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Antonio Menéndez, el ciclista cangués que triunfó en ‘las tres grandes’

Antonio Menéndez con Jose Manuel Fuente en la Vuelta a España de 1974. ‘El Tarangu’ ganaba su segunda Vuelta gracias a la épica etapa con final en el Naranco en la que  ambos fueron los protagonistas.

Antonio Menéndez González, nace en Cangas de Narcea el 18 de agosto de 1946. Con diez años cumplidos, su familia se traslada a Granda, concejo de Gijón y es allí donde se inicia en el mundo del ciclismo.

UN GREGARIO DE LUJO

Fue ciclista profesional durante toda la década de los 70 en el siglo pasado. Un excepcional e imprescindible compañero de equipo en todas las escuadras donde militó por sus magníficas prestaciones en todas las disciplinas, pero sobre todo un gregario todo terreno para el mítico corredor asturiano José Manuel Fuente, El Tarangu del que fue compañero durante varios años en el equipo KAS. Fue lo que dirían los franceses un coéquipier de luxe. Su apodo en el mundo del ciclismo lo dice todo, “La Mulina”.

Un ejemplo de esto último lo tenemos en la Vuelta a España de 1974, con triunfo de El Tarangu en el Naranco. Antonio Menéndez venía tirando de Fuente, una vez que habían dado caza a un grupo en el que se encontraban Agostinho y Lasa rivales directos para el triunfo final del de Limanes. El cangués continuó tirando, con más fuerza si cabe, hasta mitad del Naranco. Menéndez cuenta que “Fuente quería que ganara yo y me lo repitió muchas veces, hasta que le convencí de que no me esperara porque se jugaba la Vuelta. Tenía yo razón porque a Agostinho en la crono final sólo le faltaron doce segundos para aventajar a Fuente”. El siguiente vídeo resume lo ocurrido en aquella vibrante etapa:

Pero todo esto no le privó de cosechar importantes triunfos a lo largo de su carrera profesional.

EQUIPOS

Menéndez en su primera temporada como profesional en 1970 con el equipo KARPY.

Su primer equipo profesional fue el KARPY (marca de licores) en 1970, la temporada siguiente militó en las filas de LA CASERA (equipo impulsado por el cub deportivo Peña Bahamontes) bajo la dirección deportiva de Miguel Moreno, regresando al año siguiente, en 1972, nuevamente al KARPY. Pero sería en la primera etapa del equipo KAS donde Menéndez militaría más años como profesional, 1973-75 KAS-Kaskol y 1976-77 KAS- Campagnolo.

El KAS fue un equipo ciclista español fundado en 1958 en Vitoria (Álava) y desaparecido en 1979, regresando en 1985 hasta 1988, fecha de su desaparición definitiva del ciclismo en ruta. Este equipo es recordado como uno de los equipos ciclistas más fuertes de los años 1960 y 1970.

Al desaparecer el equipo KAS, Menéndez vuelve durante una temporada con Miguel Moreno, su antiguo director deportivo en LA CASERA, durante una temporada al equipo cántabro TEKA, finalizando su carrera deportiva en 1979 en las filas del MOLINER-VERECO de Javier Mínguez.

LAS TRES GRANDES

Esta leyenda del ciclismo español corrió las Tres Grandes: Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta a España y en las tres saboreó las mieles del triunfo.

Tour de 1974. De derecha a izquierda: Velez (director), Lasa, Zubero, Melero, Aja, Carril, Martos, Menendez, Pesarrodona, Perurena. Nueva victoria en la ronda gala para el equipo KAS en esta clasificación que daba la vuelta de honor en el Parque de los Príncipes de París.

En el Tour de Francia de 1974, la fantástica escuadra de Antonio Menéndez, el equipo español KAS, ganaba la clasificación por equipos. Esto supuso que Menéndez junto a sus compañeros disfrutasen en París de la Vuelta de Honor en el Parque de los Príncipes. Además, su compañero Domingo Perurena se alzaría con el premio de la montaña en esta edición del Tour de Francia y otro compañero de equipo, López Carril, subiría al tercer cajón del pódium parisiense.

Fue este de 1974 uno de los años mágicos del equipo KAS. Nunca un equipo ha ganado las 3 clasificaciones por equipos en las tres grandes vueltas, excepto el KAS en ese año mágico. Pero es que además ganaron también por equipos en Suiza, Vuelta a Cataluña y País Vasco, además de en Aragón, Asturias, La Rioja, los 3 Días de Leganés y Mallorca. Y también se impusieron en las contrarreloj por equipos de la Vuelta a España, Dauphiné Liberé, Aragón y Asturias.

Giro de Italia de 1976. Menéndez entra en primer lugar por la línea de meta después de 222 kms en solitario consiguiendo el récord, todavía vigente, de la escapada más larga en la historia del Giro de Italia.

En el año 1975 Antonio Menéndez ganaba la etapa nº 11 de la Vuelta a España, 151 km entre Cambrils y Barcelona. En 1976 coparía todos los titulares de la prensa deportiva tanto española como italiana ya que realizaría su gran gesta por tierras itálicas. Sería el 31 de mayo, en la etapa también nº 11 entre Terni y Gabicce Mare cuando Menéndez entraría el primero por la línea de meta después de 222 kilómetros en solitario. Esta hazaña supone que todavía hoy en día, nuestro paisano pueda presumir de poseer el récord de la escapada triunfal más larga en la historia del Giro de Italia.

PALMARÉS

Aunque las mencionadas anteriormente puedan ser las proezas más destacadas de nuestro ciclista, no son las únicas. Entre sus éxitos y victorias, que no son pocas dado su carácter de hombre de equipo, podemos citar las siguientes:

  • Año 1970 (Karpy)

Consigue ser tercero en la Clasificación General de la Vuelta a Asturias y en el GP Nuestra Señora del Oro de Murguía (Álava) así como 5º en la Vuelta a Aragón. En cuanto a etapas este año gana la 3ª de la Semana Catalana de Ciclismo, es tercero en la 5ª del GP du Midi-Libre de Barcelona y quinto en el mismo tiempo que el primero, en la primera etapa entre Manresa y Tarragona de la Vuelta a Cataluña.

  • Año 1971 (La Casera-Peña Bahamontes)

Menéndez en 1971 cuando viste los colores de LA CASERA-Peña Bahamontes en su segunda temporada como profesional.

Este año corre su primera Vuelta a España terminando en el puesto 14º de la clasificación general. Entre sus rivales se encontraba el mítico Luis Ocaña (BIC) que terminaría 3º.

Gana el Trofeo San José-Iberdrola de Muelas del Pan (Zamora) y queda segundo clasificado en la general del Tour de Menorca. También consigue un 5º puesto de etapa en la Vuelta a Cantabria lo que le llevaría a quedar entre los diez primeros (9º) de la clasificación general. En la Vuelta Ciclista a Asturias consigue terminar 8º de la general. Junto a Vicente López Carril y a José Casas consiguió dar la sorpresa en Alcalá de Henares (Madrid), alzando a Asturias al tercer puesto en el Campeonato de España de fondo en carretera por regiones.

  • Año 1972 (Karpy)

Vuelve a correr la Vuelta España que este año ganaría José Manuel Fuente (El Tarangu). Menéndez finaliza la ronda española el 25º, un meritorio puesto si tenemos en cuenta que este año el que iba a ser su próximo equipo (KAS) había arrasado en la prueba metiendo a seis de sus corredores entre los diez primeros de la general. Su compañero de equipo en Karpy, el cántabro Gonzalo Aja, acabaría en 4ª posición. Impresionante la 12ª etapa, con salida en Zaragoza y llegada en alto a Formigal.

Caja de cerillas con la imagen de Menéndez cuando militaba en el equipo licor KARPY (años 1970 y 1972)

La subida fue una exhibición de fuerza de Fuente, que ganó la etapa por delante del segundo, Antonio Menéndez, y sacando casi nueve minutos al pelotón.

Dos terceros puestos en la clasificación general: Ruta-Criterium de San Sebastián (País Vasco) y Tour de Menorca. Además, se clasifica entre los diez primeros en la Vuelta a Segovia y en la Clásica de Primavera de Amorebieta (País Vasco). Respecto a victorias parciales logra ganar una etapa en la Vuelta Ciclista a La Rioja, tercero y cuarto en dos etapas de la Vuelta a Cataluña, y tercero también en la 5ª etapa de la Semana Catalana de Ciclismo entre Berga y Malgrat en la provincia de Barcelona. En el Campeonato de España por regiones, consigue junto a José Manuel Fuente y Vicente López Carril el subcampeonato para Asturias. En esta prueba Menéndez tuvo la desgracia de sufrir un inoportuno pinchazo que de no haber ocurrido hubiese puesto las cosas muy difíciles al equipo de Guipúzcoa, a la postre vencedor del campeonato.

  • Año 1973 (KAS-Kaskol)

Cromo de Menéndez de su primera temporada en el equipo KAS en 1973.

Es el año de su primer Tour de Francia en el que realiza un importante papel como gregario. No obstante, en la primera etapa queda clasificado en octava posición terminando la ronda gala en el puesto 40º. El triunfo en la general fue para el español Luis Ocaña a quien acompañó ocupando el tercer cajón del pódium el compañero de equipo de Menéndez y también asturiano, José Manuel Fuente.

Por otro lado, el audaz ciclista cangués consigue el segundo puesto en el GP de Vizcaya y también en la Ruta-Criterium de Caboalles de Abajo por detrás de Domingo Perurena. Además, gana la 3ª etapa de la Vuelta a Cantabria y la 4ª en la Vuelta Ciclista a Cataluña entre Badalona y Calonge (Gerona). En el Campeonato de España por regiones para profesionales celebrado en Cuenca vuelve a representar a Asturias, esta vez junto a López Carril y Balagué, consiguiendo la tercera posición. 

  • Año 1974 (KAS-Kaskol)

La Vuelta a España de 1974 contó con los tres primeros del Tour de Francia del año anterior: Ocaña, Thevenet y Fuente que esta vez se llevaría el gato al agua con la inestimable ayuda de Menendez que se le ve en la fotografía guardando las espaldas de su líder.

Segundo Tour de Francia de Antonio Menéndez en el equipo KAS en el que logran el segundo puesto en la contrarreloj por equipos celebrada en Harelbeke (West-Vlaanderen), Bélgica. Este año el Tour lo gana Eddy Merck a quien acompañó ocupando el tercer cajón del pódium el compañero de equipo de Menéndez, Vicente López Carril. El cangués ocuparía el puesto 54º en la clasificación general.

Tercera Vuelta a España del cangués en la que repite su 14º puesto del año 71 pero, esta vez en las filas del KAS que volvió a arrasar en la ronda española con cinco corredores entre los diez primeros. Entre ellos, José Manuel Fuente ganador de la prueba y el tercer puesto para otro compañero de Menéndez, Miguel María Lasa. Lógicamente el KAS se hizo con la clasificación general por equipos.

López Carril, Esparza y Menéndez en el pódium del Campeonato Nacional de Ciclismo en Ruta celebrado en Mieres en 1974.

En cuanto al resto del calendario nacional fueron varios los éxitos del cangués este año. Resultó ganador en dos clásicas, el GP de Vizcaya y del GP de Llodio, también en el País Vasco. Medalla de bronce en el Campeonato Nacional de Ciclismo en Ruta celebrado en Mieres (Asturias) y en la Prueba de Villafranca de Ordizia (País Vasco). En la Semana Catalana de Ciclismo fue el primero en la Clasificación Final de Esprints. Y por último hay que destacar la excelente Vuelta Asturias que llevó a cabo en la que terminó en quinta posición después de haber ganado tres etapas (una de ellas contrarreloj por equipos), la clasificación de la montaña y el segundo puesto en la combinada.

  • Año 1975 (KAS-Kaskol)

Equipo KAS de 1975. Antonio Martos, Carlos Ocaña, Antonio Menendez, Carlos Melero, José Pesarrodona, Juan Zurano, Javier Elorriaga, Francisco Javier Galdeano, Jaime Huelamo, José Nazabal, Miguel Maria Lasa, Sebastián Pozo, Juan Manuel Santisteban, José Manuel Fuente. Antón Barrutia, Vicente López Carril, Domingo Perurena, José Antonio González Linares, José Grande, Francisco Galdós, Andrés Oliva, Tomás Nistal, Gonzalo Aja, José María Basualdo, Eusebio Velez.

Es el año de su tercer Tour de Francia y aunque tuvo que abandonar después de más de 20 etapas, hay que destacar su labor tanto en Pirineos con en Alpes. En dos de las etapas que pudo disputar quedó entre los 15 primeros.

También en Francia esta temporada participa en el Tour de Corcega (Ronde van Corsica) donde consigue la victoria de la 3ª etapa en Ajaccio de 155 km, y en la Ruta-Criterium de Saint-Tropez (Provence-Alpes-Cote d’Azur) en la que llega en segunda posición.

En su cuarta participación en una edición de la Vuelta España, Antonio va a conseguir su primera victoria de etapa. Sería el 3 de mayo en la etapa nº 11 de 151 km, entre Cambrils (Tarragona) y Barcelona. Sus compañeros de equipo Perurena y Lasa serían segundo y tercero respectivamente en la Clasificación General Final y además, su escuadra (KAS), volvería a hacerse con la Clasificación por Equipos.

Completa el resto de la temporada con un segundo puesto en el GP de Llodio donde había vencido el año anterior, un tercer puesto en la Ruta-Criteriun de La Rua (Valdeorras, Orense) y un más que digno décimo puesto en la general de la Vuelta Ciclista a Cataluña. Repite participación en el Campeonato de España por regiones con los mismos compañeros de la temporada anterior, López Carril y Luis Balagué. Asturias fue la revelación consiguiendo un meritorio segundo puesto ya que Balagué tuvo que abandonar a mitad de carrera.

  • Año 1976 (KAS-Campagnolo)

Tour de Francia de 1976. En la imagen algunos de los grandes protagonistas: Menéndez (KAS) en primer plano, Van Impe con el maillot de la montaña, Thevenet, Maertens con el maillot verde, más atrás Baronchelli y Ocaña.

Cuarto Tour de Francia en el que participa nuestro corredor. Un segundo puesto en la etapa nº 12 de 205 km en Le Barcarès (Languedoc-Roussillon), dos sextos puestos en las etapas 15ª de 195 km entre Saint-Lary (Pirineos) y Pau (Aquitaine) y 19ª  de 220 km con final en Tulle (Limousin), así como un octavo puesto en otra larga etapa de 209 km que partía de Luxenburgo y meta en Nancy (Francia) le auparían al puesto 27º en la clasificación final de esta edición del Tour de Francia.

Pero el año 76 destaca en la carrera profesional de Menéndez como el año de su primer Giro de Italia. Como ya hemos dicho, el año de su debut en esta prueba consumó una hazaña que hoy en día sigue vigente, el récord de la escapada más larga en la historia del Giro de Italia. Fue en la etapa nº 11 entre Terni y Gabicce Mare cuando Menéndez alzaría los brazos en la línea de meta después de 222 kilómetros en solitario y aventajando al segundo, el belga Rik Van Linden, en casi trece minutos. Este sería el mejor homenaje que nuestro campeón podía brindar a su infortunado compañero de equipo, el cántabro José Manuel Santiesteban que había fallecido en Catania el 21 de mayo en la 1ª etapa de este Giro, tras una caída gravísima que le produjo un traumatismo craneal del que no se pudo recuperar. Después del ‘palo’ de Santisteban, el equipo KAS a punto estuvo de abandonar en bloque, pero tratan de buscar esa victoria para brindársela a su compañero. Como ya he dicho, Menéndez lo consigue en la 11ª, más tarde, lo hará Nazabal en la 19ª. Al final marchan del Giro muy tristes, pero con la cabeza muy alta, pues Andrés Oliva gana la Montaña y el joven Juan Pujol es décimo.

Este año, tras sus participaciones en Giro de Italia y Tour de Francia, Menéndez no participaría en la Vuelta España. Pero esto no sería inconveniente para alzarse con un nuevo triunfo del panorama nacional. Vence en la Ruta-Critérium de Laredo (Cantabria) imponiéndose a su compañero Domingo Perurena y a su paisano asturiano Luis Alberto Ordiales, segundo y tercero respectivamente.

  • Año 1977 (KAS-Campagnolo)

Antonio Menéndez junto a Eddy Merckx en el Tour de Francia de 1977.

Esta será su última temporada en el equipo KAS. De las tres grandes sólo participa en el Tour de Francia donde realizará un excelente trabajo para llevar a su compañero Francisco Galdós al cuarto puesto de la clasificación general. Prueba de ello son sus actuaciones en las cinco etapas disputadas en los Alpes, siendo el 10º clasificado en Morzine. Fue una edición muy dura en la que de un centenar de corredores que tomaron la salida sólo llegaron a París la mitad, entre ellos Menéndez en el puesto 45º.  

Aunque como ya he dicho este año no participa en Giro y Vuelta a España, sí lo hace en la Vuelta a Suiza donde en la 9º etapa consigue pasar en segundo lugar por la línea de meta de Effretikon (Zurich) a rueda de Bruno Wolfer que corría en casa.

Antonio Menéndez en 1977, su última temporada en el equipo KAS.

En cuanto al calendario nacional hay que destacar la gran Vuelta a Aragón realizada por Antonio donde consigue un segundo puesto en la contrarreloj de Zaragoza y un quinto en la etapa entre Molina de Aragón y Calatorao obteniendo así, la décima posición en la Clasificación General de la ronda aragonesa. En Asturias se lleva el primer premio de la Clasificación General de Esprints en la Vuelta a los Valles Mineros. En Navarra se hace con el tercer puesto en la prueba de ruta en carretera del GP Pascuas (Circuito de Pascuas) de Pamplona. Importante su actuación en el País Vasco donde termina 7º de la General en la Vuelta al País Vasco y 7º también en el GP de Vizcaya. En Madrid es segundo en el Trofeo Elola, Madrid-Jarama, por detrás de otra leyenda asturiana, Jesús Suárez Cuevas vencedor de la prueba y es décimo en la Clasificación General Final de los Tres Días de Leganés. Otra cita de esta temporada la tuvo en la vecina localidad leonesa de Caboalles de Abajo donde cosechó un tercer puesto. Como venía siendo habitual, participa en el Campeonato de España por regiones, este año formando el equipo asturiano con López Carril y Cima. Pese a que Menéndez no llegó a esta prueba en su mejor momento y tuvo que abandonar, Asturias se clasificó tercera.

  • Año 1978 (Teka)

Menendez vistiendo la equipación de su nueva escuadra (TEKA) en la temporada 1978.

Será el año de los últimos Giro a Italia y Tour de Francia de Menéndez, ahora en un nuevo equipo, el TEKA.

Estamos ante el primer Tour de Francia de los cuatro que ganaría el francés Bernard Hinault y estamos también ante la mejor clasificación de nuestro paisano en la prueba reina del ciclismo mundial, puesto 18º en su sexto Tour de Francia. Menéndez sería por primera vez el primer clasificado de su equipo en esta prueba. Hay que destacar la gran etapa realizada entre Morzine (Alpes) y Lausanne (Suiza) donde terminó 6º por delante de corredores de la talla de Sean Kelly y Bernard Hinault.

En la ronda italiana, si bien nuestro protagonista quedó clasificado muy lejos de la maglia rosa, fue el tercer español en la Clasificación General al término de la prueba en Milán. Un Giro de Italia muy duro en la que de 130 corredores sólo consiguieron terminar 90.

En España consigue la medalla de bronce en el Campeonato Nacional de Ciclismo en Ruta que se celebró en Caboalles de Abajo (León) repitiendo la gesta del año 74. Es segundo en la Clásica de Sabiñánigo (Huesca) y en la Prueba de Villafranca de Ordizia (País Vasco), cuarto en la Vuelta a Vinaroz (Castellón) y octavo en el Trofeo Masferrer de Sitges (Barcelona). Además, en Cataluña es segundo en la contrarreloj por equipos en la 1ª etapa de la Semana Catalana celebrada en Martorell y cuarto en la 1ª etapa de la Vuelta Ciclista a Cataluña disputada entre Sitges y Espluga de Francolí (Tarragona). En Asturias sería el vencedor en la 2º etapa de la Vuelta a los Valles Mineros disputada entre Blimea y Avilés y segundo clasificado en la 5ª etapa de la Vuelta Ciclista a Asturias en Luarca.

  • Año 1979 (Moliner-Vereco)

La última temporada de Antonio Menéndez como ciclista profesional será en 1979 que ficha por el equipo Moliner-VERECO.

Es el año de la despedida como ciclista profesional de Antonio Menéndez González, “La Mulita”. Y se despide en un nuevo equipo, el Moliner-Vereco, bajo el mando del afamado director deportivo Javier Mínguez. Después de tres temporadas sin participar en la ronda española por los compromisos en Giro de Italia y Tour de Francia, Menéndez vuelve a la Vuelta a España que en esta edición se disputaría entre Jerez de la Frontera y Madrid.

Fue ésta una edición bastante polémica que incluso estuvo a punto de no llegar a disputarse al renunciar a continuar organizándola el diario El Correo Español-El Pueblo Vasco tal y como venía haciendo desde la edición de 1955. La entrada de la agencia de publicidad Unipublic, junto a los patrocinios de la firma de ropa vaquera Lois y de la ciudad de Jerez de la Frontera, lograría sin embargo la continuidad de la gran ronda española. Además, los ciclistas hicieron una huelga en la etapa con doble sector por considerarla demasiado dura finalmente disputándose a un ritmo lento.

Un segundo puesto en la etapa 12ª entre Pamplona y Logroño en el mismo tiempo que el vencedor, el belga Frans Van Vlierberghe y sacándole más de dos minutos al tercero y un quinto en la etapa 15ª entre Gijón y León, fueron los mejores resultados de Menéndez en su última Vuelta a España que al final acabaría en el puesto 40º de la clasificación general.

Pero la gesta indiscutible de Menéndez en esta edición de la ronda española la realizó en la 4º etapa disputada entre Granada y Puerto Lumbreras (Murcia), de 222 km de recorrido. Esta jornada tuvo un héroe en el ciclista de Cangas del Narcea, quien protagonizó una escapada en solitario de 202 km. Nuestro especialista en escapadas en solitario ha protagonizado varias de este tipo en su larga carrera profesional (una de ellas que ya hemos descrito le supuso record y un triunfo en el Giro de Italia de 1976), saltó en el km 6, después de dos o tres intentos de fuga, que fueron rápidamente abortados. A medida que se aproximaba al puerto de la Mora, puntuable de tercera categoría, fue adquiriendo ventaja y en sus primeras rampas se presentó con un minuto y medio de ventaja sobre el pelotón. La intensa bajada facilitó el rodar del cangués, que llegó a adquirir una diferencia superior a los diez minutos en el kilómetro 127. Y así, en solitario, avanzó hasta cerca de la meta murciana.

Los veinte km finales de la etapa fueron de ciclismo puro. Con continuos ataques y contraataques por el grueso pelotón para dar caza al esforzado ciclista cangués. Todos contra Menéndez, que con el viento de costado y más de doscientos km en solitario sobre sus piernas, cuando ya tenía a la vista Puerto Lumbreras a 14 km de meta, fue alcanzado.

En su última temporada como profesional Antonio también participó en la Vuelta a Andalucía-Ruta Ciclista del Sol donde término en un meritorio 13º puesto.

CLUB CICLISTA “LOS TRES”

En su larga trayectoria, el Grupo Ciclista “Los Tres”, pionero en España del cicloturismo y de las escuelas ciclistas, ha organizado numerosas carreras, campeonatos, escuelas de ciclismo y salidas cicloturistas que aún realizan sus socios en la actualidad.

Se constituye en Gijón en el año 1972 en torno al Bar Chamartín (Calle Menéndez Pelayo) y al Garaje Amieva (propiedad de José Antonio Amieva, entrenador nacional de ciclismo) ambos en el barrio de La Arena, como homenaje a los tres ciclistas asturianos más destacados de la época: José Manuel Fuente ‘El Tarangu’, Vicente López Carril y el cangués Antonio Menéndez González.

Es curioso porque a diferencia de otros muchos clubes y peñas ciclistas de la época que tomaban el nombre de un único ciclista destacado, éste estaba dedicado a los tres campeones asturianos. Los tres ciclistas, además, vivían en Gijón, en los barrios de La Arena y El Coto y militaron juntos en el KAS durante varios años.

En abril de 2016 se celebró en Gijón una exposición relacionada con la tradición ciclista de la ciudad en la que estuvo expuesta una de las bicicletas de Menéndez.

Por aquel entonces, el único de ‘los tres’ que estaba consolidado como figura del ciclismo era Fuente, que ya había ganado una Vuelta a España y había destacado en el Giro de Italia. Los otros dos, que también eran ciclistas profesionales, no tardarían en sobresalir. Fuente conseguiría ganar la Vuelta a España en dos ocasiones, un tercer pódium en el Tour de Francia, donde aún recuerdan sus mano a mano con Luis Ocaña, y papeles destacados en cuatro Giros italianos donde sus duelos con Felice Gimondi y Eddie Merckx hicieron las delicias de los aficionados. López Carril también lograría un tercer puesto en el Tour de Francia y ser campeón de España de fondo. Por su parte, Menéndez aún conserva el récord de la escapada más larga del Giro de Italia: 222 kilómetros en solitario. Sin duda, los días más gloriosos del ciclismo asturiano habían estado en la época de Fuente y en el final de los también históricos Vicente López Carril y Antonio Menéndez.

 

En la actualidad, de una u otra manera, Antonio Menéndez sigue vinculado al ciclismo. En la imagen lo podemos ver a la dcha. de la ex-alcadesa de Gijón en una exposición sobre la tradición ciclista en la ciudad en 2016.

En definitiva, después de leer este detallado estudio sobre la carrera profesional de Antonio Menéndez, a nadie le puede quedar duda alguna de que estamos ante una leyenda del ciclismo asturiano y por qué no decirlo, del deporte de las dos ruedas en España. Este cangués es uno de esos grandes deportistas que, en palabras de personas que le conocen bien, “han sabido convertirse en ciudadanos normales con una naturalidad pasmosa”. Un orgullo para Cangas del Narcea, un modelo a seguir por todas nuestras jóvenes promesas en este deporte y un ejemplo para todos los que respetamos y admiramos a estos héroes de la carretera.

Higinio González, un ciclista cangués en la época de Bahamontes

Higinio González en un reportaje de Luis Pasamontes para turismoasturias.es.

El cangués Higinio González, fue un ciclista independiente que corrió la Vuelta Ciclista a Asturias de 1955 y 1956 ante los legendarios ciclistas españoles Federico Martín Bahamontes y Bernardo Ruiz Navarrete, entre otros, gracias a  unos días que le dejaron de descanso en la mina, de ahí que se le conociera en el mundo de la bicicleta en Asturias como “El Mineru”.

Entre el 14 y el 20 de junio de 1955 se celebró la IX Vuelta Ciclista a Asturias con un recorrido de 1.100 km que se disputaron en 7 etapas de las que dos de ellas recorrerían parajes cangueses: la tercera con salida en Gijón y final en la villa de Cangas del Narcea pasando antes por Oviedo y Tineo, y la cuarta que partiría de Cangas hacia Luarca para, por la carretera de la costa, terminar en Avilés.

La ronda asturiana en sus dos ediciones anteriores había adquirido gran prestigio, mereciendo la calificación internacional y de selección para el campeonato nacional de fondo en carretera.  En la edición de 1955 llegaron a participar tres equipos extranjeros: uno francés, otro italiano y uno más belga-holandés. También destacaría este año, por primera vez, una gran caravana publicitaria en la que participaron numerosos vehículos de marcas industriales y comerciales.

Titulares en la prensa nacional tras el final de la Vuelta Asturias de 1955 destacando la proeza de Higinio González.

El ganador final sería uno de los mejores ciclistas profesionales de la historia, Federico Martín Bahamontes. Una vez más, hacía honor a su apodo, “el águila de Toledo”, volando por las carreteras asturianas. En la penúltima etapa dio toda una exhibición de ciclismo y se escapó nada más dar la salida en Oviedo. En el primer paso por Mieres ya sacaba más de un minuto al pelotón y después de ascender el mítico puerto de Pajares primero y La Colladona después, llegaba a la meta de Mieres con una ventaja de cinco minutos sobre sus inmediatos perseguidores. Una impresionante etapa que al día siguiente le llevaría a lo más alto del pódium.

La prensa nacional titulaba “Bahamontes ganó la Vuelta a Asturias”, pero lo curioso es que este titular iba acompañado del siguiente subtítulo: “Un picador minero, aficionado, acabó la prueba en el puesto cuarenta y dos”.

Y es que en el puesto 42º de la Clasificación General final figuraba Higinio González, picador minero en las minas de Cangas del Narcea, que corría por pura afición, y que al final, tras su gran gesta, obtuvo un premio de tres mil pesetas y un mes de vacaciones que le había ofrecido su empresa minera si terminaba la carrera.

 

ENTREVISTA [publicada en PURO CICLISMO (17/05/2019)]

Miguel del Mortirolo es el creador de PURO CICLISMO, diario online de ciclismo, que desde el año 2010 intenta mostrar la otra cara del ciclismo, aquella que no se ve por la televisión y en el que las entrevistas tienen un gran peso específico en su contenido. Durante la pasada Vuelta Ciclista a Asturias 2019 conoció a Higinio González en Cangas del Narcea, quien le estuvo relatando parte de su vida ciclista.

Corrió dos Vueltas a Asturias y varias clásicas a mediados de los años cincuenta. En estas pruebas compitió contra: Federico Martín Bahamontes (El Águila de Toledo), Jesús Loroño Arteaga, Fernando Manzaneque Sánchez (Manzaneque de la Mancha), Julio Jiménez Muñoz (El Relojero de Ávila), Bernardo Ruiz Navarrete (El Pipa), …

A la derecha, Higinio González con los tubulares de repuesto a la espalda. Año 1955 ó 56.

Higinio llegaba muy bien a las etapas y nunca tuvo una pájara. Aunque nunca sufrió pinchazo alguno, una vez durante una etapa de la Vuelta a Asturias se le salió un tubular: “veníamos de Llanes a Gijón, eran ciento sesenta y algo de kilómetros. En Gijón, encima de la playa, hicimos un circuito de unas veinticinco vueltas y ganó un italiano. En Villaviciosa iba delante con otros doce ciclistas, traíamos dos minutos más o menos, y bajando se me salió el tubular de atrás, tuve que deshincharlo para poder colocarlo bien, porque sino me era imposible ponerlo. Para pegar los  tubulares usaba cinta, pero tuve la suerte de coincidir ese día en Gijón en el hotel, con un mecánico de un equipo italiano, y me dio un tubo de pasta para que se lo echara a los tubulares, y desde esa no se me volvió a despegar ninguno”.

En aquella época, como nos enseña en la foto, tenían que llevar los tubulares a la espalda.

Higinio me sigue comentando que “como avituallamiento solía llevar un filetín, cortadito para poder comerlo. También llevaba turrones de azúcar, que había cuadrados. Además llevaba fruta escarchada, de pera o de melocotón”.

Palacio de Omaña en la actualidad

El palacio de Los Omaña de la villa de Cangas del Narcea

Pelayo Fernández Fernández

En la plaza de la Iglesia de la villa de Cangas y en las inmediaciones de su templo parroquial se erige el palacio de los Omaña, uno de los más conocidos de esta villa. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1981 y Bien de Interés Cultural en 1992. Lo adquirió el Ayuntamiento de Cangas del Narcea en 2006-2007 para convertirlo en Casa de Cultura.

 Palacio de Omaña en la actualidad

Palacio de Omaña en la actualidad

El linaje de los Omaña fue muy poderoso e influyente en el occidente de Asturias y en el norte de la provincia de León (comarcas de Babia, Laciana y Las Omañas). La casa parte del infante García de León, hijo del rey Fernando II de León, que recibió en herencia el territorio de Las Omañas. A partir de 1369 miembros de este linaje empezaron a asentarse en Asturias llegando como criados de sus señores, los Quiñones. Durante la Edad Moderna adquirieron grandes propiedades y privilegios, siendo señores del concejo de Cudillero y tenían posesiones en Pravia, Santianes, Agüería y Oviedo. En el concejo de Somiedo fueron dueños de El Coto y en el de Candamo del pueblo de Valdemoro. También tenían derechos de enterramiento en la iglesia de San Isidoro de León. Su casa principal era este palacio de la plaza de la Iglesia. En la misma villa de Cangas también tenían otro solar con bodega en la calle Mayor.

Los Omaña fueron patronos del Hospital de Nuestra Señora de los Remedios construido en 1585, en la calle Mayor de la villa de Cangas, por los canteros Toribio de Bada, vecino de Llanes, y Toribio de Castro, vecino de Nueva de Llanes, cuya capilla aún sigue en pie y hoy día hace las funciones de salón parroquial. De ella procede la imagen del Cristo de la Salud de la iglesia parroquial del Cangas del Narcea, una de las muestras más destacadas de la escultura quinientista asturiana. También esta familia tenía dotadas algunas sepulturas en la antigua iglesia de Cangas, templo de estilo románico demolido en 1642 para construir la nueva colegiata, ya que desde mediados del siglo XVI se habían constituido como los más celosos promotores de esta iglesia y de las obras piadosas de la villa. El testamento de Arias de Omaña el Negro (1555) favorecía a la parroquia con 400 ducados para ornamentos y asignaba otros 600 para la fundación del mencionado Hospital, con la condición que se le asignase un lugar de enterramiento delante del altar mayor de la iglesia. Tenían otra casa en La Rozadiella/La Rozadiel.la, parroquia de Arganza (Tineo/Tinéu), construida en 1646 por el maestro de obras Juan Díez de Guiana, vecino de Cardoso (Llanes), y en cuya capilla lucen esplendidos retablos de los siglos XVII y XVIII hechos por Juan García de Ascucha y Antonio López de la Moneda (casa particular no visitable).

Puerta principal del palacio

Puerta principal del palacio

Algunos miembros ilustres de esta casa fueron Lope de Omaña (Cangas de Tineo, 1593), señor de la casa de Omaña y de los lugares de Clavillas, Valcárcel, La Bustariega, entre otros, que entroncó gracias a su enlace con Catalina Queipo de Llano con la casa de los Queipo de Llano. Arias de Omaña y Queipo de Llano (1616) ingresó en la orden de Santiago en 1639 y fue padre del ilustrísimo Benito de Omaña (Cangas del Narcea, 1650 – Jaén, 1712), colegial mayor de Santa Cruz de Valladolid, catedrático en esa universidad y en la de Granada, pasando después a Roma como auditor del Tribunal de La Rota en 1701, de donde regresó a España para dirigir la diócesis jiennense en 1708. En 1711 donó al santuario del Acebo una custodia de plata (hoy día en el Museo de la Iglesia de Oviedo), una de las piezas de orfebrería más carismáticas del concejo de Cangas del Narcea. A través de diversos matrimonios entroncaron con las casas de Quirós y Tineo, siendo el último miembro de esta casa Pedro de Salas Quiñones Suárez Miranda, que murió sin descendencia a mediados del siglo XIX nombrando como heredera de sus bienes a su esposa Ramona Valdés de los Ríos Bazán, la cual a su muerte se los dejó a su sobrina nieta Rafaela de los Ríos, que se casó con el conde de Revillagigedo.

El palacio de Omaña, con el de Sierra-Pambley en la calle de La Fuente, es uno de los más antiguos de la villa de Cangas del Narcea. Gracias a los documentos conservados en el Archivo Histórico de Asturias conocemos su proceso constructivo. La historia del palacio partiría de una casona del siglo XV que tendría el escudo que hoy vemos en la fachada principal del palacio que en uno de sus cuarteles muestra las armas de los Quiñones, que a partir de 1369 empiezan a asentarse en Asturias. Esta casona fue ampliada en 1615 con la edificación de la primera torre «de debajo de la casa del dicho Lope de Omaña con las puertas y ventanas necesarias», por orden de Lope de Omaña y realizada por el cantero Juan de la Fuente, natural de Omoño, municipio de Ribamontán al Monte, Merindad de Trasmiera (Cantabria), y por el carpintero Juan de Torres, estante en la villa de Cangas, que es la torre derecha (a nuestra izquierda) del palacio. En 1616, el arquitecto Baltasar de Velasco, vecino de Suesa, Merindad de Trasmiera, construyó una pared «hacia el medio día pegada con su torre hacia la parte del vendaval», según la traza y condiciones hechas por Domingo de Vélez de Biloña, que a nuestro juicio es la fachada principal del palacio. En estos momentos el palacio tendría la estructura característica de la primera mitad del siglo XVII con un único cuerpo de dos pisos y una torre esquinera.

Ventana de la torre izquierda con decoración renacentista

Pero en 1651, Lope de Omaña decidió modernizar el inmueble con la construcción de una segunda torre y adaptar el palacio a los nuevos gustos del momento siguiendo el modelo de palacio barroco español con dos torres esquineras. Las obras fueron diseñadas y ejecutadas por el arquitecto Domingo Martínez de Palacios, vecino de Noja (Cantabria), padre del arquitecto Francisco de Palacios, que se comprometió no solo a construir la torre sino a acabar el cuarto arrimado a la casa de la parte del río y construir un zaguán con dos puertas por donde se accedería a un aposento en la torre y a la zona de caballerías. En el segundo cuerpo de este zaguán se harían otras dos puertas para entrar a «las salas vieja y nueva» y una ventana con balcón en medio de la pared que mira a la iglesia con su cornisa en la parte de abajo (no conservada). En 1653 se modificó el patio con la construcción del corredor alto y bajo y la escalera de acceso interior pegada a la antigua bodega hasta el primer piso, a través de una portada en forma de arco por donde partiría la escalera. Esta obra fue hecha por el carpintero Pedro Rodríguez Carballo, vecino de Corias, el cual también hizo el antepecho de dicha escalera con sus respectivos balaustres, así como todo el suelo de madera del primer piso y desván. El dicho corredor llevaría siete columnas ochavadas y todos los balaustres torneados, soleras y antepechos necesarios.

Columnas del patio del palacio, de 1653

El palacio fue reformado en 1846 por el último miembro de esta familia, Pedro de Salas Quiñones Suárez Miranda. En el dintel de la ventana de la fachada principal se lee: «SE REEDIFICO/ESTA CASA POR EL/SR. D. PEDRO SALAS OMAÑA 1846». Finalmente, la reforma más llamativa se efectuó en 1923 por José María Díaz López «Penedela» (Penedela, Ibias, 1870-Cangas del Narcea, 1934), alcalde de Cangas del Narcea entre 1913 y 1923, mientras residía en esta casa. Se añadieron el mirador colocado a la derecha de la portada principal, las ventanas gemelas que hay debajo de él y las puertas abiertas en la parte inferior de las torres.

El aspecto del palacio anterior a esta última reforma se ve en una fotografía realizada por Luis Muñiz Miranda y publicada en Asturias, obra dirigida por Octavio Bellmunt y Fermín Canella, en 1894. Nos encontramos ante un fachada formada con un cuerpo apaisado de dos alturas entre dos torres con una portada principal en arco de medio punto y con un despiece radial de dovelas enmarcada por un alfiz como se ve en muchas de las iglesias del concejo (Carballo/Carbachu, Gedrez/Xedré, Naviego/Naviegu, etc.). Sobre ella se abre una ventana cuadrada con sendos escudos a sus lados. En las torres hay dos ventanas enmarcadas por sillería, la de la izquierda con decoración tallada de estilo renacentista. Es curiosa la decoración del dintel con dos leones en las esquinas y una torre en el centro entre ornamentación vegetal.

Escudo con las armas de los Quiñones y epigrafe

En el interior del palacio se conservan las columnas del piso bajo del patio (de 1653) coronadas por capiteles de inspiración jónica en torno al cual se distribuyen las dos crujías laterales a oeste y oriente, cuyas habitaciones están muy alteradas por la reforma contemporánea. Por el costado sur, la fuerte pendiente del terreno impidió levantar una tercera crujía.

Escudo con las armas de los Omaña, labrado por Pedro Sánchez de Agrela en el siglo XVII

El escudo más antiguo del palacio, según Francisco Sarandeses, es el de la parte superior (muy deteriorado) y muestra las armas de los Quiñones como ya quedó dicho. El escudo central fue hecho en el segundo tercio del siglo XVII por el escultor Pedro Sánchez de Agrela (San Pedro de Mor, Lugo, hacia 1610-Cudillero, 1661), iniciador de la actividad escultórica local, y muestra las armas de los Omaña con una banda engolada en dragantes con cinco armiños, tres encima de la banda y dos debajo de ella y con el lema de este linaje: «QUIEN SIGUIERE AL SEÑOR TENDRA ESFUERÇO E QUITO DE TODO TEMOR».

Escudo con las armas de los Quirós y Tineo

El escudo situado a la derecha de la portada muestra las armas de los Quirós con dos llaves enlazadas por anillos bajos; tres lunetes en palo a cada lado de las llaves y tres lises de oro, una en jefe y otra bajo cada palo de lunetes. En la parte inferior las armas de Tineo con un pino y dos cabras, con cuatro veneras, dos a cada lado del árbol. Linajes entroncados con los Omaña, el primero con el matrimonio a mediados del siglo XVI de Ares de Omaña y María Rodríguez de Quirós; y con los Tineo en 1639 con el matrimonio de Arias de Omaña Queipo de Llano, nieto de dicha María Rodríguez de Quirós, con Catalina de Tineo y Tovar. Este escudo, por tanto, es posterior a 1639 y acaso se hizo con la reforma de 1651. Por su parte, el escudo de la izquierda muestra los emblemas de los Queipo de Llano con tres bandas y tres flores de lis con la que la casa de Omaña entroncó en 1606 con el matrimonio de Lope de Omaña y Catalina Queipo de Llano y Valdés.

Escudo con las armas de los Queipo

Ala norte (fachada principal) del palacio de Ardalí.

Guía de palacios y casonas del concejo de Cangas del Narcea. El Palacio de Ardaliz / L’Ardalí

Después de hacer la Guía artística de Cangas del Narcea. Iglesias, monasterios y capillas, escrita por Pelayo Fernández Fernández, el Tous pa Tous ha emprendido la tarea de realizar una guía de palacios y casonas del concejo de Cangas del Narcea. El encargado de esta tarea es el mismo Pelayo Fernández. Hoy, adelantamos una muestra de su trabajo de documentación. Se trata del Palacio de Ardaliz / L’Ardalí, que perteneció al poderoso linaje de los Queipo de Llano. Gracias a su investigación, Pelayo Fernández nos desvela su fecha exacta de construcción, el nombre del maestro cantero que lo levantó, su procedencia y más cosas de interés.

EL PALACIO DE ARDALIZ / L’ARDALÍ

PELAYO FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ

El palacio de Ardaliz y el pueblo de Pixán

El palacio de Ardaliz y el pueblo de Pixán

La casa de los Queipo de Llano de Ardaliz/L’Ardalí, en la parroquia de Limés / L.lumés, fue fundada hacia 1600 por Diego García de Tineo y Llano (nacido en Cangas del Narcea, hacia 1570), colegial de San Pelayo de Salamanca, regidor de la villa de Cangas y miembro de uno de los linajes más poderosos de su tiempo en Asturias y España. Sus padres fueron Juan Queipo de Llano el Mozo, natural de Cangas, y Catalina de Valdés, natural de Salas y sobrina de Fernando de Valdés Salas (Salas, Asturias, 1483 – Madrid, 1568), Inquisidor General, arzobispo de Sevilla, presidente del Consejo de Castilla y fundador de la Universidad de Oviedo. Y su hermano Fernando de Llano y Valdés (Cangas del Narcea, 1575 – Madrid, 1639) fue arzobispo de Granada, presidente del Consejo de Castilla y fundador en 1639 de la colegiata (hoy, iglesia parroquial) de Santa María Magdalena en la villa de Cangas del Narcea.

Ala norte (fachada principal) del palacio de Ardalí.

Ala norte (fachada principal) del palacio de Ardalí.

Diego García de Tineo se casó con Teresa Pérez de Navia y en 1635 crearon un vínculo con la casa y propiedades de Ardaliz. El heredero de este mayorazgo fue su primogénito, Rodrigo Queipo de Llano y Valdés, que ingresó en la prestigiosa orden de Santiago en 1639. También pertenecieron a esta casa otros personajes ilustres, como Juan Queipo de Llano y Navia (1599-1643), provisor eclesiástico de la diócesis de Granada y obispo de las diócesis de Guadix (Granada) y Coria (Cáceres) y cuyo monumento funerario, labrado por Diego Ibáñez Pacheco y la estatua orante por Luis Fernández de la Vega (Llantones, Gijón, 1601-Oviedo, 1675), está en el presbiterio de la iglesia parroquial de Cangas del Narcea.

Capilla del Palacio.

Capilla del Palacio.

Esta rama de los Queipo de Llano de Ardaliz levantó su primera casa en la villa de Cangas del Narcea, capital del concejo y centro administrativo de la comarca. En el año de 1600, el mencionado Diego García de Tineo encargó al cantero Juan de la Fuente, natural de Omoño, municipio de Ribamontán al Monte, merindad de Trasmiera (Cantabria) y residente en la villa de Cangas, la construcción de una casa en la calle Mayor de esta villa (donde actualmente están el Bar Blanco y la Relojería Berlín), y cuatro años más tarde, el 5 de enero de 1604, contrató con el mismo cantero la edificación de su residencia en Ardaliz con una capilla adosada. La carpintería de la casa la contrató el 10 de mayo de ese año con el carpintero Fernando de Ortiz, residente en la villa de Corias desde 1596, para hacer las puertas, marcos, ventanas y demás obra en madera. Este trabajo fue terminado por Juan de la Pediza (documentado entre 1589-1604), residente en la villa de Cangas y cuñado de Fernando de Ortiz. Una vez acabada la construcción del palacio, en 1606, el escultor y pintor Juan de Torres (Oviedo, documentado en 1587-1615) dio carta de pago al dicho Diego García de Tineo por la obra del retablo de la capilla del «licenciado Labio», pudiendo tratarse del retablo de la capilla de este palacio. Hoy día se conservan los vestigios de un retablo manierista con las imágenes de un Apóstol y un Santo Obispo.

Detalle del ala sur.

Detalle del ala sur.

El palacio está construido con mampostería de pizarra ennoblecida con cantería en el recerco de todos sus vanos y portadas. Las cubiertas son de teja árabe y pizarra. Aún mantiene parte de su estructura original con una torre esquinera de planta cuadrangular, destacada en altura (tres plantas y palomar en el bajocubierta) respecto a los cuerpos rectangulares que se le adosan en dos de sus lados (norte y sur) formando una planta en forma de L, habitual en los palacios asturianos desde último cuarto del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII y que se ve en otras construcciones cercanas como el palacio de los Flórez Valdés en Carballo/Carbachu. En el ala sur estaría la cocina y otras dependencias auxiliares en torno a un portal de entrada estructurado con dos únicas columnas de orden toscano dispuestas sobre un alto basamento que sujetan un entramado de madera, muy similar al del citado palacio de Carballo. Desde aquí y a través de sendas portadas adinteladas se accede al interior del palacio y a la capilla, de planta cuadrangular y cubierta con bóveda de arista. En las paredes de este portal hay restos de pinturas murales en deficiente estado de conservación, siendo el motivo mejor conservado la representación de la Cruz de los Ángeles. También se intuye la presencia de un escudo pintado con las armas de los Valdés y que es la primitiva decoración heráldica del palacio ya que el escudo de armas de la fachada principal, como veremos a continuación, es posterior a la edificación del palacio y se hizo, junto a la reforma de su fachada, para conmemorar el ingreso de esta familia en la orden de Santiago en 1639.

Pinturas murales y escudo de armas.

Pinturas murales y escudo de armas.

El ala norte, que mira hacia el río Luiña, es la fachada principal del palacio que fue ennoblecida después de ese año de 1639. En la planta baja se alojarían el vestíbulo y las cuadras y en la superior aún se conserva el gran salón, cubierto con una magnífica armadura de madera, revelado al exterior por un balcón moldurado con antepecho de hierro y dos ventanas con alfeizar también moldurado y mandil de sillería. En esta fachada se aloja el escudo en forma de corazón y con las armas de los Queipo de Llano: tres flores de lis y tres fajas, bordeadas por piñas (en otros escudos de este linaje se usan los racimos de uva). Como se aprecia, el escudo, incorpora la cruz de Santiago de la que solo asoman el extremo superior y los laterales. Los motivos decorativos de este escudo (moldura en forma de corazón, las ovas, las molduras enrolladas y la ménsula inferior en forma de gola) son habituales en la producción del «Taller de Cangas del Narcea» y en los retablos y escudos del escultor Pedro Sánchez de Agrela (San Pedro de Mor, Lugo, hacia 1610-Cudillero, 1661), siendo por tanto una pista importante para atribuir a este maestro la hechura de este escudo. Por la parte norte de esta fachada se adosa otra con la bodega para elaborar vino en su planta baja y en el primer piso más habitaciones y parte del salón principal que se revela al exterior por medio de otro balcón. Este ala es una construcción posterior, del siglo XIX.

Escudo de armas en la fachada principal del palacio de Ardaliz, obra del escultor Pedro Sánchez de Agrela

Escudo de armas en la fachada principal del palacio de Ardaliz, obra del escultor Pedro Sánchez de Agrela

Estilísticamente, estamos ante una arquitectura de sobria concepción volumétrica y ornamental, donde el equilibrio y el ritmo, derivados de la disposición de los vanos, son sus principales características. Esta pureza arquitectónica se ve en los huecos distribuidos con cierta regularidad, formados por dinteles y jambas monolíticas de buena piedra y carentes de decoración.
Junto al palacio se conserva una panera.
Actualmente, una parte del palacio está destinado a alojamiento rural “Casa de aldea Palacio de Ardaliz”.

Mi más sincero agradecimiento a Carmina Rodríguez y José Calvo de la Casa de Ardaliz.

Trece poesías de Gervasio Suárez-Cantón

Gervasio Suárez Cantón en El Recluta, Alto de Santarbás, en el verano de 1983.

Publicamos aquí un documento sonoro que nos ha hecho llegar Jorge Bethencourt Colubi, con 13 poesías compuestas y recitadas por el cangués Gervasio Súarez-Cantón y de Llanes-Campoamor. Estos pasajes “más o menos literarios”, como el propio Cantón dice en la grabación, son los siguientes:

EL VIEJO ROBLE.— Motivado por sus aficiones a la montaña y a la caza.

CARRETERA DE MONTAÑA

EL ANDAR DEL RÍO.— Dedicado al río Pisuerga a su paso por Valladolid.

UNA ORACIÓN PARA RODRÍGUEZ DE LA FUENTE.— A la memoria del naturalista y divulgador ambientalista español, Félix Rodríguez de La Fuente, al que Cantón tuvo el gusto de conocer en Madrid.

EL SUEÑO.—  Un elogio al sueño porque para Cantón, “en la vida actual los mejores momentos son los que se pasan soñando”.

EL RECUERDO.— “Lo que pasó y ya no vuelve”.

ALICIA.— Porque para nuestro poeta, “las mujeres son dignas de figurar en la poesía”.

A TU BOCA, CARMENCHÍN – Poesía dedicada a la pintora canguesa Carmen Muñiz (Carmenchín)

LUCERO TENA. Recuerdo a la bailarina de flamenco mexicana, María de la Luz Tena Álvarez, de nombre artístico Lucero Tena, maestra en el arte de tocar las castañuelas y los palillos flamencos.

 Y para finalizar, un ciclo dedicado a las cuatro estaciones canguesas del año:

10º OTOÑO

11º INVIERNO

12º PRIMAVERA

13º VERANO

Nuestro célebre poeta, falleció en avanzada edad el 27 de octubre de 1993 en la villa de Cangas del Narcea, pero hoy todavía lo podemos escuchar en el siguiente enlace:



 

Cambios en la domesticidad de la casa aristocrática: el palacio de los condes de Toreno en Cangas del Narcea (1689-1827)

Palacio de Toreno; perspectiva general. Foto: Daniel Herrera Arenas, 2014

Fernando Queipo de Llano y Valdés (Madrid, 1663-Cangas del Narcea, 1718), tercer conde de Toreno, regresó al viejo solar asturiano de su ascendencia en 1683 para casarse, tras medio siglo de absentismo familiar. El prístino hogar medieval fue arrasado y sustituido por un nuevo y amplio edificio, en el que se concentraban las nuevas necesidades de habitabilidad requeridas por la aristocracia, aunque en un entorno rural. El interior doméstico se racionaliza, lo que supondrá la funcionalidad específica de cada una de las salas desde el principio. A partir de varios inventarios de bienes fechados entre 1719 y 1827 se observan los principales cambios y permanencias en el hogar de una familia aristocrática durante el siglo XVIII y en la transición del Antiguo Régimen al Liberalismo, favorecidos por los paulatinos cambios culturales suscitados a lo largo del Siglo de las Luces, en la utilización de las habitaciones y en su decoración, sobre todo en las colecciones artísticas (pinacoteca y tapicería).

En el siguiente enlace a la biblioteca del Tous pa Tous, se puede consultar un interesante estudio de Juan Díaz Álvarez, Doctor en Historia y Licenciado en Geografía e Historia (secciones de Historia e Historia del Arte) por la Universidad de Oviedo, basado principalmente en tres inventarios post morten pertenecientes a otras tres personas habitantes del palacio cangués. El primero es el que se hizo a la muerte del tercer conde de Toreno y promotor de la construcción Fernando Queipo de Llano y Valdés (Madrid, 1663-Cangas del Narcea, 1718); el segundo el de su nieto, el quinto conde Joaquín José Queipo de Llano y Valdés (Cangas del Narcea, 1727-1805), realizado en 1803 cuando, aquejado de una prolongada enfermedad traspasa la dirección de la casa a su hijo y heredero el vizconde de Matarrosa, José Marcelino Queipo de Llano Bernaldo de Quirós (Cangas del Narcea, 1757-1808), futuro sexto conde de Toreno. El tercero corresponde a la hija de éste, Josefa Queipo de Llano Ruiz de Sarabia († Cangas del Narcea, 1827), viuda del general Juan Díaz Porlier († La Coruña, 1815).


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Cangas del Narcea en la tarjeta postal, 4. “Recuerdo de Cangas del Narcea” de Fotomely (1954)

altHacia 1954 la casa de Ediciones y reportajes gráficos “Fotomely”, de Oviedo, editó una tira de diez tarjetas postales fotográficas, que se presentaba empaquetada en una funda de cartulina, con el título: “Asturias. Recuerdo de Cangas del Narcea”. Fotomely tenía su domicilio en Monte Santo Domingo, nº 5 y se dedicaba a hacer tarjetas postales de ciudades y villas asturianas (Oviedo, Pravia, Pola de Lena, Ribadesella, etc.), así como retratos de personas; trabajaban como fotógrafos de calle y ambulantes en unos años en los que en las villas había pocos estudios fotográficos.

La colección que presentamos hoy en la web del Tous pa Tous es probablemente la última serie de postales dedicada a Cangas del Narcea que se hizo con este tipo formato, en el que el comprador tenía que adquirir el conjunto completo. Después seguirán haciéndose muchas más tarjetas postales de Cangas, pero se venderán por unidades.

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Vista parcial. Cangas del Narcea, desde la carretera del Acebo con el convento de las dominicas en primer plano. Fotomely, 1954

La tira contiene las siguientes fotografías:

  1. Vista general. Cangas del Narcea
  2. Presa sobre el río Luiña. Cangas del Narcea
  3. Corias y monasterio. Cangas del Narcea
  4. Puente romano sobre el río Narcea. Cangas del Narcea
  5. Reguerón. Cangas del Narcea
  6. Vista parcial. Cangas del Narcea
  7. Vista general. Cangas del Narcea
  8. Puente Nuevo sobre el río Narcea. Cangas del Narcea
  9. Cuesta de la Vega. Cangas del Narcea
  10. Escalera de la Fuente. Cangas del Narcea
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Fachada de la iglesia parroquial de Cangas del Narcea. Fotomely, 1954

Además de estas diez tarjetas, Fotomely publicó otras postales con fotografías de Cangas del Narcea y de esa misma fecha de hacia 1954. Conocemos dos: 1) “164. Vista parcial. Cangas del Narcea”, que es una fotografía de la villa sacada desde la carretera del Acebo con el nuevo convento de las dominicas en primer plano, y 2) la fachada de la iglesia parroquial.

Las imágenes de Fotomely nos permiten conocer el aspecto de Cangas del Narcea en un momento en el que ya había comenzado la transformación urbana del centro de la villa. La demolición en los años anteriores del convento de las dominicas del siglo XVII y la casa consistorial del siglo XVIII en la calle Mayor, y de los viejos palacios de la calle de la Iglesia, permitieron la apertura de las calles Ibo Menéndez Solar, Alcalde Díaz Penedela, Dos Amigos y Tres Peces, el ensanche de la calle de la Iglesia (actual, Médico Rafael Fernández Uría) y la construcción de casas de pisos en esas nuevas calles. En las imágenes de Fotomely aún se ven muchos solares vacíos y calles recién trazadas.

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Detalle vista general de Cangas del Narcea desde la Carretera de Nueva. Fotomely, 1954

En las fotos se ven también tres construcciones muy significativas de aquel tiempo, que acababan de construirse en la calle Uría: el Hotel Truita de 1953, el chalet de Joaquín Rodríguez “el Soliso” y el chalet de Braulio Sánchez y Marina Morodo (desaparecido). Por el contrario, el resto de la villa y sus alrededores (véase la fotografía de El Reguerón) mantendrán su fisonomía decimonónica hasta veinte años más tarde, en que los cambios y la especulación del suelo comenzarán a llegar a todos los rincones de la urbe.

 


Cangas del Narcea en la tarjeta postal, 2. Enrique Gómez (1915)

Retrato de un niño hacia 1900. Fotografía de Enrique Gómez

Las primeras fotografías de mi abuelo paterno, Joaquín López Manso, y de su hermano Luis las hizo el fotógrafo Enrique Gómez alrededor de 1900 en Cangas del Narcea. Las casualidades de la vida han hecho que yo mantenga trato y amistad con un nieto del fotógrafo, Luis Gómez, de Luarca, que es el que me facilita la mayor parte de la información que utilizó en esta noticia.

Enrique Gómez Rodríguez nació en Mirallo de Arriba, concejo de Tineo, en 1867. Emigró a Madrid como tantos otros asturianos y allí trabajó de cochero de Juan Prim Agüero (1858 – 1930), hijo del famoso general Prim. Este señor era muy aficionado a la fotografía y fue el que le enseñó los primeros conocimientos de la técnica fotográfica. Enrique se casó con María Pastora Sánchez, natural  de Écija (Sevilla), que trabajaba en Madrid como señora de compañía de  la marquesa de Viana.

Impreso publicitario fotógrafo Enrique Gómez, Madrid.

Después de contraer matrimonio se estableció como fotógrafo profesional en Madrid, en la Glorieta de Bilbao, nº 5. Tuvo siete hijos. Los cinco primeros murieron todos niños y un médico le recomendó trasladarse a vivir a algún lugar de la costa cantábrica para evitar tanta mortandad infantil. Decide trasladarse a Luarca, a donde viene durante algunos años sólo en verano (época que también aprovechaba para trabajar) y donde se establece definitivamente en 1902. Sobrevivieron dos hijos: Camilo, nacido en Madrid en 1896 y Néstor que nació en Luarca en 1904; los dos se dedicaron a la fotografía. Enrique Gómez murió en Luarca en 1934.

En la villa de Luarca, Gómez se estableció con un socio, Rubio, que también vino de Madrid, pero este regresó enseguida a la Corte. Unos años más tarde abrió una sucursal en Trevías. Además del estudio fotográfico, también tuvo una bodega de vinos.

Impreso publicitario fotógrafo Enrique Gómez, Luarca.

Como era costumbre en aquellos primeros años del siglo XX, donde los fotógrafos profesionales eran escasos en el medio rural e, incluso, en las villas asturianas, Enrique Gómez trabajó como fotógrafo ambulante por todo el occidente de Asturias. Su principal trabajo era hacer retratos individuales, familiares o de grupos. Asimismo, hizo tarjetas postales de varias villas de esta parte de Asturias, entre las que está la serie que dedicó en 1915 a Cangas del Narcea.

Esta serie esta formada por ocho tarjetas postales impresas y numeradas. Llevan en el anverso rotulado el título y en el reverso el nombre del fotógrafo. En todas las fotografías, salvo en las vista generales, aparecen grupos de vecinos posando, que dan a las fotos de Gómez un estilo peculiar, que no es frecuente en las tarjetas postales donde lo habitual es que las calles aparezcan vacías o con transeúntes ocasionales. Tal vez el carácter alegre y juerguista que tenía este fotógrafo, que tocaba la guitarra y acordeón, expliquen ese gusto por colocar en sus fotografías estos grupos de personas.

La serie de Enrique Gómez está formada por las siguientes tarjetas postales:


Cangas del Narcea en la tarjeta postal, 1. Modesto Morodo (1910 – 1912)

Portada bloc con diez tarjetas postales de Modesto Morodo.

Las tarjetas postales ilustradas con fotografías fueron una moda que comenzó a fines del siglo XIX y llegó hasta casi nuestros días. En este tiempo millones de personas se enviaron por correo tarjetas en las que aparecen imágenes muy variadas: calles de ciudades y villas, vistas generales, pueblos, monumentos, costumbres populares, tipos humanos, fábricas, puertos, barcos, estaciones de ferrocarril, puentes, etcétera. En los lugares turísticos abundaban estas postales que los visitantes enviaban a familiares y amigos. Estas tarjetas tenían unas características reguladas por unas normas internacionales. Sus medidas eran siempre las mismas: 9 x 13 centímetros y su reverso, desde 1906, se dividía en dos partes: una, para poner la dirección y el sello, y otra, para escribir un mensaje. Normalmente los editores de tarjetas postales publicaban series dedicadas a una población, que se presentaban en blocs o en tiras de diez o más fotografías. Desde muy pronto, comenzó el coleccionismo de estas tarjetas.

Romería del Acebo, Cangas de Tineo, 1912. Modesto Morodo.

No abundan las tarjetas postales dedicadas a Cangas del Narcea, porque nunca fue éste un centro turístico. De todos modos, como la villa era una población importante tuvo desde los inicios del siglo XX tarjetas postales en las que aparecían vistas de la villa y de Corias. Las primeras tarjetas postales dedicadas a nuestro concejo son las dos que editó en 1901 la Fototipia y Tipografía de Bellmunt y Díaz, en Gijón, en las que aparecen el barrio de Ambasaguas y el puente de Corias. Este taller aprovechaba para sus tarjetas postales las fotografías publicadas entre 1894 y 1901 en la obra Asturias, dirigida por Octavio Bellmunt y Fermín Canella. De esa misma fecha, 1901, es una tarjeta con una vista general de la villa publicada por Artes Graficas, de Gijón, y de 1903 son cinco tarjetas editadas por Hauser y Menet, de Madrid, con las siguientes fotografías: “Lavanderas en el Narcea”, “Orillas del Narcea”, mercado en la villa, feria de Vallado y convento de Corias. Más reciente, de hacia 1915, es otra tarjeta postal de Modesto Montoto con una vista general de la villa. En todos estos casos, son unas pocas fotos del concejo de Cangas del Narcea que aparecen en series más amplias dedicadas a Asturias. La mayoría de estas tarjetas postales pueden verse en el Álbum de Fotografías Antiguas de la página web del Tous pa Tous.

En las primeras décadas del siglo XX se publicaron cuatro series de fotografías dedicadas exclusivamente a Cangas del Narcea: dos de Modesto Morodo; una de Enrique Gómez, de Luarca, y otra del Monasterio de Corias editada en 1930 por los dominicos.

Además de todas las tarjetas mencionadas hay que citar las que hizo Benjamín R. Membiela, que es el primer fotógrafo profesional que se establece en el concejo de Cangas del Narcea, en concreto en el pueblo de Corias. Membiela hizo muchas tarjetas postales, pero, a diferencias de los fotógrafos o casas editoriales mencionadas, nunca las tiró en una imprenta y siempre las hizo él manualmente, una a una. Sus tarjetas no llevan normalmente firma, pero son inconfundibles porque están rotuladas a mano. En el Álbum de Fotografías Antiguas del Tous pa Tous pueden verse muchas de sus fotos.

Anuncio en prensa del negocio de Modesto Morodo

Modesto Morodo Díaz nació en Cangas del Narcea en 1884 y se instaló como fotógrafo y relojero hacia 1910. Tenía una tienda llamada La Suiza. Antes de establecerse definitivamente en Cangas había estado emigrado durante unos pocos años en Buenos Aires. A su regreso residió en Oviedo, donde se forma como fotógrafo en el estudio del famoso retratista Ramón García Duarte. Siempre tuvo una salud delicada, que le impidió ejercer el oficio de fotógrafo fuera del estudio que tenía en la calle Mayor. Murió en 1946.

Modesto Morodo editó hacia 1910 un bloc con diez tarjetas postales que lleva el titulo de “Recuerdo de Cangas de Tineo (Asturias)”. Son diez fototipias realizadas en la casa de Artes Gráficas Mateu S. A., de Madrid, dedicadas solamente a la villa. De estas diez fotografías conocemos nueve, que son las siguientes:

  1. Cangas de Tineo (Asturias). Vista general
  2. Cangas de Tineo (Asturias). Vista parcial
  3. Cangas de Tineo (Asturias). Calle Mayor
  4. Cangas de Tineo (Asturias). Plaza y Palacio del Conde Toreno
  5. Cangas de Tineo (Asturias). Vista de Ambas-Aguas. Una nevada
  6. Cangas de Tineo (Asturias). Desembocadura del río Luiña en el río Narcea
  7. Cangas de Tineo (Asturias). Puente romano de Ambasaguas
  8. Cangas de Tineo (Asturias). Una vista del río Narcea
  9. Cangas de Tineo (Asturias). Juzgado y cárcel

Factura del taller de fotografía de Modesto Morodo del año 1918.

Dos años más tarde, en 1912, editó varias tarjetas más dedicadas a Cangas del Narcea. En este caso las fototipias las encargó a la Casa Editorial PHG, de Valladolid. Las tarjetas están editadas con esmero y elegancia. Todas están firmadas. No sabemos exactamente cuántas tarjetas postales componen esta serie, porque no van en un bloc, ni llevan número de serie. Nosotros conocemos cinco:

  1. Cangas de Tineo. Vista general
  2. Cangas de Tineo. Vista parcial
  3. Cangas de Tineo. Calle Mayor
  4. Cangas de Tineo. Fuentes del Reguerón.
  5. Cangas de Tineo. Romería del Acebo.

La Sociedad Industrial de Besullo, una Cooperativa de Ferreiros en 1872

A la memoria de Lulo Benino, Manuel Álvarez Faidiel, uno de los últimos de aquellos inquietos, curiosos y cultos ferreiros de Besullo.

Besullo, hacia 1985

Desde el siglo XVIII, Besullo / Bisuyu, en el concejo de Cangas del Narcea, es un pueblo en el que numerosos vecinos se dedicaban a la industria del hierro, compaginando esta actividad con el cultivo de la tierra y la ganadería. En 1736 había un mazo en Pontones para estirar, ensanchar o adelgazar el hierro, propiedad de Pedro de Llano Flórez, vecino de Besullo, que lo tenía arrendado a dos vecinos de aquel sitio; en 1752, según el catastro de Ensenada, en todo el concejo de Cangas del Narcea solo existía ese mazo que estaba arrendado “a diferentes herreros, vecinos del concejo de Allande”. Cien años más tarde eran cuatro los mazos que funcionaban en las inmediaciones de Besullo, que aprovechaban el agua del río de las Veigas para mover sus máquinas hidráulicas (el mazo y la barquinera): el mazo del L.leirón en El Pumar (parroquia de Las Montañas), el mazo de Pontones, el mazo d’Abaxu en Besullo y el mazo de L’Otriello. Alguno era de un solo dueño, que lo arrendaba, pero lo habitual es que la propiedad fuese compartida entre varios ferreiros o herreros; tanto los arrendatarios como los propietarios trabajaban en el mazo por rigurosa vecera o turno y por el tiempo que les correspondiese: dos días, uno o medio día. Su trabajo era intenso. Lorenzo Rodríguez-Castellano escribe en 1954: “hace unos 40 o 50 años la actividad de la industria del hierro en Pontones y Besullo era tal que los tres mazos del río de la Veigas apenas tenían un minuto de descanso” (“La industria popular del hierro: el mazo”, en Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, 22). El trabajo del hierro se acababa en unas veinte fraguas instaladas en las casas de estos cuatro lugares. En ellas se fabricaban todo tipo de aperos (fesorias, hachas, reas o rejas de arado, etc.), piezas de cocina (caldeiros, tambores de castañas, cazos o sartenes, preganzas o llares, trébedes, etc.), clavos de diferentes clases y ruedas de carro.

Esta industria permitió a algunos ferreiros llevar una vida acomodada y a una minoría de ellos formar parte a fines del siglo XIX de las listas de electores como mayores contribuyentes del concejo de Cangas del Narcea. En general, los ferreiros eran personas alfabetizadas, formadas y de ideas avanzadas, los cuales, a partir de la Revolución de septiembre de 1868, que supuso el fin del reinado de Isabel II, y de la Constitución de 1869, se manifestarían política y religiosamente en consonancia con esas ideas.

La Constitución de 1869, aprobada el 1 de junio, permitía por primera vez en España el derecho de reunión y de asociación. Un mes más tarde de su aprobación, en julio de 1869, se constituía el Comité Republicano Federal de Besullo. La noticia se publicó en varios diarios republicanos de Madrid, como La Igualdad (29 de julio de 1869) y La Discusión (30 de julio de 1869), con los nombres de los integrantes de la junta directiva:

Presidente: Estanislao Rodríguez [vecino de Besullo].
Vicepresidente: Casto Rodríguez Castellano [de Besullo].
Secretarios: Pedro Méndez y Antonio Rodríguez de Alba [de Pontones].
Vocales: Francisco Rodríguez Castellano [de Besullo], Manuel Rodríguez de Alba [de Besullo], Ramón Rodríguez de Alba [de Besullo], Manuel García, Celestino Díaz y Antonio Marcos [de Cupuertu].

Ferreiros en el Mazo d’Abaxu, Besullo

Al menos, el vicepresidente, un secretario y tres vocales, que llevaban los apellidos Rodríguez Castellano y Rodríguez de Alba, eran ferreiros, y el presidente también estaba vinculado a la industria del hierro.

Por otra parte, gracias también a la Constitución de 1869, España alcanzaba por primera vez la libertad de cultos religiosos, una de las grandes aspiraciones de los progresistas y republicanos españoles del siglo XIX, y en Besullo se constituyó hacia 1871 la primera iglesia evangélica de Asturias. La principal actividad de esta nueva congregación será el establecimiento de una escuela para niños y niñas, y el apoyo a los alumnos más aventajados para continuar fuera sus estudios.

El republicanismo y el protestantismo tuvieron entre los trabajadores del hierro de Besullo muchos partidarios y devotos. La población de este pueblo era pequeña. En 1866, según el padrón municipal, Besullo tenía 150 habitantes repartidos en 49 casas, y en sus inmediaciones estaban los lugares de Pontones (11 habitantes y 4 casas), L’Outriello (34 habitantes y 8 casas), Faidiel (13 habitantes y 4 casas), y Cupuertu (10 habitantes y 3 casas), que eran como barrios de aquel.

El republicanismo del siglo XIX promovió la fundación de cooperativas de producción y de distribución, inspiradas en el reformista galés Robert Owen (1771 – 1858), así como de sindicatos agrarios, con el fin de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Estas iniciativas llegaron hasta Besullo y en 1872 los republicanos, encabezados por el presidente de su comité, promovieron la constitución de la Sociedad Industrial de Besullo con el fin de organizar y racionalizar la industria local del hierro, favoreciendo la cooperación, la formación, la eficacia y la riqueza de sus integrantes y buscando, en definitiva, el beneficio del país y de toda la sociedad:

Los comparecientes, animados por el justo deseo de instruirse y perfeccionarse más y más en el arte a que desde su respectiva infancia vienen dedicándose, por el de proteger y aumentar sus recíprocos intereses y los de sus familias, amparando al mismo tiempo los del país y de la sociedad en general, que en más dilatada esfera y con seguridad más cierta se desarrollaran por este medio.

La sociedad la constituyeron trece personas: doce hombres y una mujer, todos dedicados “al oficio de herreros”. La mayoría de los socios y sus esposas se apellidaban Rodríguez, Rodríguez-Castellano y Rodríguez de Alba; así, Domingo Gayo estaba casado con Ramona Rodríguez-Castellano (Padrón de Cangas del Narcea de 1866). Cuatro de ellos eran miembros de la junta directiva del Comité Republicano local: Estanislao Rodríguez (presidente del comité y gerente de la Sociedad Industrial), Antonio Rodríguez de Alba (secretario del comité) y Francisco Rodríguez Castellano y Ramón Rodríguez de Alba (vocales del comité). La única mujer de la sociedad era Josefa Gómez, viuda, que en 1866 tenía 40 años y vivía en Besullo con dos hijos menores y un criado.

Toda la información que tenemos sobre la sociedad procede de la escritura de constitución, hecha en Cangas del Narcea el 13 de marzo de 1872, en la que se establecían los fines, secciones y reparto de las acciones, funcionamiento y reglamento, así como la creación de un tribunal arbitrador (véase en el apéndice la transcripción íntegra de esta escritura de constitución).

Mazo d’Abaxu, Besullo

Sus objetivos eran los siguientes: 1. Acabar la competencia entre los herreros que les perjudicaba enormemente; 2. Comprar con mayor ventaja el hierro que necesitaban para trabajar; 3. “Auxiliarse recíprocamente en los casos de enfermedad, crisis monetaria” o cualquier otra vicisitud; 4. Premiar “el genio y aplicación del que progresa”, y 5. “Castigar el descuido o apatía del indiferente” y “las faltas o delitos de los que a sabiendas perjudican a tercero”.

La sociedad se organizaba en tres secciones: El Otriello, Besullo y Pontones, en cada una de las cuales había un mazo. Cada sección tenía sus accionistas que eran propietarios o arrendatarios de los mazos. El número total de acciones era de quince y media, que se repartían entre los trece socios fundadores, que poseían catorce y media, y el gerente, que tenía una.

El gerente era el encargado de la administración, compra de materia prima, venta de obra, correspondencia y contabilidad. El cargo lo ocupaba el mencionado Estanislao Rodríguez Montaño, vecino de Besullo y presidente del Comité Republicano Federal, que aportó dos mil pesetas de su bolsillo “para las perentorias atenciones de la misma”. La sociedad disponía de un almacén en este pueblo, cabecera de la parroquia, para guardar el hierro en bruto y las piezas elaboradas. Todas estas piezas tenían que ser supervisadas por el gerente y una comisión de tres herreros elegidos en junta general; si se consideraba que una pieza estaba mal hecha se devolvía a la sección correspondiente para su “recomposición”. Las ventas se efectuaban en su mayor parte en las ferias y mercados de Cangas del Narcea.

Las secciones gozaban de cierta independencia. En cada una trabajaba un maestro o director, que era el responsable de la sección, así como también oficiales y braceros o jornaleros. Se establecía una flexibilidad laboral en el sentido de que si era necesario los trabajadores tenían que moverse de sección. Todos los asociados se comprometían a no trabajar en el oficio o arte de herrería mientras la sociedad estuviese viva. Los accionistas trabajaban en la sociedad y en caso de fallecimiento o incapacidad debían ser sustituidos por un heredero o una persona capaz.

El sueldo del personal se fijaba según categorías, pero podía modificarse en función del compromiso del trabajador con la sociedad y con su tarea:

“[…] después de conocido el resultado de los trabajos, la disposición y [la] voluntad de cada uno, estos sueldos o jornales se modificarán por la comisión atrás señalada o por otra especial que al efecto y en la misma forma se nombre”.

Se trabajaba todos los días del año que no fueran festivos. La jornada laboral era de doce horas y media en verano (de 1 de marzo a 1 de octubre) y de doce horas en invierno (de 1 de octubre a 1 de marzo). El horario era el siguiente:

Verano: de 5 a 12 h (descanso de 7.30 a 8 h) y de 14.30 a 20 h (descanso de 17 a 17.30 h).
Invierno: de 7 a 12 h (descanso de 8.30 a 9 h) y de 13 a 20 h (descanso de 17 a 18 h).

El horario establecido era el habitual en la industria de aquel tiempo, como puede comprobarse en las respuestas enviadas por las provincias al cuestionario remitido en 1883 por la “Comisión para el estudio de las cuestiones que interesan a la mejora o bienestar de las clases obreras, tanto agrícolas como industriales, y que afectan a las relaciones entre el capital y el trabajo”, para conocer las condiciones de los trabajadores españoles:

De La Coruña se responde que “en la industria salazonera se trabaja desde las cinco de la mañana hasta las ocho de la noche”; en El Ferrol: “trabaja el obrero en verano desde las cinco de la mañana hasta las ocho de la noche, sin más descanso que el de una hora para almorzar y dos para comer”, y en invierno “desde que amanece hasta que anochece, con el solo descanso de una hora para comer. […]. En la fábrica de fósforos de Cascante, en Navarra: “las obreras entran en verano a las cinco, y en invierno de seis a siete de la mañana; salen para comer de doce a una de la tarde, vuelven a esta hora y se marchan cuando concluyen la tarea, y lo efectúan antes o después, según su aplicación o ligereza”. En Oviedo: “Trabajase ordinariamente durante doce horas, descansando media para almorzar y una en el invierno y dos en el verano para comer. Los ebanistas, tallistas, sastres y zapateros emplean más tiempo, porque velan o trabajan dos o tres horas por la noche durante la cruda estación. En algunas industrias suelen trabajar medio día el domingo.” (Carmen Sarasúa, “Trabajo y trabajadores en la España del siglo XIX”, en Working Papers, 7, 2005).

En la Sociedad Industrial de Besullo la impuntualidad en el trabajo, llegar tarde de seis a diez minutos, se penalizaba rebajando el jornal del trabajador. También se castigaba el extravío o venta de pertenencias.

Una de las grandes novedades y ventajas de esta sociedad cooperativa fue el amparo que ofrecía a los trabajadores por enfermedad o accidente laboral, algo desconocido en los oficios de la sociedad rural de aquella época:

Treinta y dos
El socio que por razón de enfermedad justificada no pudiese trabajar una semana hasta el completo de un mes, tendrá el derecho a percibir la mitad de su sueldo; y si pasase de este tiempo, sea el que fuere, percibirá la cuarta parte.

Treinta y tres
El socio que en servicio de la sociedad se inutilizase para el trabajo, temporal o perpetuamente, percibirá, mientras la sociedad dure, la mitad de su sueldo.

Mazo d’Abaxu, Besullo

La sociedad se regía democráticamente mediante juntas generales ordinarias, que debían celebrarse cada mes, además de “las extraordinarias que sean precisas”. En ellas solo gozaban de voz y voto los accionistas, que tenían tantos votos como acciones.

Por último, para la interpretación de las bases de la sociedad y resolución de dudas o conflictos se nombraba un jurado o tribunal “arbitrador y amigable componedor”, integrado por tres vecinos de la villa de Cangas del Narcea: el abogado y juez Ceferino Gamoneda y González del Barreiro; el maestro Genaro González Reguerín, que llevaba desde 1840 impartiendo escuela en la villa de Cangas, y el propietario Ceferino del Valle y Nera. Los dos últimos eran activos republicanos y, por tanto, personas afines y de confianza de los fundadores de esta Sociedad Industrial de Besullo.

La escritura de constitución de la sociedad fue firmada por todos los socios, con excepción de dos, Josefa Gómez Álvarez y Domingo Gayo Barrero, que no sabían escribir.

La fundación de esta sociedad de artesanos del hierro fue una iniciativa completamente novedosa en el medio rural asturiano de fines del siglo XIX. No conocemos nada de su devenir. Es probable que no haya funcionado muchos años, a tenor de la falta de información que existe sobre ella. Tal vez el final de la Primera República Española, el 29 de diciembre de 1874, trajo también su fin. No lo sabemos. Habrá que seguir investigando para saber que pasó con estos inquietos y cultos ferreiros de Besullo que en 1872 intentaron poner en marcha una cooperativa de producción para poder llevar una vida mejor.

Las honras fúnebres de los carlistas cangueses en recuerdo de Margarita de Borbón y Carlos VII

José Luis Agudín Menéndez(1)
Universidad de Oviedo

Don Carlos, el Marqués de Cerralbo y Francisco Martín Melgar, de izquierda a derecha. Museo Cerralbo, Madrid.

En las páginas del gran diario carlista El Correo Español, fundado tras el cisma de Ramón Nocedal (1888) y El Siglo Futuro(2), se hallan dos noticias que ayudan a construir unos retazos del desarrollo del carlismo en el distrito electoral de Cangas de Tineo (hoy, Cangas del Narcea). Cabe comenzar afirmando que es sumamente revelador el conocimiento de unas organizaciones minoritarias tradicionalistas pero muy activas políticamente a través del estudio de las prácticas sociales y familiares, los clubes políticos, las liturgias o ceremoniales o el de la actividad periodística o literaria. Este amplio universo desde luego se muestra más que competente para comprender el grado de movilización de una cultura política frente a un exhaustivo análisis electoralista. Estas crónicas también se pueden rastrear de hecho a través de las páginas de Las Libertades(3), el relevante rotativo ovetense adicto al augusto exiliado Carlos VII. Ha de advertirse, sin embargo, que el predominio político en el distrito cangués por aquel entonces había pasado a manos de los liberales de Félix Suárez Inclán tras la muerte del VIII Conde de Toreno, bestia negra del denominado Zar de Asturias, es decir, Alejandro Pidal y Mon(4).

En fin, encaminado en el fin-de-siècle, el carlismo supo salir de los dos tremendos letargos de 1876 y 1888. Bajo la batuta del enérgico Marqués de Cerralbo, ya desde el cisma de Nocedal, el tradicionalismo supo llevar a cabo un prodigioso aggiornamento en forma de juntas políticas, la fundación de círculos de sociabilidad, los viajes de propaganda de los dirigentes y la actividad propagandística oral y escrita(5). El cénit de este prodigioso desarrollo modernizador vino coronado por una actualización programática en el Acta de Loredán, redactada por el pensador Juan Vázquez de Mella.

Margarita de Borbón-Parma, Duquesa de Madrid (1847-1893). Fotografía de Atelier Nadar (1877). Bibliotèque Nationale de France.

Asturias es testigo de las desgarradoras consecuencias del cisma encabezado por el director de El Siglo Futuro. Años más tarde, tras el acicate supuesto por la visita del Conde de Casasola, hermano del Marqués de Cerralbo, se constituyeron juntas locales(6). Su viaje de propaganda no se separaba en absoluto de las directrices generales seguidas por Cerralbo en otros puntos del país. Según recoge José Girón a través del estudio de El Carbayón, Casasola escogió como punto de encuentro del militantismo carlista Laviana, lugar al que acudieron simpatizantes procedentes de la capital provinciana, de Meres, Noreña, La Oscura y Sotrondrio. Poco después de este viaje, Casasola partió de Oviedo rumbo a Galicia, dejando tras de sí el germen de la fundación de otras juntas locales(7). Cabría sumar a este incentivo la presencia incógnita del futuro Jaime III, relatada por Tirso de Olázabal que tocó varios puntos de Asturias aunque no Cangas de Tineo(8).

En el caso de Cangas de Tineo, a consecuencia de estas actividades, se formó una junta local a finales de 1893, según se puede apreciar en el rotativo Las Libertades, al mismo tiempo que aparecían otras en Villaviciosa y Ribadesella(9) . Quienes quizás integraron ese grupo de afectos locales no fueron otros que los abogados Atilano Valdés Miranda y Fernando Graña Ordóñez, que fundarían un mes después el bisemanario El Eco de Occidente (1894-1898)(10) , que si bien Manuel Flórez de Uría lo situaba en órbita lindante del carlismo, sería quizás más apropiada la etiqueta de tradicionalista. Por todo ello, la publicación se hacía eco del movimiento católico regional y los primeros experimentos del catolicismo social de Maximiliano Arboleya, así como del pensamiento de Alejandro Pidal y Mon, aunque al propio tiempo daba rienda suelta a los avatares del carlismo a nivel nacional(11) .

Portada del número extraordinario de El Correo Español correspondiente al 10 de marzo de 1912. El diario carlista fue publicado entre 1888 y 1922, a expensas del marqués de Cerralbo. Biblioteca Nacional de España.

Pues bien, unos meses antes fallecía en Viareggio (Italia) la primera de las dos esposas del pretendiente Carlos VII, Margarita de Parma, reina de buena memoria entre los carlistas. Hasta tal punto fue popular que las mujeres carlistas pasaron a denominarse margaritas cuya actividad comenzó a despuntar cuando el carlismo funda juventudes y cuerpos paramilitares requetés(12) . Su muerte causó una honda conmoción y el órgano oficioso del carlismo en la capital madrileña recogía a primera página con todo lujo de detalles los sufragios en honor a la augusta finada. En su ejemplar del día 7 de marzo de 1893, El Correo Español incluye las honras fúnebres que tuvieron lugar en Oviedo, Cangas de Tineo y Laviana. Los actos, como se habrá podido suponer, estuvieron encabezados por los dirigentes tradicionalistas de la región. Así, en Oviedo el duelo fue presidido por el dirigente y catedrático de la Universidad de Oviedo Guillermo Estrada, el ex diputado Domingo Díaz Caneja y José Díaz Ordoñez, presidente del Círculo Tradicionalista Covadonga.

En cuanto a los actos conmemorados en Cangas de Tineo, la crónica comienza señalando que:

Los carlistas de este importante pueblo están perfectamente organizados, y á pesar de la distancia larga y malas vías de comunicación, que les impide el frecuente trato con los de la capital, conservan tan vivo el espíritu carlista, que no desconfían de poder sacar en no lejano tiempo un diputado que defienda nuestro programa en el Parlamento.

Una muestra palmaria de esta militancia, continúa el corresponsal, se produjo el 16 de febrero de 1893, cuando:

Primera plana del bisemanario El Eco de Occidente (7 de diciembre de 1894). Hemeroteca del Tous pa Tous.

[Se] celebra [ron] unas honras fúnebres tan solemnes, que no cedieron en importancia á las de muchas ciudades.
Asistió numeroso clero de todos los pueblos comarcanos y de algunos bastante distantes, y una Comisión de los Revdos. PP. Dominicos de San Juan de Corias.
El templo parroquial estaba completamente lleno de fieles, y los bancos ocupados por los más caracterizados carlistas de la localidad.

Entre las autoridades tradicionalistas que encabezan el acto se señalaba además a varios abogados, “todos ellos distinguidos de tan importante villa”: Fernando Flórez Valdés, Fernando Graña Ordoñez, el futuro alcalde y diputado provincial liberal Nicolás de Ron Flórez, Luis González Pérez y Joaquín Flórez de Sierra. En la crónica se describen por último las representaciones heráldicas flordelisadas del catafalco:

El catafalco, verdaderamente soberbio, constaba de cuatro cuerpos coronados por alta y primorosa estatua de la Fe; los negros mantos que los cubrían estaban cuajados de hermosas flores de lis, y el cuerpo central ostentaba las armas flordelísadas y dos preciosas guirnaldas de margaritas; á uno y otro lado del túmulo estaban colocados dos leones de gran tamaño, de los cuales brotaba abundantísimo foco de luz, la cual, unida á la de los blandones y cirios colocados también á ambos lados, permitía ver con toda claridad la severa majestad del catafalco(13).

Ejemplar del diario conservador ovetense El Carbayón del día 17 de octubre de 1892 aplaudiendo la modernización y aceptación del juego político del nuevo carlismo tras la visita del Conde de Casasola. Biblioteca Virtual del Principado de Asturias.

Varios años más tarde, fallecía el 18 de julio de 1909 en Varese (Italia) el Duque de Madrid, Carlos VII. Para aquella ocasión, El Correo Español recoge un escueto telegrama firmado por el mismo Fernando Graña Ordoñez, unos ocho días más tarde de su fallecimiento. En el telegrama recogido en primera plana, en la sección extraordinaria “Duelo Nacional”, se mencionaba que los tradicionalistas de Cangas de Tineo celebraron un funeral eterno en la iglesia del monasterio de San Juan de Corias el día 24, funeral en el que ofició el Rector de los Dominicos y al que asistieron veintiún sacerdotes(14) .

Pocos días antes de iniciarse la I Guerra Mundial, Fernando Graña era confirmado en el cargo de dirigente local del comité de la ya comunión jaimista (desde la muerte de Don Carlos los carlistas pasaron a denominarse jaimistas ya que el nuevo dirigente era su hijo Jaime III). En la antesala de la fiesta onomástica de Don Jaime, el 25 de julio de 1914, se celebraron varios actos de propaganda que dan constancia de la vitalidad del jaimismo asturiano. La noticia aparecida en las páginas de El Correo Español alude a que para obtener una organización más perfecta se ha dividido la región en zonas, nombrando para cada uno de ellas un delegado de la Junta organizadora(15).

 

 


Notas sobre el texto

(1) Becario predoctoral FPU en la Universidad de Oviedo. En estos momentos, ultima una tesis titulada “El Siglo Futuro (1914-1936): órgano del integrismo y la Comunión Tradicionalista” bajo la dirección de Jorge Uría y Víctor Rodríguez Infiesta. Correo electrónico: jlagudin@hotmail.com.

(2) Sobre la disidencia integrista vid. la síntesis de Jordi CANAL: “Las muertes y las resurrecciones del carlismo. Reflexiones en torno al cisma integrista de 1888″, Ayer, 38 (2000), pp. 115-135. Para más detalles del carlismo en el fin de siglo puede acudirse a la obra monumental de Melchor FERRER: Historia del Tradicionalismo Español, T. XXVIII-I, Sevilla, Editorial Católica, 1959; y de modo más asequible Jordi CANAL: El carlismo. Dos siglos de contrarrevolución en España, Madrid, Alianza, 2000, pp. 231-255.

(3) José NAVARRO CABANES: Apuntes bibliográficos de la prensa carlista, Valencia, Sanchis, Torres y Sanchis, 1917, p. 192.; Jesús-Evaristo CASARIEGO: Exposición sobre historia del periodismo asturiano, Oviedo, Caja de Ahorros de Asturias, 1971; José GIRÓN: “La prensa monárquica en Asturias durante la Restauración”, Boletín del Real Instituto de Estudios Asturianos, 148 (1996), pp. 246-247 y 258.

(4) El apelativo Zar de Asturias es deudor del título de la biografía de Joaquín FERNÁNDEZ: El Zar de Asturias. Alejandro Pidal y Mon (1846-1913), Gijón, Trea, 2005.

(5) Jordi CANAL: Banderas blancas, boinas rojas. Una historia política del carlismo, 1876-1939, Madrid, Marcial Pons, 2006, pp. 119-158; Agustín FERNÁNDEZ ESCUDERO: El marqués de Cerralbo. Una vida entre el carlismo y la arqueología, Madrid, La Ergástula, 2015, pp. 135-170; algunas reflexiones sobre esta monografía las ofrezco en José Luis AGUDÍN MENÉNDEZ: “Cerralbo: algo más que un político”, El Comercio, 18 de abril de 2017.

(6) El Carbayón, 6 de septiembre de 1892. La visita en Oviedo la realizó en compañía de Guillermo Estrada y José Díaz Ordoñez, presidente del círculo Covadonga. Cfr. José GIRÓN: Los partidos políticos en Asturias (1875-1923). Los Partidos Monárquicos, Oviedo, Nobel, 2013, p. 85.

(7) Ibíd., p. 86; “Los carlistas en Laviana”, El Carbayón, 17 de septiembre de 1892; sobre la necesidad de adaptación del carlismo reivindicada desde la tribuna del órgano ovetense vid. “Política asturiana I y II”, 17 y 18 de octubre de 1892.

(8) Tirso de OLAZABAL: Don Jaime en España. Crónica del viaje de S.A.R., Bilbao, Imp. y Enc. La Propaganda, 1898, pp. 35-55.

(9) Las Libertades, 23 de diciembre de 1893. Cit. en José GIRÓN: Los partidos políticos…, p. 89.

(10) José GIRÓN lo inserta dentro del grupo de los periódicos conservadores, supliendo el espacio ocupado hasta entonces por el decano de la prensa canguesa El Occidente de Asturias y encarnando el azote del caciquismo inclanista, rol luego asumido por el kleiserista El Narcea: “La prensa monárquica…”, pp. 250 y 259; sobre la apuntada filiación entre la frontera conservador-carlista: Faustino MELÉNDEZ DE ÁRVAS: “Cangas de Tineo”, en Octavio BELLMUNT y Fermín CANELLA SECADES (Dirs.): Asturias: su historia y monumentos, bellezas y recuerdos, costumbres y tradiciones, el bable, asturianos ilustres, agricultura e industria, estadística, T. 3, Gijón, Fototip. y Tip. O. Bellmunt, 1894-1900, p. 196.

(11) Alejandro PIDAL Y MON: “El filosofo español Fr. Ceferino González”, El Eco de Occidente, 4 y 7 de diciembre de 1894. Sobre el círculo obrero ovetense, incentivado por el tío de Arboleya, el arzobispo Fr. Ramón Martínez Vigil, aparece una memoria en forma de folletín: “Círculo católico de obreros de Oviedo/Memoria”, El Eco de Occidente, 30 de noviembre, 4,7, 11, 14, 21, 25 y 28 de diciembre de 1894.

(12) Realmente su origen se produjo en la última carlistada en los hospitales de campaña. La mujer carlista, según Jordi Canal, pudo dar el salto del espacio privado al público. Acceden a espacios de clara prerrogativa masculina como eran los círculos. Estas agrupaciones tradicionalistas femeninas emergen en los últimos años de la Restauración, produciéndose su gran expansión en tiempos de la II República, aunque el papel que se les seguía asignando era el del hogar. Tenían un papel más que destacado en la reproducción y pervivencia como cultura política. Vid. Jordi CANAL: El carlismo…, pp. 296-297.

(13) El Correo Español, 7 de marzo de 1893.

(14) El Correo Español, 26 de julio de 1909.

(15) “Movimiento legitimista/ Gran mitin en Gijón”, El Correo Español, 7 de julio de 1914.

 

CANGAS DEL NARCEA – Calle de La Fuente, 40 – Casa de Regueral

Otro escudo con las armas de los Queipo de Llano y los Valdés. Es del primer tercio del siglo XVII y está labrado en una piedra de poca calidad. La casa donde está en la calle de La Fuente fue construida en los últimos años del siglo XIX.

Fundación de la Escuela de San Juliano de Árbas en 1819

Una de las primeras escuelas rurales del concejo de Cangas del Narcea

La escuela es algo relativamente reciente en la vida de los cangueses. La enseñanza primaria reglada es una novedad que comienza en el siglo XIX promovida por particulares, vecinos de los pueblos y más tarde por el Estado. En 1865 existían en el concejo de Cangas del Narcea, según Pedro González Arias, 25 escuelas (dos en la villa, una de niños y otra de niñas, y el resto distribuidas por el concejo), y en 1901, según Fermín Canella, eran 28 escuelas de niños y 5 de niñas, “en general en mal estado y defectuosas, […], y necesitadas de material pedagógico”. En fin, a comienzos del siglo XX casi la mitad de las cincuenta parroquias del concejo carecían de escuela y las que la tenían era en unas condiciones bastante precarias.

Escuela vieja de San Juliano de Árbas con dos puertas, una para entrar en el aula y otra para la casa del maestro

Una de las primeras escuelas que se fundó en el concejo fue la de San Juliano de Árbas en 1819. Su fundador fue el canónigo Manuel Arias Flórez de Llano, que en los años ochenta del siglo XVIII había estado de párroco en aquella extensa feligresía, “montuosa y quebrada”, formada por quince pueblos situados junto al puerto de Leitariegos: Árbas, Corros, Xilán, L.lindouta, Miravalles, Otardexu, L’Outeiru, Rimolín, San Juliano, San Romano d’Árbas, Trascastro, Veigamioru, Veigairréi, Villaxer y Villar de Rogueiro. Los eclesiásticos fueron los principales fundadores de escuelas en los siglos XVII y XVIII. Para ello creaban obras pías que dotaban con dinero y tierras que generaban unas rentas que servían para mantener las escuelas y pagar a los maestros.

Vista de la escuela vieja en San Juliano de Árbas

El fundador fue un alto dignatario de la iglesia asturiana de su tiempo. Nació en La Regla de Cibea (Cangas del Narcea) hacia 1745 y pertenecía a una familia de “hijosdalgos notorios de casa y solar conocido” en la que abundaban los clérigos. Tuvo dos hermanos: Nicolás, que se quedó en la casa de Cibea y uno de cuyos hijos, Benito, fue sacerdote, y Teresa, que se casó en la villa de Cangas del Narcea con Ignacio Fernández Flórez, uno de las personas más poderosas e influyentes de esta villa a caballo entre los siglos XVIII y XIX. Manuel Arias Flórez fue párroco de San Juliano de Árbas (donde está empadronado en 1787) y en 1787 fue nombrado Arcediano de Grado y canónigo de la Catedral de Oviedo. Fue profesor de la Universidad de Oviedo, juez de Estudios en ella, y rector en 1790 y 1791. Tuvo numerosos cargos más: examinador sinodal del Obispado, juez apostólico y real de las Tres Gracias de la Santa Cruzada, inspector y director general de los Hospitales del Real Ejército Asturiano, y chantre y canónigo de la catedral de Durango en el reino de México. Después de la guerra de la Independencia se retiró a Cangas del Narcea; en 1815 aparece empadronado en la villa y al año siguiente vivía “achacoso” en el monasterio de Corias. Falleció el 24 de enero de 1822.

Escuela vieja de San Juliano de Árbas

En este periodo de retiro en Cangas, fundó y dotó la escuela de San Juliano de Arbas con el fin de instruir a la juventud y teniendo muy en cuenta a los jóvenes que emigraban sobre todo a Madrid: “conociendo por lo mismo las ventajas y beneficios que se les pueden proporcionar sabiendo leer, escribir y contar, máxime aquellos varones que, obligados de las circunstancias del país, se ven precisados a ir a la Corte u otras provincias a proporcionarse su sustento”. La escritura de fundación está en el Archivo Histórico de Asturias entre los protocolos del escribano Manuel Folgueras (15 de octubre de 1819, fol. 231, caja 13643). En ella se enumeran todas las condiciones que el fundador establece para la escuela, así como el capital de dos mil ducados y las rentas en los que sustenta dicha fundación. Todo esta escrito en ese protocolo que reproducimos literalmente al final de esta noticia.

La figura principal de la fundación es el maestro. Tenía que ser católico, persona de buena vida y costumbres, y no haber sido condenado por la Inquisición. Era un puesto de carácter vitalicio, y solo se le podía despojar de él por incumplimiento de sus deberes, embriaguez, blasfemia y afición al juego. Tenía que poner escuela cinco meses al año, desde el 18 de octubre al 18 de marzo, durante todos los días, sin excepción (salvo fiestas muy señaladas como Navidad, día de San Julián, Martes de Carnaval y Semana Santa); había que aprovechar bien ese tiempo de invierno, pues el fundador sabía que el resto del año los niños tenían que trabajar en sus casas cuidando el ganado, trabajando la tierra o recogiendo castañas.

La escuela era solo para varones, “niños y adultos”, tanto de la parroquia de San Juliano de Árbas como de las de los alrededores. Pero había una diferencia entre unos y otros: los de San Juliano no tenía que pagar ninguna cantidad de dinero, los de otras parroquias si. La única condición que tenían que cumplir los padres de los alumnos de San Juliano de Árbas era llevar a “la casa de la escuela y a disposición del maestro” un carro de leña por cada niño que asistiese a la escuela.

Detalle de la hornacina

En la escuela se enseñaría a leer, escribir y contar; la doctrina cristiana, y la “debida obediencia al Rey y autoridades que gobiernan en su nombre” y respeto a los ministros de la Iglesia. Después de la Revolución francesa, la guerra de la Independencia, las Cortes de Cadiz y la lucha encarnizada entre absolutistas y liberales en aquel tiempo, el fundador, probablemente un firme partidario de Fernando VII, quería influir en la medida de sus posibilidades en la orientación ideológica de los vecinos de San Juliano de Árbas.

La escuela dependería de un patronato integrado por el párroco, el mayordomo de la fabrica de la parroquia, el “vistor mayor” o alcalde pedáneo y dos vecinos, que tenían que saber leer y escribir, elegidos por los cabezas de familia de la parroquia.

Para albergar la escuela se aforó una casa a José Uría Álvarez-Terrero, señor de la Casa de Uría en Santolaya y de la de Miravalles, en la parroquia de San Juliano de Árbas, situada en el mismo pueblo de San Juliano. La casa dispondrá de una “oficina capaz para la escuela” y cocina y habitación para el maestro y su familia. La reparación de este edificio tendrán que sufragarla los vecinos. La existencia de un edificio dedicado solo a escuela y casa del maestro era una gran novedad, pues hasta bien avanzado el siglo XIX lo más frecuente era que la enseñanza en el medio rural se impartiese en la sala de una casa particular o en el pórtico de la iglesia parroquial.

El edificio de la vieja escuela de San Juliano de Árbas todavía se conserva en pie, aunque hace setenta y cinco años que dejó de ser escuela; tiene junto a la puerta de entrada una hornacina de cantería que seguramente cobijó alguna imagen religiosa. La parte dedicada a aula tiene unas amplias ventanas para dar luz y ventilación. Esta escuela se vendió en pública subasta en 1944 para ayudar en la construcción de una nueva.

Escuela nueva de San Juliano de Árbas, construida en 1944 con aulas para niños y niñas y dos viviendas para los maestros


La nueva escuela fue pagada casi en su integridad por los vecinos de la parroquia. En el acta del pleno del Ayuntamiento de Cangas del Narcea de 17 de abril de 1944 puede leerse: “[…] el vecindario del distrito escolar de San Juliano de Árbas, en este concejo, ha construido un hermoso edificio para la escuela de niños y de niñas, con vivienda para los maestros, hallándose las obras casi terminadas, pues solo falta dividir la vivienda de la maestra, construyendo los tabiques necesarios; que la edificación alcanza un coste de más de cien mil pesetas, todas hasta la fecha a cuenta del vecindario, y que este no solicitó ayuda económica del Estado, como debiera haber hecho al tratarse de una construcción tan importante. Acordó solicitar al Ministerio de Educación Nacional una subvención de veinte mil pesetas” para concluir la escuela.

Puedes descargar desde los siguientes enlaces la escritura de fundación de la Escuela de San Juliano de Árbas y el anexo con los Censos para sostenimiento.

CANGAS DEL NARCEA – Plaza de Rafael Rodríguez, 4 – Casa de Fontaniella

CANGAS DEL NARCEA

Plaza de Rafael Rodríguez, 4

Casa de Fontaniella

Escudo partido con las armas de los Queipo de Llano (con la cruz de la orden militar de Santiago) y los Valdés.

Este escudo tuvo que pertenecer a Suero Queipo de Llano, mayorazgo de la casa de los Queipo, que fue caballero de la orden de Santiago y alférez mayor del concejo de Cangas desde 1626, o a su hermano Álvaro, que heredó el mayorazgo al morir el primero sin sucesión; este Álvaro Queipo de Llano, nacido en la villa de Cangas del Narcea en 1599, fue nombrado también caballero de la orden de Santiago en 1633 y recibirá el título de conde de Toreno en 1657. Los dos eran sobrinos de Fernando de Valdés y Llano (Cangas del Narcea, 1575- Madrid, 1639), hermano de su padre el capitán Suero Queipo de Llano, que fue arzobispo de Granada y presidente del Consejo de Castilla, circunstancia que favoreció los importantes privilegios que alcanzaron.

El hecho de que este escudo no vaya rematado por una corona condal, sino que lleve un yelmo de caballero, nos indica que fue realizado con anterioridad a 1657.

Es un escudo de una gran calidad, hecho en cuarcita, que seguramente fue labrado por el escultor Pedro Sánchez de Agrela (h. 1610 – 1661), vecino de la villa de Cangas desde 1642, o por algún miembro de su taller.

Guía artística de Cangas del Narcea. Iglesias, monasterios y capillas

Portada de la guía artística de Cangas del Narcea con imagen de un santo benedictino del s.XVII del monasterio de Corias. Fotografía de Avelino García Arias.

Disponible en nuestra biblioteca la edición digital de la Guía artística de Cangas del Narcea. Iglesias, monasterios y capillas.

Su autor es Pelayo Fernández Fernández, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo y doctor desde 2014 con la tesis “Actividades escultóricas en la zona suroccidental de Asturias durante los siglos XVII y XVIII: los talleres de Cangas y Corias”. En este trabajo documentó la autoría de numerosos retablos de nuestro concejo, así como la construcción de iglesias y capillas que datan de esos siglos. Es un trabajo exhaustivo y muy extenso debido a las numerosas edificaciones religiosas que se conservan, desde los monumentales Monasterio de Corias e iglesia de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea hasta las modestas capillas de Santana y Santarbás del Mouro.

La guía que se presenta ahora recoge los principales edificios religiosos del concejo de Cangas del Narcea y muestra su riqueza artística y monumental, de gran valor en algunos casos, como el monasterio de Corias/Courias, equiparable a los grandes ejemplos españoles. Partiendo de fuentes documentales, la mayor parte inéditas, se enseñan de un modo sistemático, comprensible e ilustrado las peculiaridades del patrimonio artístico religioso de este concejo asturiano que tuvo su momento de esplendor en el periodo que va de 1640 a 1740.

Ha sido editada por el Ayuntamiento de Cangas del Narcea y el Tous pa Tous con la colaboración del Arciprestazgo de El Acebo.

Inventario de lagares de vino antiguos en el concejo de Cangas del Narcea

Lagar de Penlés, Cangas del Narcea. Foto J.R. Puerto, 2016

Este trabajo ha sido promovido en al año 2016 por el Tous pa Tous y cuenta con la colaboración de la DOP Vino de Cangas. El inventario lo ha realizado David Flórez de la Sierra y hemos contado con la ayuda para tareas de documentación de José Ramón Puerto Álvarez, que hizo un reportaje fotográfico, y J. M. Legazpi que ha dibujado dos lagares (Tremao de Carballo y La Queipa en Carballo). 

El número total de lagares de vino del modelo de viga y contrapeso inventariado es de diez. Siete están en buen estado de conservación y tres están completamente abandonados y medio arruinados. Todos están en desuso. Además, se han inventariado varias piezas de madera que pertenecieron a un lagar y seis contrapesos de piedra, que se conservan en las casas o junto a caminos; en algún caso ni los propios dueños o vecinos saben que esa gran piedra trabajada perteneció a un lagar de vino.


INVENTARIO DE LAGARES DE VINO ANTIGUOS EN EL CONCEJO DE CANGAS DEL NARCEA

 

Fichas de inventario

David Flórez de la Sierra
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Fotografías

José Ramón Puerto Álvarez
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Dibujos

José Manuel Legazpi
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Tous pa Tous
Sociedad Canguesa de Amantes del País

Cangas del Narcea
2018


1.- Lagar de Santa Icía (Tebongo)

1.- LAGAR DE SANTA ICÍA

Ubicación 

  • Lugar/pueblo y parroquia: Santa Icía. Tubongu / Tebongo.
  • Coordenadas UTM: Huso 29 T. X: 0.703.251, Y: 4.791.021, Z: 250.
  • Tipo de edificación: Exenta.

 Propietario

Emilio Menéndez Menéndez, vecino del pueblo de Vecil, parroquia de San Pedru Culiema. Uso particular y cesión vecinal ocasional.

Fecha de construcción

Desconocida.

Fecha del último uso del lagar

1985 – 1990.

Uso actual

Ninguno.

Materiales  y medidas 

  • Viga: Madera de castaño de 4,50 x 0,40 x 0,31 m.
  • Fuso y cimbriella: madera de peral. El fuso esta roto y separado del lagar; se conserva un fragmento de 85 x 12 cm.
  • Contrapeso: Sistema de par de calzones de forma en “A”,  de madera de castaño con flejes y cinchas metálicas.  Semienterrado y en avanzado estado de deterioro por humedad. Medidas: 50 cm de altura (a la vista), 54 cm de base, 23 cm la parte superior y 12 cm de ancho de las piezas. Entre ambas piezas de madera hay bloques de piedra y cantos que dan el peso al conjunto.
  • Mina o masera: Cinco anchos tablones configuran la masera o mina de prensado, con planta apuntada para facilitar el vertido. Medidas: 1,22 m de ancho al frente y 1,10 m de fondo. El descanso se hace sobre unos durmientes laterales de gruesas rollas de madera, que permite aislar de la humedad del suelo al entablado superior de prensado.
  • Otros: Sobre el propio lagar y aprovechando las velas que llegan hasta cubierta, se configura un espacio de acopio y guarda de maderas, cuñas y pudinas del prensado.

 Características y dimensiones del edificio

Muros de mampostería vista y cubierta a un agua rematada en teja curva.  Estancia de superficie prácticamente cuadrangular de 4,60 x 4,80 metros.

Estado de conservación, alteraciones y reformas

Ruinoso en carpintería y paramento de acceso; teja curva de cubierta, ripia y pontones presentan mal estado general y gran parte del ingenio está afectado por humedades. Acceso libre al interior. Filtraciones de cubierta por desperfectos y falta de mantenimiento.

Otros elementos de interés vitivinícola

Hay instrumentos para la transformación de la uva (porro de madera) y para el almacenamiento y consumo del vino (tres barricas de entre 100 y 200 litros, una cuba pequeña, aros de barricas, un cacho roto,…). Todos en un estado de conservación muy deficiente. Hay una alacena empotrada en el muro trasero a la prensa de viga.

Entorno (bodegas, viñedo…)

Conjunto de bodegas en el entorno y al norte del lagar (diez construcciones, alguna remozada y mejorada recientemente, y otras en situación de gran deterioro). A un 1 km, en Villar de Tebongo, hay un conjunto de veinte bodegas en buen estado de conservación, muchas de ellas en uso.

Otros datos

Es el lagar más pequeño, en cuanto a dimensiones del ingenio, de los que se conservan en el concejo de Cangas del Narcea. Entorno con un conjunto paisajístico de bodegas en diferente estado de conservación. Proximidad a viñedo tradicional y nuevos pagos replantados en la última década.

Fotografías


  • Ficha elaborada por Dávid Flórez de la Sierra, marzo de 2016.
  • Fotografías: David Flórez de la Sierra (febrero, 2016).

2.- Lagar de Santiso (Cangas del Narcea)

2.- LAGAR DE SANTISO

Ubicación

  • Lugar/pueblo y parroquia: Barrio de Santiso. Cangas del Narcea.
  • Coordenadas UTM: Huso X: 0.699.695, Y: 4.782.449, Z: 385.
  • Tipo de edificación: Exenta y exclusiva para lagar de vino.

Propietario/s

Propiedad compartida de las casas de Reguera, Conde, Santiago, Rosa, Penas y Santiaguín de Llamas de Ambasaguas.

Fecha de construcción

El edificio se construyó en 1887 y el lagar se trasladó a su ubicación actual en esa fecha.

Fecha del último uso del lagar

Hacia 1965.

Uso actual

Forma parte del Museo del Vino de Cangas por cesión temporal de sus propietarios al Ayuntamiento de Cangas del Narcea con fines expositivos y culturales.

Materiales  y medidas

  • Viga: Madera de castaño de 7,75 m de largo. Sección cuadrangular y 60 cm de lado en extremo del contrapeso y prácticamente circular (40 – 42 cm) en el extremo semifijo.
  • Fuso y cimbriella: Fuso de madera de peral o manzano con base de 48 x 18 cm y aristas en chaflán y cilindro roscado de 16 cm Ø y 2,80 m de longitud. El fuso se puso nuevo en 2003.
  • Contrapeso: Arenisca de buena labra y sección troncocónica. Biseles en las cuatro aristas. Base de 65 cm de lado y 53-56 cm en la parte superior. Altura: 78 cm. Acanaladura vertical en reducción de ancho para fijación de la pieza metálica de sujeción al fuso (de 14 cm en la parte baja y 9 cm en la superior).
  • Mina o masera: Masera o mina de 1,77 m de frente y 2,00 m de fondo en grueso entablonado de madera. Laterales verticales para contención del magayu.
  • Otros: En una pared se conserva el viejo y deteriorado fuso de 1,70 x 0,16 m y pie de sección octogonal de 0,44 m.

Características y dimensiones del edificio

Muros de mampostería de pizarra y cubierta a dos aguas de losas de pizarra. Planta interior: 9,90 x 4,60 m, y alzados: de 3,30 a 5,10 m.

Estado de conservación, alteraciones y reformas

Reforma integral de la cubierta (llevaba décadas en ruina casi total y con presencia de materiales como fibrocemento y lonas) y las carpinterías en 2002 y 2003, realizada por el Ayuntamiento de Cangas del Narcea y Taller de Empleo (FUCOMI).

Otros elementos de interés vitivinícola

Uso museístico y amplia colección de tinas, bocoyes, cachos…

Entorno (bodegas, viñedo…)

El lagar está a orillas del río Luiña y junto a un conjunto de nueve bodegas tradicionales, en su mayor parte exentas, la capilla de Santiso, una central hidroeléctrica construida en los años veinte y el Museo del Vino de Cangas.

Otros datos

El barrio de Santiso tiene sus orígenes en el monasterio medieval que allí existió y del que se conserva la capilla. Hasta mediados del siglo XX, las únicas edificaciones que existían eran las bodegas, propiedad de vecinos de Llamas de Ambasaguas, situado a 800 m ladera arriba.

Al otro lado del río Luiña y a una distancia de 500 m se encuentra otro interesante conjunto de bodegas, el de Las Escolinas (con 34 bodegas propiedad de vecinos de los pueblos de Robledo, Villaxemada, Borracán, Rañeces, Rocabo, La Braña, Villanueva y el propio núcleo de Las Escolinas, que, igual que Santiso, fue núcleo bodeguero mucho antes que núcleo de población).

Fotografías


  • Ficha elaborada por Dávid Flórez de la Sierra, marzo de 2016.
  • Fotografías: José Ramón Puerto Álvarez (julio, 2016).

3.- Lagar de Ponticiella

3.- LAGAR DE PONTICIEL.LA

Ubicación

  • Lugar/pueblo y parroquia: Ponticiel.la / Puenticiella. L.lumés / Limés.
  • Coordenadas: UTM: Huso 29 T. X: 0.701.136, Y: 4.779.245, Z: 429
  • Tipo de edificación: Edificación de dos plantas contra terreno, con la baja dedicada a lagar originalmente, y presencia de roca como parte de la construcción al fondo del bajo.

Propietario/s

Casa Fernando o casa Moina, de Ponticiel.la. Uso privado y cesión ocasional a vecinos de pueblos próximos (Morzó, Villategil, etc.).

Fecha de construcción

Desconocida.

Fecha del último uso del lagar

Hacia 1985.

Uso actual

Almacén de aperos y pequeño taller de carpintería privado.

Materiales y medidas

  • Viga: Madera de castaño: 6,70 x 0,70/0,50×0,65/0,40 m. Tres pares de velas.
  • Fuso y cimbriella: Peral, 2,40 m largo y 18 cmØ. Base sección circular.
  • Contrapeso: Arenisca. De factura irregular y escasa labra. Base muy ancha (80 cm de lado). Alzado de 72 cm y sección en parte alta de 40 cm de lado. Una inserción vertical de 25 x 8 cm en dos laterales opuestos permiten unir el contrapeso al fuso.
  • Mina o masera: La zona de prensado está excavada en la roca, pero apenas puede verse porque está tapada de maderas y acopios; solo se ve el caño metálico (oxidado y casi desaparecido) inserto en la roca para salida del mosto.
  • Otros: Viga alojada parcialmente en la roca del extremo del local. El contrapeso se aloja en un espacio excavado en suelo de tierra y recercado por bloques de cantería semi-escuadrada y mampostería.

Características y dimensiones del edificio

Planta baja de 9 x 5 m con buen acceso desde la calle y vano de iluminación.

Estado de conservación, alteraciones y reformas

El edificio fue reformado en estos últimos años, sobre todo la fachada  y la vivienda de la planta alta. A estas reformas se deben la presencia en el recinto del lagar de un calentador de agua eléctrico, bajantes de PVC del saneamiento y otros elementos. Puntal o pie derecho metálico como sustento de viga.

Uno de los durmientes de madera del ingenio descansa sobre hormigón, a modo de recalce moderno.

Otros elementos de interés vitivinícola

Ninguno.

Entorno (bodegas, viñedo…)

El lagar esta muy cerca del arroyo Molina (afluente del río Luiña por la derecha), que divide el pueblo de Ponticiel.la. En sus proximidades, a unos 30 metros y en la orilla izquierda del arroyo Molina, existió otro lagar de un tal Valeriano del que hoy solo quedan un par de muros de mampostería como único resto (coordenadas: Huso 29 T: X: 0.701.163, Y: 4.779.234 y Z: 431).

Otros datos

Lástima del estado en que se encuentra el local: taller de carpintería para ocio y servicio de la casa, con maquinaria y acopios de madera que tapan y ocultan el lagar de vino. Si algún día se retirasen estos elementos ajenos al ingenio, sería una auténtica maravilla su contemplación: dimensiones del lagar, zona de estrujado en roca, etc.

Destacan el ancho o sección del fuso y la base del peso de arenisca.

Fotografías


  • Ficha elaborada por Dávid Flórez de la Sierra, marzo de 2016.
  • Fotografías: David Flórez de la Sierra (enero, 2016).

4.- Lagar de Casa El Coxu (Tremao de Carballo)

4.- LAGAR DE CASA EL COXU, TREMÁU DE CARBACHU

 Ubicación

  • Lugar/pueblo y parroquia: Tremáu de Carbachu, n.º 12. Casa el Coxu. Carbachu / Carballo.
  • Coordenadas UTM: Huso 29 T. X: 0.703.075, Y: 4.777.460, Z: 469.
  • Tipo de edificación: Conjunto agropecuario de vivienda, cuadras, pajar, corral… El lagar ocupa un local exclusivo en la planta baja con acceso propio desde el corral.

Propietaria

María González, de Casa el Coxu (Tremáu de Carbachu / Tremao de Carballo).

Fecha de construcción

Desconocida. La parte de la casa donde está el lagar  tiene, según sus propietarios, unos 250 años.

Fecha del último uso del lagar

1989-1990.

Uso actual

Almacén para guardar aperos de labranza.

Materiales y medidas

  • Viga: Madera de castaño (6,80 x 0,40 / 0,53 x 0,40 / 0,55). Tres pares de velas (25-30 cm de lado).
  • Fuso y cimbriella: Madera de manzano. Fuso: 2,60 m de largo y 16 cmØ (base del mismo, de sección octogonal).
  • Contrapeso: Bloque de arenisca con aceptable labra y vértices o esquinas en chaflán, que casi tienen una sección octogonal. Altura: 80 cm. Sección base: 60/68 cm. Sección en la unión al fuso: 40×45 cm, con inserción longitudinal en cola de milano de 13 y 16 cm de ancho.
  • Mina o masera: Zona de estrujado en piedra con laterales de madera y morteros. Sobre entramado de gruesos durmientes de madera, mampostería de pizarra y morteros, correas de chapa y clavazón de forja.
  • Otros: Conservan pudinas, pieza de giro del peso,…

Características y dimensiones del edificio

El local del lagar es un bajo de la casa con acceso independiente desde el corral. Tienen de planta: 8,5 x 6 m. El suelo es de tierra y las paredes de mampostería.

Estado de conservación, alteraciones y reformas

Bueno. Tiene el fuso engrasado (grasa de cerdo) y en perfecto uso. Reformas no recientes de mantenimiento: rejunteos de morteros viejos en la mina o zona de prensado, herrajes de refuerzo metálicos y clavazón de forja en la cimbriella, etc. Tiene gabitos de madera clavados en un extremo de la viga.

Otros elementos de interés vitivinícola

Una barrica.

Entorno (bodegas, viñedo….)

Viñedos a unos 250 m. Frente a la casa, al otro lado de la carretera CN-4 y junto a capilla de San Martín, parte el camino antiguo a Cobos donde se encuentran muchos viñedos y el conjunto de bodegas de La Paraxa.

Dibujos y fotografías


  • Ficha elaborada por Dávid Flórez de la Sierra, abril de 2016.
  • Fotografías: José Ramón Puerto Álvarez (junio, 2016) y Juaco López Álvarez (abril, 2016).
  • Dibujos: J. M. Legazpi.

5.- Lagar de El Palacio (Carballo)

5.- LAGAR DE EL PALACIO, CARBACHU / CARBALLO

Ubicación

  • Lugar/pueblo y parroquia: Palacio de los Flórez Valdés. Carbachu / Carballo.
  • Coordenadas UTM: Huso 29 T. X: 0. 704.269, Y: 4.776.871, Z: 469
  • Tipo de edificación: Palacio rural. Estancia en planta baja.

Propietario/s

Manuel Galán, casa de El Palacio (Carbachu / Carballo). Uso privado con cesión de uso a vecinos de Carballo, Las Tiendas y otros pueblos de la parroquia.

Fecha de construcción

Desconocida. Pudo armarse el lagar posteriormente al edificio, dadas las amplias dimensiones de la estancia y el cómodo vano de acceso en el lado corto de la misma,  por el que pudo introducirse la viga del lagar.

Fecha del último uso del lagar

Hacia 1990.

Uso actual

Bodega en una estancia contigua con barricas, depósito de hierros,…

Materiales  y medidas

  • Viga: Madera de castaño de 6,60 m x 0,40 m, 0,36 / 0,57 m.
  • Fuso: Madera de peral, 2,10 m alto y 15 cm Ø, y base de unión al peso de sección circular y 18 cm Ø, con 50 cm de longitud
  • Contrapeso: Arenisca en forma prismática con aristas laterales irregulares, 93 cm de altura y sección de 50×40 cm. Sujeción al fuso mediante piezas de madera en cola de milano.
  • Mina o masera: Hecha de mampostería y hormigón, sobre durmientes y travesaños de madera de castaño. Caño vertedero metálico (reforma de 1960). Remate de la masera de cal y hormigón (1,75 x 1,30 m) y cajón de castaño para el magayu con herrajes metálicos.
  • Otros: Tanto el contrapeso como el lugar de recogida del mosto tienen un hueco en el suelo delimitado por bloques de cantería reaprovechados de otros usos.

Características y dimensiones del edificio

El lagar está en la planta baja del palacio. La planta de la estancia mide 11 x 5 m.

Estado de conservación, alteraciones y reformas

Se le colocó una trócola con cadena metálica y pie derecho/puntal para sustentación de la viga. Reforma marcada en el borde de la zona de estrujado (“año 60”), momento de colocación del caño metálico y el mortero de la zona de estrujado.

Otros elementos de interés vitivinícola

Barricas, tinas y bocoyes de cierta antigüedad y depósitos metálicos actuales.

Entorno (bodegas, viñedo…)

Viñedo junto a la CN-4, a 150 metros del lagar.

Otros datos

Buen repertorio de cuñas y pudinas de prensado.

Instalado en los bajos de una edificación rural de carácter noble con origen en el siglo XVI y añadidos barrocos y populares. El conjunto se completa con  una capilla, un palomar de planta redonda y una panera de grandes dimensiones.

Fotografías


  • Ficha elaborada por Dávid Flórez de la Sierra, marzo de 2016.
  • Fotografías: José Ramón Puerto Álvarez (julio, 2016) .

6.- Lagar de La Queipa (Carballo)

6.- LAGAR DE LA QUEIPA, CARBACHU / CARBALLO

Ubicación

  • Lugar/pueblo y parroquia: Casa de la Queipa. Carbachu / Carballo.
  • Coordenadas UTM: Huso 29 T. X: 0.704.301, Y: 4.776.607, Z: 502
  • Tipo de edificación: Ocupa un local en la planta baja de una casona rural con escudo de armas en la fachada.

Propietario

Fernando Martínez Álvarez, de Casa Don Juan (Carballo / Carbachu).

Fecha de construcción

Los propietarios creen que supera los 300 años, basándose en documentación que conserva la casa.

Fecha del último uso del lagar

2013.

Uso actual

Bodega.

Materiales y medidas

  • Viga: Madera de haya, parcialmente alojada en pared de roca en su extremo, de 5,90 x 0,38 / 0,40 x 0,38 m. Dos pares de velas con sección cuadrangular y 25 cm de lado.
  • Fuso y cimbriella: Madera de peral. Parte baja de sección circular (50 cm largo) y parte roscada rota (75 x 14 cm). Le faltan alrededor de 60 cm de longitud.
  • Contrapeso: Arenisca casi sin labrar. Sección troncopiramidal. Altura de 82 cm, base 50-65 cm y parte superior de 30 cm de lado. La sujeción al fuso se hace mediante piezas de madera en cola de milano.
  • Mina o masera: La mina o espacio de prensado (1,45 x 1,60 m.) tiene un suelo hecho con cuatro bloques rectangulares de cantería de perfecta labra, que miden entre 70 y 110 cm de lado, uno de los cuales da lugar al brocal vertedor. Mampostería en la base del ingenio y en los laterales alternando con canto rodado.
  • Otros: Cajón para prensado de magayu en madera castaño.

Características y dimensiones del edificio

Edificación con costado en roca y 6,20 x 5,80 m de superficie útil.

Estado de conservación, alteraciones y reformas

Buen estado de conservación.

Otros elementos de interés vitivinícola

Barricas, tinas (1.000 y 300 litros), bocineras, medidas (canada, cuartillo, cuarterón), cachos… Depósitos de vino de acero inoxidable y utillaje moderno.

Entorno (bodegas, viñedo…)

Lagar situado en el núcleo del pueblo de Carballo, junto a la iglesia parroquial y al arroyo Rocabu o de Corbeiro, que divide el lugar y se une al río Cibea por su derecha. Hay viñedos a unos 300 metros, junto a la carretera CN-4.

Otros datos

Encima de la puerta del lagar, en la fachada de la casa que mira al arroyo Rocabu, hay un escudo con las armas de los Sierra Pambley.

Dibujos y fotografías


  • Ficha elaborada por Dávid Flórez de la Sierra, marzo de 2016.
  • Fotografías: José Ramón Puerto Álvarez  (agosto, 2016) y Juaco López Álvarez (abril, 2016).
  • Dibujos: José Manuel Legazpi.

7.- Lagar de Penlés

7.- LAGAR DE PINL.LÉS / PENLÉS.

Ubicación

  • Lugar/pueblo y parroquia: Pinl.lés / Penlés. Parroquia de La Riela / La Regla.
  • Coordenadas UTM: Huso 29 T. X: 0.697.268; Y: 4.780.624; Z: 478
  • Tipo de edificación: Exenta; está situada debajo de un camino y apoyada contra terreno. Junto al edificio del lagar hay cuatro bodegas que flanquean el mismo camino, que conduce a tierras situadas al norte del pueblo.

Propietarios

Propiedad común de los vecinos de Pinl.lés / Penlés.

Fecha de construcción

Desconocida.

Fecha del último uso del lagar

1976 – 1977

Uso actual

Ninguno. Estado de abandono y ruina parcial de cubierta.

Materiales  y medidas

  • Viga: Madera de roble de 5,80 x 0,45 x 0,44 / 0,48 m.
  • Fuso y cimbriella: Madera de manzano. 1,80 x 0,15 / 0,16 m. Base de sección octogonal (0,75 x 0,17 m.)
  • Contrapeso: De calzones con un alzado superior a 70 cm y un ancho de las piezas gemelas de 80 cm en la parte baja semi-enterrada y 30 cm en coronación.
  • Mina o masera: Compuesta de tablones de castaño de 1,80 m de frente y 2,15 m de fondo. Vertedera con entalladura y labra en planta hexagonal.

Características y dimensiones del edificio

Edificio exento de mampostería vista, cubierta a un agua y acceso por lateral corto. Tiene un vano de iluminación y varios de ventilación (inferiores a 30 cm de lado) en el muro largo al que se alinea el ingenio. Planta de 7 x 3,40 m y alzados de 2 a 4,40 m.

Estado de conservación, alteraciones y reformas

Edificio abandonado y ruinoso (tiene un hueco en la cubierta que permite la entrada directa de agua en 1/3 de la superficie del lagar y que a través de la roca llega a salpicar al ingenio y producir pudrición del entablado de la mina o masera). Viga y fuso se conservan bien. Peso semienterrado y desplazados los bloques que lo conforman. Acceso principal reducido a una altura de 70 cm por acumulación de tierra, escombro…

Otros elementos de interés vitivinícola

No existen elementos asociados al prensado y la elaboración de vino. Presencia de otras bodegas en el entorno inmediato.

Entorno (bodegas, viñedo,…)

En las inmediaciones están las bodegas de Casa Manuel (tinas y barricas visibles desde el camino por ruina parcial de la cubierta), Casa Rozas (mampostería vista), situada al otro lado del camino, y la casa-bodega de Pedrón (con paramentos enfoscados y revestidos). Las fincas que se encuentran al norte del lagar y del conjunto de bodegas, y a las que se accede por el camino inmediato, fueron viñas antiguamente (distan unos centenares de metros). Así como otras que llegan ladera abajo hasta las inmediaciones de la carretera AS-15.

Otros datos

Requiere una inmediata intervención en la cubierta que evite su colapso total, y una limpieza de escombro y basura.

Fotografías


  • Ficha elaborada por Dávid Flórez de la Sierra, marzo de 2016.
  • Fotografías: José Ramón Puerto Álvarez  (junio, 2016) y David Flórez de la Sierra (octubre, 2016).

8.- Lagar de La Regla

8.- LAGAR DE LA RIELA / LA REGLA

Ubicación

  • Lugar/pueblo y parroquia: La Riela / La Regla.
  • Coordenadas UTM: Huso 29 T. X: 696.570; Y: 4.779.659; Z: 425
  • Tipo de edificación: Exenta e independiente.

Propietarios

Propiedad de las casas de Don Julián y Natalio (La Riela / La Regla), Martin y Fonso (Aciu) y Gamayón (Caldevil.la d’Aciu).

Fecha de construcción

Desconocida.

Fecha del último uso del lagar

Hacia 1984

Uso actual

Guarda de aperos y objetos fuera de uso.

Materiales y medidas

  • Viga: Madera de roble. 7,35 x 0,40 / 0,48 x 0,50 m. Tres pares de velas o pontones.
  • Fuso y cimbriella: Madera de manzano con rosca de 16 cm Ø . Altura de 2 m. Cimbriella con sección de 36 x 15 cm.
  • Contrapeso: Calzones, dos bloques de pizarra trococónica en reducción de anchura con la altura. Base de 68 cm de lado y 42 cm de alto. Piedra superior de 63 cm de lado y 27 cm de alto. Listones laterales de perfil rectangular ciñen los dos bloques, no pudiendo observarse el inferior.
  • Mina o masera: Formada por una sucesión de tablones y borde perimetral, apoyados sobre unos gruesos durmientes de madera y estructura de mampostería. El frente mide dos metros y el fondo 2,50 m.

Características y dimensiones del edificio

Edificación de mampostería vista y planta rectangular de 9,35 x 5,60 m; tiene una gran altura y una poderosa estructura de madera en cerchas y cubierta a dos aguas.

Estado de conservación, alteraciones y reformas

La conservación del ingenio es buena y la del edificio solo aceptable (pequeñas goteras y filtraciones de agua). El interior está descuidado por su empleo como almacén de objetos y aperos en desuso de forma caótica.

Otros elementos de interés vitivinícola

Tres barricas, un bocoy de 800 litros y otro de 500 litros.

Entorno (bodegas, viñedo…)

El lagar está en el núcleo del pueblo de La Riela / La Regla, en un barrio ubicado entre la carretera, la vieja iglesia parroquial y el puente que cruza a la orilla derecha del río Narcea. Dista del río unas decenas de metros. Al otro lado del puente y aguas arriba existieron viñedos hasta la década de los años setenta del siglo XX.

Otros datos

Es el edificio dedicado exclusivamente a lagar de vino más grande que se conserva en el concejo de Cangas del Narcea. Existió otro lagar en el pueblo, el de Regueiro, “más moderno y pequeño” nos dicen, del que solo se conserva la pesa o contrapeso de piedra, en la pequeña plaza que hay en la orilla izquierda del río, inmediata al puente y distante 50 metros del lagar de la presente ficha.

Fotografías


  • Ficha elaborada por Dávid Flórez de la Sierra, marzo de 2016.
  • Fotografías: José Ramón Puerto Álvarez  (junio, 2016) y David Flórez de la Sierra (febrero, 2016).