El patrimonio cultural de Cangas del Narcea a subasta

Talla realizada en madera policromada representando Virgen Majestad con Niño. San Pedro de las Montañas, Cangas de Narcea.

Sería interesante obtener información sobre esta imagen. Saber cuándo se vendió, cuándo desapareció de la iglesia parroquial de San Pedru las Montañas. Apareció a la venta en el catálogo de la casa de subastas de “Arte Subastas Bilbao”. Se subastó el martes 1 de marzo de 2016.

Lote 0154. Excepcional talla realizada en madera policromada representando Virgen Majestad con Niño. San Pedro de las Montañas. Cangas de Narcea. Catalogada en el libro “Iconografía Mariana Española” por el P. Fr. Joaquín Pérez y Pando, O.P., de 1930, página 54. Medidas: 57 cm.
Precio de salida: 20.000 euros.

Libro ‘Iconografía Mariana Española’ por el P. Fr. Joaquín Pérez y Pando, O.P., de 1930, página 54

Esta imagen de Nuestra Señora con el Niño, del siglo XIII, que como hemos dicho, perteneció a la iglesia de San Pedru las Montañas (Cangas del Narcea) y que hoy se subasta en “Arte Subastas Bilbao”, con un precio de salida de 20.000 euros, fue publicada en 1930 por Fr. Joaquín Pérez y Pando en su estudio “Iconografía mariana española”.

Este dominico había nacido en Corias en 1857, “en modesto hogar de agricultores”. En el convento de Corias tomó el hábito en 1874 y estudió toda la carrera eclesiástica. Estuvo en Jerusalén y Salamanca, y en los años veinte volvió a Corias. Estaba especializado en el estudio de las Sagradas Escrituras y fue escritor habitual en revistas de la orden dominica. Su “iconografía mariana” contiene 206 laminas, muchas de esculturas de Cangas del Narcea y Tineo, y es un libro de referencia como fuente de información para la historia del arte asturiano y español.

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Donación de un cuadro del pintor Víctor San Juan al Muséu del Pueblu d’Asturies

Víctor San Juan, Pachu Ríos, 1984. Óleo sobre lienzo, 92×73 cm

El Muséu del Pueblu d’Asturies ha recibido un cuadro del pintor Víctor San Juan donado por Elisa Rodríguez Rodríguez, su viuda. Se trata de un retrato de Pachu Ríos, músico aficionado de Cangas del Narcea, muy popular entre los años treinta y sesenta del siglo XX, realizado en 1984. La obra es un óleo sobre lienzo de 92 x 73 cm y permanecerá expuesta al público en la recepción del museo hasta el 17 de abril de 2016.

Víctor San Juan (Madrid, 1919 – Cangas del Narcea, 1997) fue un pintor fundamentalmente dedicado al paisaje asturiano, aunque realizó algunas incursiones en el campo del retrato. Se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y como copista en el Museo del Prado. En 1953 se estableció en Cangas del Narcea, donde vivió dedicado a la pintura hasta su fallecimiento. Pintó al aire libre en Cangas del Narcea, Somiedo, Picos de Europa, Avilés, etc., tomando apuntes en pequeñas tablas que después trasladaba al lienzo en su estudio. Realizó numerosas exposiciones en Oviedo, Gijón, Avilés, Valencia, Madrid, Barcelona, Santander, Zaragoza, La Coruña… Fue un pintor vocacional, que recomendaba a quienes querían dedicarse a este oficio “sinceridad y que pinten las cosas conforme las vean”. De él cabe destacar la identidad entre artista y paisaje, heredada de los impresionistas.

El retratado es Francisco Ríos, conocido como “Pachu Ríos”. Había nacido en Villar de Adralés (Cangas del Narcea), de donde también era natural José Martínez González, “Maquilo” (1873 – 1958), que regentaba una carpintería en la villa de Cangas del Narcea y era, además, conocido como gaitero y artesano fabricante de gaitas, al igual que sus primos Urbano y Vicente. Pachu Ríos solía visitar la carpintería de su vecino y allí le pidió que le hiciera una gaita, a lo que Maquilo accedió. Dado que Pachu Ríos sufría una minusvalía que le impedía tocar correctamente una gaita convencional con todas sus partes y tubos, el resultado de su encargo fue un puntero provisto de una boquilla que protegía la lengüeta sonora o “payuela” y se podía tocar independientemente, sin necesidad de fuelle. Pachu Ríos bautizó a este singular instrumento con el nombre de “xipla” (que en Asturias se aplica siempre a las flautas) y lo tocaba de forma autodidacta, llegando a ser conocido en la villa por su actividad como músico aficionado.

No es habitual que en Asturias se toquen los punteros aisladamente, sin el concurso del fuelle, aunque no era infrecuente que jóvenes que se iniciaban en el oficio de gaiteros aprendieran a tocar utilizando solo el puntero o, en su defecto, flautas de factura popular, en las que practicaban hasta que podían disponer de una gaita completa. Este método se debía más al elevado coste de un instrumento completo que a razones técnicas; no obstante, en las actuales escuelas de música tradicional se ha generalizado el uso de flautas con los orificios modificados para poder practicar en ellas la digitación de la gaita (que es distinta de la de la flauta y exige dicha modificación). En consecuencia, la xipla que tocaba Pachu Ríos y que pintó Víctor San Juan anticipa una solución práctica que ha sido muy utilizada con posterioridad.

El Tous pa Tous descubre varios lagares de vino en Cangas del Narcea

La sociedad ha iniciado un trabajo de localización, inventario y estudio de estas grandes y antiguas prensas de madera en el concejo de Cangas del Narcea.

Lagar de Agüera del Coto

El “Tous pa Tous. Sociedad Canguesa de Amantes del País” ha empezado a inventariar los lagares de vino que se conservan en el concejo de Cangas del Narcea. De momento, ha localizado seis. Estos grandes lagares, de viga y contrapesa de piedra, comenzaron a emplearse y difundirse en el siglo I d. C. en época romana. A mediados del siglo XVIII existían en el concejo de Cangas del Narcea 68 lagares de esta clase. Sin embargo, a principios del siglo XX empezaron a ser sustituidos por prensas de jaula, más pequeñas y de fácil manejo. Se calcula que actualmente pueden quedar una docena en el concejo. El Tous pa Tous trabaja para localizarlos, inventariarlos y estudiarlos.

Lagar de Ponticiella

El Tous pa Tous considera imprescindible que la actual recuperación del vino de Cangas se acompañe de un conocimiento profundo de la historia de este vino, y que esta historia tiene que difundirse y reivindicarse. Estamos ante un producto con más de mil años de antigüedad, cuya elaboración fue la actividad industrial más importante del concejo de Cangas del Narcea durante muchos siglos, y dentro de esta industria vinícola los lagares eran uno de sus elementos más representativos. La labor del Tous pa Tous fue reconocida en 2015 por la DOP Vino de Cangas al otorgarle la distinción “Uva Verde” por la labor de búsqueda y recuperación de documentos históricos sobre el vino de Cangas y por su difusión gratuita en la web de la sociedad.

El trabajo de inventario de los lagares de vino del concejo de Cangas del Narcea se ha encargado a David Flórez de la Sierra, investigador con una amplia experiencia en inventarios del patrimonio cultural y trabajo de campo. Los resultados del trabajo se difundirán a través de la web del Tous pa Tous, una exposición fotográfica y diversas publicaciones.

El Tous pa Tous cuenta para realizar este trabajo con la colaboración de la DOP Vino de Cangas.


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La calle So el Mercado o Rastraculos, una vía abierta en el año de 1700

Placa de la calle

A la memoria de Julia Perandones, vecina de esta calle.

A fines del siglo XVII el tercer conde de Toreno, Fernando Queipo de Llano y Valdés, y su mujer, Emilia de Dóriga y Malleza, decidieron levantar un palacio nuevo en el mismo sitio donde estaba la “casa antigua [de los Queipo], que por su mucha antigüedad fue preciso demoler”. Pero el solar era pequeño para el nuevo palacio que pretendían construir y tuvieron que añadir un “pedazo que era libre”. La casa estaba situada a la salida de la villa de Cangas del Narcea y junto al camino real que conducía al puerto de Leitariegos y a Castilla.

Plaza del Mercáu con el palacio del conde de Toreno y las almenas en la actualidad.

El proyecto de los condes incluía además otras actuaciones alrededor de la nueva construcción que cambiarían considerablemente la fisonomía de esta zona de la villa. Una de estas fue la apertura de la calle de So el Mercado, que debido a su fuerte pendiente acabó llamándose calle Rastraculos. De todos modos, la denominación de esta calle es el reino de la confusión. En la documentación del siglo XVIII se denomina calle de So el Mercado. En los años sesenta del siglo XX había una placa en la calle que ponía: “Calle Submercado”, aunque el nombre que se escuchaba a los vecinos era el de calle Rastraculos. En la actualidad hay dos placas en la calle: una pone “Calle So el Mercado” y la otra: “Calle Sul Mercáu / Arrastraculos”. No deja de ser estrambótico que la misma calle tenga tres “nombres oficiales” diferentes.

Huertas de So el Mercado y calle de Rastraculos vistas desde la calle Pelayo, Cangas del Narcea, 1892. Fotografía publicada en Asturias. ‘Álbum anunciador’, Luarca, 1893.

Pero volvamos a los conde de Toreno y a su proyecto de remodelación de su casa y su entorno. El proyecto comenzó a prepararse hacia 1685 y concluyó en 1702 con la edificación de un palacio de dos torres y un gran patio central, que se valoró en 30.000 ducados. Este palacio es, desde 1951, la sede del Ayuntamiento de Cangas del Narcea. En ese tiempo se realizaron otras tres actuaciones que fueron las siguientes:

1.

Detalle del documento donde se menciona la cesión de los conde de Toreno para hacer ‘la calle nueva de So el Mercado’.

Hacer en la trasera del palacio y en su costado sur una gran finca en una sola pieza y cerrada con un muro. El objetivo de los condes era “que la cerca salga en cuadro por todas partes, en línea recta”. Para conseguir esto tuvieron que permutar varias huertas con vecinos de la villa de Cangas. En 1686 cambiaron tierras con Cristóbal Francisco de Yebra, en 1690 con Juan Flórez de Llano y en 1695 con Miguel Queipo de Llano Valcárcel. De este modo, el palacio dispuso junto a él de un gran espacio cerrado en el que había un jardín, una huerta, una plantación de frutales y una viña que se llamaba “La Cerca”. En los años sesenta del siglo XIX, esta finca se partirá en dos, con gran pesar de sus propietarios, para permitir el paso a la carretera La Espina-Ponferrada.

Detalle del dibujo de la villa de Cangas del Narcea en 1771, donde puede verse la calle de So el Mercado

2. La construcción de una explanada delante del palacio con el fin de ampliar el espacio para el mercado público que se hacía los sábados en ese lugar, así como para dar vistas y monumentalidad a la casa. Para hacer esta explanada los condes tuvieron que levantar un muro de contención, que se remató con unas almenas que buscaban dar mayor realce al nuevo espacio, y demoler un par de casas que había en esta plaza del Mercado. Las casas tuvieron que comprarlas. Una se la adquirieron a María Antonia de Sierra y Omaña, y como ellos mismos dicen se compró y derribó “para hacer la plazuela, que sirve a la entrada de nuestra casa, más dilatada y para mayor lustre y desembarazo de ella”. La otra casa, “cuya entrada está frente al Mercado”, era de Francisco Flórez de la Ymera. Los mismos condes explican que las “dos casas y suelos especificados y plazuela que de ellos se ha hecho, declaramos por accesorias a nuestra casa principal o partes necesarias de ella para el beneficio del vino, su vendaje y otros frutos, usos y menesteres”.

y 3. Adquirieron a la misma María Antonia de Sierra y Omaña “una huerta que llaman de So el Mercado” (es decir, “debajo del Mercado”) con el fin de hacerse con la propiedad de todo el espacio que había delante de sus almenas y de abrir una nueva calle. El documento de donde sacamos estas noticias dice: “y cedimos una porción [de la huerta] a esta villa para hacer la calle nueva de So el Mercado, y lo restante lo metimos e incorporamos con la antigua [huerta], según que una y otra están cerradas de pared que fabricamos”. La fecha de esta cesión a la villa no la sabemos con exactitud, pero tuvo que ser entre 1695 y 1700.

Calle de So el Mercado o Rastraculos en la actualidad.

Para perder el menor espacio posible de huerta, la “calle nueva de So el Mercado” se trazó pegada al talud del terreno y con una fuerte pendiente. No se desperdició tierra haciendo un trazado más sinuoso que hiciese menos cuesta la calle.

En el siglo XVIII, todas las casas que se construyeron en esta nueva vía estaban pegadas al talud. Es probable que estos solares los vendiesen los mismos condes de Toreno, pero no lo sabemos con certeza. A partir de mediados del siglo XIX se comenzó a ocupar terreno de las huertas para levantar viviendas, empezando por la calle de La Fuente y abriendo la calle de la Presa. Este proceso de ocupación concluyó a fines del siglo XX con casas a ambos lados de la calle.

Calle de So el Mercado o Rastraculos en la actualidad.

La calle de So el Mercado comunicó directamente el puente de piedra y la calle de La Fuente con el Mercado, la casa de los conde de Toreno y el camino real al puerto de Leitariegos. Recordemos que por ese puente tenían que pasar todos los vecinos de las parroquias de Besullo, Las Montañas, Regla de Perandones, Cibuyo, el Río Rengos, el Rio del Couto e incluso muchos del Río Naviego que venían a la villa de Cangas por el camino real de la sierra del Pando. Todos ellos y muchos más entraban a Cangas por ese puente de piedra y por la calle de La Fuente.

Entronque de las calles de La Fuente y Rastraculos en la actualidad.

La apertura de la calle de So el Mercado hizo más fácil, rápida y directa la llegada de todos estos visitantes a la plaza del Mercado y al patio de la casa de Toreno. Este patio se abría todos los sábados para ampliar el espacio del mercado y recibir a la numerosa afluencia de forasteros y vecinos del concejo que acudían a comprar y vender productos, y en el mismo patio se vendía el vino que producía el conde y que se despachaba en una bodega que había en los bajos de la casa, la conocida hasta pocos años como la “Bodega del Conde”.

El vino fue una de las principales fuentes de ingresos de la casa de Toreno desde el siglo XVII al XX. En 1752 tenía tres lagares de vino: dos en Cangas (uno probablemente estaba en los bajos del palacio) y uno en Limés, y numerosas viñas. La venta de vino durante todos los sábados del año, con el mercado delante y dentro de su propia casa, era una de las salidas más importantes de este producto, y, por ello, el tercer conde de Toreno hizo en su palacio un patio tan grande, amplió la plaza que había delante y cedió tierras a la villa para abrir la calle Rastraculos o So el Mercado. Todo con un objetivo: vender vino.

En 1805, como ya contamos en otra noticia de esta misma web del Tous pa Tous sobre El Mercáu, el mercado de la villa se trasladó por una orden del Ayuntamiento a la Plaza Mayor, junto a la iglesia parroquial, y aunque el conde de aquel tiempo intentó impedirlo a toda costa, no lo consiguió.

Nueva web para promocionar las Pequeñas Denominaciones de Origen del sector del vino de España

La gran cantidad de información que vemos a diario en los medios de comunicación sobre las regiones vinícolas más tradicionales de nuestro país, que o bien por su tamaño o bien por su historia, han sabido posicionarse como referentes en el sector, nos llevan a olvidarnos de otras muchas zonas productoras que sin duda merecen la atención de cualquier aficionado a los buenos vinos.

Desde Monterrei en el interior de Galicia, hasta Binissalem en las Islas Baleares o la pequeña Isla del Hierro en las Islas Canarias, en Pequeñas D.O.’s hemos seleccionado un total de 59 regiones vinícolas, todas ellas con una producción por debajo de las 2.500.000 botellas y repartidas en un total de 15 Comunidades Autónomas y 30 provincias. Con el fin de preservar la calidad de las regiones seleccionadas, hemos escogido solamente aquellas regiones que se encontraran en alguno de los cuatro primeros escalones de la pirámide de calidad de los vinos españoles, es decir, se han seleccionado zonas geográficas que se encuadraran como Vinos de Pago (V.P.), como Denominaciones de Origen Calificadas (D.O.Ca), como regiones adscritas a Denominaciones de Origen (D.O.) o bien aquellas regiones amparadas como Vinos de Calidad con Indicación Geográfica Protegida (V.C.I.G.P.), dejándose fuera aquellas regiones que se encuadraran como Vinos de la Tierra o como Vinos de Mesa.

En concreto y en el Principado de Asturias hay una Pequeña D.O. (Cangas del Narcea) por lo que pensamos puede resultar interesante su publicación por el interés que puede generar entre sus lectores.

Esta web pretende ofrecer de manera sencilla y visual las noticias más relevantes acaecidas en todas las Pequeñas D.O.’s que aquí se recogen, así como una completa información de las características más relevantes de cada región vinícola y una relación completa de las bodegas que la forman, siendo dos nuestros objetivos básicos: por una parte, ayudar a todas estas regiones vinícolas a buscar un nicho en el que posicionarse en los mercados, frente a las tradicionales grandes regiones vinícolas y por otro, aunar esfuerzos y buscar sinergias entre estas Pequeñas D.O.’s para dotarles de una fuerza de la que por sí solas carecen.

Esperamos que sirva como un escaparate para los vinos españoles elaborados en estas pequeñas regiones y que sin duda sirva para impulsar su imagen y les ayuden a obtener un reconocimiento en los mercados que hasta la fecha consideramos no ha llegado.

www.pequenasdos.com


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TRESCASTRO/ TRASCASTRO (Parroquia de Brañas) – Casas: Antonón, Atilano y Francisquín

TRESCASTRO / TRASCASTRO

(Parroquia de Brañas)

Casa Antonón

Escudo de los Rodríguez de Trescastro. Tiene cuatro cuarteles: 1. Tres bandas;  2. Una faja y encima y por debajo ondas; 3. Cinco estrellas y 4. Cinco conchas o veneras.

En 1808 el dueño de esta casa era Antonio Rodríguez, “hijosdalgo notorios y de armas pintar”. En 1824 seguía en manos del mismo, que vivía con sus hijos Juan y Antonio.

 

Casa Atilano

Escudo de los Rodríguez. Son las mismas armas que el anterior, pero labradas más recientemente. Debajo tiene la inscripción: “Escudo de los Rodríguez de Trescastro”.

Entre 1808 y 1824 el propietario de esta casa era Juan Rodríguez, que vivía en ella con sus hijos Tomás y Juan, todos “hijosdalgo notorios de armas pintar”. En la casa todavía se mantiene el apellido Rodríguez. Sus últimos propietarios son Constantino Rodríguez Bueno y Joaquina Martínez Cardo, y sus hijos Atilano, obispo de Sigüenza-Guadalajara, Carlos y Constantino Rodríguez Martínez.

 

Casa Francisquín

Escudo de los García (una garza picándose el pecho). Arriba aparece el lema: “De García arriba nadie diga”. Este escudo es de hacia 1900.

 A fines del siglo XVIII y primeras décadas del XIX no aparece en los padrones de hidalguía ningún García residiendo en Trascastro. Este apellido con “armas pintar” probablemente se estableció en Trascastro en la segunda mitad del siglo XIX.

MIRAVAL.LES / MIRAVALLES (Parroquia de San Xulianu / San Juliano de Arbas) – Casa Uría o Palacio de Miraval.les

MIRAVAL.LES / MIRAVALLES

(Parroquia de San Xulianu / San Juliano de Arbas)

Casa Uría o Palacio de Miraval.les.

Escudo con las armas de 1. San Miguel (aparece el arcángel con unas grandes alas y un árbol); 2. Rescuro o Rioscuro (castillo sobre rocas y un hombre que ataca a un monstruo que sale del agua); 3. Carballo (un árbol con copa y raíces, y una mujer que intenta torcer una rama. Esta imagen alude al lema de los Carballo: “La virtud me hará torcer, que por fuerza no tengáis temor que tuerza”), y 4. Queipo de Llano (tres flores de lis y tres fajas, bordeadas por piñas). Las tres primeras armas aparecen en un enterramiento del siglo XVI en la iglesia parroquial de San Xulianu, y se repiten en los escudos de Murias de Paronche y de la casa de Suárez-Cantón (que en el siglo XIX era conocida como Casa de Miravalles o Casa de Uría) en la calle Mayor de la villa de Cangas del Narcea.

En el siglo XVII el propietarios de esta Casa de Miraval.les era Francisco Coque de Llano, casado con Margarita Queipo de Llano, de la Casa de los Queipo de Llano de San Pedru d’Arbas. A finales del siglo XVIII, era de su descendiente María Sierra Pambley y Coque, señora también de la Casa de Pambley, casada con Nicolás del Riego Núñez, de Tuña. En el siglo XIX pasó a la primogénita de este matrimonio: María Josefa del Riego Núñez y Sierra Pambley, que se casó con José de Uría Álvarez-Terrero, de la Casa de Uría de Santolaya. El heredero de estos fue su hijo José Francisco Uría del Riego (1819-1862), el reconocido Director de Obras Públicas que da nombre a varias calles de ciudades y villas asturianas, que al fallecer soltero dejó esta casa a su hermano Rafael (1820-1901). Este último vendió la Casa de Miraval.les con todas sus propiedades en 1874.

PAMBLEY (Parroquia de Xarcelei / Jarceley) – Casa de Pambley

PAMBLEY

(Parroquia de Xarcelei / Jarceley)

Casa de Pambley.

Escudo con las armas de los Pambley: un castillo al que ascienden por una rampa una cerda y dos lechones; un hombre con lanza en la mano derecha y una antorcha en la izquierda; un árbol y dos flores de lis. Alrededor aparece la inscripción: “Estas armas con su grei son de la casa de Pamblei”. Según Faustino Meléndez de Arbas el motivo de estas armas es “porque uno de esta casa fue el que primero entró en Astorga por un agujero de la cerca, por donde vio salir a esta lechona”. Otro lema que se les atribuye es: “Esta casa y pino alvar y esta cerda con su grey son las armas y el solar de la casa de Pambley” (“Cangas de Tineo”, en Asturias, Gijón, 1897). Las armas de los Pambley aparecen en muchos escudos del concejo de Cangas del Narcea.

En 1787 la “dueña y poseedora” de la Casa de Pambley era María de Sierra y Pambley, casada con Nicolás del Riego Núñez, natural de Tuña y tío del famoso general Rafael del Riego.

PARRONDU / PARRONDO (Parroquia de Santiáu de Sierra / Santiago de Sierra) – Casa el Palacio

PARRONDU / PARRONDO

(Parroquia de Santiáu de Sierra / Santiago de Sierra)

Casa el Palacio.

Tiene dos escudos. El más antiguo está en la fachada de la casa y tiene las armas de los García de Sierra o Menéndez (un castillo) y de los Queipo de Llano (tres flores de lis y tres fajas), todo bordeado por piñas como es habitual en los escudos más antiguos de los Queipo de Llano. Estas armas son el resultado del matrimonio que se efectuó a mediados del siglo XVI entre Juan García de Sierra, de Parrondu, y Aldonza de Llano, hija de Suero Queipo de Llano y Cangas y María Alfonso de Cangas y Pambley, vecinos de Cangas del Narcea y antecesores de los condes de Toreno. Su hijo se llamó: Alonso Menéndez de Sierra Flórez.

El otro escudo de esta casa tiene las armas de los Valdés y está encima de la puerta de la capilla que se construyó a finales del siglo XVIII con dinero que dejó en su testamento un hijo de la casa que murió en América.

En 1815 el dueño de esta casa era Juan Antonio Valdés y Miranda, que tenía tres tíos curas: Agustín Valdés, cura de Lugones (Siero); Juan Valdés, cura de la villa de Castropol, y Francisco Valdés, cura de Parana (Lena). Todos eran “hijosdalgo notorios de solar conocido y armas pintar”.

FONTANIEL.LA (Parroquia de San Pedru Culiema / San Pedro de Coliema) – Casa del Palacio

FONTANIEL.LA / FONTANIELLA

(Parroquia de San Pedru Culiema / San Pedro de Coliema)

Casa del Palacio.

Escudo partido. A la izquierda están las armas de los Caballero y Riego (un castillo de donde sale un león y tres conchas) con el lema siguiente escrito alrededor: “Conchas y castillo con el león prisionero, armas son de Caballero y Riego”, y a la derecha, las armas de los Flórez de Sierra (una doncella con una corona, que sostiene delante de su pecho un escudo con cinco flores de lis) y alrededor el lema: “Flórez de Sierra blasón barco, hombre, castillo y llamas ¿sea ov? a este tronco y ramas le viene esto y por varón”). En estas armas de los Flórez de Sierra hay que resaltar que solo se representan las de los Flórez, mientras que las de los Sierra aparecen en el lema: barco, hombre, castillo y llamas, atributos que podemos ver en los escudos de los palacios de los Sierra de Llamas del Mouro y Jarceley.

En 1787 el propietario de esta casa de Fontaniel.la era Joaquín Caballero, “hijosdalgo notorio de solar conocido y armas pintar”.

POUSADA / POSADA DE RENGOS – Casa Ruscón y Casa Treito (actualmente, casa rural L’Artesana)

POUSADA / POSADA DE RENGOS

Casa Ruscón.

Escudo con las armas de los Queipo de Llano, en concreto de la casa del conde de Toreno como manifiesta la corona que lleva. Tiene una cruz de la Orden de Santiago, de la que asoman su parte superior y los extremos de los brazos, y está bordeado por racimos de uvas y hojas de vid. Este escudo data de mediados del siglo XVIII, y llama la atención por la calidad de su labra y las figuras que lo acompañan (estandartes, mascarones, cañones, rocallas), que pertenecen al estilo escultórico más característico del rococó. Probablemente es obra del escultor barroco José Bernardo de la Meana (Oviedo, 1715-1790), que hizo el retablo de la iglesia del convento de las monjas Dominicas de la villa de Cangas del Narcea y al que se le atribuye también el de la iglesia de Ambasaguas.

En 1787 vivía en Pousada de Rengos Vicente Antonio Queipo de Llano, nacido en Cangas del Narcea en 1738, hijo del cuarto conde de Toreno, Fernando Queipo de Llano, y hermano del quinto conde, Joaquín José Queipo de Llano. Fue el único hermano varón que tuvo este quinto conde de Toreno.

 

Casa Treito (actualmente, casa rural L’Artesana).

Escudo con las armas de los González (cruz floreada, cuatro flores en las esquinas y bordeado de aspas).

En 1797 el propietario de estas armas era Pedro González Valledor, “hijosdalgo notorio principal”. Tenía dos hijos “ausentes”. En 1808 está familia ya no residía en Pousada de Rengos.

ARDALÍ / ARDALIZ (Parroquia de Llumés / Limés) – Palacio de Ardalí / Ardaliz

ARDALÍ / ARDALIZ

(Parroquia de Llumés / Limés)

Palacio de Ardalí / Ardaliz.

Escudo en forma de corazón con las armas de los Queipo de Llano: tres flores de lis y tres fajas, bordeadas por piñas (en otros escudos de este linaje se emplean racimos de uvas), y una cruz de la Orden de Santiago (de la que solo asoman el extremo superior y los laterales, el inferior esta roto) a la que pertenecieron varios miembros de esta casa desde 1639. Este escudo se labró a fines del siglo XVII.

La casa de los Queipo de Ardaliz la fundó hacia el año 1600 Diego García de Tineo y Llano, nacido en Cangas del Narcea alrededor de 1570, hijo de Juan Queipo de Llano “el Mozo” y Catalina de Valdés, natural de Salas, y sobrina de Fernando de Valdés, arzobispo de Sevilla, Inquisidor General, presidente del Consejo de Castilla durante el reinado de Felipe II y fundador de la Universidad de Oviedo. Este fundador de la casa de Ardaliz era hermano de Fernando de Valdés y Llano, arzobispo de Granada, presidente del Consejo de Castilla en el reinado de Felipe IV y fundador de la iglesia colegiata de Cangas del Narcea, y tío del primer conde de Toreno, Álvaro Queipo de Llano. Fue una época en la que este linaje de los Queipo tuvo mucho poder y riqueza.

Diego García de Tineo y Llano se casó con Teresa Pérez de Navia y en 1635 crearon un vínculo con la casa y propiedades de Ardaliz. El heredero de esta posesión fue su primogénito Rodrigo Queipo de Llano y Valdés, que en 1639 ingresó como caballero en la Orden de Santiago. Los miembros de esta casa se unirán con familias poderosas. De este modo, Diego Queipo de Llano y Valcárcel, nacido en 1650 en Ardaliz, se casó con María Teresa de Llano y Queipo, de la casa de Santa Olaya de Cueras. Su hijo Miguel Queipo de Llano se casó con Catalina Teresa Bernaldo de Quirós, nacida en Mieres en 1673 e hija del primer marqués de Camposagrado, y en segundas nupcias, en 1711, con su parienta Melchora Queipo de Llano, hija del segundo conde de Toreno. A pesar de estos dos matrimonios murió sin descendencia. Pasó la casa de Ardaliz a María Teresa Queipo de Llano Valcárcel y Cangas, que se casó con Pedro Velarde Calderón (1699-1781), nacido en Santillana del Mar (Cantabria). Estos construyeron en 1765 un gran palacio en Oviedo en la calle Santa Ana, obra del arquitecto Manuel Reguera González, que en la actualidad es sede del Museo de Bellas Artes de Asturias. El siguiente poseedor de la casa fue su hijo Joaquín Velarde Queipo de Llano, nacido en Cangas del Narcea en 1732 y coronel de Milicias del Regimiento Provincial de Oviedo, que se casó con María Manuela Navia-Bolaño. Su primogénito será el primer conde de Nava, a quien pasan todas las propiedades que tenían en Ardaliz y Cangas.


VIDAL (Parroquia de Gillón) – La Casona

VIDAL

(Parroquia de Gillón)

La Casona.

Escudo de los García del Valle. Está partido en dos: a la izquierda, armas de los García (tres árboles y un león rampante) y a la derecha, las de los Valle (torre y flores de lis) con el lema tallado alrededor: “El que más vale no vale tanto como vale Valle”.

En 1787 el propietario de esta casona era Ventura García del Valle, y en 1808 y 1824 lo es su hijo Vicente García del Valle, abogado de los Reales Consejos.

MONESTERIU D’ERMU / MONASTERIO DE HERMO – Casa López del Campillo

MONESTERIU D’ERMU / MONASTERIO DE HERMO

Casa López del Campillo.

Escudo con las armas de 1. López, 2. Rodríguez y 3. Martínez. Debajo del escudo hay una piedra con una inscripción en la que aparecen los nombres de estos tres apellidos, que aclara a quien pertenecen estas armas y que manifiesta que en el tiempo en que se puso ya no sé identificaban estos emblemas con esos apellidos. Las armas de escudo son las mismas que las de Casa L’Indiano, de Xedré / Gedrez.

Entre 1808 y, por lo menos, 1824 el propietario de esta casa fue Raimundo López Campillo, “hijosdalgo notorio y de armas pintar”.

XEDRÉ / GEDREZ – Casa L’Indiano.

XEDRÉ / GEDREZ

Casa L’Indiano.

Escudo con las armas de 1. López Campillo, 2. Rodríguez y 3. Martínez. Es similar al escudo de Casa López del Campillo de Monesteriu d’Ermu / Monasterio de Hermo.

En 1787 el propietario de la casa era Francisco López Campillo, que tenía dos hermanos: Cayetano, “ausente en Indias”, y Manuel, presbítero. Cayetano volvió de Indias (América), probablemente con bastante dinero, y vivió en la casa hasta al menos 1824. A él se le debe el nombre de casa L’Indiano, que todavía tiene en la actualidad.

Heráldica canguesa

Escudo con las armas de los Sierra en Nando (Santiago de Sierra)

Empezamos una nueva sección en Memoria Canguesa dedicada a los escudos de armas que existen en casas e iglesias del concejo de Cangas del Narcea. En las próximas semanas iremos dando información sobre este asunto y mostrando la imagen de los setenta escudos que existen en la actualidad en nuestro concejo. Las fotografías son de José Manuel Collar Álvarez y los textos de Juaco López Álvarez, los dos son socios del Tous pa Tous.

Iniciamos este apartado dedicado a la Heráldica Canguesa con los tres escudos de armas siguientes:

→ ANTRÁU / ANTRAGO (Parroquia de Tubongu / Tebongo) – Casa del Palacio

→ NANDU / NANDO (Parroquia de Santiáu de Sierra / Santiago de Sierra) – Casa del Palacio

→ LA VEIGA’L TACHU / VEGA DEL TALLO (Parroquia de Oubachu / Obayo) – Casa Bartuelo


LA VEIGA’L TACHU / VEGA DEL TALLO (Parroquia de Oubachu / Obayo) – Casa Bartuelo

LA VEIGA’L TACHU / VEGA DEL TALLO

(Parroquia de Oubachu / Oballo)

Casa Bartuelo.

Escudo con las armas de los Martínez: un árbol a cuyo tronco está atado con una cadena un león, tres flores de lis, y un sol y una luna. Las mismas armas aparecen en Casa Campa (Veigaperpera) y Casa Molineiro (Veigaipope).

En 1808 el propietario de esta casa era Bartolomé Martínez, hijo de Lázaro Martínez, que es el Bartuelo o Bartolomé que en aquel tiempo dio nombre a la casa; nombre que aún mantiene doscientos años después.

NANDU / NANDO (Parroquia de Santiáu de Sierra / Santiago de Sierra) – Casa del Palacio

NANDU / NANDO

(Parroquia de Santiáu de Sierra / Santiago de Sierra)

Casa del Palacio.

Escudo con las armas de los Sierra: castillo en llamas con un hombre armado con espada y con una antorcha en la mano derecha; el hombre está en la puerta del castillo y subido en una barca con tres remos. Estas mismas armas aparecen en los palacios de Jarceley y Llamas del Mouro.

Entre 1808 y 1824 el propietario de esta casa era Joaquín Flórez de Sierra.

ANTRÁU / ANTRAGO (Parroquia de Tubongu / Tebongo) – Casa del Palacio

ANTRÁU / ANTRAGO

(Parroquia de Tubongu / Tebongo)

Casa del Palacio.

Escudo con las armas de Uría (dos lobos, un árbol, dos flores de lis y ocho aspas) y Arganzúa (árbol, llave y cuatro flores de lis). En la parte inferior, debajo de cada arma, se lee: “Urías” y “Arganzúa”. En 1787 el propietario de la casa y de las “armas” era Lope de Uría y Llano. A este le sucede el sacerdote Rodrigo de Uría y Llano. Con él se pierde el apellido Uría vinculado a la casa, que pasa a su sobrino José Bernardo Suárez de la Vega, natural de Navia.

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Lagares de vino en Cangas del Narcea en 1752

Fuso y contrapeso del lagar de la bodega del Museo del Vino de Cangas

Los lagares son las máquinas de madera que se empleaban en las bodegas para apretar el magayu o bagazo y extraer el último mosto de la uva, que en Cangas del Narcea llamamos pía o pie. La pía se mezclaba con el primer vino que salía de la tina. No todos los vinicultores cangueses tenían lagar, porque era un artefacto caro, de cierto tamaño y que necesita un espacio amplio y propio; en consecuencia, los pequeños cosecheros de vino no se lo podían permitir y tenían que exprimir su magayu en lagares que no eran suyos. En las últimas décadas del siglo XIX y, sobre todo, en el siglo XX estas máquinas se sustituyeron por prensas de jaula y hierro fundido, más pequeñas y manejables que los viejos lagares, que fueron destruyéndose hasta casi desaparecer.

Detalle del fuso y el contrapeso del lagar de la bodega del Museo del Vino de Cangas

En 1752 había en el concejo de Cangas del Narcea 68 lagares para hacer vino. Lo sabemos gracias a un catastro que se hizo ese año con el fin de establecer la Única Contribución, que estaba dentro de una reforma fiscal que puso en marcha el rey Fernando VI (1713-1759) y su ministro el marqués de la Ensenada (por eso a este catastro se le llama Catastro del Marqués de la Ensenada). Para cumplir el mandato del rey todos los vecinos tenían que presentar una relación de bienes (inmuebles, tierras, ganado) y de ingresos por su producción, oficio, industria, etc. Había unas respuestas particulares de cada vecino y unas respuestas generales a un interrogatorio de 40 preguntas que tenían que responder los concejos o cotos señoriales sobre el número de habitantes, clases de cultivos y ganado, la producción, actividades comerciales e industriales, profesiones, ingresos, etc. Las respuestas particulares de los vecinos de Cangas del Narcea se destruyeron en 1809 con el incendio del archivo municipal provocado por los franceses durante la Guerra de la Independencia. Solo se conservaron en el Archivo General de Simancas las generales, que son las que utilizamos nosotros y que pueden consultarse por internet.

Prensa de jaula para vino tomada del catálogo de ‘La Maquinaria Agrícola’ de José del Río y Hesles, gran almacén de venta de instrumentos y máquinas agrícolas, Madrid, 1871

Los propietarios de esos lagares eran señores, propietarios de muchas tierras y viñas, que vivían de sus rentas, y también campesinos acomodados. El conde de Toreno tenía tres lagares: dos en la villa de Cangas y uno en Limés. El monasterio de Corias también poseía tres, pero uno estaba “arruinado”. Además, había seis personas que eran dueñas de dos lagares: Teresa de Peón, Pedro Velarde, Lorenzo Flórez de Sierra, Narciso de Sierra Pambley, Rodrigo de Sierra Jarceley y Nicolás Alfonso, y dos lagares que eran propiedad de varios vecinos.

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Lagar del Museo del Vino de Cangas

Gracias al catastro de 1752 sabemos que estos lagares estaban hechos íntegramente con madera y se componían de “una sola viga”. En el extremo de la viga llevaban un contrapeso de piedra sujeto con un fuso o tornillo con el que se elevaba el contrapeso. Eran, sin lugar a duda, similares a los que hoy pueden verse en la bodega del Museo del Vino de Cangas o en el Museo Etnográfico de Grandas de Salime, y a otros que todavía existen en Asturias y que se empleaban para exprimir la manzana y hacer sidra, como uno que ese expone en el Museo del Pueblo de Asturias, en Gijón. Este tipo de lagar, conocido como “prensa de tornillo móvil y contrapeso”, estuvo muy extendido y está perfectamente documentado por la arqueología en época romana; los ejemplares más antiguos datan del siglo I d. C. Según Yolanda Peña Cervantes “es el tipo de prensa más extendido en el mundo romano” para elaborar aceite y vino (Torcularia. 
La producción de vino y aceite en Hispania, Tarragona, 2010).

Prensa de jaula y hierro fundido, que sustituyó a fines del siglo XIX y en el siglo XX a lo lagares de viga. Museo del Vino de Cangas.

En Cangas del Narcea en 1752, los lagares los utilizaban tanto sus propietarios para “sacar” su vino como el resto de los pequeños cosecheros que había en el concejo y que no tenían lagar. En las respuestas al Catastro del Marqués de la Ensenada se mencionan dos relaciones entre propietarios y no propietarios. Una, era el alquiler del lagar por el cual los dueños cobraban en vino; de este modo, en el coto de Corias se declara que cada uno de los lagares produce al año para sus dueños una “cuepa” de vino (31 litros) y en el coto de Cangas regulan su ganancia en ocho cañadas (31 litros) anuales, que es lo mismo que una “cuepa”.

Otra relación era la de dar gratuitamente el servicio en función de la buena vecindad y la reciprocidad, y así en las parroquias de Carballo, Bimeda, Villategil y Limés se dice lo siguiente: “atendiendo a que estos artefactos solo los tienen [sus propietarios] para pisar la uva de su cosecha, y aunque los vecinos y más interesados en la cosecha de vino no los tengan propios y usen de estos, es sin interés y por la buena correspondencia que entre sí tienen. Y no obstante para satisfacer a la intención de la pregunta, después de varias consideraciones regulan la utilidad de cada lagar en una cántara [15,64 litros] de vino, que su valor son seis reales de vellón”. Joaquín Coque Fuertes, de Obanca, todavía se acordaba a fines del siglo pasado que en su casa se apretaba el magayu de muchos vecinos y que a cambio estos ayudaban un día a cavar las viñas.

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Lagar del Museo del Vino de Cangas

No sabemos con exactitud los pueblos donde estaban los lagares en el concejo de Cangas del Narcea en 1752. Las respuestas generales del catastro mencionado solo dan el nombre de sus propietarios y en el mejor de los casos el de la parroquia donde estaban ubicados, pero no el del pueblo. Con la información disponible tenemos que destacar la existencia de dieciséis lagares en la parroquia de Tebongo, que era la mayor concentración de todo el concejo, superior a la villa, donde había siete. Asimismo, llama la atención la existencia de lagares, y en consecuencia de viñedos, en parroquias donde hoy no queda ningún rastro de su presencia, como Jarceley, San Martín de Sierra, Santiago de Sierra, Maganes, San Pedro de Culiema y Carceda.

La existencia de estos 68 lagares, así como su localización, son otro testimonio más de la extensión geográfica que llegó a tener el viñedo en el concejo de Cangas del Narcea y de su importancia económica.

Parroquia de Cangas del Narcea (7 lagares)

  • D. Fernando Queipo de Llano, conde de Toreno (2 lagares)
  • D. Pedro Velarde y Prada
  • D. José López Cañedo
  • D. José García de Quirós
  • D. José Gamoneda [y Rojas]
  • D. José Miramontes

Parroquia de San Cristóbal de Entreviñas (3 lagares)

  • D. José de Llano
  • D. Lope de Uría
  • D. José Fernández

Parroquia de Jarceley (1 lagar)

  • D. Diego de Sierra [y Salcedo, dueño de la Casa de Llamas del Mouro]

Parroquia de San Martín de Sierra (2 lagares)

  • Francisco Martínez
  • Domingo Fernández

Parroquia de Santiago de Sierra (2 lagares)

  • D. Lorenzo Flórez [de Sierra, dueño de la Casa de Nando]
  • Juan García

Parroquia de Onón (5 lagares)

  • D. Lorenzo Flórez [de Sierra, dueño de la Casa de Nando]
  • D. Francisco Caballero [y Flórez, dueño de la Casa de Fontaniella]
  • D. José Rodríguez
  • D. Antonio Queipo
  • D. Juan Menéndez

Parroquia de Maganes (1 lagar)

  • D. Francisco de Uría y Llano

Parroquia de San Pedro de Culiema (1 lagar)

  • Antonio Rodríguez

Parroquia de Tebongo (16 lagares)

  • D. Rodrigo de Sierra [y Jarceley, dueño de la Casa de Jarceley] (2 lagares)
  • D. Narciso de Sierra [Pambley, dueño de la Casa de Pambley] (2 lagares)
  • D.ª Micaela del Riego
  • D. Alonso del Llano
  • Juan Menéndez
  • Juan Rodríguez
  • Pedro Menéndez
  • Francisco Rodríguez
  • Francisco Meléndez
  • Toribio Meléndez
  • José Rodríguez
  • Bartolomé García
  • Juan de la Linde
  • Teresa de Flórez

Parroquia de Carceda (2 lagares)

  • Monasterio de San Juan de Corias (arruinado)
  • Domingo González

Parroquia de Santa Eulalia (2 lagares)

  • D. José Nicolás de Uría [Valdés]
  • D. Pedro Velarde y Prada

Parroquia de La Regla de Perandones (3 lagares)

  • Francisco Cachón (arruinado)
  • Domingo Menéndez
  • José Menéndez

Parroquia de Carballo (1 lagar)

  • D.ª Teresa de Peón, viuda de D. Manuel Flórez [Valdés, dueño de la Casa de Carballo]

Parroquia de Bimeda (2 lagares)

  • D. Ignacio Flórez
  • D. Nicolás Alfonso

Parroquia de Villategil (1 lagar)

  • D. Nicolás Alfonso

Parroquia de Limés (5 lagares)

  • D. Fernando Queipo de Llano, conde de Toreno
  • D. Miguel de Uría
  • D.ª Teresa de Peón, viuda de D. Manuel Flórez [Valdés, dueño de la Casa de Carballo]
  • D. Juan Meléndez Valdés
  • María Álvarez

Coto de Cangas (11 lagares)

Coto integrado por siete parroquias completas: Entrambasaguas, Santa Marina de Obanca, Augüera del Coto, Bergame, San Damías, Vegalagar y Las Montañas, y algunos lugares de otras cinco parroquias: Carceda, Corias (fuera de la villa), Besullo, San Cristobal y La Regla de Perandones.

  • Monasterio de San Juan de Corias (2 lagares)
  • D. Francisco de Llano y Rojas, de Santa Marina de Obanca (2 lagares)
  • D. Fernando Rodríguez, vecino de la provincia del Bierzo
  • D. Pedro Menéndez, vecino de la villa de Madrid
  • Pedro Rodríguez, vecino de San Pedro de Corias, y cinco vecinos más
  • Inocenta Coque, vecina de San Pedro de Corias
  • Hospital de San Lázaro, malatería de Retuertas
  • D. Manuel Rodríguez, cura de Orallo en el concejo de Laciana [León]
  • D. Juan Rodríguez Francos, presbítero de Bergame, y otros cuatro vecinos

Coto de Corias (3 lagares)

Este coto solo abarcaba la villa o pueblo de Corias.

  • D. Ignacio Queipo, vecino de la villa de Madrid
  • D. Salvador Fuertes, vecino del concejo de Boal
  • D. Diego Fuertes