La otra cara de la moneda: Solidaridad en acción

Mientras ayer nuestro flamante Supercampeón de España desde Córdoba nos hacía vibrar de alegría, en el Levante español nuestro socio Manuel Rodríguez Fernández (Manolón para los amigos) y tres compañeros del Real Oviedo Rugby colaboraban en la limpieza de zonas afectadas por la DANA en Valencia

El cangués Manuel Rodríguez Fernández (Manolón), socio del Tous pa Tous.

Este fin de semana, Manuel Rodríguez Fernández, conocido cariñosamente como “Manolón”, junto con sus compañeros del Real Oviedo Rugby, Aitor Fernández, Daniel Sánchez y Víctor Asensi, partieron hacia Valencia. Después del último entrenamiento de la semana (este fin de semana no hay partido), llevaron ayuda material y ofrecieron su mano de obra para colaborar en la limpieza de las zonas afectadas por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA).

Antes de partir, recibieron ánimos de Santi Cazorla y expresaron su agradecimiento a los socios, jugadores y amigos del Real Oviedo Rugby, Asociación Síndrome de Down de Oviedo, Química del Nalón, la cuenca minera de Cangas del Narcea, y la Parroquia y Cofradía del Cristo de la Salud de Cangas del Narcea por sus aportaciones de material.

Al llegar a municipios valencianos como Algemesí, Catarroja y Paiporta, sus reacciones fueron impactantes: «Es un desastre. Sin palabras»; «Chicos, esto es la guerra»; «Hoy en Catarroja, mañana vamos a intentar ir a Paiporta»; «No me puedo imaginar lo que debió ser esto hace 15 días. Hablar con la gente es conmovedor»; «No puedo hacer un diario, desde que estoy aquí me he emocionado tantas veces que vivo en un tobogán de sensaciones. Ahora estoy tomando cervezas con una pareja, ella de Langreo y él valenciano, les regalamos un balón de rugby para los nenos y es todo agradecimiento. Hablamos con gente mayor y la expresión de sus ojos lo decía todo»; “Mañana vamos a Paiporta a entregar un generador que tenemos para la residencia de ancianos. En fin, una cosa es ver esto por televisión y otra es estar aquí y vivirlo»; «Mañana vamos a Paiporta a la zona cero. Contactamos con un electricista cuyo mote es ‘torete’ y allí que vamos. Esto es un sin Dios, no dejan entrar en las localidades, pero lo vamos a hacer sí o sí».

Las imágenes hablan por sí solas. Gracias amigos ¡Sois otro motivo de orgullo y satisfacción!

Un cangués coronado ‘rey del viento’

Alejandro Cachón y Borja Rozada culminan una increíble temporada con la victoria en Pozoblanco y siendo Supercampeones

Alejandro Cachón Rodríguez, n. Cangas del Narcea, 1999. El joven piloto asturiano proclamado Campéon de España de Rallies 2024.

El primer año con Toyota no ha podido ir mejor para Alejandro Cachón y su copiloto Borja Rozada. La dupla ha sido coronada como Supercampeones de España de Rallyes tras una impresionante actuación en el rally final en Pozoblanco. Cachón logró superar a su rival más cercano, Diego Ruiloba, en una temporada repleta de éxitos y emociones.

Su constancia y habilidad al volante fueron decisivas, destacando especialmente su triunfo en el Rally RACC Catalunya, que fue crucial para asegurar el campeonato. Este título representa un hito significativo en la carrera de Cachón, y un excelente augurio para futuros desafíos con Toyota.

¡Enhorabuena a los campeones por una temporada inolvidable!


Alicia Flórez Berdasco gana el concurso nacional ‘Jóvenes Ingenieros/as por un Mundo Mejor’

Alicia Flórez Berdasco, Ingeniera de Telecomunicaciones.

Alicia Flórez Berdasco, destacada investigadora de la Universidad de Oviedo, ha sido galardonada con el primer premio en el novedoso concurso ‘Jóvenes Ingenieros/as por un Mundo Mejor’, organizado por el Instituto de la Ingeniería de España (IIE). Este reconocimiento nacional destaca su innovador proyecto titulado ‘Diseño de antenas para un sistema radar de ayuda al desplazamiento autónomo de personas con discapacidad visual’, que utiliza nuevas tecnologías para mejorar la vida de las personas con discapacidad visual.

El premio, patrocinado por la Fundación Mutualidad de la Ingeniería y dotado con 1.250 euros, fue entregado en una ceremonia celebrada en Madrid. Alicia, natural de Cangas del Narcea (Casa Cristo, El Carrascal, Obanca), expresó su profunda gratitud por el reconocimiento y destacó la importancia de compartir ideas y proyectos con otros jóvenes ingenieros e ingenieras del país.

El concurso, dirigido a jóvenes ingenieros/as menores de 35 años con un título de Máster Habilitante de Ingeniería, busca premiar proyectos desarrollados entre 2022 y 2024 que tengan un impacto positivo en la sociedad. Los participantes debían presentar un vídeo explicativo, un documento PDF detallando el proyecto y su currículum vitae.

El jurado, compuesto por miembros del Comité Universidad, Formación y Empresa (CUFE-IIE) y un delegado del Presidente del IIE, evaluó los proyectos en base a criterios como la mejora de la sociedad, la innovación, la transformación ecológica y digital, el emprendimiento y las competencias transversales.

La gala de premios, que se llevó a cabo el pasado 8 de octubre de 2024, fue un evento abierto al público tanto de manera presencial como online. Además del primer premio, se otorgaron premios de 750 euros y 500 euros a los segundo y tercer clasificados, respectivamente.

El Instituto de la Ingeniería de España difundirá los proyectos ganadores a través de sus medios de comunicación y redes sociales, y continuará apoyando a los jóvenes ingenieros que buscan contribuir a un mundo mejor.

¡Felicidades a Alicia Flórez Berdasco por su impresionante logro y su dedicación a mejorar la vida de las personas con discapacidad visual!

Presentación en Cangas del libro: «De ida y vuelta. Una mirada sobre la vida y la obra de Alejandro Casona»

Anunciamos que el próximo jueves, 17 de octubre, a las 19:30 h presentaremos el libro «De ida y vuelta. Una mirada sobre la vida y la obra de Alejandro Casona» en la librería Treito de Cangas del Narcea. Esta nueva publicación del cangués Alfonso López Alfonso ha sido editada por el «Tous pa Tous» con la colaboración de la editorial Impronta.

Una gran oportunidad para conocer y comprender la vida y obra del escritor y dramaturgo más universal que dio el concejo de Cangas del Narcea.



El Regimiento de Cangas de Tineo y la apasionante historia de Pedro del Tronco

El Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo, cuya historia ha sido rescatada por el historiador José Luis Calvo en un libro que publica el Instituto Bances y Valdés.

El Instituto de Estudios Históricos Bances y Valdés ha editado una nueva publicación del académico don José Luis Calvo Pérez, que se presentará en el Club La Nueva España (Oviedo) con ocasión de la semana del Desarme, el próximo 16 de octubre a las 18.00 horas, y posteriormente en Cangas del Narcea el sábado 26.

Siempre es buen momento para rememorar las hazañas de los asturianos que lucharon contra los franceses en la Guerra de la Independencia. Dentro de la contienda cobra especial relevancia el Regimiento de Cangas de Tineo, cuya historia ha sido rescatada por el historiador José Luis Calvo en este libro.

Un grupo de valientes sin formación militar

El Regimiento se formó el 28 de junio de 1808 para luchar contra los franceses que avanzaban hacia el Suroccidente de Asturias durante la Guerra de la Independencia (1808-1814). Eran un grupo de soldados que partieron al frente, en su mayoría, sin ningún tipo de formación militar y provistos con sus herramientas de trabajo en el campo, pero que llegaron a ser reconocidos por sus gestas y actuaciones en las batallas.

La apasionante historia de Pedro del Tronco

Castillo de Tineo, derribado definitivamente en 1912. La fotografía está sacada de un cristal estereoscópico de Celso Gómez Fdez.-Argüelles que data del 1 de septiembre de 1910. Colección: Álvarez Pereda.

Entre el casi millar de voluntarios que formaron el Regimiento destacó especialmente la figura de Pedro del Tronco, natural de Dagüeño, parroquia de Mieldes (Cangas del Narcea, Asturias). En 1809, fue capturado por las tropas del general francés Gautier y ejecutado en el castillo de Tineo, ubicado en la actual plaza de Las Campas. Allí se le recuerda con una cruz tallada sobre un bloque de piedra en el que se puede leer la inscripción: «Aquí murió Pedro del Tronco en defensa de la patria».

Pedro del Tronco, quien el 10 de marzo de 1811 fue reconocido por las Cortes Generales españolas como héroe de la patria, recibió un homenaje el pasado 10 de marzo en su pueblo, Dagüeño. En esta ocasión, se colocó una placa para recordar quién había sido: «El pueblo de Dagüeño a su vecino Pedro del Tronco, fusilado en la villa de Tineo a manos del invasor francés. Héroe de la patria reconocido por las Cortes Generales de España, el 10 de marzo de 1811».


 

Nuestras «Huellas mineras», desde México para el mundo

Como la mayoría ya sabéis «Huellas mineras: Patrimonio industrial de Cangas del Narcea», primer documental escrito y dirigido por el cineasta cangués Benito Sierra González que ha contado con la colaboración del «TOUS PA TOUS. Sociedad Canguesa de Amantes del País», muestra al espectador los vestigios del patrimonio industrial y las huellas de la actividad minera de Cangas del Narcea. Fue estrenado en septiembre de 2022 en el Teatro Toreno de Cangas del Narcea, y un año después, su proyección formó parte de la VI Muestra Internacional de Cine sobre Patrimonio Industrial y Paisajes Culturales, en el «Incuna Int Film Fest 2023» de Gijón (Asturias).

Ahora, este inédito film que retrata los restos de la minería de Cangas del Narcea desde un punto de vista cinematográfico será emitido por el Canal 22 de México, una televisión pública que difunde e impulsa las mejores expresiones artísticas y culturales de México y el mundo, basada en el fomento de valores como la inclusión, la pluralidad y la visión crítica. Esta plataforma transmite la cultura entendida desde una visión amplia, que incluye diversas formas y manifestaciones, a través del cine, series, documentales, ciencia, historia, música, gastronomía, humor, noticias, debate y programación infantil; además de producciones propias y series emblemáticas de la más alta calidad y temáticas variadas.

Este canal cultural mexicano cuenta con tres señales:

  1. Canal 22.1, que se transmite por televisión abierta en la Ciudad de México y su Área Metropolitana, y a través de 25 repetidores al resto del país, además de a todo el territorio por sistemas de televisión de pago.
  2. Canal 22.2, que se transmite por televisión abierta en la Ciudad de México y su Área Metropolitana, y a través de sistemas de televisión de pago en todo el territorio nacional.
  3. Señal Internacional que llega a todo el territorio de Estados Unidos a través de los diferentes sistemas de televisión de pago.

Para Canal 22 uno de los objetivos es llegar a nuevas audiencias sociales con diversos perfiles y hábitos de consumo; por eso uno de los retos es complementar los contenidos en pantalla a través de la fuerza e impacto de las plataformas digitales. Por ello también se puede visualizar vía streaming en la página de la institución: www.canal22.org.mx. En su canal de YouTube se encuentra disponible programación propia para ser vista en cualquier horario y dispositivo, además de contenidos extendidos y exclusivos que solo pueden ser disfrutados en esta plataforma. Coberturas en tiempo real en X (Twitter)Facebook live de eventos especiales y programación propia, dinámicas en Instagram, atiendendo de esta manera las nuevas necesidades digitales y la demanda de su audiencia que en redes sociales asciende a 3 millones de suscriptores.

La emisión está programada para el domingo 13 de octubre de 2024 a las 18:00h. Aquí os dejamos la “promo” de Huellas Mineras para Canal 22 México que de esta manera estrena una nueva sección titulada DESDE OTRAS LATITUDES con el documental «Huellas mineras: Patrimonio industrial de Cangas del Narcea».



 

 

 

 

 

Suscripción popular a beneficio del Santuario del Acebo

Santuario de Nuestra Señora del Acebo. Postal hecha hacia 1975 por Foto Tino, de Cangas del Narcea.

No se tienen noticias de la primera ermita, de factura rústica, que estaba situada en el lugar donde se encuentra el actual Santuario del Acebo. El único dato acerca de la historia de esta ermita nos llega a través de esta breve reseña de nuestro paisano el historiador Padre Luis Alfonso de Carballo:

«…en tierras de Cangas de Tineo, en la cumbre de un alto monte… en un sitio que llaman el Acebo, había una antiquísima ermita de Nuestra Señora, sin memoria de su primera fundación, tan pequeña, y baja, que era necesario bajar la cabeza al entrar por la puerta… tan pobre, que solo en el altar había la imagen de Nuestra Señora, y una cruz de palo,… tan olvidada y desamparada, que aún no se sabía en qué feligresía estaba…».

Por la talla original de la imagen de la Virgen, posiblemente estemos hablando del siglo XIII, según indica el sacerdote e investigador de templos marianos de Asturias, Florentino Fernández Álvarez. Lo que sí sabemos con certeza es que el Santuario actual data del siglo XVI gracias a la rápida difusión, como reguero de pólvora, de los milagros acaecidos en el Acebo que llegó a todos los pueblos de Asturias. A partir de ese momento la pequeña ermita se convirtió en lugar de peregrinación y oración creciente hasta ser multitudinaria, por lo que se llegó a la conclusión de que hacía falta levantar un templo más grande y digno. Y así lo hicieron los cangueses: Se construyó el santuario de «Nuestra Señora de las Virtudes del Acebo» sobre el mismo solar donde estaba la ermita. Tardaron solo quince años en construirlo desde que tuviera lugar el primer milagro, ya que este sucedió en 1575 y el santuario se terminó en el año 1590. El cronista Luis Alfonso de Carvallo describe de forma concisa y concreta la composición del edificio de la siguiente manera: «… creciendo la devoción y las limosnas, se edificó un templo, harto bueno, con su torre y colaterales, y muy bien proveída la sacristía de ornamentos y recados para los oficios divinos y siete lámparas de plata…».​ Desde entonces, la factura y plano del Santuario no han cambiado en lo esencial. Tiene forma de cruz latina, con una torre cuadrada de escasa altura, orientado hacia occidente. La construcción es de piedra pulida y muy sobria.

Hace ya algo más de un siglo, en 1910, el doctor Ambrosio Rodríguez, una de las personalidades más activas que dio el concejo de Cangas del Narcea en el último tercio del siglo XIX y primeras décadas del XX y que había nacido en La Torre de Sorrodiles de Cibea, envió una larga carta a don Ángel Carrizo Díez,  párroco por aquel entonces de Linares del Acebo y administrador del Santuario, proponiéndole una serie de medidas para revitalizar este santuario y ponerlo a la altura del afamado Lourdes. Recomendamos la lectura de las siguientes pubicaciones:

Este Santuario cumplió su cuarto centenario en 1990 e inició su quinta centuria de vida, pero hoy, su estado de conservación hace inevitable una intervención urgente, siendo necesario una serie de obras de rehabilitación que eviten un deterioro mayor y su ruina. Además, hace falta dotarlo de los medios indispensables para que siga siendo, tanto por su importancia histórica como espiritual, un referente de peregrinación mariana en el noroeste de España. Para ello, desde el propio “Santuario de la Virgen del Acebo” se ha convocado a una recaudación popular de fondos para que más pronto que tarde la rehabilitación del Santuario sea una realidad.

Desde el «Tous pa Tous» animamos a todos nuestros socios y seguidores a que se unan y apoyen esta recogida de fondos para llevar a cabo estas imperiosas obras. Históricamente, la suscripción popular ha sido un sistema de financiación que ha permitido realizar importantes e interesantes proyectos con la ayuda de muchas personas que comparten un mismo objetivo y que individualmente no se podrían haber llevado a cabo. Este tipo de financiación colectiva demuestra que no hay metas inalcanzables para los “pequeños”, si se unen a otros muchos “pequeños”. Con otras palabras… de grano en grano llena la pita el buche.

A continuación reproducimos el llamamiento que desde el “Santuario de la Virgen del Acebo” se hace para la colaboración en esta importante intervención que, además de los donativos que se recauden, contará con una aportación del Arzobispado de Oviedo.

Estimado vecino/a:

Os escribimos desde el “Santuario de la Virgen del Acebo” para haceros partícipes de un proyecto que quiere abrir paso a una nueva etapa en este lugar tan especial.

Sois muchísimas personas las que tenéis un vínculo especial con este lugar “tocado por la mano de Dios”. Vínculo que arraiga en nuestro interior por motivos diversos: recuerdos, devoción, naturaleza, historia, identidad, tradición, familia y tantos otros.

Hoy nos dirigimos a ti para pedir ayuda, invocando aquel refrán de “obras son amores y no buenas razones”. Porque, precisamente, eso es lo que necesita el Santuario del Acebo: obras.

Tanto la Iglesia como el contorno están en muy mal estado. Fundamentalmente por dos razones: el paso del tiempo y el efecto del temporal (casi 1.200 metros de altitud).

Ahora, ha llegado el momento de intervenir para conservar este lugar y todo lo que significa, tanto en sí mismo como para cada uno en particular. Las primeras intervenciones van dirigidas a las partes más urgentes: tejado nuevo de todas la iglesia, tejado e interior de la torre para hacer sonar de nuevo las campanas, saneamiento perimetral, recuperación del cabildo, restauración de todas las fachadas, restauración y refuerzo de todas las puertas, construcción de la cerca norte y colocación de bancos en el exterior para uso de los peregrinos.

Esta primera parte de las obras está presupuestada en torno a los 300.000€.

Contamos, gracias a Dios, con personas que están dispuestas a colaborar generosamente. Pero este lugar no es de unos pocos. Por eso acudimos a ti. Para que tú también seas parte, si así lo ves oportuno, de este proyecto.

Cuando Jesús vio a aquella mujer pobre dar dos monedas dijo: En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que nadie (Lc 21,3). Pues eso es lo que pedimos: la generosidad, conforme a las posibilidades, de todo aquel que tenga este lugar y la Santina en el corazón.

¿Cómo podéis hacer llegar esa contribución? De varias maneras:

  • En el Santuario del Acebo.
  • En cuenta bancaria habilitada para este fin: ES4830590019303739210429 de Caja Rural.

¡¡MUCHAS GRACIAS. JUNTOS SACAREMOS EL ACEBO ADELANTE!!

«De ida y vuelta. Una mirada sobre la vida y la obra de Alejandro Casona»

Hay personas que tienen la capacidad de hacerse entender por todo el mundo. Alejandro Rodríguez Álvarez, que pasó a la historia de la literatura como Alejandro Casona, era de esa clase de personas porque convertía en simple lo complejo, en fácil lo complicado y, sobre todo, ponía luz sobre el lado tenebroso del alma humana arropando la realidad con una pizca de fantasía. Fue maestro de formación, y quizá por eso su obra apela a valores universales como el amor (La sirena varada, Romance en tres noches, La tercera palabra), la muerte (La dama del alba, Corona de amor y muerte) o la importancia de la educación (Nuestra Natacha). Él mismo dijo que se le podía acusar de estar desligado del dato contingente, pero no del alma humana. Tenía mucha razón. Pocos autores de la literatura universal habrán manejado con tanta precisión y hermosura los valores fundamentales que nos hacen humanos, demasiado humanos. En las obras de Casona la generosidad, la ingenuidad, la valentía, la franqueza y la galantería le dan la mano al egoísmo, la suspicacia, la cobardía, la hipocresía y la descortesía porque supo como pocos leer en el escondido libro del alma humana, que nos convierte en seres capaces de vernos como dioses cuando soñamos y convertidos en desarrapados pordioseros cuando actuamos. Es, claro, la distancia que media entre la fantasía y la realidad, ese delgado límite de la vida por el que siempre caminó con envidiable soltura, como si de un funambulista se tratara, Alejandro Casona.

Coincidiendo con el 59 aniversario del fallecimiento de este dramaturgo universal que vino al mundo en 1903 en el cangués pueblo de Bisuyu / Besullo, el «Tous pa Tous» y la editorial Impronta publican una nueva biografía titulada De ida y vuelta. Una mirada sobre la vida y la obra de Alejandro Casona. Este libro trata de dar cuenta de quien fue un joven sensible y entusiasta criado entre Asturias, Palencia y Murcia; un maestro eficaz con deseos de ser escritor que logró sacar adelante su sueño a base de esfuerzo y consiguió vivir de lo que escribía a partir de los años treinta del siglo XX, cuando compaginó la dirección del Teatro del Pueblo de las Misiones Pedagógicas con éxitos como el que le proporcionó el prestigioso Premio Lope de Vega en 1933 por La sirena varada, su primera obra teatral importante. De quien, además, fue un dramaturgo que demostró su compromiso con la realidad y los valores de la educación, por lo que después del estallido de la guerra civil se vio forzado a marchar al exilio, donde escribió y estrenó la parte fundamental de su obra. En el exilio aguantó un cuarto de siglo por voluntad propia —es evidente que no estaba de acuerdo con el régimen dictatorial de Francisco Franco, y en su correspondencia dejó claras muestras de este desacuerdo— y volvió en 1962 para ser tan agasajado por una parte de la crítica como denostado por otra que lo consideraba escapista y desapegado de la realidad social española de los años sesenta. Inmerso en ese panorama vivió sus últimos años y murió en Madrid el 17 de septiembre de 1965. Ese día desaparecía Alejandro Rodríguez Álvarez, pero las obras de Alejandro Casona nos siguen acompañando y lo seguirán haciendo durante mucho tiempo.

MUESTRA DEL LIBRO

 

 

 

Manuel Rodríguez Flórez de Uría (Cangas del Narcea, 1929-1990). Reputado futbolista de la cantera canguesa.

Manolo Claret, “Uría”, con la camiseta del Caudal Deportivo de Mieres en 1953.

“Manolo Claret” padre de un buen amigo mío fallecido, “Manolín” R. Fontaniella. 
Ambos siempre en mi memoria, nunca en el olvido.

Su nombre completo en el Registro Civil aparece como Manuel Saturio Antonio Rodríguez Flórez de Uría, pero en el mundillo futbolístico era conocido simplemente como “Uría”, cangués de nacimiento y huérfano de padre desde los siete años, falleció en su Cangas del Narcea natal a los sesenta años de edad, en enero o febrero de 1990, tras una mala pasada que le jugó su corazón.

Manolo Claret o Pilolo, como también se le conocía familiarmente en Cangas, era una persona muy querida por todos los cangueses y destacó en su juventud, por ser uno de los jugadores de fútbol más renombrados salidos de la cantera canguesa. Perteneció al Narcea del que más tarde sería entrenador.

Equipo del Narcea el 17 de enero de 1965 en el Campo de la Vega. Colección: Sergio de Limés
De izquierda a derecha:
De pie: Manolo Uría (Pilolo, entrenador), Nisu, Tahoces, Marcos, Alonso, Chichi, Manolín y Peña.
Agachados: Ángel Dupont, Jacinto, César, Juanín y Castro.

En 1948, fichó por el Real Oviedo como amateur siendo cedido al Vetusta, coincidiendo con los inolvidables Falín, Herrerita, etcétera. Posteriormente jugó en el Praviano y después en el Langreano, ambos en Tercera División, finalizando su carrera deportiva en el Caudal Deportivo de Mieres de Segunda División.

En 1953, realizó pruebas con el Real Madrid de la época de Di´Estéfano, Marsal, Gento… Su puesto habitual era de extremo izquierdo, jugador muy técnico, de fácil regate y fuerte chut.

Finalizó su carrera como jugador profesional en el Caudal en un partido contra el Sabadell en el estadio de la Creu Alta al tener una grave lesión en un tobillo el 18 de abril de 1954. Fue en la jornada 29 de la temporada 1953/54, tras 22 partidos como titular y 3 goles en su haber.

A pesar de ser un jugador profesional, en las vacaciones de verano jugaba partidos amistosos con el Narcea, cosa que siguió haciendo unos años después de tener que abandonar irremediablemente el futbol profesional, como se puede comprobar en la siguiente fotografía de 1957.

Pilolo, de pie, segundo por la izda., con el equipo del Narcea en el Campo de La Vega, Cangas del Narcea, en un partido de las fiestas del Carmen, 16 de julio de 1957. Colección de Gil Álvarez Martínez.

 

PADRES Y ABUELO MATERNO

Amparo Flórez de Uría y Díaz y sus hijos: Adela, agachado Manolo (Pilolo o Uría) y Chema Claret, delante de la casa familiar en la calle Mayor de Cangas del Narcea en 1958. Colección: José Alberto Rodríguez Andreolotti.

José Rodríguez Claret, natural de Cangas del Narcea, comerciante y abogado, fue socio fundador del «Tous pa Tous», Sociedad Canguesa de Amantes del País promovida por Mario Gómez en 1926. Contrajo matrimonio en mayo de 1928 en la villa de Cangas del Narcea con la canguesa Amparo Flórez de Uría y Díaz.

Amparo era hija de Manuel Flórez de Uría Sattar, prolífico periodista cangués nacido en 1864 que escribió en varios periódicos de Cangas del Narcea: El Narcea y El Distrito Cangués, fundó y dirigió La Verdad, y colaboró en periódicos de Oviedo, Gijón, Grado, Pravia y Madrid, en los que firmaba con su nombre o con el seudónimo de “Juan de Cangas”. Autor de dos obras lamentablemente perdidas: “Apuntes para la historia de Cangas de Tineo y su concejo” e “Historia del Regimiento de Voluntarios de Cangas de Tineo”, basada en las memorias de su abuelo paterno, que había participado en aquel regimiento y fue uno de los pocos voluntarios que regresaron a Cangas al terminar la Guerra de la Independencia en 1814. En los años veinte fue nombrado miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia.

Flórez de Uría era maestro y procurador de los tribunales. Tuvo una vida política intensa. En 1902 era presidente del Comité Municipal Republicano de Cangas de Tineo (así aparece en Las Dominicales. Semanario Librepensador, Madrid, 15 de agosto de 1902). Más adelante perteneció a los comités locales del Partido Reformista y de su sucesor el Partido Republicano Liberal Demócrata del que fue vicepresidente y su yerno, José Rodríguez Claret, fue secretario, ambos partidos liderados por el político asturiano Melquiades Álvarez. Durante muchos años fue concejal del Ayuntamiento de Cangas del Narcea. (Ver Juaco López en: El nombre de la ‘Plaza de La Refierta’ por Manuel Flórez de Uría)

José y Amparo tuvieron tres hijos: nuestro protagonista Manuel, el mayor de los hermanos, que nació en Cangas del Narcea en junio de 1929, José María (Chema) y Adela Rodríguez Flórez de Uría. En el año de la siguiente fotografía, los tres pequeños quedaban huérfanos de padre pues a José Rodríguez Claret lo detuvieron, con el estallido de la guerra civil española, el 18 de julio de 1936 por ser el jefe local de Falange en Cangas del Narcea. Estuvo preso en la villa de Cangas, en el convento de Corias y en Cangas de Onís de donde lo llevaron a Gijón para fusilarlo el 6 de septiembre de 1936.

Hermanos Rodríguez Flórez de Uría (Adela, Manolo “Pilolo” en el centro y Chema Claret), año 1936. Foto Magadán. Colección: José Alberto Rodríguez Andreolotti.

ESPOSA E HIJOS

A principios de los años 60, Manolo Claret se casó con la canguesa Carmen Fontaniella y fruto de este matrimonio nacieron sus tres hijos: María Teresa, mi inolvidable amigo Manolín y Nicolás. Manolín Fontaniella (Fonta) fue un gran amigo mío que nos dejó demasiado pronto, hace ya algo más de diez años, quien, muy a su pesar, no pudo superar una fatídica enfermedad después de varios años de lucha constante. Contaba tan sólo con 47 años y dejaba esposa y dos hijos. El día 26 de abril de 2014, con toda la pena de nuestro corazón, sus familares y amigos le tuvimos que decir adios en la preciosa iglesia románica de Santa María de Doroña, muy cerca de Puentedeume,​ en La Coruña, en la paz de cuyo cementerio descansa desde entonces. Desde aquí envío un cariñoso saludo a Susana, su esposa, y a sus hijos y mi recuerdo para un amigo que siempre estará clavado en mi memoria y en mi corazón, pues, como decía Cicerón: “La vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos”. Amigo Fonta: ¡Volveremos a vernos!

A la izquierda “Manolín” Rguez. Fontaniella, hijo de Manolo Claret, el 20 de agosto de 1989, junto a un servidor y a otro buen amigo cangués, Manuel Rguez. “Manolón”, en el aeródromo de La Morgal (Llanera), esperando para asistir a la multitudinaria misa que iba a celebrar el Papa Juan Pablo II en su visita a Asturias.

 

La amistad que me unía con su hijo hizo que tuviese una estrecha relación con Manuel Rodríguez Flórez de Uría, un hombre discreto pero con una sorna muy canguesa, muy afable, siempre de buen humor pese a las vicisitudes o avatares de la vida, daba gusto conversar con él, sus consejos siempre eran bien recibidos y se notaba que se alegraba viéndonos a nosotros disfrutar sanamente.

Este empleado de banca, primero en la Banca Álvarez Castelao y desde 1967 en la sucursal del Banco Español de Crédito en Cangas del Narcea cuando la banca canguesa pasó a formar parte del grupo BANESTO, siendo aún muy joven, con tan sólo 60 años, debido a una afección cardiaca, falleció en su villa natal durante las primeras semanas del año 1990. Cangas perdía así a su relevante futbolista y nosotros a un estupendo consejero, a un gran cangués y a una buena persona. Y como agradecimiento, he querido escribir esta reseña en su memoria desde Villaviciosa de Odón (Madrid) el 12 de septiembre de 2024.


 

Una meritoria publicación sobre las danzas de palos del suroccidente de Asturias

El Muséu del Pueblu d’Asturies, con la colaboración de la Red de Museos Etnográficos de Asturias (Consejería de Cultura del Principado de Asturias), edita en su colección Serie Mayor el libro La danza. Danzas de palos del suroccidente de Asturias y el valle de Forniella (León), 2 volúmenes, de Naciu’i Riguilón (Mual, Cangas del Narcea, 1962).

Las danzas de palos son una seña de identidad de muchos pueblos del suroeste de Asturias y sus limítrofes del valle de Forniella en la provincia de León. Es un territorio muy montañoso con valles profundos que comparten un paisaje y una cultura comunes. Los asturianos pertenecen a los concejos de Cangas del Narcea, Ibias y Degaña.

Francisco Rodríguez García (1914 – 1990), de casa Felipón de La Viliel.la, parroquia de L.larón (Cangas del Narcea) en Trabáu / Tablado (Degaña), 1979. Foto: Gil Barrero.

Son danzas de hombres, muy ceremoniales y jerarquizadas, que se ejecutan al son de la música de una xipla y un tambor, que toca un mismo interprete. Los danzantes van vestidos de blanco con bandas cruzadas sobre el pecho y tocados con un sombrero de fieltro adornado con cintas o colonias de colores. Estas danzas requieren ensayos previos y no pueden improvisarse. Además, siempre van acompañadas de un personaje gracioso y grotesco, el frasqueiro o xamascón, que mantiene a raya a los espectadores para que no molesten a los danzantes, y también se acompañan de muestras de literatura popular: poesías o monólogos graciosos que se recitan en un intermedio de la danza y representaciones teatrales que a llevan a cabo los mismos danzantes.

Danza de palos en L.larón / Larón (Cangas del Narcea) en 2016. Foto: Naciu’i Riguilón.

Estas danzas tienen una larga historia y estuvieron más difundidas que lo están en la actualidad. En Asturias era un asunto muy poco estudiado. El autor lleva más de veinte años recopilando información histórica y etnográfica sobre ellas, así como sobre las fiestas en las que se bailaban. Para realizar este estudio descriptivo ha realizado trabajo de campo, entrevistas a numerosos danzantes mayores, consultado archivos particulares y parroquiales, y, sobre todo, recopilado una numerosa colección de fotografías que documenta la evolución de estas danzas.

En Asturias, las danzas de palos han estado a punto de desaparecer en los últimos treinta años por el enorme éxodo rural que ha despoblado esa parte del país, pero cuando parece que no van a bailarse nunca más, vuelven a renacer y otra vez vuelven a juntarse doce jóvenes (que en su mayoría viven fuera de los pueblos) a ensayar la danza para interpretarla el día de la fiesta.

Danzantes de palos posan en A Estierna / Sisterna (Ibias) en 1976. Foto: Angelita.

La danza es una muestra de la cohesión de la sociedad rural y también de su falta de prejuicios, pues siendo una danza exclusiva de hombres ya hace tiempo que en los pueblos de Asturias se han integrado en ella las mujeres sin ningún problema ni escándalo social. Cosa que no puede decirse de otras celebraciones festivas exclusivamente masculinas y urbanas, donde la integración de mujeres ha sido motivo de controversia y de negativas incomprensibles.

El trabajo de Naciu’i Riguilón (Ignacio Martínez Alonso) es meritorio porque ofrece una documentación muy rica sobre estas danzas, y por ello el Muséu del Pueblu d’Asturies ha promovido su publicación con el fin de documentar, conservar y difundir este patrimonio cultural inmaterial de Asturias. Hay una edición en papel, que se vende en el museo, y otra en PDF que podrá consultarse próximamente en internet en el repositorio de los museos municipales de Gijón: fondos.gijon.es.

La Danza típica en las Fiestas de la Merced, en Rengos (Cangas del Narcea), año 1935. Se ven aquí a los danzantes dispuestos para actuar, pendientes solamente del tamboril y el birimbao, cuyos instrumentos musicales los toca, simultáneamente, el maestro de danzas. La parte cómica corre a cargo del que aparece sentado en el centro, que hacía reír a los espectadores con las ocurrencias propias, sobre todo en aquella parte cómica y habitual de la danza. Los únicos que no se ríen son los danzantes, que actuaban con mucha seriedad. Éstos debían de ajustarse danzando a reglas establecidas y muy difíciles de realizar.


 

El fraile dominico Sixto Castro, elegido miembro de la European Academy of Sciences and Arts

Sixto José Castro Rodríguez. Catedrático de Universidad. Estética y Teoría de las Artes. Campus de Valladolid

28 Premios Nobel pertenecen a esta Academia Europea de Ciencias y Artes

El dominico Fr. Sixto Castro Rodríguez, catedrático de Estética y Teoría de las Artes, ha sido elegido como miembro ordinario de la Clase VII – Religiones del Mundo de la Academia Scientiarum et Artium Europaea. El Senado de la Academia aceptó su nominación por D. Mariano Delgado el 5 de junio de 2024.

La misión de esta Academia Europea de Ciencias y Artes es estimular la colaboración interdisciplinar entre reputados científicos de todas las disciplinas, destacados artistas y profesionales de la gobernanza. Su propósito es analizar importantes retos de la sociedad y ayudar a resolver cuestiones complejas para el bienestar del futuro de los europeos.

La Academia reúne a 2.000 eminentes académicos y profesionales, entre ellos 28 Premios Nobel, de toda Europa. Están divididos en 7 clases: Humanidades, Medicina, Artes, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Derecho y Economía, Ciencias Técnicas y Medioambientales y Religiones del Mundo. Los Protectores de la Academia son varios Jefes de Estado. Su lista de Senadores Honorarios incluye a muchos líderes distinguidos, como antiguos Primeros Ministros o Ministros de varios países, antiguos Presidentes de la Comisión de la Unión Europea y otros.

Los nuevos miembros serán recibidos formalmente en la Sesión Festiva anual de la Academia, que tendrá lugar los días 7 y 8 de marzo de 2025.

Fr. Sixto J. Castro

Es un fraile dominico, nacido en Cangas del Narcea (Asturias, España) en 1970. Ingresó en la Orden de los Dominicos a los 18 años y estudió Filosofía en el Instituto Superior de Filosofía de Valladolid. Continuó su formación en la Universidad de Valladolid, donde obtuvo el doctorado, estudió teología en la Facultad de Teología de San Esteban de Salamanca, y obtuvo también el título de profesor de órgano en el conservatorio de esta ciudad. En octubre de 2022 fue distinguido por la prestigiosa Cátedra de Cultura Cristiana Robert Randall con el título de Profesor Distinguido 2022-23.

Sixto es actualmente profesor de Estética y Teoría de las artes en la Universidad de Valladolid. Sus intereses académicos se centran en la teoría del arte, la cuestión de la belleza y los elementos religiosos y teológicos presentes en las teorías estéticas contemporáneas. Ha sido profesor invitado en la Bayreuth Universität (Alemania) y académico visitante en las universidades de Temple (Filadelfia), Houston, Oxford, Lovaina y Columbia.

Además, es autor de varios libros, entre ellos La trama del tiempo (2002), En teoría, es arte (2005), Vituperio de orbanejas (2007), Lógica de la creencia (2012), Sobre la risa y la belleza (2015), Filosofía del arte (2017), Teología estética (2018) y ha coordinado varios volúmenes, incluido Los caminos de la creación (2011).

Ha publicado numerosos artículos en diversas revistas, incluyendo Estudios Filosóficos, Ciencia Tomista, Revista de Filosofía, Anuario Filosófico, Diánoia, Veritas, American Catholic Philosophical Quarterly, Angelicum, Analogía, Aísthesis, Technoetic Arts and Religions, así como capítulos en volúmenes editados, incluyendo The Hand. Perception, Cognition, Action (Springer, 2017) y A Companion to Arthur Danto (Wiley, 2022). Ha traducido al español a Richard Swinburne, George Dickie, Lydia Goehr y GE Lessing. Actualmente es editor de la revista Estudios Filosóficos, editada por el Instituto Superior de Filosofía de Valladolid (España).

Sixto Castro, un fraile filósofo y viajero, en Death Valley, California.


Los bustos de Uría y Jovellanos en el palacio regional asturiano

Gaspar Melchor de Jovellanos y José Francisco de Uría y Riego, los habitantes más antiguos del Palacio de la Junta General del Principado de Asturias (antiguo Palacio de la Diputación)

Dos piezas clave en las colecciones de arte de la Junta General del Principado son una pareja de bustos realizados por el escultor José Gragera en 1862. Ambas esculturas retratan a los preclaros asturianos Gaspar Melchor de Jovellanos y José Francisco de Uría, de izquierda a derecha en la fotografía que encabeza esta entrada.

José Gragera y Herboso (Laredo, 1818 – Oviedo, 1897) es uno de los principales escultores españoles del siglo XIX. Aunque nacido en Cantabria, se trasladó siendo aún niño a Oviedo, donde tuvo su primera formación artística. Aquí estudiaría en la Escuela de Dibujo dependiente de la Sociedad Económica de Amigos del País al menos entre 1832 y 1836. A partir de 1839 se documenta ya en Madrid, donde completó su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando hasta 1841, en la Escuela de Nobles Artes y en el estudio del escultor José Tomás. En 1854 obtuvo su primer éxito nacional al vencer en el concurso del monumento a Juan Álvarez Mendizábal, con motivo de cuya fundición residió en París hacia 1856-57. A su regreso se convirtió en restaurador de escultura en Museo del Prado y, a partir de 1869, en subdirector-conservador del mismo. Fue durante años director de pensionados asturianos en Madrid y, tras su jubilación, regresó a Oviedo en 1890, ciudad en la que fallecería en 1897. Excelente retratista, suele citársele como autor representativo de la escultura romántica española, aunque su producción se caracteriza por las referencias clásicas, que se combinan con un contenido sentimiento. Su estilo, sobrio y majestuoso, huye de toda posible afectación, reflejando gran serenidad en sus retratos. Así se puede apreciar en estos dos bustos, encargados al artista por la Diputación Provincial de Oviedo de manera conjunta en 1862, poco después de la muerte de José Francisco de Uría y Riego, por un total de 21.250 reales. Ambos quedarían instalados en el salón de sesiones de la Diputación en 1864, medio siglo antes de la construcción del actual palacio.

Estas efigies, dedicadas a sendos próceres de origen astur, mantienen una serie de características formales comunes, además de similar solución para el pedestal, alejado de su habitual basa ática y decorado en esta ocasión con esfinges, el escudo de Asturias y el nombre del efigiado enmarcado por una corona de laureles. Son representaciones sobrias, frontales, de gesto contenido y modelado firme, veraz aunque ligeramente idealizado (más clásico el de Jovellanos, más romántico el de Uría), que exaltan los rasgos humanos de mayor valor iconográfico. Inmortalizados como hombres ilustres, como modelos de virtud, se les dota además de un carácter heroico mediante la capa, de marcados pliegues, recurso habitual en la escultura de este periodo. En el caso de José Francisco de Uría y Riego-Núñez (Santa Eulalia de Cueras, Cangas del Narcea, 1819 – Alicante, 1862), Gragera se inspiró, entre otras imágenes, en un dibujo al carbón realizado por Nicolás Suárez Cantón (Cangas del Narcea, 1815 – 1878), cuñado de Uría, amigo de Gragera y miembro de la comisión comitente. Consta que el escultor terminó la pieza en el mes de noviembre y que la presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1862, destacando la crítica su modelado, “con inspiración y acierto”. Además, se conoce una réplica del busto, firmado en 1865 y propiedad de los herederos de Uría, al igual que otro de su progenitor, José de Uría y Terrero (1866). Por su parte, para el de Gaspar Melchor de Jovellanos (Gijón, 1744 – Puerto de Vega, Navia, 1811), que firma en 1863, Gragera se sirvió del retrato realizado por Ángel Monasterio (1809), modelo que usó también, aunque con mayores licencias, para la estatua togada del ilustrado que ejecutó para el Senado en 1887.

Recientemente, el Ayuntamiento de Cangas del Narcea adquirió dos bustos labrados en piedra (los anteriores son de marmol de Carrara), de José Uría y Terrero y de su hijo José Francisco Uría y Riego realizados también por el escultor José Gragera en 1865. Estas dos esculturas han sido colocadas en la cabecera del salón de plenos del ayuntamiento con el objeto de reconocer el papel que tuvieron estas dos personalidades en la historia del concejo de Cangas del Narcea en el siglo XIX, así como por la calidad artística de las dos obras. La propuesta de esta adquisición, que constituye un importante aportación al patrimonio cultural municipal, partió del «Tous pa Tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País».


 

La digitalización y el patrimonio cultural local

JAVIER FDEZ. GRANDA (Salas, 1971), es socio del «Tous pa Tous» .
Licenciado en Historia, Máster en Historia y Análisis Sociocultural, Experto Profesional en Tecnologías Avanzadas para la Gestión y Documentación del Patrimonio Cultural, Experto Universitario en Criminología y en Salud Mental.

El patrimonio cultural tiende a lo público, lo comunitario y la identificación colectiva. Todos tenemos algo que nos diferencia y hace únicos y todos guardamos algo que los demás no tienen. Es por eso que compartir es fundamental para intentar comprender lo que nos identifica como sociedad que pueda recordarse a sí misma o hacer que otras generaciones la recuerden.

Llamar la atención sobre las enormes posibilidades que la participación ciudadana puede ofrecer en la conformación del conocimiento colectivo no es solo importante, sino urgente para no perder testimonios y documentos que cada día desaparecen de las formas más insospechadas. Desarrollar, desde cada entidad local, un proyecto de digitalización sobre algo que aun siendo un patrimonio cultural disperso, no suele tomarse en consideración como es el de la documentación que cada individuo conserva o genera a lo largo de la vida, puede ser trascendental para el registro histórico de una localidad.

Todos guardamos un variado repertorio documental en nuestras casas del tipo escrituras antiguas, pasquines, fotografías, obras de arte, dibujos infantiles de nuestros padres o abuelos, mapas, cartas, extrañas publicaciones, anotaciones, comunicados, carteles, y un largo etcétera que conservamos por curiosidad, inercia, o hemos heredado de nuestros antepasados. Muchas veces las limpiezas de los domicilios provocan que todo ese material que va sucesivamente pasando de mano en mano, de generación en generación, termine bien en la basura o, en el mejor de los casos, dispersándose en los rastros de domingo.

Por ello lanzo una propuesta a nivel comarcal o local, para promover la colaboración ciudadana en la generación de un archivo digital vivo del municipio o localidad, consiguiendo algo muy importante: la participación individual en su creación. Los incentivos pueden plantearse de muchas formas, desde exposiciones sobre los materiales, investigación sobre el valor que se le da al documento, empleo del documento como punto de partida de una investigación, publicaciones específicas, etc.

El archivo podría explotarse a muchos niveles, tanto académico como de libre consulta para los fines más variados. Los formatos deberían ser compatibles y esos documentos digitales han de llevar inexcusablemente un trabajo de etiquetado, empleando los metadatos y descriptores necesarios, incluso georreferenciación y localización de sus propietarios y accesibilidad en abierto cuando el contenido lo permita.

Sería un proyecto que se podría desarrollar a través de un laboratorio ciudadano, un laboratorio bibliotecario, como punto de encuentro para colaborar en la puesta en marcha del proyecto. De esta manera se incorporarían documentos tan valiosos como inauditos que pocas veces se custodian en archivos oficiales y que redundarían en el mayor conocimiento del lugar de pertenencia y de su historia. Este archivo generado desde un laboratorio ciudadano conviene que se proponga desde las administraciones para que aporten la infraestructura necesaria, aunque pudiera generarse de forma absolutamente independiente. Con el soporte de una biblioteca, o una casa de cultura en los pequeños ayuntamientos de Asturias, se puede incrementar el volumen documental en digital que nos permita conocer aspectos sorprendentes del lugar en el que vivimos. Para ello la colaboración de todos es imprescindible.

Hay mucho trabajo por hacer, pero seguro que el enriquecimiento de las fuentes documentales locales sería exponencial y el proceso de generación del archivo una motivación colectiva.


 

José Uría y Terrero y José Francisco Uría y Riego presiden el salón de plenos de la casa consistorial

Busto de piedra sobre pedestal de madera de Uría y Riego en el salón de plenos del consistorio cangués.

El Ayuntamiento de Cangas del Narcea ha adquirido dos bustos de José Uría y Terrero y de su hijo José Francisco Uría y Riego realizados por el escultor José Gragera en 1865. Estas dos esculturas han sido colocadas en la cabecera del salón de plenos del ayuntamiento con el objeto de reconocer el papel que tuvieron estas dos personalidades en la historia del concejo de Cangas del Narcea en el siglo XIX, así como por la calidad artística de las dos obras. La propuesta de esta adquisición, que constituye un importante incremento del patrimonio cultural municipal, partió del «Tous pa Tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País».

 

Busto en piedra de José Uría y Terrero (Santulaya, fines del siglo XVIII – 1861)

José Uría y Terrero (Santulaya, fines del siglo XVIII – 1861) fue el heredero de la casa de Uría en Santaluya tras el fallecimiento de su padre Antonio Uría Queipo de Llano en 1828. Desde finales del siglo XVIII, los Uría son una familia ilustrada y liberal. En su casa estuvo Jovellanos en 1795 visitando al padre de Uría y Terrero, y éste se casará con María del Riego Sierra-Pambley, prima del general Rafael del Riego. En 1813, durante la corta vigencia de la Constitución de 1812 en plena Guerra de la Independencia, Uría y Terrero ocupará el cargo de alcalde de Cangas del Narcea, siendo la primera persona que ostentó esta denominación al frente del concejo, pues en 1814, con el regreso de Fernando VII y la derogación de la citada constitución, este cargo volverá a denominarse «juez noble». Hasta 1834 no volverá a emplearse el nombre de alcalde. En 1819, Uría y Terrero volverá a ser nombrado juez noble del concejo de Cangas del Narcea.

Con el fin del Antiguo Régimen, que se produce en 1833 con la muerte de Fernando VII, y la llegada del Estado liberal y moderno, Uría y Terrero tendrá un papel importante en el concejo de Cangas del Narcea. Se implica más en política, ocupará la representación del concejo en la última Junta General del Principado de Asturias en 1834 y 1835, y será diputado provincial en la primera Diputación Provincial de Asturias, constituida en 1835 tras la disolución de la anterior institución.

Tuvo también un papel relevante en dos acontecimientos de la historia canguesa. En la dramática hambruna que sufrió Asturias a mediados del siglo XIX, Uría y Terrero fue uno de los encargados de repartir la ayuda de la Junta de Caridad del Principado entre los vecinos pobres de Cangas del Narcea, y fue decisivo, junto a sus hijos José Francisco y Rafael, en la entrega del desamortizado monasterio benedictino de Corias a los dominicos por parte del Estado. En enero de 1860 recibió en Ocaña un poder de fray Mariano Cuartero O.P. (1813-1884) para tomar posesión del monasterio en nombre de la orden dominica, hecho que sucedió el 13 de febrero de aquel año.

 

Buesto en piedra de José Francisco Uría y Riego (Santaluya, 1819 – Alicante, 1862)

José Francisco Uría y Riego (Santaluya, 1819 – Alicante, 1862) fue el primogenito del anterior. Igual que su padre, dedicó su vida a la actividad política adscrito al partido liberal moderado: ocupó diferentes empleos en el Ministerio de la Gobernación, fue elegido diputado en Cortes por el distrito electoral de Cangas del Narcea (desde 1857 hasta su fallecimiento en 1862), y entre 1858 y 1862 fue director general de Obras Públicas. Sus desvelos hacia Asturias y Cangas del Narcea son de sobra conocidos. Gracias a su empeño y trabajo se abrieron importantes carreteras, como la de Luarca-La Espina-Ponferrada, a través del puerto de Leitariegos; la línea de ferrocarril León-Gijón; se construyeron puertos y faros, etc. Sus contemporáneos reconocieron su contribución a la modernización de Asturias y tras su prematura muerte con 42 años le dedicaron importantes calles en Oviedo, Gijón, Luarca y Cangas del Narcea.

Por otra parte, dedicó tiempo y dinero a experimentar sobre el cultivo de plantas forrajeras en Cangas del Narcea con el fin de observar cual era la que mejor se aclimataba al concejo para después difundirla entre los campesinos. En cuanto a la viticultura, fue el primero que vio que cambiando algunas prácticas relacionadas con el cultivo de la vid, la vendimia y la elaboración del vino, en Cangas del Narcea podía producirse un vino de calidad que podría venderse y competir en cualquier mercado. Llevó productos del concejo, jamones y cecina de vaca, a la Exposición General de Agricultura celebrada en Madrid en 1857, por los que obtuvo una medalla de bronce.

 

Busto de piedra sobre pedestal de madera de Uría y Terrero en el salón de plenos del consistorio cangués.

La familia de estas dos personalidades canguesas fallecidas en 1861 y 1862, con pocos meses de diferencia, quiso conservar su memoria y con este fin encargó en 1862 sendos bustos a uno de los escultores más prestigiosos de España en esta clase de trabajos: José Gragera y Herboso (Laredo, 1818 – Oviedo, 1897). Este artista fue una de las figuras más destacadas de la escultura romántica española, desarrolló gran parte de su carrera artística y profesional vinculado al Museo del Prado, donde trabajaba como escultor restaurador, y es autor de numerosos bustos de personalidades de su época e históricas. La Diputación Provincial de Asturias también quiso sumarse a este homenaje y encargó al mismo escultor otro busto de José Francisco Uría del Riego, así como uno más de Jovellanos. Estos cuatro bustos se labraron en mármol de Carrara y se conservan en el palacio de Uría de Santulaya y en la Junta General del Principado de Asturias.

Pero aún hubo otros dos bustos más, en este caso labrados en piedra, de José Uría y Terrero y de José Francisco Uría del Riego que encargaron al mismo escultor Lucía Uría del Riego, hija y hermana de los anteriores, y su marido Nicolás Suarez Cantón. Estos bustos fueron adquiridos posteriormente por Fernando Blanco Flórez-Valdés y José Luis Ferreiro Blanco, parientes de la familia Uría y vecinos de la villa de Cangas del Narcea. Estos dos bustos son los que ahora ha adquirido el Ayuntamiento de Cangas del Narcea a su heredera María Teresa González Ferreiro.


 

Alumnos del IES Cangas del Narcea visitan la exposición «Amador, de vuelta»

El pasado miércoles 21 de febrero el alumnado de Expresión Artística de 4º de ESO del IES Cangas del Narcea participó en una visita guiada a la exposición «Amador, de vuelta» en la Casa de Cultura «Palacio de Omaña» de Cangas del Narcea.

Gracias a la interesante y amena presentación de José Ramón Puerto, uno de los comisarios de la exposición, los asistentes nos acercamos a la trayectoria de este escultor cangués del que nuestro alumnado no tenía conocimiento con anterioridad. Sus explicaciones nos ayudaron a comprender y valorar las piezas expuestas, y concretamente, a observar las referencias matemáticas y geométricas presentes en ellas.

Además, se improvisó un pequeño debate sobre la realidad que rodea a los artistas, tanto en el pasado como en la actualidad, lo que sin duda habrá hecho reflexionar a estos jóvenes con inquietudes artísticas. Antes de regresar al centro educativo, visitamos la escultura de Fernando Alba para comprobar “in situ” el comentario que sobre la misma nos había hecho J.R. Puerto, al que agradecemos enormemente que haya compartido su sabiduría y tiempo con nosotros.

 

De Las Cuadriellas de Ambres a la madrileña Puerta del Sol. El origen cangués del PSOE

Siempre decía mi amigo el abogado Mario Gómez Marcos (q.e.p.d.):
«Todo lo que ocurre en este país [España] se explica desde Cangas»
Cada vez que me ponía un ejemplo no tenía más remedio que darle la razón.
Hoy una vez más, querido Mario, te doy la razón.

 

Casa Labra, taberna tradicional madrileña ubicada en la calle Tetuan, 12 y fundada en 1860 por Juan Berdasco de Las Cuadriellas de Ambres (Cangas del Narcea). Foto: José Manuel Azcona.

Corría el año 1860 y la calle Peregrinos —a la sazón, calle Tetuán— era una de las zonas de Madrid donde la colonia asturiana estaba más asentada. Allí un buen señor, de nombre Juan Berdasco, natural de Las Cuadriellas de Ambres en el concejo asturiano de Cangas del Narcea, fundó una casa de comidas para regocijo de sus paisanos. Ese fue el germen de la vieja y popular taberna Casa Labra que, como tantas otras virtudes de la gastronomía más castiza de la capital, los madrileños se la deben a la mente de un cangués.

Aquella primitiva Casa Labra tuvo que ser trasladada pocos años después de su fundación debido a uno de los acontecimientos más relevantes en la historia de la capital de España, la reforma de la Puerta del Sol. Hasta los años sesenta del siglo XIX, la explanada de Sol no era exactamente una plaza y ocupaba más o menos la mitad de espacio que en la actualidad. La desamortización de Mendizábal propició el derribo de los históricos conventos de San Felipe y Nuestra Señora de las Victorias y la nueva Puerta del Sol se llevó por delante algunas calles aledañas, como parte de la calle Peregrinos. Así las cosas, nuestro paisano Berdasco tuvo que desplazarse unos números más abajo, hasta el 12 de la actual calle de Tetuán, para mantener su negocio.

Entrañable escena campesina en Casa Berdasco de Las Cuadriellas de Ambres, en el Partido de Sierra (Cangas del Narcea), año 1940. Foto: Del álbum familiar.

Pero este no fue el único acontecimiento histórico del que ha sido testigo la más que centenaria Casa Labra. Sin duda el más importante de todos fue el acaecido el 2 de mayo de 1879. Aquel día de primavera y festivo en Madrid, un grupo de personas que abogaban por crear una organización que defendiera y ampliara los derechos de los trabajadores, se reunió en el local de Berdasco para, mientras mantenían una comida, poner en marcha una especie de conspiración política para cambiar la situación de la clase obrera.

Y así fue como entre platos de bacalao especialidad de la casa y vino, muy probablemente de Cangas, dieciséis trabajadores de una imprenta, cuatro médicos, dos joyeros, un científico, un zapatero y un marmolista aprovecharon el aluvión de comidas sociales, que con motivo de la festividad regional del 2 de mayo se celebraban en la ciudad, para pasar desapercibidos de las fuerzas del orden público y fundar el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). No es de extrañar tanto interés en pasar inadvertidos teniendo en cuenta que en aquellos años su actividad hubiera sido considerada ilegal y que el Ministerio de la Gobernación se ubicaba entonces en la Casa del Reloj, a menos de 100 metros del negocio de Juan Berdasco.

Agrupación socialista madrileña celebrando el centenario de la fundación del partido en 1979 delante de Casa Labra.

Entre los tipógrafos se encontraba un joven gallego que tenía contacto con Paul Lafargue, teórico revolucionario marxista y médico, casado con Laura Marx, hija del pensador socialista y activista revolucionario de origen alemán Karl Marx. Este gallego no era otro que Pablo Iglesias Posse a quien sus compañeros eligieron el primer presidente de lo que habría de ser el PSOE, partido político que sería legalizado finalmente en 1881.


Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados tras 125 años de misión dejan su residencia de Cangas del Narcea

Las Hermanitas de Ancianos Desamparados que venían ocupándose del asilo de ancianos de Cangas del Narcea desde hace más de un siglo —esta congregación religiosa llegó a Cangas en el mes de julio de 1899— llevaban tiempo poniendo de manifiesto los problemas existentes ante la falta de vocaciones y el envejecimiento de las monjas encargadas del «Hogar San José» en el popular barrio cangués de El Corral. En la actualidad quedaban solo cuatro hermanas, que dirán adios definitivamente a sus ancianitos a partir del próximo 1 de marzo.

Hospital-Asilo en la calle Felix María Villa (su fundador) de Cangas del Narcea, 1972. Foto: Nito Cachero.

Si hay una institución que ha cumplido una labor asistencial en nuestro concejo para los enfermos y ancianos pobres, esa es el Hospital-Asilo de «San José», que se inauguró el 16 de agosto de 1880 en el barrio de El Corral, en un promontorio ventilado y tranquilo, situado sobre el río Narcea.
Y si a alguien hay que agradecer esta labor además de a su fundador, el filántropo cangués Felix Mª Villa, es a esta congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados que ahora nos dicen adiós tras 125 años acogiendo, en el silencio de la generosidad, a los ancianos más vulnerables de nuestra villa, concejo y alrededores en un ambiente de familia, atendiendo todas sus necesidades, tanto materiales, como de afecto y espirituales.
Una triste noticia por la que merece la pena recordar como empezó todo, allá por el siglo XIX. Para ello, rescatamos esta publicación de hace ya unos años en nuestra página web para todos aquellos que no conozcáis la historia y os queráis informar.

Inauguración de la exposición «Amador, de vuelta»

La exposición «Amador, de vuelta» que inauguramos en la Casa de Cultura «Palacio de Omaña» de Cangas del Narcea reúne 60 piezas que cubren medio siglo de creación de uno de los grandes escultores españoles contemporáneos del último tercio de siglo XX.

De ascendientes cangueses, por motivos de trabajo de su padre nació en Ceuta en 1926, pero siendo aún muy niño la familia regresó a Cangas del Narcea donde Amador pasó su infancia y primeros años de juventud. Aunque autodidacta, su conocimiento sobre el trabajo en madera, hierro y piedra se inició en esos años como aprendiz de carpinteros, ferreiros y canteros de Cangas del Narcea.

En este vídeo hemos querido reflejar algunos momentos del acto de inauguración así como las intervenciones de:

  • Juaco López Álvarez, presidente del «Tous pa Tous».
  • José Ramón Puerto y Francisco Jesús Redondo, comisarios de la exposición.
  • Amador Rodríguez Calvo, hijo del escultor, en representación de la familia de Amador.
  • José Luis Fontaniella, alcalde de Cangas del Narcea.

La exposición completa se puede visitar hasta el 8 de marzo próximo. Después se mantendrá durante unas semanas una pequeña muestra en la Sala «Tous pa Tous». Más información sobre Amador en:


Amador Rodríguez Menéndez (Ceuta,1926 – Madrid, 2001), escultor cangués

Amador Rodríguez Menéndez (Ceuta, 28-02-1926 – Madrid, 10-06-2001), escultor cangués.

Su abuelo, Joaquín Rodríguez Martínez, conocido popularmente como Ravachol, casado con María García, fue alcalde de Cangas del Narcea en las legislaturas: 1894-1895 y 1910-1913.

Joaquín Rodríguez era liberal y partidario del Diputado a Cortes Félix Suárez-Inclán. En los primeros días de su primer mandato sucedió el motín de los campesinos del concejo contra el impuesto de consumos, que era completamente abusivo para una población que en su mayoría vivía en la pobreza. Los labradores asaltaron la casa consistorial y llegaron a asediar la villa. La llegada de numerosas fuerzas de la Guardia Civil y del Ejército, así como la intermediación de personas de prestigio entre los campesinos, aplacó la ira de los vecinos. El suceso se trató en el Consejo de Ministros y en las Cortes, y fue noticia en varios diarios de Madrid y Barcelona. La narración de los hechos puede leerse en El Eco de Occidente, números de 30 de noviembre y 4 y 7 de diciembre de 1894.

En su segundo mandato abrió la calle que lleva su nombre, calle de Joaquín Rodríguez, entre la plaza del conde de Toreno o el Mercao y la calle de Suarez Cantón que también se había trazado con anterioridad en esta legislatura. Durante la Guerra Civil el ejército nacional tomó la villa de Cangas el 22 de agosto de 1936. Por este motivo, esta travesía pasó a llamarse Calle del 22 de Agosto durante la etapa franquista. Con la llegada de la democracia, el nombre de la calle revierte al original.

Fueron unos años en los que la villa de Cangas sufrió una gran transformación urbanística, inaugurándose también las actuales calles de Diz Tirado, Felix María Villa en el barrio de El Corral, y el famoso y popular Paseo de Dámaso Arango (hoy calle Uría).

Precisamente, en una empresa de este señor, Dámaso Arango, diputado provincial por el Distrito de Cangas de Tineo durante ocho legislaturas entre 1877 y 1896, y cuyo nombre completo es Dámaso Rodríguez-Arango y Méndez-Castrillón (Tebongo, Cangas del Narcea, 1846 – Ceuta, 1921), trabajaba un hijo de Joaquín y María, Amador Rodríguez García, apodado Mistoja, a la postre, padre de nuestro protagonista.

Esta empresa de Dámaso Rguez.-Arango fue la adjudicataria, por subasta al mejor postor, de los proyectos de construcción, reforma y ampliación del puerto de Ceuta. Las obras se desarrollaron a través de la sociedad “Arango y García” entre diciembre de 1908 y 1928 y este es el motivo por el que los padres de Amador se trasladaron desde Cangas del Narcea (Asturias) a vivir a Ceuta donde nacerá el escultor el 28 de febrero de 1926.

Cantera de Benzú, Ceuta, año 1911.

En Ceuta, el padre de Amador dirigió la construcción y operación de un tren de vía estrecha paralelo a la costa, que transportaba las rocas para la obra del puerto desde una cantera que se explotó en Benzú, única pedanía del municipio ceutí. En la relación general de los socios de «El Tous pa Tous»
en 1 de febrero de 1928 aparece con domicilio en «Ferrocarril, Ceuta». Ejecutados los proyectos, al Puerto de Ceuta se le ratifica como puerto de interés general, por Real Decreto Ley de 24 de febrero de 1928, dos años después del nacimiento de Amador, y la familia regresa a Cangas del Narcea. El ingeniero y geógrafo cangués, Dámaso Rguez.-Arango, había fallecido en aquella ciudad el 27 de enero de 1921.

De esta manera, Amador pasaría prácticamente toda su infancia (al menos desde los dos años) y los primeros años de su juventud en Cangas del Narcea, localidad asturiana donde tenía todos sus lazos familiares y a la que siempre se sintió vinculado: «me siento asturiano, porque quiero serlo y porque lo eran mis padres, mis abuelos y todos mis antecesores.».

Sus estudios, interrumpidos a consecuencia de la Guerra Civil, son retomados después, llegando a matricularse en la Escuela Superior de Comercio de Gijón, y en 1947 se trasladó a Madrid tras aprobar unas oposiciones para técnico en el Cuerpo General del Ministerio de Hacienda.

El tiempo libre que le dejaban sus obligaciones laborales lo dedicaba a su pasión por el arte. Completamente autodidacta, su conocimiento sobre el trabajo en madera se debe a las primeras lecciones que recibió como aprendiz de un carpintero de carros en Cangas del Narcea. Con el tiempo, y ya residiendo en la capital de España, conocerá el arte del trabajo en piedra con la ayuda de Pedro Sánchez Panadero, quien dirigió en diversas esculturas el taller de Juan de Ávalos (1911 – 2006), y los secretos de la fragua y la soldadura en el taller madrileño del escultor José Espinós Alonso (1911 – 1969), autor de la gran reja de inspiración plateresca de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. A Amador se le llegó a conocer como el “domador” del hierro y en este sentido algún crítico de arte afirmó: «La chatarra informe la convierte él en expresión viva, exaltante, claramente decidora.».

Incorporación de un cubo, arista 200 cm, c.1972. Foto: Archivo del artista.

Al principio se dedicó a la pintura, donde ya se puede apreciar una tendencia hacia el constructivismo soviético. Pero a finales de la década de los años 50 la escultura le persuadió, y a ella dedicará el resto de su carrera artística, primero explorando la figura humana, para luego pasar definitivamente a la abstracción. Hacia 1960, con la serie «Tensiones» intentó una incipiente delimitación del espacio a través de estructuras de alambre y contrapesos de piedra. En 1961 realizó su primera exposición individual en la sala Amadís, de Madrid. Dos años después, en esta misma ciudad, expondrá en la Galería Eureka sus hierros expresionistas, mostrando mitigadas influencias de grandes escultores españoles como González y Gargallo, atendiendo a ritmos naturales y también convencionales.

Según Francisco Zapico [Amador. Esculturas.1959-2000. Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular. Ayuntamiento de Gijón. Oviedo, 2000] a partir de 1966 Amador, por influencia del escultor Jorge de Oteiza Enbil (1908 – 2003), comenzó a explorar las formas geométricas básicas y la generación de formas plásticas por medio de fórmulas matemáticas. De hecho, es posible observar una afinidad muy clara de su obra con la de Oteiza en particular y con la escuela de la escultura vasca en general, uno de cuyos representantes más reconocidos fue Eduardo Chillida (1924 – 2002).

Amador en el estudio de Jorge de Oteiza.

Por aquella época Amador decía: «Amo a todo oficio. No soy escultor de oficio, pero sí conceptual espiritualmente. Mis experimentos anteriores eran unos objetos móviles dentro de unas cajas de plástico. Se creaban así unos espacios interiores contenidos, en formas geométricas y visibles, por la transparencia del material. Un día Dios quiso obsequiarme al conocer a Jorge de Oteiza. Todo en él es dinámica, espacio, escultura viva. Su conocimiento, su mente de excepción, llenaron de combustible lo que yo pueda tener de depósito de creador». Preguntado por su concepto de la flotabilidad, respondió: «Pensé en la esfera como objeto o escultura perfecta donde nada sobra ni nada falta.».

Una de las características de la obra de Amador es la gran variedad de soportes que llegó a utilizar: piedra, madera, hierro, acero, mármol, hormigón, plástico… También son característicos los títulos de muchas de sus esculturas, tales como «Apertura de un cubo» o «Cilindro con cortes según triángulo egipcio», que resaltan un contenido geométrico que también es claro en las esculturas de Oteiza («Variante ovoide de la desocupación de la esfera», 1958) y Chillida («Modulación del Espacio», 1963).

A finales de los 60 y principios de los 70, Amador logró el reconocimiento internacional gracias a sus aportaciones a dos ediciones de la Bienal de Venecia (1968 y 1972). La Biennale di Venezia es una fundación que desde 1895, cada dos años, organiza la Exposición Internacional de Arte de Venecia, conocida como Bienal de Venecia, considerada en su género, la más importante de Italia y una de las más relevantes del mundo.

Cubo IV módulo, mitad materia, mitad espacio, 1968/1969. Acero pavonado. 20 x 20 x 18,5 cm. Procedencia: colección del artista; donada al Museo Jovellanos de Gijón en marzo de 2009.

Estas formas cúbicas, que pueden desmembrarse y cambiar de postura sin descomponerse jamás, no constituyen un juego de la inteligencia, sino algo más serio: una inteligente investigación del arte. Aquí todo ha sido medido, pensado por una mente razonadora que se mueve a instancias del corazón, un ejercicio mental «sentido» con emoción estética. Y esa alianza de inteligencia y sensibilidad señala el lugar exacto donde puede nacer una obra de arte.

El escultor Amador desintegra los volúmenes que tiene compuestos ya la geometría, para sacar de ellos las múltiples criaturas que cada forma geométrica contiene. Es un alumbramiento de posibilidades, un modo de desentrañar la forma para liberarla de su clausura lineal y poblar con ella mayores espacios. Y el resultado es admirable. Otras experiencias de Amador se apoyan en la esfera; aquí predomina la arista, pero tratada celosamente para no rasgar con ella la armonía intelectual de sus composiciones.

A causa de una afección cardiaca, Amador falleció en Madrid el 10 de junio de 2001, a los 75 años. Pocos meses después, el 30 de octubre de 2001, se inauguró en Gijón la escultura «Homenaje a las Brigadas Internacionales» basada en una maqueta dejada por el escultor cangués.

Homenaje a las Brigadas Internacionales, 2001. UBICACIÓN: Plaza de las Brigadas Internacionales, Gijón. Foto: Pablo Gómez

 

Desde el «Tous pa Tous» aplaudimos en Amador, no sólo el feliz resultado de su investigación, sino también su ardiente vocación de investigar. La tarea del escultor es ardua porque maneja materiales fuertes de difícil dominio y complicada naturaleza. Nuestro aplauso debe ser también de acero inoxidable.

El próximo lunes 5 de febrero, a las 19:30 horas, en la Casa de Cultura «Palacio de Omaña» inauguraremos la exposición «Amador, de vuelta». Traer a Amador y su obra a Cangas, de vuelta a su pueblo, es una idea que llevamos tiempo queriendo realizar, ya que lo sentimos como una obligación, y ahora va a ser posible gracias a la incondicional colaboración del hijo del artista, Amador Rodríguez Calvo, así como a la desinteresada labor de dos grandes creativos cangueses como son Francisco Jesús Redondo Losada y José Ramón Puerto Álvarez que ejercerán de comisarios de la exposición. Sirvan estas líneas para enviar nuestro más sincero agradecimiento a los tres. Y a todos nuestros socios y seguidores, sólo deciros, que allí os esperamos.

Más información sobre la obra de Amador en www.amadorescultor.com

Joaquín Pixán: ¿Aú tán las Esturias mías?

Del álbum de Joaquín Pixán: “Fernán-Coronas. Una l.lectura musical”.

  • Música: Joaquín P. Fuertes
  • Texto: Padre Galo Fernández
  • Transcripción y arreglo: Manuel Pacheco

En la interpretación:

  • Tenor: Joaquín Pixán
  • Voces Blancas del Nalón (Agrupación Coral Asturiana)
  • Dirección: Hanna del Canto
  • Piano: Eve Kerloc’h
  • Violonchelo: Javier Romero

Auditorio de Luarca (Valdés, Asturias), 29 de abril de 2023.



En el siguiente documento las personas interesadas pueden consultar y descargar la partitura.

Diego Rodríguez, mención especial en la gala anual de deportes para ciegos

El jovencísimo Diego Rodríguez recogiendo la distinción que le otorgó la Federación Española.

La Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) celebró el martes 14 de noviembre su gala anual en la que reconoció la labor de deportistas, técnicos, entidades y periodistas que han trabajado este año para avanzar en la inclusión de distintas disciplinas deportivas y fomentar el deporte entre los más jóvenes como vía de integración social.

Esta Federación que cuenta con el apoyo de la ONCE, cumple 30 años y engloba las diferentes modalidades deportivas que practican las personas con discapacidad visual y ceguera total:  ajedrez, atletismo, esquí alpino, fútbol 5, fútbol sala, goalball, judo, montaña, natación y tiro con carabina. Cuenta con más de 1.700 licencias de deportistas federados sus diez disciplinas deportivas. En la historia del deporte paralímpico español, los deportistas ciegos o con discapacidad visual grave han conseguido 288 medallas en Juegos Paralímpicos, 39 de ellas en los de invierno.

En el acto estuvieron presentes técnicos de la propia Federación, y relevantes deportistas ciegos o con discapacidad visual, entre ellos un joven asturiano de Cangas del Narcea, Diego Rodríguez, destacado con una mención especial.

Este karateca cangués, que padece un trastorno genético conocido como albinismo ocular, con tan solo 10 años ya es campeón de Asturias alevín, logró tres oros en los Juegos Deportivos del Principado y en el Trofeo Villa de Cangas del Narcea, además de lograr el oro en la Final de la Liga Iberdrola. Fue Grand Winner 2022 por parte de la Real Federación Española de Kárate y formó parte de la concentración ‘Descubriendo talentos’ del equipo nacional de kárate paralímpico. En 2023 ha sido convocado con la selección asturiana y se proclamó campeón de España de la categoría alevín visual K11.

¡Felicidades Diego! Por tu pundonor, eres un ejemplo a seguir y un orgullo cangués.

«Filosofía de la intemperie», nuevo libro del cangués Manuel López

El martes 21 de noviembre a las 19:30h, nuestro socio Manuel López López ‘Manolín el de Pilar’, presenta en la Librería Treito de Cangas del Narcea su segundo libro. Le acompañarán en la presentación: Benedicta Placer Villarino ‘Placerín’, Manuel Fidalgo Fernández ‘Loli’ y Benjamín López Hidalgo, también socio del «Tous pa Tous».

«Filosofía de la intemperie» es un relato, entre realidad y ficción, que se ubica en un lugar alejado y ancestralmente incomunicado, al que el autor vuelve tras el confinamiento por la Covid-19, después de haber vaciado en su primer libro, «El puente de la memoria. 1936-2020», recuerdos que se negaban a ser olvidados. La historia comienza en el entorno de una capilla, donde se encuentran las raíces del pueblo.

El autor narra las causas y las circunstancias por las que sus moradores llegaron a desarrollar la singular filosofía de vida que se les atribuye. Luego, paso a paso, nos introduce en algunas historias de las que fue testigo o tuvo noticia durante su infancia y adolescencia. Unas transcurren en bares y bodegas, a las que equipara a capillas y santuarios, otras en puentes y miradores, pero todas están protagonizadas por aquellos a los que considera auténticos filósofos y que, salvando las distancias, en algunos momentos de la narración, llega a comparar con los clásicos por las enseñanzas y el legado que dejaron para su pueblo. Finaliza el libro con una pormenorizada lista de personas y situaciones entrañables, dejando en el aire un par de dudas existenciales.

«El Siglo Futuro. Un diario carlista en tiempos republicanos (1931-1936)» del cangués José Luis Agudín

La editorial «Prensas de la Universidad de Zaragoza» acaba de publicar un nuevo libro de José Luis Agudín Menéndez, natural de Rañeces de San Cristóbal (Cangas del Narcea), doctor en Investigaciones Humanísticas por la Universidad de Oviedo con premio extraordinario y ha disfrutado de un contrato predoctoral a través del Programa de Formación del Profesorado Universitario (FPU) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Agudín centra sus líneas de investigación en el campo de las culturas políticas tradicionalistas y la historia de la prensa carlista durante la Restauración y la II República. Se ha interesado igualmente por el impacto ideológico de la I Guerra Mundial en España y en Asturias. Ha sido miembro del Grupo de Historia Sociocultural de la Universidad de Oviedo (GRUHSOC). Es autor de las monografías «Una Guerra Civil Incruenta. Germanofilia y aliadofilia en Asturias en torno a la I Guerra Mundial (1914-1920)» (Oviedo, Real Instituto de Estudios Asturianos, 2019) y «A Dios rogando y con el mazo dando. El diario carlista ‘El Siglo Futuro’ en tiempos republicanos (1931-1936)» (Zaragoza, Prensas Universitarias, en prensa) y coordinador, junto a Rubén Cabal, de la monografía colectiva «Estudios Socioculturales. Resultados, experiencias, reflexiones (II)» (Oviedo, AJIES, 2021).

La obra que ahora presenta bajo el título «El Siglo Futuro. Un diario carlista en tiempos republicanos (1931-1936)», deriva de su tesis doctoral, dirigida por Jorge Uría y Víctor Rodríguez Infiesta, sobre el periódico carlista de Madrid «El Siglo Futuro». Su sinopsis es la que sigue:

Durante la II República se asistió a la penúltima resurrección carlista, por la que trabajó una de sus piedras angulares, el rotativo «El Siglo Futuro» (1875-1936). Curtido en polémicas durante más de medio siglo que le valieron para la posteridad una proyección de signos oscurantistas, el diario experimentó entre 1931 y 1936 sucesivas metamorfosis no exentas de contradicciones. En este libro se estudia, además de la evolución de la empresa periodística, el papel del periódico en la construcción de la cultura política tradicionalista, de liderazgos como el de Manuel Fal Conde, las disensiones en el seno del carlismo o el discurso beligerante contra el régimen y su política laicizadora.


Presentación


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«Federico García Lorca. El Tiempo Compartido»

Nuestro socio Alfonso López Alfonso (Moncóu, Cangas del Narcea, 1977), en colaboración con Mirtha Mansilla (Río Seco, Tucumán, 1968), acaban de editar este libro que es la historia de la relación personal entre el periodista argentino-asturiano Pablo Suero y el escritor Federico García Lorca. Su tiempo compartido se desarrolló, principalmente, durante los meses que van de octubre de 1933 a marzo de 1934, es decir, durante la estancia de García Lorca en Buenos Aires (Argentina) a donde Suero había emigrado de niño y donde, desde muy joven, se ganó la vida en las redacciones de los periódicos haciéndose un nombre como reportero e implacable crítico teatral antes de morir prematuramente a consecuencia de un accidente de automóvil.

La mayoría de los textos reunidos en «Federico García Lorca. El tiempo compartido» los escribió Pablo Suero para el diario «Noticias Gráficas», de Buenos Aires. La primera parte reúne los artículos que le dedicó a Lorca durante su estancia en la Argentina entre 1933 y 1934. La segunda recopila las páginas escritas durante su viaje a España, entre diciembre de 1935 y marzo de 1936. Y la última parte, conocida ya la fatídica noticia del final de Lorca en Granada, reúne lo que Suero publicó sobre él en Buenos Aires entre los años 1937 y 1938.

Una prueba de la relación de amistad de Federico García Lorca y Pablo Suero (Gijón, 1898 – Haedo, Provincia de Buenos Aires, 1943).