No les importamos
Pero esto del Suroccidente de Asturias ¿qué es? Aunque pueda sorprender a algunos, esta comarca sigue siendo una gran desconocida para muchos asturianos. Comprende los concejos de Allande, Cangas del Narcea, Degaña, Íbias y Tineo. Tiene una extensión de 2.149 Km2, que representa el 20 % del territorio. Se trata de una zona eminentemente accidentada, ya que la misma se ve atravesada por la barrera suroccidental de la cordillera Cantábrica y sus estribaciones perpendiculares a la costa. La población es escasa, algo más de 30.000 mil habitantes, lo que la convierte en la comarca menos poblada por unidad de superficie de toda Asturias.
Sí estos datos ya son indicativos, podemos aportar algunos económicos que nos dan un pequeño esbozo de nuestra realidad. El sector industrial tiene su importancia debido a la actividad minera, concentrada en los concejos de Tineo, Cangas del Narcea y Degaña. Sector que todos sabemos que se encuentra en su recta final, muy a pesar nuestro.
En el sector primario, los cultivos son una pequeña parte, pues predominan las actividades pecuarias. Entre los concejos comarcales destaca Tineo que sigue siendo el mayor productor de leche de España. Las vacas siguen formando parte de la vida y la economía de la zona.
En el sector energético destaca la central térmica de Soto de la Barca y los embalses de La Barca y La Florida. Este sector se complementa con el de producción eólica.
Por lo que se refiere a las infraestructuras de transportes tienen sus vías principales en las carreteras AS-14 (Grandas de Salime-Puente del Infierno) y AS-15 (Cornellana-Puerto de Cerredo). Estas, junto a las carreteras comarcales, con su relieve montañoso, dan como resultado unos trazados difíciles y lentos. Con la ausencia de ferrocarril tendremos las causas que determinan que sea la zona con más baja accesibilidad de Asturias y que acentúa el carácter periférico de la comarca. Estos factores han supuesto una barrera, no solo física, sino también psicológica con repercusiones económicas y sociales que se vienen arrastrando históricamente y que están todavía hoy presentes.
No voy a alargarme más. Con esta somera descripción todos pueden hacerse una idea de que estoy hablando y si tienen alguna duda, por favor, vengan y visítennos.
Ese es nuestro panorama. Pensemos por un momento que las minas se cierran. No es nada descabellado. Ahí están bregando los sindicatos. Si esa circunstancia se produce, Degaña -que vive prácticamente de la minería- desaparece. Cangas del Narcea y Tineo lo iban a pasar francamente mal. No es una exageración, es una realidad. A esto habría que añadir que es lo que sucedería con la térmica de Soto de la Barca, que se alimenta de la antracita de la comarca. ¿Sería descabellado pensar que cerraría?
En el caso de la ganadería solo tenemos que recordar que los técnicos de la Unión Europea elaboraron un informe en el que se decía, por ejemplo, que Tineo no era rentable para mantener su cabaña ganadera. Sin comentarios.
Teniendo presentes estos datos podemos empezar a darnos cuenta de la trascendencia que tiene la autovía de Oviedo-La Espina. Es simplemente una cuestión de supervivencia.
Hablando de supervivencia no voy a referirme a cuestiones sanitarias. Sí tengo que recordar que los datos de distancias y tiempos esgrimidos por la Consejería de Sanidad se van al garete.
Podemos dar un vistazo a nuestro tejido industrial. Quitando lo mencionado hasta ahora, se circunscribe a pequeñas empresas de carácter familiar, pero que han realizado un gran esfuerzo de adaptación y de mejora.
Permítanme unos datos simplificados al máximo. En el concejo de Salas, en La Espina, está ubicado el Polígono de El Zarrín. Tienen una superficie neta de 45.099 metros cuadrados en el que están empleados unos 250 trabajadores. Sigue creciendo.
En Tineo se encuentra el Polígono de La Curiscada. Tiene más de 450 trabajadores en las más de 60 empresas que en él se ubican. Se sigue invirtiendo en él y la demanda de suelo industrial continúa.
La dejadez, la apatía y la desidia de algunos nos están poniendo el futuro difícil. No podemos seguir perdiendo tiempo. No podemos seguir esperando. ¿Quieren terminar la autovía cuando ya no viva nadie en esta comarca? La verdad es que resulta increíble que a estas alturas tengamos que recordar la trascendencia de las comunicaciones en el desarrollo de las regiones.
Veníamos tarde y ahora nos van a frenar otro poco más. No se si tendremos futuro, aunque espero que sí. Lo que tengo claro es que el presente es un poco más complicado para los vecinos del suroccidente que para los de otras zonas. Aunque… ¡que más da! Somos pocos y cada vez más viejos. Que esperen un poco y problema arreglado: el tiempo lo solucionará.
Hay quienes piensan que recortando la inversión pública se va a salir de la crisis. Pues van dados. Hoy por hoy son los mismos que se creen que recortando los derechos laborales y las prestaciones sociales van a ganar las elecciones. El tiempo lo va a decir, pero mientras, nosotros, los vecinos del suroccidente…¿?
M. Santiago Pérez Fernández en su blog: Tineo, sus cosas y las mías
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