[1868-1872] Román Rodríguez-Arango Sanfrechoso
26 de julio de 1868 – 1 de febrero de 1872
Comerciante. Primo de Marcelino Rodríguez-Arango, alcalde en 1838-1839, y, como él, miembro destacado del Partido Progresista en Asturias. Román Rodríguez-Arango y varios miembros de su familia participaron muy activamente en la Revolución de Septiembre de 1868 y en todo el Sexenio Democrático (1868-1874). Entre 1872 y 1874 fue diputado provincial por el distrito de Cangas del Narcea. La noticia de su fallecimiento y su esquela se publicó en El Imparcial. Diario liberal, de Madrid (10 de noviembre de 1902). Durante su alcaldía el ayuntamiento se denominaba: Ayuntamiento Popular de Cangas de Tineo. El 1 de junio de 1869 se creó una plaza de médico de primera clase, pagada con fondos municipales, con la obligación de asistir gratuitamente a familias pobres.
En 1868, durante el mandato de este alcalde, sucedió en España la Revolución de Septiembre, conocida como La Gloriosa, que trajo consigo el derrocamiento de la reina Isabel II. El poder de los ayuntamientos lo tomaron temporalmente unas juntas revolucionarias integradas por progresistas, unionistas (del partido Unión Liberal) y republicanos, que redactaron proclamas a favor de la libertad, el sufragio universal, etcétera. En Cangas del Narcea formaron la junta: el magistrado Marcelino Rodríguez Arango, progresista; el maestro Genaro Gonzalez Reguerín, republicano; el propietario y empresario Rafael Uría, liberal; el notario Ángel Menéndez Reigada y el propietario Ceferino García del Valle, republicano. Su proclama fue la siguiente:
Cangueses:
La razón y la justicia han recobrado su imperio. La inmoralidad y la tiranía han sucumbido. La libertad ha triunfado. Esa cohorte de aduladores que hicieron a la infortunada España patrimonio de su desordenada y repugnante ambición, se fugó en su mayor parte dejando a la ex-reina abandonada en tan críticos momentos, en justa recompensa de su arbitrario e insensato proceder; los demás, que obcecada y temerariamente continuaron defendiéndola, han tenido que buscar con ella un asilo en país extranjero, vencidos por la fuerza moral del pueblo tan injustamente subyugado.
Habían creído los tiranos que empobrecida con enormes tributos, arrancados al pueblo para improvisar colosales fortunas, escarnecida y vilipendiada con leyes restrictivas y reaccionarias, dictadas por el odio a los progresos de nuestra civilización, la altiva y generosa España había perdido su dignidad. ¡Insensatos! Llegó la hora del desengaño, ha tiempo prevista y con ansiedad esperada, y pocos días bastaron para probar a la Europa, al mundo, que en el seno de la Nación del dos de Mayo y siete de Julio arde inextinguible el fuego santo de la libertad. Cangueses: vosotros que en repetidas ocasiones habéis dado inequívocas pruebas de patriotismo, continuad dándolas hoy de vuestra abnegación y sensatez. Proclamemos la unión sincera de todos los que de liberales blasonan. Olvidemos antiguas deminaciones y errores. Tened confianza en la junta que por aclamación espontánea habéis elegido, y decid con ella: “Viva la libertad. Vivan las Cortes Constituyentes que se elijan por el sufragio universal”.
Cangas de Tineo, 2 de Octubre de 1868.
El Presidente de la Junta, Marcelino Rodriguez Arango. El vocal, Genaro Reguerín. El vocal, Rafael Uría. El vocal, Ángel Menéndez Reigada. El vocal secretario, Ceferino del Valle.
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