El cáliz de los Reyes Católicos del convento de Corias. Mecenazgo y devoción
La figura de los Reyes Católicos ha despertado interés desde su contemporaneidad hasta nuestros días. Isabel y Fernando, no solo fueron fundamentales en la unificación de la península ibérica y en el descubrimiento de América, sino que también ejercieron un mecenazgo artístico, principalmente de carácter religioso, que ha dejado una huella imborrable en la historia.
En 1992, durante la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América y de la Reconquista de Granada, se llevó a cabo una revisión moderna de su papel como mecenas de las artes. Este análisis destacó cómo, tras consolidar la unidad cristiana en la península, los monarcas se volcaron en la promoción de actividades religiosas y en la generosidad hacia las instituciones eclesiásticas. La reina Isabel, en particular, fue reconocida por su devoción y prodigalidad.
Piadosa y generosa
Numerosos testimonios de la época presentan a Isabel en una actitud dadivosa. El humanista alemán Hieronymus Münzer la describe como «piadosa sobre toda ponderación, gasta grandes sumas en ornamentos para las iglesias”. Andrés Bernáldez, eclesiástico e historiador español, al narrar su muerte, la menciona como “limosnera y edificadora de templos y monasterios”. Lucio Marineo Sículo, humanista e historiador siciliano nombrado capellán y cronista real por Fernando el Católico, la elogia diciendo: “Era tanto el ardor y diligencia que tenía cerca del culto divino que aunque de día y de noche estaba muy ocupada en grandes y arduos negocios de la gobernación de muchos reinos y señoríos parecía que su vida era más contemplativa que activa”.
Esta devoción se tradujo en una generosidad palpable. Isabel dotó a numerosas iglesias con diversas piezas de orfebrería, muchas de las cuales se conservan hasta el día de hoy. Una de estas piezas llegó al concejo de Cangas del Narcea, concretamente al monasterio de San Juan de Corias.
Una pieza destacada en la exposición de Toledo
En el Museo de Santa Cruz de Toledo, se llevó a cabo una exposición titulada «Reyes y mecenas: los Reyes Católicos, Maximiliano I y los inicios de la casa de Austria en España», entre el 12 de marzo y el 31 de mayo de 1992. La muestra reunió casi 300 piezas, todas ellas recogidas en el catálogo de la citada exposición, entre las cuales estamos obligados a destacar el «Cáliz de los Reyes Católicos del convento de Corias» (pieza número 233).
Un legado perdurable
Este cáliz es testimonio del mecenazgo de los Reyes Católicos y de su dedicación al culto divino. La ficha de esta pieza, elaborada por Yayoi Kawamura, Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo, pone de relieve la importancia de esta obra de platería castellana en el contexto renacentista asturiano, al ser trasladado por los frailes dominicos de Valladolid al convento de Corias en 1859.
233
CÁLIZ
ESCUELA CASTELLANA, c. 1500
Plata dorada
24,5 cm altura – 10,5 cm diam. boca -, 18,7 cm diam. pie – 1.000 g
Sin marcas
BIBLIOGRAFÍA:
BELLMUNT Y TRAYER, O., CANELLA Y SECADES, F., 1897, Tomo II, p. 225.
OMAN, C., 1968, fig. 66.
RIQUER, M. de, 1986, p. 302.Cangas de Narcea (Asturias), Monasterio de San Juan de Corias
Este cáliz fue llevado por los frailes dominicos de Valladolid al convento de Corias, con motivo de la adscripción del mismo a la Orden de Predicadores en 1859. Dicho monasterio había sido benedictino desde su fundación (1043) hasta la desamortización de Mendizábal (1836). Por la presencia de los escudos de la orden dominicana y de los Reyes Católicos, puede suponerse que el cáliz fue donación real, posiblemente al convento dominico de San Gregorio de Valladolid.
El pie estrellado está hecho de galería calada. Su superficie se divide en ocho triángulos con repujados de roleos y ramos de cardo y en dos de ellos aparecen los escudos mencionados:
- De la Orden de Predicadores: jironado de plata y sable, cargado de una cruz floretada y ocho estrellas, ambas de contracolores.
- De los Reyes Católicos, cuyo rey de armas del título de Aragón blasona como sigue:
«El rrey de Castilla y de León, de Aragón y de Çeçylia y de Granada. Trae por armas un escudo escuartelado, y el primer cuartel es escuartelado de Castilla y de León; de Castilla, de colorado con un castillo levantado de oro y aventanado de azul, y el de León de plata con un león de púrpura; y el segundo cuartel es partido en palo de Aragón y de Çeçylia: el de Aragón es de oro con cuatro palos de colorado, y el de Çeçylia son las armas de Aragón con dos flans de Çeçylia, que son de plata con cada un ágila de negro myrando el una a la otra; el escudo partydo en punta de las armas de Granada, que es de plata con una granada muy madura y endida, con sus ramas verdes».
Ástil hexagonal. Nudo de estructura arquitectónica gótica con ventanales calados y torrecillas rematadas por pináculos. Subcopa con hojas rizadas de bastante relieve.
La obra es comparable al cáliz burgalés de la colegiata de Ampudia (Palencia), a otro abulense conservado en el Victoria and Albert Museum (Londres) y a otro, algo más tardío y también abulense, conservado en Úbeda.
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