Cantares del ramo de Santiago de Cibea, recogidos por Ambrosio Rodríguez en 1899
En el archivo de Fermín Canella Secades (Oviedo, 1849 – 1924), que ha depositado la familia Tolivar Alas en la Biblioteca de Asturias, ha aparecido un manuscrito firmado por Ambrosio Rodríguez en el que se recogen los cantares del Ramo de la parroquia de Santiago de Cibea acompañados de un dibujo de un mozo llevando el ramo, que seguramente fue hecho por él mismo, y los cantares de boda que se cantaban en esa misma parroquia. Ambrosio Rodríguez Rodríguez nació en Sorrodiles en 1852 y era hijo de campesinos. Murió en Madrid en 1927. Gracias a un tío emigrante en Madrid estudió la carrera de medicina y se convirtió en un médico muy prestigioso. Ejerció su profesión en Buenos Aires, Gijón y Madrid. Tuvo mucha amistad con Santiago Ramón y Cajal, de cuya familia fue médico. También fue muy aficionado a la fotografía, a la divulgación de la ciencia médica y al periodismo. Colaboró en varias revistas científicas y en periódicos locales de Cangas del Narcea, como El Eco de Occidente, El Narcea o El Distrito Cangués. Mantuvo a lo largo de toda su vida un vivo interés por las clases populares, tanto por su salud (publicó en Gijón en 1902 el libro Higiene popular: Contribución al estudio de la higiene de los trabajadores y enfermedades de los jornaleros) como por sus costumbres. En este sentido, nunca se olvidó de sus orígenes y colaboró con algunos de los primeros folcloristas asturianos y españoles aportando información sobre su parroquia natal. Estos cantares enviados a Fermín Canella Secades son una muestra de este interés y, aunque no están fechados, es muy probable que fuesen recogidos alrededor de 1899, cuando Canella estaba redactando un largo artículo sobre las costumbres asturianas.
Los que quieran saber más sobre la costumbre de los ramos en las fiestas asturianas pueden consultar el libro de Herminia Menéndez de la Torre y Eduardo Quintana Loché, Las ofrendas de ramos en Asturias, editado por el Museo del Pueblo de Asturias en 2005.
CANTARES DEL RAMO
El ramo es cierta pirámide hueca, formada con palos. Las jóvenes de la aldea costean su adorno, que consiste en porción de panes, tortas, gallinas, roscas de manteca cocida, jamones y otras ofrendas, que van sujetas a los aros de la pirámide con cintas de varios colores, de las que cuelgan pañuelos, joyas, medallas o plumas.
El mozo lleva el ramo en la procesión, que va precedido de coheteros y la gaita, y terminada la procesión lo colocan a la puerta de la iglesia; seguidamente se remata en alta voz, destinándose el producto al culto del santo. La fiesta se prolonga hasta la noche.
Este ramo está enramado bien haya quien lo enramó lo enramaron las doncellas la Virgen les ayudó; de rosas y de claveles bien haya quien se las dio. Apártense los señores, dejen el ramo pasar, que el que lo lleva es cobarde no sabe donde posar. A vuestros sagrados himnos aguardar al mayordomo que nos abra estas puertas para ver este tesoro. Las puertas ya están abiertas, entremos con alegría de rodillas por el suelo a ver la Virgen María. El Señor Cura de este año se portó como debía, que hizo el ramo de Santiago con muchísima alegría. Adiós Virgen del Rosario madre del Verbo Divino écheme su bendición para andar nuestro camino. Aunque me voy, no me voy yo de ti no me despido tengo de volver a verte el año que vien seguido. |
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