Documental: La Casa Viva
De chousa a lousa apenas hay veinte kilómetros, los que separan a los pueblos de Cangas de los de Ibias. En este terreno la lengua asturiana se convierte en gallega (o al reves) en un abanico de variantes fonéticas. La chousa y a lousa son una misma cosa, lajas de pizarra con las que cubrir las casas y los hórreos. En este capítulo vemos a Paco y a Olegario retejando una lareira, en Marentes (Ibias) y al Jose Ramón rematando la faena en Palacio de Naviego (Cangas). Placas más finas y puntas de acero son las innovaciones más destacables del oficio de cubrir tejados con pizarra, extendido por toda Europa y por el lago cultural que representa la Cordillera Cantábrica Occidental desde hace siglos. Al final del capítulo podemos ver una pequeña colección de tejados centenarios, gastados y mohosos, y remates de piedra cargados de simbolismo.
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La casa Perdiguera ¿a quién perteneció?