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El blog de Mario Gómez Marcos

Los artículos del blog «Desde el corazón de Cangas. Yo no quiero que mi concejo se muera», que escribió el abogado Mario Gómez Marcos (Cangas del Narcea, 1960 – 2023) entre enero de 2020 y enero de 2023, son una consecuencia del estado de apatía y crisis que padece el concejo de Cangas del Narcea. Son un grito de rabia y de desesperación al observar la gestión del día a día de la política municipal. Su autor sabía perfectamente que la crisis del medio rural es general a amplios territorios de España y Europa, pero también era conocedor que en el ámbito local esa situación se puede paliar aplicando conocimientos, trabajo, colaboración, gestión eficaz, etc. Medios y recursos públicos para ello existen, pero lejos de aplicar aquellas recetas, la situación actual se caracteriza por una gestión apática, repetitiva, burocratizada y lenta que todo lo enfanga, que provoca el desánimo de los administrados, en este caso los vecinos de Cangas del Narcea, y que conduce al despoblamiento.

Mario Gómez era muy consciente de todo esto y también del silencio de los medios de comunicación ante estos hechos. Por ello, en el mes de enero de 2020, comenzó a escribir estos artículos de opinión para compartir con los cangueses sus preocupaciones, conocimientos y esperanzas. Estaba satisfecho con la cantidad de lectores de su blog, pero no tanto con la escasez de comentarios y la falta de participación. Su información fue siempre rigurosa y veraz, y nunca nadie la puso en duda públicamente. Como era una persona enérgica, poco dada a faenas de alivio, en los tres años que dedicó a este blog escribió 350 artículos. La mayoría tratan sobre la política municipal en Cangas del Narcea, que acomete con crítica, sin pelos en la lengua, siguiendo la estela de los periodistas cangueses Gumersindo Díaz Morodo «Borí» (1886-1944) y Odón Meléndez de Arvas (1851-1923), cuyos artículos periodísticos pueden verse en esta misma web.

Mario opinaba que el conocimiento de la política local canguesa era muy útil para comprender la vida política asturiana y española, a las que dedicó algunos artículos, y lo resumía con una frase que repetía a menudo: «todo se explica desde Cangas». Su oficio de abogado y su pasión por el Derecho también lo llevó a tratar otros muchos asuntos relativos al derecho consuetudinario, leyes y sentencias judiciales polémicas, partidos políticos, la administración pública, estudios de historia contemporánea, etc. Todos ellos escritos de manera amena y didáctica con el objeto aclarar cosas de difícil comprensión para los legos en Derecho.

Los artículos escritos por Mario Gómez «desde el corazón de Cangas» constituyen un apreciable testimonio de la vida del concejo de Cangas del Narcea en esos tres años del siglo XXI. Son la opinión de un vecino valiente e implicado desde su juventud en iniciativas como las revistas Maniega2 (1976) y Entrambasaguas (1980-1981), la fundación del Club Juvenil y la Asociación Cultural «Pintor Luis Álvarez», la militancia un par de años en las Juventudes Socialistas y, en los últimos años, la refundación y desarrollo del «Tous pa Tous», sociedad que fundó su tío abuelo, otro Mario Gómez, en 1926. En fin, son la opinión de un vecino de la villa de Cangas que quiso poner su grano de arena para mejorar la situación del concejo escribiendo sobre él y denunciando lo que consideraba lesivo para los intereses comunes. Por todo ello hemos considerado de interés recogerlos y difundirlos en la web del «Tous pa Tous».

 

Enlace a: EL BLOG DE MARIO GÓMEZ MARCOS


¿Qué más tiene que pasar?

Recibimos esta información de un socio del Tous pa Tous que nos pide su publicación. La verdad es que las imágenes son impresionantes y no cabe duda que no puede pasar un día más sin que los responsables tomen medidas urgentes y efectivas para evitar la inestabilidad de las laderas rocosas en nuestras carreteras, un fenómeno cada vez más frecuente e intenso, y sobre todo, garantizar la seguridad de todos los usuarios, que como resulta evidente nos estamos jugando la vida un día sí y otro también.  ¡Necesitamos y por ello exigimos menos palabrería y lluvia de millones ficticios y más hechos!

Ayer llegué a Cangas al mediodía, y me encontré a un amigo del pueblo de Trones. Me contó que ayer por la mañana le había caído una piedra en el tramo de Calabazos, pensé que era una piedrina y ¡que va!, ¡era una roca! Me pasó unas fotos, le cayó del cielo en la parte de atrás del vehículo. No lo mató de milagro. Lo de las infraestructuras en toda esta zona son una puñetera vergüenza. Os paso las fotos:


Jueces nobles y llanos del concejo de Cangas del Narcea 1770 – 1824

En el Antiguo Régimen, el juez noble era el principal cargo del gobierno local y el de más honor, era equiparable a lo que en la actualidad es el alcalde en un Ayuntamiento. Era la máxima autoridad del concejo y, a diferencia de los actuales alcaldes, también impartía justicia.

Obra que estudia las distintas formas de ejercicio de poder local en las principales ciudades y villas de la España cantábrica del Antiguo Régimen.

El papel de estos jueces lo ha estudiado en Asturias Marta Friera Álvarez en “Notas sobre la justicia local en Asturias: requisitos y elección” (Oligarquías urbanas, gobierno y gestión municipal en la España cantábrica durante la Edad Moderna, KRK Ediciones, 2017), y a ella remitimos.

Por una parte, tenían competencia sobre “la jurisdicción contenciosa ordinaria, de primera instancia, para causas civiles y criminales”, y por otra, ejercían unas funciones gubernativas y económicas: “vigilancia del cumplimiento de la normativa real; formación y otorgamiento de ordenanzas, autos de buen gobierno y otras providencias; rondas nocturnas; participación en la gestión de los propios y arbitrios; cuidado de términos comunes, montes, dehesas, plantíos, calles, caminos, puentes y edificios; control de los pesos y medidas, precios, ventas, abastos, salud pública, juegos, diversiones, visita a las cárceles…”.

Para obtener el cargo de juez se exigía ser vecino del pueblo, tener “todas las morales virtudes”, “un buen linaje y riqueza”; tenían que ser personas bien consideradas por sus vecinos. Las ordenanzas del Principado de Asturias prohibían la elección de “comerciantes con tienda abierta y de aquellos que ejerciesen oficios mecánicos, salvo donde no hubiese personas suficientes para sortear los oficios del estado llano y cuando cerrasen la tienda durante el ejercicio del cargo”. Lógicamente, con todas estas prohibiciones y exigencias de nobleza y riqueza, se conseguía apartar a las clases populares del gobierno y justicia de los concejos, que quedaban en poder de las oligarquías locales. Para compensar esta situación se elegían dos jueces, uno por cada estamento: un juez noble o hidalgo y otro llano o pechero.

A estos jueces los elegían todos los años los regidores, que eran similares a los concejales de hoy en día, algunos de los cuales tenían el cargo a perpetuidad. Con la elección anual se intentaba evitar que se afianzasen privilegios en el cargo. Este sistema de gobierno municipal finalizó con la llegada del Estado liberal a partir de 1833 y el reinado de Isabel II.

La lista de todos los jueces nobles y llanos del concejo de Cangas del Narcea no la conocemos. El Archivo Municipal no conserva casi documentación anterior a 1835 y así es muy difícil saber nada. Sin embargo, gracias a un escribano, Manuel José Folgueras, establecido en la villa de Cangas en 1770 conocemos los nombres de estos cargos desde ese año hasta 1820. Este escribano tenía la costumbre de poner todos los años, al inicio del tomo de sus protocolos, el nombre del juez noble de ese año y a veces también el del juez llano. Folgueras era natural de Salas y residió en Cangas desde ese año de 1770 hasta su jubilación a la edad de 80 años en julio de 1823. Trabajó como escribano cincuenta y tres años. En ese periodo solo se ausentó de Cangas durante casi dos años, entre 1792 y 1794, en que estuvo en La Coruña y Valle de Valdeorras como apoderado de la Casa de Villoria, que había caído en la de Miramontes de este concejo, que era de su amigo José Alfonso Argüelles. Folgueras murió en la villa de Cangas el mismo año de su jubilación. Sus protocolos se conservan en el Archivo Histórico de Asturias, en Oviedo.

Páginas manuscritas por el escribano Manuel José Folgueras donde aparecen los nombres de los jueces, y que es la fuente que se ha utilizado para esta recopilación.

La información sobre los jueces nobles la hemos completado con la consulta de los cuatro padrones de hidalguía de 1787 a 1824, que conserva el Archivo Municipal de Cangas del Narcea.

Antonio Uria Queipo de Llano, que fue juez noble de Cangas en los años 1776 y 1787. Retrato obra del pintor Francisco Xavier Hevia. Colección de
Blanca Fernández Rodríguez (Casa de Uría, Santolaya).

En Cangas del Narcea, y para los años que tenemos información, se constata que el gobierno local estuvo en manos de una oligarquía local formada por unas cuantas familias de medianos y pequeños hacendados. Entre 1770 y 1824 ostentaron el cargo de juez noble mayorazgos de linajes cangueses pertenecientes a las casas de Nando, Antrago, Parrondo, Uría de Santa Eulalia, Carballo, La Plaza o Yebra de Cangas, etc.

En algunos casos estos jueces fueron licenciados en Derecho, como Manuel Menéndez Flórez, de Bruelles, abogado de la Real Audiencia de Asturias y Reales Consejos; Juan Antonio Rodríguez Arango Inclán, vecino de Tebongo, abogado de los Reales Consejos, e Ignacio Fernández Flórez y Francisco Manuel Villa, vecinos de la villa de Cangas.

También fueron jueces nobles algunas personas que ejercían como administradores en Cangas del Narcea de grandes propietarios, como los mencionados Manuel Menéndez Flórez, administrador de las Casas de Valdés y Osorio propiedad del conde de Marcel de Peñalba, e Ignacio Fernández Flórez, que llevaba las rentas de la Colegiata de Cangas para el conde de Toreno, así como Benito Fernández Saltaren, que administraba las rentas de las Casas de Cangas, Ardaliz, Llano y Arayón propiedad de Joaquín Velarde y Queipo.

En esos cincuenta y cuatro años repitieron el cargo varias veces las siguientes personas: Manuel Menéndez Flórez fue juez noble cinco años (1788, 1789, 1799, 1809 y 1810); Benito Fernández Saltaren, cuatro años (1784, 1786, 1797 y 1798), y José de Yebra Llano y Valdés, otro cuatro años (1796, 1800, 1816 y 1821).

Por último, mencionar que en los años en que estuvo en vigor la Constitución de Cádiz de 1812 se nombraba “alcalde” en vez de juez noble, pues esta Constitución trató de establecer una nueva administración local que no se logrará hasta la llegada del reinado de Isabel II y los liberales.


Se puede consultar la lista de jueces nobles y llanos de Cangas del Narcea conocidos hasta ahora en el siguiente enlace:

Lista de jueces nobles y llanos de Cangas del Narcea 1770 – 1824

Alcaldes de Cangas del Narcea

Pedro José Pidal Carniado, primer marqués de Pidal, fue alcalde de Cangas de Tineo entre septiembre de 1834 y noviembre de 1835.

Presentamos aquí nuestro último trabajo de investigación acerca de los alcaldes de Cangas del Narcea. Abrimos con él un apartado nuevo en Memoria Canguesa con la denominación de Alcaldes de Cangas del Narcea. Tenemos que advertir que la relación de alcaldes que publicamos es aún provisional. Todavía falta información biográfica sobre algunos alcaldes y sobre sus mandatos, que iremos completando poco a poco. Estas faltas se deben a dos razones: primero, no es fácil obtener toda la información que se desea, porque no tenemos toda la documentación necesaria (faltan libros de actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea del siglo XIX, etcétera), y segundo, todo este trabajo de recopilación requiere mucho tiempo y si compartimos la tarea entre tous el trabajo será más llevadero. Por ello, a pesar de estar aún incompleta, hemos decido sacar a la luz esta lista para recabar la colaboración de todos los que dispongan de información sobre las personas que fueron alcaldes de Cangas del Narcea. Alguno echará en falta información sobre los mandatos de los últimos alcaldes, pero esta omisión es consciente y por eso casi no se dice nada sobre los alcaldes que hubo a partir de 1975.


Los alcaldes de Cangas del Narcea desde 1834 hasta la actualidad


Los alcaldes de Cangas del Narcea desde 1834 hasta la actualidad

Casa Consistorial de Cangas del Narcea, en 1930. Edificio construido en 1798 en la calle Mayor, enfrente del convento de las Dominicas, para ayuntamiento y cárcel; fue derruido en 1951 para ensanchar la calle de la Iglesia y abrir el Cruce. En su fachada estaban el escudo real y la placa colocada en 1908 a la memoria de los voluntarios del Regimiento de Cangas de Tineo en la Guerra de la Independencia.

El alcalde es la mayor autoridad del concejo y la persona que nos representa como colectivo. La historia de los alcaldes es una parte importante de la historia del concejo; el conocimiento de sus ideas y biografías, y de sus proyectos y realizaciones, es imprescindible para conocer el devenir de toda la comunidad.

Comenzamos nuestra lista en 1834, porque ese año, con el nombramiento de Pedro José Pidal como alcalde mayor y presidente del Ayuntamiento de Cangas del Narcea, comienza una nueva etapa en la formación de las corporaciones municipales. Es el resultado del final del Antiguo Régimen, con sus ayuntamientos formados por regidores perpetuos, pertenecientes a unas pocas familias de nobles e hijosdalgos, cuyos cargos se transmitían de padres a hijos. En aquel año y en los siguientes, las reformas introducidas por los liberales cambiarán la política municipal y sentarán las bases del Estado moderno.

La lucha política por la alcaldía siempre fue muy reñida. En la historia contemporánea de nuestro ayuntamiento han sido frecuentes las denuncias por abusos electorales, ineficacia, corrupción, arbitrariedades, etcétera. Desde el siglo XIX son continuas las críticas en la prensa a la gestión de los alcaldes, así como las represalias de estos a los críticos; por ejemplo, en 1894 los redactores de El Eco de Occidente atacaron al alcalde José Pallarés y este puso una multa a su director, y en la segunda década del siglo XX, Gumersindo Díaz Morodo Borí atacó al alcalde José Mª Díaz López Penedela en la prensa local, regional e incluso nacional, y el alcalde logró cerrarle el periódico e incluso encarcelarle. La existencia de varios periódicos locales desde 1882 a 1916 tiene mucho que ver con estas luchas por el poder municipal.

La historia del Ayuntamiento de Cangas del Narcea no puede comprenderse sin tener en cuenta la historia de España; nuestro ayuntamiento siempre ha sido un reflejo de la política nacional y en él se enfrentaron: conservadores y liberales; moderados y progresistas; monárquicos y republicanos; izquierda y derecha, etcétera. E incluso, durante el franquismo, aunque más atemperadas, también existieron diferencias políticas, en este caso entre monárquicos y falangistas. Las convulsiones nacionales también llegaron a la vida municipal: hubo ceses fulminantes de alcaldes y de corporaciones enteras durante los golpes militares del siglo XIX, la Dictadura de Primo de Rivera o la Segunda República Española.

Palacio del conde de Toreno en 1960. Este edificio fue comprado en 1951, durante la alcaldía de José Mª López Morodo, para Casa Consistorial.

La política local estuvo muy unida a la existencia del distrito electoral de Cangas del Narcea, establecido en 1845, de donde salían representantes para las Cortes en Madrid y para la Diputación Provincial de Oviedo. Normalmente un mismo grupo político dominaba los tres ámbitos del poder: el local, el regional y el nacional, y con frecuencia esas afinidades políticas eran también familiares. De este modo, unas pocas familias dominaron casi toda la política canguesa hasta la Guerra Civil: los condes de Toreno y sus parientes y administradores en Cangas del Narcea, los Rodríguez Peláez; los Uría; los Rodríguez-Arango y los De Llano.

No obstante, junto a toda esta maraña de luchas e intereses de la vida política, no debemos olvidar que detrás de muchos de estos alcaldes y de sus corporaciones también existió un interés sincero por trabajar a favor del bien público y por la mejora de las condiciones de vida de los cangueses. Hasta fecha reciente estos cargos no tenían ninguna retribución económica y por eso sus mandatos no solían durar mucho tiempo; antes de 1983, el alcalde que más tiempo permaneció en este cargo estuvo diez años, pero lo habitual era que ocupasen el puesto entre dos y cuatro años.

Las arcas municipales eran más pobres que ricas y la ejecución de muchos proyectos importantes se alargaba durante años y años. La primera vez que se habló en un pleno municipal de la necesidad de ensanchar la calle de la Iglesia, en la villa de Cangas del Narcea, fue en 1868, periódicamente salía esta necesidad en los plenos, pero esta reforma no se llevará a cabo hasta 1951. Lo mismo sucedió con el cementerio municipal, el Instituto de Enseñanza Secundaria, el edificio del juzgado y cárcel, el puente que unía Ambasaguas y el Barrio Nuevo, la biblioteca pública, etcétera.

Por último, tenemos que advertir que la relación de alcaldes de Cangas del Narcea que presentamos es aún provisional. Todavía falta información biográfica sobre algunos alcaldes y sobre sus mandatos, que iremos completando poco a poco. Estas faltas se deben a dos razones: primero, no es fácil obtener toda la información que se desea, porque no tenemos toda la documentación necesaria (faltan libros de actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea del siglo XIX, etcétera), y segundo, todo este trabajo de recopilación requiere mucho tiempo y si compartimos la tarea entre tous el trabajo será más llevadero. Por ello, a pesar de estar aún incompleta, hemos decido sacar a la luz esta lista para recabar la colaboración de todos los que dispongan de información sobre las personas que fueron alcaldes de Cangas del Narcea. Alguno echará en falta información sobre los mandatos de los últimos alcaldes, pero esta omisión es consciente y por eso casi no se dice nada sobre los alcaldes que hubo a partir de 1975.

El trabajo ha podido realizarse debido a las buenas condiciones que existen en el Archivo Municipal de Cangas del Narcea y a las facilidades que hemos tenido para consultar sus fondos gracias a su responsable Marta Veiga Fontaniella y a Ana del Pozo Fernández.

ALCALDE MANDATO
Pedro José Pidal Carniado 6 de septiembre de 1834 25 de noviembre de 1835
Juan Uría y Llano 25 de noviembre de 1835 1 de enero de 1837
José González Regueral 1 de enero de 1837 11 de marzo de 1838
Marcelino Rodríguez-Arango Menéndez 11 de marzo de 1838 1 de enero de 1839
José de Llano y Merás 1 de enero de 1839 1840
Lope María Blanco 1840 Faltan actas municipales
José de Llano Merás 1840 Faltan actas municipales
Domingo Avello y Llano 1841 Faltan actas municipales
Pedro Peláez 1843 Faltan actas municipales
Bernardo Joaquín Martínez 1844 Faltan actas municipales
Juan Uría y Llano 1846 Faltan actas municipales
Alonso Suárez de la Vega 1849 Faltan actas municipales
Lorenzo de Llano Flórez Faltan actas municipales 2 de octubre de 1854
Manuel Valcárcel Ríos 2 de octubre de 1854 26 de julio de 1856
Rafael Uría y Riego 26 de julio de 1856 1862?
Severiano Rodríguez-Peláez y Riego ¿1863-1864? Faltan actas municipales
José Suárez Collar 16 de diciembre de 1864 26 de julio de 1868
Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso 26 de julio de 1868 1 de febrero de 1872
Ceferino Gamoneda y Glez del Barreiro 1 de febrero de 1872 24 de agosto de 1873
Benigno Valcárcel Uría 24 de agosto de 1873 30 de junio de 1874
Severiano Rodríguez-Peláez y Riego 30 de junio de 1874 1 de julio de 1879
Leandro Valdés Miranda 1 de julio de 1879 17 de abril de 1881
Joaquín Rodríguez-Arango Sanfrechoso 1 de julio de 1881 1 de julio de 1883
Severiano Rodríguez-Peláez y Riego 1 de julio de 1883 2 de febrero de 1887
Salvador Martínez Valle 2 de febrero de 1887 2 de diciembre de 1889
Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso 2 de diciembre de 1889 21 de febrero de 1890
José de Llano Valdés 21 de febrero de 1890 1 de marzo de 1893
Francisco Álvarez Uría 1 de marzo de 1893 1 de enero de 1894
José Claret Quert (alcalde interino) 1 de enero de 1894 18 de febrero de 1894
José Pallarés Nomdedeu 18 de febrero de 1894 20 de noviembre de 1894
Joaquín Rodríguez Martínez 20 de noviembre de 1894 1 de julio de 1895
Manuel Rodríguez González 1 de julio de 1895 25 de septiembre de 1898
José Pallarés Nomdedeu 25 de septiembre de 1898 1 de enero de 1902
Nicolás de Ron Flórez-Valdés 1 de enero de 1902 3 de enero de 1904
José Pallarés Nomdedeu 3 de enero de 1904 1 de enero de 1906
Nicolás de Ron Flórez-Valdés 1 de enero de 1906 1 de enero de 1910
Joaquín Rodríguez Martínez 1 de enero de 1910 23 de octubre de 1913
José Mª Díaz López, Penedela 23 de octubre de 1913 1 de abril de 1921
Marcial Rguez-Arango Glez-Regueral 1 de abril de 1921 17 de enero de 1923
José Mª Díaz López, Penedela 17 de enero de 1923 21 de julio de 1923
Antonio Meléndez González 21 de julio de 1923 3 de octubre de 1923
Apolinar de Castro Isern 3 de octubre de 1923 1 de febrero de 1924
Joaquín García González 1 de febrero de 1924 10 de julio de 1924
Porfirio Ordás Fdez-Sanmarful 10 de julio de 1924 31 de octubre de 1927
Antonio Arce Díaz 31 de octubre de 1927 26 de febrero de 1930
José María Díaz López 26 de febrero de 1930 25 de marzo de 1930
Joaquín Rguez-Arango Fdez-Argüelles 25 de marzo de 1930 5 de febrero de 1931
José Villa Suárez 5  de febrero de 1931 27 de abril de 1931
Joaquín Rguez-Arango Fdez-Argüelles 27 de abril de 1931 15 de mayo de 1931
Mario de Llano González 15 de mayo de 1931 10 de junio de 1931
Higinio García del Valle Peláez 10 de junio de 1931 2 de septiembre de 1931
Jenaro Flórez y Glez Reguerín 2 de septiembre de 1931 23 de septiembre de 1931
Mario de Llano González 23 de septiembre de 1931 1 de noviembre de 1934
Antonio Arce Díaz 1 de noviembre de 1934 21 de febrero de 1936
Mario de Llano González 21 de febrero de 1936 25 de febrero de 1936
Constantino Aumente González 25 de febrero de 1936 10 de mayo de 1936
Francisco Oliveros Menéndez 10 de mayo de 1936 22 de agosto de 1936
Modesto de la Uz Fernández 12 de diciembre de 1936 3 de agosto de 1939
Antonio Arce Díaz 3 de agosto de 1939 18 de diciembre de 1939
Manuel Arias Menéndez 18 de diciembre de 1939 31 de agosto de 1943
Victorino López Rodríguez 31 de agosto de 1943 9 de abril de 1947
José María López Morodo 9 de abril de 1947 3 de febrero de 1952
Manuel Álvarez Cosmen 3 de febrero de 1952 24 de febrero de 1958
José Flórez Sierra 24 de febrero de 1958 29 de noviembre de 1968
Carlos Arce Flórez-Valdés 29 de noviembre de 1968 2 de febrero de 1974
Manuel Miranda Fernández 2 de febrero de 1974 2 de marzo de 1978
Fernando Rodríguez Verano, Tito 2 de marzo de 1978 19 de abril de 1979
José Luis Somoano Sánchez 19 de abril de 1979 23 de mayo de 1983
José Manuel Cuervo Fernández 23 de mayo de 1983 16 de junio de 2007
José Manuel Martínez González 16 de junio de 2007 11 de junio de 2011
José Luis Fontaniella Fernández 11 de junio de 2011 13 de junio de 2015
José Víctor Rodríguez Fernández 13 de junio de 2015 actualidad

[1834-1835] Pedro José Pidal Carniado

Pedro José Pidal y Carniado, primer Marqués de Pidal.

Pedro José Pidal Carniado

(Villaviciosa, Asturias, 1799 – Madrid, 1865)

6 de septiembre de 1834 – 25 de noviembre de 1835

Es nombrado alcalde mayor del concejo de Cangas del Narcea por el Regente de la Real Audiencia de Oviedo, para encargarse “en todos los negocios, contenciosos, políticos y gubernativos”. Pidal se había licenciado en Leyes y Cánones en la Universidad de Oviedo en 1822 y era un fervoroso liberal, que había apoyado en 1820 el levantamiento de Rafael del Riego. Llega a Cangas del Narcea a deshacer el viejo sistema de gobierno municipal basado en regidores perpetuos y a establecer la nueva administración que se estaba imponiendo en España con Isabel II y los liberales. Pidal continuará su carrera política en Madrid como diputado en Cortes por Asturias, donde desarrollará una brillante actividad parlamentaria, y será varias veces ministro de la Gobernación. Era una persona con una gran cultura. Ocupará la presidencia de las academias de Historia y de Bellas Artes de San Fernando, y será miembro de número de la Real Academia de la Lengua. En 1847 recibirá el título de marqués de Pidal.

En el mes de junio de 1835, Pidal coincidió en Cangas del Narcea con el naturalista y botánico francés Durie de Maisonnove (1796-1878), que viajó hasta aquí para recolectar y estudiar plantas. La crónica de su viaje la escribió Jacques Gay y dice sobre este encuentro: “Durie habla muy bien de la suprema autoridad municipal de Cangas, el Alcalde Mayor, caballero de prestancia física y varonil belleza no inferiores a su hidalguía y carácter bondadoso; insigne, además, entre todos los conciudadanos por sus conocimientos en las artes liberales. Recibido por él con suma cortesía, le debe no pocos favores, dignos de perpetua gratitud: le ayudó en todas sus iniciativas, de manera decidida y consciente, no ignorando (como la mayor parte de las otras personas) que el viajero francés buscaba plantas con fines superiores al de preparar una infusión. No olviden, pues, su ilustre apellido, Pidal”.

En 1904 todavía quedaba recuerdo en Cangas del Narcea de la presencia de Pedro José Pidal setenta años antes. Faustino Meléndez de Arvas, secretario municipal, escribió: «El Sr. Pidal, con una energía y una entereza que quisiéramos hoy, no solo para la mayor parte de los alcaldes supeditados, sino también para los débiles gobernadores, y con tan buen deseo como pudiera tenerlo un cangués de pura sangre, puso la primera piedra en la obra de urbanización de Cangas de Tineo, obligando a los señores a blanquear sus casas, arreglando algo sus calles, prohibiendo costumbres poco cultas, e introduciendo otras mejoras dignas de elogio. Y sin embargo, ¡admírese el lector!, su nombre no se ve inscrito en ningún sitio público de la villa, a pesar de que casi se le puede llamar el fundador del moderno Cangas.» (La Ilustración Asturiana, nº 6, junio de 1904).

[1837-1838] José González Regueral

José González Regueral

1 de enero de 1837 – 11 de marzo de 1838

Abogado. Aparece empadronado en 1808 en la villa de Cangas del Narcea como “hijosdalgo”. Miembro del Partido Progresista.

En el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid se conserva el Expediente de examen para la incorporación a la Real Chancillería del abogado José González Regueral, natural de Cangas de Tineo, de fecha 17 de abril de 1828.

El 20 de septiembre de 1840 es uno de los firmantes en Cangas del Narcea de una carta de apoyo al general Baldomero Espartero, que también suscribe el siguiente alcalde.

[1838-1839] Marcelino Rodríguez-Arango Menéndez

Marcelino Rodríguez-Arango Menéndez

(Cangas del Narcea, 1807 – 1884)

11 de marzo de 1838 – 1 de enero de 1839

Licenciado en Derecho y magistrado. Hijo de Joaquín Rodríguez-Arango, de Tebongo, y Manuela Menéndez Flórez, de la villa de Cangas del Narcea. Estuvo casado con Antonia Fernández Rojas, natural de la villa de Cangas, y vivía en el barrio de El Corral.

Miembro del Partido Progresista, formaba parte de la junta gubernativa de este partido en Cangas de Tineo y como tal, es uno de los firmantes de una carta de felicitación al general Baldomero Espartero el 20 de setiembre de 1840.

En abril de 1841 fue nombrado por la Regencia provisional del reino promotor fiscal en propiedad del juzgado de Cangas de Tineo, cargo que venía desempeñando interinamente por elección de la junta de Oviedo. Este puesto lo ocupó hasta 1843, siendo juez de primera instancia Domingo Álvarez Arenas. En julio de ese año fue designado fiscal de la Audiencia de Albacete.

Fiscal en la Real Audiencia Provincial de Oviedo entre 1854 y 1856. El 1 de octubre de 1856 es trasladado a igual plaza en la Audiencia de Cáceres, de donde sería cesado tres semanas después, el día 24 del mismo mes.

Con fecha 16 de octubre de 1860 por Real decreto obtuvo la plaza de magistrado supernumerario en la Audiencia de La Coruña donde venía ejerciendo como fiscal, pasando a ocupar esta misma plaza en la Audiencia de Barcelona el 31 de marzo de 1863.

En 1865, por permuta voluntaria de sus respectivos destinos con Lorenzo del Busto, estuvo destinado en la Audiencia Pretorial de La Habana hasta el 31 de julio 1867; ejerció como presidente de sala en la Audiencia Territorial de Barcelona desde el 14 de noviembre de 1868 hasta marzo de 1870 que fue promocionado a la regencia o presidencia de la Audiencia de Barcelona, puesto para el que fue declarado inamovible en febrero de 1872. Un decreto de febrero de 1874 dispone su cese en el cargo de presidente de la Audiencia de Barcelona pasando a ocupar la presidencia de sala de la Audiencia de Albacete hasta marzo de 1875, jubilándose por inutilidad física el 30 de agosto de ese mismo año.

Liberal exaltado, fue miembro del Partido Progresista, comandante de la Milicia Nacional de Cangas de Tineo en 1843 y presidente de la junta que se constituyó en esta villa durante la Revolución de Septiembre de 1868, que supuso el derrocamiento de la reina Isabel II.

Representó a Cangas de Tineo en la Diputación Provincial interina que se constituyó a consecuencia del alzamiento nacional, elegida en las capitales de partido judicial, conforme a la circular de 25 de octubre de 1868, por resultado de la disolución de la Diputación Provincial anterior por Decreto del Gobierno provisional de la nación. Esta Diputación interina se instaló el 8 de noviembre de ese mismo año hasta el 31 de diciembre de 1870. Rodríguez-Arango que había tomado posesión del acta de diputado el 23 de noviembre de 1868 renunció (sin que conste la fecha) y entró como propietario su suplente José De Riego y Tineo que tomó posesión el 3 de mayo 1869 y como suplente de éste, Francisco Méndez de Vigo y Valdés Miranda.

Fue condecorado con la Gran Cruz de la Real Orden americana de Isabel la Católica el 16 de abril 1871.

Falleció en la villa de Cangas de Tineo a las 11 de la mañana del día 27 de marzo de 1884 a la edad de 76 años.

[1844] Bernardo Joaquín Martínez

[Faltan las actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea entre 1840 y 1854]

Bernardo Joaquín Martínez

1844

Vecino de la villa de Cangas del Narcea.

Miembro del Partido Progresista, formaba parte de la junta gubernativa de este partido en Cangas de Tineo y como tal, es uno de los firmantes de una carta de felicitación al general Baldomero Espartero el 20 de setiembre de 1840.

En 1845 era propietario de una tienda.

[1868-1872] Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso

Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso
(Tebongo, Cangas del Narcea, 1817 – Cangas del Narcea, 1902)

26 de julio de 1868 – 1 de febrero de 1872

altComerciante. Primo de Marcelino Rodríguez-Arango, alcalde en 1838-1839, y, como él, miembro destacado del Partido Progresista en Asturias. Román Rodríguez-Arango y varios miembros de su familia participaron muy activamente en la Revolución de Septiembre de 1868 y en todo el Sexenio Democrático (1868-1874). Entre 1872 y 1874 fue diputado provincial por el distrito de Cangas del Narcea. La noticia de su fallecimiento y su esquela se publicó en El Imparcial. Diario liberal, de Madrid (10 de noviembre de 1902). Durante su alcaldía el ayuntamiento se denominaba: Ayuntamiento Popular de Cangas de Tineo. El 1 de junio de 1869 se creó una plaza de médico de primera clase, pagada con fondos municipales, con la obligación de asistir gratuitamente a familias pobres.

Plano del centro de la villa de Cangas del Narcea, en 1870, que se presentó con una propuesta para ensanchar la calleja de Las Huertas con el objeto de que los carros pudiesen acceder de la calle Mayor a la nueva carretera de La Espina-Ponferrada; este problema se solventará en 1910 con la apertura de la calle Diz Tirado y otras más. Archivo Municipal.

En 1868, durante el mandato de este alcalde, sucedió en España la Revolución de Septiembre, conocida como La Gloriosa, que trajo consigo el derrocamiento de la reina Isabel II. El poder de los ayuntamientos lo tomaron temporalmente unas juntas revolucionarias integradas por progresistas, unionistas (del partido Unión Liberal) y republicanos, que redactaron proclamas a favor de la libertad, el sufragio universal, etcétera. En Cangas del Narcea formaron la junta: el magistrado Marcelino Rodríguez Arango, progresista; el maestro Genaro Gonzalez Reguerín, republicano; el propietario y empresario Rafael Uría, liberal; el notario Ángel Menéndez Reigada y el propietario Ceferino García del Valle, republicano. Su proclama fue la siguiente:

Cangueses:

La razón y la justicia han recobrado su imperio. La inmoralidad y la tiranía han sucumbido. La libertad ha triunfado. Esa cohorte de aduladores que hicieron a la infortunada España patrimonio de su desordenada y repugnante ambición, se fugó en su mayor parte dejando a la ex-reina abandonada en tan críticos momentos, en justa recompensa de su arbitrario e insensato proceder; los demás, que obcecada y temerariamente continuaron defendiéndola, han tenido que buscar con ella un asilo en país extranjero, vencidos por la fuerza moral del pueblo tan injustamente subyugado.

Habían creído los tiranos que empobrecida con enormes tributos, arrancados al pueblo para improvisar colosales fortunas, escarnecida y vilipendiada con leyes restrictivas y reaccionarias, dictadas por el odio a los progresos de nuestra civilización, la altiva y generosa España había perdido su dignidad. ¡Insensatos! Llegó la hora del desengaño, ha tiempo prevista y con ansiedad esperada, y pocos días bastaron para probar a la Europa, al mundo, que en el seno de la Nación del dos de Mayo y siete de Julio arde inextinguible el fuego santo de la libertad. Cangueses: vosotros que en repetidas ocasiones habéis dado inequívocas pruebas de patriotismo, continuad dándolas hoy de vuestra abnegación y sensatez. Proclamemos la unión sincera de todos los que de liberales blasonan. Olvidemos antiguas deminaciones y errores. Tened confianza en la junta que por aclamación espontánea habéis elegido, y decid con ella: “Viva la libertad. Vivan las Cortes Constituyentes que se elijan por el sufragio universal”.

Cangas de Tineo, 2 de Octubre de 1868.

El Presidente de la Junta, Marcelino Rodriguez Arango. El vocal, Genaro Reguerín. El vocal, Rafael Uría. El vocal, Ángel Menéndez Reigada. El vocal secretario, Ceferino del Valle.

[1874-1879] Severiano Rodríguez-Peláez y Riego

Severiano Rodríguez-Peláez y Riego
(Tineo, 1830 – Cangas del Narcea, 1905)

30 de junio de 1874 – 1 de julio de 1879

Escuelas públicas, en la calle Mayor (a la izquierda), terminadas durante la alcaldía de Severiano Rodríguez-Peláez gracias a una ayuda concedida en 1876 por el Ministerio de Fomento; fueron demolidas en 1967.

Durante esta alcaldía el Ayuntamiento solicitó y recibió del Ministerio de Fomento una subvención de 21.732 pesetas para “terminar las obras en el edificio construido a sus expensas con destino a Escuelas públicas de niños de ambos sexos y habitaciones para los maestros” (Real Orden de 2 de diciembre de 1876). El Ayuntamiento había invertido 75.000 pesetas en la construcción de este edificio, que estaba en la calle Mayor, y ya no contaba con recursos para finalizar la obra. El ministro de Fomento en aquel tiempo era el conde de Toreno, diputado en Cortes por el distrito de Cangas del Narcea.

Firma del alcalde Severiano Rodríguez-Peláez y Riego del año 1876

[1881-1883] Joaquín Rodríguez-Arango Sanfrechoso

Joaquín Rodríguez-Arango Sanfrechoso
(Tebongo, Cangas del Narcea, 18¿? – Cangas del Narcea, 1889)

1 de julio de 1881 – 1 de julio de 1883

Feria de Val.lau, hacia 1908, creada en 1882 durante la alcaldía de Joaquín Rodríguez-Arango Sanfrechoso.

Abogado y propietario. Hermano de Román Rodríguez-Arango que fue alcalde entre 1868 y 1872. Miembro del Partido Democrático. Diputado provincial por el distrito de Cangas del Narcea entre 1872 y 1874. Durante su alcaldía, los alcaldes de los barrios de Cibea y de los ríos Naviego y Carballo solicitan la creación de ferias en el Campo de la Vega y Ermita de Vallado. El 17 de julio de 1882, el pleno municipal aprueba la creación de tres ferias que se celebrarán en ese lugar, inmediato a los pueblos de Vallado y Miravalles, una el 13 de marzo, otra el primero de septiembre y otra el 20 de octubre de cada año.

Sabemos por una noticia en prensa, El Carbayón; Diario asturiano de la mañana: Año III Número 243 – 1881 septiembre 17, que el inicio de esta legislatura fue tormentoso climatológicamente hablando ya que el 11 de julio, sobre la villa de Cangas y su término municipal, descargó una tremenda tormenta que llevó a varios vecinos a elevar al Gobierno una instancia, a través del Gobernador de la Provincia, solicitando se les librase alguna cantidad del fondo de calamidades públicas para remediar en parte a los siniestrados.

[1887-1889] Salvador Martínez Valle

Salvador Martínez Valle

(Cangas del Narcea, 1830 – 1889)

2 de febrero de 1887 – 2 de diciembre de 1889

Propietario. “Amigo” del conde de Toreno. Murió siendo alcalde el 2 de diciembre de 1889 y le sustituyó Román Rodríguez-Arango, primer teniente alcalde, hasta el nombramiento del nuevo alcalde en febrero del año siguiente.

Durante este mandato la Comisión Provincial de Oviedo declaró incompatible el cargo de concejal del Ayuntamiento de Cangas de Tineo con el de notario eclesiástico que desempeñaba Francisco Alvarez Uría. En enero de 1888 una Real órden-circular revocó el acuerdo de la Comisión y declaró en su lugar compatibles dichos cargos.

[1894-1895] Joaquín Rodríguez Martínez

Joaquín Rodríguez Martínez
(Cangas del Narcea, 1860 – 21 de enero de 1914)

20 de noviembre de 1894 – 1 de julio de 1895

Conocido como Ravachol. Liberal y, como su antecesor, partidario del diputado a Cortes Félix Suárez-Inclán. En los primeros días de su mandato sucedió el motín de los campesinos del concejo contra el impuesto de consumos, que era completamente abusivo para una población que en su mayoría vivía en la pobreza. Los labradores asaltaron la casa consistorial y llegaron a asediar la villa. La llegada de numerosas fuerzas de la Guardia Civil y del Ejército, así como la intermediación de personas de prestigio entre los campesinos aplacó la ira de los vecinos. El suceso se trató en el Consejo de Ministros y en las Cortes, y fue noticia en varios diarios de Madrid y Barcelona. La narración de los hechos puede leerse en El Eco de Occidente, números de 30 de noviembre y 4 y 7 de diciembre de 1894.

[1895-1898] Manuel Rodríguez González

Manuel Rodríguez González, h. 1880. Col. Menéndez Tablado.

Manuel Rodríguez González

(Veigamiouru, Cangas del Narcea, 6 de febrero de 1844- )

1 de julio de 1895 – 25 de septiembre de 1898

Propietario y “rico capitalista” (según las crónicas de El Eco de Occidente), enriquecido en Madrid. A fines del siglo XIX vivía retirado en la villa de Cangas del Narcea y pasaba los meses de verano en su casa de Veigamiouru. En los tres mandatos que ocupó la alcaldía tuvieron gran importancia los primeros tenientes alcaldes, que ejercieron a menudo de alcaldes en funciones por enfermedad y ausencia del alcalde presidente. Estos fueron Evaristo Morodo Muñoz, Benemérito de Llano Rodríguez-Arango y Francisco García del Valle Blanco.

El 17 de agosto de 1897 se aprobó la instalación del alumbrado eléctrico en la villa, que se inaugurará el 30 de junio de 1899. Sabemos por la revista de Ciencias, Ingeniería y Electricidad nº 155 de 1897 que: «el Ayuntamiento de Cangas de Tineo ha adjudicado el alumbrado eléctrico de aquella villa a D. Claudio Alfonso por el término de treinta años y la cantidad de 2.250 pesetas cada uno.»

[1902-1904] Nicolás de Ron Flórez-Valdés

Nicolás de Ron Flórez-Valdés
(Cangas del Narcea, 1863 – 1914)

1 de enero de 1902 – 3 de enero de 1904

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Nicolás de Ron Flórez-Valdés, hacia 1900. Colección de Ana de Ron

Abogado, juez municipal y desde 1903 corresponsal del Banco de España y de otros bancos en Cangas del Narcea. Fue diputado provincial por el distrito electoral de Cangas de Tineo desde el 4 de diciembre de 1909 hasta su fallecimiento en 1914. Miembro del Partido Liberal liderado por Sagasta, Moret y Canalejas, y partidario de Félix Suárez-Inclán.

En los números 69 y 70 del periódico El Distrito Cangués de  22 y 29 de agosto de 1914 respectivamente, el periodista cangués Manuel Flórez de Uría que tenía a Nicolás de Ron como su mejor amigo, le dedicaba el siguiente artículo a su memoria.

IN MEMORIAM

A la memoria del hombre bueno, del político honrado, del esposo enamorado, del padre amantísimo, del amigo leal, del cumplido caballero que en vida se llamó D. Nicolás de Ron y Flórez-Valdés, he de escribir unas cuartillas para EL DISTRITO. Pocas o muchas, no lo sé: las que salgan. No es esto obra de raciocinio, que pueda medirse y calcularse de antemano; sino de sentimiento, que no está sujeto a normas ni límites: no llevará sobre el papel mi pluma la mente calculadora y fría, sino el corazón cariñoso y tierno.

Tal vez no debiera ser yo el que acometiera este trabajo, y menos en estos momentos, si se buscase solo el lucimiento y mérito de la obra literaria; pero no admito que pueda ser otro el que lo intente y lleve a cabo, si ha de significar cariño entrañable y adhesión a toda prueba. Por esa reclamé de EL DISTRITO el honroso y triste derecho de ser yo, y no otro, el que de la muerte de mi mejor amigo se ocupara.

Don Nicolás de Ron y Flórez-Valdés nació en Cangas de Tineo en 17 de Mayo de 1863, siendo el último de les hijos habidos en el matrimonio de D. Eduardo de Ron y Baylina, de la muy antigua y linujada «Casa de Ron», en Ibias, y de Dª. Nicolasa Flórez-Valdés y del Riego, de la también ilustre «Casa de Cabo del Agua», en Tuña (Tineo), emparentada con la del General Riego, de gloriosa memoria. Estaba casado con Dña. Carlota Uría y Llano-Merás, de la «Casa de Santianes», y de este matrimonio deja los hijos D. José María, Dña. Teresa, D. Fernando, Dª. María, Dª. Dolores, Dª. Ana, Dª. Pilar, Dª. Elena, Dª. Luisa, D. Nicolás, D. Carlos y D. Manuel de Ron y Uría.

Era Licenciado en Derecho, y ejerció la abogacía en este partido desde 1887 hasta su fallecimiento, siendo uno de los abogados de más, y más justamente, acreditado bufete y merecido renombre. Fue juez municipal tres bienios, durante los cuales demostró al concejo su rectitud, justificación e independencia de criterio en tales términos, que de ahí arrancaba su gran popularidad entre los aldeanos. Persona de gran cultura, no sólo rayaba a muy notable altura en las materias propias y relacionadas con su carrera de abogado, sino que dominaba otras varias, siendo una verdadera autoridad en conocimientos históricos, habiendo sido bastantes años profesor de Historia de España y de Historia Universal en el colegio de segunda enseñanza de esta villa. Concejal de este Ilustrísimo Ayuntamiento varias veces, fue nombrado Alcalde-Presidente del mismo por elección popular, es decir, por nombramiento directo y unánime de los concejales que lo componían, en 1º de Enero de 1902, y reelegido después en dos legislaturas sucesivas por Su Majestad el Rey; dejando el cargo de Alcalde por haber sido elegido Diputado Provincial por el Distrito de Cangas de Tineo-Tineo, para el que fue reelegido en muy reñida lucha y por gran mayoría en las elecciones de 1913, cuyo cargo desempeñaba al morir, no sólo a completa satisfacción y en beneficio de sus electores, sino gozando de gran prestigio entre sus compañeros de Diputación. Tuvo la Sucursal del Banco de España en esta villa y fue corresponsal de varios bancos y establecimientos de crédito de la provincia y de fuera de ella.

En 1893 presentó su candidatura para Diputado a Cortes por este Distrito, por primera vez, el Excmo. Sr. D. Félix Suárez Inclán, y, desde entonces, y sin interrupción, figuró a su lado como uno de sus más valiosos y fieles amigos el finado D. Nicolás de Ron, constituyendo con su cuñado D. Laureano Francos y sus amigos D. Francisco García del Valle y D. Marcial R. Arango, el núcleo, la base del partido liberal en Cangas de Tineo, en el que, por razones de parentesco, de amistad, de dependencia o de simple relación de intereses con aquellos, o por afinidad de ideas nos hemos ido sumando los demás hasta componer el actual partido numeroso y fuerte, capaz de dar a ganar las reñidas batallas electorales de los dos últimos años, a pesar de algunas defecciones sensibles por cierto y que contribuyeron, sin duda, a llenar de amargura el corazón del finado, dejando a un lado su mayor o menor importancia, por venir de quien venían.

D. Félix Suárez Inclán, aparte de su amistad particular e íntima con D. Nicolás de Ron, le tenía en tanta estima y sabía hasta tal punto de lo que le era deudor políticamente hablando, que sobre distinguirle siempre de una manera especial y proponerlo y elevarlo a los puestos públicos que ocupó y que tan merecidos tenía, intentó repetidas veces hacerlo Gobernador Civil, abriéndole así amplio horizonte político, pero el finado, atento a consideraciones políticas y de familia tan delicadas como honrosas, no quiso aceptar nunca.

La medida de ese aprecio y la intensidad de ese cariño que el Sr. Suárez Inclán tenía hacia el finado, la dan los siguientes párrafos que copio de la carta de 14 del actual del primero al Alcalde:

«Las noticias que me comunica usted del estado de Nicolás, me apenan mucho. ¡Pobre amigo!»

Antes de cerrar esta carta recibió D. Félix un telegrama del Alcalde participándole el fallecimiento, y agrega en la carta:

«Estoy que no sé lo que me pasa con la noticia de la muerte del pobre Nicolás, que se ha servido usted comunicarme por telégrafo. Acabo de telegrafiar a usted y a Pachín Valle contestándoles. Me parece mentira que se haya muerto ese excelente amigo, a quien vi por última vez en Oviedo el 15 de Junio, lleno de juventud y vida, al parecer. El pedirá a Dios por los suyos, y nosotros, los que aquí quedamos, cuidaremos de ellos cuanto podamos: es nuestro deber.»

La carta a que pertenecen los párrafos transcriptos, la hemos visto; y no pudimos por menos de cometer la indiscreción de hacerlos públicos, en obsequio del muerto y para honra del vivo.

El 15 a las 9 fue su entierro, al que asistió el señorío de la villa en pleno y muy numerosa concurrencia. Tras el severo féretro que encerraba los restos mortales del finado, formaban el duelo de familia los señores don Laureano Francos, secretario judicial; D. Claudio Uría, juez municipal suplente; D. Jesús Villa, médico; D. Roberto Flórez, doctor en Ciencias; D. Rafael Rodríguez Francos, comerciante, y D. Joaquín Carrizo, de Tineo.  El de amigos lo componían D. José González Pérez, secretario judicial; D. Antonio Jiménez Valcárcel, procurador; don Carlos Fernández, sobrestante de Obras Públicas; D. Porfirio Ordás, perito agrícola, y el que esto escribe. En el duelo oficial iban, primero, el Ilmo. Sr. D. Francisco García del Valle, ex gobernador civil y alto funcionario de Hacienda, quien además de por sí llevaba la representación del Excmo. Sr. D. Félix Suárez Inclán, diputado a Cortes por el Distrito; el M.R.P. Fernando Arguelles, rector del convento de dominicos de Corias, y D. Agustín de Llano Valdés, diputado provincial quien también llevaba en aquel acto la representación de la Excma. Diputación de Oviedo. Después seguía el Ilmo. Ayuntamiento en pleno, presidido por el alcalde D. José María Díaz López de Penedela, cerrando el cortejo la Guardia municipal.

Tras las preces de ritual durante el trayecto y ante la iglesia parroquial y en el cementerio, el cadaver de D. Nicolás de Ron fue a unirse con los restos de sus mayores en el nicho-panteón propiedad de la familia. ¡Que duerma en paz!

Los solemnísimos funerales, que por festividad del día del sepelio y del siguiente no pudieron celebrarse hasta el lunes 17, tuvieron lugar en la Colegiata de esta villa con asistencia inusitada de aldeanos del concejo, mucha clerecía y presididos por los duelos indicados. También asistieron distinguidas personalidades de los inmediatos concejos de Ibias, Leitariegos y Allande, y tal vez de otros, pero si tal ocurrió ni los hemos conocido ni nadie llamó nuestra atención, por eso no los citamos.

Los principales periódicos de Oviedo y de el resto de la provincia, dieron noticia de su muerte en sentidos artículos necrológicos, hasta los de ideas políticas más diametralmente opuestas a las del finado.

Cangas de Tineo no se olvidará seguramente del hijo plecaro que acaba de perder, sus correligionarios sabrán hacer que se perpetúe su memoria, sus amigos conservarán, cariñosos, su recuerdo; así es de esperarlo; pero aunque nada de esto se realizara, aunque sólo los suyos le tuviesen presente en sus afectos, alguien habrá además que no le olvide, que pronuncie su nombre con triste melancolía, y ese será

M. FLÓREZ DE URÍA.


Ver: [1906-1910] Nicolás de Ron Flórez-Valdés


 

[1913-1921] José María Díaz López, ‘Penedela’

(Penedela, Ibias, 1870 – Cangas del Narcea, 1934)

23 de octubre de 1913 – 1 de abril de 1921

Matadero municipal en 1970. Construído en 1916 en el Barrio Nuevo, según un proyecto de Alfredo Flórez González, durante la alcaldía de José Mª Díaz López Penedela. Fue derribado y su solar vendido para construir viviendas.

Comerciante y empresario. Emigró a América y a su regreso se estableció en la villa de Cangas del Narcea, donde abrió el comercio El Siglo XX y tuvo diversos negocios (viticultura, central hidroeléctrica, fabricas de harina y madreñas, etc.). El 1 de julio de 1909 fue elegido por primera vez concejal del Ayuntamiento de Cangas del Narcea. Era republicano. En su carrera política lo ayudó la familia de su mujer, Julia de Llano, y siempre fue partidario de Felix Suárez-Inclán. Fue un alcalde muy importante, durante su mandato se hicieron en la villa la traída de agua, la mejora del alcantarillado, el matadero municipal y un lavadero público, y se levantaron varias escuelas en el concejo.

[1934-1936] Antonio Arce Díaz

Antonio Arce Díaz
(Cangas del Narcea, 1893 – 1963)

1 de noviembre de 1934 – 21 de febrero de 1936

Anuncio en prensa. La Voz de Asturias: diario de información: Año I Número 83 – 1923 Julio 15

Abogado y presidente del Comité de Acción Popular del concejo de Cangas del Narcea.

El alcalde y los concejales de la corporación anterior fueron cesados de sus cargos por el Gobernador Civil, “con motivo de la huelga revolucionaria declarada el 5 de octubre” en Asturias. El mismo gobernador nombra nuevos concejales, todos conservadores, que eligen como alcalde a Antonio Arce Díaz.

El diario La Voz de Asturias de 8 de noviembre de 1934 publicaba la siguiente noticia sobre el nuevo Ayuntamiento de Cangas del Narcea:

«En la mañana del lunes ha quedado constituido el nuevo Ayuntamiento que sustituye al que había formado por radicales-socialistas y socialistas. La Corporación que hoy se formó la constituyen valiosos elementos de Acción Popular, Liberales-demócratas y radicales. Fue elegido alcalde el abogado don Antonio Arce Díaz, presidente del Comité de Acción Popular de esta concejo; y tenientes de alcalde, don Joaquín Rodríguez-Arango, liberal-demócrata y don Saturio Morodo y don Tomás Álvarez, del mismo partido; y don Francisco Cosmen y don José Rodríguez de Acción Popular; síndicos don José Villa y don Ángel Rodríguez. […]»

 

 

[1968-1974] Carlos Arce Flórez-Valdés

Carlos Arce, 1981 (Foto La Maniega)

Carlos Arce Flórez-Valdés

(Cangas del Narcea, 1919 – 2010)

29 de noviembre de 1968 – 2 de febrero de 1974

Abogado. En su mandato se inauguran en 1971 la Escuela Hogar y el campo de fútbol en El Reguerón. Se construye el puente colgante entre el barrio de El Fuejo y la plaza de La Oliva.

[2015- 2023] José Víctor Rodríguez Fernández

José Víctor Rodríguez, junio 2015

José Víctor Rodríguez Fernández

(Cangas del Narcea, 1984)

13 de junio de 2015 – 17 de junio de 2023

Licenciado en Derecho y abogado. Elegido alcalde en la candidatura del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) durante dos legislaturas.

[2023- ] José Luis Fontaniella Fernández

José Luis Fontaniella en su segunda investidura como alcalde de Cangas. 17 de junio de 2023. Foto: Onda Cero Cangas del Narcea.

José Luis Fontaniella Fernández

(Cangas del Narcea, 1977)

17 de junio de 2023 – actualidad

Diplomado en Relaciones Laborales por la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales de Oviedo. Elegido alcalde dentro de la candidatura del Partido Popular (PP). Fue alcalde anteriormente entre 2011 y 2015.

La tumba de un exiliado cangués en Caulnes (Francia)

Los hijos de Juan Blanco Martínez ante la tumba de su padre en el cementerio de Caulnes (Francia)

Juan Blanco Martínez era un famoso ferreiro de Cangas del Narcea. Vivía en el Barrio Nuevo y a parte de ser un virtuoso en su oficio, era conocido por hacer las mejores trompas del concejo. Era socio de “El Tous pa Tous”. Con 60 años, él, que casi no había salido de Cangas, tuvo que marchar en agosto de 1936 con sus hijos Manuel y Consuelo para escapar de la entrada del ejercito de Franco.

Su hijo Manuel había emigrado con 14 años a la Argentina. Allí trabajó muy duro e hizo un pequeño capital. En aquella república americana, como les sucedió a otros muchos emigrantes asturianos en ultramar, se hizo republicano. A comienzos de 1931, tras la muerte de su madrastra y tía, Engracia Pérez, regresó a España. Le dijo a su padre que con el dinero que él traía podía dejar de trabajar. Al padre aquello le pareció casi un insulto y siguió trabajando en la fragua. Manuel construyó una casa en el Barrio Nuevo, justo enfrente del puente roto, y se metió en política. Se presentó en las elecciones municipales de abril 1931 con el partido republicano y salió elegido concejal. En 1936 tuvo que exiliarse a Francia, y con él se fueron su padre y su hermana Consuelo. Acabaron en Caulnes, un pueblo de la región de Bretaña, situado cerca de las ciudades de Saint Malo y Rennes, en el que vivían unas mil ochocientas personas.

Señalización del pueblo de Caulnes (Francia)

Pero tampoco aquí las cosas fueron fáciles para los tres. En 1939 comenzaba la Segunda Guerra Mundial y la pequeña población de Caulnes estaría ocupada por el ejercito alemán desde junio de 1940 hasta agosto de 1944. En este tiempo, en 1942, moría allí Juan Blanco Martínez.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, los dos hermanos se marcharon para Argentina, donde tenían hermanos y sobrinos, y donde Consuelo ya había estado en 1931 y 1932. En los años sesenta regresaron a Cangas del Narcea a su casa del Barrio Nuevo. La casa estaba habitada por una familia que se había hecho con ella y a la que tuvieron que desalojar. En la vivienda solo quedaba un aparador en la cocina, que estaba encajado en un hueco de la pared, el resto de los muebles y ajuar que ellos habían dejado había desaparecido. En esa casa murieron los dos muy viejos, primero Consuelo, el 28 de abril de 1986, con 85 años y diez días después Manuel, con 95 años. Los dos reposan en el cementerio de Cangas, en Arayón. A él se le conocía como Lin el Ferreiro. En su última estancia en Cangas, Manuel volvió a encender la fragua de su padre y fabricó trompas que regalaba a amigos y conocidos.

En la fotografía que publicamos aparecen los dos hermanos el día del entierro de su padre en el cementerio de Caulnes. En la base de la cruz, escrito en francés, se lee:

Cementerio de Caulnes (Francia). Lugar donde la tumba de Juan Blanco ha desaparecido.

Ici
repose
Juan Blanco Martínez
né en Espagne
1866-1942
offert par tes amis de
Caulnes
Les enfants ne t’oublient
pas

La traducción es: “Aquí reposa Juan Blanco Martínez, nació en España, 1866-1942, ofrecido por sus amigos de Caulnes. Los hijos no te olvidan”.

Una amiga, Consuelo Hernández Valenzuela, que vive en Saint-Ouen-des-Alleux, no muy lejos de Caulnes, ha tenido la amabilidad de ir hasta este pueblo a buscar la tumba de Juan Blanco Martínez. Pero la tumba ya no está. Ha sido levantada. En unas fotos que me envía se ve el lugar vacío. La memoria es perecedera. La del exilio español es todavía más fugaz. Nos queda sólo esta fotografía que perteneció a otros exiliados, los hermanos Joaquín y Gumersindo Díaz Morodo “Borí”; este último también murió en Francia, en Salsigne, cerca de Carcasona, y su tumba tampoco se conserva.


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Noticias municipales de 1887-1890

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José de Llano Valdés, alcalde de Cangas del Narcea entre el 21 de febrero de 1890 y el 1 de marzo de 1893

Estas noticias del Ayuntamiento de Cangas del Narcea están tomadas del Libro de Actas de los plenos municipales de esos años, recuperado por el Tous pa Tous, que será entregado al archivo municipal el próximo 20 de octubre de 2012, coincidiendo con la asamblea anual del Tous pa Tous.

A finales del siglo XIX el Ayuntamiento de Cangas del Narcea tenía 24 concejales y un presupuesto de alrededor de 143.000 pesetas. La población del concejo era de unos 23.000 habitantes. La plantilla municipal era muy pequeña: un secretario, dos oficiales, un oficial contador y un auxiliar; un cabo, dos guardias y dos serenos, y “barrenderos y reparadores” de las calles de la villa. Además, tenía contratado un sobrestante para presupuestar y supervisar las obras, y un “inspector de carnes”.

Había cinco comisiones, que correspondían a las competencias municipales: hacienda, obras públicas, instrucción pública, beneficencia y sanidad, y policía urbana.

El cargo de alcalde se ocupaba durante dos años. En junio de 1887 salió elegido Salvador Martínez Valle, que sustituyó a Severiano Peláez Riego. Los dos eran conservadores moderados y amigos políticos del conde de Toreno. El 2 de diciembre de 1889 fallece a la edad de 58 años Martínez Valle, “a consecuencia –según el acta de defunción del Registro Civil- de un derrame apoplético cerebral” (es decir, de una trombosis o ictus), y ocupa el cargo provisionalmente el primer teniente de alcalde, Román Rodríguez-Arango,  hasta el 21 de febrero de 1890 en que es elegido José de Llano Valdés. Con él comienza el dominio de la familia De Llano en la política canguesa; su hermano Agustín será el primer teniente de alcalde en esta misma corporación. Los miembros de esta familia eran del partido liberal y seguidores del diputado a Cortes del distrito de Cangas de Tineo Félix Suárez Inclán. Su poder llegará hasta los años veinte del siglo XX con el alcalde José María Díaz López “Penedela”, que estaba casado con Julia de Llano González-Reguerín, hija de José de Llano Valdés.

Los años 1887, 1888 y 1890 fueron de penuria en el concejo de Cangas del Narcea. El 13 de julio de 1887 se dio lectura en una sesión extraordinaria una “comunicación dirigida por los vecinos de Posada y Vega de Rengos, Gillón, Noceda y por los vecinos de Murias y Fulgueraju, manifestando que fuertes tormentas que descargaron en el mes de junio y en el del actual, han destruido por completo los sembrados, por cuya razón piden o bien perdón o rebaja de contribuciones, o en otro caso se les facilite algún socorro”. En la misma sesión algunos concejales mencionan que la calamidad también había afectado a los pueblos de Dagüeño, Cadrijuela, Ambres, Ridera y parroquias de San Julián, Cibea y Bimeda. El 3 de mayo de 1888 varios concejales piden que se “eleven instancias a la Diputación y Ministerio de la Gobernación reclamando recursos y auxilios para hacer frente a la grande miseria que aflige al concejo”, y en otro pleno se menciona la “situación angustiosa que el concejo viene atravesando por la escasez de cosechas”. La pobreza estaba generalizada y en esa misma sesión del 3 de mayo se aprueba “ampliar la comisión [de concejales] nombrada para formar el padrón de 800 familias pobres que deben ser asistidas gratuitamente por los médicos”, con el objeto de terminar este padrón a la mayor brevedad posible.

El libro de actas de los plenos de estos años están llenos de solicitudes y concesiones de ayudas para la construcción o mejora de cementerios (cementerio civil en Posada de Rengos, cementerios de Gillón, Carballo, Fuentes); fuentes (Jalón); caminos vecinales y puentes (Puente Piñera, puente de madera de Ambasaguas, puente de Regla de Naviego); escuelas (escuela de niñas de Naviego), etc.

El matadero de la villa tendrá un gran protagonismo en los plenos, porque el que había en La Vega, junto al mercado de ganado, hubo que derribarlo en 1889 para dejar paso a la carretera de Ibias y era necesario buscar un terreno para construir uno nuevo. También aparece con frecuencia en las sesiones el cementerio de la villa de Cangas, que era pequeño y malo, pero como no había dinero para construir uno nuevo el problema se irá posponiendo hasta 1927 en que se construye el cementerio municipal de Arayon.

El Ayuntamiento también tomaba decisiones relacionadas con la vida religiosa y la moralidad pública, por ejemplo, en un pleno celebrado el 3 de mayo de 1888 se acuerda: “Que uno de los municipales permanezca a la puerta de la Colegiata durante el Santo Sacrificio de la misa y otras funciones en días festivos, para evitar los alborotos que suelen producir algunos jóvenes y niños con perjuicio de los actos religiosos”.

Algunos de los acuerdos de los años 1887 a 1890 fueron los siguientes:

Iglesia de Besullo

8 de febrero de 1887. Se autoriza al alcalde de barrio de Besullo y al párroco a “tomar un trozo de terreno de la plaza pública para ampliar la iglesia”, que se reedificará en ese año con una subvención de 4.167 pesetas otorgada por el Gobierno de S. M. y el trabajo de los vecinos de la parroquia.

Lagar en Santirso

30 de octubre de 1887. “Se acuerda autorizar la construcción de un lagar común para todos los vecinos de Llamas de Ambasaguas en el campo de Santirso, en terreno público”. Es el lagar que en la actualidad forma parte del Museo del Vino de Cangas.

Donativo de biblioteca popular

29 de enero de 1888. Se comunica que “gracias a las gestiones del diputado a Cortes por Tineo, Sr. Sánchez Campomanes, la Dirección General de Instrucción Pública concedió una biblioteca popular con destino a la escuela pública de niños [de Cangas del Narcea]. Se autoriza a recoger la biblioteca a D. José Rodríguez y Gonzalez, cajero de la Caja del Sr. Urquijo” y emigrante del concejo de Cangas del Narcea residente en Madrid.

Sobre aumento de misas en la parroquia de la colegiata

6 de mayo de 1888. “El señor Álvarez Uría manifestó que a causa de las pocas misas que se dicen en esta villa los días festivos, pues se reducen a una en la colegiata parroquial, otra en el convento de dominicas y otra en Santa María de Ambasaguas, es tal la aglomeración de gentes que ni se puede estar en el templo con la atención y respeto debidos, ni es posible evitar que algunas personas se queden, a pesar suyo, sin cumplir con este precepto, y como por otra parte la higiene no está  conforme con la aglomeración de gentes dentro de edificios, especialmente en la estación de verano, propone que pase una comisión al convento de dominicos de San Juan de Corias y ruegue al Reverendo Padre Rector que disponga que uno de los religiosos ordenados, venga todos los días festivos a decir misa a esta villa, siendo posible a las ocho y a las once de la mañana, y que si el padre rector no accediese a los ruegos de la corporación, ya porque la regla lo impida o ya por otra causa, que se ponga en conocimiento del Ilmo. Sr. Obispo de la diócesis para que procure remediar una falta de tanta consideración. Aceptada por unanimidad la proposición, se comisionó a los señores Flórez de Sierra y secretario del Ayuntamiento para desempeñar la comisión”.

Puentes de Besullo

20 de mayo de 1888. Se acordó “que el sobrestante de obras D. Manuel Martínez, pase a reconocer los puentes de Arganza, Las Veigas y Leirón, términos de la parroquia de Besullo, y manifieste lo que pueda costar su reparación, utilizando la prestación personal” de los vecinos de la parroquia.

Sobre alumbrado para 1888-89

2 de junio de 1888. “Acordaron que se coloquen dos faroles, uno en La Cartuja y otro en Santa Catalina, como los había antes de ahora, y que se anuncia la subasta del alumbrado público, incluyendo en ella todos los gastos de conservación de faroles. Que en las condiciones se estipula que los faroles han de alumbrar todas las noches, luzca o no la luna, hasta la hora de las 12 de la noche, y que los faroles de la calle de la Cárcel, La Fuente, el de la entrada del Corral, el del Puente y el del Mercado que alumbraran hasta el amanecer, cuidando de que las condiciones se cumplan al pie de la letra”.

Sobre transito de carros por las calles de la villa

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Carromato en Corias en dirección a la villa de Cangas del Narcea, hacia 1915

17 de junio de 1888. Propuesta del regidor sindico “pidiendo se prohíba que los carros de leña y otros artículos que vienen a venderse a la villa, anden por las calles y plazas de la misma, señalándoles un sitio para evitar los atropellos y disturbios a que da lugar, y que los carromatos, después de hecho el descargue, que será a las tres horas de su llegada, salgan también para El Corral u otro punto de las afueras. El señor Llano Flórez propone que en lugar de señalarles sitio, se les obligue a desalojar la villa a la hora de las once, pudiendo andar hasta dicha hora por las calles y plazas, como lo venían haciendo. Puestas a votación [las dos propuestas] resultó aprobada la del señor Llano Flórez por mayoría”.

Recetas de pobres

16 de diciembre de 1888. “Teniendo en consideración los muchísimos individuos que se presentan reclamando medicamentos gratis, lo cual no puede continuar así por carecer de recursos para ello [el Ayuntamiento], se acuerda que se recomiende a la comisión encargada de formar el padrón de pobres lo ultime a la mayor brevedad posible, y mientras tanto que [esos vecinos] justifiquen con una certificación del párroco y pedáneo que son pobres de solemnidad, sin cuyo requisito no se les darán las recetas como tales pobres”.

Sobre sitio para castrar ganados

31 de marzo de 1889. “El señor Llano Flórez pide que se señale un sitio retirado para castrar ganados, cuya operación se está verificando públicamente en el campo de La Vega y a presencia de niños, lo cual es bastante escandaloso, y el ayuntamiento acuerda que desde luego se dé orden a la guardia municipal para que obliguen a los castradores a llevar a cabo las operaciones a la parte de abajo del campo, y que tan pronto como rija el próximo presupuesto se cerque un trocito de terreno con dicho objeto”.

Creación de tres ferias nuevas

23 de mayo de 1890. “Interpretando los deseos de los vecinos de esta villa y del concejo acuerdan en uso de las atribuciones que le concede el artículo 72, establecer  tres ferias en esta villa en los días siguientes: 1ª. El segundo viernes del mes de febrero; 2ª. El primer viernes del mes de marzo, y 3ª. El día 15 de julio, anunciándolos oportunamente”.

Sobre necesidad de reparaciones de calles, plazas, caminos cementerios, etc.

31 de diciembre de 1890. “Es de necesidad que la corporación resuelva respecto a varias obras consistentes en su mayor parte en reparaciones y arreglos de calles, plazas, caminos, cementerios, etc., sobre las que se han hecho varias reclamaciones a la alcaldía, y son las siguientes:

Reparación y arreglo de varios trozos de empedrados, afirmado, aceras y alcantarillado en todas las calles y plazas de esta villa, especialmente en las de más tránsito que se hallan en estado bastante lamentable de abandono por haber trascurrido muchos años sin que se haya hecho en ellas obra alguna radical. Que también es de necesidad construir un enlosado en la plaza de Toreno que sirva de paseo por las noches. Que se necesita la adquisición y plantación de varios árboles en el mercado de ganados, en el paseo de La Vega y en las plazas. Que es de necesidad ultimar el alcantarillado de la calle Mayor y sitios de la plazuela del Centro y entrada por la plaza de Toreno. Que también es urgente el dar de blanco a las casas consistoriales, casa-escuela y teatro haciendo pequeñas reparaciones en sus paredes. Que hay que atender al arreglo de los puentes de madera de Vegadecanes, Ambasaguas, La Regla, Montañas, Bimeda, La Viña y Besullo, y al puente y pontón de piedra de Corias excavados por el río. Que hallándose el mercado de ganados lleno de escombros y baches y su cerca derruida por varios puntos, lo cual perjudica para el incremento de ferias y mercados, conviene también atender sin demora a tan importante necesidad. Que es asimismo necesario proceder a la reparación o restauración del paseo público, a fin de evitar que continuando tan lamentable abandono sea muy costosa la reparación si se demora, adquiriendo algunos bancos que se recogerán durante el invierno. Que también es de necesidad arreglar dos fuentes en el inmediato pueblo de Corias y proceder a la limpieza general de sus calles y caminos, puesto que por su población ya requiere alguna atención referente a policía. Que urge también la reparación de varios trozos de caminos en La Bubia, Tremado de Carballo, Posada de Rengos, Barguera, Besullo y Montañas.

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La fuente del Reguerón, que se menciona en este libro de actas, no fue construida hasta 1909

Y por último, que es de necesidad la construcción de un abrevadero público en el sitio de La Cartuja; de una fuente en El Reguerón, en el sitio donde espontáneamente salen las aguas; construcción de un lavadero, un matadero y unos cementerios y surtido de aguas potables para la villa, estas últimas cuando los fondos del municipio lo permitan; y respecto a las demás aplicando las partidas consignadas en el presupuesto urgente y las que se consignen en el adicional de nuevos gastos, porque de ninguna manera la corporación puede permitir que los deterioros vayan en aumento por abandono o falta de actividad.

Abierto a discusión sobre el asunto y después de haber hecho uso de la palabra varios concejales, se acordó en primer lugar por unanimidad dar un voto de gracias a la presidencia por el celo que demuestra en favor de los intereses del concejo, mediante a que las reparaciones y obras enunciadas son todas de reconocida necesidad y muchas de ellas urgentes; y en segundo lugar que se autoriza a la misma presidencia para que proceda desde luego a la inclusión de las partidas que figuran en el actual presupuesto para calles, caminos y cementerios, igualmente que las que se incluyan en el adicional que se ha de formar en el mes de febrero próximo”.

Principio y fin del Partido Republicano en Cangas del Narcea, 1930-1936

Gumersindo Díaz Morodo, Borí y Genaro Flórez, miembros del comité local del Partido Republicano en Cangas del Narcea, y el farmacéutico Joaquín Peñamaría, en 1914.

El republicanismo fue casi una religión para muchos españoles, que estaban convencidos que los males de España solo se curarían con el derrocamiento de la Monarquía y la proclamación de una República. Después del fracaso de la Primera República Española (1873-1874), este movimiento político volvió a tomar auge a fines del siglo XIX y primeras décadas del XX, y a él se sumaron numerosos intelectuales, profesionales liberales, comerciantes e industriales en toda España.

En Cangas del Narcea existía desde los años setenta del siglo XIX un pequeño grupo de republicanos, pertenecientes a unas pocas familias acomodadas de la villa: los Flórez, los García del Valle, etc., que eran maestros, abogados, “propietarios” o comerciantes. Su número fue incrementándose paulatinamente, sobre todo a partir del aumento de la clase media en la villa, y, por fin, tras la caída de la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, se fundó el Partido Republicano en Cangas del Narcea en septiembre de 1930. La noticia de su constitución, de los miembros del comité local y de sus primeros acuerdos, la hemos hallado en el diario La Libertad, de Madrid, de 21 de septiembre de 1930, y dice lo siguiente:

Partido Republicano de Cangas del Narcea

Bajo la presidencia de D. Saturnino Martínez Blanco se tomaron los siguientes acuerdos:

Primero. Declarar constituido el Partido Republicano en Cangas del Narcea.

Segundo. Nombrar el siguiente Comité local:

Presidente, D. Mario de Llano González (procurador); vicepresidente, D. Santiago García del Valle (industrial); secretarios, D. Rafael Fernández Uría (médico), don Francisco Fernández Rodríguez (empleado) y D. Grato Gómez del Collado (estudiante); tesorero, don Genaro Flórez González-Reguerín (propietario); contador, D. José María Mayo García (industrial); vocales, D. Gumersindo Díaz Morodo [Borí] (propietario), D. César Menéndez Meléndez (industrial), don Nicolás Álvarez Valledor (obrero), D. Francisco Álvarez Otero [el Astorgano] (industrial), D. Baldomero Álvarez Queipo (obrero) y D. Pedro Vega Tablado (obrero).

Tercero. Comunicar los precedentes acuerdos a la secretaría de la Federación Republicana de la provincia, mandándoles copia literal de la presente acta.

Cuarto. Dar un voto de confianza al presidente y vicepresidente nombrados en este acta para que asistan el día 14 a la asamblea que se celebrará en Oviedo, plaza de San Miguel, 1, para la formación de la Federación Republicana de Asturias, autorizándoles para tomar los acuerdos que crean oportunos.

El Partido Republicano era un partido heterogéneo e interclasista. En el primer comité local de Cangas del Narcea convivían personas de las clases media y alta, que eran la mayoría: tres comerciantes, un procurador de los tribunales, un médico, un estudiante de medicina, un propietario rentista y los dueños de una imprenta y una panadería, junto a tres obreros y un empleado. Algunos de sus miembros pertenecían a viejas familias republicanas de la villa, como Mario de Llano y su primo y cuñado Genaro Flórez, cuyos abuelos, los maestros José María Flórez y Genaro González Reguerín, habían sido fervientes seguidores de estas ideas; Gumersindo Díaz Morodo, cuyo padre, Antonio Díaz González, había sido concejal y teniente alcalde durante la Primera República, etc.

Poco tiempo después de su constitución y con el objeto de darse a conocer, el nuevo partido publicó un manifiesto y organizó un mitin en el que intervinieron el abogado Saturnino Escobedo y el médico Carlos Martínez (Ambas, Carreño, 1899 – Gijón, 1995), miembros del Partido Republicano Radical Socialista. Así lo cuenta la revista La Maniega (nº 28, 1930):

El nuevo partido republicano cangués ha constituido un club y ha publicado un manifiesto en tonos de gran comedimiento y transigencia, llamándose defensores de la justicia, de la libertad, del orden, de la religión y de los tradicionalismos arraigados en el país. A más de este sesudo manifiesto, ha celebrado un mitin en el teatro Toreno, el día de San Andrés [30 de noviembre], para el que trajo dos notables oradores de Oviedo. Fueron presentados, con soltura y muy acertada discreción, por el presidente del club, don Mario Llano, y fue el primero en hablar el señor Escobedo, acreditado ateneísta, quien ponderó, en tonos de conferencia técnica, las excelencias de la República. Cuando cesaron los prolongados aplausos, habló el señor Martínez, orador fogoso y de grandes arrogancias y entusiasta propagandista, que levantó en el público cangués gran entusiasmo. En verdad que el nuevo club puede estar satisfecho de sus primeros pasos.

Mario de Llano (sentado en el sidecar), presidente del Partido Republicano y alcalde de Cangas del Narcea durante la Segunda República, en Corias, hacia 1920

En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 los republicanos cangueses obtuvieron ocho concejales de un total de 24, el resto fueron: catorce monárquicos o conservadores y dos independientes. A pesar de no ganar las elecciones, la proclamación de la Segunda República Española dos días después, el 14 de abril, trajo consigo que la alcaldía la ocupase uno de los concejales republicanos: Higinio García del Valle Peláez. Su triunfo llegó en las elecciones generales celebradas en junio de 1931, donde la Conjunción Republicano Socialista obtuvo la mayoría de los votos en el concejo de Cangas del Narcea.  En el mes de septiembre de ese año dimite García del Valle para pasar a la Diputación Provincial, ocupando la alcaldía el presidente del partido en Cangas del Narcea: Mario de Llano.

En ese mismo tiempo, en una junta general, se renueva el comité local de Cangas del Narcea y se decide cambiar el nombre de Partido Republicano por el de Partido Republicano Radical Socialista (La Maniega, nº 34, 1931, pág. 22). Esta formación se había fundado en Madrid en 1929 y uno de sus principales dirigentes era el asturiano Álvaro de Albornoz (Luarca, 1879-México, 1954), que ocupó los ministerios de Fomento y de Justicia en los primeros años de la Segunda República, y que el 25 de septiembre de 1932, siendo ministro de Justicia, visita la villa e interviene en un mitin en el Teatro Toreno.

Mario de Llano será alcalde durante casi todo el periodo de la Segunda República Española. Con motivo de la Revolución de Octubre de 1934 fue cesado, como les sucedió a todos los alcaldes de la Conjunción Republicano Socialista de Asturias, pero volverá a ocupar el cargo unos meses después y hasta su muerte repentina, a causa de una angina de pecho, el 26 de febrero de 1936.

Los republicanos cangueses tendrán también una presencia regional, y el mismo Mario de Llano es nombrado en un congreso celebrado en Oviedo, el 24 de octubre de 1933, miembro del Comité Provincial del Partido Republicano Radical Socialista, donde también estaban Leopoldo Alas o José Maldonado (La Prensa, Gijón, 24 de octubre de 1933).

El final del partido republicano en Cangas del Narcea, que desde 1934 se había refundado en el partido Izquierda Republicana, llega con la sublevación militar del 18 de julio de 1936 y la entrada del ejercito franquista en Cangas del Narcea el 22 de agosto de ese año. A partir de este momento, el destino de muchos de sus miembros fue doloroso y trágico. Tomando solo como referencia la suerte que corrieron los miembros de aquel primer comité local, sabemos que unos cuantos fueron encarcelados, deportados o inhabilitados, otros tuvieron que exiliarse y no volvieron nunca más a Cangas del Narcea, en algunos casos sus bienes fueron incautados y sacados a subasta, y otros fueron condenados a la pena de muerte, como el joven Grato Gómez del Collado, de 27 años, estudiante del último curso de medicina, que fue ejecutado en Luarca el 15 de diciembre de 1937. Todos estos hombres, que no habían cometido ningún delito, tuvieron que pagar por sus ideas, por su entusiasmo y por su preocupación hacia el bien público.