Florentino Quevedo, 90 años y continúa al pie del cañón

Florentino Quevedo Vega. Foto de Pepe Rodríguez (lne.es)

Una vez que el Gobierno de España, ha anunciado la reforma del sistema de pensiones contemplando el retraso en la edad de jubilación, se ha abierto la caja de los truenos y, ha dado paso ahora a un debate que se presenta tenso. Pero, si hay alguna persona en nuestro entorno a quien este debate no le va a ocupar mucho tiempo, esa persona es nuestro socio D. Florentino Quevedo.

El abogado Florentino Quevedo Vega, experto en el asesoramiento a empresas mineras, nace el 11 de marzo de 1919 en Mones, pueblo perteneciente al ayuntamiento de Petín de Valdeorras y a la provincia de Orense (Galicia), y lo hace en el seno de una modesta familia, quedando huérfano de padre cuando contaba tan sólo 13 meses de edad.

Gracias a las becas estudia Magisterio, carrera que le trae a Cangas del Narcea en 1940 como maestro en prácticas. Cuatro años más tarde pasa a la condición de profesor interino y, enseguida, logra la plaza fija en el grupo escolar en el que ejercía, del que llega a ser director, cargo que no abandonaría hasta 1981. Pero como quiere ser abogado, Florentino, que compatibilizaba la dirección del centro con el trabajo de procurador de los tribunales de justicia desde 1948, estudia en sus ratos libres Derecho, carrera que termina en 1961, año en que ya comienza a ejercer como abogado, por lo que abre bufete en Cangas. Doctorado en Derecho en 1963, en 1964 publica lo que había sido su tesis doctoral en un libro de dos tomos: Derecho Español de minas, tratado teórico-práctico, materia en la que es un auténtico experto. Tras unos primeros años como letrado en los que aborda abundantes y diversos asuntos, que nunca dejaría del todo, acaba especializándose en el asesoramiento a empresas mineras radicadas en una comarca ligada a la extracción del carbón, de la que forma parte fundamental Cangas, que es donde desarrolla la mayoría de su trabajo, aunque también se desplaza por diversos motivos profesionales a otras localidades, entre ellas Oviedo y Madrid.

Florentino Quevedo es un ejemplo de extraordinaria laboriosidad, que, pese a haber superado los 90 años, continúa al pie del cañón.

FUENTE: www.VivirAsturias.com
01/02/2010

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El día de Reyes publicó Antonio Ochoa, socio del Tous pa Tous, un artículo en su blog Cosas del Suroccidente titulado “Cuando la casa era una saga”, en el que habla de la importancia y el valor de la “casa” en el mundo rural asturiano y en concreto en los concejos del occidente de Asturias. Este artículo, que reproducimos a continuación, nos sirve para informar a nuestros socios y lectores que el Tous pa Tous esta llevando a cabo desde diciembre de 2009 una recogida de todos los nombres de las casas del concejo de Cangas del Narcea, parroquia a parroquia y pueblo a pueblo. En este trabajo están colaborando muchas personas y ya quedan pocos pueblos por recoger. Nuestra intención es que antes de finalizar el mes de enero la lista de casas del concejo de Cangas del Narcea esté disponible en nuestra página web.

 

 

 Cuando la casa era una saga

Por Antonio Ochoa (6 de Enero, 2010)

Explicaba a alguien que la razón por la que no me veía el pelo últimamente no era un súbito incremento de mi alopecia, sino que estaba pasando estos días en mi casa y, de repente, me di cuenta de que lo que yo quería realmente decir y lo que el otro entendió era «en casa de mis padres, en el pueblo». Porque, en el fondo del corazón, ambos sabíamos que «mi casa» no es, en realidad, «la casa que me pertenece», sino «la casa a la que pertenezco».

Para los que nos criamos en una aldea, nuestra casa era bastante más que el lugar donde vivíamos. Era un concepto mucho más amplio que abarcaba, además del edificio, la gente que lo habitaba y los que habían habitado, su historia y sus historias, sus costumbres, sus normas y sus tradiciones. Era un todo del que tú formabas parte y que formaba parte de ti, que te definía e identificaba. Cuando hablabas, por ejemplo, de Pepe Colás, todos sabían que te referías a Pepe, el de casa Colás, del que, posiblemente, ni siquiera conocías su apellido.

Uno podía plantearse vender el piso donde vivía, especialmente si era para mudarse a otro mejor, sin demasiados ataques de nostalgia, pero nadie se desprendía de «su casa» sin una extrema necesidad. Supongo que hace falta ser dueño de la tierra bajo tus pies, que tu vivienda hunda firmemente sus cimientos en terreno propio, para que puedas echar raíces allí. Es necesaria esa vocación de permanencia, de atemporalidad, casi de eternidad, para que te sientas parte de una saga que te ha precedido en el tiempo, que seguirá después de ti y de la que sólo escribirás un capítulo, que seguramente pretendes que sea digno o, incluso, importante, pero que sabes que, al final, será también efímero.

Cada casa era, hasta cierto punto, un estado independiente con su territorio y sus fronteras, con sus leyes y su sistema económico. Tenía, además, cada una su patriarca y su matriarca, no necesariamente en este orden de importancia. Cuando uno de éstos llegaba a reinar durante un tiempo prolongado y poseía una personalidad lo suficientemente acusada, podía acabar reemplazando el anterior nombre de la casa por el suyo propio. Este era, probablemente, el honor más grande al que se podía aspirar. Resulta, por cierto, curioso comprobar que entre esos nombres casi legendarios abundaban casi tanto los femeninos como los masculinos.

No había, en cambio, (afortunadamente) ni ejércitos ni banderas, pero ello no impedía que algunos eventos se transformasen en demostraciones de poder, aunque de lo que se trataba era de demostrar la capacidad para preservar la vida y no para destruirla. Los principales eran la mayada y la matanza en los que el tamaño de las «facinas» y el número de los animales sacrificados establecían el estatus de cada casa. Era, eso sí, una rivalidad festiva en la que todos los vecinos colaboraban en un ambiente alegre, regado de risas, bromas y bebidas y que finalizaba en una comida de hermandad cuyo menú se repetía invariable en todos sitios sin que llegara nunca a cansarnos.

Aunque las mayadas hayan pasado ya a la historia y las matanzas acaben pasando pronto, todos los que nacimos en uno de nuestros pueblos hasta mediados del siglo pasado sentimos dentro de nosotros ese legado y la necesidad de preservarlo mientras vivamos. Lo que sucederá después no lo sé y, quizá, por suerte, no lo sabré nunca.

 

Como muestra del trabajo realizado vamos a presentar hoy la relación de las casas de la parroquia de L.larón, formada solamente por los pueblos de L.larón y La Viliel.la. Los nombres los ha facilitado Manuel Álvarez Rodríguez, de casa El Xastre de La Viliel.la, que vive en Madrid y es socio del Tous pa Tous. Manuel acompañó la información enviada al Tous pa Tous con una fotografía aérea de estos dos pueblos en los que él mismo ha señalado la situación de las casas, de la que publicamos la de L.larón. 

PARROQUIA DE L.LARÓN

L.larón

La Viliel.la

Barrio de El Casoiru

  • Casa Donisio
  • Casa Josepillo
  • Casa Florenta (desaparecida)
  • Casa Pacho (desaparecida)

Barrio de El Picu´l L.lugar

  • Casa Casín
  • Casa El Ferreiro
  • Casa Montero
  • Casa Xipitín
  • Casa El Pardo (desaparecida)

Barrio de El Carreiru

  • Casa Carrilo
  • Casa Jarana
  • Casa El Santo
  • Casa Toribo

Barrio de Los L.lagos

  • Casa Barreiro
  • Casa Castel.lano
  • Casa El Chispero
  • Casa El Coxo
  • Casa L’Haredeiro
  • Casa Mourín

Barrio de El Vareal

  • Casa El Caminero
  • Casa Casanueva
  • Casa Colinas
  • Casa El Curioso (desaparecida)
  • Casa Farruco
  • Casa Macera
  • Casa Pepito (desaparecida)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Barrio de La Pedrera

  • Casa Castaño (desaparecida)
  • Casa Corbella
  • Casa Fonsón (desaparecida)
  • Casa Marcones
  • Casa El Xastre

Barrio de El Picu’l L.lugar

  • Casa La Casera (también Serafín)
  • Casa Mingarrín
  • Casa El Paisano
  • Casa El Poyo
  • Casa Xuanón
  • Casa El Gal.lego (desaparecida)
  • Casa El Manteigueiro (desaparecida)
  • Casa Lario (desaparecida)
  • Casa Rápala (desaparecida)
  • Casa Ricardo
Esta última existió hasta el incendio del
17 de febrero de 1918, aunque todavía no
sabemos su ubicación exacta.

Barrio de El Chanu

  • Casa Angelito
  • Casa Campillo
  • Casa Enrique
  • Casa José de Campillo
  • Casa El Marqués
  • Casa Pachalín
  • Casa El Roxo
  • Casa Xacinto
  • Casa Clara (desaparecida)
  • Casa El Cura (desaparecida)
  • Casa La Cestera (desaparecida)
  • Casa Manunga (desaparecida)

Barrio de La Fonte

  • Casa Castelao
  • Casa El Ferreiro
  • Casa Fuentes
  • Casa Gorrullo
  • Casa Juanito
  • Casa Lama
  • Casa Rosendo (también Costanta)
  • Casa Rita (desaparecida)

Barrio de La Capilla

  • Casa El Campo
  • Casa Felipón
  • Casa Minguchón
  • Casa El Pequeno
  • Casa El Romo
  • Casa Xuacón
  • Casa Xuan Blanco
  • Casa Benito (desaparecida)
  • Casa Farruquillo (desaparecida)

Barrio de La Baldosa

  • Casa L’Estudiante
  • Casa Fastio
  • Casa Manolón
  • Casa Pachón
  • Casa Mañas (desaparecida)
  • Casa Quisquilla (desaparecida)

El abandono de la Administración de Justicia en Cangas del Narcea

Juzgado y cárcel año 1899

¿Cómo puede estar cerrado el Registro Civil? ¿Por qué está tan descuidado e infrautilizado el Juzgado de Cangas del Narcea?

Desde hace un par de meses el Registro Civil de Cangas del Narcea está cerrado. El motivo es que no hay ningún funcionario a su cargo. En estos momentos no se puede asentar a un recién nacido, ni se dan partidas de ninguna clase… El Registro Civil es un servicio público, pero en Cangas del Narcea sólo se atiende por urgencia o por favor. Esta situación de abandono de la administración de Justicia en Cangas del Narcea no solo se reduce a este registro, sino que se manifiesta físicamente en el estado en el que se encuentra el juzgado de nuestro partido judicial.
 
Proyecto para fachada principal del Juzgado y Cárcel de Cangas del Narcea, realizado por el arquitecto provincial Javier Aguirre, 1878
 
El proyecto para la construcción de este edificio fue realizado por el arquitecto provincial Andrés Coello en 1861, año en el que solo se levantó su fundamento. En 1866 se retomó la obra, pero no será hasta 1878 cuando, con un proyecto reformado por el arquitecto Javier Aguirre, se reanude su construcción que concluirá definitivamente en 1892. Coello y Aguirre son dos de los mejores arquitectos que trabajaron en Asturias en el siglo XIX y el resultado de su trabajo fue la construcción de un edificio notable, que hoy es la mejor arquitectura del siglo XIX que existe en nuestro concejo. La obra fue muy costosa y supuso un gran sacrificio económico para el partido judicial de Cangas del Narcea, por eso se tardó más de treinta años en concluirla.
 
Proyecto para la planta baja del Juzgado y Cárcel de Cangas del Narcea, realizado por el arquitecto provincial Javier Aguirre, 1878

 
Hoy, más de un siglo después de su inauguración, el edificio está descuidado, sus instalaciones son obsoletas e incómodas, y, lo que es peor, solamente se utiliza una cuarta parte de su superficie. La mayor parte del edificio, la que antiguamente se destinaba a cárcel, está casi abandonada, sucia y sólo se emplea para guardar una parte del archivo del juzgado, que está descolocado y en no muy buenas condiciones de conservación. Hace unos años el Estado transfirió al Principado de Asturias las competencias sobre Justicia: primero los bienes y bastante más tarde el personal. En consecuencia, estamos ante un edificio titulado por ésta Comunidad Autónoma. Pues bien, si uno consulta las “Páginas Blancas” de Telefónica (el anuncio del Principado de Asturias en Cangas del Narcea) verá al menos doce sedes distintas de diferentes servicios administrativos autonómicos, y mientras tanto este soberbio edificio del Juzgado sigue infrautilizado. ¿Cómo se pudo llegar a este estado de cosas? ¿Cómo se pueden tener cientos de metros cuadrados desaprovechados en un edificio público? ¿Cómo puede estar cerrado el Registro Civil? Es difícil comprender todo esto, pero está claro que las causas son los muchos años de incuria y dejadez que no han favorecido al edificio, ni el servicio a la población. ¿Quién va hacer algo para solucionarlo?
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¡Enhorabuena!, Federico

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Retrato de Federico González Granell

El artista cangués Federico González Granell, gana el IX Premio de Pintura “Junta General del Principado de Asturias”.

OVIEDO, 16 Nov. (EUROPA PRESS)

La obra del artista asturiano Federico Granell que lleva por título ‘Viaje de invierno’ ha obtenido el Premio de Pintura ‘Junta General del Principado de Asturias’ en su novena edición, dotado con 15.000 euros, según informó el Parlamento asturiano a través de una nota de prensa.

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Viaje de invierno (2009, Federico Granell, n. 1974). Obra ganadora del IX Premio de Pintura de la Junta General del Principado de Asturias (2009).

El jurado del premio estuvo formado por Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen Bornemisza; María Dolores Jiménez Carrillo de Albornoz, profesora del Departamento de Arte Contemporáneo de la Universidad Complutense de Madrid y Alfonso Franda, director de la Escuela de Arte de Oviedo, actuando como secretaria Josefina Velasco Rozado, jefa del servicio de Biblioteca, Documentación y Archivo de la Junta General. La obra premiada quedará en propiedad de la Junta General para ser incorporada a su fondo de arte.

El jurado del IX Premio de Pintura ‘Junta General del Principado de Asturias’ emitió su fallo tras seleccionar un total de 20 obras de las 214 presentadas.

La exposición de la obra ganadora y de las otras 19 seleccionadas quedará abierta al público el día 5 de diciembre, coincidiendo con el inicio de las jornadas de puertas abiertas de la Junta, que concluirán el día 8. No obstante, podrá ser visitada hasta el día 18 de diciembre, entre las 18.00 y las 21.00 horas.

Los Reyes entregaron a Neto el Premio Mingote

La espuma de la vida política, cultural, económica y social (y del champán) se desbordó el pasado 13 de julio de 2009 en la Casa de ABC, con motivo de la entrega de los premios Luca de Tena, Mariano de Cavia, y Mingote, en un multitudinario brindis por el periodismo y por los tres galardonados. Los Reyes presidieron la tradicional cena de gala que este año protagonizaban el filósofo Eugenio Trías por su Tercera en ABC “El gran viaje”, el director de la revista ¡Hola!, Eduardo Sánchez Junco, en reconocimiento a su trayectoria profesional al frente de la publicación que nació hace 65 años, y el humorista gráfico cangués Ernesto García del Castillo, Neto, por una viñeta publicada en el diario La Voz de Asturias.

Un homenaje al periodismo que, en palabras del Rey, permite cada año “expresar una vez más el apoyo y aliento de la Corona a cuantos esfuerzos e iniciativas buscan promover la creatividad del mejor periodismo” y “reconocer el genio y talento de nuestros grandes profesionales de la comunicación”. Su Majestad don Juan Carlos, acompañado por la reina Sofía, destacó que estos galardones “alientan la expresión libre de pensamientos, ideas u opiniones, que fortalecen globalmente el ejercicio de la libertad, auténtica raíz vital de nuestra convivencia democrática” y que en la obra y trayectoria de los galardonados destaca una mezcla de talento, de laboriosidad y de dinamismo creador, junto a otras muchas cualidades.

Se dieron cita un tropel de personalidades de todos los ámbitos y signos: la Vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado; el Ministro de Fomento, José Blanco; la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; el ex presidente del Gobierno, José María Aznar; el Presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy; el Alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón; el ex ministro y ex gerente del FMI, Rodrigo Rato; la Presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez; el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica; el Presidente de Honor de ABC, Guillermo Luca de Tena; la Presidenta-editora de ABC, Catalina Luca de Tena; el Presidente de Vocento, Diego del Alcázar; el Presidente de Honor de Vocento, Santiago de Ybarra; el Consejero delegado de ABC y Vocento, José Manuel Vargas; el Director de ABC, Ángel Expósito, y el Presidente del Jurado, Antonio Mingote.

El Rey tuvo elogios para el diario ABC, cuya seña de identidad es “la búsqueda de la más alta calidad, unas firmes convicciones y una vocación de servicio a España y a sus instituciones”, así como para los tres premiados. Sobre Ernesto García del Castillo —galardonado por la viñeta publicada en La Voz de Asturias el 7 de octubre de 2008—, subrayó que gracias a la pluma de los mejores ilustradores como el galardonado, “el humor gráfico español ocupa en la creación periodística el lugar de privilegio que bien merece”.

La viñeta galardonada