Entradas

José Uría y Terrero y José Francisco Uría y Riego presiden el salón de plenos de la casa consistorial

Busto de piedra sobre pedestal de madera de Uría y Riego en el salón de plenos del consistorio cangués.

El Ayuntamiento de Cangas del Narcea ha adquirido dos bustos de José Uría y Terrero y de su hijo José Francisco Uría y Riego realizados por el escultor José Gragera en 1865. Estas dos esculturas han sido colocadas en la cabecera del salón de plenos del ayuntamiento con el objeto de reconocer el papel que tuvieron estas dos personalidades en la historia del concejo de Cangas del Narcea en el siglo XIX, así como por la calidad artística de las dos obras. La propuesta de esta adquisición, que constituye un importante incremento del patrimonio cultural municipal, partió del «Tous pa Tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País».

 

Busto en piedra de José Uría y Terrero (Santulaya, fines del siglo XVIII – 1861)

José Uría y Terrero (Santulaya, fines del siglo XVIII – 1861) fue el heredero de la casa de Uría en Santaluya tras el fallecimiento de su padre Antonio Uría Queipo de Llano en 1828. Desde finales del siglo XVIII, los Uría son una familia ilustrada y liberal. En su casa estuvo Jovellanos en 1795 visitando al padre de Uría y Terrero, y éste se casará con María del Riego Sierra-Pambley, prima del general Rafael del Riego. En 1813, durante la corta vigencia de la Constitución de 1812 en plena Guerra de la Independencia, Uría y Terrero ocupará el cargo de alcalde de Cangas del Narcea, siendo la primera persona que ostentó esta denominación al frente del concejo, pues en 1814, con el regreso de Fernando VII y la derogación de la citada constitución, este cargo volverá a denominarse «juez noble». Hasta 1834 no volverá a emplearse el nombre de alcalde. En 1819, Uría y Terrero volverá a ser nombrado juez noble del concejo de Cangas del Narcea.

Con el fin del Antiguo Régimen, que se produce en 1833 con la muerte de Fernando VII, y la llegada del Estado liberal y moderno, Uría y Terrero tendrá un papel importante en el concejo de Cangas del Narcea. Se implica más en política, ocupará la representación del concejo en la última Junta General del Principado de Asturias en 1834 y 1835, y será diputado provincial en la primera Diputación Provincial de Asturias, constituida en 1835 tras la disolución de la anterior institución.

Tuvo también un papel relevante en dos acontecimientos de la historia canguesa. En la dramática hambruna que sufrió Asturias a mediados del siglo XIX, Uría y Terrero fue uno de los encargados de repartir la ayuda de la Junta de Caridad del Principado entre los vecinos pobres de Cangas del Narcea, y fue decisivo, junto a sus hijos José Francisco y Rafael, en la entrega del desamortizado monasterio benedictino de Corias a los dominicos por parte del Estado. En enero de 1860 recibió en Ocaña un poder de fray Mariano Cuartero O.P. (1813-1884) para tomar posesión del monasterio en nombre de la orden dominica, hecho que sucedió el 13 de febrero de aquel año.

 

Buesto en piedra de José Francisco Uría y Riego (Santaluya, 1819 – Alicante, 1862)

José Francisco Uría y Riego (Santaluya, 1819 – Alicante, 1862) fue el primogenito del anterior. Igual que su padre, dedicó su vida a la actividad política adscrito al partido liberal moderado: ocupó diferentes empleos en el Ministerio de la Gobernación, fue elegido diputado en Cortes por el distrito electoral de Cangas del Narcea (desde 1857 hasta su fallecimiento en 1862), y entre 1858 y 1862 fue director general de Obras Públicas. Sus desvelos hacia Asturias y Cangas del Narcea son de sobra conocidos. Gracias a su empeño y trabajo se abrieron importantes carreteras, como la de Luarca-La Espina-Ponferrada, a través del puerto de Leitariegos; la línea de ferrocarril León-Gijón; se construyeron puertos y faros, etc. Sus contemporáneos reconocieron su contribución a la modernización de Asturias y tras su prematura muerte con 42 años le dedicaron importantes calles en Oviedo, Gijón, Luarca y Cangas del Narcea.

Por otra parte, dedicó tiempo y dinero a experimentar sobre el cultivo de plantas forrajeras en Cangas del Narcea con el fin de observar cual era la que mejor se aclimataba al concejo para después difundirla entre los campesinos. En cuanto a la viticultura, fue el primero que vio que cambiando algunas prácticas relacionadas con el cultivo de la vid, la vendimia y la elaboración del vino, en Cangas del Narcea podía producirse un vino de calidad que podría venderse y competir en cualquier mercado. Llevó productos del concejo, jamones y cecina de vaca, a la Exposición General de Agricultura celebrada en Madrid en 1857, por los que obtuvo una medalla de bronce.

 

Busto de piedra sobre pedestal de madera de Uría y Terrero en el salón de plenos del consistorio cangués.

La familia de estas dos personalidades canguesas fallecidas en 1861 y 1862, con pocos meses de diferencia, quiso conservar su memoria y con este fin encargó en 1862 sendos bustos a uno de los escultores más prestigiosos de España en esta clase de trabajos: José Gragera y Herboso (Laredo, 1818 – Oviedo, 1897). Este artista fue una de las figuras más destacadas de la escultura romántica española, desarrolló gran parte de su carrera artística y profesional vinculado al Museo del Prado, donde trabajaba como escultor restaurador, y es autor de numerosos bustos de personalidades de su época e históricas. La Diputación Provincial de Asturias también quiso sumarse a este homenaje y encargó al mismo escultor otro busto de José Francisco Uría del Riego, así como uno más de Jovellanos. Estos cuatro bustos se labraron en mármol de Carrara y se conservan en el palacio de Uría de Santulaya y en la Junta General del Principado de Asturias.

Pero aún hubo otros dos bustos más, en este caso labrados en piedra, de José Uría y Terrero y de José Francisco Uría del Riego que encargaron al mismo escultor Lucía Uría del Riego, hija y hermana de los anteriores, y su marido Nicolás Suarez Cantón. Estos bustos fueron adquiridos posteriormente por Fernando Blanco Flórez-Valdés y José Luis Ferreiro Blanco, parientes de la familia Uría y vecinos de la villa de Cangas del Narcea. Estos dos bustos son los que ahora ha adquirido el Ayuntamiento de Cangas del Narcea a su heredera María Teresa González Ferreiro.


 

El blog de Mario Gómez Marcos

Los artículos del blog «Desde el corazón de Cangas. Yo no quiero que mi concejo se muera», que escribió el abogado Mario Gómez Marcos (Cangas del Narcea, 1960 – 2023) entre enero de 2020 y enero de 2023, son una consecuencia del estado de apatía y crisis que padece el concejo de Cangas del Narcea. Son un grito de rabia y de desesperación al observar la gestión del día a día de la política municipal. Su autor sabía perfectamente que la crisis del medio rural es general a amplios territorios de España y Europa, pero también era conocedor que en el ámbito local esa situación se puede paliar aplicando conocimientos, trabajo, colaboración, gestión eficaz, etc. Medios y recursos públicos para ello existen, pero lejos de aplicar aquellas recetas, la situación actual se caracteriza por una gestión apática, repetitiva, burocratizada y lenta que todo lo enfanga, que provoca el desánimo de los administrados, en este caso los vecinos de Cangas del Narcea, y que conduce al despoblamiento.

Mario Gómez era muy consciente de todo esto y también del silencio de los medios de comunicación ante estos hechos. Por ello, en el mes de enero de 2020, comenzó a escribir estos artículos de opinión para compartir con los cangueses sus preocupaciones, conocimientos y esperanzas. Estaba satisfecho con la cantidad de lectores de su blog, pero no tanto con la escasez de comentarios y la falta de participación. Su información fue siempre rigurosa y veraz, y nunca nadie la puso en duda públicamente. Como era una persona enérgica, poco dada a faenas de alivio, en los tres años que dedicó a este blog escribió 350 artículos. La mayoría tratan sobre la política municipal en Cangas del Narcea, que acomete con crítica, sin pelos en la lengua, siguiendo la estela de los periodistas cangueses Gumersindo Díaz Morodo «Borí» (1886-1944) y Odón Meléndez de Arvas (1851-1923), cuyos artículos periodísticos pueden verse en esta misma web.

Mario opinaba que el conocimiento de la política local canguesa era muy útil para comprender la vida política asturiana y española, a las que dedicó algunos artículos, y lo resumía con una frase que repetía a menudo: «todo se explica desde Cangas». Su oficio de abogado y su pasión por el Derecho también lo llevó a tratar otros muchos asuntos relativos al derecho consuetudinario, leyes y sentencias judiciales polémicas, partidos políticos, la administración pública, estudios de historia contemporánea, etc. Todos ellos escritos de manera amena y didáctica con el objeto aclarar cosas de difícil comprensión para los legos en Derecho.

Los artículos escritos por Mario Gómez «desde el corazón de Cangas» constituyen un apreciable testimonio de la vida del concejo de Cangas del Narcea en esos tres años del siglo XXI. Son la opinión de un vecino valiente e implicado desde su juventud en iniciativas como las revistas Maniega2 (1976) y Entrambasaguas (1980-1981), la fundación del Club Juvenil y la Asociación Cultural «Pintor Luis Álvarez», la militancia un par de años en las Juventudes Socialistas y, en los últimos años, la refundación y desarrollo del «Tous pa Tous», sociedad que fundó su tío abuelo, otro Mario Gómez, en 1926. En fin, son la opinión de un vecino de la villa de Cangas que quiso poner su grano de arena para mejorar la situación del concejo escribiendo sobre él y denunciando lo que consideraba lesivo para los intereses comunes. Por todo ello hemos considerado de interés recogerlos y difundirlos en la web del «Tous pa Tous».

 

Enlace a: EL BLOG DE MARIO GÓMEZ MARCOS


¿Qué más tiene que pasar?

Recibimos esta información de un socio del Tous pa Tous que nos pide su publicación. La verdad es que las imágenes son impresionantes y no cabe duda que no puede pasar un día más sin que los responsables tomen medidas urgentes y efectivas para evitar la inestabilidad de las laderas rocosas en nuestras carreteras, un fenómeno cada vez más frecuente e intenso, y sobre todo, garantizar la seguridad de todos los usuarios, que como resulta evidente nos estamos jugando la vida un día sí y otro también.  ¡Necesitamos y por ello exigimos menos palabrería y lluvia de millones ficticios y más hechos!

Ayer llegué a Cangas al mediodía, y me encontré a un amigo del pueblo de Trones. Me contó que ayer por la mañana le había caído una piedra en el tramo de Calabazos, pensé que era una piedrina y ¡que va!, ¡era una roca! Me pasó unas fotos, le cayó del cielo en la parte de atrás del vehículo. No lo mató de milagro. Lo de las infraestructuras en toda esta zona son una puñetera vergüenza. Os paso las fotos:


Jueces nobles y llanos del concejo de Cangas del Narcea 1770 – 1824

En el Antiguo Régimen, el juez noble era el principal cargo del gobierno local y el de más honor, era equiparable a lo que en la actualidad es el alcalde en un Ayuntamiento. Era la máxima autoridad del concejo y, a diferencia de los actuales alcaldes, también impartía justicia.

Obra que estudia las distintas formas de ejercicio de poder local en las principales ciudades y villas de la España cantábrica del Antiguo Régimen.

El papel de estos jueces lo ha estudiado en Asturias Marta Friera Álvarez en “Notas sobre la justicia local en Asturias: requisitos y elección” (Oligarquías urbanas, gobierno y gestión municipal en la España cantábrica durante la Edad Moderna, KRK Ediciones, 2017), y a ella remitimos.

Por una parte, tenían competencia sobre “la jurisdicción contenciosa ordinaria, de primera instancia, para causas civiles y criminales”, y por otra, ejercían unas funciones gubernativas y económicas: “vigilancia del cumplimiento de la normativa real; formación y otorgamiento de ordenanzas, autos de buen gobierno y otras providencias; rondas nocturnas; participación en la gestión de los propios y arbitrios; cuidado de términos comunes, montes, dehesas, plantíos, calles, caminos, puentes y edificios; control de los pesos y medidas, precios, ventas, abastos, salud pública, juegos, diversiones, visita a las cárceles…”.

Para obtener el cargo de juez se exigía ser vecino del pueblo, tener “todas las morales virtudes”, “un buen linaje y riqueza”; tenían que ser personas bien consideradas por sus vecinos. Las ordenanzas del Principado de Asturias prohibían la elección de “comerciantes con tienda abierta y de aquellos que ejerciesen oficios mecánicos, salvo donde no hubiese personas suficientes para sortear los oficios del estado llano y cuando cerrasen la tienda durante el ejercicio del cargo”. Lógicamente, con todas estas prohibiciones y exigencias de nobleza y riqueza, se conseguía apartar a las clases populares del gobierno y justicia de los concejos, que quedaban en poder de las oligarquías locales. Para compensar esta situación se elegían dos jueces, uno por cada estamento: un juez noble o hidalgo y otro llano o pechero.

A estos jueces los elegían todos los años los regidores, que eran similares a los concejales de hoy en día, algunos de los cuales tenían el cargo a perpetuidad. Con la elección anual se intentaba evitar que se afianzasen privilegios en el cargo. Este sistema de gobierno municipal finalizó con la llegada del Estado liberal a partir de 1833 y el reinado de Isabel II.

La lista de todos los jueces nobles y llanos del concejo de Cangas del Narcea no la conocemos. El Archivo Municipal no conserva casi documentación anterior a 1835 y así es muy difícil saber nada. Sin embargo, gracias a un escribano, Manuel José Folgueras, establecido en la villa de Cangas en 1770 conocemos los nombres de estos cargos desde ese año hasta 1820. Este escribano tenía la costumbre de poner todos los años, al inicio del tomo de sus protocolos, el nombre del juez noble de ese año y a veces también el del juez llano. Folgueras era natural de Salas y residió en Cangas desde ese año de 1770 hasta su jubilación a la edad de 80 años en julio de 1823. Trabajó como escribano cincuenta y tres años. En ese periodo solo se ausentó de Cangas durante casi dos años, entre 1792 y 1794, en que estuvo en La Coruña y Valle de Valdeorras como apoderado de la Casa de Villoria, que había caído en la de Miramontes de este concejo, que era de su amigo José Alfonso Argüelles. Folgueras murió en la villa de Cangas el mismo año de su jubilación. Sus protocolos se conservan en el Archivo Histórico de Asturias, en Oviedo.

Páginas manuscritas por el escribano Manuel José Folgueras donde aparecen los nombres de los jueces, y que es la fuente que se ha utilizado para esta recopilación.

La información sobre los jueces nobles la hemos completado con la consulta de los cuatro padrones de hidalguía de 1787 a 1824, que conserva el Archivo Municipal de Cangas del Narcea.

Antonio Uria Queipo de Llano, que fue juez noble de Cangas en los años 1776 y 1787. Retrato obra del pintor Francisco Xavier Hevia. Colección de
Blanca Fernández Rodríguez (Casa de Uría, Santolaya).

En Cangas del Narcea, y para los años que tenemos información, se constata que el gobierno local estuvo en manos de una oligarquía local formada por unas cuantas familias de medianos y pequeños hacendados. Entre 1770 y 1824 ostentaron el cargo de juez noble mayorazgos de linajes cangueses pertenecientes a las casas de Nando, Antrago, Parrondo, Uría de Santa Eulalia, Carballo, La Plaza o Yebra de Cangas, etc.

En algunos casos estos jueces fueron licenciados en Derecho, como Manuel Menéndez Flórez, de Bruelles, abogado de la Real Audiencia de Asturias y Reales Consejos; Juan Antonio Rodríguez Arango Inclán, vecino de Tebongo, abogado de los Reales Consejos, e Ignacio Fernández Flórez y Francisco Manuel Villa, vecinos de la villa de Cangas.

También fueron jueces nobles algunas personas que ejercían como administradores en Cangas del Narcea de grandes propietarios, como los mencionados Manuel Menéndez Flórez, administrador de las Casas de Valdés y Osorio propiedad del conde de Marcel de Peñalba, e Ignacio Fernández Flórez, que llevaba las rentas de la Colegiata de Cangas para el conde de Toreno, así como Benito Fernández Saltaren, que administraba las rentas de las Casas de Cangas, Ardaliz, Llano y Arayón propiedad de Joaquín Velarde y Queipo.

En esos cincuenta y cuatro años repitieron el cargo varias veces las siguientes personas: Manuel Menéndez Flórez fue juez noble cinco años (1788, 1789, 1799, 1809 y 1810); Benito Fernández Saltaren, cuatro años (1784, 1786, 1797 y 1798), y José de Yebra Llano y Valdés, otro cuatro años (1796, 1800, 1816 y 1821).

Por último, mencionar que en los años en que estuvo en vigor la Constitución de Cádiz de 1812 se nombraba “alcalde” en vez de juez noble, pues esta Constitución trató de establecer una nueva administración local que no se logrará hasta la llegada del reinado de Isabel II y los liberales.


Se puede consultar la lista de jueces nobles y llanos de Cangas del Narcea conocidos hasta ahora en el siguiente enlace:

Lista de jueces nobles y llanos de Cangas del Narcea 1770 – 1824

Alcaldes de Cangas del Narcea

Pedro José Pidal Carniado, primer marqués de Pidal, fue alcalde de Cangas de Tineo entre septiembre de 1834 y noviembre de 1835.

Presentamos aquí nuestro último trabajo de investigación acerca de los alcaldes de Cangas del Narcea. Abrimos con él un apartado nuevo en Memoria Canguesa con la denominación de Alcaldes de Cangas del Narcea. Tenemos que advertir que la relación de alcaldes que publicamos es aún provisional. Todavía falta información biográfica sobre algunos alcaldes y sobre sus mandatos, que iremos completando poco a poco. Estas faltas se deben a dos razones: primero, no es fácil obtener toda la información que se desea, porque no tenemos toda la documentación necesaria (faltan libros de actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea del siglo XIX, etcétera), y segundo, todo este trabajo de recopilación requiere mucho tiempo y si compartimos la tarea entre tous el trabajo será más llevadero. Por ello, a pesar de estar aún incompleta, hemos decido sacar a la luz esta lista para recabar la colaboración de todos los que dispongan de información sobre las personas que fueron alcaldes de Cangas del Narcea. Alguno echará en falta información sobre los mandatos de los últimos alcaldes, pero esta omisión es consciente y por eso casi no se dice nada sobre los alcaldes que hubo a partir de 1975.


Los alcaldes de Cangas del Narcea desde 1834 hasta la actualidad


Los alcaldes de Cangas del Narcea desde 1834 hasta la actualidad

Casa Consistorial de Cangas del Narcea, en 1930. Edificio construido en 1798 en la calle Mayor, enfrente del convento de las Dominicas, para ayuntamiento y cárcel; fue derruido en 1951 para ensanchar la calle de la Iglesia y abrir el Cruce. En su fachada estaban el escudo real y la placa colocada en 1908 a la memoria de los voluntarios del Regimiento de Cangas de Tineo en la Guerra de la Independencia.

El alcalde es la mayor autoridad del concejo y la persona que nos representa como colectivo. La historia de los alcaldes es una parte importante de la historia del concejo; el conocimiento de sus ideas y biografías, y de sus proyectos y realizaciones, es imprescindible para conocer el devenir de toda la comunidad.

Comenzamos nuestra lista en 1834, porque ese año, con el nombramiento de Pedro José Pidal como alcalde mayor y presidente del Ayuntamiento de Cangas del Narcea, comienza una nueva etapa en la formación de las corporaciones municipales. Es el resultado del final del Antiguo Régimen, con sus ayuntamientos formados por regidores perpetuos, pertenecientes a unas pocas familias de nobles e hijosdalgos, cuyos cargos se transmitían de padres a hijos. En aquel año y en los siguientes, las reformas introducidas por los liberales cambiarán la política municipal y sentarán las bases del Estado moderno.

La lucha política por la alcaldía siempre fue muy reñida. En la historia contemporánea de nuestro ayuntamiento han sido frecuentes las denuncias por abusos electorales, ineficacia, corrupción, arbitrariedades, etcétera. Desde el siglo XIX son continuas las críticas en la prensa a la gestión de los alcaldes, así como las represalias de estos a los críticos; por ejemplo, en 1894 los redactores de El Eco de Occidente atacaron al alcalde José Pallarés y este puso una multa a su director, y en la segunda década del siglo XX, Gumersindo Díaz Morodo Borí atacó al alcalde José Mª Díaz López Penedela en la prensa local, regional e incluso nacional, y el alcalde logró cerrarle el periódico e incluso encarcelarle. La existencia de varios periódicos locales desde 1882 a 1916 tiene mucho que ver con estas luchas por el poder municipal.

La historia del Ayuntamiento de Cangas del Narcea no puede comprenderse sin tener en cuenta la historia de España; nuestro ayuntamiento siempre ha sido un reflejo de la política nacional y en él se enfrentaron: conservadores y liberales; moderados y progresistas; monárquicos y republicanos; izquierda y derecha, etcétera. E incluso, durante el franquismo, aunque más atemperadas, también existieron diferencias políticas, en este caso entre monárquicos y falangistas. Las convulsiones nacionales también llegaron a la vida municipal: hubo ceses fulminantes de alcaldes y de corporaciones enteras durante los golpes militares del siglo XIX, la Dictadura de Primo de Rivera o la Segunda República Española.

Palacio del conde de Toreno en 1960. Este edificio fue comprado en 1951, durante la alcaldía de José Mª López Morodo, para Casa Consistorial.

La política local estuvo muy unida a la existencia del distrito electoral de Cangas del Narcea, establecido en 1845, de donde salían representantes para las Cortes en Madrid y para la Diputación Provincial de Oviedo. Normalmente un mismo grupo político dominaba los tres ámbitos del poder: el local, el regional y el nacional, y con frecuencia esas afinidades políticas eran también familiares. De este modo, unas pocas familias dominaron casi toda la política canguesa hasta la Guerra Civil: los condes de Toreno y sus parientes y administradores en Cangas del Narcea, los Rodríguez Peláez; los Uría; los Rodríguez-Arango y los De Llano.

No obstante, junto a toda esta maraña de luchas e intereses de la vida política, no debemos olvidar que detrás de muchos de estos alcaldes y de sus corporaciones también existió un interés sincero por trabajar a favor del bien público y por la mejora de las condiciones de vida de los cangueses. Hasta fecha reciente estos cargos no tenían ninguna retribución económica y por eso sus mandatos no solían durar mucho tiempo; antes de 1983, el alcalde que más tiempo permaneció en este cargo estuvo diez años, pero lo habitual era que ocupasen el puesto entre dos y cuatro años.

Las arcas municipales eran más pobres que ricas y la ejecución de muchos proyectos importantes se alargaba durante años y años. La primera vez que se habló en un pleno municipal de la necesidad de ensanchar la calle de la Iglesia, en la villa de Cangas del Narcea, fue en 1868, periódicamente salía esta necesidad en los plenos, pero esta reforma no se llevará a cabo hasta 1951. Lo mismo sucedió con el cementerio municipal, el Instituto de Enseñanza Secundaria, el edificio del juzgado y cárcel, el puente que unía Ambasaguas y el Barrio Nuevo, la biblioteca pública, etcétera.

Por último, tenemos que advertir que la relación de alcaldes de Cangas del Narcea que presentamos es aún provisional. Todavía falta información biográfica sobre algunos alcaldes y sobre sus mandatos, que iremos completando poco a poco. Estas faltas se deben a dos razones: primero, no es fácil obtener toda la información que se desea, porque no tenemos toda la documentación necesaria (faltan libros de actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea del siglo XIX, etcétera), y segundo, todo este trabajo de recopilación requiere mucho tiempo y si compartimos la tarea entre tous el trabajo será más llevadero. Por ello, a pesar de estar aún incompleta, hemos decido sacar a la luz esta lista para recabar la colaboración de todos los que dispongan de información sobre las personas que fueron alcaldes de Cangas del Narcea. Alguno echará en falta información sobre los mandatos de los últimos alcaldes, pero esta omisión es consciente y por eso casi no se dice nada sobre los alcaldes que hubo a partir de 1975.

El trabajo ha podido realizarse debido a las buenas condiciones que existen en el Archivo Municipal de Cangas del Narcea y a las facilidades que hemos tenido para consultar sus fondos gracias a su responsable Marta Veiga Fontaniella y a Ana del Pozo Fernández.

ALCALDE MANDATO
Pedro José Pidal Carniado 6 de septiembre de 1834 25 de noviembre de 1835
Juan Uría y Llano 25 de noviembre de 1835 1 de enero de 1837
José González Regueral 1 de enero de 1837 11 de marzo de 1838
Marcelino Rodríguez-Arango Menéndez 11 de marzo de 1838 1 de enero de 1839
José de Llano y Merás 1 de enero de 1839 1840
Lope María Blanco 1840 Faltan actas municipales
José de Llano Merás 1840 Faltan actas municipales
Domingo Avello y Llano 1841 Faltan actas municipales
Pedro Peláez 1843 Faltan actas municipales
Bernardo Joaquín Martínez 1844 Faltan actas municipales
Juan Uría y Llano 1846 Faltan actas municipales
Alonso Suárez de la Vega 1849 Faltan actas municipales
Lorenzo de Llano Flórez Faltan actas municipales 2 de octubre de 1854
Manuel Valcárcel Ríos 2 de octubre de 1854 26 de julio de 1856
Rafael Uría y Riego 26 de julio de 1856 1862?
Severiano Rodríguez-Peláez y Riego ¿1863-1864? Faltan actas municipales
José Suárez Collar 16 de diciembre de 1864 26 de julio de 1868
Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso 26 de julio de 1868 1 de febrero de 1872
Ceferino Gamoneda y Glez del Barreiro 1 de febrero de 1872 24 de agosto de 1873
Benigno Valcárcel Uría 24 de agosto de 1873 30 de junio de 1874
Severiano Rodríguez-Peláez y Riego 30 de junio de 1874 1 de julio de 1879
Leandro Valdés Miranda 1 de julio de 1879 17 de abril de 1881
Joaquín Rodríguez-Arango Sanfrechoso 1 de julio de 1881 1 de julio de 1883
Severiano Rodríguez-Peláez y Riego 1 de julio de 1883 2 de febrero de 1887
Salvador Martínez Valle 2 de febrero de 1887 2 de diciembre de 1889
Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso 2 de diciembre de 1889 21 de febrero de 1890
José de Llano Valdés 21 de febrero de 1890 1 de marzo de 1893
Francisco Álvarez Uría 1 de marzo de 1893 1 de enero de 1894
José Claret Quert (alcalde interino) 1 de enero de 1894 18 de febrero de 1894
José Pallarés Nomdedeu 18 de febrero de 1894 20 de noviembre de 1894
Joaquín Rodríguez Martínez 20 de noviembre de 1894 1 de julio de 1895
Manuel Rodríguez González 1 de julio de 1895 25 de septiembre de 1898
José Pallarés Nomdedeu 25 de septiembre de 1898 1 de enero de 1902
Nicolás de Ron Flórez-Valdés 1 de enero de 1902 3 de enero de 1904
José Pallarés Nomdedeu 3 de enero de 1904 1 de enero de 1906
Nicolás de Ron Flórez-Valdés 1 de enero de 1906 1 de enero de 1910
Joaquín Rodríguez Martínez 1 de enero de 1910 23 de octubre de 1913
José Mª Díaz López, Penedela 23 de octubre de 1913 1 de abril de 1921
Marcial Rguez-Arango Glez-Regueral 1 de abril de 1921 17 de enero de 1923
José Mª Díaz López, Penedela 17 de enero de 1923 21 de julio de 1923
Antonio Meléndez González 21 de julio de 1923 3 de octubre de 1923
Apolinar de Castro Isern 3 de octubre de 1923 1 de febrero de 1924
Joaquín García González 1 de febrero de 1924 10 de julio de 1924
Porfirio Ordás Fdez-Sanmarful 10 de julio de 1924 31 de octubre de 1927
Antonio Arce Díaz 31 de octubre de 1927 26 de febrero de 1930
José María Díaz López 26 de febrero de 1930 25 de marzo de 1930
Joaquín Rguez-Arango Fdez-Argüelles 25 de marzo de 1930 5 de febrero de 1931
José Villa Suárez 5  de febrero de 1931 27 de abril de 1931
Joaquín Rguez-Arango Fdez-Argüelles 27 de abril de 1931 15 de mayo de 1931
Mario de Llano González 15 de mayo de 1931 10 de junio de 1931
Higinio García del Valle Peláez 10 de junio de 1931 2 de septiembre de 1931
Jenaro Flórez y Glez Reguerín 2 de septiembre de 1931 23 de septiembre de 1931
Mario de Llano González 23 de septiembre de 1931 1 de noviembre de 1934
Antonio Arce Díaz 1 de noviembre de 1934 21 de febrero de 1936
Mario de Llano González 21 de febrero de 1936 25 de febrero de 1936
Constantino Aumente González 25 de febrero de 1936 10 de mayo de 1936
Francisco Oliveros Menéndez 10 de mayo de 1936 22 de agosto de 1936
Modesto de la Uz Fernández 12 de diciembre de 1936 3 de agosto de 1939
Antonio Arce Díaz 3 de agosto de 1939 18 de diciembre de 1939
Manuel Arias Menéndez 18 de diciembre de 1939 31 de agosto de 1943
Victorino López Rodríguez 31 de agosto de 1943 9 de abril de 1947
José María López Morodo 9 de abril de 1947 3 de febrero de 1952
Manuel Álvarez Cosmen 3 de febrero de 1952 24 de febrero de 1958
José Flórez Sierra 24 de febrero de 1958 29 de noviembre de 1968
Carlos Arce Flórez-Valdés 29 de noviembre de 1968 2 de febrero de 1974
Manuel Miranda Fernández 2 de febrero de 1974 2 de marzo de 1978
Fernando Rodríguez Verano, Tito 2 de marzo de 1978 19 de abril de 1979
José Luis Somoano Sánchez 19 de abril de 1979 23 de mayo de 1983
José Manuel Cuervo Fernández 23 de mayo de 1983 16 de junio de 2007
José Manuel Martínez González 16 de junio de 2007 11 de junio de 2011
José Luis Fontaniella Fernández 11 de junio de 2011 13 de junio de 2015
José Víctor Rodríguez Fernández 13 de junio de 2015 actualidad

[1834-1835] Pedro José Pidal Carniado

Pedro José Pidal y Carniado, primer Marqués de Pidal.

Pedro José Pidal Carniado

(Villaviciosa, Asturias, 1799 – Madrid, 1865)

6 de septiembre de 1834 – 25 de noviembre de 1835

Es nombrado alcalde mayor del concejo de Cangas del Narcea por el Regente de la Real Audiencia de Oviedo, para encargarse “en todos los negocios, contenciosos, políticos y gubernativos”. Pidal se había licenciado en Leyes y Cánones en la Universidad de Oviedo en 1822 y era un fervoroso liberal, que había apoyado en 1820 el levantamiento de Rafael del Riego. Llega a Cangas del Narcea a deshacer el viejo sistema de gobierno municipal basado en regidores perpetuos y a establecer la nueva administración que se estaba imponiendo en España con Isabel II y los liberales. Pidal continuará su carrera política en Madrid como diputado en Cortes por Asturias, donde desarrollará una brillante actividad parlamentaria, y será varias veces ministro de la Gobernación. Era una persona con una gran cultura. Ocupará la presidencia de las academias de Historia y de Bellas Artes de San Fernando, y será miembro de número de la Real Academia de la Lengua. En 1847 recibirá el título de marqués de Pidal.

En el mes de junio de 1835, Pidal coincidió en Cangas del Narcea con el naturalista y botánico francés Durie de Maisonnove (1796-1878), que viajó hasta aquí para recolectar y estudiar plantas. La crónica de su viaje la escribió Jacques Gay y dice sobre este encuentro: “Durie habla muy bien de la suprema autoridad municipal de Cangas, el Alcalde Mayor, caballero de prestancia física y varonil belleza no inferiores a su hidalguía y carácter bondadoso; insigne, además, entre todos los conciudadanos por sus conocimientos en las artes liberales. Recibido por él con suma cortesía, le debe no pocos favores, dignos de perpetua gratitud: le ayudó en todas sus iniciativas, de manera decidida y consciente, no ignorando (como la mayor parte de las otras personas) que el viajero francés buscaba plantas con fines superiores al de preparar una infusión. No olviden, pues, su ilustre apellido, Pidal”.

En 1904 todavía quedaba recuerdo en Cangas del Narcea de la presencia de Pedro José Pidal setenta años antes. Faustino Meléndez de Arvas, secretario municipal, escribió: «El Sr. Pidal, con una energía y una entereza que quisiéramos hoy, no solo para la mayor parte de los alcaldes supeditados, sino también para los débiles gobernadores, y con tan buen deseo como pudiera tenerlo un cangués de pura sangre, puso la primera piedra en la obra de urbanización de Cangas de Tineo, obligando a los señores a blanquear sus casas, arreglando algo sus calles, prohibiendo costumbres poco cultas, e introduciendo otras mejoras dignas de elogio. Y sin embargo, ¡admírese el lector!, su nombre no se ve inscrito en ningún sitio público de la villa, a pesar de que casi se le puede llamar el fundador del moderno Cangas.» (La Ilustración Asturiana, nº 6, junio de 1904).

[1837-1838] José González Regueral

José González Regueral

1 de enero de 1837 – 11 de marzo de 1838

Abogado. Aparece empadronado en 1808 en la villa de Cangas del Narcea como “hijosdalgo”. Miembro del Partido Progresista.

En el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid se conserva el Expediente de examen para la incorporación a la Real Chancillería del abogado José González Regueral, natural de Cangas de Tineo, de fecha 17 de abril de 1828.

El 20 de septiembre de 1840 es uno de los firmantes en Cangas del Narcea de una carta de apoyo al general Baldomero Espartero, que también suscribe el siguiente alcalde.

[1838-1839] Marcelino Rodríguez-Arango Menéndez

Marcelino Rodríguez-Arango Menéndez

(Cangas del Narcea, 1807 – 1884)

11 de marzo de 1838 – 1 de enero de 1839

Licenciado en Derecho y magistrado. Hijo de Joaquín Manuel Rodríguez-Arango, de Tebongo, y Manuela Menéndez Flórez, de la villa de Cangas del Narcea. Estuvo casado con Antonia Fernández Rojas, natural de la villa de Cangas, y vivía en el barrio de El Corral.

Miembro del Partido Progresista, formaba parte de la junta gubernativa de este partido en Cangas de Tineo y como tal, es uno de los firmantes de una carta de felicitación al general Baldomero Espartero el 20 de setiembre de 1840.

En abril de 1841 fue nombrado por la Regencia provisional del reino promotor fiscal en propiedad del juzgado de Cangas de Tineo, cargo que venía desempeñando interinamente por elección de la junta de Oviedo. Este puesto lo ocupó hasta 1843, siendo juez de primera instancia Domingo Álvarez Arenas. En julio de ese año fue designado fiscal de la Audiencia de Albacete.

Fiscal en la Real Audiencia Provincial de Oviedo entre 1854 y 1856. El 1 de octubre de 1856 es trasladado a igual plaza en la Audiencia de Cáceres, de donde sería cesado tres semanas después, el día 24 del mismo mes.

Con fecha 16 de octubre de 1860 por Real decreto obtuvo la plaza de magistrado supernumerario en la Audiencia de La Coruña donde venía ejerciendo como fiscal, pasando a ocupar esta misma plaza en la Audiencia de Barcelona el 31 de marzo de 1863.

En 1865, por permuta voluntaria de sus respectivos destinos con Lorenzo del Busto, estuvo destinado en la Audiencia Pretorial de La Habana hasta el 31 de julio 1867; ejerció como presidente de sala en la Audiencia Territorial de Barcelona desde el 14 de noviembre de 1868 hasta marzo de 1870 que fue promocionado a la regencia o presidencia de la Audiencia de Barcelona, puesto para el que fue declarado inamovible en febrero de 1872. Un decreto de febrero de 1874 dispone su cese en el cargo de presidente de la Audiencia de Barcelona pasando a ocupar la presidencia de sala de la Audiencia de Albacete hasta marzo de 1875, jubilándose por inutilidad física el 30 de agosto de ese mismo año.

Liberal exaltado, fue miembro del Partido Progresista, comandante de la Milicia Nacional de Cangas de Tineo en 1843 y presidente de la junta que se constituyó en esta villa durante la Revolución de Septiembre de 1868, que supuso el derrocamiento de la reina Isabel II.

Representó a Cangas de Tineo en la Diputación Provincial interina que se constituyó a consecuencia del alzamiento nacional, elegida en las capitales de partido judicial, conforme a la circular de 25 de octubre de 1868, por resultado de la disolución de la Diputación Provincial anterior por Decreto del Gobierno provisional de la nación. Esta Diputación interina se instaló el 8 de noviembre de ese mismo año hasta el 31 de diciembre de 1870. Rodríguez-Arango que había tomado posesión del acta de diputado el 23 de noviembre de 1868 renunció (sin que conste la fecha) y entró como propietario su suplente José De Riego y Tineo que tomó posesión el 3 de mayo 1869 y como suplente de éste, Francisco Méndez de Vigo y Valdés Miranda.

Fue condecorado con la Gran Cruz de la Real Orden americana de Isabel la Católica el 16 de abril 1871.

Falleció en la villa de Cangas de Tineo a las 11 de la mañana del día 27 de marzo de 1884 a la edad de 76 años.

[1844] Bernardo Joaquín Martínez

[Faltan las actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea entre 1840 y 1854]

Bernardo Joaquín Martínez

1844

Vecino de la villa de Cangas del Narcea.

Miembro del Partido Progresista, formaba parte de la junta gubernativa de este partido en Cangas de Tineo y como tal, es uno de los firmantes de una carta de felicitación al general Baldomero Espartero el 20 de setiembre de 1840.

En 1845 era propietario de una tienda.

[1856-1862] Rafael Uría y Riego

Rafael Uría del Riego, 1867. Retrato de José Robles. Col. Casa de Uría, Santolaya

Rafael Uría y Riego

(Santolaya / Santa Eulalia, Cangas del Narcea, 1820 – 1901)

26 de julio de 1856 – 1862

Carta del Gobierno Militar cesando a la corporación anterior y nombrando un nuevo ayuntamiento presidido por Rafael Uría Riego, 26 de julio de 1856. Archivo Municipal.

Hijo de D. José Uría y Álvarez Terrero y Dña. María Josefa del Riego Núñez, Marica de Cabo el Río. Casó con Dña. Evarista Flórez-Valdés y tuvieron por hija a Dña. Blanca, que casó con Don Antonio Fernández, de Cueras. De estos es hijo el ilustre médico Don Rafael Fernández Uría (1905-1982), que casó con Dña. Milagros Rodríguez Muñiz; y nieta, Dña. Blanca Fernández, casada con el militar D. José María Ron Francos.

Propietario, empresario y acaudalado asentista. Invirtió en la explotación de madera y en ferrerías en los concejos de Allande e Ibias, y compró a los Omaña muchos de sus bienes, entre ellos el palacio y el molino que poseían en la villa de Cangas del Narcea. A Doña Juana de Mon, vecina de Granada, le compró la Torre del Valledor (Allande), vendiéndola posteriormente, el 4 de febrero de 1862, ante el escribano de Cangas de Tineo, Sr. Regueral, a D. Benito Gómez Álvarez, Doctor en medicina, natural de El Engertal, de la parroquia de San Martín del Valledor.  También en Allande, en 1864, compró al Conde Marcel de Peñalba, ante el escribano de Cangas D. Gregorio González Regueral, las 9/28 partes de los montes de La Reigada, monte de Valdelavaca, monte de Fresnedo y Caborno, y monte de Río Prada. Intentó instalar una forja catalana, en el Valledor y en 1880 también compró la madera del monte de Trabaces. En Cangas explotó el bosque Muniellos, con malos resultados económicos.

Sobrino segundo y ahijado del famoso general Rafael del Riego (1784-1823), hermano de José Francisco de Uría (1819-18962), director general de Obras Publicas, y cuñado de Nicolás Suárez Cantón. Es nombrado alcalde en 1856, después de la llegada al poder en España del general O’Donnell y el partido la Unión Liberal, al que pertenecían su hermano y cuñado. Además, su hermano José Francisco sale elegido diputado a Cortes por el distrito electoral de Cangas del Narcea en 1857, cargo que mantendrá hasta su muerte en 1862.

Rafael Uría del Riego, h. 1862. Fotografía de M. de Hebert (Madrid), Col. Álvarez Ferreiro.

En septiembre de 1868, Rafael Uría forma parte de la junta que se constituye en Cangas del Narcea con motivo de la Revolución de Septiembre.

Fue diputado provincial por el distrito de Cangas del Narcea en varios periodos del siglo XIX: 1866, 1874-1876 y 1886-1888. Durante su alcaldía ocuparon los dominicos el monasterio de Corias en noviembre de 1860.

Firma de Rafael Uría Riego.

 

[1863-1864] Severiano Rodríguez-Peláez y Riego

[Faltan las actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea de 1862 a 1865]

Severiano Rodríguez-Peláez y Riego
(Tineo, 1830 – Cangas del Narcea, 1905)

1863-diciembre de 1864

Aunque faltan las actas municipales de estos años, por el Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, podemos saber que fue alcalde al menos entre abril de 1863 y diciembre de 1864.

Abogado. Es hijo de Álvaro Rodríguez Peláez que fue también abogado, administrador del conde de Toreno en Cangas del Narcea desde 1836, juez de primera instancia y en política partidario de los moderados Pedro José Pidal y Alejandro Mon. Severiano continuará la trayectoria de su padre. Será el administrador de los condes de Toreno en Cangas del Narcea, hecho que lo convirtió en uno de los hombres con más poder en el concejo durante la segunda mitad del siglo XIX. Ocupará la alcaldía nuevamente en otro dos periodos más adelante: 30 de junio de 1874 – 1 de julio de 1879 y 1 de julio de 1883 – 2 de febrero de 1887. La razón de su poder está en la representación política que tuvieron los condes en esta época: Francisco de Borja Queipo de Llano Gayoso (1840-1890) fue diputado a Cortes por el distrito de Cangas del Narcea, desde 1871 hasta su muerte en 1890 (salvo entre 1876 y 1878), y varias veces ministro de Fomento y de Gobernación, y a él le sucederá su hijo, Álvaro Queipo de Llano Fernández de Córdoba (1864-1938), que ocupa este puesto hasta 1892, y entre 1896 y 1898. Los condes de Toreno eran liberales conservadores.

[1865-1868] José Suárez Collar

alt

Nombramiento de José Suárez Collar como alcalde con fecha 16 de diciembre de 1864

José Suárez Collar
(Robléu de San Cristóbal, Cangas del Narcea, 1816 – Cangas del Narcea, 27 de octubre de 1894)

16 de diciembre de 1864 – 26 de julio de 1868

Procedente de honrada familia de labradores del pueblo de Robléu, parroquia de San Cristóbal, pudo el Sr. Suárez Collar alcanzar una posición desahogada, como recompensa a su tesón y honestidad cuando aún era muy joven y se estableció en la villa de Cangas como propietario y comerciante. Fue varias veces alcalde y concejal del Ayuntamiento de Cangas de Tineo.

En política fue uno de los hombres más consecuentes de la provincia, según crónica de El Eco de Occidente. Afiliado al partido moderado, militó siempre a las órdenes del ilustrado Marqués de Gastañaga y Deleitosa, Miguel de Vereterra y Carreño (1806-1879), retirándose mientras duró el periodo álgido de la revolución de 1838. Restaurada la Monarquía, siguió la conducta de sus jefes, siendo un convencido liberal conservador, entusiasta de Alfonso XII y leal amigo del Conde de Toreno a quien siguió después de la muerte del Marqués de Gastañaga, conservando intactas sus ideas.

Como vecino, dice la misma crónica, fue honrado, y como esposo y padre modelo digno de imitación. Acosado por una parálisis a las piernas desde unos dos años antes, falleció en la villa de Cangas el 27 de octubre de 1894, a los 78 años de edad.

Fuente: ‘El Eco de Occidente’, Año I nº 82

[1868-1872] Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso

Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso
(Tebongo, Cangas del Narcea, 12 de enero de 1818 – Cangas del Narcea, 1902)

26 de julio de 1868 – 1 de febrero de 1872

altComerciante. Primo de Marcelino Rodríguez-Arango, alcalde en 1838-1839, y, como él, miembro destacado del Partido Progresista en Asturias. Román Rodríguez-Arango y varios miembros de su familia participaron muy activamente en la Revolución de Septiembre de 1868 y en todo el Sexenio Democrático (1868-1874). Entre 1872 y 1874 fue diputado provincial por el distrito de Cangas del Narcea. La noticia de su fallecimiento y su esquela se publicó en El Imparcial. Diario liberal, de Madrid (10 de noviembre de 1902). Durante su alcaldía el ayuntamiento se denominaba: Ayuntamiento Popular de Cangas de Tineo. El 1 de junio de 1869 se creó una plaza de médico de primera clase, pagada con fondos municipales, con la obligación de asistir gratuitamente a familias pobres.

Plano del centro de la villa de Cangas del Narcea, en 1870, que se presentó con una propuesta para ensanchar la calleja de Las Huertas con el objeto de que los carros pudiesen acceder de la calle Mayor a la nueva carretera de La Espina-Ponferrada; este problema se solventará en 1910 con la apertura de la calle Diz Tirado y otras más. Archivo Municipal.

En 1868, durante el mandato de este alcalde, sucedió en España la Revolución de Septiembre, conocida como La Gloriosa, que trajo consigo el derrocamiento de la reina Isabel II. El poder de los ayuntamientos lo tomaron temporalmente unas juntas revolucionarias integradas por progresistas, unionistas (del partido Unión Liberal) y republicanos, que redactaron proclamas a favor de la libertad, el sufragio universal, etcétera. En Cangas del Narcea formaron la junta: el magistrado Marcelino Rodríguez Arango, progresista; el maestro Genaro Gonzalez Reguerín, republicano; el propietario y empresario Rafael Uría, liberal; el notario Ángel Menéndez Reigada y el propietario Ceferino García del Valle, republicano. Su proclama fue la siguiente:

Cangueses:

La razón y la justicia han recobrado su imperio. La inmoralidad y la tiranía han sucumbido. La libertad ha triunfado. Esa cohorte de aduladores que hicieron a la infortunada España patrimonio de su desordenada y repugnante ambición, se fugó en su mayor parte dejando a la ex-reina abandonada en tan críticos momentos, en justa recompensa de su arbitrario e insensato proceder; los demás, que obcecada y temerariamente continuaron defendiéndola, han tenido que buscar con ella un asilo en país extranjero, vencidos por la fuerza moral del pueblo tan injustamente subyugado.

Habían creído los tiranos que empobrecida con enormes tributos, arrancados al pueblo para improvisar colosales fortunas, escarnecida y vilipendiada con leyes restrictivas y reaccionarias, dictadas por el odio a los progresos de nuestra civilización, la altiva y generosa España había perdido su dignidad. ¡Insensatos! Llegó la hora del desengaño, ha tiempo prevista y con ansiedad esperada, y pocos días bastaron para probar a la Europa, al mundo, que en el seno de la Nación del dos de Mayo y siete de Julio arde inextinguible el fuego santo de la libertad. Cangueses: vosotros que en repetidas ocasiones habéis dado inequívocas pruebas de patriotismo, continuad dándolas hoy de vuestra abnegación y sensatez. Proclamemos la unión sincera de todos los que de liberales blasonan. Olvidemos antiguas deminaciones y errores. Tened confianza en la junta que por aclamación espontánea habéis elegido, y decid con ella: “Viva la libertad. Vivan las Cortes Constituyentes que se elijan por el sufragio universal”.

Cangas de Tineo, 2 de Octubre de 1868.

El Presidente de la Junta, Marcelino Rodriguez Arango. El vocal, Genaro Reguerín. El vocal, Rafael Uría. El vocal, Ángel Menéndez Reigada. El vocal secretario, Ceferino del Valle.

[1874-1879] Severiano Rodríguez-Peláez y Riego

Severiano Rodríguez-Peláez y Riego
(Tineo, 1830 – Cangas del Narcea, 1905)

30 de junio de 1874 – 1 de julio de 1879

Escuelas públicas, en la calle Mayor (a la izquierda), terminadas durante la alcaldía de Severiano Rodríguez-Peláez gracias a una ayuda concedida en 1876 por el Ministerio de Fomento; fueron demolidas en 1967.

Durante esta alcaldía el Ayuntamiento solicitó y recibió del Ministerio de Fomento una subvención de 21.732 pesetas para “terminar las obras en el edificio construido a sus expensas con destino a Escuelas públicas de niños de ambos sexos y habitaciones para los maestros” (Real Orden de 2 de diciembre de 1876). El Ayuntamiento había invertido 75.000 pesetas en la construcción de este edificio, que estaba en la calle Mayor, y ya no contaba con recursos para finalizar la obra. El ministro de Fomento en aquel tiempo era el conde de Toreno, diputado en Cortes por el distrito de Cangas del Narcea.

Firma del alcalde Severiano Rodríguez-Peláez y Riego del año 1876

[1881-1883] Joaquín Rodríguez-Arango Sanfrechoso

Joaquín Rodríguez-Arango Sanfrechoso
(Tebongo, Cangas del Narcea, 18¿? – Cangas del Narcea, enero de 1889)

1 de julio de 1881 – 1 de julio de 1883

Feria de Val.lau, hacia 1908, creada en 1882 durante la alcaldía de Joaquín Rodríguez-Arango Sanfrechoso.

Abogado y propietario. Fue Promotor fiscal del juzgado de Cangas de Tineo hasta enero de 1856 que fue trasladado a la Promotoría fiscal de Luarca1Gaceta de Madrid: núm. 1096, de 04/01/1856, página 1. Más tarde fue Juez de Paz y de Primera Instancia en el juzgado de Cangas de Tineo. Hermano de Román Rodríguez-Arango que fue alcalde entre 1868 y 1872. Miembro del Partido Democrático. Diputado provincial por el distrito de Cangas del Narcea entre 1872 y 1874.

Durante su alcaldía, los alcaldes de los barrios de Cibea y de los ríos Naviego y Carballo solicitan la creación de ferias en el Campo de la Vega y Ermita de Vallado. El 17 de julio de 1882, el pleno municipal aprueba la creación de tres ferias que se celebrarán en ese lugar, inmediato a los pueblos de Vallado y Miravalles, una el 13 de marzo, otra el primero de septiembre y otra el 20 de octubre de cada año.

Sabemos por una noticia en prensa, El Carbayón; Diario asturiano de la mañana: Año III Número 243 – 1881 septiembre 17, que el inicio de esta legislatura fue tormentoso climatológicamente hablando ya que el 11 de julio, sobre la villa de Cangas y su término municipal, descargó una tremenda tormenta que llevó a varios vecinos a elevar al Gobierno una instancia, a través del Gobernador de la Provincia, solicitando se les librase alguna cantidad del fondo de calamidades públicas para remediar en parte a los siniestrados.

___________________

1 Gaceta de Madrid: núm. 1096, de 04/01/1856, página 1

[1883-1887] Severiano Rodríguez-Peláez y Riego

Severiano Rodríguez-Peláez y Riego
(Tineo, 1830 – Cangas del Narcea, 1905)

1 de julio de 1883 – 2 de febrero de 1887

Crónica de El Occidente de Asturias sobre el nombramiento de este alcalde el 1 de julio de 1883:

El domingo, como era de suponer, se instaló el nuevo ayuntamiento de esta villa; y si bien la elección de alcalde y tenientes se efectuó con el orden y tranquilidad que caracterizan la cultura de un pueblo, no dejó de presentarse la lucha con energía é interés. Diez de los 23 concejales que componen la corporación municipal de este concejo han votado para el primer puesto del ayuntamiento, al administrador de la casa del señor conde de Toreno, don Severiano Rodríguez y Riego, y siete á don Benigno Valcárcel; cinco concejales no concurrieron al acto. […] El Sr. Valcárcel y otros dos concejales protestaron de la proclamación de alcalde, fundándose en que exigiendo la ley que sea proclamado el que obtenga mayoría absoluta del total de los individuos de que deba componerse la corporación, y siendo 23 el de esta villa, necesitaba 12 por lo menos para que la proclamación fuese legal. La ley está defectuosa en esta parte, puesto que prevé el caso de empate y nada dice para el de que no haya mayoría absoluta en primera ni segunda votación. Lo razonable parece que por analogía con lo que dispone el art. 105, debiera entenderse la mayoría de la mitad más uno del número total de los concejales. Por lo demás, aunque estamos plenamente persuadidos de que el señor Valcárcel sabría velar por los intereses del concejo, y por el ornato y embellecimiento de esta villa, creemos que los concejales dieron un paso en firme, demostrando sus deseos de que el concejo este representado por persona tan allegada al señor Conde, que con tan solícito afán vela por la prosperidad de este país. (3 de julio de 1883).

Tras su paso por la política local, este abogado fue nombrado juez municipal de Cangas de Tineo en 1903, cargo que unos años antes había ocupado su hermano Sixto Rodríguez-Peláez y Riego.

Falleció en Cangas del Narcea en 1905 quedando heredera su hermana Álvara Rodríguez-Peláez y Riego, natural y vecina de la villa de Cangas del Narcea, donde falleció el 18 de marzo de 1914 dejando en testamento como única heredera a su sobrina Mª del Carmen Carrizo y Rodríguez-Peláez que falleció antes que su tía. Era también tía carnal de Joaquín Carrizo Rodríguez-Peláez, igualmente vecino de la villa de Cangas que tramitó ante el juzgado de Cangas de Tineo el 22 de mayo de 1914 solicitud como único heredero abintestato de doña Álvara.

[1887-1889] Salvador Martínez Valle

Salvador Martínez Valle

(Cangas del Narcea, 1830 – 1889)

2 de febrero de 1887 – 2 de diciembre de 1889

Propietario. “Amigo” del conde de Toreno. Murió siendo alcalde el 2 de diciembre de 1889 y le sustituyó Román Rodríguez-Arango, primer teniente alcalde, hasta el nombramiento del nuevo alcalde en febrero del año siguiente.

Durante este mandato la Comisión Provincial de Oviedo declaró incompatible el cargo de concejal del Ayuntamiento de Cangas de Tineo con el de notario eclesiástico que desempeñaba Francisco Alvarez Uría. En enero de 1888 una Real órden-circular revocó el acuerdo de la Comisión y declaró en su lugar compatibles dichos cargos.

[1889-1890] Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso

Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso
(Tebongo, Cangas del Narcea, 12 de enero 1818 – Cangas del Narcea, 1902)

2 de diciembre de 1889 – 21 de febrero de 1890

Hijo de Cayetano Rodríguez-Arango Flórez-Valdés , natural de Villajulián, parroquia de San Martín de Semproniana, concejo de Tineo y Jacinta García Sanfrechoso de La Grandiella, parroquia de Carcedo en el concejo de Valdés. Cayetano falleció el 18 de mayo de 1838 en El Puelo, según partida de defunción, en un accidente cuando se dirigía de la villa de Cangas a su casa en Tebongo, donde fue enterrado al día siguiente.

Sus abuelos paternos fueron Juan Rodríguez-Arango Inclán, natural de Faedo (entonces concejo de Pravia, desde 1837 concejo de Cudillero), vecino de Tebongo, juez noble de Cangas en 1791 y abogado de los Reales Consejos y del Ilustre Colegio de Madrid , y Joaquina Flórez Valdés, de Villajulián, parroquia de San Martín de Semproniana, concejo de Tineo.

Sus abuelos maternos fueron Alonso García Sanfrechoso y Josefa Rodríguez Villanueva.

Román Rodríguez-Arango se trasladó de la casa de sus padres en Tebongo a vivir a la villa de Cangas, en la calle La Fuente, en 1847. Fue diputado provincial por Cangas de Tineo entre 1872 y 1874. Fue alcalde con anterioridad entre el 26 de julio de 1868 y el 1 de febrero de 1872. Su hermano Joaquín lo fue entre el 1 de julio de 1881 y el 1 de julio de 1883.

 

Esquela de Román Rodríguez-Arango Gª-Sanfrechoso en el periódico ovetense ‘El Progreso de Asturias’.

 

[1894] José Pallarés Nomdedeu

José Pallarés Nomdedeu
(Astorga, León, 1858)

18 de febrero a 20 de noviembre de 1894

Comerciante (ferretería, loza, juguetes y venta de pólvora).

Emigró a Buenos Aires a comienzos de los años ochenta del siglo XIX. Regresó a España y se estableció en 1887 en la villa de Cangas del Narcea. Era de familia de comerciantes, su hermano Vicente tenía comercio en Astorga.

José Pallarés era liberal y partidario del diputado a Cortes Félix Suarez-Inclán. Fue muy criticado por los redactores del periódico local El Eco de Occidente, que eran de ideología tradicionalista, a cuyo director, el alcalde Pallarés impuso una multa de 125 pesetas el 14 de septiembre de 1894, que el juez revocó un mes más tarde. Tal vez por este motivo presentó su dimisión en noviembre de ese mismo año.

Durante su mandato se detectó la presencia de la filoxera en el viñedo del concejo, lo que provocó gran pánico entre los vecinos, ya que esta plaga ocasionaba la muerte de las vides y con ella la perdida de la principal fuente de riqueza del concejo. En julio de 1894 visitó la villa el gobernador civil de la provincia, señor Rivas Moreno, acompañado de personal del servicio de agronomía, para estudiar la situación, nombrar una Junta Local de Defensa Contra la Filoxera y establecer unas medidas para paliar el efecto de esta plaga.

[1894-1895] Joaquín Rodríguez Martínez

Joaquín Rodríguez Martínez
(Cangas del Narcea, 1860 – 21 de enero de 1914)

20 de noviembre de 1894 – 1 de julio de 1895

Conocido como Ravachol. Liberal y, como su antecesor, partidario del diputado a Cortes Félix Suárez-Inclán. En los primeros días de su mandato sucedió el motín de los campesinos del concejo contra el impuesto de consumos, que era completamente abusivo para una población que en su mayoría vivía en la pobreza. Los labradores asaltaron la casa consistorial y llegaron a asediar la villa. La llegada de numerosas fuerzas de la Guardia Civil y del Ejército, así como la intermediación de personas de prestigio entre los campesinos aplacó la ira de los vecinos. El suceso se trató en el Consejo de Ministros y en las Cortes, y fue noticia en varios diarios de Madrid y Barcelona. La narración de los hechos puede leerse en El Eco de Occidente, números de 30 de noviembre y 4 y 7 de diciembre de 1894.

[1895-1898] Manuel Rodríguez González

Manuel Rodríguez González, h. 1880. Col. Menéndez Tablado.

Manuel Rodríguez González

(Veigamiouru, Cangas del Narcea, 6 de febrero de 1844- )

1 de julio de 1895 – 25 de septiembre de 1898

Propietario y “rico capitalista” (según las crónicas de El Eco de Occidente), enriquecido en Madrid. A fines del siglo XIX vivía retirado en la villa de Cangas del Narcea y pasaba los meses de verano en su casa de Veigamiouru. En los tres mandatos que ocupó la alcaldía tuvieron gran importancia los primeros tenientes alcaldes, que ejercieron a menudo de alcaldes en funciones por enfermedad y ausencia del alcalde presidente. Estos fueron Evaristo Morodo Muñoz, Benemérito de Llano Rodríguez-Arango y Francisco García del Valle Blanco.

El 17 de agosto de 1897 se aprobó la instalación del alumbrado eléctrico en la villa, que se inaugurará el 30 de junio de 1899. Sabemos por la revista de Ciencias, Ingeniería y Electricidad nº 155 de 1897 que: «el Ayuntamiento de Cangas de Tineo ha adjudicado el alumbrado eléctrico de aquella villa a D. Claudio Alfonso por el término de treinta años y la cantidad de 2.250 pesetas cada uno.»

[1902-1904] Nicolás de Ron Flórez-Valdés

Nicolás de Ron Flórez-Valdés
(Cangas del Narcea, 1863 – 1914)

1 de enero de 1902 – 3 de enero de 1904

alt

Nicolás de Ron Flórez-Valdés, hacia 1900. Colección de Ana de Ron

Abogado, juez municipal y desde 1903 corresponsal del Banco de España y de otros bancos en Cangas del Narcea. Fue diputado provincial por el distrito electoral de Cangas de Tineo desde el 4 de diciembre de 1909 hasta su fallecimiento en 1914, víctima de rápida enfermedad. Miembro del Partido Liberal liderado por Sagasta, Moret y Canalejas, y partidario de Félix Suárez-Inclán.

En los números 69 y 70 del periódico El Distrito Cangués de  22 y 29 de agosto de 1914 respectivamente, el periodista cangués Manuel Flórez de Uría que tenía a Nicolás de Ron como su mejor amigo, le dedicaba el siguiente artículo a su memoria.

IN MEMORIAM

A la memoria del hombre bueno, del político honrado, del esposo enamorado, del padre amantísimo, del amigo leal, del cumplido caballero que en vida se llamó D. Nicolás de Ron y Flórez-Valdés, he de escribir unas cuartillas para EL DISTRITO. Pocas o muchas, no lo sé: las que salgan. No es esto obra de raciocinio, que pueda medirse y calcularse de antemano; sino de sentimiento, que no está sujeto a normas ni límites: no llevará sobre el papel mi pluma la mente calculadora y fría, sino el corazón cariñoso y tierno.

Tal vez no debiera ser yo el que acometiera este trabajo, y menos en estos momentos, si se buscase solo el lucimiento y mérito de la obra literaria; pero no admito que pueda ser otro el que lo intente y lleve a cabo, si ha de significar cariño entrañable y adhesión a toda prueba. Por esa reclamé de EL DISTRITO el honroso y triste derecho de ser yo, y no otro, el que de la muerte de mi mejor amigo se ocupara.

Don Nicolás de Ron y Flórez-Valdés nació en Cangas de Tineo en 17 de Mayo de 1863, siendo el último de les hijos habidos en el matrimonio de D. Eduardo de Ron y Baylina, de la muy antigua y linujada «Casa de Ron», en Ibias, y de Dª. Nicolasa Flórez-Valdés y del Riego, de la también ilustre «Casa de Cabo del Agua», en Tuña (Tineo), emparentada con la del General Riego, de gloriosa memoria. Estaba casado con Dña. Carlota Uría y Llano-Merás, de la «Casa de Santianes», y de este matrimonio deja los hijos D. José María, Dña. Teresa, D. Fernando, Dª. María, Dª. Dolores, Dª. Ana, Dª. Pilar, Dª. Elena, Dª. Luisa, D. Nicolás, D. Carlos y D. Manuel de Ron y Uría.

Era Licenciado en Derecho, y ejerció la abogacía en este partido desde 1887 hasta su fallecimiento, siendo uno de los abogados de más, y más justamente, acreditado bufete y merecido renombre. Fue juez municipal tres bienios, durante los cuales demostró al concejo su rectitud, justificación e independencia de criterio en tales términos, que de ahí arrancaba su gran popularidad entre los aldeanos. Persona de gran cultura, no sólo rayaba a muy notable altura en las materias propias y relacionadas con su carrera de abogado, sino que dominaba otras varias, siendo una verdadera autoridad en conocimientos históricos, habiendo sido bastantes años profesor de Historia de España y de Historia Universal en el colegio de segunda enseñanza de esta villa. Concejal de este Ilustrísimo Ayuntamiento varias veces, fue nombrado Alcalde-Presidente del mismo por elección popular, es decir, por nombramiento directo y unánime de los concejales que lo componían, en 1º de Enero de 1902, y reelegido después en dos legislaturas sucesivas por Su Majestad el Rey; dejando el cargo de Alcalde por haber sido elegido Diputado Provincial por el Distrito de Cangas de Tineo-Tineo, para el que fue reelegido en muy reñida lucha y por gran mayoría en las elecciones de 1913, cuyo cargo desempeñaba al morir, no sólo a completa satisfacción y en beneficio de sus electores, sino gozando de gran prestigio entre sus compañeros de Diputación. Tuvo la Sucursal del Banco de España en esta villa y fue corresponsal de varios bancos y establecimientos de crédito de la provincia y de fuera de ella.

En 1893 presentó su candidatura para Diputado a Cortes por este Distrito, por primera vez, el Excmo. Sr. D. Félix Suárez Inclán, y, desde entonces, y sin interrupción, figuró a su lado como uno de sus más valiosos y fieles amigos el finado D. Nicolás de Ron, constituyendo con su cuñado D. Laureano Francos y sus amigos D. Francisco García del Valle y D. Marcial R. Arango, el núcleo, la base del partido liberal en Cangas de Tineo, en el que, por razones de parentesco, de amistad, de dependencia o de simple relación de intereses con aquellos, o por afinidad de ideas nos hemos ido sumando los demás hasta componer el actual partido numeroso y fuerte, capaz de dar a ganar las reñidas batallas electorales de los dos últimos años, a pesar de algunas defecciones sensibles por cierto y que contribuyeron, sin duda, a llenar de amargura el corazón del finado, dejando a un lado su mayor o menor importancia, por venir de quien venían.

D. Félix Suárez Inclán, aparte de su amistad particular e íntima con D. Nicolás de Ron, le tenía en tanta estima y sabía hasta tal punto de lo que le era deudor políticamente hablando, que sobre distinguirle siempre de una manera especial y proponerlo y elevarlo a los puestos públicos que ocupó y que tan merecidos tenía, intentó repetidas veces hacerlo Gobernador Civil, abriéndole así amplio horizonte político, pero el finado, atento a consideraciones políticas y de familia tan delicadas como honrosas, no quiso aceptar nunca.

La medida de ese aprecio y la intensidad de ese cariño que el Sr. Suárez Inclán tenía hacia el finado, la dan los siguientes párrafos que copio de la carta de 14 del actual del primero al Alcalde:

«Las noticias que me comunica usted del estado de Nicolás, me apenan mucho. ¡Pobre amigo!»

Antes de cerrar esta carta recibió D. Félix un telegrama del Alcalde participándole el fallecimiento, y agrega en la carta:

«Estoy que no sé lo que me pasa con la noticia de la muerte del pobre Nicolás, que se ha servido usted comunicarme por telégrafo. Acabo de telegrafiar a usted y a Pachín Valle contestándoles. Me parece mentira que se haya muerto ese excelente amigo, a quien vi por última vez en Oviedo el 15 de Junio, lleno de juventud y vida, al parecer. El pedirá a Dios por los suyos, y nosotros, los que aquí quedamos, cuidaremos de ellos cuanto podamos: es nuestro deber.»

La carta a que pertenecen los párrafos transcriptos, la hemos visto; y no pudimos por menos de cometer la indiscreción de hacerlos públicos, en obsequio del muerto y para honra del vivo.

El 15 a las 9 fue su entierro, al que asistió el señorío de la villa en pleno y muy numerosa concurrencia. Tras el severo féretro que encerraba los restos mortales del finado, formaban el duelo de familia los señores don Laureano Francos, secretario judicial; D. Claudio Uría, juez municipal suplente; D. Jesús Villa, médico; D. Roberto Flórez, doctor en Ciencias; D. Rafael Rodríguez Francos, comerciante, y D. Joaquín Carrizo, de Tineo.  El de amigos lo componían D. José González Pérez, secretario judicial; D. Antonio Jiménez Valcárcel, procurador; don Carlos Fernández, sobrestante de Obras Públicas; D. Porfirio Ordás, perito agrícola, y el que esto escribe. En el duelo oficial iban, primero, el Ilmo. Sr. D. Francisco García del Valle, ex gobernador civil y alto funcionario de Hacienda, quien además de por sí llevaba la representación del Excmo. Sr. D. Félix Suárez Inclán, diputado a Cortes por el Distrito; el M.R.P. Fernando Arguelles, rector del convento de dominicos de Corias, y D. Agustín de Llano Valdés, diputado provincial quien también llevaba en aquel acto la representación de la Excma. Diputación de Oviedo. Después seguía el Ilmo. Ayuntamiento en pleno, presidido por el alcalde D. José María Díaz López de Penedela, cerrando el cortejo la Guardia municipal.

Tras las preces de ritual durante el trayecto y ante la iglesia parroquial y en el cementerio, el cadaver de D. Nicolás de Ron fue a unirse con los restos de sus mayores en el nicho-panteón propiedad de la familia. ¡Que duerma en paz!

Los solemnísimos funerales, que por festividad del día del sepelio y del siguiente no pudieron celebrarse hasta el lunes 17, tuvieron lugar en la Colegiata de esta villa con asistencia inusitada de aldeanos del concejo, mucha clerecía y presididos por los duelos indicados. También asistieron distinguidas personalidades de los inmediatos concejos de Ibias, Leitariegos y Allande, y tal vez de otros, pero si tal ocurrió ni los hemos conocido ni nadie llamó nuestra atención, por eso no los citamos.

Los principales periódicos de Oviedo y de el resto de la provincia, dieron noticia de su muerte en sentidos artículos necrológicos, hasta los de ideas políticas más diametralmente opuestas a las del finado.

Cangas de Tineo no se olvidará seguramente del hijo plecaro que acaba de perder, sus correligionarios sabrán hacer que se perpetúe su memoria, sus amigos conservarán, cariñosos, su recuerdo; así es de esperarlo; pero aunque nada de esto se realizara, aunque sólo los suyos le tuviesen presente en sus afectos, alguien habrá además que no le olvide, que pronuncie su nombre con triste melancolía, y ese será

M. FLÓREZ DE URÍA.


Ver: [1906-1910] Nicolás de Ron Flórez-Valdés


 

[1913-1921] José María Díaz López, ‘Penedela’

(Penedela, Ibias, 1870 – Cangas del Narcea, 1934)

23 de octubre de 1913 – 1 de abril de 1921

Matadero municipal en 1970. Construído en 1916 en el Barrio Nuevo, según un proyecto de Alfredo Flórez González, durante la alcaldía de José Mª Díaz López Penedela. Fue derribado y su solar vendido para construir viviendas.

Comerciante y empresario. Emigró a América y a su regreso se estableció en la villa de Cangas del Narcea, donde abrió el comercio El Siglo XX y tuvo diversos negocios (viticultura, central hidroeléctrica, fabricas de harina y madreñas, etc.). El 1 de julio de 1909 fue elegido por primera vez concejal del Ayuntamiento de Cangas del Narcea. Era republicano. En su carrera política lo ayudó la familia de su mujer, Julia de Llano, y siempre fue partidario de Felix Suárez-Inclán. Fue un alcalde muy importante, durante su mandato se hicieron en la villa la traída de agua, la mejora del alcantarillado, el matadero municipal y un lavadero público, y se levantaron varias escuelas en el concejo.