‘Un caso escandaloso y ejemplar: Villaláez (1979)’, por Emilio Marcos Vallaure
Hay hechos que los pueblos no deben olvidar. El caso de la iglesia, las pinturas murales y el retablo de la parroquia de San Juan de Villaláez, en Cangas del Narcea, del siglo XVI, es uno de esos. Lo contó Emilio Marcos Vallaure, socio del «Tous pa Tous», en un informe escrito en 1979 cuando ocupaba el cargo de director de Patrimonio Histórico, siendo consejero de Cultura y Deportes Atanasio Corte Zapico, en aquel gobierno de la conocida como Preautonomía asturiana (1978-1981). El Consejo Regional de Asturias, presidido por Rafael Fernández, era un gobierno sin competencias. La autoridad la seguían teniendo las delegaciones en Asturias de los ministerios del gobierno de España. La autonomía llegará a finales de 1981 y con ella la integración de los viejos funcionarios en la nueva administración.
El informe sobre Villaláez se publicó en 1980 en «Datos e informes para una política cultural en Asturias», un libro que recoge proyectos y actuaciones de aquella consejería de Cultura y Deportes hechos con la esperanza de una verdadera renovación y a partir de un profundo conocimiento de la realidad asturiana. Lamentablemente, la mayoría de estas propuestas no se llevaron a cabo.
Ahora, lean los acontecimientos acaecidos en aquellos años setenta en Villaláez, donde, como dice este informe, no solo se destruyó una excelente iglesia del siglo XVI, sino que para lograrlo se conculcaron los más elementales derechos humanos, y después, contemplen las fotografías del estado actual del testero de la iglesia que no se derribó en 1979 porque en él había unas valiosas pinturas murales.
Informe
Fotografías del estado actual