Despacito

Carretera AS-15. Foto: Francisco Álvarez

Antiguamente, para diseñar una nueva carretera, soltaban un burro y la hacían siguiendo el camino que tomaba. Y, si no disponían de un burro, contrataban a un ingeniero. No aseguro que sea cierto, pero, si lo es, el departamento del Principado responsable de la AS-15 no va necesitar sacar a oposición plazas de ingeniero en mucho tiempo. La AS-15, para aquellos que no lo sepan, es la carretera que enlaza Cangas del Narcea con el centro de la región y debería venir en el mapa pintada con color rojo de vergüenza salpicado de puntos negros de muerte.

Recientemente, bien porque había aparecido en demasiadas noticias luctuosas en los medios, bien porque se aproximan elecciones, decidieron hacer algo al respecto. Pero no sean ilusos, no analizaron puntos conflictivos, eliminaron curvas peligrosas o rectificaron peraltes. Ésta sigue siendo la Asturias de Tini Areces, la de las chapuzas, las obras con sobrecostes millonarios y las inauguraciones con pinchos de tortilla baratos. Se limitaron a aplicar una somera capa de asfalto tapando la sangre fresca, para que dure hasta después de las votaciones y el que venga detrás que arree.

Eso no solventó los problemas de seguridad; pero ahí tenían otra solución de las suyas: prohibir los adelantamientos y limitar la velocidad. Después de todo, la pintura blanca y las señales son baratas. Así, después del arreglo, el trayecto a Oviedo se ha alargado en veinte minutos; cuatro arreglos más como éste y llegaremos antes por el monte a caballo. Este apaño, evidentemente, no reducirá el número de accidentes, al contrario, aumentarán. Respetar todas esas limitaciones se convertirá en un imposible ejercicio de paciencia. Incluso aquellos conductores más prudentes y respetuosos acabarán por cansarse y pasarse las señales por ahí y, donde antes sólo había unos pocos incumplidores, ahora habrá muchos. Es lo que sucede cuando se dictan normas injustas y ridículas. Eso sí, las multas aumentarán de manera considerable y hay que recaudar para mantener a tantos genios. Los que mandan viajan en coche oficial y su tiempo lo pagamos nosotros.

Antonio Ochoa es socio del Tous pa Tous y autor del blog Entre montañas en el diario El Comercio.


1 comentario
  1. Emilio
    Emilio Dice:

    Totalmente de acuerdo, esa carretera es una autentica ratonera para recaudar a través de multas, respetando todos sus límites el tiempo a Cangas puede ser más de media hora. A mí me pilló el radar en un sitio limitado a 60 km/hora. A la gente de Cangas, la mayoría muy afín a un determinado partido político, los árboles les han impedido ver el bosque y no se ha aprovechado la ocasión que existió para hacer una via rápida acorde a los tiempos actuales, esto mismo lo he expuesto en una pagina que creo se llama no eres de Cangas y contestó algún lumbreras que si quería que me harían una autovía para mí. Las respuestas que vi eran de lo más absurdo. Un verano estuve trabajando en Tuña pero pernoctaba en Oviedo y por las mañanas raro era el día que no tenía que socorrer a alguien en ese tramo por causa de accidentes, sobre todo en la zona del embalse. Una comarca para su desarrollo lo primero que tiene que tener son unos buenos accesos, a mí por lo menos esa carretera me quita las ganas de ir a Cangas.

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