El cangués Raúl Mouro gana el Premio Nacional de Artesanía 2024
En la XVII edición del prestigioso Premio Nacional de Artesanía, el reconocimiento del Premio Producto ha recaído en Raúl Rodríguez, conocido en el gremio de artesanos como Raúl Mouro, por su innovadora colección de cerámica «Piel de Mouro». Este galardón, entregado en Madrid, en una ceremonia en el salón de actos del Ministerio de Industria y Turismo, distingue a aquellos artesanos que, con su trabajo, contribuyen significativamente al sector de la artesanía en España.
Mouro ha destacado por su capacidad para fusionar la tradición con una visión contemporánea, renaciendo fragmentos de objetos familiares recuperados y datados mediante excavaciones arqueológicas. Su colección, «Piel de Mouro», realza la esencia de la materia prima, destacando la textura y la «piel» de la cerámica al explorar los límites del torno.
Raúl Rodríguez Arias, nació en 1979 en Llamas del Mouro, Cangas del Narcea (Asturias), licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y máster en Dirección de RRHH por la Escuela Europea de Negocios, proviene de una de las sagas de alfareros más reconocidas de España. Su padre y maestro, Marcelino Rodríguez, y su abuelo, Jesús Rodríguez Garrido, son figuras emblemáticas de la Cerámica Negra de Llamas del Mouro. Una larga tradición familiar de ceramistas que se remonta al siglo XVI en la que Raúl es el último eslabón de la cadena.
Ha aprendido el oficio desde niño, inspirado por su abuelo y su padre. Para él, la cerámica no es solo una profesión, sino un estilo de vida. Recuerda que tocó barro por primera vez a los tres años y desde entonces ha sentido una profunda conexión con este material. Al recibir el galardón, dedicó el premio «a los artesanos solitarios que pasan su tiempo en su taller con la puerta cerrada y el móvil apagado. Va para ellos.»
Llamas del Mouro es un pequeño pueblo asturiano situado a 22 km de la capital del concejo, Cangas del Narcea. Este recóndito lugar es conocido por su Cerámica Negra, una tradición artesanal que ha sido mantenida viva por generaciones de la familia Rodríguez. Esta cerámica se caracteriza por su color oscuro y su resistencia, cualidades que la hacen apreciada tanto por su belleza como por su funcionalidad. La alfarería de Llamas del Mouro que tuvo su periodo de esplendor en los años 30 de siglo pasado, ha sido transmitida de padres a hijos, enriquecida con el talento y la frescura de cada nueva generación.
Enhorabuena a nuestro paisano Raúl Mouro por su merecido reconocimiento y su contribución al prestigio de la artesanía española. Su dedicación y respeto por la tradición artesana aseguran que la cerámica tradicional asturiana siga viva y adaptándose a los tiempos modernos. ¡Felicidades!
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