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Un cangués inventa en 24 horas la mejor silla amigable con el medio ambiente

Francisco Lera Fernández (Cangas del Narcea, 1990) junto a su compañero de carrera Francisco Pérez Rodríguez, ganaron el primer premio del concurso de diseño 24H chairs design 1st edition, con su propuesta OPC-chair.

El joven arquitecto cangués, realizó sus estudios en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de La Coruña siendo el segundo de su promoción. Máster BIM Expert especialidad Arquitectura, es socio fundador del Tous pa Tous por lo que nos complace doblemente enviarle desde aquí nuestra ¡ENHORABUENA!

24H Competition

El objetivo de este concurso es presentar, en 24 horas, soluciones de diseño que respondan a los retos lanzados en el pliego de condiciones. Se trata de una competición donde el límite de tiempo se utiliza para estimular tu creatividad y se centra en medidas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, que pueden ser de arquitectura o de diseño como en este caso.

A través de estos concursos, se pretende contribuir al debate sobre el cambio de mentalidades y actitudes para mejorar la calidad de vida de las personas y mejorar la sociedad y las ciudades. Son un buen método para desarrollar habilidades como diseñador y pensador del espacio conjugándolas con la economía verde y circular.

El compromiso, la perseverancia, la inspiración y el empeño son las bases necesarias para desarrollar una propuesta que cumpla las premisas que se dan a conocer en el pliego del concurso el mismo día de la prueba. Solamente se disponen de 24 horas para desarrollar una propuesta que responda al planteamiento expuesto en estas bases. El factor tiempo es una prioridad.

24H Chairs

«A lo largo de la historia de su creación, el más icónico de los asientos, la silla, ofrece una visión estructurada de las condiciones sociales, culturales, económicas, políticas y artísticas de una sociedad concreta en un periodo de tiempo determinado. A partir del siglo XIX, con la perspectiva de la industrialización y la consiguiente producción en masa y el acceso a sectores cada vez más amplios de la población, la silla se convirtió en un peculiar barómetro de estas condiciones en una historia que está intrínsecamente ligada a la propia historia del diseño. Por lo tanto, para mirar y reflexionar sobre la Silla contemporánea debemos explorar la propia historia y fortuna del proceso de diseño en el mundo». (Rui Afonso Santos, Sillas contemporáneas portuguesas – Edición Asa)

En esta primera edición del 24H Chairs Design el tema fue: La silla de corcho

Objetivo: En un mundo cambiante en el que el uso de materiales naturales para construir el nuevo diseño se hace imperativo, desafiamos a los participantes a cambiar el paradigma de las sillas de oficina. Se pretende encontrar el mejor diseño para una silla que pueda ser fácilmente reproducida en serie utilizando materiales naturales y sostenibles con una base obligatoria, el corcho. Se puede utilizar madera para la estructura de la silla, pero el corcho debe estar presente en el asiento. Las dimensiones de la silla deben ajustarse al tamaño estándar de una persona de estatura media. Los participantes deben presentar en la pizarra, todos los dibujos, imágenes 3D y textos que consideren necesarios para una perfecta percepción de la misma.

1er Puesto

Silla de corcho de un pliegue, una silla sencilla y ecológica fabricada con dos materiales, madera y corcho. Partiendo de un cuadrado de corcho de 60x60x1cm encolado y prensado, cuatro patas de madera de haya y dos listones del mismo material y dimensiones indicadas a continuación, el usuario podrá montar una silla de este tipo de forma rápida, casera y eficaz. Debido a las características descritas, la producción y envío de esta silla se convierte en una de las soluciones más ecológicas y respetuosas con el medio ambiente.

Algunas valoraciones de los miembros del jurado son las siguientes:

«Interesante propuesta conceptual. Su construcción con pocos recursos (madera y corcho) mediante un sistema de ensamblaje y encolado da lugar a un objeto que revela identidad y se ajusta a los preceptos ergonómicos del hombre. ¡La gestión del sistema constructivo es fundamental porque introduce el factor de la economía de escala en la ecuación de la producción en serie!. La propuesta que globalmente mejor responde a los criterios de evaluación.» Pedro Novo, arquitecto.

«Una propuesta minimalista e ingeniosa; el resultado es elegante, con una apariencia sencilla, sin ser simplista.» João Paulo Martins, arquitecto.

«A pesar de que el concepto está muy extendido en el diseño, la idea de utilizar un simple tablero cortado y doblado se aplica excelentemente al corcho, combinando cierta rigidez y flexibilidad. Este proyecto, minimalista y de baja tecnología, revela un buen uso del material aprovechando sus cualidades. Le atribuyo la máxima puntuación por ser una silla económica y ecológica y también por ser el proyecto más realista en términos de producción.» Toni Grilo, diseñador.


«Regeneración Urbanística y Territorial Integrada», Alto Narcea

En mayo de 2018 se celebraba en el Parador Nacional de Corias de Cangas del Narcea el foro «Alto Narcea: Regeneración Urbanística y Territorial Integrada», en el cual se debatió el futuro del Suroccidente de Asturias. El acto fue organizado por el grupo de investigación GTDS (Grupo de Estudios Jurídico-Sociales sobre Territorio y Desarrollo Urbano Sostenible) de la Universidad de Oviedo, dirigido por la catedrática de derecho, María Rosario Alonso Ibáñez, y asistió el Director del Departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo y del Observatorio del Territorio, Felipe Fernández García.

El documento que hemos subido a la Biblioteca Digital del Tous pa Tous recoge, en primer lugar, la charla impartida por Felipe Fernández en Cangas del Narcea el 24 de mayo de 2018 en el marco de estas jornadas. Bajo el título » ciudadanas » se publica un segundo artículo de la arquitecta Miriam Alonso Naveiro que refleja las intervenciones de los asistentes al “Foro de debates Alto Narcea”. Completa el documento (pp.31-56) un artículo de los arquitectos Rogelio Ruiz y Macario G. Astorga: “Regeneración Urbana en Cangas del Narcea, El prao del Molín y las piscinas”.

Este último artículo pretende explicar desde el punto de vista urbanístico y patrimonial, cómo la intervención en el Prao del Molín, antiguas huertas del Palacio de Toreno, y las piscinas en Cangas del Narcea han supuesto la regeneración urbana de esta zona central de la Villa que se encontraba tremendamente deteriorada y han reforzado el aprecio por la riqueza patrimonial y natural del enclave.

Ed. Edita Grupo de Estudios Jurídico-Sociales sobre Territorio y Desarrollo Urbano Sostenible, 2018 Departamento de Derecho Público de la Universidad de Oviedo.


 

Castelao: la materialización de un pensamiento

Estado original de la fachada del aulario de la facultad de Geológicas de Oviedo. Fotografía del libro “50 años de Geología
en la Universidad de Oviedo”

Hacia mediados del siglo XX, al igual que estaba ocurriendo en el resto de Europa, comienza a reaparecer tímidamente en la arquitectura asturiana el movimiento moderno, cuyo germen había comenzado a brotar en los años previos a la guerra.

De entre todos los arquitectos que centraron su labor en el Principado de Asturias, hay uno que destaca por su estilo vanguardista como impulsor de esta nueva arquitectura. Este no es otro, que el poco reconocido, Ignacio Álvarez Castelao (Cangas del Narcea, 1910 – Oviedo 1984). Tal vez su afinidad de ideas y relación con el finlandés Alvar Aalto fue la que consiguió traer parte de esa estética y destreza constructiva hasta el norte de España.

Ya desde sus obras iniciales, se observa una preocupación por el lugar y la adaptación del edificio al entorno, rompiendo con las herméticas construcciones historicistas que se estaban imponiendo en la España del momento.

Comienzan así a aparecer pequeños guiños a un nuevo pensamiento que tiene como base el dominio de la geometría y su movimiento organicista, plasmado en ejemplos como las fachadas de los edificios del Serrucho y Alsa, o la facultad de Ciencias Geológicas y Biológicas de Oviedo, donde consigue una magistral oposición entre dos mundos, lo orgánico y lo mineral.

Su obra abarca desde interesantes edificios dotacionales en ámbitos urbanos, hasta la concepción de grandes edificios e infraestructuras industriales, pasando por el estudio de diferentes tipos de arquitectura residencial, como los poblados vinculados a nuevas industrias (los cuales constituyen verdaderas experiencias habitacionales). En todos ellos pone en práctica una magistral habilidad para adaptar el edificio a las preexistencias, tanto urbanas como a las impuestas por la naturaleza.

En la obra de Castelao, vemos además reforzada su idea generadora a través del elemento construido, la cual se percibe intensificada con gran maestría a través de los materiales, acabados y sistemas constructivos, estableciendo una especial relación entre idea y la materialización. Adopta, y hace suyo, el principio de que los materiales y requerimientos funcionales determinan el resultado, regalando a la sociedad el conocimiento y los valores que enriquecieron sus obras.

La comunicación propuesta reflexionará sobre los criterios proyectuales y fundamentos teóricos que, como hilo conductor de toda su obra, fueron materializados magistralmente con independencia de la tipología edificatoria, obteniendo como resultado edificios en los que se ofrece a los usuarios algo más que una mera funcionalidad en la generación de espacios y recorridos.

 

Disponible en la Biblioteca Digital del Tous pa Tous este artículo completo de las Actas Digitales de las Comunicaciones aceptadas al I Congreso Pioneros de la Arquitectura Moderna Española: Vigencia de su pensamiento y obra. Autores: Marta Alonso Rodríguez (Departamento de Urbanismo y Representación de la Arquitectura. E.T.S. Arquitectura Valladolid) y Valentín Arrieta Berdasco (E.T.S. Arquitectura Valladolid).

En las mismas actas de este Congreso coordinado por la arquitecta coruñesa Teresa Couceiro Núñez, experta en arquitectura moderna y vivienda y desde el año 2001 directora de la Fundación Alejandro de la Sota,  se publica otro interesante artículo sobre la obra del arquitecto cangués Ignacio Álvarez Castelao que también subimos a nuestra biblioteca. El autor de este segundo artículo es Pablo Fernández Cueto (Universidad Politécnica de Madrid, Miembro invitado grupo de investigación Análisis e Intervención en Patrimonio Arquitectónico (AIPA), Departamento Construcción y Tecnología Arquitectónicas, Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSAM), Madrid).

En un lugar intersección de tensiones, abandonado a su suerte, un prisma otea el horizonte. Atado al paisaje por un cilindro de hormigón que se desvanece entre la vegetación que lo coloniza, una fachada prefabricada llama nuestra atención. Es muy parecida a la utilizada por Ignacio Álvarez Castelao en la Facultad de Geológicas de Oviedo, quien la describe como «Edificio estático y de expresión neutra». Y nos preguntamos ¿cómo se hubiera referido a aquel otro de menores dimensiones?


 

Guía artística de Cangas del Narcea. Palacios y casonas

Portada

El objetivo de esta segunda Guía artística de Cangas del Narcea es dar a conocer sus casonas y palacios más significativos de los siglos XVI al XVIII, de gran valor en alguna de sus creaciones, como el palacio del conde de Toreno en la villa de Cangas del Narcea, uno de los más monumentales y bellos de Asturias y equiparable a los mejores ejemplos asturianos.

Este trabajo es la continuación de la Guía artística de Cangas del Narcea. Iglesias, monasterios y capillas, editada en 2018 por el Tous pa Tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País y el Ayuntamiento de Cangas del Narcea.

Los palacios y casonas que se incluyen en esta guía, contextualizados en las diferentes coordenadas históricas y artísticas, ya habían sido objeto de atención en inventarios y obras de conjunto sobre la arquitectura civil asturiana, pero ahora se enriquecen y actualizan con nuevas aportaciones sacadas de la documentación histórica de los monumentos y de un conocimiento preciso de sus estructuras originales y de los restos conservados. El esfuerzo realizado en la búsqueda de la documentación en diferentes archivos (principalmente, el Archivo Histórico de Asturias y el Archivo del conde de Toreno en la Universidad de Oviedo), se ha visto recompensado con el hallazgo de importantes documentos inéditos que permiten fijar el origen de los monumentos y concretar aspectos tan importantes como el promotor, la fecha de construcción y la autoría de la obra.

El planteamiento globalizador de esta Guía incluye la referencia a todos los palacios o casonas del concejo construidos durante el Antiguo Régimen. De ahí que se den algunas pinceladas sobre edificios desaparecidos de los que existe una constancia documental. Los que se han conservado son solo una parte de la riqueza patrimonial que existió en Cangas del Narcea durante los siglos XVI-XVIII, fundada en una sólida economía y la existencia de casas nobles de origen medieval con importantes mayorazgos y privilegios.

Esta nobleza, con algunos de los apellidos más destacados de Asturias (Queipo de Llano, Omaña, Sierra, Flórez Valdés, Uría, etc.), también jugó un papel determinante en las mejoras del urbanismo de la villa de Cangas (apertura de nuevas calles y plazas) y de las comunicaciones (caminos y reforma de puentes), así como en la explotación a finales del siglo XVIII de importantes recursos naturales, como las canteras de mármol de Rengos, la madera del monte de Muniellos y otros. Precisamente, uno de estos linajes alcanzó en 1659 un título de Castilla en la persona de Álvaro Queipo de Llano (1599-1662), primer conde de Toreno. La rama Queipo de Llano de Ardaliz ingresó en la orden de Santiago en 1639 con Rodrigo Queipo de Llano y Valdés. De esta familia era el licenciado Diego García de Tineo y Llano, fundador de esta casa en 1604; o Suero Queipo de Llano, fundador en la segunda mitad del siglo XVI de la casa de San Pedro de Arbas, en la que nació Juan Queipo de Llano y Flórez Sierra (1584-1647), obispo de Pamplona y Jaén y fundador del antiguo convento de la Encarnación de Madres Dominicas en la villa de Cangas.

La Guía se inicia con una breve introducción sobre Cangas del Narcea, sus palacios y los linajes de este concejo. La primera parte trata de una exposición de los elementos más significativos de los palacios y casonas (capillas, escudos, palomares, etc.) y una evolución del palacio desde el siglo XVI a finales del siglo XVIII.

En la segunda parte se incluyen los palacios y casonas de la villa de Cangas del Narcea siguiendo este recorrido: plaza de Toreno, calle Mayor, plaza de la Iglesia, calle de La Fuente y barrio de Ambasaguas. La tercera es un catálogo con las construcciones más significativas del concejo y la cuarta es una enumeración de casonas menos relevantes. La Guía concluye con unas breves biografías de los principales arquitectos, canteros, escultores y carpinteros que intervinieron en la construcción de los palacios y casonas, como Domingo de Argos, Pedro Sánchez de Agrela, Domingo y Francisco de Palacios, Juan García de la Barrera, Francisco Pruneda, José Bernardo de la Meana o Manuel Reguera González. Finalmente, se publica un repertorio bibliográfico y de recursos web.

Contraportada

No quiero concluir sin manifestar mi agradecimiento a todas las personas que han colaborado en este trabajo, en especial a Juaco López Álvarez, director del Museo del Pueblo de Asturias, que me ha transmitido sus conocimientos sobre este tema y ha supervisado este trabajo; a los profesores Javier González Santos, de la Universidad de Oviedo, Roberto López-Campillo, de la Universidad Pontificia de Comillas, y Mercedes Pérez Rodríguez, del Instituto de Cangas del Narcea, por la corrección de esta Guía; a Emilio Marcos Vallaure por sus sugerencias e informaciones; a José Manuel Collar, de Gedrez, por acompañarme durante el trabajo de campo y hacer posible la visita de algunos palacios y casonas; a Gema Villanueva Fernández por su incondicional apoyo; a José Ramón Puerto y Avelino García Arias que han facilitado gran parte de las fotografías que ilustran esta Guía; a los propietarios de los palacios y casonas: Rafael Ron del palacio de Uría de Santa Eulalia; Carmina Rodríguez y José Calvo del palacio de Ardaliz; Manuel Martínez Rodríguez del palacio de Miravalles, y a los dueños de los palacios de Carballo, Jarceley y Llamas del Mouro, y de casa del Indiano en Gedrez.

También quiero mostrar mi agradecimiento al Tous pa Tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País al confiar en mí por segunda vez encargándome este trabajo.

Pelayo Fernández Fernández


Palacio de Omaña en la actualidad

El palacio de Los Omaña de la villa de Cangas del Narcea

Pelayo Fernández Fernández

En la plaza de la Iglesia de la villa de Cangas y en las inmediaciones de su templo parroquial se erige el palacio de los Omaña, uno de los más conocidos de esta villa. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1981 y Bien de Interés Cultural en 1992. Lo adquirió el Ayuntamiento de Cangas del Narcea en 2006-2007 para convertirlo en Casa de Cultura.

 Palacio de Omaña en la actualidad

Palacio de Omaña en la actualidad

El linaje de los Omaña fue muy poderoso e influyente en el occidente de Asturias y en el norte de la provincia de León (comarcas de Babia, Laciana y Las Omañas). La casa parte del infante García de León, hijo del rey Fernando II de León, que recibió en herencia el territorio de Las Omañas. A partir de 1369 miembros de este linaje empezaron a asentarse en Asturias llegando como criados de sus señores, los Quiñones. Durante la Edad Moderna adquirieron grandes propiedades y privilegios, siendo señores del concejo de Cudillero y tenían posesiones en Pravia, Santianes, Agüería y Oviedo. En el concejo de Somiedo fueron dueños de El Coto y en el de Candamo del pueblo de Valdemoro. También tenían derechos de enterramiento en la iglesia de San Isidoro de León. Su casa principal era este palacio de la plaza de la Iglesia. En la misma villa de Cangas también tenían otro solar con bodega en la calle Mayor.

Los Omaña fueron patronos del Hospital de Nuestra Señora de los Remedios construido en 1585, en la calle Mayor de la villa de Cangas, por los canteros Toribio de Bada, vecino de Llanes, y Toribio de Castro, vecino de Nueva de Llanes, cuya capilla aún sigue en pie y hoy día hace las funciones de salón parroquial. De ella procede la imagen del Cristo de la Salud de la iglesia parroquial del Cangas del Narcea, una de las muestras más destacadas de la escultura quinientista asturiana. También esta familia tenía dotadas algunas sepulturas en la antigua iglesia de Cangas, templo de estilo románico demolido en 1642 para construir la nueva colegiata, ya que desde mediados del siglo XVI se habían constituido como los más celosos promotores de esta iglesia y de las obras piadosas de la villa. El testamento de Arias de Omaña el Negro (1555) favorecía a la parroquia con 400 ducados para ornamentos y asignaba otros 600 para la fundación del mencionado Hospital, con la condición que se le asignase un lugar de enterramiento delante del altar mayor de la iglesia. Tenían otra casa en La Rozadiella/La Rozadiel.la, parroquia de Arganza (Tineo/Tinéu), construida en 1646 por el maestro de obras Juan Díez de Guiana, vecino de Cardoso (Llanes), y en cuya capilla lucen esplendidos retablos de los siglos XVII y XVIII hechos por Juan García de Ascucha y Antonio López de la Moneda (casa particular no visitable).

Puerta principal del palacio

Puerta principal del palacio

Algunos miembros ilustres de esta casa fueron Lope de Omaña (Cangas de Tineo, 1593), señor de la casa de Omaña y de los lugares de Clavillas, Valcárcel, La Bustariega, entre otros, que entroncó gracias a su enlace con Catalina Queipo de Llano con la casa de los Queipo de Llano. Arias de Omaña y Queipo de Llano (1616) ingresó en la orden de Santiago en 1639 y fue padre del ilustrísimo Benito de Omaña (Cangas del Narcea, 1650 – Jaén, 1712), colegial mayor de Santa Cruz de Valladolid, catedrático en esa universidad y en la de Granada, pasando después a Roma como auditor del Tribunal de La Rota en 1701, de donde regresó a España para dirigir la diócesis jiennense en 1708. En 1711 donó al santuario del Acebo una custodia de plata (hoy día en el Museo de la Iglesia de Oviedo), una de las piezas de orfebrería más carismáticas del concejo de Cangas del Narcea. A través de diversos matrimonios entroncaron con las casas de Quirós y Tineo, siendo el último miembro de esta casa Pedro de Salas Quiñones Suárez Miranda, que murió sin descendencia a mediados del siglo XIX nombrando como heredera de sus bienes a su esposa Ramona Valdés de los Ríos Bazán, la cual a su muerte se los dejó a su sobrina nieta Rafaela de los Ríos, que se casó con el conde de Revillagigedo.

El palacio de Omaña, con el de Sierra-Pambley en la calle de La Fuente, es uno de los más antiguos de la villa de Cangas del Narcea. Gracias a los documentos conservados en el Archivo Histórico de Asturias conocemos su proceso constructivo. La historia del palacio partiría de una casona del siglo XV que tendría el escudo que hoy vemos en la fachada principal del palacio que en uno de sus cuarteles muestra las armas de los Quiñones, que a partir de 1369 empiezan a asentarse en Asturias. Esta casona fue ampliada en 1615 con la edificación de la primera torre «de debajo de la casa del dicho Lope de Omaña con las puertas y ventanas necesarias», por orden de Lope de Omaña y realizada por el cantero Juan de la Fuente, natural de Omoño, municipio de Ribamontán al Monte, Merindad de Trasmiera (Cantabria), y por el carpintero Juan de Torres, estante en la villa de Cangas, que es la torre derecha (a nuestra izquierda) del palacio. En 1616, el arquitecto Baltasar de Velasco, vecino de Suesa, Merindad de Trasmiera, construyó una pared «hacia el medio día pegada con su torre hacia la parte del vendaval», según la traza y condiciones hechas por Domingo de Vélez de Biloña, que a nuestro juicio es la fachada principal del palacio. En estos momentos el palacio tendría la estructura característica de la primera mitad del siglo XVII con un único cuerpo de dos pisos y una torre esquinera.

Ventana de la torre izquierda con decoración renacentista

Pero en 1651, Lope de Omaña decidió modernizar el inmueble con la construcción de una segunda torre y adaptar el palacio a los nuevos gustos del momento siguiendo el modelo de palacio barroco español con dos torres esquineras. Las obras fueron diseñadas y ejecutadas por el arquitecto Domingo Martínez de Palacios, vecino de Noja (Cantabria), padre del arquitecto Francisco de Palacios, que se comprometió no solo a construir la torre sino a acabar el cuarto arrimado a la casa de la parte del río y construir un zaguán con dos puertas por donde se accedería a un aposento en la torre y a la zona de caballerías. En el segundo cuerpo de este zaguán se harían otras dos puertas para entrar a «las salas vieja y nueva» y una ventana con balcón en medio de la pared que mira a la iglesia con su cornisa en la parte de abajo (no conservada). En 1653 se modificó el patio con la construcción del corredor alto y bajo y la escalera de acceso interior pegada a la antigua bodega hasta el primer piso, a través de una portada en forma de arco por donde partiría la escalera. Esta obra fue hecha por el carpintero Pedro Rodríguez Carballo, vecino de Corias, el cual también hizo el antepecho de dicha escalera con sus respectivos balaustres, así como todo el suelo de madera del primer piso y desván. El dicho corredor llevaría siete columnas ochavadas y todos los balaustres torneados, soleras y antepechos necesarios.

Columnas del patio del palacio, de 1653

El palacio fue reformado en 1846 por el último miembro de esta familia, Pedro de Salas Quiñones Suárez Miranda. En el dintel de la ventana de la fachada principal se lee: «SE REEDIFICO/ESTA CASA POR EL/SR. D. PEDRO SALAS OMAÑA 1846». Finalmente, la reforma más llamativa se efectuó en 1923 por José María Díaz López «Penedela» (Penedela, Ibias, 1870-Cangas del Narcea, 1934), alcalde de Cangas del Narcea entre 1913 y 1923, mientras residía en esta casa. Se añadieron el mirador colocado a la derecha de la portada principal, las ventanas gemelas que hay debajo de él y las puertas abiertas en la parte inferior de las torres.

El aspecto del palacio anterior a esta última reforma se ve en una fotografía realizada por Luis Muñiz Miranda y publicada en Asturias, obra dirigida por Octavio Bellmunt y Fermín Canella, en 1894. Nos encontramos ante un fachada formada con un cuerpo apaisado de dos alturas entre dos torres con una portada principal en arco de medio punto y con un despiece radial de dovelas enmarcada por un alfiz como se ve en muchas de las iglesias del concejo (Carballo/Carbachu, Gedrez/Xedré, Naviego/Naviegu, etc.). Sobre ella se abre una ventana cuadrada con sendos escudos a sus lados. En las torres hay dos ventanas enmarcadas por sillería, la de la izquierda con decoración tallada de estilo renacentista. Es curiosa la decoración del dintel con dos leones en las esquinas y una torre en el centro entre ornamentación vegetal.

Escudo con las armas de los Quiñones y epigrafe

En el interior del palacio se conservan las columnas del piso bajo del patio (de 1653) coronadas por capiteles de inspiración jónica en torno al cual se distribuyen las dos crujías laterales a oeste y oriente, cuyas habitaciones están muy alteradas por la reforma contemporánea. Por el costado sur, la fuerte pendiente del terreno impidió levantar una tercera crujía.

Escudo con las armas de los Omaña, labrado por Pedro Sánchez de Agrela en el siglo XVII

El escudo más antiguo del palacio, según Francisco Sarandeses, es el de la parte superior (muy deteriorado) y muestra las armas de los Quiñones como ya quedó dicho. El escudo central fue hecho en el segundo tercio del siglo XVII por el escultor Pedro Sánchez de Agrela (San Pedro de Mor, Lugo, hacia 1610-Cudillero, 1661), iniciador de la actividad escultórica local, y muestra las armas de los Omaña con una banda engolada en dragantes con cinco armiños, tres encima de la banda y dos debajo de ella y con el lema de este linaje: «QUIEN SIGUIERE AL SEÑOR TENDRA ESFUERÇO E QUITO DE TODO TEMOR».

Escudo con las armas de los Quirós y Tineo

El escudo situado a la derecha de la portada muestra las armas de los Quirós con dos llaves enlazadas por anillos bajos; tres lunetes en palo a cada lado de las llaves y tres lises de oro, una en jefe y otra bajo cada palo de lunetes. En la parte inferior las armas de Tineo con un pino y dos cabras, con cuatro veneras, dos a cada lado del árbol. Linajes entroncados con los Omaña, el primero con el matrimonio a mediados del siglo XVI de Ares de Omaña y María Rodríguez de Quirós; y con los Tineo en 1639 con el matrimonio de Arias de Omaña Queipo de Llano, nieto de dicha María Rodríguez de Quirós, con Catalina de Tineo y Tovar. Este escudo, por tanto, es posterior a 1639 y acaso se hizo con la reforma de 1651. Por su parte, el escudo de la izquierda muestra los emblemas de los Queipo de Llano con tres bandas y tres flores de lis con la que la casa de Omaña entroncó en 1606 con el matrimonio de Lope de Omaña y Catalina Queipo de Llano y Valdés.

Escudo con las armas de los Queipo

El COAA convoca los premios Castelao

El Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias presentó el 31 de marzo de 2017 la convocatoria de la I Edición del premio ‘Castelao’ a una trayectoria profesional y del premio COAA+10, a la obra arquitectónica construida con más de diez años de antigüedad.

La presentación de los premios, que se celebró coincidiendo con el aniversario del nacimiento del arquitecto Ignacio Álvarez Castelao (Cangas del Narcea, 31 de marzo de 1910 – Oviedo, 1984), tuvo lugar en la sede de Oviedo del COAA.

El premio ‘Castelao’ lleva el nombre del arquitecto cangués reconocido como uno de los grandes arquitectos asturianos del siglo XX. Supo conjugar con gran maestría la innovación arquitectónica, los avances técnicos y los criterios plásticos, siendo especialmente relevante su colaboración con artistas de otras disciplinas. Tanto su trayectoria profesional como su compromiso ético con el ejercicio de la profesión hacen de él un ejemplo para las generaciones más jóvenes.

El COAA considera que su persona aúna las características idóneas para que los premios a una trayectoria profesional lleven su apellido como recuerdo del colectivo a quien tanto aportó a la Arquitectura Moderna en Asturias.

Con este premio, el COAA distinguirá con periodicidad bianual la trayectoria profesional de un arquitecto, grupo de arquitectos, o personas que hayan desarrollado su trayectoria profesional en el ámbito de la arquitectura, el urbanismo o cualquier manifestación relacionada con la profesión, como reconocimiento a un compromiso vital con la profesión y el desarrollo de una carrera bajo el anhelo de la excelencia.

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Paralelismos: Álvarez Castelao y Gómez del Collado

La vida es caprichosa. Que dos de los mejores arquitectos asturianos del siglo XX hubieran nacido en el mismo lugar, Cangas del Narcea, en el mismo año, 1910, y que, además, fueran primos son situaciones que hacen pensar en alineaciones astrales o situaciones que se salen de lo racional.

Ignacio Álvarez Castelao

José Gómez del Collado

No acaban ahí los paralelismos, ambos iniciaron estudios de ingeniería para, finalmente, cambiar y optar por arquitectura, carrera que cursaron en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, terminando Ignacio A. Castelao sus estudios en el año 1936, un mes antes del inicio de la guerra civil, y José Gómez del Collado unos años después, en el año 1944, aunque la expedición del título no se cursó hasta el año 1947.

Pavimento casa Morodo (1958)

Deseo de modernidad y búsqueda de integración de otras artes en sus obras fueron características de su trayectoria profesional, no resueltas de la misma manera. Gómez del Collado fue más “artista total”, en el sentido de que él mismo era quien proyectaba los motivos pictóricos o escultóricos que aparecían en sus obras, véanse los relieves del Hotel Truita (1953), pavimentos de casa Morodo (1958), mural de bloque de viviendas en Santa Catalina (1963) o motivo ornamental de Cafetería Amador (1964), todos ellos en Cangas del Narcea.

Detalle del pavimento de la Facultad de Geología de Oviedo. Antonio Suárez (1965)

Castelao optó por colaborar con artistas asturianos contemporáneos, como fue el caso de Antonio Suárez (autor del estupendo mosaico del Paseo de los álamos en Oviedo), quien realizó murales para edificios de viviendas (portal del edificio conocido como “el serrucho” (1956) en C/ Cervantes, 15, así como el de las viviendas situadas en la calle Santa Susana, 35 (1962), ambos en Oviedo); también fue autor del frontal del balcón de la delegación de Hacienda (1960), obra en la que Castelao transformó el antiguo convento de Santa Clara en oficinas para ese organismo; intervino también Suárez en la capilla del Colegio de las Dominicas de Oviedo (1951), al igual que en el pavimento del vestíbulo de uno de los mejores proyectos de Castelao, la facultad de biológicas y geológicas de Oviedo (1965), donde también se produjo la colaboración con otro gran artista asturiano, Joaquín Rubio Camín, quien realizó unos murales metálicos con motivos del mundo geológico. En la facultad de medicina (1974) José María Navascues realizó dos murales escultóricos en hormigón que dialogan con la arquitectura del edificio, integrándose perfectamente en el mismo.

La formación en ingeniería que ambos habían tenido probablemente les llevara a profundizar e investigar en los sistemas de prefabricación e industrialización de los procesos constructivos. Así, Castelao desarrolló y patentó un forjado cerámico (1942) conocido como MIT, propuso estructuras prefabricadas (1957) para utilizar en viviendas experimentales, realizó estructuras espaciales, de las que cabría destacar el “nudo Castelao” (1958), utilizado en la cubierta de la gasolinera situada en La Tenderina de Oviedo, así como distintas estructuras de hormigón que utilizó en el Colegio San Ignacio de Oviedo (1973), la Facultad de Biológicas de León (1973) y la nave realizada para Valtra-Citroën (1979). Por su parte, Gómez del Collado estudió todo el proceso de prefabricación necesario para aplicar a las viviendas, desarrollando el sistema PANAL que se pensaba usar en una promoción privada de más de 1.500 pisos a realizar en Pinto, Madrid, aunque problemas de financiación impidieron, finalmente, llevar a cabo la novedosa propuesta constructiva, realizándose varios bloques en Cangas del Narcea con distribuciones y fachadas similares, aunque con métodos de construcción tradicionales (en la actualidad el único que ha resistido el paso del tiempo sin sufrir alteraciones que modifiquen notablemente su aspecto inicial es el situado en la C/Uría de Cangas del Narcea, enfrente del edificio del restaurante Riesco, también realizado por Gómez del Collado).

El hecho de haber permanecido soltero permitió a Castelao centrar su vida en su carrera profesional, viviendo por y para la arquitectura, permitiendo este hecho tener mayor facilidad para viajar, conociendo de primera mano la obra del arquitecto finés Alvar Aalto, la de los grandes referentes en la arquitectura del siglo XX, Le Corbusier y Mies van der Rohe, así como la arquitectura italiana, especialmente la de un tocayo suyo, Ignacio Gardella, cuyas viviendas en Alessandria tuvieron eco en el edificio Arango de Oviedo (1957) donde se ubicó la estación ALSA.

El no haber construido Castelao ninguna obra de cierta entidad en la villa de Cangas del Narcea puede deberse a un pacto de caballeros con su pariente, Gómez del Collado, algo que demuestra su generosidad, pero que nos ha privado de poder disfrutar de la misma en la actualidad.

Los restos de ambos descansan en el cementerio municipal de Arayón en Cangas del Narcea. Es de desear que el recuerdo de su buen hacer perdure también unido en el tiempo.

Dibujos de un viaje de estudios de Ignacio A. Castelao a los países escandinavos

Ignacio Álvarez Castelao, hacia 1960.

A finales del año 1959 se inauguró en Barcelona una exposición de arquitectura finlandesa patrocinada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña y Baleares, en colaboración con el Museo de Arquitectura Finlandesa de Helsinki. La exposición mostraba algunas de sus obras más representativas construidas desde la revolución arquitectónica a principios del siglo XX, hasta la arquitectura contemporánea. Un mes más tarde, en enero de 1960, la misma exposición se trasladaría a los salones de la Biblioteca Nacional en Madrid.

El éxito de estas exposiciones animó al Colegio de Arquitectos catalán a organizar un viaje de estudios a Suecia, Finlandia y Dinamarca. En abril de 1960 se difundió la propuesta a través de su revista Cuadernos de Arquitectura, y en el tercer trimestre de ese mismo año, una vez concluido el viaje, se publicó en dicha revista un artículo ilustrado con una selección de dibujos realizados por dos de los arquitectos que habían participado en él; Ignacio Álvarez Castelao (Cangas del Narcea, 1910 – Oviedo 1984) y Mariano Gomà Pujadas.

Álvarez Castelao y Gomà Pujadas pertenecían a una misma generación de arquitectos, que durante su vida profesional mantuvieron una postura crítica con la arquitectura nacionalista e historicista de posguerra. Ambos compartían la inquietud por la integración de las artes plásticas en la arquitectura moderna, e influyeron en la renovación arquitectónica y cultural de nuestro país, cada uno desde su ámbito geográfico. Los dos arquitectos mantenían además una buena amistad personal, fruto de las múltiples coincidencias que su vida profesional les había ido deparando, y seguramente todo ello influyó en la decisión de realizar juntos aquel viaje.

El itinerario y todos los detalles de las excursiones habían sido cuidadosamente organizados por el colegio catalán. Para las visitas guiadas contaban con la ayuda de los corresponsales de Cuadernos de Arquitectura en los países escandinavos. La programación del viaje se completaba además con una visita a Alvar Aalto en su estudio de Munkkiniemi y un encuentro en Helsinki con el joven y revolucionario arquitecto Reima Pietilä, autor del pabellón de Finlandia en la Exposición Universal de Bruselas de 1958.

Los dibujos de viaje en el arquitecto expresan su forma de comprender la arquitectura. En esta ocasión, el descubrimiento de la arquitectura y el urbanismo nórdicos se entremezclaba con la experiencia turística y así lo expresaba la selección de dibujos escogidos para su ilustración. A ambos arquitectos este viaje les ofreció la oportunidad de acercarse a una arquitectura que admiraban y perseguían.

Los dibujos de Castelao son dibujos cuyo objetivo principal es la definición formal y volumétrica de la arquitectura y que para sus vistas escoge indistintamente la representación de la arquitectura tradicional o la arquitectura contemporánea.

1.- Estocolmo. Ignacio A. Castelao, Sept. 1960.

1.- Estocolmo.

La vista del ayuntamiento de Estocolmo ocupa la primera página en el artículo de Cuadernos de Arquitectura. Se trata de un proporcionado y expresivo apunte del edificio y su entorno. La imagen sitúa entre el observador y el edificio, la estructura metálica de un viaducto como parte de un complejo nudo de comunicaciones con viales a diferentes alturas. Este dibujo representa una vista casi imposible del edificio y el entramado de viales existente en una de las islas cercanas al ayuntamiento.

2.- Nyhavn. Copenhague. Ignacio A. Castelao, Sept. 1960.

2.- Nyhavn. Copenhague.

Este dibujo de Álvarez Castelao reproduce fielmente la típica imagen de postal turística de Nyhavn, el puerto nuevo construido a finales del siglo XVII para permitir el acceso al mar desde la ciudad de Copenhague y que la expansión de la ciudad hacia el mar había convertido en un canal interior. En este apunte, el arquitecto recoge las características de la arquitectura tradicional de la capital danesa; edificios con cubiertas a dos aguas de fuerte pendiente, y destaca el coronamiento de los hastiales, los baburriles y el diseño uniforme de huecos verticales en las fachadas.

3.- Museo Louisiana, Humlabaek, Copenhague. Ignacio A. Castelao, sept. 1960.

3.- Museo Louisiana, Humlabaek, Copenhague.

Después de la ciudad de Copenhague, el recorrido arquitectónico les llevaría por la costa danesa hasta la ciudad de Humlabaek para visitar el Museo de Arte Moderno de Louisiana, construido por los arquitectos Jorgen Bo y V. Wohlert en 1958. La arquitectura del museo se adapta al paisaje del parque en el cual se ubica y abre sus vistas hacia el mar. La descripción literal en el relato del viaje lo destacaba como “una de las mejores muestras de la arquitectura danesa de hoy con sus típicas características de proporciones humanas y el cuidado del detalle”.

Álvarez Castelao expresó en un rápido apunte la esencia del proyecto. El dibujo tiene un trazo preciso y uniforme en la definición de la forma del edificio, que mediante la yuxtaposición de volúmenes se adapta al terreno en el cual se ubica y orienta la apertura de los espacios hacia las principales vistas. La representación de la vegetación del parque que rodea al museo se realiza delineando esquemáticamente la silueta de los árboles, lo que nos permite percibir la escala de la arquitectura en su entorno.

4.- Estadio de Helsinki. Ignacio A. Castelao, sept. 1960.

4.- Estadio de Helsinki.

Otro apunte de Álvarez Castelao corresponde al Estadio de Helsinki, el edificio construido en 1938 por Yrjö Lindegren y Toivo Jäntti, que había sido sede de los Juegos Olímpicos en 1952. El dibujo reproduce de forma muy expresiva la característica imagen de la curvatura exterior en los extremos del graderío. La fachada consigue esta forma mediante la sucesión de planos trazados con orientación tangencial respecto a la curvatura del graderío que van superponiéndose en altura creciente hasta el punto de máxima curvatura y después desciende de forma simétrica. Castelao consiguió captar en su apunte la imagen que ofrece la perspectiva de este alzado en la distancia, y que resulta similar a las láminas de un abanico desplegado.


Fuente: Dibujos para la crónica del viaje organizado por ‘Cuadernos de Arquitectura’ en 1960. Amparo Bernal López-Sanvicente. Escuela Politécnica Superior. Universidad de Burgos.


El antiguo convento de Santa Clara de Oviedo y la intervención de Ignacio Álvarez Castelao

Convento de Santa Clara de Oviedo, sede de la Delegación de Hacienda. Foto: Luis Villa del Campo

La intervención de Ignacio Álvarez Castelao en el antiguo convento de Santa Clara de Oviedo puede considerarse una etapa más en la evolución histórica de un edificio que abarca tres períodos esenciales enlazados por dos episodios de rotunda transformación: del Medievo al Barroco, y del Barroco a la Modernidad. Tras asumir la conveniencia de esta última transformación, Castelao llevaría a cabo una obra de gran calidad, proyectada en el lenguaje de su tiempo pero a la vez sensible a las preexistencias. A partir de estos presupuestos, se desarrolla un análisis histórico del edificio y su entorno urbano, desde finales del siglo XIII hasta los años sesenta del siglo XX, con hincapié en los elementos de permanencia constatables a lo largo de esta trayectoria. Se reseñan algunos datos y documentos apenas conocidos, como el proyecto no ejecutado de Bustelo y Casariego.

  • Autora: María del Carmen Vázquez Saavedra
  • Localización: Liño: Revista anual de historia del arte, ISSN 0211-2574, Nº 18, 2012, págs. 91-109
  • Texto completo:

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La obra arquitectónica del cangués Ignacio Álvarez Castelao

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Delegación de Hacienda, en Oviedo (antiguo convento de Santa Clara). Castelao, 1960. Foto: Saúl Gómez Rubio

La figura de Castelao como arquitecto es tan compleja como extensa es su obra en este campo. Los sectores que abarca son muy variados: colaboraciones en grandes proyectos de ingeniería (Centrales Hidroeléctricas, Central Nuclear de Santa María de Garoña, etc.) proyectos urbanísticos, edificios singulares (industriales, administrativos, hospitalarios, religiosos y educativos) y sector residencial, desde bloques de viviendas a viviendas particulares pasando por agrupaciones residenciales de baja densidad (poblados). Destacan también sus propias creaciones para dar solución a los problemas constructivos y tecnológicos: forjado cerámico, estructura espacial de hormigón, la malla espacial invención suya que dio lugar a la patente del «Nudo Castelao», estructuras prefabricadas, estructuras postensadas, etc.

PRINCIPALES REALIZACIONES

1.- Viviendas en bloque:

Año 1940

  • Casa de los García de la Noceda, c/ Uría esquina a Glez. del Valle, en Oviedo.
  • Bloque Fontela, c/ Doctor Casal, en Oviedo.

Edificio “Serruchu”, c/ Cervantes, 15 en Oviedo. Castelao, 1956.

Año 1956

  • Edificio “Serruchu”, c/ Cervantes, 15 en Oviedo.
  • Viviendas Experimentales, Cº Viejo de Leganés, en Madrid.

Año 1957

  • Inmobiliaria Arango, S.A., Edificio ALSA, en Oviedo.
  • Edificio Traval, en Oviedo.
  • Edificio Pire, en Oviedo.

Año 1958

  • Edificio “Serruchín”, c/ Cervantes, 17 en Oviedo.

Inmobiliaria Arango, S.A., Edificio ALSA, en Oviedo. Castelao, 1957. Fototeca del Museo del Pueblo de Asturias.

Año 1959

  • Viviendas para funcionarios de Hacienda, c/ Valentín Masip, en Oviedo.

Año 1962

  • Edificio Apartamentos, c/ Santa Teresa, en Oviedo, en colaboración con Saro Posada.
  • Edifico SEDES, c/ Santa Susana, en Oviedo.

Año 1965

  • Edificio SEDES, c/ Yela Utrilla, en Oviedo

Año 1973

  • Edificio SEDES, c/ Yela Utrilla, en Oviedo, Castelao 1965. Foto: Saúl Gómez Rubio

    Inmobiliaria Arango, S.A., c/ General Elorza, en Oviedo

Año 1974

  • Edificio SEDES, c/ González Besada, en Oviedo

Año 1979

  • Edificio SEDES, c/ Guillermo Estrada, en Oviedo

Año 1980

  • Edificio Santa Eulalia de Mérida, en Oviedo
  • Inmobiliaria Arango, S.A., c/ Victor Chávarri, en Oviedo.

2.- Poblados Obreros:

Soto de Ribera, Asturias. Viviendas obreros. Castelao, 1961. Foto: Saúl Gómez Rubio

Para Electra de Viesgo, S.A.:

  • Año 1961: La Hermida, Picos de Europa, Cantabria.
  • Año 1962: Navia, Asturias.
  • Año 1963: Aguilar de Campoo, Palencia.

Para Térmicas Asturianas, S.A., en:

  • Año 1961: Soto de Ribera, Asturias. Viviendas obreros.
  • Año 1961: Soto de Ribera, Asturias. Viviendas empleados.

Para Saltos del Navia en Comunidad, en:

Rodríguez Ramos, Pola de Allande. Castelao, 1954. Foto: Alejandro Braña.

  • Ibias, Asturias
  • Grandas de Salime, Asturias

3.- Viviendas Unifamiliares:

  • Año 1941: Dr. Francisco Crabiffosse Martínez, en la Playa de San Pedro de la Ribera, Soto de Luiña, Asturias (desaparecido).
  • Año 1954: Sr. Rodríguez Ramos, Pola de Allande, Asturias.
  • Año 1955: Sres. Migoya, en la Playa de Ribadesella, Asturias.
  • Año 1956: Dr. Joaquín García Morán, Oviedo (desaparecido).
  • Año 1956: Dr. Francisco Crabiffosse Martínez, Coruño-Cayés (Llanera, Asturias).

4.- Edificios Industriales:

Central de Silvón, sala de máquinas. Cauce del río Navia, Boal. Castelao, 1955. Foto de Ángel Sanchís

Para Electra de Viesgo, S.A. en colaboración con el ingeniero Sr. Elorza:

  • Año 1955 – Central Hidroeléctrica de Silvón, en el río Navia, Asturias.
  • Año 1956 – Central Hidroeléctrica de Arenas de Cabrales, Asturias.
  • Año 1962 – Central Hidroeléctrica de Aguilar de Campoó, Palencia.
  • Año 1965 – Central Nuclear de Santa María de Garoña, Burgos.
  • Año 1968 – Central Hidroeléctrica de Arbón, en el río Navia, Asturias.

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  • Año 1956: Edificio para Trabajos Portuarios, del Ministerio de Trabajo, en Bilbao (Proyecto).
  • Año 1958: Estación de Servicio, La Tenderina, en Oviedo. Estructura Espacial con «Nudo Castelao»
  • Año 1964: Estación Marítima de Bilbao.
  • Año 1967: Estación de Autobuses A.L.S.A. en Oviedo.
  • Año 1972: Fábrica para «La Casera», Oviedo.
  • Año 1980: Exposición y Talleres VALTRA-CITROEN, Granda-Siero.

Edificio de Oficinas, c/ San Francisco, 13, de Oviedo. Castelao, 1968. Foto: Ignacio Garcia de Tuñón

5.- Edificios Administrativos:

  • Año 1948: Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Vigo, en colaboración con Juan Manuel del Busto.
  • Año 1960: Delegación de Hacienda, en Oviedo
  • Año 1961: Delegación de Hacienda, en Cádiz. (Realizado con otra Dirección, en 1970)
  • Año 1963: Delegación de Hacienda, en Badajoz.
  • Año 1968: Edificio de Oficinas, c/ San Francisco, 13, de Oviedo.
  • Año 1972: Edificio Social de HUNOSA, en Oviedo, en colaboración con Efrén García Fernández.
  • Año 1973: Edificio Oficinas SEDES, c/ Uría, 10, de Oviedo, en colaboración con Saro Posada.
  • Año 1974: Ayuntamiento de Ibias.

6.- Edificios Hospitalarios:

  • Iglesia de San Pablo en La Argañosa, Oviedo. Foto: Saúl Gómez Rubio

    Año 1963: Ampliación y Policlínicas del Hospital General de Asturias, en Oviedo, en colaboración con Saro Posada.

  • Año 1964: Centro Piloto «Ángel de la Guarda», para Paralíticos Cerebrales, en Oviedo. Proyecto.
  • Año 1969: Ampliación Hospital Psiquiátrico, en Oviedo.
  • Año 1970: Centro de Prevención y Rehabilitación «MUNAPA». Proyecto.
  • Año 1973: Residencia Nuestra Señora del Rosario, para Ancianos, en Oviedo.

7.- Edificios Religiosos:

  • Año 1939: Restauración de la Iglesia de Santo Domingo, en Oviedo.
  • Año 1944: Iglesia Parroquial de San Juan de Nieva, Asturias.
  • Año 1951: Capilla de las RR.MM. Dominicas, en Oviedo.
  • Año 1959 y 1969: Iglesia y Centro Parroquial de San Pablo de la Argañosa, en Oviedo.

8.- Edificios de Enseñanza:

Facultad de Ciencias Geológicas y Biológicas, en Oviedo. Castelao, 1965. Fototeca del Museo del Pueblo de Asturias

Año 1965:

  • Facultad de Ciencias Geológicas y Biológicas, en Oviedo.
  • Colegio de Nazaret, en Oviedo.
  • Facultad de Filosofía y Letras, en Oviedo.

Año 1973:

  • Colegio San Ignacio, Padres Jesuitas, en Oviedo.
  • Facultad de Biológicas, en León. Proyecto.
  • Colegio Mayor Santo Tomás de Aquino, RR.MM. Dominicas, en Oviedo.

Año 1974:

  • Facultad de Medicina, en Oviedo.

Año 1979

  • Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, en Gijón.

9.- Urbanizaciones:

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    Facultad de Medicina, en Oviedo. Castelao, 1974. Foto: Saúl Gómez Rubio

    Año 1959: Polígono Llamaquique, en Oviedo. Proyecto.

  • Año 1967: Urbanización Turística en Ifara, Tenerife. Proyecto.
  • Año 1966: Urbanización «Playa del Silencio», en Novellana, Asturias. Proyecto.
  • Año 1969: Urbanización «Don Paco», en Lanzarote.
  • Año 1972: Urbanización Zona Universitaria, Cristo de Las Cadenas, en Oviedo. Proyecto.
  • Año 1980: Urbanización Campus Universitario, en Gijón.

10.- Otras creaciones:

  • Año 1942: Forjado Cerámico «MIT».
  • Año 1957: Estructuras Prefabricadas (Experimentales).
  • Año 1958: Estructuras Espaciales con «Nudo Castelao».
  • Año 1973: Forjado sin Vigas, en Colegio San Ignacio.
  • Año 1973: Estructura Espacial en Hormigón, en Proyecto para Facultad de Biológicas, en León.
  • Año 1979: Estructura Postensada en sótano. VALTRA-CITROEN.

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La categoría profesional de Ignacio Álvarez Castelao desborda los límites regionales y nacionales. Su obra, su Arquitectura, ha sido difundida por prestigiosas revistas especializadas, nacionales y extranjeras y, frecuentemente fue invitado a exponer sus trabajos en Congresos Internacionales.

ALGUNAS PUBLICACIONES DE SUS OBRAS:

  • 1945 Revista Nacional de Arquitectura, nº 41: Primer Premio en Concurso Anteproyectos para la construcción del HOTEL-CASINO-BALNEARIO, en Gijón, Asturias (en colaboración con el Arquitecto Juan Manuel del Busto)
  • 1960 Cuadernos de Arquitectura nº 41: SALTO DE SILVÓN y SALTO DE ARENAS DE CABRALES de Electra de Viesgo, S.A. (en colaboración con el Ingeniero de Caminos Juan José Elorza)
  • 1962 Informes de la Construcción , nº 138: Edificios de Viviendas en Oviedo, «SERRUCHU Y SERRUCHÍN»
  • 1962 BATIR (francesa), nº 114: Edificios de Viviendas en Oviedo, «SERRUCHU Y SERRUCHÍN»
  • 1962 Arquitectura, nº 47: SALTOS DE ARENAS DE CABRALES Y SILVÓN, de Electra de Viesgo, S.A. (en colaboración con el Ingeniero de Caminos Juan José Elorza); NUDO CASTELAO para estructuras tubelares tridimensionales.
  • 1964 Arquitectura, nº 64: Edificio de Vivendas en Oviedo «SERRUCHU»
  • 1965 Arquitectura, nº 74: VIVENDAS para el personal de las Centrales Eléctricas de Electra de Viesgo, S.A. (Poblados de Navia, La Herrmida, Aguilar de Campo); VIVIENDAS para el personal de la Central Térmica Asturias, S.A. (Poblados de Ribera de Arriba y Soto de Ribera)
  • 1965 Arquitectura, nº 79: FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS y GEOLÓGICAS de la Universidad de Oviedo.
  • 1965 Baumeister (alemana), nº 12: FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS y GEOLÓGICAS de la Universidad de Oviedo.
  • 1966 Werk (suiza), nº 9: POBLADO DE VIVIENDAS para el personal de Electra de Viesgo, S.A:, en La Hermida (Cantabria)
  • 1967 L’Architecture d’aujourd’hui (francesa), nº 129: FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS y GEOLÓGICAS de la Universidad de Oviedo.
  • 1967 Nueva Forma, nº 22: Concurso de Anteproyectos de HOTEL, en Gijón (en colaboración con Juan Manuel del Busto, Arquitecto)
  • 1967 Conescal (México), nº 8: Edificio FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS y GEOLÓGICAS de la Universidad de Oviedo.
  • 1967 Space Grid Structures (Cambridge-Massachusets), septiembre de 1967: NUDO CASTELAO.
  • 1970 Energy (inglesa), nº 4: CENTRAL DE SILVÓN, para Electra de Viesgo, S.A. (colaboración con Ingeniero de Caminos, Juan José Elorza)
  • 1972 Temas de Arquitectura y Urbanismo, nº 153: FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS y GEOLÓGICAS de la Universidad de Oviedo.
  • 1972 Mallas Espaciales en Arquitectura; libro de los Srs. Margarit y Buxadé, Arquitectos. Dedicado sobre «NUDO CASTELAO»
  • 1976 Temas de Arquitectura y Urbanismo, nº 200: FACULTAD DE MEDICINA, de la Universidad de Oviedo.

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Ignacio Álvarez Castelao, el arquitecto más brillante que la modernidad ha conocido en Asturias

Ignacio Álvarez Castelao en su casa de Cangas del Narcea, hacia 1927

Este mes se cumplen 106 años del nacimiento de Ignacio Álvarez Castelao (Cangas del Narcea, 1910 – Oviedo, 1984). Aunque en otros artículos desarrollaremos más detalladamente su obra, son muchas las distinciones que este arquitecto cangués ha recibido a lo largo de su dilatada vida profesional. Entre otras destacamos:

  • Año 1966.- Invitación Oficial por el Departamento de Ingenieria Civil del Colegio de Tecnología de Battersea (Inglaterra), como creador del «Nudo Castelao» para Estructuras Espaciales.
  • Año 1968.- Invitación Oficial por el Comité Organizador de los Juegos de la XII Olimpiada de México, para presentación de la Facultad de Ciencias Geológicas y Biológicas de Oviedo, en la Exposición de Espacios para la Cultura y Deporte de México.
  • Seleccionada por la Commissioner Research Bureau of Reclamation, Dept. of the Interior, de Washington, su obra de la Central Hidroeléctrica de Silvón, como una de las «CATEDRALES DE LA ENERGÍA» entre las mundiales, (única española).
  • Año 1972.- Dedicación del libro «Las Mallas Espaciales» en Arquitectura de J. Margarit y C. Buxadé juntamente con los ingenieros Caravera y Bueno.

CONCURSOS PREMIADOS:

  • Año 1940.- Casa Infantil Covadonga en Pola de Gordón, de la Diputación Provincial de Oviedo, en colaboración con Luis Lorenzo Blanco. PRIMER PREMIO.
  • Año 1944.- Hotel Casino Balneario de Gijón, del Ayuntamiento de Gijón, en colaboración con Juan Manuel del Busto. PRIMER PREMIO.
  • Año 1948.- Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Vigo, en colaboración con Juan Manuel del Busto. PRIMER PREMIO.
  • Año 1961.- Delegación de Hacienda de Cádiz, del Ministerio de Hacienda. PRIMER PREMIO.
  • Año 1963.- Delegación de Hacienda de Badajoz, del Ministerio de Hacienda. PRIMER PREMIO.
  • Año 1967.- Edificio para los Servicios del Ministerio de Obras Públicas de Bilbao, en colaboración con Mariano Marín Rodríguez-Rivas. PRIMER PREMIO.

Viajero por el mundo, atento y sensible, con enorme capacidad de trabajo unida a insobornable vocación, todo ello, ha desembocado en que podamos afirmar que nuestro paisano, Ignacio Álvarez Castelao, ha sido uno de los grandes creadores de la arquitectura española contemporánea.

La Nueva España le nombró asturiano del año en 1965, el Ayuntamiento de Oviedo le dio su nombre a una calle de la capital del Principado de Asturias y ahora el Tous pa Tous, Sociedad Canguesa de Amantes del País, quiere rendirle un pequeño homenaje, colocando en lo próximos días una placa a su memoria en el pueblo que le vio nacer un 31 de marzo de 1910 y que le dio sepultura, el día después de su fallecimiento en Oviedo, en su cementerio municipal de Arayón el 30 de junio de 1984.

Acuarela de Castelao. Cangas del Narcea, palacio de Toreno desde la presa del molín.

En el mes de abril de 1983, algo más de un año antes de su fallecimiento y con motivo de su jubilación, el Colegio de Arquitectos de Asturias le organizó un homenaje en el Museo Provincial de Bellas Artes de Asturias. A lo largo de ese mes se celebraron dos exposiciones, una de proyectos y maquetas de su obra, y otra de dibujos, realizados con distintas técnicas, así como acuarelas, y cuya cronología se extiende de los años cincuenta a los ochenta, y han servido como sustituto de la fotografía, representando principalmente temas rurales y urbanos, que van desde pequeños detalles, como el despiece del hórreo, hasta imágenes de perspectivas enteras de pueblos y exteriores urbanos. Esta selección de dibujos y acuarelas se hizo de una producción de más de un millar y ha sido un brillante complemento de su faceta humana, totalizando la visión de su labor profesional y artística a lo largo de su dilatada carrera. Como colofón, el último día del mes tuvo lugar un acto al que asistió el propio homenajeado y al que siguió una mesa redonda sobre «Arquitectura Moderna» en la que participaron los arquitectos Antón Capitel, Joaquín Cores Uría (presidente del Consejo Superior de Arquitectos), Cesar Fernández Cuevas (decano del Colegio de Asturias) y Fernando Nanclares, así como el cronista de Oviedo, Manuel Avello, y el crítico de arte Jesús Villa Pastur.


PRÓLOGO DE LA PUBLICACIÓN EDITADA POR EL COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS DE ASTURIAS CON MOTIVO DE LA EXPOSICIÓN HOMENAJE A CASTELAO CELEBRADA EL 30 DE ABRIL DE 1983 EN EL MUSEO DE BELLAS ARTES DE ASTURIAS

Invitación al acto homenaje a Castelao el 30 de abril de 1983

La Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias a través de su Comisión de Cultura celebra esta exposición homenaje al arquitecto IGNACIO ÁLVAREZ CASTELAO con motivo de su jubilación anunciada por medio de una carta de despedida.

Entendemos justo este homenaje a Castelao tanto por su valor humano como profesional.

La obra construida por D. Ignacio no sólo se debe considerar como legado arquitectónico a juzgar por la historia, sino, además, como pauta que todos los arquitectos deberíamos seguir por su vocación, dedicación profesional y rigor disciplinar siempre vinculado estrechamente a la cultura de vanguardia.

La figura de Castelao no sólo justifica en si un homenaje a nivel local, sino que hay que analizar su obra dentro de un contexto más amplio que desbordaría su singularidad como el arquitecto más brillante que la modernidad ha conocido en Asturias. Dentro de este amplio contexto, Castelao mantiene su individualidad, no ciñéndose a una línea determinada sino investigando en todos los campos de la profesión y siempre atento a las vanguardias incluso hasta sus obras postreras.

Conocemos a Castelao estructuralista, racionalista, expresionista, formalista, constructor, pero sobre todo inquieto en cada proyecto y pasando de la coherencia a la polémica.

Cada proyecto de Castelao, juzgamos, aglutina su vasta experiencia y se convierte en autobiográfico al manejar claves de diseño y cultura arquitectónica de forma acumulativa.

Es dificil vincular a Castelao como representante de una determinada praxis. Quizás su capacidad de hacer arquitectura deriva de esa individualidad que le ha caracterizado y que justifica sobradamente una exposición homenaje que nos invite a la reflexión.

No es objeto de este prólogo profundizar en la obra de Castelao. Para otros cedemos esta tarea.

A nosotros sólo nos queda agradecer a D. Ignacio las horas que nos ha dedicado, comentando su obra en torno al cálido fuego del hogar de su modesto refugio cerca de Oviedo, aquellas tardes de otoño en las que, realmente, apetecía hablar de arquitectura.

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La Facultad de Geológicas de Castelao y su funesta transformación

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Facultad de Geólogicas (Oviedo, 1965), obra del arquitecto cangués Ignacio Álvarez Castelao

En el año 1965 se proyecta y comienza a construir en Oviedo la Facultad de Geológicas, uno de los mejores edificios de todo el siglo XX en la arquitectura de Asturias, y junto con la Facultad de Medicina, las obras cumbres del gran arquitecto cangués Ignacio Álvarez Castelao (Cangas del Narcea, 1910 – Oviedo, 1984).

En este edificio se aprecia el cambio que está experimentado la arquitectura, abandonando la vertiente mas alegre y colorista comenzada en 1955, y derivando hacia una arquitectura más sobria, en la que los materiales muestran toda su fuerza al desnudo, destacando aquí el uso del hormigón visto y los perfiles metálicos.

Será también este año de 1965, muy a finales, el momento en que éste que escribe se incorpore a la vida ovetense y, casualmente, seré desde entonces vecino del barrio de Buenavista, y esta belleza que disfrutáis en esta foto será el escenario de miles de horas de juegos infantiles.

Pero solo la podréis disfrutar en la foto, porque poco queda de todo esto, masacrado poco a poco en cada intervención a manos de su propietario, la Universidad de Oviedo. Si os parezco radical, daros una vuelta alrededor del edifico y disfrutad de cutres aparcamientos donde antes había cesped y de un cutre bar con sillas de plástico sustituyendo al diseño del original de Castelao.

Han eliminado las lamas y parasoles en las ventanas, que estaban hechos de placas de un material tipo uralita, con un acabado azul, montados sobre perfiles metálicos. Han sustituido el material original de la fachada y del tejado, pizarra, colocando gres en la fachada y chapa metalica en el techo. Han cerrado dos de los bajos, que en la foto veis abiertos, y que permitían multiples accesos al espacio central. Han eliminado, en el jardín, los asientos en forma de cubos de hormigón y las farolas originales. Y por si fuera poco en la parte de abajo, colindante con el instituto, han asfaltado un mísero aparcamiento, cerrado con una indecorosa barrera.

Me apunta Nel García García que cubriendo el acceso al bloque de departamentos había una preciosidad de lámina de hormigón plegada en zig-zag y muy acertadamente comenta: «También se la cargó la sapiencia de nuestra Universidad. Se ve la cicatriz en la pared de la izquierda cuando pasas. Estoy seguro que algunas noches todavía sangra.»

Un artículo de 1884 sobre el Monasterio de Corias

Vista de Corias, hacia 1915. Fotografía de Benjamín R. Membiela. Col. Juaco López Álvarez.

En el periódico El Occidente de Asturias de los días 8 y 11 de julio de 1884 apareció un artículo dedicado al monasterio de San Juan Bautista de Corias que recoge una información muy interesante sobre la construcción la iglesia en el siglo XVII y la reedificación del monasterio a finales del XVIII, después del incendio que arrasó la antigua casa con excepción de la iglesia en 1763. El artículo se completa con noticias sobre la compra del coto jurisdiccional del monasterio por el Ayuntamiento de Cangas del Narcea en el siglo XVI y las desavenencias que tenían los vecinos de la villa y los monjes de Corias.

El desconocimiento de este artículo por los estudiosos del arte asturiano y español (debido a la rareza de las series completas de El Occidente de Asturias, que ahora, gracias al Tous pa Tous, comienzan a conocerse) es la causa de que datos que aparecen en él se publicasen como inéditos en los últimos años como, por ejemplo, el nombre del maestro constructor de la iglesia, Domingo de Argos, natural de Arnuero, merindad de Trasmiera (Cantabria), que fue publicado en 1985 por Luis Fernández Martín, o del autor de la sillería del coro, Juan de Ucete, escultor vecino de Toro (Zamora), por Javier González Santos en 1989 y 1997.

El artículo atribuye al arquitecto Jerónimo García de Quiñones (Salamanca, 1731- post 1804) el proyecto del actual monasterio, levantado entre finales del siglo XVIII y primeros años del siguiente. Hasta ahora se viene atribuyendo la autoría del edificio al arquitecto Miguel Ferro Caaveiro (Santiago de Compostela, hacia 1740-1807), maestro mayor de la catedral de Santiago, y es seguro que este fue el principal responsable de la obra, pero también lo es que los frailes de Corias contasen en un primer momento con el arquitecto y académico Jerónimo García de Quiñones que era maestro mayor de la catedral de Salamanca.

El autor de este artículo es Eugenio Carrizo, natural de Tineo y con familia en la villa de Cangas, que estando de encargado de la Delegación de Hacienda en Oviedo pudo consultar la documentación del archivo del monasterio de Corias, que había sido trasladada a Oviedo después de la Desamortización y la exclaustración de los monjes benedictinos en 1835. Carrizo tuvo en sus manos la documentación relacionada con la construcción de la iglesia en el siglo XVII y del monasterio en el XVIII, es decir: los contratos firmados entre los maestros constructores y los frailes, así como los pleitos derivados de su formalización. Estos documentos, como el mismo Carrizo señala, desaparecieron y nunca llegaron al Archivo Histórico Nacional (Madrid), donde se conserva hoy el grueso del archivo de Corias, según él «porque como no expresaban bienes que desamortizar, se mirarían con desprecio»; es decir: al Estado solo interesaba la documentación contable, la que expresaba los bienes inmuebles y las rentas del clero regular.

«Apuntes curiosos del EX-MONASTERIO DE SAN JUAN DE CORIAS, de la orden de San Benito (Asturias)»

Vamos a dar a nuestros lectores algunas noticias de este monasterio, tomadas hace algunos años de los documentos recogidos cuando la exclaustración, que se hallaban en el archivo de las oficinas de Hacienda Pública de la provincia, a cargo entonces del que estas líneas escribe.

Claustro del monasterio de Corias en 1915, según E. Carrizo “es notable por su solidez y elegancia, y es la obra mejor de todo el edificio”, construido a fines del siglo XVIII. Foto de Benjamín R. Membiela. Col. Juaco López Álvarez.

El monasterio de San Juan de Corias se halla situado a orillas del río Narcea, a dos kilómetros de la villa de Cangas de Tineo, en un valle muy estrecho cercado de altos cerros, de buen clima y cielo alegre. El edificio es de gran tamaño, de tres pisos y planta baja; las fachadas del S., N. y O. cuentan 240 huecos exteriores; la del E. se halla casi arrimada a la montaña, y en ese lado está situada la iglesia y noviciado. Tiene dos patios o claustros interiores; el de entrada es notable por su solidez y elegancia, y es la obra mejor de todo el edificio. La escalera principal de cantería montada al aire, la sala capitular, el local que ocupó la biblioteca y otras habitaciones, todas son proporcionadas a tan grande casa. La iglesia, de regulares proporciones, del orden jónico, de una sola nave, crucero con media naranja, pero muy escasa de luces; la afean bastante las capillas laterales a la nave, que son muy raquíticas y desproporcionadas, llamando la atención los arcos rebajados que sostienen el coro. Para dar una idea exacta de todo el edificio, sería preciso una persona entendida, que podría escribir un volumen.

Es tan difícil determinar de un modo seguro la época de la fundación del Monasterio de Corias, que el maestro Yepes, abad que fue de él, dice que mejor daría razón del sitio en que se fundó, que del tiempo, porque en eso varían los escritores y las escrituras.

El Padre Risco en su España sagrada, después de varias consideraciones y comparaciones, fija la conclusión de la iglesia en el año 1031 y del monasterio en el 1043. Yepes refiere largamente la historia de la fundación, según datos tomados del Tumbo Coriense, que resumiremos.

Los condes D. Piñole Ximénez y D.ª Aldonza Muñoz tuvieron cuatro hijos, que murieron de corta edad; perdida la esperanza de tener otros, convinieron en fundar una iglesia y dejarla por heredera de todos sus bienes. Retardado en ejecutar su pensamiento, Dios se le acordó por tres veces por conducto de su criado o mayordomo llamado Suero, haciéndole ver bajar desde el cielo una hermosa iglesia a un lugar inculto lleno de malezas, a la orilla oriental del río Narcea, inmediato a un pueblo que llamaban Courias donde había un oratorio consagrado a San Adriano, en una heredad propia de D. Rodrigo Díaz, conde de Asturias, hermano de Gimena Díaz esposa que fue del Cid Campeador. En 19 de marzo de 1032, según el Tumbo, se hizo permuta entre el rey Don Bermudo y los condes en el terreno referido y otros en Perperal y Cangas de Tineo, por los que a los condes correspondían en Mallayo, Rivera del Sella y diferentes puntos, para que pudiese fundarse el monasterio libre de toda carga real.

Dieron orden al mayordomo Suero que buscase todos los oficiales que pudiese hallar, para la pronta edificación de la obra, y en 1043, según Risco, se consagró el primer abad Adriano por el obispo de Oviedo Froilán, agregándose doce monjes más, que seguían con gran rigor la regla de San Benito.

De la antigua iglesia y monasterio no existe vestigio alguno. En una carta dirigida al Rey en 1560 por el Licenciado Juan de Zárate, juez para la revisión del monasterio, consta que la iglesia y monasterio estaban derribados para su reparación; también dice que parece que en la iglesia de dicho monasterio están enterrados el Serenísimo Sr. Rey Don Bermudo 2.º y la Reina Emilona su mujer en unos enterramientos de bulto, altos, labrados de piedra, con sus tejas alrededor, y a más sus doseles y armas reales. Hoy no existen más que los sepulcros de los fundadores.

En 25 de julio de 1593 se puso la primera piedra de la actual iglesia por el abad Fray Antonio de Yepes; fue rematada y construida por el que se titulaba maestro de arquitectura y cantería Domingo de Argés [Argos], vecino de Valladolid, que ajustó hacerla en nueve años por 13.300 ducados; no la terminó en el plazo estipulado, porque en 1607 cayó parte de lo edificado, por haber empleado malos materiales, y se mandó revisar por el maestro mayor de las obras de la Iglesia Mayor de Santiago de Galicia, Ginés Martínez, el que en 10 de enero de 1608 declaró ser necesario derribar parte de lo construido, y hacer algunas variaciones en el plan para aligerar el edificio. Sin datos para comprobar la fecha de la terminación de la iglesia, creo debió ser en 1610, porque en aquel año se ajustó la sillería del coro con el maestro escultor de Toro, Juan de Ocete [Ducete], a 20 ducados cada una de las 39 de que se compone, y en 6 de octubre de 1611, después de varias cuestiones sobre el contrato, se otorgó por el maestro carta de pago ante el escribano de la villa de Corias, Juan Menéndez. Los órganos, el de la izquierda fue construido en 1858 por el maestro de Santiago de Galicia Alberto de la Peña; el de la derecha, por las obras de talla que contiene, indica ser de la época de terminación de la iglesia, o mediados del siglo XVII.

En 27 de setiembre de 1763 el monasterio fue consumido por las llamas, salvándose solo la iglesia y el archivo. La causa se atribuyó a haber ido por la noche con poca precaución los criados a los pajares. Se volvió a reedificar como hoy existe por el proyecto del arquitecto de Madrid Quiñones, y bajo la dirección de los entendidos frailes hermanos José e Hilarión Ugaldea, concluyéndose las obras en 1802, que importaron unos cuarenta millones, sin contar las maderas y trabajo de los oficiales de la casa.

Este monasterio gozó de grandes libertades, franquicias y exenciones; tenía la jurisdicción civil, criminal, alta y baja; mero y mixto imperio en los cotos de Corias, Brañas y Bárcena en el concejo de Tineo, y parroquias de Vegalagar, Besullo, Corias, Bergame, Montañas, San Damías y S. Pedro de Agüera, por privilegio de D. Bermudo II, confirmado por D. Alonso VII el Emperador. D. Alfonso de León trató de modificar sus regalías, pero presentados en las Cortes de Toro sus privilegios, se declaró que nada tenían que ver con el monasterio y sus vasallos, confirmándolos dicho Rey, como igualmente D. Alfonso XI, D. Enrique II, D. Juan I, D. Enrique III y D. Juan II.

En 1.º de enero de cada año el abad nombraba los oficiales de justicia de los cotos, alcalde, teniente, regidor, procurador general por el estado de los hijodalgos, otro por el estado llano, y ministro alguacil; oía en el acto las excusas, que resolvía de plano sin otro recurso, y juraban a su presencia, la del escribano y testigos, y los nombrados entraban en posesión de sus cargos por un año.

Hasta el reinado de Felipe II gozó el monasterio de las jurisdicciones de los cotos y feligresías citados, que incorporó a la Corona, en virtud de la facultad que le concedió Su Santidad Gregorio XIII, y en 13 de diciembre de 1579 se expidió a su favor albalá, en que refiriéndose a la comisión del juez Zárate para la averiguación del producto de las rentas jurisdiccionales en el quinquenio de 1574 a 1578, resultó que debía percibir 24.532 maravedises por ese concepto, acordando que se le diese esa renta a juro en cada año desde 1.º de enero de 1580, situándosela en las alcabalas de la Zapatería de Oviedo, quedando hecha la desmembración. Vendida después la jurisdicción a Alonso del Camino, la tomó a este Arias de Omaña, que no debía de ser muy amigo de los frailes de Corias, porque acudieron enseguida para que no se efectuase a su favor, y al mismo tiempo pidió la villa de Cangas que se le cediese, por estar enclavada dentro de sus términos y serle muy perjudicial en poder de otro dueño. Se presentaron en Madrid el abad de Corias Fray Ambrosio de Tamayo y el apoderado del concejo de Cangas D. Juan Queipo de Llano, el Mozo, con sus respectivas pretensiones, y allí entraron en arreglo, que efectuaron en escritura de 12 de diciembre de 1579, en que la villa de Corias con la casa-monasterio y cien pasos a la redonda quedase de su jurisdicción, contándose así: «Que por la parte de hacia Cangas se contasen desde las últimas casas, y por la de Obanca también, y hacia la de Regla se ha de contar desde la iglesia que está fuera del lugar, y por la otra banda del río, que es por donde está el monasterio, quede con la dicha villa de Corias todo el término que la dicha casa tiene cercado, con más cien pasos a la redonda como se contó lo demás, excepto que a la parte de hacia el río quede para el monasterio solo el río, después de acabados los cien pasos de la otra banda y más concuerdan que las justicias de la villa de Cangas puedan pasar por 1a dicha villa de Corias con vara alta para los lugares de su jurisdicción, por ser paso forzoso, pero no puedan juzgar ni hacer autos».

En 22 de marzo de 1583 se otorgó escritura en favor de la villa de Cangas de Tineo vendiendo la jurisdicción de los cotos y feligresías enclavados en su concejo, que perteneciesen al monasterio, excepto la villa de Corias y términos convenidos en la escritura citada de 12 de diciembre de 1579, por la cantidad de 5.628.924 maravedises, estableciendo varias condiciones, entre ellas que los pleitos pendientes se remitiesen a la justicia de Cangas; que se diese Real cedula para repartir por sisa, tomando a censo sobre sus propiedades, lo que fuese necesario para el pago del precio de la compra a los plazos pactados; que la provisión de la Escribanía quedase a beneficio del Concejo, pudiendo usarse los oficios con solo la aprobación del Concejo, sin otra elección ni confirmación. Los cotos vendidos y feligresías tenían entonces 298 vecinos.

A pesar de haberse apartado el monasterio de la jurisdicción dicha, según el convenio ya citado con el apoderado de la villa de Cangas, luego que el Rey Don Felipe II falleció, acudió de nuevo en 5 de agosto de 1600, fundado en el testamento del Monarca, en que disponía se devolviesen los vasallos a las iglesias donde se habían tomado, pidiendo se le restituyese la jurisdicción enajenada, porque sin ella los frailes eran menospreciados y no podían cobrar sus rentas con comodidad, que, aunque estaban pobres y el monasterio por edificar, pagarían el importe de la venta hecha a la villa de Cangas, según los libros de razón, etcétera. Notificada esta petición al Ayuntamiento de Cangas en 14 de enero de 1601, es curiosa la contestación que dio el mismo día, y siguiente; dice así: «Diego García de Sierra, Regidor y Depositario general, fue de opinión que debería recibirse los maravedises que se habían dado por los cotos, en atención a la pobreza de la tierra y a grandes pestes y hambres que hubiera en ella desde el tiempo que se comprara; entonces existían más de cuatro mil vecinos y en aquella fecha no había mil quinientos. Gonzalo Rodríguez el Prieto, Juez ordinario por el estado de hijosdalgo, Gonzalo de Coque, Marcos de Uría, Francisco de Sierra de Pambley, Suero de Llano y Pero Suárez de Osorio dijeron que Diego García Sierra era interesado, como Depositario general de la villa, por pensar que el dinero se había de poner en su poder, y que lo tenía muchos años, y se aprovecharía de él, y los frailes les hicieron dos o tres foros por tenerlo propicio». Acordando oponerse a la petición del monasterio, dieron poder al capitán Suero Queipo de Llano el Mozo, alférez mayor de la villa de Cangas, y a Suero Queipo de Llano el Viejo, procurador general de la misma para salir a la defensa.

El capitán se traslado a Madrid para cumplir su comisión. Para conocer hasta qué punto había estado abatida la villa cuando las jurisdicciones vendidas eran del monasterio, copiaremos algunos párrafos del escrito que presentó al Consejo de Hacienda en 5 de febrero de 1604, dice así: «La villa de Cangas sin los cotos no tiene jurisdicción alguna sino en cuanto a las casas de ella, y en saliendo de ella es la jurisdicción de los dichos cotos; de lo cual en tiempo que la jurisdicción de ellos fue del dicho convento resultaron grandes daños e inconvenientes, porque ni la Justicia de la dicha villa podía salir de ella, y en saliendo tenía encuentros y diferencias con los frailes del dicho convento, ni los vecinos podían salir de sus casas con seguridad, porque con cualquier leve ocasión de enojo, cogiéndolos fraile en su jurisdicción, los molestaban mal, en tanto que en el dicho tiempo sucedió diversas veces que saliendo la Justicia de dicha villa, los frailes en los dichos cotos derribaron de los caballos a los Jueces, y los quitaban las varas, y los llevaban presos, y les quitaban muchos de los prisioneros que llevaban, trayéndolos de los otros términos de la jurisdicción de la villa; lo otro, porque sin la jurisdicción de los dichos cotos la dicha villa y vecinos de ella, estaban y estarían como prisioneros y cercados, por estar en la redondez de toda la dicha villa la jurisdicción de los dichos cotos, y semejante sujeción en la villa tan honrada y de tan honrados vecinos que es de lo mejor de todo el Principado de Asturias, en ninguno manera se debe permitir; lo otro, porque no puede obstar el decir que por no ser del convento la jurisdicción de los dichos cotos, no pueden cobrar con comodidad las rentas que tienen en ellos, porque es cierto que la Justicia realenga de la dicha villa les administra justicia principalmente que los jueces no son todos naturales de ella, y la Justicia principal de ella es el Teniente de Corregidor de Oviedo, nombrado por dicho Corregidor y Letrado, por el Consejo que de ordinario reside en la villa; y es mucho más puesto en razón que los dichos frailes cobren los que se les debe, pidiéndolo ante la Justicia realenga de S. M., que no ellos sean jueces de sus propias causas».

No consiguió el monasterio su pretensión y siguió ejerciendo las jurisdicción solo en la villa de Corias y sus términos.

Los documentos de donde tomamos estos ligeros apuntes, probablemente habrán desaparecido, porque como no expresaban bienes que desamortizar se mirarían con desprecio.

En febrero de 1860 el Gobierno concedió el ex-monasterio y posesión a los Padres Dominicos de la Orden de Predicadores, los que, con mano prodiga, atendieron a sus reparaciones, que ya era necesaria después de un abandono de 27 años; hoy se encuentra en el mejor estado.

Esos señores son queridos y respetados en la comarca por su ilustración y afabilidad con todo al mundo, que los capta las simpatías de cuantos los conocen, prestando importantes servicios, y dedicándose a la enseñanza. ¡Lo que va de tiempos a tiempos! Los que había antes de Felipe II, querían ser respetados por la fuerza de las riquezas; los de hoy, por la fuerza de la ciencia, la virtud y la modestia.

Tineo, julio de 1884
E. Carrizo.
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Sergio Baragaño finalista del concurso internacional «Building of the year»

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El arquitecto Sergio Baragaño Cachón (Oviedo, 1975)

La sede de la Fundación Metal en Avilés es finalista en el concurso de la web de arquitectura más prestigiosa del mundo: Archdaily, que otorgará en unos días los premios «Building of the year» (Edificio del Año). La obra del asturiano Sergio Baragaño Cachón (Oviedo, 1975) compite con otros cuatro finalistas en la categoría de Arquitectura Industrial, entre los que se encuentra la prestigiosa firma Foster+Partners con su centro de producción de McLaren.

La web fue seleccionando a lo largo del año pasado [2011] diferentes proyectos de todo el mundo, y luego por votación popular se eligieron los cinco finalistas en cada sección de entre más de 3.000.

Entre las obras de Sergio Baragaño, que es hijo de nuestros socios Juan Ignacio Baragaño Quirós y Carmen Cachón Antón,  destacan:

  • Tinglados en el Puerto de Avilés [Asturias] 2006-2008. Seleccionado Bienal X de Arquitectura Mención. Finalista Premios Ateg.
  • Terminal de Cruceros en el Puerto de Bilbao [Vizcaya] 2010-2011. Primer Premio Concurso Internacional de Arquitectura.
  • Fundación Metal en Avilés [Asturias] 2007-2011. Finalista premios «Building of the year».
  • Estación Marítima Puerto de Gijón [Asturias] 2010

Entre las obras en proceso reseñar:

  • Reforma y Ampliación Centro de I+D+I ArcelorMittal Avilés [Asturias] 2010-2011
  • Viviendas Crecientes [Angola] 2009
  • Estudio de Grabación y Viviendas para músicos en Las Regueras [Asturias] 2011

Principales concursos en los que ha participado:

  • Terminal de Cruceros en el Puerto de Bilbao [Vizcaya]. Primer Premio.
  • Nuevo Ayuntamiento de Mieres [Asturias]. Finalista.
  • Ayuntamiento de Ares del Mestre [Castellón]. Mención.
  • Reforma Plaza de Toros de Palencia.  Mención ?nalista.
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Sede de la Fundación Metal Asturias, en Avilés.

Su estudio, [baragaño], está en Madrid desde hace dos años, tras un periodo anterior en Valencia y una trayectoria anterior trabajando para Arcelor Mittal. «El futuro de la arquitectura está fuera, la profesión está congelada en España», reconoce. Su estudio está buscando ahora nuevos campos de trabajo, en países como Finlandia, Brasil y China.

Tanto en el edificio de la Fundación Metal como en buena parte de su obra, la industria es el campo de batalla de Sergio Baragaño. «Tengo mucho interés personal por este mundo, quizá por la tradición de Asturias; siempre me ha llamado la atención». En su estudio han acuñado el término «romanticismo industrial» que incluye su obra en Avilés y que supone una reflexión sobre los límites de la industria. «Pensamos en los límites físicos y conceptuales, interviniendo en áreas portuarias, en zonas postindustriales, en los límites, bien sean ciudad-industria, ciudad-mar, mar-industria. Allí es donde nos sentimos cómodos, cerca de los contenedores, de las vías de tren, de las grúas y chimeneas. Lugares con reminiscencia al paisaje de mi infancia, a arquitecturas siempre referente, como las de Vaquero Palacios y Álvarez Castelao».

Elisa García López premio «Next Generation» 2011 Europe

La canguesa Elisa de los Reyes García López con el 2º premio Holcim “Next Generation” 2011 Europe

El 15 de septiembre desde Milán, Italia, fueron anunciados los ganadores europeos de la tercera convocatoria de los Holcim Awards for Sustainable Construction (Premios Holcim para la Construcción Sostenible).

Desde aquí queremos felicitar a nuestra socia, Elisa de los Reyes García López (Cangas del Narcea, 1981), ganadora del 2º premio Holcim “Nueva generación” dotado con 15.000 $. La arquitecta canguesa participó en esta edición con su proyecto: Reutilización de material y esquema de transformación regional en Gijón, España.

Elisa estudió la carrera de arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, Universidad Politécnica de Madrid y el premio obtenido precisamente se refiere a proyectos realizados en el ámbito académico, estudios de grado, master, o doctorado.

Capilla de San Antón, Carbaéu / Carballedo (parroquia de Santa Marina, Cangas del Narcea)

Patrimonio en peligro. La capilla del Santo Cristo de Xedré

Capilla de San Antón, Carbaéu / Carballedo (parroquia de Santa Marina, Cangas del Narcea)

El patrimonio religioso del concejo de Cangas del Narcea es muy variado y abarca desde el monasterio de San Juan de Courias o la iglesia de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea hasta las capillas de San Antón y Santa Bárbara del pueblo de Carbaéu / Carballedo (parroquia de Santa Marina). La multitud de capillas que existen en nuestro concejo, repartidas por pueblos o parajes solitarios, son, sin duda, una de las mayores riquezas culturales que tenemos.

En general, las capillas tienen una arquitectura muy sencilla y un mobiliario sobrio y a menudo muy popular. Todas tienen una historia, una fiesta, una devoción alrededor de ellas e incluso, en algunos casos, una leyenda. Es decir, todas tienen un pasado y una actividad, que son necesarios estudiar y recopilar. En la actualidad algunas de estas capillas están abandonadas y su estado es penoso.

Inscripción en la fachada de la capilla del Cristo, Xedré. Dice: Esta obra se / hizo el ano de mil / sietecientos nobe / nta i cinco siendo / cura Dn Manuel Fdz Flórez.

Desde el Tous pa Tous vamos a ir dando a conocer estas capillas del concejo de Cangas del Narcea, contando su historia, mostrando fotografías de su arquitectura, retablos e imágenes, y llamando la atención sobre su estado de conservación. La primera que vamos a tratar es la capilla del Santo Cristo de Xedré.

Esta capilla, debido a su lujosa fachada de mármol blanco, es una de las de mayor calidad arquitectónica del concejo. Su fachada tiene una elegante traza de estilo neoclásico y, como señala una inscripción, fue construida en 1795 por iniciativa del párroco de Xedré, Manuel Fernández Flórez. Este cura era natural de la villa de Cangas del Narcea y en 1787 aparece empadronado en aquella parroquia como “hijodalgo notorio de armas pintar”. La fachada de la capilla remataba en una monumental espadaña, hoy derruida en parte, en la que cuelga una campana que fue hecha en Palencia en 1916. Junto al campanario hay un reloj de sol.

Parte posterior del campanario, donde pueden verse los daños que causó un rayo en 2006.

El empleo del mármol no es casual y responde a un momento histórico muy determinado. Este material (que en realidad es una caliza liásica) procede de canteras de Rengos, que habían sido descubiertas y publicadas hacía muy poco tiempo por Joaquín José Queipo de Llano, conde de Toreno (Cangas del Narcea, 1727 – 1805).

El conde las había promocionado mucho en Oviedo y en la Corte, y como resultado de su entusiasmo consiguió que el arquitecto italiano Francesco Sabatini (Palermo, 1722 – Madrid, 1797), llevase a Madrid, entre 1782 y 1786, sesenta y seis piezas de este mármol blanco de Rengos para utilizarlas en la ampliación del Palacio Real. La explotación de estas canteras, localizadas en El Pueblo de Rengos y Moncóu, se consideró en aquel momento que podría ser el inicio de una actividad industrial muy beneficiosa para el concejo, pero el asunto no pasó de proyecto. Sabiendo todo esto no es extraño que en 1795 el cura de la parroquia, seguramente con el apoyo del mismo conde de Toreno, utilizase este mármol para ennoblecer la capilla.

El lujo de la capilla del Cristo de Xedré no pasaba inadvertido. En el artículo dedicado a Xedré / Gedrez del Diccionario Geográfico Histórico de España, de Pascual Madoz, publicado en 1845-1850, se dice: “La iglesia parroquial (Santa María) está servida por un 1 cura de ingreso y patronato laical. También hay 3 ermitas, 1 de ellas titulada el Santo Cristo de Murias en el lugar de Gedrez con una hermosa fachada de mármol y buena torre; otra dedicada a San Cristóbal en Piedrafita, y la tercera en Jalón, las cuales nada de particular ofrecen”.

Imagen del Santo Cristo, Xedré.

El interior de la capilla de Xedré está dividido en dos espacios por un arco: la nave  y el presbiterio. Estos dos espacios son de épocas diferentes. Mientras que la fachada y la nave de la capilla son de 1795, el presbiterio es anterior. También son anteriores el retablo, seguramente de 1760 o 1770, y las imágenes, que datan de la primera mitad del siglo XVII.

El retablo es barroco con motivos de rocalla y probablemente, según Pelayo Fernández, es una obra del escultor Gregorio de Lago, vecino de Corias. Las imágenes son tres: el Santo Cristo en el centro, la Dolorosa a  la izquierda y San Luis de Toulouse a la derecha. La capilla tiene una tribuna a los pies.

El campanario de esta capilla necesita una urgente reparación. El 14 de julio de 2006  un rayo destruyó el remate de la espadaña.

Varios bloques de cantería cayeron al suelo y hoy están guardados dentro de la capilla.

Desde entonces, el campanario está en muy mal estado e incluso es un peligro para las personas o vehículos que pasan por delante de la capilla. Es posible que la reparación necesite de la participación de varias instituciones (Iglesia, Ayuntamiento, Consejería de Cultura, Parque Natural), que corran con los gastos. Es una obra que no puede posponerse por más tiempo. Además, también le vendría muy bien a esta capilla una limpieza de la fachada, para que luciese con toda su viveza aquel mármol de Rengos que en el siglo XVIII levantó tantas esperanzas para nuestro concejo.

La obra arquitectónica de José Gómez del Collado

Casa Morodo en 1965. Primer trabajo en Cangas de Gómez del Collado en el año 1958 cuya fachada imita una radio antigua

En 2010, coincidiendo con el centenario de su nacimiento se celebró en la Casa de Cultura de Cangas del Narcea una exposición sobre la obra arquitectónica de José Gómez del Collado (Cangas del Narcea, 1910 – 1995). Sus obras se pueden ver hoy en localidades como Tapia, Navia, Tineo, Allande o Cangas del Narcea, lugares a los que Gómez del Collado mostró otra forma de entender la arquitectura.

Fue en Cangas del Narcea donde desplegó todo su catálogo creativo en decenas de edificios, y a sus inspiraciones vanguardistas sumó también sus experiencias. En los años 40 trabajó en la oficina de Regiones Devastadas restaurando emisoras de radio y un aparato de radio fue lo que inspiró la fachada de su primer trabajo en Cangas: la casa de Morodo. Pero si una obra llama la atención es su puente colgante, inaugurado en 1973. Su construcción anticipa varios años el uso de materiales que  posteriormente tratarán arquitectos de renombre internacional, como es el caso de la malla de gallinero.

Para conocer y valorar mejor la obra de José Gómez del Collado podéis descargar el artículo que sobre él ha escrito su paisano y colega José Ramón Puerto.


VÍDEO

Planos de la iglesia nueva o colegiata de la villa de Cangas del Narcea, 1642

Fachada principal de la iglesia nueva de Cangas de Tineo, según Diego Ibáñez Pacheco, 20 de abril de 1642

Con motivo del pleito entablado entre la casa de Omaña y la de los Queipo de Llano por el traslado de la parroquialidad de la vieja iglesia de Cangas del Narcea a la nueva construida con el dinero enviado por don Fernando de Llano Valdés (Cangas de Tineo, 1575 – Madrid, 1639), el maestro de obras del nuevo templo, Diego Ibáñez Pacheco, dibujó la planta, sección y alzados de las dos construcciones protagonistas de este enfrentamiento. En el caso de la iglesia nueva, Ibáñez Pacheco envió unas copias de los dibujos del proyecto original realizado por el arquitecto Bartolomé Fernandez Lechuga. El proyecto se modificará durante la construcción del edificio, de modo que en los planos no aparecen la sacristía ni las capillas laterales que se levantaron en 1642 y que hoy conocemos.

Dibujo de la puerta colateral de la iglesia nueva de Cangas de Tineo, según Diego Ibáñez Pacheco, 20 de abril de 1642

Fernandez Lechuga era natural de Baeza (Jaén), trabajó mucho y bien en Galicia y el 31 de diciembre de 1637 fue nombrado por el rey maestro mayor de las obras de La Alhambra de Granada; falleció en 1645. Ibáñez Pacheco era de Noja, en Cantabria, y fue uno de los muchos canteros y maestros de obras de esa provincia que en los siglos XVII y XVIII trabajaron en Asturias y Galicia; murió entre 1666 y 1668. Los dibujos de la iglesia nueva se conservan, junto a los de la iglesia vieja, en el Archivo General de Simancas, Patronato Eclesiástico, legajo 253.

Plantas de las iglesias vieja y nueva de Cangas de Tineo, según Diego Ibáñez Pacheco, 20 de abril de 1642

 

Sección de la nave, cúpula y linterna de la iglesia nueva de Cangas de Tineo, según Diego Ibáñez Pacheco, 20 de abril de 1642

La nueva iglesia empezó a construirse a mediados de 1639 y se consagró el 4 de septiembre de 1642. Es un magnifico edificio de proporciones monumentales, construido con abundante piedra de sillería. En su época, y si excluimos la catedral y algunos templos monásticos, como los de Corias y San Vicente de Oviedo, fue, sin duda, uno de los mejores edificios religiosos asturianos solo superado por la colegiata de Salas.

Alzado exterior de la parte de atrás de la iglesia nueva de Cangas de Tineo, según Diego Ibáñez Pacheco, 20 de abril de 1642

Bartolomé Fernandez Lechuga concibió un templo de orden toscano, con una sola nave y capillas-nicho abiertas entre contrafuertes, crucero muy desarrollado en anchura y triple cabecera de perfiles rectos; las cubiertas, abovedadas en su totalidad, con cúpula cerrando el tramo central del crucero. Sin embargo, las capillas-hornacina de la nave no llegaron a ejecutarse, dejando sitio a autenticas capillas laterales. Para completar esta noticia véase en nuestra Biblioteca Canguesa el documentado artículo de Javier González Santos, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo: “La iglesia de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea”.

Planos de la iglesia vieja de la villa de Cangas del Narcea, 1642

Plantas de las iglesias vieja y nueva de Cangas de Tineo, según Diego Ibáñez Pacheco, 20 de abril de 1642.

En el mes de abril de 1642, gracias al pleito entablado con motivo del traslado de la parroquialidad de la vieja iglesia de Cangas del Narcea a la nueva construida con el dinero de don Fernando de Llano Valdés (Cangas de Tineo, 1575 – Madrid, 1639), el maestro de obras del templo nuevo, Diego Ibáñez Pacheco, levantó la planta, sección y alzados de aquella iglesia vieja de la parroquia de Cangas del Narcea.

Alzado exterior de la iglesia vieja de Cangas de Tineo que comprende una puerta lateral, portal, puerta principal y portal, según Diego Ibáñez Pacheco, 20 de abril de 1642.

Ibáñez Pacheco era natural de Noja, en Cantabria, y fue uno de los muchos canteros y maestros de obras de esa provincia que en los siglos XVII y XVIII trabajaron en Asturias y Galicia; morirá en Viveiro (Lugo) entre 1666 y 1668. Estos dibujos se conservan, junto al pleito, en el Archivo General de Simancas, Patronato Eclesiástico, legajo 253.

La iglesia vieja de la villa de Cangas del Narcea era un edificio humilde, de estilo románico tardío, que se había construido en el siglo XIII cuando se fundó la villa, a partir de la concesión de la carta puebla otorgada por el rey Alfonso X en 1255. Estaba situada en La Oliva, exactamente en el espacio que hoy está libre entre el palacio de los Omaña y la actual iglesia parroquial.

Sección de la iglesia vieja de Cangas de Tineo, según Diego Ibáñez Pacheco, 20 de abril de 1642.

Tenía tres ábsides: la capilla mayor dedicada a Santa María Magdalena y dos laterales con altares a San Bartolomé y San Miguel, y un pórtico a su alrededor. La fachada principal miraba al oeste, hacia el río, y la trasera daba a la calle de la Iglesia (actual Rafael Fernández Uría).

Alzado del campanario y trasera de la parte exterior de la iglesia vieja de Cangas de Tineo, según Diego Ibáñez Pacheco, 20 de abril de 1642.

 Era una iglesia de patronato real, en la que los señores de Cangas, sobre todo los Omaña, gozaban de unos privilegios que ellos mismos se habían otorgado. En 1642 se encontraba en un estado ruinoso y ese mismo año fue derruida. Para completar esta noticia véase en nuestra Biblioteca Canguesa el artículo de Javier González Santos: “La iglesia de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea”.

Exposición dedicada a la obra de José Gómez del Collado (1910 – 1995)

El 19 de noviembre de 2010, se inauguraba en la Casa de Cultura «Palacio de Omaña», de Cangas del Narcea, una exposición dedicada a la obra del arquitecto cangués José Gómez del Collado (1910 – 1995), que se acompaña con un catálogo.

A continuación publicamos el texto que leyó en este acto José Ramón Puerto Álvarez, arquitecto y comisario de la exposición:

 

«Hoy es un día de celebración, de recuerdo y de reivindicación. Celebramos el centenario del nacimiento de un cangués que llevó a su pueblo, con su labor profesional, a donde quería verlo: a la modernidad, consiguiendo, poco a poco, sacarlo del siglo XIX.

Recordamos al arquitecto, pero también al hombre, al marido, al abuelo, al amigo, al conversador infatigable, a quien para celebrar el nacimiento de su hija, a la que también hoy recordamos, quiso construir, como no, el mayor volador que se había hecho hasta el momento (algo que hizo y que gracias a Dios le falló);a quien subía al Acebo y quemaba una muñeca buscando expiar los malos momentos del año; a quien disfrutaba en la Jira de Santana; al caballero siempre elegante; al que paseaba con una moto Harley Davidson por nuestras calles o al que condujo uno de los primeros coches descapotables que se vieron por la villa: su fantástico Renault Caravelle blanco, todo esto constituía una parte del mundo de José Gómez del Collado, Pepe Gómez para todos,… esto y mucho más.

Pepe Gómez en el Acebo tirando un volador antes de la quema de la muñeca

Inseparable de lo anterior e íntimamente ligado, hoy reivindicamos al creador, al arquitecto de febril imaginación y gran curiosidad, que aspiraba a poder hacer casas como coches y poder sustituir con un destornillador aquellas partes que el tiempo fuera deteriorando; el mismo al que se le llenaban los ojos de color y componía las fachadas de sus  proyectos recordando a Mondrian, a Jean Arp, a Ben Nicholson, a Miró; al arquitecto que nos sigue sorprendiendo con sus osadas estructuras, el que utilizó una fachada ventilada, algo muy de moda en la arquitectura actual, cuando no se conocía ni el término; el que no dudó en poner el mismo material en el barrio de El Fuejo y en su casa-estudio; el que hacía fachadas que eran aparatos de radio, o negocios que utilizaban la misma chapa que el tren TALGO. Pero también nos acordamos de quien en los años 60 se inventó artesanalmente una fotocopiadora de planos para poder tener un servicio que como muy cerca estaba en Oviedo, ¡con lo que era el viaje en esa época!; aún hoy vive gente que recuerda el olor a amoniaco que impregnaba el estudio…

Coincidió en el tiempo con otro cangués, con el que tenía parentesco, Ignacio Álvarez Castelao, que está reconocido, junto a Vaquero Palacios, como referencia indiscutible de la arquitectura moderna asturiana del siglo XX. Quizás la situación de aislamiento que nos ha tocado vivir entre estas bellas montañas haya sido la causa de que José Gómez del Collado no haya tenido el reconocimiento que merece. No hay ni un solo edificio suyo catalogado en el DOCOMOMO, que es la entidad que protege las mejores obras de este reciente periodo de arquitectura moderna. Esto es algo que debería intentar cambiarse en poco tiempo, ya que algunas de las mejores obras de Pepe Gómez han sido modificadas sin ningún rubor y con el beneplácito tanto de las autoridades municipales como de los representantes de Patrimonio; por poner un doloroso ejemplo, la torre de Navia, un excelente proyecto al que se ha vaciado su interior y modificado la fachada sin que haya pasado nada. Recordar que, a diferencia de arquitecturas de otros siglos, donde el tiempo muchas veces protege construcciones de ínfima calidad que por azar han tenido la suerte de llegar hasta nuestros días, la arquitectura moderna no tiene aún la pátina que el tiempo da, pero que una vez que se alteran o desaparecen algunas de esas obras sólo la fotografía o los planos nos permiten adivinar como fue, pero nunca vivirla.

Esta semana, durante el montaje de la exposición e incluso hoy, con ella abierta, gente que veía los paneles con determinadas imágenes de edificios, delante de los cuales pasan todos los días, no eran capaces de reconocerlos; debemos de mirar a nuestro alrededor con otros ojos y, en eso, Pepe Gómez era un maestro: nos enseñó que la chapa metálica, al igual que había hecho el genial arquitecto francés Jean Prouvé, puede ser un material dignísimo, y nos hizo ver como una sencilla malla de gallinero puede tener un tratamiento arquitectónico. Así lo demostró en el cerramiento del puente colgante, en el que exprimió las cualidades de un material de bajo coste, consiguiendo que fuera fácil de mantener y de sustituir, siendo además permeable al aire para evitar el efecto vela indeseado en una construcción de estas características. Recordar que este mismo material fue utilizado por el arquitecto Frank Gehry, el autor del Museo Guggenheim Bilbao, en su casa de Santa Mónica, California, pero nuestro arquitecto ya lo había colocado en su pasarela varios años antes.  

El origen de esta exposición es dar a conocer la figura y la obra de un creador; agrupar, ordenar y seleccionar sus mejores obras y mostrarlas al público que en una gran parte desconoce quien fue el autor. Sea el catálogo de esta exposición la primera de muchas publicaciones que analizarán en los próximos años la obra de quien hoy recordamos. Una historiadora del arte, Aida Puente Toraño, está, en la actualidad, realizando un estudio de los locales comerciales asturianos del periodo comprendido entre los años 50 y los 80 del siglo XX; hablándole de la singularidad de Pepe se animó a realizar una visita a Cangas del Narcea y tras ver varios de los establecimientos que siguen funcionando se declaró la fan número uno, pasando a incluir las obras que visitó en su trabajo de investigación que en un futuro próximo se publicará. Volviendo al catálogo de esta exposición, hacer en este mismo acto la entrega simbólica del primero de ellos a esta casa, a la Biblioteca Municipal de Cangas del Narcea, para que desde hoy tenga entre sus libros uno dedicado a José Gómez del Collado, Arquitecto.

 

Y ahora, agradecer, como no, la generosidad sin límite que ha mostrado la familia Gómez del Collado: gracias, Olga, por tus recuerdos compartidos, por tus fotos, por tus anécdotas; gracias a Kike y a Olga, los nietos de Pepe, por su apoyo y por permitirme revisar todo el archivo de su abuelo y descubrir, así, proyectos que no sabía que existían. Agradecer a la UNED la realización de una exposición sobre José Gómez del Collado para señalar el comienzo de su andadura en sus nuevas instalaciones, gracias por su apoyo material y real en el caso de Mercedes Pérez, su coordinadora local. Gracias a la empresa Hornasa, que nos han permitido con su ayuda económica, como patrocinador de la exposición, hacerla mucho más digna.

Retrato de José Gómez del Collado (1910-1995)

Dar también las gracias al Ayuntamiento de Cangas del Narcea por permitirnos usar la Casa de  Cultura, así como a todos aquellos que nos han permitido entrar en sus casas o en sus negocios y nos han dejado fotografiar los mismos; a los que han cedido piezas para la exposición: Morodo, Raúl Teimil, la propia familia Gómez del Collado. Gracias a la gente de mi estudio por las ganas que han puesto en que todo quedara perfecto, a Gil Menéndez Mathé, quien seguro que hoy estaría encantado de poder estar aquí, y con quien compartí un montón de horas en el estudio de La Cogolla  entre una montaña de papeles y polvo que poco a poco fuimos organizando y que hoy permite que la obra de Pepe Gómez se muestre de una manera medianamente ordenada. Agradeciéndoles a todos ustedes su presencia en este acto, llega el momento de ver la exposición, a la vez que brindamos por Pepe con una copa de vino de Cangas.»

El legado colegial del arquitecto cangués Álvarez Castelao

Nudo Castelao, ejemplo de arquitectura sin lenguaje y de gran lógica constructiva, ingenio e inteligencia, con un acabado sorprendente. Gasolinera de La Tenderina en Oviedo.

La Biblioteca del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, creada en los años ochenta como servicio de apoyo bibliográfico para el ejercicio profesional, ha sido sufragada y mantenida desde su origen por esta entidad, característica ésta que le da un carácter privado. No obstante, pese a esta peculiaridad y de que la difusión de sus fondos nunca se ha hecho de forma explícita, atiende las consultas y demandas sobre arquitectura, construcción y urbanismo de todo usuario que se acerque al colegio.

Este año, en el que se conmemora el centenario del nacimiento de don Ignacio Álvarez Castelao, pretendemos con este escrito recordarle, puesto que en el momento de su jubilación contribuyó a incrementar el prestigio de esta biblioteca, donando las revistas adquiridas durante el desarrollo de su actividad profesional (1940-1984).

El interés de este arquitecto por conocer la arquitectura gestada en el país propio y en el mundo, la única forma efectiva en aquella época de estar en contacto con la actualidad, hizo que recibiese en su estudio gran cantidad de títulos de publicaciones periódicas españolas y extranjeras, constituyendo un importante fondo muy bien ordenado y conservado.

El examen de las mismas por su propietario debió ser reposado y con cierto método, puesto que en muchas de ellas se observan acotaciones, hechas con un círculo a lápiz, de los títulos de artículos y a la derecha de éstos figuran unas palabras que describen de forma muy general el tema tratado, el contenido global del escrito: estructuras laminares, bóvedas, tipologías arquitectónicas. De tal forma que cuando el arquitecto precisase volver a leerlos para buscar un detalle que hubiese suscitado su atención, se pudiesen localizar fácilmente, gracias al laborioso vaciado de revistas que se había elaborado.

Estas revistas, además del valor que tienen como documentos para el estudio de la historia de la arquitectura de cuatro décadas del siglo XX, permiten sacar a través de las grafías, de las marcas que don Ignacio ha dejado en sus páginas, algunas conclusiones sobre sus preferencias arquitectónicas y sobre su interés por diferentes técnicas constructivas, deduciéndose que el procedimiento de trabajo debía ser minucioso, ordenado.

Es una agradable sensación hojear las páginas, parece como si en ellas todavía se mantuviesen retazos de la vida profesional de su propietario, como si en el papel aún permaneciesen sus huellas; me pregunto si con los libros y las revistas electrónicas que actualmente van apareciendo, podrá mantenerse esa impresión de objeto disfrutado, vivido, por una persona que ya no existe.

Este legado Castelao ha sido consultado en la biblioteca colegial no sólo por los propios arquitectos, sino por investigadores, profesores, alumnos e incluso algún inquilino de las viviendas construidas por él.

También ha servido de ejemplo a seguir por otros colegas al acercarse el fin de la vida laboral en el ejercicio de una profesión, en la que la técnica y la sensibilidad humanista han ido muy enlazadas.

  Margarita Escotet González
Bibliotecaria del Colegio Arquitectos de Asturias
Oviedo, 30 de junio del 2010

El abandono de la Administración de Justicia en Cangas del Narcea

Juzgado y cárcel año 1899

¿Cómo puede estar cerrado el Registro Civil? ¿Por qué está tan descuidado e infrautilizado el Juzgado de Cangas del Narcea?

Desde hace un par de meses el Registro Civil de Cangas del Narcea está cerrado. El motivo es que no hay ningún funcionario a su cargo. En estos momentos no se puede asentar a un recién nacido, ni se dan partidas de ninguna clase… El Registro Civil es un servicio público, pero en Cangas del Narcea sólo se atiende por urgencia o por favor. Esta situación de abandono de la administración de Justicia en Cangas del Narcea no solo se reduce a este registro, sino que se manifiesta físicamente en el estado en el que se encuentra el juzgado de nuestro partido judicial.
 
Proyecto para fachada principal del Juzgado y Cárcel de Cangas del Narcea, realizado por el arquitecto provincial Javier Aguirre, 1878
 
El proyecto para la construcción de este edificio fue realizado por el arquitecto provincial Andrés Coello en 1861, año en el que solo se levantó su fundamento. En 1866 se retomó la obra, pero no será hasta 1878 cuando, con un proyecto reformado por el arquitecto Javier Aguirre, se reanude su construcción que concluirá definitivamente en 1892. Coello y Aguirre son dos de los mejores arquitectos que trabajaron en Asturias en el siglo XIX y el resultado de su trabajo fue la construcción de un edificio notable, que hoy es la mejor arquitectura del siglo XIX que existe en nuestro concejo. La obra fue muy costosa y supuso un gran sacrificio económico para el partido judicial de Cangas del Narcea, por eso se tardó más de treinta años en concluirla.
 
Proyecto para la planta baja del Juzgado y Cárcel de Cangas del Narcea, realizado por el arquitecto provincial Javier Aguirre, 1878

 
Hoy, más de un siglo después de su inauguración, el edificio está descuidado, sus instalaciones son obsoletas e incómodas, y, lo que es peor, solamente se utiliza una cuarta parte de su superficie. La mayor parte del edificio, la que antiguamente se destinaba a cárcel, está casi abandonada, sucia y sólo se emplea para guardar una parte del archivo del juzgado, que está descolocado y en no muy buenas condiciones de conservación. Hace unos años el Estado transfirió al Principado de Asturias las competencias sobre Justicia: primero los bienes y bastante más tarde el personal. En consecuencia, estamos ante un edificio titulado por ésta Comunidad Autónoma. Pues bien, si uno consulta las «Páginas Blancas» de Telefónica (el anuncio del Principado de Asturias en Cangas del Narcea) verá al menos doce sedes distintas de diferentes servicios administrativos autonómicos, y mientras tanto este soberbio edificio del Juzgado sigue infrautilizado. ¿Cómo se pudo llegar a este estado de cosas? ¿Cómo se pueden tener cientos de metros cuadrados desaprovechados en un edificio público? ¿Cómo puede estar cerrado el Registro Civil? Es difícil comprender todo esto, pero está claro que las causas son los muchos años de incuria y dejadez que no han favorecido al edificio, ni el servicio a la población. ¿Quién va hacer algo para solucionarlo?

La zona sur-occidental asturiana: Tineo, Cangas del Narcea, Allande, Ibias y Degaña

Cangas del Narcea, 1980. Casas de 1888 a 1900 en la calle Uría.

Liño: Revista del Departamento de Arte de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Oviedo, 2 (1981)

Resumen del trabajo de Germán Ramallo de inventario del patrimonio histórico artístico del suroeste de Asturias.