La Malatería de San Lázaro en Retuertas (Cangas del Narcea)
LA MALATERÍA DE RETUERTAS: EL EDIFICIO
Lo único que queda en pie (presbiterio de la iglesia) está construido en pizarra, combinando los grandes bloques con lajas de formato irregular y arenisca en los pilares y cornisas que se corresponden con la reconstrucción del siglo XVIII y que se llevó al tiempo de la reedificación del monasterio de Corias, comenzada en 1774, después del incendio de 1763 y cuyos planos de reconstrucción fueron trazados, en ese año, por el arquitecto compostelano Miguel Ferro Caaveiro (h. 1740-1807), maestro mayor de la catedral de Santiago a partir de 1772, siendo una muestra de la incorporación del clasicismo a su obra en la línea de Ventura Rodríguez (Ciempozuelos, Madrid, 1717 ‒ Madrid, 1785).
Las obras se concluyeron en 1811 y en ella intervinieron los arquitectos fray José Varela y fray José y fray Hilarión Ugaldea que, a nuestro juicio también podrían estar relacionados con la obra de la capilla del Santo Cristo en la parroquia de Santa María de Gedrez. Pero en aquellos años, así mismo, se documentan en Corias otros maestros, no menos importantes, que también intervinieron en la obra de Corias, como los gallegos Pedro Quinteiro y Diego de Campo, de la feligresía de Santa María de Troanes (Pontevedra). Por tanto, lo más probable es que la reconstrucción de la Malatería correspondiera a alguno de estos maestros, dada su pertenencia al monasterio de Corias.
Los restos de la remodelación flanquean la entrada principal y se extienden a modo de cornisa por los muros laterales de la capilla mayor. Son pilares de cantería de arenisca compuestos por pilastras de orden toscano. El muro testero es completamente liso exceptuando dos vanos tapiados con dovelaje de lajas de pizarra a muy poca altura del suelo (por el recrecimiento del terreno), del mismo modo que los de los muros laterales. Se accede por una puerta situada en una barrotera de madera desde la cual se ve perfectamente el interior. Este se encuentra cubierto con grandes vigas de madera a dos aguas. El tejado es de teja árabe, seguramente fabricada en la vecina tejera de Cabadiello, situada en Rocabo, feligresía de San Cristóbal de Entreviñas, cuyo patronato también ostentaba el monasterio de Corias y de la que tenemos constancia de varios arriendos por parte del monasterio a tejeros de la parroquia de Posada de Llanes.
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