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«De ida y vuelta. Una mirada sobre la vida y la obra de Alejandro Casona»

Hay personas que tienen la capacidad de hacerse entender por todo el mundo. Alejandro Rodríguez Álvarez, que pasó a la historia de la literatura como Alejandro Casona, era de esa clase de personas porque convertía en simple lo complejo, en fácil lo complicado y, sobre todo, ponía luz sobre el lado tenebroso del alma humana arropando la realidad con una pizca de fantasía. Fue maestro de formación, y quizá por eso su obra apela a valores universales como el amor (La sirena varada, Romance en tres noches, La tercera palabra), la muerte (La dama del alba, Corona de amor y muerte) o la importancia de la educación (Nuestra Natacha). Él mismo dijo que se le podía acusar de estar desligado del dato contingente, pero no del alma humana. Tenía mucha razón. Pocos autores de la literatura universal habrán manejado con tanta precisión y hermosura los valores fundamentales que nos hacen humanos, demasiado humanos. En las obras de Casona la generosidad, la ingenuidad, la valentía, la franqueza y la galantería le dan la mano al egoísmo, la suspicacia, la cobardía, la hipocresía y la descortesía porque supo como pocos leer en el escondido libro del alma humana, que nos convierte en seres capaces de vernos como dioses cuando soñamos y convertidos en desarrapados pordioseros cuando actuamos. Es, claro, la distancia que media entre la fantasía y la realidad, ese delgado límite de la vida por el que siempre caminó con envidiable soltura, como si de un funambulista se tratara, Alejandro Casona.

Coincidiendo con el 59 aniversario del fallecimiento de este dramaturgo universal que vino al mundo en 1903 en el cangués pueblo de Bisuyu / Besullo, el «Tous pa Tous» y la editorial Impronta publican una nueva biografía titulada De ida y vuelta. Una mirada sobre la vida y la obra de Alejandro Casona. Este libro trata de dar cuenta de quien fue un joven sensible y entusiasta criado entre Asturias, Palencia y Murcia; un maestro eficaz con deseos de ser escritor que logró sacar adelante su sueño a base de esfuerzo y consiguió vivir de lo que escribía a partir de los años treinta del siglo XX, cuando compaginó la dirección del Teatro del Pueblo de las Misiones Pedagógicas con éxitos como el que le proporcionó el prestigioso Premio Lope de Vega en 1933 por La sirena varada, su primera obra teatral importante. De quien, además, fue un dramaturgo que demostró su compromiso con la realidad y los valores de la educación, por lo que después del estallido de la guerra civil se vio forzado a marchar al exilio, donde escribió y estrenó la parte fundamental de su obra. En el exilio aguantó un cuarto de siglo por voluntad propia —es evidente que no estaba de acuerdo con el régimen dictatorial de Francisco Franco, y en su correspondencia dejó claras muestras de este desacuerdo— y volvió en 1962 para ser tan agasajado por una parte de la crítica como denostado por otra que lo consideraba escapista y desapegado de la realidad social española de los años sesenta. Inmerso en ese panorama vivió sus últimos años y murió en Madrid el 17 de septiembre de 1965. Ese día desaparecía Alejandro Rodríguez Álvarez, pero las obras de Alejandro Casona nos siguen acompañando y lo seguirán haciendo durante mucho tiempo.

MUESTRA DEL LIBRO

 

 

 

La digitalización y el patrimonio cultural local

JAVIER FDEZ. GRANDA (Salas, 1971), es socio del «Tous pa Tous» .
Licenciado en Historia, Máster en Historia y Análisis Sociocultural, Experto Profesional en Tecnologías Avanzadas para la Gestión y Documentación del Patrimonio Cultural, Experto Universitario en Criminología y en Salud Mental.

El patrimonio cultural tiende a lo público, lo comunitario y la identificación colectiva. Todos tenemos algo que nos diferencia y hace únicos y todos guardamos algo que los demás no tienen. Es por eso que compartir es fundamental para intentar comprender lo que nos identifica como sociedad que pueda recordarse a sí misma o hacer que otras generaciones la recuerden.

Llamar la atención sobre las enormes posibilidades que la participación ciudadana puede ofrecer en la conformación del conocimiento colectivo no es solo importante, sino urgente para no perder testimonios y documentos que cada día desaparecen de las formas más insospechadas. Desarrollar, desde cada entidad local, un proyecto de digitalización sobre algo que aun siendo un patrimonio cultural disperso, no suele tomarse en consideración como es el de la documentación que cada individuo conserva o genera a lo largo de la vida, puede ser trascendental para el registro histórico de una localidad.

Todos guardamos un variado repertorio documental en nuestras casas del tipo escrituras antiguas, pasquines, fotografías, obras de arte, dibujos infantiles de nuestros padres o abuelos, mapas, cartas, extrañas publicaciones, anotaciones, comunicados, carteles, y un largo etcétera que conservamos por curiosidad, inercia, o hemos heredado de nuestros antepasados. Muchas veces las limpiezas de los domicilios provocan que todo ese material que va sucesivamente pasando de mano en mano, de generación en generación, termine bien en la basura o, en el mejor de los casos, dispersándose en los rastros de domingo.

Por ello lanzo una propuesta a nivel comarcal o local, para promover la colaboración ciudadana en la generación de un archivo digital vivo del municipio o localidad, consiguiendo algo muy importante: la participación individual en su creación. Los incentivos pueden plantearse de muchas formas, desde exposiciones sobre los materiales, investigación sobre el valor que se le da al documento, empleo del documento como punto de partida de una investigación, publicaciones específicas, etc.

El archivo podría explotarse a muchos niveles, tanto académico como de libre consulta para los fines más variados. Los formatos deberían ser compatibles y esos documentos digitales han de llevar inexcusablemente un trabajo de etiquetado, empleando los metadatos y descriptores necesarios, incluso georreferenciación y localización de sus propietarios y accesibilidad en abierto cuando el contenido lo permita.

Sería un proyecto que se podría desarrollar a través de un laboratorio ciudadano, un laboratorio bibliotecario, como punto de encuentro para colaborar en la puesta en marcha del proyecto. De esta manera se incorporarían documentos tan valiosos como inauditos que pocas veces se custodian en archivos oficiales y que redundarían en el mayor conocimiento del lugar de pertenencia y de su historia. Este archivo generado desde un laboratorio ciudadano conviene que se proponga desde las administraciones para que aporten la infraestructura necesaria, aunque pudiera generarse de forma absolutamente independiente. Con el soporte de una biblioteca, o una casa de cultura en los pequeños ayuntamientos de Asturias, se puede incrementar el volumen documental en digital que nos permita conocer aspectos sorprendentes del lugar en el que vivimos. Para ello la colaboración de todos es imprescindible.

Hay mucho trabajo por hacer, pero seguro que el enriquecimiento de las fuentes documentales locales sería exponencial y el proceso de generación del archivo una motivación colectiva.


 

«Filosofía de la intemperie», nuevo libro del cangués Manuel López

El martes 21 de noviembre a las 19:30h, nuestro socio Manuel López López ‘Manolín el de Pilar’, presenta en la Librería Treito de Cangas del Narcea su segundo libro. Le acompañarán en la presentación: Benedicta Placer Villarino ‘Placerín’, Manuel Fidalgo Fernández ‘Loli’ y Benjamín López Hidalgo, también socio del «Tous pa Tous».

«Filosofía de la intemperie» es un relato, entre realidad y ficción, que se ubica en un lugar alejado y ancestralmente incomunicado, al que el autor vuelve tras el confinamiento por la Covid-19, después de haber vaciado en su primer libro, «El puente de la memoria. 1936-2020», recuerdos que se negaban a ser olvidados. La historia comienza en el entorno de una capilla, donde se encuentran las raíces del pueblo.

El autor narra las causas y las circunstancias por las que sus moradores llegaron a desarrollar la singular filosofía de vida que se les atribuye. Luego, paso a paso, nos introduce en algunas historias de las que fue testigo o tuvo noticia durante su infancia y adolescencia. Unas transcurren en bares y bodegas, a las que equipara a capillas y santuarios, otras en puentes y miradores, pero todas están protagonizadas por aquellos a los que considera auténticos filósofos y que, salvando las distancias, en algunos momentos de la narración, llega a comparar con los clásicos por las enseñanzas y el legado que dejaron para su pueblo. Finaliza el libro con una pormenorizada lista de personas y situaciones entrañables, dejando en el aire un par de dudas existenciales.

La primera librería de Cangas del Narcea

El primer establecimiento comercial de este tipo en Cangas, lo abrió el matrimonio formado por Enrique Smets y Lucía Fernández Mesa “Luz de Campa”. Él era belga y ella de Cangas del Narcea. Se conocieron y casaron en París, donde ella trabajaba de doncella de una aristócrata; vivían en el n.º 77 del bulevar Grenelle, muy cerca de la Torre Eiffel.

En 1932 ó 1933 se instalaron en Cangas. Con ellos vino su hijo Paul, de 12 años de edad y nacido en París. Este matrimonio abrirá en la villa la primera librería de su historia. Estaba en un bajo del viejo ayuntamiento, situado en la calle Mayor esquina con la calle de la Iglesia (hoy del médico Rafael Fernández Uría). Cuando se derribó este edificio en 1951, la librería se trasladó a la plaza del notario Rafael Rodríguez donde después la regentó su hijo Paul.

Un socio del «Tous pa Tous» nos ha enviado el sello que acompaña esta nota, de aquella Librería Narcea, impreso en un libro de Armando Palacio Valdés editado en 1946. Durante muchos años fue la única de la villa y alguien inventó aquel dicho: “Cangas del Narcea, pueblo de gran hidalguía, con cien bares y una sola librería”.

¡Grata memoria a Enrique, Luz y Paul!


«El Siglo Futuro. Un diario carlista en tiempos republicanos (1931-1936)» del cangués José Luis Agudín

La editorial «Prensas de la Universidad de Zaragoza» acaba de publicar un nuevo libro de José Luis Agudín Menéndez, natural de Rañeces de San Cristóbal (Cangas del Narcea), doctor en Investigaciones Humanísticas por la Universidad de Oviedo con premio extraordinario y ha disfrutado de un contrato predoctoral a través del Programa de Formación del Profesorado Universitario (FPU) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Agudín centra sus líneas de investigación en el campo de las culturas políticas tradicionalistas y la historia de la prensa carlista durante la Restauración y la II República. Se ha interesado igualmente por el impacto ideológico de la I Guerra Mundial en España y en Asturias. Ha sido miembro del Grupo de Historia Sociocultural de la Universidad de Oviedo (GRUHSOC). Es autor de las monografías «Una Guerra Civil Incruenta. Germanofilia y aliadofilia en Asturias en torno a la I Guerra Mundial (1914-1920)» (Oviedo, Real Instituto de Estudios Asturianos, 2019) y «A Dios rogando y con el mazo dando. El diario carlista ‘El Siglo Futuro’ en tiempos republicanos (1931-1936)» (Zaragoza, Prensas Universitarias, en prensa) y coordinador, junto a Rubén Cabal, de la monografía colectiva «Estudios Socioculturales. Resultados, experiencias, reflexiones (II)» (Oviedo, AJIES, 2021).

La obra que ahora presenta bajo el título «El Siglo Futuro. Un diario carlista en tiempos republicanos (1931-1936)», deriva de su tesis doctoral, dirigida por Jorge Uría y Víctor Rodríguez Infiesta, sobre el periódico carlista de Madrid «El Siglo Futuro». Su sinopsis es la que sigue:

Durante la II República se asistió a la penúltima resurrección carlista, por la que trabajó una de sus piedras angulares, el rotativo «El Siglo Futuro» (1875-1936). Curtido en polémicas durante más de medio siglo que le valieron para la posteridad una proyección de signos oscurantistas, el diario experimentó entre 1931 y 1936 sucesivas metamorfosis no exentas de contradicciones. En este libro se estudia, además de la evolución de la empresa periodística, el papel del periódico en la construcción de la cultura política tradicionalista, de liderazgos como el de Manuel Fal Conde, las disensiones en el seno del carlismo o el discurso beligerante contra el régimen y su política laicizadora.


Presentación


Accesible en Google Books: Vista previa


 

«Federico García Lorca. El Tiempo Compartido»

Nuestro socio Alfonso López Alfonso (Moncóu, Cangas del Narcea, 1977), en colaboración con Mirtha Mansilla (Río Seco, Tucumán, 1968), acaban de editar este libro que es la historia de la relación personal entre el periodista argentino-asturiano Pablo Suero y el escritor Federico García Lorca. Su tiempo compartido se desarrolló, principalmente, durante los meses que van de octubre de 1933 a marzo de 1934, es decir, durante la estancia de García Lorca en Buenos Aires (Argentina) a donde Suero había emigrado de niño y donde, desde muy joven, se ganó la vida en las redacciones de los periódicos haciéndose un nombre como reportero e implacable crítico teatral antes de morir prematuramente a consecuencia de un accidente de automóvil.

La mayoría de los textos reunidos en «Federico García Lorca. El tiempo compartido» los escribió Pablo Suero para el diario «Noticias Gráficas», de Buenos Aires. La primera parte reúne los artículos que le dedicó a Lorca durante su estancia en la Argentina entre 1933 y 1934. La segunda recopila las páginas escritas durante su viaje a España, entre diciembre de 1935 y marzo de 1936. Y la última parte, conocida ya la fatídica noticia del final de Lorca en Granada, reúne lo que Suero publicó sobre él en Buenos Aires entre los años 1937 y 1938.

Una prueba de la relación de amistad de Federico García Lorca y Pablo Suero (Gijón, 1898 – Haedo, Provincia de Buenos Aires, 1943).


 

‘El Gaiteru de Limés’ vuelve a Cangas del Narcea para quedarse

El año pasado, con motivo del 150º aniversario del nacimiento del fundador de nuestra asociación «TOUS PA TOUS», el renombrado Mario Gómez y Gómez (Cangas del Narcea, 1872 – 1932), entre otras cosas organizamos una exposición que recorría la vida y obra de este ilustre cangués. En la misma se mostraron entre otras curiosidades, libros, diplomas, honores, fotografías, carta autógrafa y como pieza destacada, el retrato El Gaiteru de Limés (autor: José Alejandro, 1920) cedido para la ocasión por Sofía Mateos Peñamaría, sobrina nieta del retratado, que lo tenía en su domicilio en Madrid.

El estado de conservación que presentaba esta obra era bastante deficiente, sobre todo debido a problemas de roturas estructurales del lienzo. El aspecto general de la pintura era oscuro y mate, especialmente en las zonas con golpes y rozaduras. El barniz se hallaba oxidado por la acción del aire y la humedad, lo que daba a la obra un aspecto general oscurecido. El deterioro lógico del soporte por el paso de los años, favorecía los problemas de tensión del lienzo, dañando aún más la obra y además, en el marco se observaban bastantes faltas de dorado.

Para la exposición, se le hizo un “lavado de cara” que consistió básicamente en una limpieza general del cuadro. Tras la exposición, propusimos a su propietaria que el retrato quedase en Cangas, en algún lugar con garantías de conservación y seguridad. Su gentil respuesta fue que, por su parte, no tenía inconveniente alguno, que el «TOUS PA TOUS» podía disponer de él como si fuera suyo… procurando, claro está, esas garantías.

Desde ese momento, nos pusimos en marcha y lo primero que hizo el «TOUS PA TOUS» fue someter la obra pictórica a un completo proceso de restauración y re-entelado. Para ello utilizamos los servicios de un prestigioso restaurador de Trubia cuya profesionalidad nos garantizaba que el retrato, mediante su restauración y mantenimiento, recuperaría las mejores condiciones de conservación.

José Alejandro — “El gaitero de Limés”, 1920 — Retrato de Mario Gómez Gómez (Cangas del Narcea, 1872 – 1932). Médico militar, escritor, historiador, filántropo, polifacético y vital, fundador del Tous pa Tous y la revista La Maniega en 1925. — Óleo sobre lienzo — Propiedad del “Tous pa Tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País” (Gentileza de Sofía Mateos Peñamaría)

Una vez terminado todo este proceso llegaba el momento de buscarle un sitio en Cangas del Narcea.  Tras varias propuestas y deliberaciones entre los miembros de El Payar, nos pareció que el mejor sitio para colocar este genial retrato del fundador de la Sociedad Canguesa de Amantes del País «TOUS PA TOUS» y de la revista La Maniega, que además de médico y militar, fue escritor y cronista de la vida y la historia de Cangas del Narcea, era la biblioteca municipal. Pedimos opinión a la bibliotecaria Julia Gallego, y como le pareció una gran idea, definitivamente, este fue el sitio elegido.

Desde el pasado 21 de septiembre de 2023, todos los usuarios de la Biblioteca Pública Municipal de Cangas del Narcea «Padre Luis Alfonso de Carvallo» y cualquier otro curioso visitante puede contemplar y disfrutar de El Gaiteru de Limés, que ha vuelto a Cangas del Narcea para quedarse.

Además del retrato de Mario Gómez, el «TOUS PA TOUS» hizo entrega de varios libros suyos a la biblioteca municipal de Cangas. Estos libros fueron aportados por las herederas de Manuel Gurdiel Sierra y por José Ramón Flórez Areces, Sofía Mateos Peñamaría y María Teresa González Ferreiro.

Algunos de los libros de Mario Gómez que se entregarán a la biblioteca de Cangas en el acto de presentación de su retrato ‘El Gaiteru de Limés’

El sencillo acto de presentación y depósito de este retrato se puede ver y escuchar este enlace: Presentación del retrato de Mario Gómez y Gómez: ‘El Gaiteru de Limés’


“Justicia y poder en el siglo XVI. La incidencia de facciones locales en el occidente asturiano”

Este libro publicado en 2022 obtuvo el VI Premio de Jóvenes Investigadores de la Fundación Española de Historia Moderna. Se trata de una investigación fruto de la tesis doctoral de Lorena Álvarez Delgado, en la que profundiza en el uso de la justicia y el poder en la Asturias del siglo XVI.

La autora, en este libro, destaca la competencia hegemónica entre algunas de las principales familias del suroccidente de Asturias en el siglo XVI, especialmente los Queipo de Llano, y sus antagonistas, los Omaña, de modo que ambas brindan paradigmas para comprender cómo rivalizaban distintas estrategias en un mismo marco local. Además, se aborda la configuración del linaje de los Queipo de Llano a través de la figura de Juan Queipo El Mozo, comprendiendo así la autoridad y el poder no sólo como parte de un legado, sino también de una construcción.

LORENA ÁLVAREZ DELGADO es Doctora en Historia Moderna con Mención Internacional por la Universidad de Cantabria y la Universidad Autónoma de Madrid(2018). Además es Licenciada en Historia por la Universidad de Oviedo (2007) y Licenciada en Antropología Social y Cultural por la Universidad Nacional de Educación a Distancia(2013). Como investigadora FPU del Ministerio de Educación y Ciencia ha disfrutado de estancias en el Centro de História Além-Mar (Lisboa, 2013) y en el Laboratoire de Recherche Historique Rhóne-Alpes (2010 y 2011). Como docente, ha impartido clases en la Universidad de Cantabria(2012 y 2013) y en la Universidad de Jaén (2016 y 2017), pero también en el programa de Secciones Bilingües del Ministerio de Educación (Rumania, 2015) y en el Cuerpo de Profesores de Educación Secundaria, obteniendo plaza en el Principado de Asturias (2021),donde actualmente desempeña su labor.

Álvarez Delgado, además, ha difundido su trabajo a través de numerosas ponencias y publicaciones. Algunas de estas últimas, por su interés para el conocimiento de la Historia de Cangas del Narcea, las hemos recogido en la Biblioteca Digital del «Tous pa Tous»:

Partiendo del ejemplo de la villa de realengo de Cangas de Tineo, se pretende profundizar en los motivos que pudieron llevar a ciertos concejos a ayudar en la redención de cotos jurisdiccionales eclesiásticos, desamortizados a fines del siglo XVI.

Se incide en los aspectos formales de un proceso inquisitorial singular así como en las circunstancias que originaron la documentación examinada en el siglo XVI.

En torno a las configuraciones de facciones en el suroccidente de Asturias durante la temprana Edad Moderna, ha aparecido de forma recurrente el papel de la Iglesia, dada su importancia para los proyectos hegemónicos de grupos de poder y, especialmente de facciones lideradas por miembros de la pequeña nobleza.

Mediante esta comunicación, se pretende ahondar en la importancia de la comensalidad (pública y privada) en los entornos rurales de la montaña occidental asturiana durante la Edad Moderna.


Diario de un viticultor de Cangas del Narcea (Asturias), 1902-1907

Artículo publicado el 02/10/2022 en el diario “La Nueva España” con motivo del lanzamiento del libro.

En junio de 2011 publicamos en esta misma página web el siguiente artículo: Diario de un viticultor de Cangas del Narcea, 1902–1907, de José Gómez López-Braña, escrito por Mª Carmen Martínez y Juaco López, y subíamos digitalizado el Diario Original propiedad de la familia Álvarez Pereda, a la Biblioteca Digital del «TOUS PA TOUS». Un testimonio excepcional en la historia de la viticultura asturiana e incluso española. Es un diario escrito, entre el 10 de agosto de 1902 y el 1 de junio de 1907, por José Gómez López-Braña, en el que anota todas las vicisitudes del cultivo de sus viñas y de la elaboración y venta de vino. Es un documento muy rico para conocer en todos sus detalles las labores y preocupaciones de un viticultor en esas fechas que ahora, gracias al trabajo de los autores de aquel artículo y especialmente al tesón de Juaco López, ha visto la luz en forma de libro.

El diario de José Gómez constituye un extraordinario documento sobre la viticultura de Cangas del Narcea en los primeros años del siglo XX, de gran interés no solo para Asturias. Lo que aquí se narra es una historia vivida por muchos viticultores europeos tras la llegada de la filoxera, pero que muy pocos tuvieron la magnífica idea de dejarla plasmada por escrito. En sus páginas, el autor describe con todo detalle las condiciones climáticas que se van produciendo a lo largo del ciclo vegetativo de la planta. Cuenta como esto afecta a las distintas variedades, tanto a nuestras viejas variedades tradicionales (Albarín blanco, Carrasquín…) como a las que en aquella época estaban siendo introducidas en la zona (Alicante, Cabernet…). Describe así mismo los injertos, las podas, los abonados, el modo en el que se llevaba a cabo la reconstitución del viñedo tras la Filoxera, la desconfianza que mostraban algunos viticultores al principio y como poco a poco iban siguiendo el ejemplo. Podrá descubrir quién lo lea, que la viticultura de Cangas estaba en aquella época tan avanzada como podía estarlo la de Rioja o la de cualquiera de las zonas vitícolas más importantes de España o del resto de Europa.

Portada del libro

En definitiva, la lectura de estas páginas nos muestra el conocimiento que tenía José Gómez de la viticultura y la vinicultura, como resultado de sus lecturas, observaciones y experiencias prácticas, pero, además, nos permite asomarnos a la vida cotidiana, al carácter y a las preocupaciones de su autor.

El libro “Diario de un viticultor de Cangas del Narcea, 1902-1907”, se presentó el pasado 6 de octubre en la librería Treito de Cangas del Narcea interviniendo en su presentación la expresidenta de la DOP Vino de Cangas y directora de la Bodega VidAs, Beatriz Pérez, la investigadora científica del CSIC, Mª Carmen Martínez y Juaco López Álvarez, presidente del «TOUS PA TOUS», director del Museo del Pueblo de Asturias y autor de del libro cuya edición ha sido llevada a cabo por este museo en el marco de la colección «Escritos de la vida cotidiana».

Ahora nos complace informarte de que está disponible para su consulta y descarga en línea en el siguiente enlace, este libro dedicado al Diario de un viticultor de Cangas del Narcea (Asturias), 1902-1907, escrito por el médico, profesor de agricultura y viticultor, José Gómez López-Braña (1850-1921):

Diario de un viticultor de Cangas del Narcea (Asturias), 1902-1907


 

Presentación de la novela “El cerezo del cementerio” de Tito Casado Agudín

Presentación en la Librería Treito de la novela “El cerezo del cementerio” de Tito Casado Agudín.

El pasado día 1 de junio se presentó en el Espacio Cultural de la Librería Treito esta novela del autor cangués Tito Casado Agudín. La presentación corrió a cargo de Miguel Ángel Pérez, locutor de Onda Cero, Inés Gómez, maestra y compañera de trabajo del autor y del autor mismo. El local se llenó de gente y acabó con una serie de preguntas sobre el contenido de esta obra.

Portada de la novela de Tito Casado Agudín.

El cerezo del cementerio es la historia de un emigrante de Posada de Rengos, que vivió la experiencia de tener que emigrar siendo apenas un niño intentando escapar de la miseria atroz en que vivía la mayoría de la gente, que en 1912 habitaba los pueblos del entonces Cangas de Tineo. Un día al amanecer, Elías Agudín bajó andando a Cangas, compró unas alpargatas y en la plaza de la Refierta cogió el coche de caballos que en dos días lo llevaría a Oviedo, de ahí a Gijón y desde este puerto, con un billete de tercera, en algo más de 20 días de navegación a La Habana…. Cuenta las penurias y vivencias de un niño analfabeto que hizo de todo por ganar dinero, que años después regresó y vivió la Guerra Civil y los años posteriores a la contienda, años de miedo y persecución a los vencidos. Tiempos duros y convulsos de una vida cargada de momentos de gran intensidad.”

Presentación en la Librería Treito de la novela “El cerezo del cementerio” de Tito Casado Agudín.

Así resumen la contraportada esta novela, el relato de la cruda realidad de los que tuvieron que emigrar, de aquellos que cuando se marcharon se vieron obligados a abandonar su familia de aquí, aquellos que formaron otra allí, de los que nunca más se supo o de aquellos que, pasado un tiempo, regresaron sin apenas nada: los “maletas vacías”…

La historia transcurre entre 1912 hasta los años 90 entre Posada y Vega de Rengos, La Habana y Llanes y mezcla hechos y personajes reales con otros que surgen de la imaginación del autor.


 

El puente de Julio

Este texto fue leído en la presentación del libro «La minería del carbón en Cangas del Narcea», de Enrique Rodríguez García, el sábado 7 de mayo de 2022, durante la II Feria del Libro de Cangas del Narcea.

Alfonso López Alfonso, Enrique Rodríguez García, autor de la publicación, y Cristobal Ruitiña en la presentación del libro “La minería del carbón en Cangas del Narcea”.

Si la envidia sana existe creo que es legítimo admitir que siento una profunda envidia de Enrique Rodríguez García. Y quizá, claro, la envidia sana no exista.

Moncóu, de donde yo procedo, dentro del Río Rengos, es un lugar centenario, milenario quizá, en el que desde los años cincuenta del siglo XX los cambios fundamentales se produjeron en torno a la mina. Mineros eran muchos de los hombres del pueblo que pertenecían a la generación de mi abuelo Valeriano, nacidos en torno a la década de 1910, y mineros eran todos los de la generación de mi padre, nacidos en los años de la Guerra Civil o en la inmediata posguerra. Eran lo que se conoce en la bibliografía del centro de Asturias, donde el tema está más estudiado, como mineros mixtos, es decir, que compatibilizaban su labor en el mundo sumergido con el cuidado de la casa y el ganado. Mineros fueron también todos los hombres del pueblo de la edad de mis hermanos mayores. Mineros fueron, por tanto, mi padre, mis hermanos y mis cuñados. Por el contrario, las únicas minas que yo conozco son aquellas visitadas como elementos esencialmente lúdicos, como el pozo San Luis, por ejemplo, en el valle de Samuño, muy próximo a Ciaño, en Langreo. Y sin embargo no sabría explicarme sin la mina. Desde la cuna me hizo la mina ser quien soy y me dio buena parte de la formación que tengo, puesto que pasé diez años en el Orfanato de Mineros Asturianos (después FUNDOMA) en la suave ladera de Fitoria, próxima al monte Naranco de Oviedo. Luego fueron las becas proporcionadas por los Fondos Mineros las que me permitieron en buena medida seguir estudiando cuando llegué a la Universidad. Siendo el origen de mi mundo ese entorno y teniendo cierta vocación de escritor –aunque sea de escritor fracasado, que siempre tiene algo de glamur- es normal que sienta ahora cargo de conciencia por no haber sido yo quien dé forma al primer libro que se ha hecho sobre la minería en nuestro concejo. Pero qué le vamos a hacer, otro con más experiencia directa sobre la mina e infinitamente más conocimientos de los que yo tengo sobre el asunto se ha encargado de poner la primera piedra en nuestra bibliografía minera. Esperemos que no sea la última en este mundo declinante de la minería y la demografía canguesas.

El libro de Enrique es técnico, es uno de esos libros en los que hablan los datos, bien hilvanados y elaborados. Uno de esos libros necesarios para que vengamos después quienes tenemos alma de poetas a construir nuestros inútiles discursos subiéndonos a sus hombros. La sentimentalidad ha de crecer sobre un terreno previamente abonado; no se puede hacer pan si no sembramos primero el trigo. Es un libro técnico, como digo, pero con algunos detalles que lo harán emocionalmente perdurable porque está escrito contra el olvido. Nos dice Enrique que “si pudiéramos sacar de las profundidades de las montañas la estructura de una mina de Rengos, y ponerla encima de la tierra, veríamos una inmensa obra de ingeniería, hecha por mineros con muchos años de preparación, que hicieron un trabajo muy especializado”. Enrique fue ingeniero técnico en la empresa CARBONAR y hace valer su mundo. No cabe duda de que la mina ha sido una parte fundamental de su existencia, pero al mismo tiempo hay en el libro detalles que conmueven por su calidad humana y por la verdad acerca de la minería que, quizá de forma inconsciente, entrañan. Orgulloso de su oficio, durante la preparación del libro Enrique llevó a sus hijos de excursión a visitar las antiguas explotaciones mineras del Río de Rengos, a intentar que contemplaran, y son sus palabras, aquellos trabajos y aquellas estructuras que se desarrollaron “enterradas a varios cientos de metros de profundidad en el interior de la montaña”, pero que una vez que se cierran las minas “queda todo inundado, no pudiendo preservar para el futuro todas estas labores que se construyeron durante tantos años de explotación”. Y añade: “Si a un profano hoy lo llevamos a visitar la zona de las minas cerradas de Antracitas de Gillón y le intentamos explicar lo que ocurrió allí durante tantos años no lo entendería, sería difícil convencerlo de que en los tiempos de mayor actividad de esta mina había 1.150 personas trabajando diariamente en la zona, la mayoría bajo tierra. Además también le diríamos que había una flota importante de camiones transportando el carbón, tolvas, aseos, oficinas, vías de tren, kilómetros de túneles, centros de transformación eléctrica, etc.” Da la impresión de que, de forma implícita, Enrique también reconoce que la mina, en relación con su medio natural y humano, una vez que se acaban los beneficios económicos, deja el agujero y se va. Agujeros y estructuras que pueden ser bellos, como lo son Las Médulas, por ejemplo, obra de la minería aurífera romana, o como lo son los castilletes del centro de Asturias o las bocaminas de nuestro entorno, pero agujeros al fin y al cabo, cuyo recuerdo, y vuelvo a coger las palabras de Enrique, “se apaga con el último minero”. Y después viene la nada, como en esos poblados fantasma de los westerns, con el ulular del viento y el chirrido de los goznes de las puertas del saloom solitario, con esas plantas rodantes atravesando la ancha calle central de un pueblo sin asomo de vida, iconografía por excelencia de una melancolía que nos atañe a todos.

Vista aérea tomada en 1970 de Moncó (izda.) y San Martín de los Eiros (dcha.), este último hoy desaparecido.

De la mina abajo no hay trabajo, dice el adagio, y pocos trabajos habrá más hostiles y antinaturales que los realizados en las minas por testeros. El inframundo de Hades es un lugar poco apetecible, nada envidiable, aunque las prejubilaciones irrigadas desde Europa nos hayan hecho en ocasiones creer lo contrario. En ese sentido hay en el libro de Enrique una imagen fugaz que creo representa muy bien los sentimientos encontrados que puede generar la mina. Me refiero a la imagen del pueblo de Samartinu los Eiros, un cogollo de casas, hórreos y paneras que se veían desde Moncóu y que desapareció para siempre: la casa Galán, la de Cadenas, la de Murias, la de l’Aredera y tantas otras que ya no están. El pueblo fue enterrado por subsidencia minera, signifique eso lo que signifique. Ahora no se aprecian allí más que suaves cicatrices donde una vez estuvieron las casas. Cicatrices que nos recuerdan la inmediatez del olvido. Conozco a muchos de los que fueron habitantes de Samartinu y, cuando me tropiezo con ellos, con Toño el de Cadenas, por ejemplo, siempre les digo en broma que tienen algo de israelíes y a la vez de palestinos. Tienen algo de israelíes porque viven en la diáspora y algo de palestinos porque ya son un pueblo sin tierra. Tienen algo también de Orestes, pero sin Micenas a la que regresar; o de Ulises, pero sin Ítaca a la vista. Cuando ellos desaparezcan se irá con ellos el recuerdo de ese mundo en el que sus antepasados trataron de injertar una manera de amar la casa para que en días venideros la mantuviera en pie su estirpe. La mina, como a todos los demás del entorno, les dio mucho, pero en su caso también les arrancó la matriz condenándolos antes de tiempo al estéril olvido.

Siempre que hablo de Samartinu me acuerdo de mi vecino Julio, de casa Capicheiro, que tenía un proyecto entre delirante y poético para unir Moncóu con Samartinu, pueblos que están más o menos a la misma altura de la montaña, frente por frente, separados por el estrecho corredor del río Narcea. Cuando en Moncóu celebrábamos la fiesta se oía desde Samartinu, y viceversa, cuando ellos, si no recuerdo mal el 11 de septiembre, celebraban su fiesta, oíamos la música con mucha nitidez desde Moncóu. Julio, por aquellos días dorados de mi infancia proponía que había que hacer un puente para comunicar los dos pueblos. Él lo planteaba con seriedad y todos nos reíamos de su descabellada idea, pero hoy pienso que la idea de Julio entrañaba una metáfora de la existencia que los puentes representan muy bien por su capacidad para salvar distancias, para comunicar aquello que está separado. Nosotros les llamábamos a los de Samartinu “carneiros” y ellos a nosotros “fabas prietas”. Julio supo antes que nadie que todos pertenecíamos a la misma estirpe y que todos estábamos condenados a la misma desmemoria, solamente que unos antes que otros.

Decía el escritor Graham Greene que tener una infancia desgraciada era la mina de oro de cualquier escritor. Yo no soy de esos porque hay una multitud de detalles que convierten mi infancia en una Arcadia perdida. Entre esos detalles, sin duda, está el puente de Julio entre Moncóu y Samartinu.

Aide, la última minera de Rengos, tras recoger el libro firmado por Enrique R.G. Santolaya.

Aunque a mí la mina me ha hecho ser el que soy y forma parte de mi vida del mismo modo que lo forman las vacas, los castaños o la mole de piedra caliza que da nombre a mi pueblo, siempre me he sentido un poco raro en mi entorno y mi familia. Fui el primero y único de mis hermanos en nacer en un hospital (el de Oviedo) y eso hacía que de niño me tomaran el pelo diciéndome que yo no era de la familia, que me habían cambiado al nacer y que el verdadero hermano de mis hermanos andaría por esos mundos enfrentándose a la vida. En el fondo me habría gustado que aquella historia fuera cierta porque me daba esperanza. Me imaginaba la vida del “auténtico hermano” como algo envidiable, una vida repleta de aventuras que hacía parecer anecdóticas las novelas de Jack London. Yo era especial, procedía de otro entorno y algún día la familia de buhoneros o quien quiera que me hubiera perdido en aquel hospital, regresaría a por mí. Me sentía distinto y al mismo tiempo algo inferior al resto de mi familia porque, desde que tengo uso de razón, siempre quise alcanzar esa especie de normalidad legendaria que se respiraba en mi casa cuando las cosas iban por el cauce que les correspondía y podían controlarse. Esa normalidad que yo envidiaba la representaban mis hermanos, siendo capaces de continuar la tradición, trabajando en la mina y en el campo y manteniéndose alejados de los libros que, en mi caso, empezaron a atraerme desde que fui capaz de entender lo que decían. Ansiaba una familia ajena, pero en el fondo intentaba por todos los medios ganarme un lugar en la propia. Quería que unos buhoneros o quien fuera pasaran a buscarme únicamente porque deseaba que los míos me aceptaran como uno más. Sin ser consciente entonces, lo único que quería era formar parte de su mundo, ser capaz de trabajar con las manos, de defenderme en el campo y la mina. Quería entender lo que era una galería, qué significaba la palabra rampa, quería poder picar de resgao, dar la tira y postear; cabecear la madera, hacer llaves, poner un rachu, recuperar el hierro y otras cosas por el estilo, pero mucho me temo que a lo largo de la vida me he mostrado bastante torpe en las cosas realmente importantes, aquellas en las que se pone el corazón y se hacen con las manos. Desgraciadamente, lo único que yo sé hacer con las manos es golpear las letras de un teclado para formar con ellas palabras que a menudo salen desafinadas, incapaces de proporcionar consuelo porque no entienden del todo que realizar una alabanza épica de los mineros quizá sea una forma de mentir, porque los héroes no existen o sólo existen en las novelas, pero que al mismo tiempo, relegarlos a una realidad anodina y convencional como la que tenemos el resto de los mortales tampoco es contar la verdad del todo.



A LA VENTA EN LIBRERÍA TREITO DE CANGAS DEL NARCEA

“La minería del carbón en Cangas del Narcea”, de Enrique R.G. Santolaya, editado por el Tous pa Tous y la Librería Treito.

Presentación de lujo en la II Feria del Libro de Cangas del Narcea

“La minería del carbón en Cangas del Narcea”, de Enrique R.G. Santolaya, editado por el Tous pa Tous y la Librería Treito.

II Feria del Libro de Cangas del Narcea, en el Parque de ‘La Reguerala’.

El próximo sábado, 7 de mayo, a las 11:30h presentación del libro MINERÍA DEL CARBÓN EN LA ZONA DE CANGAS DEL NARCEA por Enrique Rodríguez García ‘Santolaya’ (Ingeniero Técnico de Minas e Ingeniero Técnico de Sondeos y Prospecciones).
El autor estará apadrinado en esta presentación por los escritores cangueses Cristobal Ruitiña (periodista y profesor universitario) y Alfonso López Alfonso (profesor de Historia y Máster en Historia y Análisis Sociocultural por la Universidad de Oviedo). Los tres son miembros de El Payar de la Sociedad Canguesa de Amantes del País «TOUS PA TOUS» que con la colaboración de la Librería Treito han sido las precursoras de que este libro haya visto la luz.

¡¡¡No os la perdáis!!!


«Recuerdos de un pescador de caña de Cangas del Narcea (Asturias)» escrito por Benito Corolo

NUEVO LIBRO EDITADO POR EL «TOUS PA TOUS»

Portada del libro editado por el Tous pa Tous.

«Recuerdos de un pescador de caña de Cangas del Narcea (Asturias)» escrito por Benito Corolo. Por fin, un libro dedicado a los ríos del concejo, sobre todo al río grande, al río Narcea. El autor es reconocido como un maestro en el arte de la pesca fluvial con caña, así lo avalan sus trofeos, los homenajes recibidos y los comentarios de sus compañeros de pesca resumidos en una frase: «Benito Corolo, el hombre que lee el río». En este libro desgrana, cumplidos los ochenta años, un veraz testimonio sobre la pesca de caña en Cangas del Narcea y en otros concejos asturianos. Benito transmite su inmenso amor al río, a una naturaleza que nos protege, nos mantiene y maravilla.

UN HOMENAJE AL RÍO

El libro «Recuerdos de un pescador de caña de Cangas del Narcea», de Benito Corolo, que acaba de editar el «Tous pa Tous», es algo más que los recuerdos de un viejo pescador, es también un homenaje al río, a esos cursos de agua que marcan la vida de nuestro concejo. La erosión fluvial ha modelado el relieve del suroccidente asturiano en profundos valles. Los ríos de aguas limpias constituyen un recurso fundamental que ha sido aprovechado a lo largo de la historia por una cultura ribereña con técnicas capaces de sacar madera durante las riadas; mover molinos, pisones, mazos y fábricas de luz; regar prados y huertas… y, por supuesto, la pesca.
Numerosos testimonios alaban la riqueza en truchas, salmones, reos, anguilas y lampreas del alto Narcea y sus afluentes, hasta que la ominosa construcción de las presas de Pilotuerto y Calabazos eliminó de sopetón a los peces migratorios de esa zona. Luego vendrían otros desastres ecológicos como la contaminación, las aves marinas o el desarrollo incontrolado de una vegetación ribereña que crea un espacio sombrío poco apto para la vida acuática. Y a la par, una lucha por la conservación del ecosistema con la construcción de depuradoras, repoblaciones piscícolas, limpieza de cauces… El río seguirá ofreciendo sus recursos, incluido el del baño estival, aprovecharlos o darles la espalda, esa es la cuestión.

«BENITO COROLO, EL HOMBRE QUE LEE EL RÍO»

Benito Vega Queipo, «Benito Corolo», nació en Cangas del Narcea (Asturias) en 1941, en una familia de comerciantes y pescadores que vivía a orillas del río Narcea. Estudió en la escuela pública desde los cuatro a los doce años; después completó su formación en una academia particular donde coincidió con otros chavales con los que mantiene una gran amistad, dice Benito que cuando se encuentran «parece que aún estoy en esa clase». Se interesó por la pesca durante toda su vida, interés avivado por el ambiente familiar, que también desarrolló en él las aficiones a la música y al fútbol. Leyendo sus «Recuerdos de un pescador de caña de Cangas del Narcea» sentimos el interés del niño curioso que observa la pesca de esas truchas de plateado resplandor, el valor del joven que escala abruptos peñascos para obtener mejores capturas, la aventura de caminar kilómetros por montes y riberas, la relación entre los pescadores, los diferentes aparejos y su preferencia por la técnica de “cebo corrido”.

LOS AIRES EN LA PESCA

En la imagen, el río Luiña cerca de su desembocadura en el río Narcea.

«Para obtener resultados pescando con caña, además de saber pescar, hay que saber muchas cosas más y una de ellas, digamos que la principal, son los aires. No hay más que un aire que vale, es el que sopla en dirección contraria al sentido del río de forma suave, los pescadores lo conocen como el aire del norte y para más orientación la referencia que hay que tomar la dan los árboles de la orilla del río, las copas de los árboles se inclinan hacia arriba y las hojas se vuelven ligeramente al revés. Este será un buen día de pesca sea cual sea la modalidad que se emplee. Hay otros dos aires que también valen, pero menos». Del libro «Recuerdos de un pescador de caña de Cangas del Narcea», de Benito Corolo, editado por el Tous pa Tous.

CÓMO EMPECE A PESCAR

En la imagen, Benito Corolo después de ganar el Campeonato Nacional de Pesca de Reo, Cornellana, 29 de julio de 1984.

«Al haber nacido en el seno de una familia de pescadores para mí todo fue fácil, sin darme cuenta fui aprendiendo al escuchar las conversaciones durante la cena todos los días. Recuerdo que a veces discutían entre ellos, de manera que no se ponían de acuerdo y voy a dar un ejemplo, además del ya citado acerca de las preferencias por el tipo de mosca: para mi padre lo mejor era pescar de Cangas hacia arriba, porque las truchas se vendían mejor y para asegurar el día lo mejor el río del Coto, río muy “voluntario”, es decir, generoso en peces; mi tío Pepe prefería pescar de La Regla a Cangas; mi tío Paco prefería pescar de Cangas hacia abajo porque las truchas acudían más al peso, decía que valía más una trucha de Tebongo que tres del río del Coto. Así que con este currículum pronto aprendí que en la pesca casi todo era variable y que cada pescador tenía sus preferencias». Del libro de Benito Corolo «Recuerdos de un pescador de caña de Cangas del Narcea (Asturias)», editado por el Tous pa Tous.

El libro está a la venta en la Librería Treito, de Cangas del Narcea. Su precio: 15 euros. Puede pedirse a esta librería desde cualquier parte de España.


‘Remembranzas festivas canguesas’, un libro de José Luis R. Mera

José Luis Rodríguez Mera con su nuevo libro «Remembranzas festivas canguesas».

José Luis Rodríguez Mera fue durante muchos años, además de maestro, corresponsal en Cangas del Narcea de La Voz de Asturias y miembro fundador así como activo colaborador de la revista local La Maniega en su segunda etapa. En la actualidad colabora con un programa radiofónico en Onda Cero Cangas del Narcea y es el creador del portal De Acebo y Jara, un blog sobre actualidad y recuerdos del autor sobre Cangas del Narcea y sobre Berzocana, su lugar de nacimiento, en la comarca de Las Villuercas en la provincia de Cáceres.

Recientemente, ha presentado en Cangas del Narcea su último libro Remembranzas festivas canguesas que está disponible en la librería Treito de Cangas del Narcea, que ha actuado como editorial en este caso.

Mera ha querido con esta publicación, “plasmar las vivencias festivas desgranadas a lo largo de unos cuantos años para recuerdo de unos, ya cada vez menos, conocimiento de otros y, especialmente, para que esa memoria de pueblo no se pierda en el polvo de los caminos lejanos de los que vinieron y vienen detrás. Para que, colgados en los retazos de vida que conforman estos relatos, nietos, bisnietos y tataranietos, puedan recuperar su personal historia, la de sus mayores, las de sus raíces, las de aquellos hombres y mujeres que vivieron duros tiempos de trabajo y sufrimientos, pero que supieron sobreponerse a todo desde la fuerza de su espíritu festivo. Y esa especial forma de vivir, esa forma de encarar el día a día con espíritu y ansias de un futuro mejor en todos los sentidos, son las que he querido plasmar en estas páginas”.

Dedicatoria del autor del libro “Remembranzas festivas canguesas” al Tous pa Tous.

También aclara el autor que “no es este un trabajo técnico, ni exhaustivo, ni siquiera histórico en el sentido estricto de esta disciplina, ni mucho menos. Son más bien improntas de tiempo y hechos; unos vividos, otros escuchados de la memoria oral, y otros rescatados de apuntes, crónicas o revistas, pero que vienen a unirse en un todo vivencial y esencial de lo que ha sido, y sigue siendo, el sentir y vivir cangués en su relación con lo lúdico y festivo”.

Consta el libro de 105 capítulos o estampas distribuidos en 378 páginas en las que toman vida decenas de aventuras, vivencias y recuerdos festivos de la mano de cientos de cangueses.

El Tous pa Tous ya cuenta con su ejemplar dedicado por el autor al que desde aquí, enviamos nuestro agradecimiento.

 

Odón Meléndez de Arvas – Artículos periodísticos (1903-1917)

Portada del libro ‘Odón Meléndez de Arvas. Artículos periodísticos (1903-1917)”

El Tous pa Tous publica los artículos periodísticos de Odón Meléndez de Arvas (Carballo, 1851 – Cibuyo, 1923), que se suman a las Crónicas canguesas y al libro Alrededor de mi casa. Crónicas canguesas (1910-1928), de su gran amigo y correligionario político Gumersindo Díaz Morodo «Borí» (Cangas del Narcea, 1886- Salsigne, Francia, 1944), que también pueden consultarse en esta web. Sigue, de este modo, el Tous pa Tous ofreciendo información sobre la historia de la prensa en el concejo de Cangas del Narcea, que es, al fin, una fuente imprescindible para conocer la historia del concejo y las vicisitudes de sus habitantes.

Odón Meléndez de Arvas fue un maestro de Cangas del Narcea que vivió en el pueblo de Cibuyo y ejerció en la escuela de La Regla de Perandones. Pero, además, fue un activo periodista que colaboró en la prensa que se editaba en Cangas del Narcea y en otras localidades asturianas. En este libro están todos sus artículos, escritos entre 1903 y 1917, que su bisnieta Ángeles Martínez ha encontrado publicados en La Verdad, El Narcea, El Distrito Cangués, del que fue jefe de redacción, y La Voz de Cangas, editados en Cangas del Narcea, y en La Justicia de Grado. Odón era una persona de arraigadas ideas republicanas, que escribió numerosos artículos costumbristas sobre la vida rural y de opinión, siempre defendiendo sus dos grandes intereses y preocupaciones: la instrucción pública y los campesinos. Fue presidente de la Asociación de Maestros de Primera Enseñanza de Cangas del Narcea. En la prensa mantuvo diversas polémicas que también se recogen en esta obra.



 

“Besullo” desde el visor de Andrea Ramos

Portada del libro de fotografías “Besullo” de Andrea Ramos

El Tous pa Tous es una sociedad que tiene entre sus fines promover el conocimiento y la difusión del concejo de Cangas del Narcea. Por ello es más que una satisfacción haber puesto nuestro granito de arena en la publicación de este libro de fotografías de Besullo / Bisuyu de nuestra socia Andrea Ramos. Es muy gratificante para nuestra asociación colaborar con una persona joven que ha dedicado su tiempo y sus saberes en el arte de la fotografía a un pueblo de nuestro concejo. Y lo es aún más, al comprobar el magnífico resultado de este esfuerzo.

Neto, también miembro del Tous pa Tous, es el autor del prólogo del libro en el que indica que el casi centenar de fotografías que lo componen «nos habla de las vidas detrás de cada rostro, las vidas de las gentes detrás de cada ventana, las huellas del paso del tiempo…» y destaca de las fotografías que «tienen un discurso, una intención, una historia que nos sugiere adivinar o entrever».

Si queréis disfrutarlo podéis comprarlo o reservarlo en la Librería Treito, de Cangas del Narcea.

Contraportada del libro de fotografías “Besullo” de Andrea Ramos

La Virgen del Acebo. Descripción histórica de aquel santuario y novena en obsequio de la Virgen que allí se venera

Incorporamos a la Biblioteca Digital del Tous pa Tous un curioso documento publicado en 1894 de autor desconocido pero muy devoto de la Virgen del Acebo y promotor de su culto y devoción.

El objeto de esta publicación según su autor era dar a conocer este célebre Santuario y relatar los numerosos milagros allí efectuados por la mediación de la Virgen del Acebo. Como apéndice incluye la novena que como obsequio a la Virgen se rezaba en el referido Santuario en los primeros días de septiembre.

El librito fue editado como queda dicho a finales del siglo XIX, en Luarca por la Imprenta de Rollán y Compañía.


 

El cangués Cristóbal Ruitiña gana el premio ‘Bellvei Negro’ de novela

Cristóbal Ruitiña, en la librería Treito de Cangas presentando su libro ‘Asturias Semanal’ en enero de 2013.

Nuestro socio, el periodista, escritor y profesor universitario Cristóbal Ruitiña Testa (Cangas del Narcea, 1977) ha ganado el premio “Bellvei Negro” de novela con “Rececho”, una obra ambientada en el bosque de Muniellos. El galardón consiste en la publicación de la narración en soporte papel y una gratificación por importe de mil euros.

Este premio literario está promovido desde el Ayuntamiento de Bellvei, municipio de la comarca del Bajo Penedés en la provincia de Tarragona. Su organización corre a cargo de la emisora Bellvei Radio, y junto con el Ayuntamiento de Bellvei lo patrocinan varias entidades, entre ellas Célebre Editorial de Badalona, una editorial que nació de la imperiosa necesidad de desempolvar aquellos manuscritos que aún no han visto la luz.

La temática de las novelas participantes en este concurso literario debe ser de género negro o policial, entendiendo por tal el que ha de ilustrar la ambigüedad moral de la sociedad en que se desarrollan los personajes, entre los que están el investigador o policía, el delincuente, la víctima y otros secundarios.

“La hipótesis de partida”, relata Ruitiña, en conversación con La Nueva España, “es la aparición del cadáver de un empresario minero, el último gran empresario de la zona, en un bosque”. A partir de ahí, Ruitiña teje una trama en la que, siguiendo las pesquisas de una agente del medio natural, va retratando “las tensiones sociales y económicas de la España vacía”.

Todo el escenario resulta profundamente cercano para el lector cangués y el asturiano en general. El bosque está integrado en la Reserva de la Biosfera de Muniellos y el empresario aparece calcinado, con una lanza clavada en el pecho y sin lengua. Estas dos últimas prácticas se asocian a la caza del oso, que lleva décadas prohibida. En paralelo, están apareciendo por la zona plantígrados muertos, “en un territorio”, explica Ruitiña, “que sin embargo busca desesperadamente en la naturaleza salidas a la alarmante despoblación y que vive asimismo bajo la amenaza permanente de los incendios”.

La elección de una agente del medio natural como protagonista de la novela se deriva de una meditación por parte del autor sobre cómo quería enfocar la investigación en su novela. “La creación de un detective era crucial. No quería un policía o un guardia civil, porque no me interesaba tanto retratar los procedimientos. Pensé en un periodista, pero me encontraba incómodo. Al final, una agente del medio rural me permitía explorar todo aquello que quería trabajar en la novela”, concluye.

Desde aquí nuestra enhorabuena a nuestro socio y miembro de El Payar del Tous pa Tous.

‘Mientras corre el tiempo’

Ediciones Hontanar publica el libro ‘Mientras corre el tiempo’, un poemario compilado por la hija de Tomás Tornadijo García, María Eugenia Tornadijo Rodríguez, que hace así realidad el viejo sueño de su autor. En él están recogidas gran parte de las poesías que fue escribiendo a lo largo del tiempo y que son precisamente un compendio de recuerdos bucólicos, sentimientos y reflexiones serenas dibujadas con sencillas palabras. Leer más

‘De Combo a Fuente del Real’, memorias de una canguesa

Mari Luz Álvarez Lago con su libro el 13 de marzo de 2010. Foto: PAÑEDA en ‘EL COMERCIO’

Ha llegado a nosotros un libro publicado en 2010 que merece ser reseñado en el Tous pa Tous. Son las memorias de Mari Luz Álvarez Lago, nacida en 1926 en el pueblo de Combo, en el Río del Couto, en casa El Murgueiro. Mari Luz comienza sus memorias así:

“Quiero a través de esta narración mostrarles una visión de lo que fue la vida de una mujer que, como a tantas de mi época, me tocó vivir los turbulentos años antes de la guerra, la Revolución del 34 y, después, la guerra civil y la posguerra, todos estos acontecimientos con apenas diez años. Pasamos bastantes penalidades y gran dificultad para vivir, dadas las circunstancias que atravesaba España. Esa época marcó nuestra existencia de forma imborrable y al día de hoy pesan más las batallas que tuvimos que vencer y los momentos difíciles pasados, que gracias nuestra juventud, quizás la inconsciencia de los pocos años, que te hace ver las penalidades y tragedias como algo con lo que tienes que vivir y te acostumbras a ello, sin más, y lo asumías como parte de tu propia vida, salvando las dificultades y penurias, que íbamos resolviendo en nuestra lucha diaria, como gran parte de las mujeres de la España de entonces”.

Mari Luz vivió hasta los diez años en Combo. A esa edad fue a vivir con unos tíos a la parroquia de Castiello en Gijón. Se casó en 1950 y tuvo una hija. Se estableció poco después en esta ciudad en la calle Fuente del Real, en el barrio de El Llano. Aquí abrió un bar tienda, llamado “Mari Luz”, en la que daba también comidas y que atendió durante cuarenta y cinco años. Cuando escribió el libro estaba ya jubilada, pero seguía llevando una vida social muy intensa. Es de las que no sabe estar quieta.

Portada del libro de Mari Luz.

En Combo trabajó desde los cinco años cuidando el ganado, subiendo y bajando a la braña, y ayudando a trabajar la tierra. La vida en su casa giraba alrededor de la madre, Dolores, porque su padre, Benigno, trabajaba en Madrid de sereno y “solo volvía a Combo durante las vacaciones por el verano”. El matrimonio tuvo diez hijos, que se fueron dispersando enseguida por Oviedo, Ponferrada y Valladolid. Mari Luz cuenta en el libro la vida en Combo en aquellos años treinta: la casa, la braña, la matanza, los filandones, las fiestas, los bailes y el mucho trabajo. A los ochenta y tantos años Mari Luz escribe sobre su infancia lejana:

“Afortunadamente y a pesar de marchar para Gijón con pocos años, me sirvió mucho todo lo que aprendí en Combo, lo mismo a valerme por mi misma y ser capaz de desenvolverme por la vida, que en lo relativo a las faenas del campo, pues nunca dejé de atender nuestra finca con constancia, de la que tenemos sacado bastante provecho y aún lo seguimos sacando, pues no compramos ni patatas ni hortalizas”.

En Gijón siguió trabajando duramente, primero en casa de sus tíos, donde más que una hija adoptiva fue una “esclava doméstica, porque con diez y once años ya empecé a ir a vender a la plaza de abastos de Gijón, con la cesta en la cabeza” y también le “tocó acarrear agua desde un kilómetro con un caldero en cada mano y otro en la cabeza”. Años más tarde comprará una xarré para llevar a la Plaza del Sur la fruta, verduras, etc. En la calle Fuente del Real siguió trabajando y trabajando.

Mari Luz Álvarez Lago es sobre todo una mujer optimista, que siempre gozó de buena salud y que ha vivido con el principio vital hacer agradable la vida a los demás.

“De Combo a Fuente del Real” es un testimonio muy interesante de la vida de una mujer trabajadora escrita por ella misma. Es de lamentar que no contemos con más memorias de esta clase para que en el futuro no olvidemos como fue la vida de muchas de las protagonistas del pasado siglo XX.



María José Perrón dibuja los paisajes del concejo de Cangas del Narcea

En el concejo de Cangas del Narcea todavía encontramos parajes naturales y caminos como los que aparecen en esta obra

DEA BRIGANTIA, con este título presentó su último trabajo la canguesa consorte María José Perrón. Se trata de un cómic en pequeño formato, cuyos originales están trabajados a tinta y grafito. En sus páginas se funde lo real con la ficción, acercándonos a la mitología celta, y en el que aparecen rincones naturales del concejo de Cangas del Narcea. Tanto el guión como las ilustraciones son originales de la autora.


Portada cómic ‘Dea Brigantia’

María José, a pesar de la difusión a través de está página web del Tous pa Tous y en algunos programas de radio, no consiguió algún mecenas que le ayudase a publicar el cómic El Misterio de la Serpiente, cuya motivación principal a la hora de crearlo ha sido rendir un homenaje a Cangas y sus gentes. No obstante, decidió autofinanciar ella misma el proyecto y para ello retomó Dea Brigantia. La idea es que los beneficios obtenidos con esta publicación sirvan para financiar la de El Misterio de la Serpiente para que después de varios intentos, pueda ver la luz de una vez por todas, a principios del verano de 2015.

Este proyecto, que como hemos escrito está ligado a El Misterio de la Serpienteya se puede adquirir en la librería Treito de Cangas del Narcea.


 

El Misterio de la Serpiente, un cómic de María José Perrón con Cangas del Narcea como protagonista

Página nº 11 del cómic ‘El Misterio de la Serpiente’

En Cangas del Narcea el verano se presentaba tranquilo para Alberto y Ana, que pasaban unos días en la casa de sus abuelos. Pero la aparición de unos manuscritos antiguos les sacará del letargo. Analizar y descifrar qué misterio esconden les llevará a recorrer las calles, monumentos, plazas y lugares emblemáticos de la villa… aunque no son los únicos interesados en averiguarlo. ¿Qué esconden los documentos? ¿Serán capaces de descifrar estos jóvenes el Misterio de la Serpiente? ¿Por qué hay otras personas interesadas en poseer los manuscritos? Estos interrogantes son los que plantea María José Perrón en el cómic titulado “El Misterio de la Serpiente”, autora del guión original y de las ilustraciones.

La autora está buscando colaboración para publicar este cómic, cuya motivación principal a la hora de crearlo ha sido rendir un homenaje a Cangas y sus gentes. Los interesados en recibir más información o en contactar con María José puede enviarnos un mensaje a EL TOUS P@ TOUS.

Página nº 13 del cómic ‘El Misterio de la Serpiente’

Página nº 16 del cómic ‘El Misterio de la Serpiente’

Alejandro Casona en Chile en 1959: el éxito de ‘La casa de los siete balcones’

Antonio Fernández Insuela, Catedrático de Literatura Española de la Universidad de Oviedo, demuestra una vez más su gran interés por la figura de Alejandro Casona (Bisuyu / Besullo, 1903 – Madrid, 1965) en el artículo “Alejandro Casona en Chile en 1959: el éxito de La casa de los siete balcones“, recientemente publicado en Un libro para Ramón (Homenaje a José Ramón Saiz Viadero), volumen colectivo coordinado por el profesor José Manuel González Herrán y que Ediciones Tantín, de Santander, ha tenido la amabilidad de permitir su difusión desde el Tous pa Tous.



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“El tiempo baldío” de Alfonso López Alfonso, un libro imprescindible

altEl libro El tiempo baldío de Alfonso López Alfonso (Moncóu, 1977) recoge en una edición muy cuidada, realizada por Impronta, de Gijón, diecinueve artículos y relatos cortos, ya publicados en periódicos y revistas, que tienen como protagonista al pueblo de Moncóu y a sus vecinos, en especial a los de Casa Simón, que es la casa a la que pertenece el autor.

A Alfonso López Alfonso le interesan “las pequeñas historias de la gente, que muchas veces se ve envuelta y aplastada por el tiempo que le toca vivir”, y por ello ha dedicado su intensa labor como escritor a dar a conocer muchas de estas historias. En 2008 publicó ya un libro dedicado a Moncóu y su entorno humano, Camino de vuelta, y ha editado otros dos libros dedicados a periodistas comprometidos con su tiempo que acabaron muriendo exiliados en Francia en los años cuarenta: el cangues Gumersindo Díaz Morodo, “Borí” (Alrededor de mi casa. Crónicas canguesas, 1910-1928, Cangas del Narcea, 2009), y José Díaz Fernández (El cine y otras prosas de juventud, Gijón, 2011). Es colaborador habitual de las revistas Clarín y La Maniega, y del periódico La Nueva España. En 2007 obtuvo el Premio Internacional Miguel Hernández, que organiza el Ayuntamiento de Orihuela, por un artículo dedicado a Arturo del Hoyo, amigo y editor del poeta. Ha publicado la novela, El aliento en la nuca (2006).

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Alfonso López Alfonso y Marina Lobo, editora del libro, en Moncóu, junio de 2012

Los textos de El tiempo baldío constituyen la crónica del final de un mundo rural, y de la manera de entender y afrontar la vida por parte de los campesinos. Es una crónica escrita desde la percepción de un adolescente que se asoma a lo que él creía que era un mundo que nacía, pero que en realidad estaba agonizando. Son continuas las referencias al abuelo, a los padres jóvenes, a los hermanos mayores, a los tíos y a algunos vecinos, sobre todo a los ausentes, a aquellos que emigraron a Cuba, Argentina y en su mayor parte a Madrid. En muchos de estos recuerdos la fotografía adquiere un papel primordial como soporte para rememorar a personas, animales (por ejemplo, a la vaca Sevilla) y rincones.

“Conocí una aldea poblada y pujante – escribe el autor-, con sus ancianos habilidosos y sentenciosos, con sus jóvenes trabajando en la mina y en el campo. También he ido viéndola desaparecer, he visto a los viejos morirse y a los jóvenes mineros convertirse en privilegiados prejubilados algo desorientados. He visto las tierras de labor llenarse de zarzas y he visto a la maleza cegar los caminos. He visto vaciarse muchas casas. Me crié entre ganado y aprendí que las estaciones marcan los ritmos de la vida campesina. …”.

La crónica de Moncóu escrita por Alfonso López Alfonso es la crónica de cualquier pueblo del concejo de Cangas del Narcea en la segunda mitad del siglo XX. La diferencia con el resto está en la suerte que tuvo este pueblo del Río Rengos con este vecino, que ha dejado un testimonio escrito de su existencia.

El autor se diagnostica a sí mismo como un “enfermo de literatura”, por eso, que nadie espere encontrar en las páginas del libro menciones a estudios de antropología, sociología o geografía rural. No es esto lo que ofrece este libro. Para comprender su pueblo y sus emociones, Alfonso López Alfonso ha recurrido a la literatura, y son los escritores más universales los que le sirven para explicar sus propias vivencias y la vida de sus vecinos.

El libro rezuma nostalgia, cosa corriente cuando se habla de tiempos perdidos y de muertos a los que quisiste.

El tiempo baldío es una lectura imprescindible para todos los cangueses que quieran conocer mejor el alma de su concejo y para todos los amantes de la literatura.

ENLACE recomendado: Perico Simón