierro a los parientes que residen en los pueblos inmediatos, pues a los que viven en el lugar no hay que convocarles, puesto que concurren voluntariamente y al que no lo hace se le censura con dureza. Las familias regularmente acomodadas llaman a dos o más sacerdotes de los pueblos inmediatos para que asistan al de la parroquia. En la montaña de esta provincia suelen invitar al entierro a las personas de más edad de cada casa.

2) Si es costumbre hospedar en la casa mortuoria a los invitados forasteros que acuden al entierro; prácticas usuales en este caso.

Cangas de Tineo

Se invita a comer a los que vienen de lejos. Éstos se suelen quedar a dormir en la casa mortuoria.

 

b) CONDUCCIÓN DEL CADÁVER.

1) Si se le conduce en caja, angarillas, etc. Y si se le lleva cubierto o descubierto. Si es costumbre colocar dentro de la caja algún objeto y cuál sea éste.

Cangas de Tineo

Antes en angarillas cubierto con una sábana; ahora en caja cerrada. No llevan dentro de la caja ningún objeto. Algunos adquieren bula de difuntos pero no sé si la llevan dentro de la caja.

2) Acompañamiento; orden de la comitiva; si es costumbre que la formen hombres y mujeres. Si hay personas en la localidad o en la comarca que se dediquen, mediante una retribución, a ejercer ciertos oficios en los entierros y funerales y, en caso afirmativo, en qué consisten tales oficios.

Cangas de Tineo

En el arciprestazgo de Sierra, según un informante, se colocan en la iglesia los hombres hacia el presbiterio y las mujeres hacia atrás, pero a la salida de la comitiva no hay orden determinado. Aquí, en Cangas, detrás del pendón, estandarte, cruz y ciriales, siguen los hombres en dos filas, luego los sacerdotes, más atrás el cadáver y por fin las mujeres sin orden ninguno. En las aldeas distantes de la iglesia parroquial, sacan el cadáver al camino en un sitio fijo señalado con una cruz, a donde vienen los curas a buscarlo.

Tineo

Llegada la hora (casi siempre las 9 ó las 10 de la mañana) se reúnen los vecinos, amigos y parientes en la casa mortuoria, allí se les obsequia con un desayuno o unas copas de vino y enseguida van todos a la capilla (que hay en casi todos los pueblos) en donde está depositado el cadáver y esperan la llegada del párroco. Reza éste un responso y se pone en marcha la comitiva. Va delante la cruz y estandarte parroquial, luego el féretro, detrás el sacerdote y luego los acompañantes con velas encendidas.

3) Si se practica alguna ceremonia particular a la salida del cadáver de la casa mortuoria.

Cangas de Tineo

En las aldeas las mujeres salen a la ventana y despiden el cadáver dando grandes gritos hasta que lo pierden de vista.

4) Si los concurrentes al entierro visten alguna prenda obligada en este caso.

Cangas de Tineo

Ninguna.

5) Signos de respeto por parte de los que presencian el paso del cortejo fúnebre.

Cangas de Tineo

Se arrodillan al paso de la cruz.

6) Si es costumbre que la comitiva vaya por lugares determinados; descansos; otras prácticas durante el tránsito.

Cangas de Tineo

Hay sitios determinados para descansos, señalados con una cruz. Estas cruces van desapareciendo. Los de la comitiva rezan en las paradas, aunque éstas sólo sean para descansar.

Tineo

Se dirige el entierro a la iglesia y se descansa en los sitios en donde hay colocada una cruz: allí se rezan responsos.

Asturias

Si la distancia desde la casa a la iglesia es larga se hacen varios descansos en el tránsito. En ellos las mujeres de la familia se adelantan, siempre llorando, y se arrodillan muy cerca de la caja, algunas se apoyan en ella; los curas cantan responsos que les van pagando los asistentes y los demás rezan sin tregua por el ánima del finado.

7) Si es costumbre llevar el cadáver a la iglesia.

Cangas de Tineo

En Cangas le llevan sólo a la puerta; en las aldeas lo meten dentro de la iglesia y me dicen que cuanto más caro es el funeral más adentro colocan el cadáver.

Tineo

Se le conduce a la puerta de la iglesia en donde están esperando los demás sacerdotes que han de asistir; cantan el oficio y enseguida se le conduce al cementerio.

Asturias

Antes se llevaba a la iglesia y se le introducía en ella y costó gran trabajo hacer respetar las disposiciones que prohíben esta práctica. Ahora se le lleva a la puerta de la iglesia, se sujetan a la caja seis velas que se encienden y la dejan a la puerta de la iglesia mientras que los hombres del pueblo entran con el clero a celebrar el oficio y misa. Terminado esto las mujeres de la familia del muerto se levantan gritando y apoyadas en otras regresan a la casa, mientras el clero con los hombres acompaña el cadáver al cementerio.

 

c) SEPELIO.

1) Costumbres en el acto del sepelio: prácticas por parte de los que lo presencian; si se coloca el cadáver con alguna orientación determinada; si se deposita en la tumba algún objeto y, en caso afirmativo, razón de este uso.

Cangas de Tineo

Los que presencian el sepelio rezan. Los cadáveres en Cangas y en las aldeas se entierran con los pies dirigidos hacia la iglesia, si son seglares, y si son sacerdotes con la cabeza en dicha dirección.

Asturias

En el cementerio rezánse algunos responsos, se bendice la sepultura y se levantan el azadón y la pala que están sobre aquella formando una cruz; si el muerto es un hombre, el azadón está sobre la pala, si es una mujer, la pala está sobre el azadón. En presencia de todos bajan los enterradores o encordadores la caja a la sepultura, cuidando de que siempre quede la cabeza hacia Occidente y los pies a Oriente, es decir, mirando a Tierra Santa. Si el cadáver es de cura, la posición es la opuesta para que de ese modo y ocupando la primera fila quede mirando a los feligreses allí enterrados. En el concejo de Caso los que presencian el sepelio cogen tierra con una mano, la besan y la echan a la sepultura.

2) Repartos en metálico o especie a los cofrades.

Cangas de Tineo

Disponen lo que llaman caridad (respecto al pan y vino a los que asistan al entierro) al menos hacia Carballo, pueblo de este concejo.

Asturias

En los pueblos de la parte occidental de esta provincia, especialmente en los de Somiedo, se reúnen delante de la iglesia con los que acompañaron el cadáver y allí se les reparte pan y vino o aguardiente, o sea, la parva, que dicen en el país. La familia del muerto da a los cofrades después del entierro el pan y el vino que están señalados por la costumbre (algunas hogazas y dos o tres cántaras).

D) PRÁCTICAS POSTERIORES AL ENTIERRO.

a) REGRESO DEL DUELO A LA CASA MORTUORIA.

 

b) VISITAS DE PÉSAME: FÓRMULAS USUALES.

Cangas de Tineo

No hay visitas de pésame en las aldeas.

c) SI ES COSTUMBRE INVITAR A COMER EN LA CASA MORTUORIA A LOS QUE HAN ASISTIDO AL ENTIERRO Y ORDEN QUE SE GUARDA EN ESTAS COMIDAS. TIEMPO QUE PERMANECEN LOS FORASTEROS EN LA CASA.

Cangas de Tineo

Se da una comida a los que asisten al entierro y terminada ésta rezan por el alma del difunto. Concluido el rezo, se marchan todos.

Tineo

Después de concluido el funeral o misa que se celebra después del sepelio suelen ir los vecinos y parientes a una de las tabernas próximas a la Sacramental (iglesia), en donde son obsequiados por cuenta de la familia con una comida compuesta de tortillas de tocino, pan y vino.

d) PRÁCTICAS RELIGIOSAS.

1) Misas y funerales: ofrendas de pan y vino y en que cantidad se hacen; si se colocan en el túmulo; destino de las mismas.

Cangas de Tineo

Los que pueden mandan decir las misas de San Gregorio. Hacen el funeral lo mejor que pueden. Los gastos del convite (que llaman funeral de casa) son los preferentes y los consideran como sufragios por el alma del difunto. No hay ofrendas.

Tineo

Desde el cementerio regresan los concurrentes a la iglesia, a celebrar el funeral o dicen una misa por el alma del finado.

2) Rezos en la casa.

Asturias

Desde que la campana anuncia el fallecimiento todas las familias del pueblo rezan por el muerto a las horas de las comidas. Los que no son parientes, sólo algunos días, los que lo son continúan así durante largo tiempo.

3) Limosnas.

Cangas de Tineo

Reparten en metálico a los pobres los ricos, las demás personas reparten pan y vino solamente.

Tineo

Después del funeral o misa que se celebra el día del sepelio se da limosna a los pobres, consistente unas veces en metálico y otras, que es lo más frecuente, en una o media libra de pan de maíz o centeno.

Asturias

Parte de la comida preparada para los invitados se reparte entre los pobres del pueblo.

E) EL CULTO DE LOS MUERTOS.

[Faltan todas las respuestas a este apartado]

F) CEMENTERIOS.

a) LUGARES EN DONDE ESTÁN SITUADOS.

Cangas de Tineo

Unos cementerios están adosados a la iglesia, otros distantes de ella.

Tineo

Salvo contadas excepciones, todos los cementerios están situados junto a las iglesias que ocupan por lo general el centro de los pueblos.

Asturias

Hasta hace muy pocos años los cementerios de las aldeas estaban al lado de la iglesia y algunos adosados a sus propios muros. Hoy los han retirado de las inmediaciones de los pueblos, trasladándolos a sitio opuesto al de los vientos reinantes. En las ciudades hay cementerio civil, en las aldeas no han llegado todavía estas diferencias.

b) SI SE OBSERVA EN ELLOS ALGUNA ORIENTACIÓN DETERMINADA.

 

c) DISPOSICIÓN INTERIOR DE LOS CEMENTERIOS.

1) Clases de sepulturas y cuáles son las más usuales.

Cangas de Tineo

En las aldeas todas las sepulturas son en tierra. En Cangas hay también nichos.

Asturias

En los pueblos todas las sepulturas están en la tierra y allí se entierran por riguroso turno.

2) Lápidas, cruces y demás signos de indicación

Cangas de Tineo

En las aldeas colocan, aunque no en todas las sepulturas, cruces pintadas de negro con letras amarillas. Suele haber osarios.

Tineo

En el interior de los cementerios (que casi todos están al lado de la iglesia) crece la maleza y los abrojos, y no son conocidas por aquí lápidas ni cruces.

 

d) DISPOSICIÓN EXTERIOR DE LOS CEMENTERIOS.

1) Inscripciones y alegorías de la muerte.

Cangas de Tineo

Ordinariamente hay inscripciones. En las aldeas generalmente Requiescat in pace; en el cementerio de Cangas:

Mira, pecador, por ti,

que la muerte a todo alcanza.

Hoy vives con arrogancia,

mañana vendrás aquí.

2) Si es costumbre empotrar en las tapias de los cementerios huesos y calaveras.

Cangas de Tineo

Sí.

Tineo

Sí.

Asturias

En el exterior de los cementerios de las aldeas y empotradas en la pared se ven frecuentemente cruces, formadas con 5 ó 6 calaveras. Más de una vez las he visto besar con fervoroso recogimiento.

 

E) IDEAS POPULARES RESPECTO A LOS CEMENTERIOS; FUEGOS FATUOS, ETC.

Cangas de Tineo

Creen los aldeanos que los fuegos fatuos son almas en pena.

Tineo

De mucho terror.

alt

(II) Costumbres de MATRIMONIO en Cangas del Narcea y otros concejos del SO de Asturias, 1901-1902

II

MATRIMONIO

A) NOVIAZGO

alt

Foto de boda en Courias / Corias, hacia 1930. Los novios están al comienzo de la escalera, abrazados, él con sombrero. El novio es de casa Nieto, de L.lamas de Ambasaguas, y la novia de casa Bernardo, de Val.linas. Un niño lleva los voladores. Fotografía de Benjamín R. Membiela. Col. Juaco López Álvarez.

b) CREENCIAS Y SUPERSTICIONES RESPECTO A LOS MEDIOS DE ENCONTRAR NOVIO.

1) Ofertas y otras prácticas religiosas para encontrar novio.

Cangas de Tineo

Rezan, al parecer, las solteras a San Antonio o a las Ánimas para conseguir novio o marido. Aquí hay la tradición de que en una capilla próxima a esta villa existe una imagen de San Tirso, que cuando concede un novio a una devota que se lo pide baja el dedo de una mano que tiene levantada. Tengo entendido que no hay fe respecto a esto último. Se dice que en Covadonga, al oriente de esta provincia, las solteras que beben aguan en la fuente que hay cerca de su célebre gruta se casan dentro de aquel año.

3) Medios para captarse la voluntad de determinados hombre o mujer o para desprenderse de ellos (sortilegios).

Cangas de Tineo

Un farmacéutico de aquí dice que algunas aldeanas han ido a pedirle polvos de vente conmigo que sirven para atraer de nuevo al novio que las abandonó. No se si esta creencia está mucho o poco extendida.

Asturias

Está muy generalizada la creencia en la eficacia de hechizos, que son unos polvos especiales que dados en la comida producen el efecto de despertar una atracción irresistible hacia la persona que los dio, provocando una especie de coma erótico que no perdería medio de manifestarse.

4) Si existe la llamada feria de novias o cualquier otra costumbre análoga.

Tineo

Los mozos y mozas van a las romerías y fiestas de los pueblos (frecuentes en primavera y verano): allí se conocen los de unos y otros pueblos, toman después informes de sus respectivas familias y posición y suelen darse cita para otra festividad ya para la casa de la novia, siendo éste el primer paso del noviazgo.

c) CONSIDERACIÓN DE LA VIRGINIDAD; SI LA PÉRDIDA DE LA MISMA CONSTITUYE GRAN DIFERENCIA PARA CASARSE.

Cangas de Tineo

La pérdida de la virginidad constituye dificultad grande para casarse.

Pola de Allande

Se puede decir que no implica dicha falta el que la chica se case o no, especialmente teniendo buena dote.

Tineo

Representa un papel muy secundario.

d) SI SON FRECUENTES LOS ENLACES ENTRE PARIENTES.

Cangas de Tineo

Sí, bastante.

Asturias

En los pueblos de aldea son frecuentísimos los enlaces entre parientes y ocasiones hay en que un joven difícilmente encontraría una novia en todo el pueblo que no estuviera ligada a él por el parentesco.

e) SI HAY ÉPOCAS EN QUE SEAN MÁS FRECUENTES QUE EN OTRAS EL NACIMIENTO DE RELACIONES Y CUÁLES SON AQUÉLLAS.

Cangas de Tineo

No.

Pola de Allande

La época más frecuente de relaciones es en invierno, en cuyo tiempo nacen en todos los pueblos en los llamados filandones o reuniones de los mozos y mozas del pueblo. Estas reuniones suelen celebrarse un día en cada casa o una semana en cada casa.

f) SI ES COSTUMBRE QUE LOS PADRES ARREGLEN EL CASAMIENTO DE LOS HIJOS SIN CONTAR CON LA VOLUNTAD DE ÉSTOS.

Cangas de Tineo

Es bastante frecuente, y aunque los hijos se casen por voluntad libre suele haber bodas de conveniencia.

Pola de Allande

Se puede decir que en la mayoría de los casos son muy frecuentes estos casamientos, dependiendo la realización de éstos de que los padres convengan o no en las dotes; siendo muy frecuentes los casos en que se deja el casamiento por una cantidad insignificante.

g) FORMAS DE DECLARACIÓN.

1) Directas (de palabra, por medio de cantares, etc.)

Cangas de Tineo

Las hay de ambos modos, pero es muy común que no haya declaración por ser la boda arreglada por los padres.

h) RELACIÓN DE LOS NOVIOS.

1) Ocasiones de verse y hablarse los novios (hilanderos, baile, reja, etc.)

Cangas de Tineo

Hay hilanderos (filandones) y bailes.

Pola de Allande

Se puede decir que en la mayoría de los casos se ven en los citados filandones o tertulias.

Tineo

Los jóvenes de ambos sexos suelen reunirse todas las noches de invierno en las casas llamadas de filasón, ocupándose ellas en hilar y hacer calceta. Ellos las acompañan después hasta sus casas, y de ello resulta no pocas veces algún desavío. En estos hilanderos tienen derecho a entrar todos los jóvenes, incluso los forasteros a quienes se guarda todo género de consideraciones dejándoles que elijan el asiento junto a la moza que más le agrade.

También asisten mozos y mozas a las romerías y fiestas de los pueblos.

2) Agasajos (rondas, serenatas, canciones, regalos, etc.)

Cangas de Tineo

Regalos usuales: el novio a la novia una navaja y ella a él, cuando se usaba calzón corto, los tronquiles (ligas calcetadas de colores vivos y terminadas con borlas). También puede regalar el novio un pañuelo de seda y ella unas medias.

i) CASO DE QUE EL NOVIO ES FORASTERO.

1) Si es frecuente que ocurra este caso.

Cangas de Tineo

Hay de todo

Asturias

En los pueblos de aldea es muy poco frecuente que ocurra este caso.

2) Vistas, cómo se practican, quienes van a ella, asuntos de que se trata y formalidades que se observan.

Cangas de Tineo

Asisten los padres y a veces el novio y siempre el embustero (persona que va a dar buenos informes para facilitar el acuerdo entre las dos partes, exagerando la riqueza del novio). Son obsequiados con longaniza frita y con tortilla. Tratan únicamente de intereses y lo hacen muy minuciosamente respecto a lo que ha de aportar la novia al matrimonio, incluso las ropas y a veces se rompe el trato por no concedérsele una prenda insignificante.

j) IMPORTANCIA QUE SE DA A LAS CIRCUNSTANCIAS FÍSICA Y ECONÓMICAS DE LOS NOVIOS. EDAD MÁS FRECUENTE PARA CASARSE.

Cangas de Tineo

A las condiciones físicas se da poca o ninguna importancia, a las económicas muy grande. Las mujeres se casan cuanto antes si hace falta un hombre en la casa. El troncario se casa muy joven, ordinariamente para traer dinero a la casa y la mujer resulta entonces de más edad que el marido. Cuando la que se casa es mayorazga, suele ser ella la que pretende o más bien sus padres.

Pola de Allande

Lo esencial es que tengan buena dote.

Tineo

La principal importancia se reconoce a las condiciones económicas.

 

B) CAPITULACIONES MATRIMONIALES.

a) INTERVENCIÓN DE LOS PADRES EN LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES.

Pola de Allande

Cuando faltan algunos días para casarse, va el novio y su padre a ver a la novia, obsequiándolos ésta con los mejores manjares que tiene. Pocos días después van a hacer ante notario la escritura de boda, concurriendo generalmente los padres y los novios, manifestando en la escritura la dote de sus hijos.

Tineo

Si los informes tomados por una y otra familia son favorables, se reúnen los padres para hacer los ajustes, nombre bien puesto porque lo que allí se discute es el más y el menos; a veces por 25 pesetas se deshace una boda.

b) CÓMO SE PRACTICAN Y FORMALIZAN LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES; CONTRATOS PRIVADOS Y ESCRITURAS PÚBLICAS.

Cangas de Tineo

Casi siempre por escritura pública.

Pola de Allande

Por escritura pública.

Tineo

Después de convenido por los padres lo que cada uno ha de dar a su hijo se presentan ante el notario que formaliza los tratos.

c) CONDICIONES QUE MÁS FRECUENTEMENTE SE ESTABLECEN EN LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES.

1) En cuanto a las personas.

2) En cuanto a los bienes.

Tineo

Al novio suele conceder su padre la mejora de uno o dos tercios, según los casos, pero variando esto según él o ella sean o no mayorazgos.

d) COSTUMBRES EN LA LOCALIDAD UNA VEZ HECHAS LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES.

Varios

Una vez hechos los conciertos, se termina el acto con verdadero derroche de torreznos, pan, vino y frutas.

e) LA DOTE.

1) En qué consiste generalmente la dote.

Cangas de Tineo

Ganado, trigo, tierras, prados, árboles, ropas, etc.

Pola de Allande

Si los novios son del mismo pueblo, en casa, fincas y dinero. En el caso contrario, dinero solamente.

Tineo

Generalmente ésta se reduce a una cantidad en dinero que oscila entre 400 y 5000 ptas. entregada ya al contado ya a plazos.

2) Cómo se constituye la dote.

Cangas de Tineo

Por escritura frecuentemente.

3) Cuando y con que formalidades se hace entrega de la dote.

Cangas de Tineo

Los ricos hacen la entrega al casarse y los pobres a plazos. A veces los bienes que lleva el novio son de su padre y contratan la entrega para cuando puedan.

Pola de Allande

Es costumbre muy antigua la que existe en algunos pueblos respecto a la entrega de la dote. Una vez terminada la comida de la boda, llega el padre o el cabeza de familia con la dote que van a dar a su hija y se la entrega al novio, contándola en presencia de todos los convidados y éste de la misma manera lo entrega en casa del novio en presencia de los convidados en la cena.

f) CASO DE INCUMPLIMIENTO DEL MATRIMONIO DESPUÉS DE HECHO EL CONTRATO; INDEMNIZACIONES Y EN QUÉ CONSISTEN.

Cangas de Tineo

Se devuelve el dinero recibido y el que rompe el contrato paga los gastos de escritura.

C) AMONESTACIONES

a) SI EXISTE LA COSTUMBRE DE PUBLICAR LAS PROCLAMAS EN OTROS SITIOS ADEMÁS DE EN LA IGLESIA Y, EN CASO AFIRMATIVO, SOLEMNIDADES DE ESTA PUBLICACIÓN.

Cangas de Tineo

No.

Tineo

Sólo en la iglesia.

b) COSTUMBRES CON MOTIVO DE LA PUBLICACIÓN DE LAS AMONESTACIONES Y ESPECIALMENTE DE LA TERCERA Y ÚLTIMA.

Cangas de Tineo

Ninguna especial.

Grabado del cuadro -Una boda de aldea- en Monasterio de Hermo, de Luis Álvarez Catalá, fines del siglo XIX.

D) BODA

a) DESIGNACIÓN DE PADRINOS; CÓMO SE HACE; OBLIGACIONES CONSUETUDINARIAS DE LOS PADRINOS.

Cangas de Tineo

El padrino suele ser un pariente o amigo que suele ser elegido por el novio y la madrina por la novia. Acostumbran pagar los gastos de la boda y las arras si son monedas de cobre o de 50 céntimos, si son de más valor, no. La madrina regala a la novia una camisa, un pañuelo de seda u otra casa parecida, variable según las facultades del donante.

b) SI EXISTEN ALGUNAS PRÁCTICAS ANTERIORES A LA CEREMONIA RELIGIOSA; DESCRIPCIÓN DE LAS MISMAS. SI ES COSTUMBRE QUE EL NOVIO SE DESPIDA DE LOS DEMÁS MOZOS CON UN CONVITE. SI LAS NOVIAS OBSERVAN PRÁCTICAS ANÁLOGAS RESPECTO A LAS SOLTERAS.

Tineo

En dicho concejo existe todavía la costumbre de la frarada, que consiste en que la víspera de la boda, la madrina envuelve a la novia en una sábana, la venda y la mete en la cama, y a la luz de un candil y con un jarro de sidra, la vela el novio hasta la madrugada, estando presente la madrina.

c) INVITACIONES; CÓMO Y A QUIEN SE HACEN.

Cangas de Tineo

Se hacen de palabra por los individuos de las dos familias.

Asturias

En el concejo de Somiedo se invita a la boda a los más próximos parientes y al mozo o moza de más edad de cada casa del pueblo. Los mozos del pueblo de la contrayente nunca dejan de ir, solamente no van cuando el novio es forastero, pues en este caso el novio lleva sus mozos.

d) REGALOS: SI HAY PERSONAS QUE TENGAN LA OBLIGACIÓN CONSUETUDINARIA DE REGALAR DETERMINADOS OBJETOS O CANTIDADES.

Cangas de Tineo

Los regalos son variables y en muchos puntos consisten en dinero que se coloca en la mesa al sentarse a comer. Antes los amigos regalaban a la novia un cos (la camisa de mujer en las aldeas de por aquí está formada de dos piezas; la superior, de lino, se llama cos y toma desde un poco más abajo de la cintura hasta arriba; la otra parte es de tela basta, que llaman estopa y corresponde a la parte inferior de la camisa). Ahora todavía hay algunos casos de regalar cos, pero los regalos son variados.

Asturias

En el concejo de Somiedo e inmediatos se suelen mandar de todas las casas del pueblo el mismo día de la boda un presente a los novios, que consiste generalmente en un jarro de leche con un trozo de manteca en ella, quesos, huevos, casi siempre de los productos del ganado de cada cual, circunstancia que a juicio del informante no debe perderse de vista. En Caso sucede lo mismo pero el regalo se hace al día siguiente.

e) COSTUMBRES QUE SE OBSERVAN CUANDO EL NOVIO ES FORASTERO.

Asturias

En este caso (en Somiedo) no asisten los mozos del pueblo a la boda, pues el novio lleva los mozos invitados de su pueblo.

f) SI SE ORGANIZAN CORTEJOS, COMITIVAS, PARTIDOS O PANDILLAS DEL NOVIO Y DE LA NOVIA; QUIENES LAS FORMAN Y MISIÓN DE LAS MISMAS.

 

g) LA CEREMONIA RELIGIOSA.

1) Si hay algún día de la semana, del mes o del año que sea preferido para la celebración de los matrimonios.

Cangas de Tineo

Algunos se casan en miércoles y otros en sábado porque el día siguiente no es de trabajo. Evitan, al parecer, el viernes. En martes no se ve una boda. El párroco de Cangas de Tineo ha intentado quitar esta prevención y no ha podido conseguirlo.

Pola de Allande

Los sábados y los miércoles, y rara vez en otro día de la semana, excepto los martes que ni por casualidad se ve ningún casamiento.

Tineo

El sábado es el día preferido. Los martes o viernes no se casa nadie.

2) Acompañamiento y orden que se guarda en la celebración de los matrimonios.

Cangas de Tineo

Al ir a la iglesia la novia va con la madrina, siguiéndole el novio con el padrino y detrás el resto del acompañamiento sin orden determinado; a la vuelta, primero los novios, luego el padrino y la madrina y luego los demás.

Asturias

En Somiedo las mozas acompañan a la novia tocando panderetas y cantando canciones alusivas. Los mozos van disparando escopetas sin cesar, tanto a la ida como a la vuelta de la iglesia.

3) Traje de los desposados; si es requisito usual que lleven alguna prenda de vestir determinada o adorno para ir a la ceremonia.

Cangas de Tineo

Los novios llevan el traje mejor que tengan y el novio en las aldeas la capa aunque sea en verano.

Tineo

El novio tiene que llevar capa y la novia mantilla asturiana, que ya algunas sustituyen con el mantón.

4) Si existe la costumbre de que el desposorio se celebre a la puerta de la iglesia.

Cangas de Tineo

En las aldeas, sí.

Pola de Allande

Se puede decir que en la mayor parte de los pueblos existe dicha costumbre. Hasta hace poco tiempo existía igualmente en las villas.

Tineo


5) Si se conoce alguna práctica religiosa digna de mención por ser peculiar de la localidad o de la comarca.

Noceda de Rengos (Cangas de Tineo)

El día de la boda no duermen juntos los recién casados, por respeto a la Comunión que han recibido. La novia duerme con la madrina, el novio en la casa de sus padres. Sólo al siguiente día empieza la cohabitación de los esposos.

h) FIESTA DE LA BODA.

1) Felicitaciones a los desposados y cómo se hacen. Augurios.

Cangas de Tineo

Como en todas partes. No hay augurios.

Varios

Las felicitaciones comunes son:

– Dios vos faga bonos vieyos.

– Que sea para servir a Dios y permita el cielo divino que nunca vos pese.

No hay otro augurio sino el de suponer que si el día está lluvioso la novia será llorona.

2) Prácticas particulares respecto de la desposada (colocación de pendientes, agujas de pelo, arracadas, anillos, cadenas o cualquier otro objeto que se haya designado por la costumbre como peculiar de la mujer casada; simulaciones de venta y de rapto de la novia; luchas, también simuladas, entre los partidos del novio y de la novia y cómo se verifican).

Cangas de Tineo

La novia en muchas aldeas figura resistirse a ir a la iglesia. Los convidados tratan de convencerla, sin resultado por lo cual tratan de llevarla a viva fuerza, pero ella se coge a cualquier mueble, especialmente al escaño (banco de madera largo que hay en las cocinas, el cual por tener mucha madera queda fijo a causa de su peso). Entonces el padre, o la madre a falta de aquél, la exhorta para que ceda, y ella una vez convencida pide la bendición y una vez recibida marcha la novia llorando a la ceremonia.

4) El pan de la boda; costumbres referentes al mismo.

Cangas de Tineo

La madrina reparte en la puerta de la casa donde va a vivir la novia una cesta de pedazos de pan entre los que no habiendo sido invitados llegan a recibirlos.

Varios

A los vecinos del pueblo se les reparte pan, carne y vino, y a los mozos y mozas que van por la noche pan, queso y vino.

6) Bromas, chanzas y burlas que se hacen a los novios el día de la boda y los sucesivos.

7) Si existe alguna costumbre o práctica que se verifique a la mañana siguiente de la noche de bodas y publicidad con que se hace.

Salas

Al día siguiente de la boda va a la misa primera toda la comitiva y al salir, delante de la iglesia, tocan la gaita para que bailen los novios solos en medio del corro que forma toda la comitiva. Al domingo siguiente a la boda es costumbre que la novia asista a la Misa mayor con un cirio encendido para pedir por los difuntos de la familia donde entra.

8) Si el novio es forastero, cuándo y cómo se lleva a la novia; quiénes le acompañan, ceremonia a la entrada de la novia en casa del novio.

Cangas de Tineo

Al salir de la iglesia van cantando hasta casa de la novia donde comen, y después van todos a caballo al pueblo del novio. Los del acompañamiento van disparando tiros, operación que ya empezó antes de ir a la iglesia. En las aldeas del tránsito salen al camino cantando algunas muchachas escogidas entre las más bonitas y de mejor voz. El canto se acompaña con panderos. El padrino las obsequia con dinero. Al llegar a la casa del novio, sale la madre de éste a recibir a la novia y la abraza, conduciéndola al interior de la casa y enseñándosela toda, así como también la panera.

Tineo

Después de comer el día de la boda, se coloca el ajuar en un carro y acompañados de la gaita emprenden el viaje por la tarde a casa del novio con todos los convidados. La suegra recibe a la nuera en la puerta de la casa, la abraza y dice: Deus ti traiga de buena mano y la novia responde Amen, mai; entran y ella se deja despojar del traje de boda y viste las prendas de uso ordinario; ayuda a la suegra en los quehaceres de la casa y sirve en compañía del marido la cena a los convidados.

Asturias

En las montañas de Asturias en su parte occidental no se lleva a la novia hasta los cuatro o cinco días después del enlace. Acompáñanla los más próximos parientes, vestidos con sus mejores galas y montados en los caballos más briosos. La ceremonia al entrar en la casa del novio es que la madre de la novia, si la tiene, salga a la puerta a recibir a la nuera, la abraza, la llama hija y la conduce a tomar posesión de la casa.

9) Duración de las fiestas de la boda y qué se hace en los días sucesivos al casamiento.

Cangas de Tineo

El día y la noche hasta el amanecer.

10) Tornaboda; si existe y en que plazo se celebra; en qué consiste.

Cangas de Tineo

Hay tornaboda que se verifica el domingo siguiente al día de la boda. Asisten los novios y los padres de ellos. Consiste en una comida de mediodía y recibe el nombre de bodín.

i) EL DOMICILIO DE LOS DESPOSADOS; COSTUMBRES MÁS USUALES RESPECTO DEL AJUAR Y QUIÉNES TIENEN OBLIGACIÓN DE ADQUIRIR CADA UNO DE LOS UTENSILIOS DE LA CASA.

Cangas de Tineo

Generalmente los novios van a vivir a casa de los padres de uno de ellos y por lo tanto no necesitan adquirir muebles ni utensilios. El ajuar de la novia lo ponen los padres de ella.

Noceda de Rengos (Cangas de Tineo)

El varón primogénito en todo caso, y la hija mayor que no tiene hermanos varones van a vivir a la casa paterna. Los demás ponen casa aparte.

Tineo

La que no es mayorazgo tiene que llevar su correspondiente ajuar compuesto de cama, jergón, colchón, 12 sábanas, 12 camisas, 12 toallas, un mantel, vestido de boda, ropa de uso ordinario.

Salas

Si la novia ha de ir a vivir a casa del novio, después de la comida de la boda, viene el carro de casa del novio con los bueyes con muchos collares, para conducir el ajuar de la novia. Algunos de los invitados cargan el carro, siempre por este orden: 1º. Cómoda o arca, 2º encima de ellas los colchones, 3º, encima las mantas, 4º, encima cuatro o seis pares de almohadas, rellenas muchas veces de paja para que abulten mucho y se vean bien. Una vez cargado el carro, sale para casa del novio, quien va detrás del carro; éste a de ir siempre cantando (chirriando el eje); con él va toda la comitiva, las mozas echando coplas al son de la gaita y los mozos con escopetas disparando tiros. Cuando llegan a la casa sale a la puerta la madre del novio (quien no es costumbre que asista a la boda), abraza a la novia pronunciando estas o parecidas frases: “Bien vengas, fía, si vienes pa bien”.

j) LAS SEGUNDAS BODAS (BODAS DE PLATA, BODAS DE ORO, ETC.)

Cangas de Tineo

No hay bodas de oro ni de plata.

k) BODAS DE VIEJOS Y DE VIUDOS. CENCERRADAS Y OTRAS BURLAS; EN QUÉ CONSISTEN.

Cangas de Tineo

Hay cencerradas que consisten en meter mucho ruido con latas de petróleo y otros objetos con que se pueda producir estrépito y cantares improvisados que varían según los casos. A veces se hace la parodia del entierro del marido anterior.

Asturias

Las cencerradas son aquí verdaderas manifestaciones multitudinarias y provocaciones intolerables. A los casados les acompaña una multitud, con apariencia de ebria, que grita desaforadamente y golpea latas, almireces y toca cornetas y zambombas en todo el camino de casa a la iglesia y viceversa. Por la noche y aún en noches sucesivas se repite la escena en la calle, en el portal y en la escalera, voceando y cantando. Es milagroso que no se registren escenas sangrientas ante ataques y gestos tan provocativos.

E) SOCIEDAD FAMILIAR

a) EN CUANTO A LAS PERSONAS.

1) Consideración de la mujer; carácter de la autoridad marital y de las relaciones entre los cónyuges. Trabajos en que se ocupa la mujer. Iniciativa que toma en los asuntos domésticos y en la dirección de la casa.

Cangas de Tineo

No hay diferencia entre marido y mujer; unos y otros ayudan a las órdenes de los padres. Éstos pierden la dirección de los negocios y quedan así anulados cuando ya no pueden trabajar. La mujer se ocupa en toda clase de trabajos, incluso en los del campo. En los trabajos domésticos, la que es lista puede hasta dirigir a su marido.

Tineo

No ocupa, por desgracia, en este país el lugar que debiera. No es compañera sino esclava. Tiene que atender al cuidado de los hijos, al del ganado, a la casa, a los más rudos trabajos del campo.

Asturias

Las mujeres no son extrañas a ninguna de las labores del campo y ejecutan además las labores de la casa; en aquéllas son dirigidas, en éstas directoras.

2) Consideración de los hijos; relaciones de éstos con los padres. Labores en que se ocupan según el sexo. Hermanos y medio hermanos; situación respectiva.

Cangas de Tineo

Los hijos de buen carácter son extremadamente obedientes, pero los holgazanes y los que lo tienen malo suelen hacer lo que les parece. Unos me informaron que los hermanos y los medio hermanos son tratados de la misma manera, y otros me dicen que los primeros son más considerados que los segundos. Los varones y las hembras se ocupan en las labores del campo.

Tineo

Efecto de los muchos y múltiples trabajos a que tiene que atender la madre, los hijos están descuidados en su educación y persona, sucios, descalzos, harapientos.

b) EN CUANTO A LOS BIENES.

1) Régimen generalmente seguido con respecto a los bienes de los cónyuges (de comunidad, de gananciales, de separación).

Cangas de Tineo

Cuando viven juntos, todo es común. Me dicen que no hay gananciales. Cuando se separan, se lleva ella lo que aportó al matrimonio.

3) Peculio de los hijos; cómo se adquiere y derechos de los padres respecto de él.

Cangas de Tineo

Lo que ganan los hijos suele ser para ellos, aunque ayudan a la casa en alguna medida.

4) Herencias.

Cangas de Tineo

Se mejora al que sigue en la casa, que suele ser el primogénito.

F) ADOPCIÓN.

a) FORMAS DE ADOPCIÓN.

Cangas de Tineo

Cuando no tienen hijos suelen traer a casa a los de los parientes y los consideran como hijos propios; para ello no existen formalidades legales. Acostumbran a exigir a la familia de donde proceden que los dote. Conozco también algún caso de ir a buscar niños al Hospicio de Oviedo que crían como hijos, cobrando la pensión que dicho establecimiento paga a los que crían expósitos. Si el hijo legítimo mayor se casa y no tiene descendencia, se casa el hermano inmediato y así sucesivamente; si ninguno tiene hijos, ha llegado el caso de adoptar algún pariente.

b) SI ES FRECUENTE LA ADOPCIÓN EN LOS MATRIMONIOS SIN HIJOS.

Cangas de Tineo

Es frecuente en las condiciones dichas.

Tineo

Como la mujer asturiana es muy fecunda, claro es que son rarísimos los casos de adopción. Cuando ocurre generalmente recae en sobrinos o algún ahijado y no es raro que al contraer matrimonio los adoptados, los adoptantes les concedan el tercio o mitad de sus bienes.

G) ADULTERIO

a) SI ES FRECUENTE ESTE HECHO.

Cangas de Tineo

Es frecuente a causa de la gran emigración a Madrid de los maridos.

Tineo

La emigración aquí es un hecho frecuente y causa de que muchos casados vayan en busca de recursos a países extranjeros, separándose de sus mujeres por espacio de muchos años en la flor de la vida. Quizá por esto sea también el adulterio un hecho bastante frecuente, sabidos algunos, ocultos los más.

b) CONSIDERACIÓN SOCIAL DE LOS ADÚLTEROS.

Cangas de Tineo

Son mal mirados.

Tineo

“La frecuencia del hecho es causa de que no se mire el adulterio con el horror que se merece” (sic).

H) SEPARACIÓN DE LOS CÓNYUGES

a) POR DIVORCIO.

Cangas de Tineo

No se divorcian por medio de tribunales.

Tineo

No se registra ningún caso.

b) POR MUTUO CONSENTIMIENTO.

Cangas de Tineo

Principalmente se separan por mutuo consentimiento.

Tineo

Tampoco conozco ningún caso. Lo que sucede es que enterado el marido del adulterio de la mujer (cuando está emigrado en otros países) la abandona.

c) SITUACIÓN DE LOS HIJOS EN ESTOS CASOS.

Cangas de Tineo

Suelen quedar en la casa, sea el padre o la madre quien se marche.

I) UNIONES ILEGÍTIMAS

a) FRECUENCIA DE LAS MISMAS.

Cangas de Tineo

No son muy frecuentes. Pueden tener hijos de solteros pero habitando en casas distintas.

Tineo

No son frecuentes.

b. CONSIDERACIÓN SOCIAL DE LOS AMANCEBADOS.

Cangas de Tineo

Son mal mirados

Tineo

Cuando ocurren estas uniones son mirados los amancebados con desprecio.

c) SI SE CONOCEN CASOS DE AMANCEBAMIENTOS PARA TODA LA VIDA.

Cangas de Tineo

Casos muy raros.

Tineo

No, porque en este caso se les negaría sepultura eclesiástica y no sé más que de un suicida que haya sido enterrado en el cementerio civil, fallecido hace ya muchos años.

d) SUERTE DE LA PROLE DE LOS AMANCEBADOS.

Cangas de Tineo

Los hijos quedan en la casa adonde nacieron.

(I) Costumbres de NACIMIENTO en Cangas del Narcea y otros concejos del SO de Asturias, 1901-1902

I

NACIMIENTO

Bierzu y niños de Xinestosu / Genestoso (Cangas del Narcea), año 1927. Fotografía de Fritz Krüger. Colección Museo del Pueblo de Asturias.

A) LA CONCEPCIÓN

a) CREENCIAS Y SUPERSTICIONES RELATIVAS A LOS MEDIOS DE CONSEGUIR LA FECUNDIDAD.

Cangas de Tineo

Nada de particular.

Tineo

En esta zona son bastante raros los casos de esterilidad; las mujeres son muy fecundas, habiendo algunas que paren 20 veces.

b) PRÁCTICAS MÁS USUALES CON OBJETO DE CONSEGUIR LA FECUNDIDAD.

Cangas de Tineo

Nada de particular.


B) GESTACIÓN

a) SI EXISTE ALGUNA COSTUMBRE DURANTE EL PERÍODO DE GESTACIÓN Y EN QUÉ CONSISTE.

1) Ofrendas religiosas.

Tineo

Algunas ofrecen misas a San Ramón y Santa Ana.

2) Prácticas familiares.

Tineo

Las mujeres embarazadas no se cuidan nada; siguen en sus rudos trabajos del campo y sin duda a causa de esto son tan frecuentes los abortos.

b) ANTOJOS DE EMBARAZADAS: CREENCIAS REFERENTES A SU SATISFACCIÓN Y A CÓMO PUEDEN INFLUIR EN EL QUE NAZCA.

Cangas de Tineo

Existe la creencia de que la criatura nace con la señal de la cosa deseada por la madre, si ésta ha tenido antojos no satisfechos.

Leitariegos, Cibea

Cuando uno está comiendo y está presente alguna embarazada, hay costumbre de darle algo de lo que se come, pues de lo contrario se teme que nazca la criatura con alguna mancha en la cara o cuerpo, que afecten la figura de aquellas cosas que la madre vio comer. Sobre ello se citan muchos casos; he oído contar lo siguientes: “In Fontis nacíu una nena cun un queisu incima d’un uechu; ya si cunoz que foi purqui la madri cuando estaba in cinta viu cumer queisu ya nun xi dienu d’él”.

“In Surrudiles nacíu outra nena cun una cereiza cun rabu y a todu na cara, y an Vicharin un nenu cun un piescu nu carrillo ya outru cun una mazana nu chombu; ya salierun así lus nenus purqui si cunoz qui las madris cuandu estaban in cinta apiticiuchis aquechu, ya nun quixienun dicir qui estaban así pa qui nun lu supieran purqui chis daba virgüenza”.

Se cree también que si se le antoja algo a una embarazada, aunque no vea la cosa que le apetece, la familia debe procurar (y procura en efecto) para conseguir lo que desea; y la persona que tiene el objeto deseado, aunque le venga gran perjuicio en darlo, lo da, sin embargo, pues sino cree que comete un pecado mortal o un crimen.

Pola de Allande

Existe la costumbre de creer que si a la embarazada se le antoja alguna cosa se la tienen que dar; pues de lo contrario nacería la criatura con un bulto parecido al objeto que se le antojó.

Tineo

La familia tiene especial cuidado de satisfacer los deseos que la embarazada muestra respecto de la alimentación, pues es creencia general que los Noevi materni son producidos por antojos no satisfechos.

c) VATICINIOS RESPECTO AL SEXO Y CÓMO SE HACEN: CREENCIAS ACERCA DE LA INFLUENCIA DEL AÑO, MES, DÍA, HORA Y FASE DE LA LUNA EN QUE OCURRA EL NACIMIENTO.

Pola de Allande

Hay una manera muy curiosa de vaticinar: si la criatura se mueve al lado derecho del vientre, será varón y si al izquierdo hembra.

C) ALUMBRAMIENTO

a) SI LA ASISTENCIA SE HACE POR PERSONAS PROFESIONALES Y, EN ESTE CASO, SEXO DE LAS MISMAS.

Cangas de Tineo

La asistencia durante el alumbramiento se realiza por personas no profesionales, mujeres. Cuando el parto es laborioso los vecinos mantean a la parturienta: la tienden sobre una manta y le imprimen movimientos rotatorios.

Leitariegos, Cibea

En cuanto se sienten los primeros dolores del parto se llama a una mujer curiosa, llamada partalicera, y que no tiene más práctica que haber dado a luz y haber visto muchos casos. Cuando el feto se presenta mal tienen la práctica de coger en brazos a la parturienta y moverla a los lados (cuéchinla con una manu pur ditrás de los hombrus ya outra pu las corvas ya fírinla cum’un odri di cheiti).

Pola de Allande

Se puede decir que no existen otra clase de personas para asistir a las parturientas durante el alumbramiento, que las llamadas vulgarmente comadronas.

Tineo

Acuden a asistir a la parturienta dos o tres mujeres entre las cuales la más anciana hace oficio de partera. Generalmente coloca ésta a la parturienta de rodillas y en esta posición espera horas y más horas a que el parto se verifique.

b) COSTUMBRES Y PRÁCTICAS DIGNAS DE NOTARSE QUE INDIQUEN ALGUNA CREENCIA O SUPERSTICIÓN RESPECTO AL ALUMBRAMIENTO.

1) Presencia de imágenes. Reliquias. Luces.

Cangas de Tineo

Hay caso aislado de presencia de imágenes y luces. En ciertos casos cubren a la parturienta con el manto de la Virgen.

Tineo

Si el parto no viene bien o es tardío le colocan al cuello a la mujer todas las reliquias y objetos sagrados de que pueden disponer, encienden las luces llamadas de tinieblas.

Asturias

San Ramón Nonnato es el santo a quien más se encomiendan las parturientas y suelen ofrecerle alguna o algunas misas si salen con bien.

2) Objetos en los que se suponga alguna virtud; cuáles son y empleo de los mismos.

Cangas de Tineo

Colocan lo que llaman Rosa de Jericó en un vaso de agua y suponen que cuando abre se verifica el alumbramiento. No sé lo que es dicha rosa porque no he visto ninguna, pero tengo entendido que es una parte de un vegetal con una roseta de piezas (hojas o pétalos, no estoy enterado) que está medio seca o seca del todo. Posteriormente he visto unos ejemplares, que es una planta cuyo nombre científico es Anastatica hierochuntica o Jerochuntina. Mis dudas procedían de que esta planta es de Asia Menor y N. de África, y no suponía que la tuvieran aquí.

Leitariegos, Cibea

Tan pronto como la mujer ha dado a luz, lo primero que se hace es calentar vino blanco, echarle azúcar y manteca, y dárselo a beber. En seguida hacen una tortilla para la partalicera (una turticha di güevos ya turredanus cun tronchus di chinguaniza) y se la dan con su correspondiente vino.

Tineo

Cuando el parto viene mal, el último recurso a que se apela es la operación llamada manteo que consiste en colocar a la mujer en una manta y a ésta cogida por sus extremos por mozas robustas, imprímenla bruscos movimientos en todas direcciones “para que el parto, dicen ellas, se ponga derecho”, de lo cual resulta muchas veces que un parto natural se convierta en distócico. En cuanto nace la criatura la lavan ligeramente con vino blanco y acto seguido la envuelven tan fuertemente que la imposibilitan todo movimiento; en este estado permanece por espacio de ocho o diez meses. Para la expulsión de las secundinas practican una serie de maniobras externas e internas, fricciones en el vientre con ruda y manteca, le dan a ver vino con manteca, o tiran del cordón, cosa que a veces da lugar a hemorragias fatales. En seguida la acuestan vestida con las mismas ropas que no le quitan en seis u ocho días.

c) VATICINIOS RESPECTO DEL RECIÉN NACIDO EN ATENCIÓN A LAS CIRCUNSTANCIAS QUE HAYAN CONCURRIDO EN EL NACIMIENTO.

Cangas de Tineo

El que nace de pie tiene más suerte.

d) SUPERSTICIONES RESPECTO DEL MAL DE OJO; QUIENES PUEDEN HACERLO Y SUS CONSECUENCIAS. PROTECCIÓN CONTRA ÉSTE Y OTROS MALEFICIOS.

Cangas de Tineo

Existe la creencia en el mal de ojo, que pueden padecer además de los niños, los adultos y los animales, como las vacas. Este mal de ojo no suele ser durante el alumbramiento sino más tarde, cuando el niño se debilita por cualquier causa. Suele culparse de él a mujeres viejas o feas que son tenidas por brujas. Se atribuye al alicornio la propiedad de proteger contra el mal de ojo, sirviendo, además, este amuleto para que el pan chelde (fermente o hinche la masa) aun cuando se haya olvidado echar formiento cuando se amasa. El alicornio es un cuernito como de dos pulgadas o algo menos, de largo con un engarce de plata y un anillo para colgarlo.

Leitariegos, Cibea

Cuando conocen que el recién nacido está enfermo, el primer pensamiento de la madre es que le han visto malos ojos (alguna bruxa lu agueyou ou lu invidiou), para evitar esto dicen que “hay que chivalu al Sr. Cura qui chi echi lus Evangelius y a dispuis afumalu, queimandu ramus binditus di chourreiru (laurel), teixu, ya rumeiru ya punelu al fumu. Si esto no es suficiente para sanarle dicen que “tien il mal del filu, y que hay que curtárchilu”. Para hacer esta operación hay algunas mujeres, pero son muy pocas las que tienen tal virtud pues como ellas dicen: “aunqui vos vedis comin you faigu sicasi vos nun pudeis fachi, hay qui intindelu, diumi Dieus a mi esta maña pa curtarchilu”. Para ello mide con un hilo desde el extremo de los dedos de una mano, estirando el brazo, hasta el pecho, después hace lo mismo respecto del otro brazo; luego mide desde los pies a la cabeza con otro hilo y si las dos medidas no son iguales, entonces es evidente que tiene il mal dil filu y en este caso la mujer hace unos cuantos nudos en los hilos, procurando que nadie sepa los que hace, los pone al cuello de la criatura y en cuanto se duerme se los quita y los tira al fuego pero sin que lo vean ninguno de los presentes; si restallan es que el niño sanará y mientras los quema dice y repite varias veces las siguientes palabras: “Queimi il mal dil filu cumu queima esti filu”.

Pola de Allande

Hay en algunos pueblos la creencia de que Fulana tiene el mal de ojo. Evitan a todo trance que ella les mire. Hay casos en que a una mujer, por ejemplo una recién parida, se le ponen los pechos malos, por cualquier contratiempo, no pudiendo dar de mamar a la criatura, pues este contratiempo no lo achacan a otra cosa más que a la Fulana que “la miró de mal ojo”. Para protegerse contra estos maleficios se valen de misas, agua bendita, etc.

e) TRATAMIENTO POSTERIOR DE LA PARIDA. RÉGIMEN, ALIMENTACIÓN, CUARENTENAS, PURIFICACIÓN.

Cangas de Tineo

Se cuidan mucho y no se lavan ni trabajan hasta que pasan las siete semanas que permanecen en casa. Consideran tan perjudicial el agua que ni mojan un dedo ni la beben. Comen lo mejor que pueden y están en cama de 8 a 12 días. Al principio toman dos huevos fritos, que echan en el fondo de un tarro de manteca derretida, bebiendo, por supuesto, esta manteca. A los 15 días principian a tomar grandes y muchas tazas de vino (en mayor cantidad si el recién nacido es varón). Lo dicho respecto a este asunto se refiere a las casadas, cuya primera salida es a la iglesia y no a las solteras. Antiguamente la parida se ponía la montera del marido y seguía con ella puesta hasta salir de casa e ir a la iglesia a donde la llevaba puesta. Esta costumbre ha ido desapareciendo, así como la indicada prenda y otras propias de este país.

Leitariegos, Cibea

Durante cuatro o cinco semanas no toma más que “papas di manteiga, caldus frescus di pita (gallina) un poiquinín di xamón (1/2 libra) cucíu cun a misma pita ya bastante vinu blancu calienti cun azúcar ya mantenga; algunas vecis tamien comin miel cunas papas di manteiga”.

La base de la alimentación, como se ve, la constituye el vino blanco y manteca. Lo primero que hace el marido cuando su mujer da a luz es ir a buscar un pellejo de vino, blanco precisamente, porque el tinto dicen que no las fortalece; si es familia acomodada y el nacido es varón, entonces el marido, de puro contento, trae dos pellejos. El vino y la manteca (de vaca) no faltan ni aún en la más pobre casa, y hay que advertir que el vino no es aquí barato tanto por la gran distancia que hay desde donde se coge, como por el difícil transporte, que se hace en caballerías y carros de bueyes, como por los pagos de aforos que se hacen al entrar en la provincia; a pesar de ello, prefieren quedar, como dicen, impiñaus hasta las uñas, antes que falte el vino pues, de lo contrario, no saldrían bien del período puerperal o tardarían más de lo acostumbrado. Después de las 7 semanas van con la criatura a Misa de parida, llevando como ofrenda una vela y dinero para una misa.

Pola de Allande

Es muy general entre las mujeres de aldea alimentarse después del parto de manteca, chocolate y gallinas, creyendo que otro alimento sería peligroso. También existe la costumbre de guardar la cuarentena que consiste en que la recién parida no meta las manos en agua ni haga ningún trabajo material durante cuarenta días.

Tineo

Caldos de gallina, sopa, huevos y mucho vino blanco. Es rara la mujer que no toma durante el puerperio más de 60 litros; al marido que no coloca el pellejo junto a la cama de la mujer en el 9º mes de embarazo, se le tiene por mal marido. También es base de la alimentación la carne de carnero por espacio de 6 ó 7 semanas, transcurridas las cuales vuelve la mujer a ocuparse de sus habituales tareas y va a ofrecer (purificación). Hasta que ofrece, el marido está separado del lecho conyugal.

f) EL PADRE DURANTE ESTE PERÍODO.

1) Justificación de la personalidad: si existe la covada o costumbre de permanecer el padre durante cierto tiempo en el mismo lecho que ocupan la madre y el hijo. Otras prácticas análogas, como la presentación pública del recién nacido hecha por el padre, etc.

Cangas de Tineo

No existe la covada. Véase I.C.c.e: costumbre de llevar la montera.

2) Costumbres dignas de mención en relación con el padre y el alumbramiento.

Cangas de Tineo

Existen, al menos en algunos sitios, las visitas. Sus amigas van a ver a la parida y le llevan regalos, siendo obsequiadas con vino y a veces con comida.

Tineo

Hasta que la mujer va a ofrecer (purificación), el marido permanece separado del lecho conyugal. El padre asiste al bautizo.

D) BAUTIZO

a) PADRINAZGO: QUÉ REGLA SE SIGUE PARA LA DESIGNACIÓN DE PADRINO Y MADRINA. COSTUMBRES DE ÉSTOS CON RELACIÓN A LOS PADRES Y AL RECIÉN NACIDO, SEGÚN EL SEXO. IDEM EN RELACIÓN A LOS INVITADOS, ETC.

Cangas de Tineo

Los padrinos de boda apadrinan al primer niño y a los otros algún pariente o amigo. El padrino paga los gastos del bautizo y una mantilla de bayeta y la madrina alguna prenda de ropa y huevos y manteca. Los gastos del convite son de cuenta de la casa donde vive el matrimonio. Los padrinos dan por Pascua de Resurrección a sus ahijados la bolla, regalo consistente en un bollo de pan cuyo tamaño y calidad varían según la posición del donante. En la capital del concejo existe también esta costumbre y aún en Oviedo, pero el regalo en estos sitios varía bastante pues puede consistir en empanadas con carne, chorizo y jamón o de anguilas o un bizcocho adornado o en grandes rosquillas que compran en las confiterías al llegar la época. Otros hacen un regalo cualquiera, pero esto no es lo más común.

Leitariegos, Cibea

Antes del nacimiento se designan, generalmente, los padrinos que suelen ser los hermanos o parientes y, a falta de éstos, los vecinos más próximos. Una de las advertencias que hace a los padrinos la madre o la abuela del recién nacido cuando van a bautizar es que digan bien el Credo pues de lo contrario creen que queda mal bautizado, dándose el caso de que ellas mismas examinen para ver si lo saben decir bien (sobre todo si los padrinos son de poca edad) y si no quedan satisfechas, no los quieren para compadre o comadre.

Pola de Allande

Es costumbre muy general llamar para padrinos a los mismos que lo fueron de boda.

Tineo

Del primer hijo son padrinos los que lo fueron de la boda, y en los sucesivos los abuelos, parientes próximos o amigos íntimos. Los padrinos tienen que dar al ahijado todos los años por Pascua de Resurrección la Bolla (dos o cuatro reales de pan) y tienen que apadrinarle cuando se case.


b) CEREMONIAL DEL BAUTIZO

a’) LA CEREMONIA RELIGIOSA

1) Acompañamiento.

Cangas de Tineo

En algunas partes van solamente al bautizo los padrinos, en otras también el padre.

Leitariegos, Cibea

Acostumbran a bautizar el mismo día del nacimiento, para lo cual avisan al cura, si la parroquia está cerca, con objeto de que señale hora (generalmente es por la tarde). Si la parroquia está lejos, entonces van luego con el recién nacido. Cuando vuelven de bautizar dice la madre a la madrina:

– Güey fixisti una obra de caridá.

– ¿Pur quí comadre?

– Purqui fixisti d’un moro un cristianu.

– Pus Dieus lu faiga bon cristianu.

Los padrinos quedan obligados a dar una o más libras de pan de trigo y huevos cada uno al ahijado el día de Pascua de Resurrección todos los años. Por eso el día de Sábado Santo dicen los padrinos: “Tengu que baxar a Cangas pa subir la boxa pal mieu afichau”.

Tineo

El padre con los padrinos y la cheitadora (la que conduce al niño) van a la parroquia a bautizar al niño.

2) Traje del recién nacido, adornos, amuletos, etc.

Cangas de Tineo

Se aplican los brazos rectos a los lados del cuerpo y los lían con un ovillo que da vueltas desde el cuello hasta los pies, quedando la criatura en esta disposición unos 6 ó 7 días. Algunos les ponen un pañal, faja, mantilla, jubón y gorro. Se cosen a la ropa cintas en cruz para librarle del mal de ojo. Para el bautizo llevan los niños una capa que en algunos casos sólo se utiliza para esa ceremonia y que puede servir para varios niños.

3) Nombres, costumbres de poner uno o varios; regla que se sigue para ponerlos y a quién pertenece la iniciativa; nombres preferidos en la localidad o en la comarca.

Cangas de Tineo

Generalmente un ponen un nombre solo que a veces es el de algún pariente o el del padrino o madrina. Este nombre lo eligen los padres o el padrino. Nombres más usados: José, Manuel, Antonio, Juan, Francisco, Pedro, Joaquín.

Leitariegos, Cibea

Siendo niño, al padrino corresponde la designación de nombre, si es niña a la madrina. Los nombres más usuales en esta comarca son:

Xepe (Pepe, José), Marica; Manolu, Manula; Farrucu (Francisco), Xepa (Josefa); Xicu, Pachu (Francisco), Antoña; Xuan, Carmela; Mingu (Domingo); Antón; Fonsu; Xuacu.

Tineo

Son de libre elección de los padrinos. Los más frecuentes son: José, Manuel, Antonio, Juan, Pedro, María, Joaquina, Josefa, Concepción.

b’) LA CEREMONIA FAMILIAR.

1) Invitaciones

Cangas de Tineo

No tienen.

2) Regalos.

Cangas de Tineo

A los 15 días tienen lugar las visitas en las que los parientes y amigos llevan huevos y manteca a la parida, y los padrinos chocolate y pan de trigo. Los aldeanos de este concejo son muy pobres y muchos no prueban el pan casi ningún día del año y mucho menos la carne, que sólo la comen el día de Antroidu, es decir, de Carnaval.

Leitariegos, Cibea

El segundo domingo después de haber dado a luz se llama el día de las visitas; reúnense en casa de la parida todas las amigas, parientes y vecinas a visitarla y cada cual lleva su regalo consistente en gallinas, manteca, huevos, chocolate y pan de trigo (el pan de trigo es un regalo tan exquisito o más que los otros pues como acostumbran a decir se come de Pascuas a Ramos; el común en la comarca es el de centeno). En ese día se da un gran banquete a todas.

[Véase 3) Bateo y convite].

Tineo

[Véase 3) Bateo y convite].

3) Bateo y convite.

Cangas de Tineo

No hay bateo ni convite el día del bautizo puesto que no hay acompañamiento para ceremonia. Solamente las visitas [Véase 2. Regalos]. Los de la casa obsequian a los que traen regalos.

Leitariegos, Cibea

El día de las visitas se da un gran banquete a todas las que han ido con su regalo correspondiente a la parida [Véase 2. Regalos]. Para ello mandan a una que haga el imprescindible arroz con leche; también es de cajón servir las torradas de pan con manteca, mojadas en vino.

Tineo

Al regresar la comitiva (padrinos y cheitadora o nodriza) acompañados del padre, son obsequiados con una comida más o menos espléndida y mucho vino. A las 6 ó 7 semanas vuelven a reunirse para las formigas (o sea las visitas), llevando ese día el padrino una buena bota de vino y la madrina como regalo a la parida una cesta llena de pan, huevos y manteca. Los padres obsequian a los padrinos con una comida en la cual el plato obligado son los jorungos (migas gruesas de pan y huevos fritos).

E) HIJOS ILEGÍTIMOS

a) DIFERENCIAS QUE EXISTEN CON RELACIÓN A LAS COSTUMBRES ANTERIORMENTE DESCRITAS ENTRE LOS HIJOS LEGÍTIMOS Y LOS ILEGÍTIMOS.

Cangas de Tineo

En los hijos ilegítimos se hace el bautizo oscuramente y sin ostentación de ninguna clase y nadie visita ni hace regalos a excepción de algún pariente próximo.

b) CONSIDERACIÓN Y SUERTE DE LOS HIJOS ILEGÍTIMOS.

Cangas de Tineo

Los hijos ilegítimos viven ordinariamente con su madre y en algún caso los llevan al Hospicio. Los legitimados por matrimonio son tratados como los legítimos.

Tineo

Generalmente quedan con las madres si no hallan medio posible de depositarlos en el Hospicio provincial o de ausentarse a Madrid antes de dar a luz para dedicarse a la lactancia. Estos hijos son mirados con desprecio por el público y hasta por su familia. Muchos de ellos se dedican a criados y otros acaban de mala manera.

c) FORMAS DE RECONOCIMIENTO Y SI ES FRECUENTE ESTE HECHO.

Cangas de Tineo

Se consigna en la partida de bautismo o si se casan los padres colocan la criatura bajo el velo. Caso poco frecuente.

Tineo

Son bastante frecuentes los hijos naturales no reconocidos y en los casos raros en que el reconocimiento se verifica se hace por la inscripción en el Registro Civil.

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Costumbres de nacimiento, matrimonio y muerte en Cangas del Narcea y otros concejos del SO de Asturias, 1901-1902

Fachada del edificio del Ateneo de Madrid, en la calle del Prado. Esta institución fue creada en 1835 como Ateneo Científico y Literario.

En 1901 la Sección de Ciencias Morales y Políticas del Ateneo de Madrid realizó un interrogatorio sobre las costumbres de nacimiento, matrimonio y muerte en España. Esta iniciativa se enmarcaba en el interés por el estudio del folclore y la antropología, cuya difusión había iniciado en nuestro país en 1881 Antonio Machado Álvarez (1846-1893), padre del poeta Antonio Machado. En esos años proliferaron, a imitación de lo que estaba pasando en Gran Bretaña o Francia, muchos cuestionarios destinados a recopilar información sobre diversos asuntos o ámbitos geográficos.

El Ateneo de Madrid se había fundado en 1835 y a fines del siglo XIX era, junto con la Institución Libre de Enseñanza, uno de los centros de difusión de la antropología en España. El interrogatorio se envió a los corresponsales que tenía esta institución repartidos por toda España, que a su vez solicitaron la colaboración de otras personas. Contestaron preferentemente médicos y abogados, así como alumnos de facultades de Derecho, a los que sus profesores encargaron este cometido. Las contestaciones se recibieron en el Ateneo en forma de informes en los que se daba respuesta a las preguntas del interrogatorio, y allí fueron pasadas a fichas y ordenadas siguiendo el esquema del cuestionario. En 1922, las fichas fueron cedidas a la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria y más tarde pasaron al Museo de Etnología (hoy, Museo Nacional de Antropología), de Madrid, donde todavía se conservan. Por el contrario, los informes originales que quedaron en el Ateneo de Madrid desaparecieron durante la Guerra Civil.

La información recogida en estas fichas es imprescindible para el conocimiento y estudio de la sociedad rural española de finales del siglo XIX.

En Asturias contestaron a este interrogatorio unas diez personas. Muchas de las respuestas salieron de la cátedra de Historia del Derecho de la Universidad de Oviedo, ocupada por Rafael Altamira (1866-1951), donde se alentó a los alumnos a escribir informes sobre sus lugares de origen. Participaron seis alumnos de los que sólo conocemos los nombres de Vicente Velarde (de Salas) y de Emilio Ramos (de Pola de Allande). Otras personas que enviaron informes fueron: el notario Elías López Morán sobre Asturias; el naturalista Roberto Flórez; el farmacéutico Celestino Graíño Caubet (de Avilés); el médico Alfredo Valdés de Miranda (de Lena) y el estudiante de Medicina Eugenio Carrizo Hevia.

El número total de fichas que conserva el Museo Nacional de Antropología sobre Asturias es de 563; quien quiera conocer el contenido completo puede consultar el libro Costumbres de nacimiento, matrimonio y muerte en Asturias: Encuesta del Ateneo de Madrid, editado por el Museo del Pueblo de Asturias en 1998.

De Cangas del Narcea se recibió una información general y extensa sobre las costumbres de nacimiento, matrimonio y muerte, enviada por Roberto Flórez; otra relativa a Leitariegos y Cibea escrita por Eugenio Carrizo, y otra anónima de Noceda de Rengos. Sobre otros concejos del suroeste de Asturias hay información de Allande, enviada por Emilio Ramos, y de Tineo.

Roberto Flórez y González del Reguerín. Fotografía de Compañy, Madrid. Col. de José Ramón Flórez Areces.

Roberto Flórez y González del Reguerín (1854 – d. 1928) nació en Bujalance (Córdoba), donde su progenitor estaba destinado como maestro nacional, pero sus padres eran del concejo de Cangas del Narcea, donde la familia tenía muchas propiedades y en la que pasaban sus vacaciones estivales. Hijo y nieto de maestros, pertenecía a una familia liberal y culta. Su padre, don José Mª. Flórez y González, fue director de la Escuela Normal de Oviedo, arqueólogo y poeta en lengua asturiana, y su hermano, Alfredo (1853 – 1924), aunque estudió la carrera de medicina en Madrid, se dedicó a la escritura y, especialmente, a la pintura y escultura. Todos ellos de arraigada ideología republicana y muy interesados por la cultura popular. Roberto Flórez estudió Ciencias y fue un reputado naturalista, especializado en coleópteros, así como un gran aficionado a la música (véase “Cangueses ilustres”, en La Maniega, 15, agosto de 1928, págs. 9-10).

Eugenio Carrizo Hevia (1881 – 1943) nació en Oviedo y sus padres eran Eugenio Carrizo del Riego, de Tineo, y Antonia Hevia, de Oviedo. Estudió la carrera de Medicina en la Universidad Central de Madrid. En octubre de 1906 entró a trabajar en el Hospital Provincial de Oviedo, en el que llegará en los años treinta a ocupar la plaza de director médico. Se jubilará por enfermedad en 1936. Su relación con Cangas del Narcea vendrá por tener su padre familia en la villa, como Severiano Rodríguez-Peláez del Riego, alcalde y administrador de los bienes del conde de Toreno.

Por último, Emilio Ramos Zardaín (1883-1942), era uno de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Oviedo que participó en las respuestas al cuestionario del Ateneo de Madrid, escribiendo un informe sobre el concejo de Allande. Nació en Pola de Allande, hijo de Román Ramos Arguelles, de Pola de Allande, y Florentina Zardaín García, de Yerbo (Tineo), comerciantes en la misma Pola. Estudió en el Colegio de los Jesuitas de Gijón y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo, en la que se licenció en 1907. Abrió un despacho de abogado en la villa de Tineo, donde se casó y residió hasta su muerte (Noticias proporcionadas por su hijo Emilio Ramos Rodríguez-Peláez, de Tineo, y su sobrino Manolo Ramos Uría, de Pola de Allande).

  1. NACIMIENTO

  2. MATRIMONIO

  3. MUERTE

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Veceras de agua

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“Veceras del agua” del pueblo de Vil.laxer / Villager, 1800.

El agua es un bien imprescindible para la vida. En la sociedad campesina se empleaba para las necesidades de personas y animales; para mover la maquinaria de molinos, batanes y mazos, y para regar. Los praos de regadío eran antiguamente muy apreciados y también muy escasos. Según el antropólogo Adolfo García Martínez (Antropología de Asturias, tomo I), la propiedad de estos praos constituía uno de los símbolos para clasificar a una casa como “fuerte” o “probe”. Los praos de regadío eran de gran importancia, porque producían ceba para el ganado vacuno, con cuatro o cinco cortes al año.

Los prados se regaban con una red de presas y sangraderas. La procedencia del agua era diversa. En unos casos se tomaba de un río, para lo cual era necesario construir una estacada con el fin de desviar el agua; los praos de ríu eran llanos y los más estimados. Otros praos, más pendientes, tomaban el agua de un regueiro o regueira; de un pozo que se suministraba de una fuente o un manantial, y por último, del agua de lluvia que corría por los caminos.

Durante el verano el agua escaseaba y con “la seca” llegaban los problemas entre los vecinos. Por este motivo, el aprovechamiento del agua se repartía en turnos o veceras entre los propietarios de los praos situados en un mismo lugar. Estos derechos se transmitían con el prau; de este modo en una venta del prado de La Campona, en términos del pueblo de Vil.laxer / Villager, realizada en 1867, el vendedor incluye “sus arboledas, servidumbres, entradas y salidas, y además le da doce horas de vecera de las aguas que le corresponden del arroyo de Fontanos, para regar dicho prado”.

El reparto de aguas era a menudo una imposición de las autoridades con el fin de evitar problemas y mantener la buena vecindad. El 23 de marzo de 1799 los vecinos del mencionado Vil.laxer / Villager, en la parroquia de San Xulianu d’Árbas, recibieron la siguiente notificación:

Habiéndome representado Inocencio Rodríguez Carballo, vecino de Villager, los graves perjuicios que experimentaba en las aguas de las praderas de dicho lugar, ordeno y mando a los vecinos de él, que dentro del tercero día hagan por si o por medio de peritos el comparto de dichas aguas a razón de tapín, y en la forma que previenen los despachos del buen gobierno, sin contravenir en manera alguna, bajo la pena de quatro ducados y más providencias que haya lugar. Dado en Cangas de Tineo, y marzo veinte y tres de noventa y nueve. Licenciado Manuel Flórez.

También mando a Joseph de la Fuente que en los Llanos de Vallín observe la alternativa que mandaron los peritos, pena de veinte ducados y apremio, y que el dicho Joseph ni otro algún vecino no sea osado a pasar las aguas de la Campona a los prados de Espinas. Cangas, dicho día.

Siguiendo estas ordenes, el reparto o vecera del agua se recogía en escrituras, que, sin embargo, no evitaban peleas y pleitos por este aprovechamiento.

En 1800 los vecinos de Villager y Miravalles repartieron el agua de la reguera de Fontanos y Fonsagrada por días. Para ello contaron con dos peritos o repartidores imparciales de los pueblos de Veigamioru y L.lamera, que hicieron el reparto del agua y de los sobrantes después de haber “tanteado” los prados. El resultado fue la escritura siguiente:

“Veceras de agua”

Memoria y arreglo del agua de la reguera de Fontanos y Fonsagrada repartida por Pedro Rodríguez de Vegamioro y Nicolás Cadenas de Llamera de la parroquia de Cibea, a veinticuatro de mayo de 1800.

Primeramente

Y el prado de Juaquín Rodríguez, de Miravalles, de Fontanos se le da el lunes de día y de noche y el martes de día.

Y el martes de noche y el miércoles de día y de noche se da a José de la Fuente para el Cuadrado y la Barrera.

Y el jueves de día y de noche y el viernes de día se da a Juan Bautista Pérez para el prado de Fontanos y la Fonsagrada y el Campón.

Y el viernes de noche y el sábado de día y de noche a Nozencio Rodríguez para el de la Campona.

Y el domingo por la mañana hasta el lunes por la mañana se da al Pablo para el prado de Rocabo y el Nabariego.

Y el lunes por la mañana hasta el martes por la mañana se da a Francisco Rodríguez, de Miravalles, se le dan los sobrantes de Juaquín Rodríguez también de Miravalles.

Los sobrantes del martes de día del Juaquín se dan a Nozencio Rodríguez un feredo [literal] y lo otro a Juan Bautista Pérez.

Como repartidores, que dijeron haberla repartido según su conocimiento, después de haber tanteado dichos prados, y para que conste lo firmamos dicho día arriba dicho.

Pedro Rodríguez               Nicolás Cadenas de Llano

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Nombres de vacas II – Aportaciones de varios colaboradores

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Vacas y familia campesina, en Celón (Allande), hacia 1915. Fotografía de Benjamín R. Membiela. Col. Juaco López Álvarez.

A la llamada para recopilar nombres de vacas en el concejo de Cangas del Narcea, que hicimos en la web del Tous pa Tous en enero de 2011, han contestado cinco colaboradores, a los que les damos las gracias, y cuya información es la siguiente:

Ángela Sierra Amago, Palaciu de Naviegu:

Os envío nombres de vacas que encontré en un escrito de Casa Avelino, de Brañas de Arriba, que data del año 1839, son: Parrada, Gallarda, Cachorra, Cerbera, Morena, Montesa, Garbosa y Famosa, y dos novillos Pardo y Castaño.

Otros nombres (estos más recientes) son de Casa Dionisio, de Palacio de Naviego: Campanera, Barrosa, Castaña, Romera, Granada, Mora, Maravilla, Naranja, Corza, Galana, Guapina, Salada, Careta, Pallaresa, Paloma o Parda.

Clara Martínez, Veiga de Pope:

En casa de mis abuelos siempre hubo una Galana, que pasaba de generación en generación, también me acuerdo de una Navarra y de una Careta, lo que me mosqueó fue cuando a una la llamaron Madrileña,…

José Antonio Alonso, Moal:

Recogiendo el guante que habéis lanzado a propósito del artículo sobre “Homenaje a la vaca. Nombres de vacas en 1896”, os diré que en Casa Mingo, de Moal, la costumbre de llamar a cada vaca por su nombre perdura a pesar del paso del tiempo.

Probablemente dicha circunstancia, como bien apuntáis, se deba a que el número de cabezas no es muy grande. Como dato anecdótico os contaré que actualmente también le ponen nombre a los xatos, nombre que va estrechamente relacionado con el de la madre: así, al ternero de la Marquesa se le llama Marquesito si es macho y Marquesita en el caso de ser hembra. Esto es debido a que, por lo general, en la corte tienen entre seis y diez xatos, y de esta manera los diferencian más fácilmente.

No han variado mucho los nombres de las vacas con el transcurrir del tiempo, al menos en mi casa, aunque si se da la paradoja de una vecina que le ha puesto a una vaca el nombre de “Chenoa”, que todos relacionamos con la famosa cantante que se dio a conocer en el programa de televisión Operación Triunfo.

Recuerdo de pequeño, allá por la década de los 60, estos nombres de vaca: Cierva, Serrana, Mariñosa, Gallarda, Mariel.la, Montesa, Valencia, Sevilla, Asturiana, Praviana, Mora y Pinta.

Los nombres de las vacas en la actualidad son Majita, Cordera, Marquesa, Gallarda, Serrana, Mora, Asturiana, Lucera, Linda, Rubia, Romera, Perla… Lo dicho, los tiempos han evolucionado pero los nombres siguen conservándose.

Un saludo desde La Rioja.

José Collar, de Casa Funsiquín, y Alonso López, de Casa L’Indianu, Xedré:

Nombres de vacas habituales en el pueblo de Xedré:

  • Alegría, Arquera, Artillera, Asturiana.
  • Blanca, Benita, Bragada, Barrueca.
  • Cabrera, Campanera, Cachorra, Campera, Campesina, Carbonera, Careta, Cariñosa, Castaña, Castilla, Cereza, Cierva, Colorada, Cordera, Cordobesa, Corza, Cariñosa, Cantera.
  • Chispa, Chula.
  • Duquesa.
  • Estrella, Espuma, Escornada.
  • Jardinera.
  • Galana, Galena, Gallarda, Garbosa, Gitana, Golosa, Golondrina, Guapina, Granadina. Leona, Linda, Limonera, Lucera.
  • Majita, Madrileña, Malagueña, Mansa, Maña, Mariel.la, Manchega, Maragata, Maravilla, Marinera, Mariposa, Marquesa, Mosca, Mocha, Mora, Molinera, Montañosa, Macarena, Morica, Montesa, Melandra.
  • Naranja, Nata, Navarra, Noble.
  • Osa.
  • Palmera, Paloma, Parda, Parrala, Pastora, Pasiega, Perla, Pinta, Piquera, Platera, Praviana, Presumida, Primavera, Pulida.
  • Rabuca, Rama, Ranchera, Ratina, Redonda, Reina, Rebeza, Romera, Roxa, Ruana, Rubia.
  • Salada, Salmantina, Serrana, Serena, Sevillana, Soberana, Somedana, Sultana.
  • Vaquera, Viola.
  • Xata.
  • Zamora.
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Foot-Ball en Cangas del Narcea, 1912 – 2012

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El “Cangas F.C.” en 1912. Colección José Ramón Flórez Areces.

Hace cien años, en 1912, un equipo de fútbol local, el “Cangas F.C.”, jugaba por primera vez con un equipo forastero en el campo de La Vega y ese mismo año, también por primera vez, el Cangas F.C. salía a jugar fuera de los límites de Cangas del Narcea. Como no podía ser de otra manera, el equipo forastero era de Tineo y, asimismo, el lugar al que fue a jugar nuestro equipo era Tineo.

Eran los tiempos en que al deporte se le llamaba sport, al fútbol foot-ball, a un equipo se le denominaba team y gol se escribía goal. El fútbol era un deporte nuevo, que a Cangas del Narcea trajeron hacia 1910 varios jóvenes de familias pudientes de la villa que estudiaban internos en colegios religiosos o que vivían con sus padres en Madrid, como los Flórez González y los Rodríguez-Arango. En pocos años los partidos de fútbol se convertirán en una atracción para todo el pueblo, y serán ineludibles en el programa de las fiestas del Carmen.

De esos acontecimientos deportivos acaecidos en 1912 tenemos dos testimonios: una noticia publicada en el periódico El Narcea, el 6 de julio de 1912, y una fotografía algo deteriorada. En la primera podemos leer:

Sport
FOOT-BALL

Es casi seguro que á mediados del mes actual se jugará en el campo de la Vega un partido de balompié entre jóvenes cangueses y tinetenses. Como hasta el día no se jugó nunca en Cangas con team de otro punto, sino que la lucha se dio siempre entre jugadores de la localidad, de llevarse á cabo el desafío, será mucha la gente que acuda á presenciarlo. Nos alegramos de que la juventud canguesa tome afición a los sports, ya que éstos dan salud al cuerpo y purifican el espíritu.

 

El partido se celebró durante las fiestas del Carmen, el día 19 de julio, a las diez de la mañana. No conocemos el resultado.

La fotografía muestra a los integrantes del equipo “Cangas F. C.” que jugó en 1912 en el campo de San Roque, en Tineo. El resultado fue Tineo 0 – Cangas 6. Los jugadores eran jóvenes de 15 a 19 años, por ejemplo, Jenaro Flórez y Joaquín Rodríguez-Arango tenían 17, habían nacido en 1895. El reverso de la fotografía ofrece la relación completa de los jugadores:

“Cangas F.C.”

Jaime Graña
Lito el Pataquero – Arenas
J. Ramón Fdez. – Falín R. Arango – Marcial R. Arango
Alfredo Ron – Jenaro Flórez
Carlos Flórez – Lorenzo Menéndez – Joaquín R. Arango

Jugado en el campo de San Roque (Tineo) en 1912. Ganamos por 6-0. Jugó Mario [R.-Arango] y le sustituyó en esta foto Lito.

Carteles de las Fiestas del Carmen, de Cangas del Narcea, 1960 – 2012

Publicamos a continuación los carteles y/o portadas de los programas de las Fiestas del Carmen y la Magdalena de Cangas del Narcea desde 1960 hasta 2012. Con la finalidad de mejorar y ampliar este álbum, agradeceríamos nos enviaseis nuevos carteles y cualquier información adicional sobre los ya publicados (autor, etc.). En algún caso la calidad de las fotos no es muy buena, e incluso algunos carteles están cortados, por lo que desde aquí hacemos un llamamiento por si algún colaborador nos los puede enviar con mejor calidad.

Nuestro e-mail:

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El toro del pueblo

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Toro de raza asturiana en el Mercado de Cangas del Narcea.

Muchas de las costumbres de la antigua vida campesina estaban basadas en la cooperación y la ayuda mutua. Eran la solución más inteligente para sobrevivir en una sociedad en la que las Administraciones Públicas, al contrario que hoy, ofrecían muy pocos servicios; en la que la vida de los pueblos y de las casas era muy autosuficiente, y en la que la pobreza o la austeridad eran lo común. De este modo, si un toro era suficiente para cubrir las vacas de todo un pueblo, para que tener más.

En efecto, con un solo “toro padre” se aseguraba cada año la reproducción y, además, los vecinos ahorraban dinero y esfuerzo, porque los sementales eran caros, delicados y exigentes. Por este motivo, muchos pueblos del concejo de Cangas del Narcea (y del resto de Asturias y también del norte de León) tenían un toro de vecera, es decir, un toro que compraban todos los vecinos, y cuyo cuidado y sostenimiento se hacía por turnos.

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Toro de raza asturiana en el Mercado de Cangas del Narcea.

Esta práctica era en algunos lugares una costumbre no escrita, que se trasmitía de generación en generación, pero en otros, para evitar problemas o malentendidos, se regulaba en ordenanzas o simplemente en escrituras privadas. Uno de estos documentos fue hecho en 1886 por los vecinos de Vil.laxer / Villager, de la parroquia de San Xulianu d’Árbas, y es el que copiamos íntegramente al final.

Los vecinos de este pueblo compraban todos los años el toro en el mes de mayo, en la feria de La Cruz de la villa de Cangas del Narcea, y lo vendían el 22 de septiembre en la feria de San Mateo de esta misma villa. Con esta practica evitaban mantener al animal en otoño e invierno, estaciones muy frías en un pueblo alto como Vil.laxer / Villager, en las que el toro solo daba gastos y no cumplía ninguna prestación, y también evitaban la consanguinidad. El mantenimiento del toro correspondía cada año a un vecino.

“Obligación del toro del pueblo de Villager”, 1886

En el pueblo y parroquia de San Julián de Árbas de este concejo de Cangas de Tineo, provincia de Oviedo, a diez y nueve días del mes de septiembre año de mil ochocientos ochenta y seis, presentes según nos hallamos todos los vecinos del pueblo de Villager, en esta dicha parroquia, que por la presente somos unánimes y conformes en tener un toro padre en todos los años seguidos desde el presente, que ya le tuvo el vecino D. José Flórez Suárez, que le vence el plazo el día veinte y dos de este presente mes, y el entrante nuevo ha de comenzar el día cuatro de mayo del año primero entrante que primero viene de mil ochocientos y ochenta y siete, y así sucesivamente en todos los demás años seguidos, correspondiendo este primero a D. Juan Pérez; al otro año de ochenta y ocho a Dª Joaquina García, o a quien la represente; el ochenta y nueve a D. Pedro García; el noventa a D. José Rodríguez, y el noventa y uno a Manuela de la Fuente Riesco, únicos vecinos que somos en nuestro referido pueblo.

También es condición que el primer vecino que llegase a faltar a lo pautado queda desde ahora obligado a perder su parte de lo invertido en la compra, [y] que si el toro no se vendiese en la feria de San Mateo, quedamos todos obligados a sostenerle por vecera. También es condición de que por cada vaca que venga forastera de cualquier otro pueblo se le cobrará, por mano del que mantenga el indicado toro, tres reales, [y] que dará cuenta al último de año a los demás vecinos para el susodicho día de San Mateo de cada año. También quedamos todos obligados, que el repetido toro, cualquiera de los vecinos que le tenga le ha de meter el quince de agosto en prado, y al venderle, si diese alguna ganancia, será la mitad para el que le sostuvo. Así quedamos conformes en presencia de los testigos D. Rafael Arias Candamo y D. Celestino Collar de este mencionado pueblo de San Julián, firmamos los que sabemos y por la Manuela y Joaquina, que dicen no saber, los dichos testigos, hoy día de su fecha.

Fui testigo presencial, Celestino Collar. Testigo presencial, Rafael Arias.

Pedro García   Juan Pérez   José Flórez   José Rodríguez.

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La calle “Tres Peces”

Mucha gente se preguntará de donde salió ese nombre de Tres Peces con el que se denomina a una pequeña y céntrica calle de nuestra villa de Cangas del Narcea, en la que están algunas de las casas de comidas más concurridas de la población: el Mesón Payva, el Bar Caniecho…, y que rememora a la famosa calle de Los Tres Peces, del barrio de Lavapiés de Madrid.

El nombre de la calle madrileña, según Pedro de Répide en su libro Las calles de Madrid, procede de una casa que había allí, “perteneciente a la memoria de don Pedro de Solórzano, cuya condición era la de dar todos los años, el día de San Francisco de Paula, tres peces grandes al Convento de la Victoria; otros tres, en el día de San Rafael, al Hospital San Juan de Dios; tres igualmente, en el día de la Concepción, al de San Francisco, y otros tantos al de San Bernardino, y para que no se perdiese la costumbre de esta contribución fueron labrados en la fachada de la casa tres peces de piedra”. Veamos ahora de donde proceden los Tres Peces de la calle de Cangas del Narcea.

Calle de la Iglesia en 1910, a la izquierda está la casa de La Riva, que se derribó en 1923 para abrir la calle Tres Peces y hacer seis solares.

La calle se abrió en 1923, cuando se derribó una de las viejas casonas que había en la calle de la Iglesia (actual, calle don Rafael Fernández Uría), próxima a la Plaza Mayor, conocida como casa de La Riva. Este edificio lo compraron por cincuenta mil pesetas en 1922 tres personas, que serán los “Tres Peces” que dan nombre a la calle: el rentista Gonzalo Ortega Martínez, emigrante enriquecido en la isla de Cuba, hijo de Pascual Ortega, alguacil del juzgado, y de María Martínez Flórez; el industrial Antonio Fernández Gayón, y el zapatero y guarnicionero Luis Martínez, “Garabuyos”.

Gumersindo Díaz Morodo, “Borí”, nos ofrece en una crónica canguesa publicada en La Habana, en la revista El Progreso de Asturias, el 10 de julio de 1923, las claves del nombre de esta calle:

“Otra obra que contribuye mucho al embellecimiento e higiene de la villa se está llevando a efecto. El viejo, antiestético y poco higiénico caserón de La Riva, situado en la plaza Mayor, ha sido en su mayor parte demolido, y en ese solar se están construyendo nada menos que seis casas, abriéndose una calle por el centro, calle que ya “Carrón” bautizó con el nombre de “Los Tres Peces”, aludiendo a Ortega, Gayón y Garabuyos, que fueron los compradores del caserón y quienes planearon la división en seis solares. Esta nueva calle no tiene por el momento salida, pero se supone que con el tiempo siga su trazado por las huertas de la Vega a enlazar con la [calle] Mayor junto al teatro”.

Cronología de los abades de Corias

Artículo del profesor Antonio Floriano Cumbreño sobre los primeros abades del monasterio de Corias, publicado en Archivum. Revista de la Facultad de Filosofía y Letras, tomo VII, Oviedo, 1957.

Cronología de los abades de Corias, Oviedo 1957
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“El coche de Cangas de Tineo” en 1895

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“Coche de Cangas de Tineo”, en Trubia, hacia 1895.

En la segunda mitad del siglo XIX se construyen las primeras carreteras por el suroeste de Asturias y con ellas llegó el transporte en coches de caballo o diligencias. Hasta entonces el transporte de personas y mercancías se hacía por caminos reales, por los que se transitaba en carros de vacas o bueyes, en caballería o caminando.

Las diligencias que hacían el trayecto de Oviedo a Cangas del Narcea, por Salas, La Espina y Tineo, eran de la empresa “Diligencias Maurines y Cia.”, de Oviedo, que en los últimos años del siglo se unió a “Horga. Servicio de Carruajes”, formando la sociedad “Maurines, Horga y Cia.”. A comienzos del siglo XX esta compañía dejará el servicio de viajeros con tracción de sangre por automóviles de la casa Dion Bouton, de París.

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Reverso de la fotografía con el texto: “Coach for Cangas de Tineo”.

Los carruajes tenían cuatro ruedas, y capacidad para cuatro viajeros en el interior y otros fuera, en el cupé. En la villa de Cangas del Narcea paraban en la plaza de La Refierta (hoy, plaza Mario Gómez) y los billetes se vendían en la fonda de Venancio López Álvarez. Además de personas y mercancías, estos coches transportaban el correo. La concesión de este servicio público era una garantía para el mantenimiento de este servicio, porque el número de viajeros era tan pequeño que a veces no compensaba a las empresas. En 1895 la conducción del correo desde Cangas a Oviedo y viceversa estaba en manos de los siguientes socios: Adolfo Álvarez Fernández, de Oviedo; Joaquín Horga, vecino de Santander y residente en Oviedo; Ladislao Menéndez Bernardo, de Salas, y el mencionado Venancio López Álvarez, de Cangas del Narcea, que eran dueños de dos tiros o mulas cada uno.

La fotografía de este “coche de Cangas de Tineo” tirado por ocho mulas, fue hecha por un viajero inglés, seguramente un ingeniero de minas, en Trubia, hacia 1895.

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El Narcea, el río del oso

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Mario Gómez, escribía en La Maniega nº 36 de enero-febrero de 1932 que había que darle otra vuelta al nombre del Narcea ya que de su etimología había aún muchas dudas. Nuestro fundador reconocía no saber si sería una acierto o no lo que iba a contar pero, no obstante, se apuntaba cuatro tantos.

Resulta que tomando notas del apellido García, en ellas vio los nombres ibéricos de Arcius, Arciana, Arcea, Horse, Arceiz, Garsea, todos con el significado de oso, traduciéndolo así del éusquero. Teniendo en cuenta que la raíz nar significa río, corriente (agua que fluye), el nuestro pudo haber sido Nar-garsea, Nar-arsea, Nar-arcea, con el significado de río del oso o de los osos.

Cuando en el batir de estas aguas vuelven a sonar hoy día rugidos de esas fieras, mucho más frecuentes en los años que Mario Gómez llegaba a esta conclusión, puede calcularse las que habría en los siglos prehistóricos y que justificarían el nombre.

Félix Mª Villa o la «voluntad inquebrantable» de hacer el Hospital-Asilo de Cangas del Narcea

Vista h. 1915 del Hospital-Asilo fundado por Félix Mª Villa en El Corral, Cangas del Narcea.

Si hay una institución que ha cumplido una labor asistencial en nuestro concejo para los enfermos y ancianos pobres, esa es el Hospital-Asilo de «San José», que se inauguró el 16 de agosto de 1880 en el barrio de El Corral, en un promontorio ventilado y tranquilo, situado sobre el río Narcea.

En una descripción de la villa de Cangas del Narcea publicada el 1 de septiembre de 1882 en el periódico El Occidente de Asturias se dice:

«Hay también desde hace dos ó tres años un Hospital para enfermos pobres con su cementerio y capilla, debido á la iniciativa y á la voluntad inquebrantable de un caballero de esta villa y al auxilio que le han prestado algunas piadosas señoras de la misma.»

El nombre del «caballero» y de las «piadosas señoras», así como el relato de las circunstancias que trajeron consigo la fundación del Hospital, los ofrece Ángel Martínez de Ron, «Amader», en 1930:

«[…] Un pobre desvalido y enfermo, no teniendo dónde albergarse, se metió en el portalón de [la casa de] Velarde [en la calle Mayor], y allí le encontraron muerto. Este triste suceso causó una impresión de dolor tan grande en Cangas, que en seguida varias señoras, entre las cuales estaban doña Antonia, esposa de don Marcelino Rodríguez Arango, regente que había sido de la Audiencia de Barcelona; doña Candelaria García del Valle, doña Cristina y doña Carolina Meléndez de Arbas y doña Dolores Flórez de Sierra, caritativas y protectoras de los pobres, se reunieron para ver si encontraban el medio de evitar escenas tan lamentables auxiliando a los necesitados. Al efecto comenzaron a pedir limosnas en todas partes; acudieron a varios señores, encargándose al fin, el filántropo don Félix Villa de poner en práctica lo que se proponían, meditando el asunto, formulando planes, pensando cómo había de obtener lo que era necesario y acudiendo a la Diputación, a los Ayuntamientos, a los particulares y hasta a su peculio particular para conseguir hacer un pequeño hospital. Desde la primera piedra del edificio hasta verlo terminado no se apartó de allí, pasando el calvario que en tales casos se sufre, siempre por las dificultades que a cada momento se presentan. La fundación del hospital fue de inmenso beneficio y de prestigio para Cangas.» («Recuerdos de antaño», La Maniega, nº 24, enero-febrero, 1930).

En efecto, Félix María Villa y Santamarina fue el fundador, promotor y administrador del Hospital-Asilo de San José, cuyo fin era atender y acoger a personas pobres y enfermas, así como a desvalidos. Nuestro benefactor nació en Cangas del Narcea el 2 de septiembre de 1828. Sus padres eran Francisco Manuel Villa, natural de Cangas del Narcea, y Mª del Carmen García Santamarina, de Puerto de Veiga (Navia). Su abuelo paterno, José Villa, era de Pola de Siero y se había establecido en la villa de Cangas hacia 1780, donde se casó con Isabel Pardo.

La profesión que declara Félix Villa en el padrón de 1889 era la de «propietario», es decir, vivía de las rentas que le daban sus propiedades. Pero además, como también había hecho su padre, trabajaba como administrador de terratenientes que tenían muchas propiedades en el concejo de Cangas del Narcea, pero que no vivían en él. De este modo, fue administrador de los bienes de María Manuela Vázquez Quiroga y Queipo de Llano, de Anselmo Gonzalez del Valle, etc.

Felix Mª Villa

Placa dedicada en 1921 a Félix Mª Villa en el Hospital-Asilo San José, El Corral, Cangas del Narcea.

Félix Villa permaneció soltero toda su vida. Tenía tres hermanas y un hermano, Julián María, médico y catorce años más pequeño que él, con el que compartió negocios y que colaboró mucho en el Hospital. Era una familia muy religiosa, que mantenía una estrecha relación con las dominicas del convento de Cangas y con los frailes de Corias. Él fue durante bastantes años presidente de la Congregación del «Corazón de Jesús» de la parroquia de Cangas del Narcea. Murió el 10 de julio de 1908. El 21 de junio de 1910 el Ayuntamiento acordó dedicarle una calle en el barrio de El Corral y en 1921 el pueblo de Cangas le dedicó una placa, que se colocó en la fachada del Hospital-Asilo.

El Hospital, fundado y administrado por Félix Villa, atendió a muchos enfermos pobres, que llegaban en unas condiciones pésimas. Su creación coincidió con unos años de crisis de alimentos en los concejos del suroeste de Asturias, lo que favoreció la extensión de la pobreza y las enfermedades. El establecimiento subsistía gracias a los donativos de particulares, tanto de dinero como de ropa; a las retribuciones que daba el Ayuntamiento de Cangas del Narcea por cada enfermo pobre del concejo que ingresaba en él y a las aportaciones continuas del propio Villa. Para recaudar donativos hacía en la prensa local llamamientos «á las personas piadosas y caritativas, para que se sirvan concurrir con algunas ropas viejas de ambos sexos, sobre todo de la llamada blanca, para vestir a muchos enfermos que casi desnudos llegan a dicho establecimiento.» (El Eco de Occidente, 25 de mayo de 1894). En el mismo periódico se les recordaba un mes después a esas mismas personas caritativas: «que no tengan reparo en dar cosas viejas porque todo sirve en un pobre hospital: un pañuelo hecho jirones sirve para limpiar el sudor á un moribundo, y así todo lo demás. Con unas prendas se arreglan otras. También se estima mucho el calzado por malo que sea.» (El Eco de Occidente, 22 de junio de 1894).

Desde el primer momento, una de las mayores preocupaciones de Félix Villa fue asegurar el gobierno y, sobre todo, el futuro del Hospital. Para ello era muy importante decidir quien iba a ser su titular. Consultó a algunos amigos «acerca del medio mejor para impedir que mañana los incautadotes se apoderen del Hospital». No se fiaba del Estado, porque en el siglo XIX había desmantelado, con la Desamortización de los bienes de la Iglesia, muchas instituciones religiosas de carácter asistencial y además desconfiaba de los avatares de la política española, que llegaban hasta las localidades más alejadas. Un amigo, Diego Canto Fernández, le contestó el 4 de enero de 1881 recomendándole lo siguiente:

«En cuanto al Hospital te diré que, para ponerlo a cubierto de la rapacidad revolucionaria, debe ponerse la casa como propiedad tuya o de otra persona de esa villa, y que por tus días se destine a un objeto piadoso, reservándote el derecho de disponer de ella a la hora de la muerte. Después, al hacer testamento, la dejas a otra persona de tu confianza que haga lo mismo.»

Félix Villa solo siguió en parte el consejo de este amigo. Puso el Hospital a su nombre e hizo un testamento donde dejaba como heredera a la Diócesis de Oviedo, pero alguna desavenencia tuvo con el Obispo, seguramente porque consideró que la Iglesia no colaboraba suficientemente con su Hospital, que cambió de opinión y al final, en vida, cedió el Hospital de Cangas del Narcea a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Esta institución religiosa se había creado en 1873 y tenía su sede central en el Asilo-Noviciado de Valencia, donde residía la Superiora General de la Orden, por eso es a ella a la que Félix María Villa cede la propiedad del Hospital de Cangas del Narcea. Ahora bien, la cesión la hace con unas condiciones muy claras, con el objeto de garantizar los fines para los que se creó, que conocemos gracias a un borrador escrito por el mismo Félix Villa y que merece la pena ser leído:

 

CESIÓN DEL HOSPITAL DE CANGAS DEL NARCEA POR FELIX Mª VILLA A LAS HERMANITAS DE LOS ANCIANOS DESAMPARADOS

Cesión absoluta que hace D. Felix Mª Villa y Santamarina del Hospital Asilo de San José de esta villa de Cangas de Tineo, a la Superiora General de las Hermanitas de los pobres o ancianos desamparados, llamada Sor María de Jesús, residente en su Asilo-Noviciado de Valencia, quien delega para poder efectuar su cometido en Sor Carmen de San Francisco, actual Superiora del Asilo de Ancianos de Oviedo, que aceptará el indicado edificio a nombre de dicha Sra. Al verificar la cesión se expresarán en el documento redactado al efecto (que será una conciliación) las condiciones siguientes:

    1. Que la cesión será absoluta, sin restricción alguna de la propiedad existente del edificio, en la que se incluyen todas sus salidas, huertos y jardín adyacentes, cementerio y pozo, con más las dos casitas que radican en dicha propiedad, formando un perímetro aproximado de 12 áreas y 59 centiáreas.
    2. Que también hace cesión de todos los muebles, ropas y alhajas que en la casa existen, sin otra reserva que un nicho en el cementerio, construido a sus expensas para que sirva al fundador del establecimiento de honrosa sepultura.
    3. Que por cuanto había ofrecido al Prelado de la Diócesis el patronato de la casa con la propiedad de la misma, contando con su protección prometida, a fin de darle desarrollo en sus más perentorias necesidades, las cuales olvidó, desisto por lo tanto en la concesión de tales derechos por verme desasido de compromiso, por más que apareciere en cláusulas de mi testamento.
    4. y última: Que siendo perpetua y para siempre la cesión hecha del Establecimiento a la Institución de las Hermanitas, como se deja descrita, estas o quien las represente nunca podrán enajenar el edificio y demás propiedad adyacente, ni darle otro uso más que el que actualmente tiene, con el nombre de Hospital para los enfermos y pobres y ancianos de la villa de Cangas y su concejo, porque siendo construido para este fin con las limosnas de personas caritativas, no puede hacerse otro uso sin faltar a las leyes de la equidad y justicia. Así mismo, para evitar todo evento en lo futuro y asegurar su existencia, abandonado que fuera de las Hermanitas, que hoy lo poseen, entonces pasará la propiedad al Sr. Cura Párroco de la propia villa de Cangas, al Alcalde de la misma, al Señor Arcipreste del distrito y al Sr. Rector de Corias, para que todos de consuno acuerden lo que mejor convenga para secundar las intenciones del fundador, manifestadas en este documento, cuyo original existirá en el Archivo Municipal de la propia villa de Cangas de Tineo.

Aparta de todo derecho a sus herederos, declarando que el Establecimiento construido pertenece a los enfermos pobres del pueblo y su comarca, por más que haya coadyuvado a su existencia.


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La propaganda de don Herminio. Cuatro carteles de la fiesta del Acebo, 1962 – 1978

El gran radiofonista José Luis Pecker en 1970 entrevistando en El Acebo a don Herminio Rodríguez Roces, “el cura del Acebo”, que fue durante más de veinte años gran animador y promotor de este santuario.

Don Herminio Rodríguez Roces fue cura del santuario del Acebo desde 1962 hasta su fallecimiento el 21 de enero de 1985. Era natural del concejo de Siero. Fue un gran dinamizador del santuario. Su objetivo era atraer gente, cuanta más mejor, y para ello utilizó todos los medios de propaganda a su alcance: la prensa, la radio y los carteles anunciadores.

En los carteles anunciaba el programa de las celebraciones e introducía eslóganes con grandes letras: “¡El Santuario del Occidente es el del Acebo!” o “Un Santuario Mariano El Acebo”. Los programas de esos años no se reducían solo al día grande del 8 de septiembre y la novena, sino que duraban dos meses; por ejemplo, en 1967 la fiesta ocupó desde el 30 de agosto al 29 de octubre. Don Herminio era un innovador, y cada año buscaba hacer actividades nuevas y programas atractivos. Durante algunos años organizó el “Día del madrileño en el Acebo”, que se hacía el domingo anterior a la fiesta, y la “Fiesta de las ofrendas y ramos a la Virgen del Acebo”, que se llevaba a cabo el domingo posterior al 8 de septiembre, donde subastaba las ofrendas, a menudo de animales, que hacían los devotos. Para realzar los actos religiosos invitaba al Arzobispo de Oviedo o al Deán de la Catedral, y para animar la fiesta profana traía al Gaitero Mayor de Asturias, a los Campeones de la Canción Asturiana, a grupos de Coros y Danzas de Avilés, Gijón, El Entrego o La Foz de Morcín, además de música del país y grupos locales, como el Son d’Arriba, etc.

En el cartel de las fiesta de 1975 anuncia la celebración del Cuarto Centenario 1575 – 1975. La fecha de 1575 es en la que, según el padre Luis Alfonso de Carballo, ocurrió el milagro de la curación de María Noceda, que trajo consigo numerosas peregrinaciones al Acebo y la expansión del santuario.

Para facilitar la llegada de los visitantes al Acebo en esos días festivos, los carteles también informaban del modo de acceder hasta el santuario, situado a 1.195 metros de altitud. En 1967 se anunciaba el “servicio del Land Rover de Perandones”, que subía desde la villa de Cangas todos los días desde las nueve de la mañana. Asimismo, en 1972 los carteles indicaban la organización para acceder en coche al Acebo durante los días grandes: la subida había que hacerla por la carretera de Carceda y la Pilarina, y la bajada por Robléu de San Cristóbal.

Gracias al Depósito Legal, custodiado en la Biblioteca de Asturias “Ramón Pérez de Ayala”, de Oviedo, conocemos cuatro carteles de esos años: 1962, 1967, 1975 y 1978. Todos impresos en Graficas Lux (Oviedo).

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La propaganda de don Herminio. Cuatro carteles de la fiesta del Acebo, 1962 – 1978

El gran radiofonista José Luis Pecker en 1970 entrevistando en El Acebo a don Herminio Rodríguez Roces, “el cura del Acebo”, que fue durante más de veinte años gran animador y promotor de este santuario.

Don Herminio Rodríguez Roces fue cura del santuario del Acebo desde 1962 hasta su fallecimiento el 21 de enero de 1985. Era natural del concejo de Siero. Fue un gran dinamizador del santuario. Su objetivo era atraer gente, cuanta más mejor, y para ello utilizó todos los medios de propaganda a su alcance: la prensa, la radio y los carteles anunciadores.

En los carteles anunciaba el programa de las celebraciones e introducía eslóganes con grandes letras: “¡El Santuario del Occidente es el del Acebo!” o “Un Santuario Mariano El Acebo”. Los programas de esos años no se reducían solo al día grande del 8 de septiembre y la novena, sino que duraban dos meses; por ejemplo, en 1967 la fiesta ocupó desde el 30 de agosto al 29 de octubre. Don Herminio era un innovador, y cada año buscaba hacer actividades nuevas y programas atractivos. Durante algunos años organizó el “Día del madrileño en el Acebo”, que se hacía el domingo anterior a la fiesta, y la “Fiesta de las ofrendas y ramos a la Virgen del Acebo”, que se llevaba a cabo el domingo posterior al 8 de septiembre, donde subastaba las ofrendas, a menudo de animales, que hacían los devotos. Para realzar los actos religiosos invitaba al Arzobispo de Oviedo o al Deán de la Catedral, y para animar la fiesta profana traía al Gaitero Mayor de Asturias, a los Campeones de la Canción Asturiana, a grupos de Coros y Danzas de Avilés, Gijón, El Entrego o La Foz de Morcín, además de música del país y grupos locales, como el Son d’Arriba, etc.

En el cartel de las fiesta de 1975 anuncia la celebración del Cuarto Centenario 1575 – 1975. La fecha de 1575 es en la que, según el padre Luis Alfonso de Carballo, ocurrió el milagro de la curación de María Noceda, que trajo consigo numerosas peregrinaciones al Acebo y la expansión del santuario.

Para facilitar la llegada de los visitantes al Acebo en esos días festivos, los carteles también informaban del modo de acceder hasta el santuario, situado a 1.195 metros de altitud. En 1967 se anunciaba el “servicio del Land Rover de Perandones”, que subía desde la villa de Cangas todos los días desde las nueve de la mañana. Asimismo, en 1972 los carteles indicaban la organización para acceder en coche al Acebo durante los días grandes: la subida había que hacerla por la carretera de Carceda y la Pilarina, y la bajada por Robléu de San Cristóbal.

Cartel cuarto centenario 1575 - 1975Cartel año 1967Cartel año 1978Cartel año 1962

Gracias al Depósito Legal, custodiado en la Biblioteca de Asturias “Ramón Pérez de Ayala”, de Oviedo, conocemos cuatro carteles de esos años: 1962, 1967, 1975 y 1978. Todos impresos en Graficas Lux (Oviedo).

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La calle de Anselmo del Valle (antigua calleja de Reigada)

Algún día tendremos que empezar a escribir en el Tous pa Tous la historia de las calles y plazas de la villa de Cangas del Narcea, y a desvelar la biografía de los personajes que les dan nombre. Ya hemos dado algunos pasos con las biografías de Mario Gómez, José Francisco Uría, el padre Luis Alfonso de Carballo, Alejandro Casona, y los alcaldes José Mª Díaz “Penedela” y Joaquín Rodríguez, pero todavía nos queda mucho por hacer.

Hace unas semanas nos encontramos en el Archivo Municipal, en un libro de actas de las sesiones del ayuntamiento, el acuerdo para poner el nombre de Anselmo González del Valle (La Habana, 1852 – Oviedo, 1911) a una calle de la villa. En realidad, el nombre dado a la calle, que es el que todavía mantiene hoy, fue el de Anselmo del Valle, que era como se le conocía a este filántropo, industrial, músico y modernizador del vino de Cangas. El acuerdo se tomó el 25 de enero de 1891, siendo alcalde José de Llano Valdés, y dice así:

“Acordó asimismo el Ayuntamiento por unanimidad aprobar las obras y gastos hechos en el arreglo de la calleja de Reigada, la cual se llamará de D. Anselmo del Valle por haber cedido una faja de terreno con dicho objeto”.

Detalle del acta de la sesión del ayuntamiento de 25 de enero de 1891 donde se acordó poner el nombre de Anselmo del Valle a una calle de Cangas del Narcea

La calle, para los pocos que no la conozcan, une la calle de La Fuente con La Veiguitina y el río Narcea.

Una de las consecuencias del crecimiento de las urbes es la desaparición del espacio rural circundante y de los viejos nombres de esos lugares; la apertura de calles nuevas trae consigo, en la mayor parte de los casos, nombres nuevos. El nombre de Anselmo del Valle vino a sustituir a otro que hoy ya no recuerda nadie en Cangas del Narcea: la calleja de Reigada.

Calle de Anselmo del Valle en Cangas del Narcea, 14 de febrero de 2012

El nombre de Reigada es probable que viniese de una familia que con ese apellido vivía en el número 22 de la calle de La Fuente. De todos modos, este apellido procede del topónimo La Reigada, que es muy frecuente en Asturias; da nombre a varios pueblos de los concejos de Allande, Tineo, Candamo, Pravia e Illas, así como a otros muchos lugares: La Reigada, por ejemplo, se llaman unos praos en el camino de Besullo a El Pumar de las Montañas. Según Xosé Lluis García Arias, este nombre procede de la palabra latina radix, “raíz”, y en concreto del adjetivo radicatus que significa “enraizado”.

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El Orfeón de Cangas de los años 60

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El Orfeón en el Teatro Toreno

La afición por la música coral en Cangas del Narcea no tuvo su primera manifestación en el nacimiento de la actual Coral Polifónica. Con anterioridad, otras agrupaciones, más o menos estables, canalizaron el gusto por el canto con actividades casi siempre ligadas a los actos litúrgicos de la iglesia parroquial.

Así, en La Maniega, Boletín del Tous pa Tous, se recoge en un número del verano de 1927 una actuación del Orfeón durante las fiestas del Carmen. El cronista anónimo, después de destacar su actuación, escribe lo siguiente:

“¿Y qué diríamos del Orfeón? Pues del Orfeón diríamos que su director, don Lorenzo Menéndez, nos presentó un conjunto agradable de voces que cantaron muy bien, teniendo que repetir algunas canciones, y que estaban muy monas las orfeonistas Pilar Castrillón, Carmina Tejón, Esperanza Tejón, Marina Queipo, Remedios Pertierra, Alicia Rodríguez Magadán, Adela Avello, Olvido Rodríguez, Matilde Collar, Victoria Rodríguez, Mercedes Fernández, Carmina Rodríguez, Lucía Rodríguez y Cristina Rodríguez.”

Ahora bien, de entre todas las agrupaciones musicales antecesoras a la actual Coral Polifónica de Cangas del Narcea destaca el Orfeón dirigido por don Juan José Uráin.

El nacimiento de esta agrupación coral está ligado a la llegada a Cangas del Narcea del mencionado don Juan José Uráin Macazaga, un vasco nacido el 5 de enero de 1925 en Deva (Guipúzcoa), que fue destinado a nuestra villa como director de la Banda de Música en 1957. Desde entonces reside entre nosotros.

Juan José Uráin había desarrollado su preparación musical primero bajo la tutela de su padre y con posterioridad en el Conservatorio de San Sebastián, donde completó sus estudios de piano y órgano. Ejerció como director de la Banda hasta febrero de 1968, cuando al desaparecer ésta quedó en situación de excedencia forzosa.

Al poco tiempo de llegar a nuestra villa y por iniciativa de varios cangueses surgió la idea de crear un Orfeón con el fin de dar realce a las fiestas más importantes del año: Semana Santa, el Carmen, la Magdalena y Navidad. Eran tiempos en los que la actividad minera estaba en pleno auge, abundaba el trabajo y el buen ambiente; fue una época de gratos recuerdos para los cangueses que la vivieron.

La vida del Orfeón se prolongó durante los años 60 y su desaparición tuvo lugar en torno a 1969. Las causas del fin de sus actividades fueron las habituales en este tipo de conjuntos: desmotivación, envejecimiento de los componentes, falta de participación de los jóvenes, etc.

El Orfeón estuvo siempre muy ligado a la iglesia parroquial, colaborando con ella desinteresadamente. El repertorio era básicamente de carácter popular y religioso: Misas de Perosi, de Pío X, etc.

El Orfeón nació como una agrupación exclusivamente masculina, ya que se enfocó como una actividad realizada por un grupo de amigos. Más adelante se decidió incorporar voces femeninas. Los ensayos tenían lugar entre las sillas de la iglesia, ya que por aquel entonces no disponía de bancos. En aquella época la silla de la iglesia había que pagarla. Los que tenían reclinatorio propio no echaban el perrón en el cepo, que llevaba un candado para preservar de tentaciones a los monaguillos, pero los demás feligreses debían hacerlo.

Con motivo de la celebración del Corpus, don Dositeo, párroco de Cangas en aquellos años, invitaba a todos los coristas a vermut y pasteles en la Confitería de Milagros, y en época de novenas, a pasteles y vino de misa en la propia sacristía de la iglesia.

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El Orfeón en el Club al principio de la década de los 60.

Un testimonio de cómo en Cangas se dieron siempre la mano música y gastronomía es la reseña periodística de Carlos Graña Valdés en un diario de la época (1960), que al hablar de la celebración de la festividad de Santa Cecilia concluye así: “Finalizaron los actos con una comida de hermandad en una fonda que tiene fama de presentar menús apetitosos y facturas moderadas”. Eran otros tiempos. Tiempos en los que abundaban las cenas en casa Juacona, en casa Benjamín de Corias o en el Club.

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Lorenzo Menéndez Alonso y su grupo musical en 1935

Recuerda don Juan José Uráin la afición que siempre hubo en Cangas por la música de banda y el canto. Destaca especialmente la labor realizada por don Lorenzo Menéndez, cangués, que fue durante muchos años motor del movimiento musical en nuestra localidad.

Cuando el señor Uráin llegó a Cangas existía una Asociación o Congregación de las Hijas de María dirigida por Mari Paz Menéndez, que cantaba por el mes de mayo y en la novena de la Inmaculada Concepción. Mari Paz Menéndez cedió el puesto de organista a Juan José Uráin. Tras los cambios habidos en la Iglesia Católica con motivo del Concilio Vaticano II desapareció la Congregación.

A continuación se formó un pequeño coro de niñas con el objeto de tener un grupo para atender las fiestas parroquiales, que poco después, a medida que las niñas crecieron, dejó de existir. Viendo la necesidad de poder contar con un coro para el realce de las fiestas religiosas se creó otro coro, éste sólo de mujeres, que cantó durante muchos años las novenas del Carmen, la Navidad y todos los entierros de la villa.

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Algunas muestras de la escultura del siglo XVI en el suroccidente de Asturias y su prolongación en el primer cuarto del siglo XVII

Fig. 1 – Crucificado de la iglesia parroquial de Ambres, siglo XVI

En este artículo queremos dar a conocer algunas muestras de la escultura quinientista (siglo XVI) en el suroccidente de Asturias y su prolongación durante el primer cuarto del siglo XVII, sobre todo haciendo hincapié en aquellas conservadas en las iglesias y capillas palaciegas del concejo de Cangas del Narcea. Unas muestras muy poco conocidas y, por qué no decirlo, insuficientemente valoradas frente a las imágenes medievales veneradas en la mayor parte de las parroquias y que han adquirido cierto prestigio.

No son muchas las muestras de escultura de los tres primeros cuartos del siglo XVI conservadas en el suroccidente de Asturias, debido a que los saqueos, deterioros de las piezas y las destrucciones ocasionadas en la Revolución de Octubre y en la Guerra Civil han acabado con gran parte de este más que interesante patrimonio.

Durante los primeros años del siglo XVI, debido a las dificultades que atravesaba nuestra región por la crisis estructural provocada por un aumento notable de población y una producción agraria baja, así como el incendio de Oviedo de 1521, la formación de talleres de artistas locales fue prácticamente inexistente (Javier González Santos, «Escultura del siglo XVI», en El Arte en Asturias a través de sus obras, La Nueva España, 1996, pág. 518). La carencia de estos talleres propició la importación de obras desde otros centros artísticos, que siempre estuvo ligada a las familias nobles con alto poder adquisitivo. En cambio, las piezas de producción local debemos de relacionarlas con la acción de humildes tallistas que tallaban pequeñas imágenes de devoción popular para el ornato de alguna iglesia o capilla. También conviene advertir que estamos en una zona eminentemente rural en donde los núcleos urbanos, idóneos para la formación de talleres, fueron prácticamente inexistentes. Solo las villas de Cangas del Narcea y Pola de Allande contaron con una población de carácter urbano. Aunque, la villa de Cangas tenía una reconocida actividad económica (sede de un feria desde el siglo XIV) no fue ajena a la crisis, y su verdadera importancia llegó hacia 1639 con la fundación de la colegiata de Santa María Magdalena por don Fernando de Valdés Llano, arzobispo de Granada y Presidente del Consejo de Castilla, y la formación de un taller escultórico capitaneado por los hermanos Pedro y Antonio Sánchez de Agrela. Por su parte, la Pola de Allande, como todo el concejo, estaba bajo el señorío de la familia Cienfuegos, bajo cuya financiación se fundó y edificó la iglesia de San Andrés para templo de la familia (proyecto que quedó desestimado en favor de la iglesia de San Tirso el Real de Oviedo donde están sepultados todos los miembros de esta familia) y la dotación de la capilla mayor con un monumental retablo que es una de las piezas más estimables de la escultura quinientista en Asturias (realizado con anterioridad a 1562, se viene atribuyendo al taller del escultor palentino Manuel Álvarez, conocedor del estilo y modelos de Alonso Berruguete, el gran escultor del manierismo castellano).

Fig. 2 – Crucificado de la iglesia de San Salvador en Grandas de Salime, siglo XVI

La escultura local fue en esta época bastante menguada. No obstante, contamos con alguna excepción. La iconografía más demandada fue la del Crucificado y la de la Virgen María. Entre los primeros debemos referirnos al Crucificado de la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Ambres (fig. 1). La iglesia fue destruida durante la Guerra Civil, reconstruyéndose en 1983. De toda la imaginería solo se conserva el Crucificado, de tamaño natural, y uno de los mejores ejemplos de la escultura del siglo XVI en la zona. En ella se pierden todos los ecos del patetismo de los Cristos góticos, se suaviza el modelado, se alarga ligeramente el canon y se busca una serenidad propia del clasicismo. El rostro es sereno y apacible, con los ojos cerrados. El paño femoral está resuelto por unos pliegues suaves, poco profundos y tallados de manera suave y curva. Sin duda, se trata de una obra castellana del tercer cuarto del siglo XVI. Lamentablemente, ha perdido la encarnación y la policromía, y le añadieron unas potencias vulgares.

En el retablo pasional de la iglesia de San Salvador en Grandas de Salime se conserva otro Crucificado del siglo XVI (fig. 2) del que sabemos que fue policromado por el pintor lucense Antonio Fernández (doc. 1604-1607), en 1607 (Ramallo, Escultura barroca, pág. 132). Al igual que el de Ambres, es un Cristo muerto, con la lanzada en el costado, y de canon ligeramente alargado que recuerda a los esculpidos por Alonso Berruguete (h. 1490-1561) y sus imitadores, propio del último cuarto del siglo XVI. Su anatomía robusta, sobre todo en la zona abdominal, nos habla de la influencia del romanismo cultivado por Gaspar Becerra (Baeza, Jaén, 1520 – Madrid, 1568) a través de la imaginería del retablo mayor de la Catedral de Astorga realizado entre 1558-1562.

Fig. 3 – Cristo de La Salud, antiguo Cristo del Hospital, en la basílica de Cangas del Narcea, siglo XVI

Finalmente, en una de las capillas de la basílica de Cangas del Narcea hay otro Crucificado del último cuarto del siglo XVI (fig. 3), denominado en la actualidad Cristo de La Salud, antiguo Cristo del Hospital. Esta imagen procede de otra iglesia situada en la calle Mayor y que actualmente se usa como sala polivalente de la parroquia. Fue construida, junto al Hospital, fundación de la familia Omaña, en 1555 por don Ares de Omaña, llamado El Negro. Como los anteriores, este Crucificado esta muerto y se caracteriza por un canon excesivamente alargado. El tratamiento del paño de pureza está resuelto mediante unos pliegues curvos, suaves y poco profundos.

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Fig. 4 – Virgen con el Niño en la iglesia de Celón (Allande), siglo XVI.

De las imágenes marianas llama la atención la Virgen con el Niño (fig. 4) en el retablo mayor de la iglesia de Santa María de Celón (Allande). Es un grupo inexpresivo donde destaca la ausencia de comunicación emocional entre la Madre y el Hijo. Copia o trata de copiar la Virgen de la Luz en la Catedral de Oviedo, realizada por el escultor palentino Manuel Álvarez (Castromocho, Palencia; h. 1517 ? Valladolid, post. 1587) en 1552 (González Santos, «Escultura del siglo XVI», en El Arte en Asturias a través de sus obras, págs. 524-525). Su factura data del último tercio del siglo XVI. Fue restaurada en 1991 por el taller Arte y Oro de Gijón (limpieza, repinte y se añadió el pájaro del Niño).

Fig. 5 – Nuestra Señora con el Niño en la iglesia de Noceda de Rengos, siglo XVI

La imagen de Nuestra Señora con el Niño en la iglesia de San Esteban de Noceda de Rengos (fig. 5) es otro ejemplo de la asimilación por parte de los artistas locales del manierismo castellano. Destaca por el canon alargado y una inestabilidad propia del último cuarto del siglo XVI. Del mismo modo que en la Virgen de Celón, no se desprende ninguna comunicación emocional entre la Madre y el Hijo. Parece que sigue la iconografía de la Virgen de los Ojos Grandes de la Catedral de Lugo.

En el último cuarto del siglo XVI y durante el primer tercio del siguiente se produjo una activación de la práctica escultórica asturiana. A ello contribuyó la mejora de la situación económica de la región como resultado de la extensión del cultivo del maíz, lo que propició un aumento de la población y de las rentas agrarias (González Santos, «Escultura del siglo XVI», en El Arte en Asturias a través de sus obras, pág. 518). En el último cuarto del siglo XVI ya aparecen los primeros escultores asturianos cuya labor se propagó durante el primer cuarto del siglo XVII. El panorama artístico durante los primeros veinte años es bastante oscuro, y es difícil investigar y catalogar las escasas obras que han perdurado al paso de tiempo debido, ante todo, a la escasa documentación que ha llegado hasta nuestros días. Sí hemos de calificar con una palabra la producción en este periodo es la de diversidad, es decir una constante venida de artistas e influencias procedentes de otros ámbitos artísticos: Oviedo, Lugo, Toro, Ponferrada y Astorga. En primer lugar, la ejercida por los maestros asturianos avecindados en Oviedo y centrada en Cangas del Narcea y en la parte oriental del concejo de Tineo. En segundo lugar, la influencia del manierismo leonés que llegó al concejo de Cangas del Narcea a través del puerto de Leitariegos, que lo comunica con las comarcas leonesas de Babia y Laciana. Finalmente, los artistas procedentes de las diócesis de Lugo y Mondoñedo, sobre todo en los concejos más occidentales de la región y más próximos a Galicia, como Ibias, Grandas de Salime y Pesoz.

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Fig. 6 – Retablos colaterales del santuario del Acebo, obra de Juan Menendez del Valle y Juan de Torres, 1598

Los maestros asturianos documentados procedían de Oviedo, no habiendo constancia documental de ninguno natural del concejo de Cangas del Narcea. En los albores del siglo XVII desarrollaron su actividad los denominados por Javier González Santos como los «pintores-tallistas» (Los comienzos de la escultura naturalista en Asturias, 1997, pág. 14) que pintaban ciclos murales en iglesias y falsos retablos, aparte de ello también policromaban imaginería y esta fue la manera de entrar en el mundo de la estatuaria y del retablo. En suma eran los únicos imagineros que había en Asturias en el siglo XVI. Claro ejemplo lo constituye el hecho de que en 1598, los administradores del santuario de Nuestra Señora de El Acebo (Cangas del Narcea) se ajustasen con Juan Menéndez del Valle y Juan de Torres, «pintores» y vecinos de Oviedo, para realizar tres retablos según la traza que se dispuso de antemano (fig. 6).

A Juan Menéndez también le debemos el antiguo retablo mayor del santuario de Nuestra Señora de El Acebo, hoy en día en la iglesia de Linares de El Acebo (ver el artículo en el Tous pa Tous). La actividad de estos maestros se extinguió hacia 1625. En ese momento fueron relegados por otra generación de artistas de la que formaban parte los ensambladores Francisco González Quinzanes (Oviedo, h. 1591-1602 – Oviedo, 1657), Alonso Carreño (doc. 1623-1650) y Pedro García (doc. 1623-1641), contemporáneos de Luis Fernández de la Vega (Llantones, Gijón; 1601 ? Oviedo, 1675), uno de los mejores interpretes de los modelos naturalistas de Gregorio Fernández (1576-1636) en el norte de España. Estos artistas desterraron, de manera definitiva, las formas artificiosas del manierismo castellano a favor del clasicismo herreriano que se inició con el retablo mayor del monasterio benedictino de Santa María la Real de Obona (Tineo), que ellos mismos ensamblaron y esculpieron entre 1622-1623.

Fig. 7 – Sillería del coro de la iglesia del monasterio de Corias, obra de Juan Ducete Díez, 1610

Por su parte, los artistas castellanos procedían de las actuales provincias de León y Zamora. De la primera, de Ponferrada y Astorga. De Ponferrada se documenta la presencia del ensamblador Mateo Flórez (doc. 1622-1674), responsable del desaparecido retablo en la iglesia de San Juan el Degollado de Villaláez, en 1624. De Astorga vino, en 1619, el ensamblador Antonio Ruiz (doc. 1619-1633) para realizar dos retablos para la parroquia de San Vicente en Regla de Naviego. Desde Toro (Zamora) se trasladó a Asturias el arquitecto y escultor Juan Ducete Díez (1549-1613) a trabajar en las fundaciones valdesianas: el retablo mayor de la colegiata de Santa María la Mayor de Salas y el de la capilla de la Universidad de Oviedo, en 1606. Aprovechando su presencia en Asturias y viendo los buenos resultados logrados por Ducete, el monasterio de Corias le encomendó una sillería (fig. 7) para el coro bajo de su templo monasterial cuyo contrato se firmó en el monasterio el 21 de junio de 1610.

Finalmente, en la villa zamorana de Benavente (por entonces de la diócesis de Oviedo) nació el entallador Juan de Medina Cerón (h. 1567-1646), que en 1598 ya se encontraba asentado en Oviedo, quizás avalado por el propio Ducete, donde llegó a ser el escultor más avanzado de su generación y conocedor de las premisas italianizantes del último cuarto del siglo XVI que sin duda conoció durante su aprendizaje en Castilla.

Por su parte, desde las diócesis de Lugo y Mondoñedo se trasladaron el pintor Antonio Fernández (Monforte de Lemos, Lugo, doc. 1604-1607), al que ya mencionamos al hablar del Cristo en la iglesia de Grandas de Salime, y el escultor y pintor Juan de Castro († 1633) que se estableció en Asturias en torno a 1628 para trabajar el retablo mayor de la iglesia de San Salvador de Grandas de Salime, una de las primicias de la retablística del primer tercio del siglo XVII en Asturias, y posteriormente alrededor de 1631 se trasladó a la villa de Cecos (Ibias), avalado por los Ron, para trabajar en el alhajamiento de la iglesia parroquial de Santa María (aún persiste el retablo de Nuestra Señora del Rosario, obra de su taller).

Frente a esto, la escultura local fue bastante pobre, por no decir inexistente. No se ha documentado la actividad de ningún artista oriundo de la zona. Sin duda, existirían meros artesanos, de modesta cualificación artística, cuya labor era atender y satisfacer una demanda orientada a las capillas de las pequeñas aldeas que, debido a sus escasos medios económicos, no podían permitirse el lujo de acudir a los talleres artísticos.

EL MAESTRO JUAN DE MEDINA CERÓN

Fig. 8 – San Mateo en la iglesia de San Vicente de Villategil, obra de Juan de Medina Cerón, 1604.

Fue Juan de Medina Cerón el maestro de mejores dotes en la Asturias del primer cuarto del siglo XVII. Aunque natural de Benavente, apartir de 1598 ya lo encontramos en Oviedo titulado como «imaxinario». Estableció infinidad de mancomunidades (compañías) con otros maestros de su misma generación, como el pintor ovetense Andrés de Muñó con el que trabajó diez largos años desde que se conviniesen en Romadonga (Gozón), en 1602. Fue Muñó quien policromó la mayor parte de los retablos e imágenes realizadas por Cerón. La primera noticia documental de este escultor en la villa de Cangas del Narcea es de 1607, cuando arrendó una casa en la calle del Puente por un año, aunque existe algún trabajo suyo previo, como la imagen de San Mateo en la iglesia de San Vicente de Villategil (fig. 8), realizada en 1604 y encargada por Mateo Meléndez el Mozo según la inscripción pintada en la peana: «este. san. mateo. m / ando. hacer. mateo / melendez el moco 1604».

Fig. 9 – Antiguo retablo mayor en la iglesia de Carceda, obra de Juan de Medina Cerón, 1609.

En 1609 realizó una de sus obras más destacadas: el antiguo retablo mayor (fig. 9) en la iglesia de Santa María de Carceda (hoy día, en la nave de la iglesia). La escritura se firmó en la villa de Cangas del Narcea el 22 de junio. En ella Cerón se ajustó con Francisco Martínez de Castrosín, mayordomo de la parroquia, para realizar un retablo en la capilla mayor, «de talla y pintura», y con una imagen que le ordenase el propio mayordomo, o sino tan solo la parte tocante a la arquitectura. A pesar del clasicismo manifiesto en el empleo de las columnas de orden dórico, con el fuste estriado y con el tercio inferior sin labrar, el frontón triangular del ático y las metopas y triglifos del primer piso, aún mantiene ciertos rasgos del manierismo, como las cabezas de querubines en el segundo friso, la decoración de los laterales del banco y la efigie del Padre Eterno del tímpano del frontón.

Fig. 10 – Retablo de la capilla de los Sierra en la iglesia de Jarceley, obra de Juan de Medina Cerón, 1611.

En 1611 realizó el retablo de la capilla de los Sierra en la iglesia de Santa María de Jarceley (fig. 10), muy influenciado por el de Carceda. Destacan sus esculturas, sobre todo el Calvario que sigue los modelos del escultor palentino Manuel Álvarez (Castromocho, Palencia, h. 1517 ? Valladolid, post. 1587), sobre todo por el Cristo del retablo del lado del evangelio de la iglesia de Villabáñez (Palencia). Seguramente, fue policromado por Andrés de Muñó con el que Cerón tenía establecida mancomunidad.

Fig. 11 – Retablito del Niño Jesús en la iglesia de Tebongo, obra de Juan de Medina Cerón, siglo XVII

Suyo también es el retablito del Niño Jesús en la iglesia de San Mamés de Tebongo (fig. 11), muy similar con lo visto en Jarceley. La imagen del Niño Jesús está ricamente estofada con motivos vegetales, obra del propio Muñó.

Pero la obra más destacada de Medina Cerón en el concejo de Cangas del Narcea es el desaparecido retablo de la capilla del licenciado Labio en la iglesia de Cibuyo, destruido en 1992 (fig 12). Se había realizado en 1612, según se dice en la carta de pago suscrita con el artista el 13 de setiembre de ese año.

Fig. 12 – Antiguo retablo de la capilla del licenciado Labio en la iglesia de Cibuyo, destruido en 1992. Obra de Juan de Medina Cerón, 1612. Fotografía de Germán Ramallo.

Ramallo valoró su buena composición y plasticidad en el tratamiento de los relieves, en consonancia con las premisas italianizantes que se impusieron en España en el último tercio del siglo XVI (Escultura barroca, 1985, págs. 131-132, fig. 9). Las figuras de los relieves están envueltas por unos ropajes trabajados de manera suave y curva. El tratamiento del rostro destaca por la plasticidad de barbas y peinados, buscando los efectos de claroscuro. La policromía seguramente se deba al propio Andrés de Muñó.

OTROS MAESTRO ARTISTAS: ANTONIO RUIZ Y MATEO FLÓREZ

De los artistas foráneos es obligatorio referirse al astorgano Antonio Ruiz, que el 28 de julio de 1619 firmó, en Regla de Naviego, el contrato para realizar dos retablos en la parroquia de San Vicente de dicho lugar. Uno de ellos para colocar en una capilla adscrita a dicha parroquia, donde se veneraría la imagen de San Justo (no conservado).

Fig. 13 – Retablo en la iglesia de Regla de Naviego, obra de Antonio Ruiz, 1619.

El otro (fig. 13) con los relieves de San Antolino y San Bernardino para la iglesia parroquial. La imagen titular (San Antonio) es de factura posterior, del último tercio del siglo XVIII, en relación con la imagen de la misma advocación de la iglesia de San Salvador de Grandas de Salime, labrada por Froilan Basurto París, en 1770. Los apéndices laterales, con los relieves de San Miguel y San Juan Bautista, datan de 1605, según la inscripción grabada en el banco, y los atribuimos al escultor Medina Cerón. La policromía fue realizada por el pintor Pedro García (doc. 1620-1637), natural de León, cuya carta de pago se firmó en Cangas el 24 de mayo de 1620. Este pintor fue el mismo que doró en 1637 el primitivo retablo mayor del santuario de Nuestra Señora de Carrasconte, en el norte de León (Mayán Fernández, «El Santuario de Nuestra Señora de Carrasconte», Archivos Leoneses, nº III, 1949, pág. 41).

Finalmente, el ensamblador ponferradino Mateo Flórez realizó el retablo mayor en la iglesia de San Juan el Degollado o «de las Aguas» de Villaláez en 1624. Flórez fue uno de los máximos representantes de la escultura ponferradina de la primera mitad del siglo XVII, siendo su obra cumbre el retablo mayor de la basílica de la Encina en Ponferrada. El retablo de Villaláez fue vendido en 1974 a don Andrés Alonso Gutiérrez, anticuario, vecino de León, por 200.000 pesetas (Marcos Vallaure, «Un caso escandaloso y ejemplar: Villaláez», en Datos e informes para una política cultural en Asturias, 1980, págs. 272-279).

Con todo ello esperamos haber despertado el interés del lector por un arte, hasta ahora prácticamente desconocido, que ejemplifica la intensa religiosidad de una región sumergida en una profunda crisis económica y estructural.

En próximos artículos hablaremos con detalle sobre alguno de estos maestros y de otros que hemos documentado, y cuyo grado de actividad en esta región fue bastante menor a los aquí mencionados, como sucede con los escultores Juan Ducete y Francisco González, y los pintores Juan de Torres, Baltasar de Torres y Toribio Suárez.

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Propuesta del médico Ambrosio Rodríguez para convertir el Acebo en el Lourdes asturiano, 1910 (II)

Carta de Ambrosio Rodríguez, 14 de agosto de 1910. Archivo del Santuario del Acebo

-Segunda parte-
El proyecto

La propuesta del doctor Ambrosio Rodríguez para impulsar y difundir el Santuario del Acebo aparece en una carta que desde Madrid remite el 14 de agosto de 1910 a Ángel Carrizo Díez, que era el cura de la parroquia de Linares y de aquel santuario desde 1907. Es una larga carta, que se conserva en el Archivo del Santuario y que reproducimos al final, en la que el doctor ofrece muchas ideas y propuestas, así como un modo de obtener el dinero para ejecutarlas. La carta se divide en tres partes.

La primera parte comienza mencionando las dos indulgencias que él mismo había obtenido para el Santuario de los obispos de Astorga y Madrid-Alcalá,  y cuyos títulos había enviado al cura. Las indulgencias se obtenían rezando delante de la imagen de la Virgen del Acebo, y con ellas conseguían los peregrinos la remisión de pecados y gracias divinas.

Después narra brevemente la historia del santuario en el siglo XVI y los muchos milagros que se deben a la Virgen, así como la similitud del Acebo con el santuario francés de Lourdes, que desde 1858 atraía a millones de peregrinos. Se extraña del desconocimiento del Acebo fuera de su territorio:

Tan fecundo y dilatado alcance atribuimos nosotros al Acebo, que no solo se nos hace inconcebible el desconocimiento o la indiferencia por parte de cuantos llevamos el nombre de españoles, sino que nuestra extrañeza llega al pasmo ante olvidos en que vemos incurrir a escritores de nota, que no están disculpados de ignorar hechos culminantes de la historia.

Romería del Acebo, h. 1910. Fotografía de Modesto Morodo. Col. Juaco López Álvarez

A continuación describe la fiesta del Acebo, y se emociona recordando la noche de la víspera con la foguera y los grupos diseminados por el campo, y la celebración del día 8 de septiembre con la procesión, las “filas de devotos”,  los sacerdotes “revestidos de ricos ornamentos”, la imagen de la Virgen, “el fuego graneado de los voladores de Cantarín” (el famoso pirotécnico cangués Raimundo Rodríguez “Cantarín”), la música, los “sagrados cánticos”, el repique de campanas, la misa solemne, etc.

Lógicamente para mejorar y difundir el Santuario del Acebo se necesitaba dinero, y el doctor sabe de donde sacarlo: pidiéndoselo a los que lo tienen. Por eso, la segunda parte de la carta es una extensa relación de personas (con sus direcciones postales) cuya cooperación debiera solicitar el cura para pagar las obras y mejoras del Santuario del Acebo. Hay dos listas: una de religiosos y otra de laicos. En la primera enumera a cuatro autoridades eclesiásticas naturales del concejo de Cangas del Narcea y al rector de los Dominicos de Corias. En la segunda aparecen los nombres de 62 “personas ricas”, la mayoría pertenecientes a la aristocracia española. La primera de la lista es la reina María Cristina. Ambrosio Rodríguez le propone al cura del Acebo “crear una Junta de Señoras devotas con su presidenta, vicepresidenta, secretaria y vocales que trabaje por el santuario”, así como otra de Caballeros. En la lista también aparecen numerosos emigrantes cangueses enriquecidos en Madrid,  la mayor parte naturales del Río Cibea, y otras personas más, como el político Antonio Maura, el escritor asturiano Armando Palacio Valdés, el confesor de la Reina, el también asturiano, José Montaña, etc.

Fin de la carta de Ambrosio Rodríguez, 14 de agosto de 1910.

La tercera parte de la carta es una “lluvia de ideas” que Ambrosio Rodríguez propone al cura del Acebo para llevar a cabo en beneficio y promoción del santuario: un álbum-recuerdo del Acebo; medallas de múltiples metales; rosarios; estampas, platos, jarros de cerámica de Llamas del Mouro, “figuras de recuerdo” con la imagen de la Virgen; obras en la torre de la iglesia, etc.

La carta termina comunicándole al sacerdote el envío de 50 pesetas para “artificios de pirotecnia ó fuegos artificiales” destinados a la fiesta del Acebo, “por la afición de nuestros paisanos a ellos”.

A pesar de la propuesta del doctor Ambrosio Rodríguez en 1910, el Acebo, cien años después, sigue siendo un sitio apacible, cuya tranquilidad solo se altera unas pocas semanas al año alrededor del 8 de septiembre. La “industriosa habilidad” que recomendaba don Ambrosio para gestionar el Acebo llegó muy matizada, y nuestro santuario, ¡gracias a la Virgen!, aún está muy lejos de alcanzar los cerca de seis millones de peregrinos que cada año visitan Lourdes.

CARTA DEL DOCTOR AMBROSIO RODRÍGUEZ

Madrid, 14 de agosto de 1910.

Sr. D. Ángel Carrizo Díez.

    Muy Sr. mío y de mi amistad: mucho celebraré se halle Usted bueno como igualmente su señor padre y hermana.

Concesión de 50 días de indulgencias, otorgada por el Obispo de Madrd-Alcalá por rezar ante la imagen de la Virgen del Acebo, 5 de julio de 1910. Archivo del Santuario del Acebo

Recibí sus dos cartas acusándome recibo de las indulgencias obtenidas para ese famoso santuario, que bien puede considerarse como el Lourdes asturiano, asentado sobre peana colosal en prominente cerro, y del que recordamos haber leído en el P. Carballo (Antigüedades de Asturias, tomo II, página 330) que por los años 1575 existía a una legua de Cangas de Tineo la renombrada ermita de Nuestra Señora del Acebo. Ocurrió allí que la Virgen se mostró y empezó a dispensar su milagrosa acción a una joven llamada María Noceda, conocida después con el nombre de María Santos; propalado el acaecimiento, acudieron al lugar algunos devotos necesitados de remediar sus males con tan valioso auxilio, y, repetidos los milagros, organizaronse peregrinaciones numerosas, en las que con preferencia figuraban cojos y tullidos que solían volver a sus hogares libres de sus antiguos ajes e imperfecciones, con lo cual la fama de la ermita extendió su radio por los pueblos comarcanos. El P. Carballo no solo relata estas cosas, sino que afirma haber presenciado él mismo diferentes milagros operados allí por la mediación y gracia de la Madre de Dios. ¿Y cómo desconocer la correspondencia que se descubre entre la apartada ermita del Acebo, en el último tercio del siglo XVI, y el prestigioso Lourdes del último tercio del siglo XIX? Si este tiene su Bernardette Subirous, aquel tuvo su María de los Santos; si contó aquel con cronistas respetables, que hablan de visu, de visu habla el P. Carballo, que no ha de cederles en respetabilidad; si los peregrinos curados en la piscina de la tierra francesa celebran y publican el beneficio recibido, no la habrán celebrado menos ni habrán dejado de publicarlo (aunque contaran con medios de publicidad menos difusivos) nuestros favorecidos conterráneos de Cangas y sus alrededores. A no diferir tanto los tiempos y la topografía y los medios de comunicación, los cangueses podían tal vez haberse envanecido con una vecindad donde el eco sonoro del prodigio, a la inversa de los ecos que aterraron los muros de Jericó, se hubieran alzados palacios y hoteles de la Unión Católica, y donde la industriosa habilidad se hubiera abierto camino franco y prodigo en rendimientos…

    Pero demos de mano a estas y otras incidencias que van retrasando desmedidamente el termino de nuestra carta, y repitamos que el Acebo le basta y le sobra con lo que fue y con lo que será para agujar el interés de las gentes, bien que abran su corazón al bendito influjo de místicos halagos, bien que amen con filial amor la memoria de los héroes que nos engendraron en la fe y en la gloria, bien que sepan sentir y admirar las bellezas serenas de la naturaleza y del arte, bien que, por su dicha, todo lo sumen, lo anhelen y lo gocen. Tan fecundo y dilatado alcance atribuimos nosotros al Acebo, que no solo se nos hace inconcebible el desconocimiento o la indiferencia por parte de cuantos llevamos el nombre de españoles, sino que nuestra extrañeza llega al pasmo ante olvidos en que vemos incurrir a escritores de nota, que no están disculpados de ignorar hechos culminantes de la historia.

¡Oh patria, cuyos triunfos,
la historia en vano mide!
¡Malhaya quien olvide
tus glorias y tu Dios!

¡Que nunca esta luz pura
no cese su relevo
y aun brille en el Acebo
cuando se apague el sol!

    En esa montaña que, escondiendo su cima entre las nubes, embarga con su horridez y su altura la vista del asombrado espectador, al llegar la noche de la víspera, la foguera que eleva al aire sus lampos rojos, los puntos de luz diseminados por el campo, el movimiento de la muchedumbre confusamente entrevisto, el sordo rumor que sube al espacio estremecido un punto por el característico ijujú, sugieren a la fantasía el espectáculo de un ejercito que vivaquea y se regocija entre las sombras, después de reñido combate. Y a la mañana siguiente, la clásica procesión que se organiza en la Capilla, con sus filas de devotos, no pocos de ellos descalzos y amortajados con el hábito ofrecido en tristes horas de enfermedad; con los sacerdotes revestidos de ricos ornamentos; con la venerada imagen de la Santina ataviada de su traje más precioso y conducida en andas; con el inacabable cortejo donde se confunden hombres, mujeres y niños de todas edades y condiciones, animados de un mismo sentimiento de adoración y gratitud; entre el estruendo del cañón pedrero, que desde la vecina altura hace salvas a la Reina del cielo, y el fuego graneado de los voladores de Cantarín, que estallan por un lado y otro y pueblan el aire de rizos de humo blanquecino y silvatos; entre los acordes de la música, los acentos de sagrados cánticos y el atropellado repique de las campanas, cuyos ecos repiten los montes y se pierden a lo lejos… suspende el animo y despierta emociones inefables, que aun más, si cabe, acrecen, cuando el inmenso concurso se detiene al llegar a la diminuta Capilla del Acebo donde se celebra la solemne Misa, y al aire libre, sin otro techo que el azul del firmamento, se escucha el trinar de las aves, relinchar de los caballos y otros indistintos rumores que son como efluvios de vida de la naturaleza, exhalan los corazones inmensa plegaria que pasa por los labios con siseo suavísimo y con invisible alas se remonta a Dios; y esos mismos corazones que forman un solo corazón, laten presurosos al caer sobre ellos la encendida y elocuente palabra del Pastor de las almas, que desde la improvisada cátedra, también al aire libre erigida, les habla de los favores del cielo, del amor de María y de los históricos milagros consumados allí…

    Por eso conservamos grato recuerdo de nuestras visitas al Acebo, en los días de su renombrada fiesta, libres de los ordinarios cuidados, ganosos de la paz de espíritu y del descanso del cuerpo, fuera del trafago del mundo y de las exigencias sociales, considerándolo día de reparaciones históricas, desvaneciendo errores de hispanofobia, desenterrando pruebas y documentos olvidados, ilustrando puntos y cuestiones particulares a la luz de la historia de este hermoso y antiguo santuario que despertó en mi alma emociones tan vivas y profundas.

Personas cuya cooperación pudiera solicitarse a favor de las obras
y mejora del templo y culto de la Virgen del Acebo.

Autoridades eclesiásticas y residentes ahora en el concejo.

  • Excmo. e Ilmo. Sr. D. Joaquín Rodríguez González, natural de Vega de Meoro y Deán de la Santa Iglesia Catedral de León.
  • Sr. Rector de los Dominicos de Corias, o de los religiosos de la orden de Santo Domingo de Corias.
  • Sr. Dr. D. Francisco Trapiello, hijo de la villa de Cangas de Tineo y canónigo de Palencia.
  • Sr. Dr. D. Pedro Cadenas, hijo de Llamera (Cibea), canónigo doctoral de Toledo, residente en Toledo.
  • Sr. Dr. D. Francisco Gómez Rodríguez, natural de Miravalles, canónigo residente en Valladolid.

Personas ricas cuyo auxilio, ayuda y amparo pecuniario debía solicitarse
 por medio de cartas, circulares u otros medios (señas de ellas).

  • A S. M. la Reina Dª. María Cristina Deseada, Enriqueta, Felicidad Reniero, archiduquesa de Austria, reside ahora en el palacio de Miramar, en Guipúzcoa, San Sebastián, y pasado el verano en el Palacio Real de Madrid.

    […]

  • Excma. e Ilma. Sra. Dª. Rafaela Ríos, condesa viuda de Revillagigedo, calle del Sacramento, nº 1, Madrid.

    […]

  • Excma. e Ilma. Señora Dª. María de Santa Cruz y Navia Osorio, marquesa de Ferrera y marquesa de San Muñoz. Calle de Alcalá Galiano, 8. Madrid.
  • Excma. e Ilma. Señora duquesa viuda de Najera, marquesa de Sierra Bullones, de Montealegre, de Guevara y condesa de Oñate, calle de Alcalá, nº 72, Madrid.
  • Excma. e Ilma. Señora Dª. María del Pilar de León de Gregorio Navarrete y Ayanz de Ureta, marquesa de Squilache. Plaza de las Cortes, nº 4 en Madrid.
  • Excmo. Sr. D. Juan Manuel de Urquijo y Urrutia, marqués de Urquijo. Calle de Alcalá, nº 49 cuadruplicado, Madrid.
  • Excmo. e Ilmo. Sr. marqués de la Torrecilla, mayordomo mayor de S. M. el Rey, Sumiller de Corps y jefe superior de Palacio, vive calle de Peligros, nº 2 en Madrid.
  • Excma. e Ilma. Señora Dª. María Luisa Carvajal Dávalos, duquesa de San carlos, condesa de Castillejo. Calle de San Bernardino, nº 14, Madrid.
  • Excmo. e Ilmo. Sr. D. Álvaro Queipo de Llano Fernández de Córdoba Gayoso de los Cobos y Álvarez de las Asturias Bohorques, conde de Toreno, vive calle de San Bernardino, nº 11, en Madrid.
  • Excma. e Ilma. Señora Dª. María Josefa Argüelles y Díaz, marquesa de Argüelles, vive: Paseo de la Castellana, nº 36, y Serrano, 69, Madrid.
  • Excmo. Sr. D. Cristóbal Colón de la Cerda, duque de Veragua, marqués de la Jamaica. Calle de San Mateo, nos. 7 y 9, Madrid.

    […]

  • Excmo. e Ilmo. Sr. D. Salvador Bermúdez de Castro y O’Lawlor, marqués de Lema, duque de Ripalda, calle de Alamgro, 17. Madrid.
  • Excmo. e Ilmo. Sr. D. Antonio Martín Nebot Murga y Trápaga, marqués de Linares, calle de Velázquez, 55. Madrid.

    […]

  • Excmo. e Ilmo. Sr. D. Emilio Martín González del Valle y Carvajal, marqués de la Vega de Anzo (su residencia en Grado, Oviedo).
  • Excma. e Ilma. Señora Dª. María de la Asunción Ramírez de Haro Crespi Valdaura, condesa de Bornos, marquesa de Villanueva de Duero, condesa de Montenuevo, de Murillo y de Peñarrubias de Villaverde, calle del Pez, nº 18. Madrid.
  • Excmo. e Ilmo. Sr. D. Víctor Dulce de Antón y Garay, conde de Garay, calle de Ferraz, nº 27 hotel. Madrid.
  • Sr. D. Santiago Gancedo y Frade, natural de Sorrodiles (Cibea), reside en dicho pueblo en el verano y el resto del año en Madrid, calle de Villanueva, nº 12.
  • Dª. Elisa Cosmen de Rodríguez, natural de Sonande (Cibea), reside en Vallado en el verano y el resto del año en Madrid, plaza del Rey, nos 4 y 6.
  • D. Juan Cardo, natural de Fuentes de Corbero, reside en este pueblo en el verano y el resto del año en Madrid, calle de Serrano, nº 4.
  • D. Antonio Verano, reside en Fuentes de Corbero.
  • D. Juan Gamoneda, reside en Limés en verano y el resto del año en Madrid, calle de Augusto Figueroa, nº 40.
  • D. Ricardo Trelles y señora, que residen en el Castillo de Ranón, de la parroquia de Soto del Barco, partido judicial de Avilés, en el verano y el resto del año en Madrid, calle de Sagasta, nº 31.
  • Dª. María Rodríguez, viuda de Gómez, reside en Miravalles (madre del canónigo de idem).
  • D. Luis Martínez Kleisser, abogado y concejal, calle de las Infantas, 28 y 30, Madrid.
  • D. Vicente Menguez, agente de bolsa, que reside en Villarino (Cibea) en el verano y el resto del año en Madrid, calle de Alcalá, nº 59.
  • D. Constantino Vicente y Alfonso, natural de Villajur (Naviego), calle de la Paz, 9, Madrid.
  • Asociación General de Empleados del Banco de España.
  • D. Ángel Román Cartavio, gerente del banco Basko-Asturiano del Plata, República Argentina, calle de Maipú 73 y 87 en Buenos Aires.
  • D. Juan Bances, Isla de Cuba, Centro de Asturianos de La Habana.
  • S. A. R. el Infante D. Carlos.
  • Junta Provincial Diocesana para la reparación de templos en Oviedo.
  • Formar y crear una Junta de Señoras devotas con su presidenta, vicepresidenta, secretaria y vocales que trabaje por el santuario. Idem otra Junta de Caballeros con su presidente, etc.
  • D. José López Feito, natural de Regla de Cibea, que vive en la República Argentina, calle 25 de Mayo, Almacén Suizo de López Hermanos en Buenos Aires.
  • D. Domingo García, de Llamera. En Llamera (Cibea).
  • D. Manuel Rodríguez, de Sonande. En Sonande (Cibea).
  • D. Francisco Rodríguez (Manón). En Llamera (Cibea).
  • Dª. María Pérez, viuda de Cosmen. En Genestoso, casa de Teresín.
  • D. José Rodríguez González, hermano del Sr. Deán, que pasa el verano en Trascastro y el Puerto de Leitariegos.
  • Excma. e Ilma. Señora marquesa de Comillas.
  • Excmo. e Ilmo. Sr. Dr. D. José Montaña (confesor de S. M. la Reina).
  • Excmo. e Ilmo. Sr. D. Santiago Stuart y Falcó, duque de Alba. Calle de la Princesa, nº 10 y 12, Madrid.
  • Excmo. Sr. D. Federico Bernardo de Quirós y Mier, marqués de Argüelles, calle de Serrano, 69, Madrid.
  • Excmo. Sr. D. Manuel de Vereterra y Lombán, marqués de Canillejas, en Oviedo, y el resto del año Mayor, 91, Madrid.
  • Excmo. Sr. D. Benigno Chavarri y Salazar, Valmaseda (Vizcaya).
  • Sr. D. Francisco Valle, natural de Cangas de Tineo, y actual Gobernador de Soria, en Soria.

    […]

  • Excmo. e Ilmo. Sr. D. Antonio Maura Montaner, Palma (Baleares), calle de la Lealtad, 18, Madrid.
  • Excmo. e Ilmo. Sr. D. Luis Fernández de Córdoba y Salazar, duque de Medinaceli, calle de Zurbano, nº 34, Madrid.
  • Excmo. e Ilmo. Sr. D. Luis Pidal, marqués de Pidal, calle de Serrano, nº 14, cuarto primero, en Madrid.
  • Sr. D. Armando Palacio Valdés, académico y novelista asturiano, calle de Lista, nº 5, Madrid.
  • Ilmo. Sr. D. Ignacio Montes de Oca, obispo de San Luis de Potosí, Méjico.

*        *        *

Se puede hacer un Álbum-Recuerdo del Acebo, con vistas y datos del santuario y la Imagen veneranda del Acebo ¡ante la qué cuantos pueblos y cuantas generaciones han pasado ante sus plantas!

Se puede hacer o editar una medalla de metal batido o acuñado, ya sea de cobre, bronce, aluminio, calamina, níquel, metal blanco, azófar, latón, aleación, plata y oro, con la figura de la imagen de Nuestra Señora del Acebo y su templo.

Rosarios, estampas, platos con la imagen de la Reina de los Cielos, loza decorada con el mismo asunto, jarros de Llamas del Mouro con la Virgen sin mancilla, y figuras de recuerdo de la devoción a la imagen, que desde los primeros siglos del Cristianismo la representa en la ilustre Diócesis de Oviedo en el Acebo.

Factura de Raimundo Rodríguez -Cantarín- por la venta de 35 docenas de voladores de diferentes clases y “un gigante” al Santuario del Acebo, 8 de septiembre de 1910. Archivo del Santuario del Acebo.

La torre actual si se levanta será cubierta de pizarra clavada, o piezas cocidas de barro negro de Llamas, y acaso necesite pararrayos por su altura; el costado del Norte debe ser protegido contra el basto y humedad por cemento pórtland, losas o pintura impermeable.

Doy a Usted mi más cordial enhorabuena por sus trabajos, y por todo lo que haga en bien del templo y mejoras de la Gloriosa protectora nuestra, que desde lo alto de su gloria inmortal recibe benigna estos homenajes. ¡Adelante!

Para artificios de pirotecnia o fuegos artificiales en los festejos, remito a Usted con esta la cantidad de cincuenta pesetas, que puede destinar a dicho uso por la afición de nuestros paisanos a ellos, o al uso que Usted crea más conveniente al mayor esplendor de nuestra excelsa patrona, festejando su nombre y enalteciendo su sagrada memoria, brindándonos con protección santa.

Sin más por hoy, con cariñosos recuerdos a su señor padre, hermana y para usted, se reitera su afectísimo amigo S.L.Q.B.S.M.

Dr. Ambrosio Rodríguez y Rodríguez

Su casa: calle Núñez de Arce, nº 15 pral. Madrid.

Propuesta del médico Ambrosio Rodríguez para convertir el Acebo en el Lourdes asturiano, 1910 (I)

El médico Ambrosio Rodríguez, en Buenos Aires, 1887. Fotografía de Chute & Brooks.

-Primera parte-
Los milagros del doctor Ambrosio Rodríguez

El doctor Ambrosio Rodríguez Rodríguez fue una de las personalidades más activas que dio el concejo de Cangas del Narcea en el último tercio del siglo XIX y primeras décadas del XX. Nació en La Torre, Sorrodiles (parroquia de Cibea), en 1852   y murió en Madrid en 1927. Estudió y vivió en Madrid, París, Berlín, Buenos Aires y Gijón, y viajó por numerosos países de Europa y América. Fue un profesional muy reconocido, y amigo de eminentes médicos de su tiempo, como su maestro don Federico Rubio y Galí y el mismísimo don Santiago Ramón y Cajal. Nunca dejó de tener relación con su concejo natal, y siempre estuvo preocupado por su estado y porvenir. En la necrológica que le dedicó la revista La Maniega en junio de 1927 se dice: “Difícilmente habrá habido nadie que haya superado al doctor Ambrosio como amante de Cangas; a donde no dejó de ir un solo año, hasta que en 1915 perdió la vista, cuya desgracia le hizo pasar lleno de tristeza los últimos años de su vida”. Fue un asiduo colaborador de los periódicos locales que se editaban en la villa de Cangas del Narcea.

En 1910 envió una larga carta a don Ángel Carrizo Díez,  párroco de Linares del Acebo y administrador del Santuario del Acebo, proponiéndole una serie de medidas para revitalizar este santuario y ponerlo a la altura del afamado Lourdes. Antes de ver ese proyecto nos parece importante dar a conocer dos sucesos en los que Ambrosio Rodríguez participó directamente, y que según su propio parecer tuvieron un final milagroso gracias a la intercesión de la Virgen del Acebo. ¡Sin duda, su fe en la Santa del Acebo era muy grande!

El hecho de que conozcamos estos milagros no es extraño. Por una parte, desde el siglo XVI todos los sucesos milagrosos atribuidos a la Virgen del Acebo se anotaban en un libro que estaba en el Santuario, en el que quedaban registradas las dolencias de los enfermos o tullidos y su curación,  o se enviaban por escrito para que quedase constancia documental del milagro; lamentablemente aquel libro desapareció a fines del siglo XIX, y lo mismo ha sucedido con las relaciones que enviaban las personas beneficiadas con un milagro. Los libros de milagros eran comunes a todos los santuarios, y aun hoy, con otros medios, se siguen haciendo para dar publicidad del poder curativo del santuario; por ejemplo, en Internet puede consultarse la lista de curaciones de Lourdes reconocidas como milagrosas por la Iglesia (www.lourdes-france.org). Por otra parte, es comprensible que en las publicaciones apologéticas dedicadas a la Virgen del Acebo se recojan los testimonios milagrosos de un reputado médico como Ambrosio Rodríguez,  lo que vendría a corroborar todavía más el poder curativo de esta Virgen canguesa.

La relación del primer milagro del doctor Ambrosio Rodríguez está publicada en el folleto La Virgen del Acebo: Descripción histórica de aquel santuario y novena en obsequio de la Virgen que allí se venera, escrito “por un devoto” anónimo y publicado en Luarca en 1894, y la del segundo la publica el dominico Fray Alberto Colunga (1879 – 1962) en su libro: Historia del Santuario de Ntra. Sra. del Acebo y novena en honor de tan excelsa patrona, editado en Madrid en 1909 y reeditado en Salamanca en 1925.

Primer milagro

“Otros muchos milagros se hallan registrados en los documentos que se conservan en el archivo del Acebo; los cuales no insertamos aquí por no hacer voluminoso este trabajo. Debiendo, sin embargo, hacer constar que en estos últimos años se han visto curaciones admirables y múltiples milagros, y entre otros el acaecido a José Gonzalez, natural y vecino de Cerveriz, parroquia de Ab, concejo de Cangas de Tineo. Este individuo que aun vive, y tiene 40 años de edad, refiere así el hecho:

Padecía ataques epilépticos, y no pudiendo obtener mejoría con los medios que la ciencia médica aconseja, se ofreció a la Virgen del Acebo, y a asistir de rodillas a la procesión de la Virgen alrededor de la Iglesia. Hízolo así, y desde aquel día no volvió a padecer más de la referida enfermedad.

Se refiere también otro hecho milagroso acaecido hace pocos años en un viaje que hizo el distinguido medico de Cibea, Cangas de Tineo, Dr. Ambrosio. Navegaba este señor acompañado de otros amigos por el mar del Norte, y habiéndose levantado una tempestad terrible, que puso en peligro inminente al navío y a las personas que llevaba, invocaron y se ofrecieron a la Virgen del Acebo, y de este modo se libraron de una naufragio seguro.”

Segundo milagro

“Una de las más notables curaciones alcanzadas en estos tiempos por intercesión de Nuestra Señora del Acebo es la siguiente, acaecida en 1880. D. Francisco Pérez, vulgarmente llamado el Teresín, natural de Genestoso y gran bolsista de Madrid, tenía un cáncer en uno de los pómulos que, según los médicos, no tenía remedio. Un amigo suyo, D. Ambrosio Rodríguez, doctor y miembro de la Real Academia de Medicina, leyó que el doctor Langenbeck, de Berlín, médico de cámara del Emperador Guillermo I, curaba esa clase de cánceres. Por sí o por no, se lo propuso al paciente, y éste le contestó que si le acompañaba a Berlín iría a probar la ciencia del doctor alemán. Accedió su amigo, fueron a Alemania, se presentaron al celebre médico, que hizo al enfermo una penosa y difícil operación, en la cual le sacó el ojo para bien limpiarle la órbita, y extrajo varios huesos del pómulo. Con esto el enfermo se puso muy grave; atormentado por los dolores y la fiebre comenzó a delirar, tanto, que el doctor Langenbeck dijo que no saldría de aquella noche. En medio de sus males el paciente pudo conocer su estado y comenzó a comunicar a su amigo sus últimas voluntades, para que él las llevara a su familia.

El cirujano alemán Bernhard Rudolf Konrad von Langenbeck (9 de noviembre 1810 – 29 de septiembre 1887)

Hecho esto, vuelve su corazón a la Virgen del Acebo, y lleno de fe, le hace votos para que alcance algún remedio a su mal. Su compañero, abundando en los mismos sentimientos, se postra de rodillas al lado de su cama y se asocia a sus ruegos y oraciones. Así pasaron la noche, y cuando el doctor Langenbeck fue por la mañana a examinar la herida, muy maravillado de que el enfermo no hubiera muerto, se quedó fuera de sí al verle libre de peligro y la herida casi del todo cicatrizada. A los tres días estaba completamente sano, con gran estupefacción de los que le habían dado por muerto. “La fe nos ha salvado”, decía al doctor alemán el español, y en verdad así había sido. El primer cuidado de los dos amigos fue volver a España e ir directamente al Acebo, donde ambos entraron de rodillas hasta el altar y mandaron celebrar misas en acción de gracias por tan singular favor. El enfermo duró aún dieciséis años, muriendo en León de pulmonía”.

Fray Alberto Colunga anota al pie de este texto: “Este hecho lo consignamos la primera vez por escrito según la relación muy detallada que de él nos hizo el mismo Dr. D. Ambrosio Rodríguez”.

El doctor alemán Bernhard von Langenbeck (1810 – 1887) fue un pionero de la cirugía mandibular y de paladar fisurado; un cirujano audaz que practicó métodos nuevos e inventó utensilios quirúrgicos adaptados a estas nuevas intervenciones. Tuvo una gran reputación en todo el mundo gracias a la habilidad y éxito de sus operaciones de cirugía de nariz, paladar y labio, y por su método de operar solo la parte del hueso lesionado o enfermo, sin necesidad de eliminar todo el miembro.  Desde 1848 a 1882 fue director de la Clínica de Cirugía y Oftalmología de la Charité de Berlín, donde se llevó a cabo la “milagrosa” operación de Francisco Pérez “Teresín”.

Continuará