El lingüista sueco Åke W:son Munthe (1859 – 1933) en Cangas del Narcea, 1886
El lingüista sueco Åke W:son Munthe en Cangas del Narcea, 1886
En el mes de junio de 1886 llegó a la villa de Cangas del Narcea un sueco de 26 años, que se alojó en la fonda que Víctor de Llano acababa de inaugurar en el número 38 de la calle Mayor, donde actualmente está el Café Madrid. El joven se llamaba Åke W:son Munthe y había terminado hacia poco sus estudios de filología española y portuguesa en la Universidad de Upsala (Suecia).
El joven Munthe venía a esta zona de Asturias a recoger información sobre la lengua asturiana con el fin de emplearla para su tesis doctoral y también a recopilar cantos populares para un estudio sobre el folklore o “saber popular”. La razón de elegir el concejo de Cangas del Narcea nos la da él mismo en su libro Anotaciones sobre el habla popular en una zona del occidente de Asturias, editado en Upsala en 1887:
Durante un viaje de estudios a España el año pasado me detuve algunas semanas en Asturias con la idea de adquirir algún conocimiento sobre el dialecto asturiano, en parte recogiendo noticias sobre lo que se había escrito en la provincia sobre el mismo, y en parte, en lo posible, a través de mis propias observaciones. Lo primero aludido se logró en la capital de la provincia, Oviedo, aunque en manera alguna por completo, pues hasta el material impreso existente es muy difícil de conseguir. Cuando después, antes de organizar las propias observaciones, tuve que atenerme, por supuesto, a una zona delimitada, escogí, siguiendo el mapa, una comarca entre las montañas en la parte sudoccidental de la provincia. Di preferencia a esta parte occidental de Asturias porque sobre el dialecto de las partes central y oriental existían por lo menos algunas noticias y, por el contrario, sobre el dialecto occidental era casi todo desconocido hasta el momento.
La casa donde se alojó Munthe era nueva y la fonda acababa de inaugurarse. La casa la había comprado en agosto de 1884 Víctor de Llano González, vecino de Ambasaguas, a Francisco Giménez Delgado, y en ese momento aun estaba en construcción el último piso. El edificio se había incendiado unos años antes y había quedado completamente destruido. La fonda de Víctor de Llano se inauguró el jueves 3 de junio de 1886, unos días antes de llegar Munthe a Cangas del Narcea; él, sin duda, fue uno de sus primeros clientes. En El Occidente de Asturias, del 1 de junio, se anuncia esta inauguración:
“El jueves próximo se inaugura en esta villa la fonda de D. Víctor de Llano. Situado el hermoso edificio en uno de los mejores puntos de la calle Mayor, con luces y vistas por sus cuatro costados, con habitaciones espaciosas, amuebladas con gusto y en las que nada se ha escaseado para facilitar comodidad á los huéspedes, viene á satisfacer la fonda una necesidad que se hacía sentir en esta población”.
Las expectativas de los redactaros se vieron cumplidas, y el 25 de junio se publica en el periódico la noticia siguiente:
“Muchos elogios hemos oído hacer á varias personas que se hospedaron en la nueva fonda abierta en esta villa, del desahogo de las habitaciones, de los muebles de las mismas, del buen servicio, de la limpieza y el aseo, de la abundancia y buen condimento de las comidas. Lo celebramos, porque así se conciliarán la conveniencia de los huéspedes y las utilidades de los dueños de la fonda”.
En 1886 vivía en la casa de Víctor de Llano una extensa familia: el dueño y su mujer Felipa Fernández, su hija Adela y el marido de esta: Venancio López Álvarez, natural de Monasterio de Hermo, y cinco hijos de este matrimonio; además de varias criadas y criados, entre ellas Antonia Coque, que llevaba un año trabajando en la casa, y que será una persona muy importante para el lingüista sueco.
En Cangas del Narcea, Munthe tuvo dos informantes principales, casi únicas: la mencionada Antonia Coque, nacida en 1865 en Pousada de Rengos, y Carmen González, de Vil.lauril de Bimeda; las dos tenían 20 años de edad. De ellas proceden la casi totalidad de los cantos populares que recogió y muchas de las palabras asturianas.
“Al principio, y casi la mitad del tiempo de mi corta estancia en la región –escribe Munthe en 1887-, me vi obligado por la lluvia incesante a permanecer en Cangas donde, sin embargo, buscaba ocasión de oír y hablar con gente de los parajes de los alrededores y así me entretuve especialmente con una joven del pueblo, de veinte años, Antonia Coque, de Posada, que servía en casa de mis anfitriones, por lo que más tarde en mis excursiones presté más atención a Villaoril que al citado pueblo”
Munthe visitó los pueblos de estas dos jóvenes y residió en ellos varios días, alojándose en las casas de sus familias. El día de San Juan de 1886 estaba en Pousada, pues cuenta que ese día los vecinos del pueblo esperaban “un gran clis (eclipse) en ocasión de que San Juan y Corpus caían ese año en el mismo día”. Asimismo, recopiló unos pocos cantos a “individuos de la familia de los amos de la casa canguesa donde vivía, y a un hermano y un cuñado de Carmen [González]”. Hizo una excursión al pueblo de Besullo y en la villa de Cangas acudía al mercado para escuchar hablar a la gente.
La estrecha relación que mantuvo Munthe con Antonia y Carmen, y su trabajo como lingüista y folclorista, la cuenta él mismo en su artículo Folkpoesi från Asturien (Poesía popular de Asturias), publicado en 1888:
“Mi pequeña colección [de cantos populares] proviene solamente de dos personas: dos mozas del pueblo; ambas de veinte años de edad, poco más o menos. Una de ellas, Antonia Coque, estaba sirviendo en la casa donde yo vivía en la villa de Cangas de Tineo, mi residencia durante el tiempo que estuve en la región; no hacía más de un año que había venido de Posada de Rengos, su lugar natal, y sin duda había traído de allí la mayor parte de su repertorio. La otra, Carmen González, vivía en el pequeño y primitivo pueblo de Villaoril de Bimeda, compuesto de solo nueve familias, y donde las chimeneas y las ventanas con cristales eran un lujo desconocido; pero donde, sin embargo, pasé una semana en alto grado interesante y agradable, viviendo en casa de la familia de Carmen.
Cuando preguntaba a las muchachas acerca de cantos populares, pretendían convencerme de que no sabían ni uno solo; pero cuando al fin conseguí romper su silencio, brotaron de su boca espontáneamente los cantos, especialmente cuando estábamos a solas. Sentado yo en el borde del fogón de la cocina ahumada de Cangas, y Antonia preparando en la caldera la comida de los cerdos, o limpiando y fregando, o peinando sus rizados cabellos negros, o cuando yo arriba en Villaoril ayudaba a Carmen a desmenuzar terrones en el pequeño y escarpado pedazo de campo, arriba en el monte, o la acompañaba a llevar el ganado a pastar a la sierra, o delante de la puerta de su casa, baja y con tejado de pizarra, en los ratos de ocio… no tenía traza de acabar su provisión de cantos y si hubiera podido permanecer allí más tiempo, hubiera seguramente multiplicado mi colección con solo transcribir los cantares que aquellas muchachas sabían”.
Munthe tuvo relación en Asturias con Fermín Canella, Leopoldo Alas “Clarín”, Teodoro Cuesta y, sobre todo, Braulio Vigón, y en Madrid, con Ramón Menéndez Pidal y Marcelino Menéndez y Pelayo.
La información recopilada por Munthe en Cangas del Narcea le sirvió para realizar dos estudios valiosísimos. El primero fue su tesis doctoral, que leyó en 1887 en la Universidad de Upsala con el título Anteckningar om folkmålet i en trakt av vestra Asturien (Anotaciones del habla popular en una zona del occidente de Asturias), y se publicó ese mismo año. Este estudio fue el primer trabajo científico sobre un dialecto que se realizó en España, y tuvo mucha difusión en los ámbitos académicos de España y Portugal, y en los relacionados con los estudios asturianos. Reseñas sobre este estudio aparecieron en diversas revistas, por ejemplo, Antonio Balbín de Unquera publicó una en la revista La España Regional, de Barcelona, que termina agradeciéndole a Munthe, “un sabio extranjero residente en los últimos confines de Europa”, que se haya fijado en un “dialecto de nuestras montañas, olvidado entre los españoles”, y Menendez y Pelayo le escribió a Gumersindo Laverde lo siguiente:
“Los suecos empiezan á dedicarse al estudio de nuestra literatura. Días pasados recibí el primer tomo de una edición que allí están haciendo de las obras inéditas de Juan de la Cueva, copiadas en Sevilla y ampliamente ilustradas por el Dr. Wulff. Y ahora acaba de imprimirse en Upsala un ensayo de gramática del Dialecto asturiano, hecho por el profesor Äke V: son Munthe, que el año pasado asistió á mi clase. Como no sé el sueco, apenas he entendido palabra de su folleto, pero á juzgar por las noticias bibliográficas que trae al principio, se conoce que el hombre ha estudiado con mucha conciencia el asunto” (Carta a Gumersindo Laverde, 19 de octubre de 1887).
Un siglo después de publicarse en Suecia, en 1988, la Biblioteca de Filoloxía Asturiana de la Universidá d’Uviéu editó la traducción española de este libro.
El segundo estudio fue Folkpoesi från Asturien (Poesía popular de Asturias), publicado en tres entregas en la revista Språkvetenskapliga Sällskapets i Upsala förhandlingar en 1888 y 1889. En él Munthe recopila y estudia romances, coplas o cantares, y canciones infantiles recogidas en Cangas del Narcea. Fue el primer estudio que se hizo en Cangas del Narcea de esta nueva ciencia denominada folklore, que había empezado a desarrollarse en la segunda mitad del siglo XIX, y el segundo que se hacía en Asturias; el primero fue el «Folk-Lore de Proaza», de Eugenio de Olavarria y Huarte, publicado en 1884. Este segundo trabajo de Munthe también mereció el reconocimiento de los investigadores españoles, que destacaron el rigor con el que estaban recopilados los materiales folclóricos.
Biografía breve de Åke W:son Munthe
Helge Åke Rudolf W:son (Wilhelmsson) Munthe fue un filólogo y pedagogo sueco, que nació el 7 de agosto de 1859 en Jönköping y murió en Estocolmo en 1933. En 1887 recibió el doctorado en español y portugués en la Universidad de Upsala. En 1890 fue nombrado director del Frans Schartaus Praktiska Handelsinstitut [Instituto de Comercio Práctico Frans Schartau] en Estocolmo. Durante 1905 y 1906 participó en varias comisiones para viajar por Europa y América y estudiar la enseñanza superior de negocios y comercio. A partir de 1908 fue miembro de Handelsundervisningskommittén [Comité de la Enseñanza de Comercio], y entre 1910 y 1918 ocupó la presidencia de este Comité. En 1896 fue fundador de Nyfilologiska sällskapet [Asociación de la Nueva Filología] de Estocolmo y hasta 1916 fue su presidente.
En la obra de Munthe destacan su tesis doctoral, Anteckningar om folkmålet i en trakt av vestra Asturien [Anotaciones del habla popular en un área del oeste de Asturias], leída en 1887, que fue la primera investigación científica de un dialecto del español moderno; Folkpoesi från Asturien [Poesía popular de Asturias] (1888-89); “Composés espagnols du type aliabierto” y “Romance de la tierra. Chanson populaire asturianne”, en la que publica una larga composición que le envió Braulio Vigón y que este recogió en Gobiendes, Colunga (1889 en Recueil de mémoires philologiques presenté a M. Gaston Paris par ses éleves suédois); Kortfattad spansk språklära [Breve gramática española] (1919); Spansk läsebok [Libro de textos de español] (1920), además de artículos científicos sobre la historia de la lengua española. También publicó investigaciones acerca de expresiones y usos curiosos en el sueco moderno (aparecieron en la publicación Studier [Estudios] de la Asociación de la Nueva Filología, volumen II 1901, y III 1908). Fue traductor de obras de teatro españolas, como Järn och blod [El hijo de hierro y el hijo de carne] y En kritikers debut [Un crítico incipiente], de José Echegaray (Madrid, 1832-1916), que fue Premio Nobel de Literatura en 1904.
Fuentes:
- Nordisk Familjebok [Enciclopedia de la Familia Nórdica], Stockholm: Nordisk Familjeboks Förlag Idun, 1913-1925, y el catálogo de la Kungliga Biblioteket [Biblioteca Real] Estocolmo, Suecia (www.libris.kb.se).
- Nuestro agradecimiento a María Nilsson por la traducción del sueco y por habernos enviado el retrato fotográfico de Munthe.
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