Pablo Martínez Rodríguez (Puenticiella, Cangas del Narcea, 1980)
Pablo Martínez Rodríguez, 37 años, natural de Cangas del Narcea, en concreto de casa Fraile en Puenticiella /Ponticiel.la, obtuvo la licenciatura en medicina en la Universidad de Oviedo en el año 2004 y el doctorado, diez años después, en la Universidad Autónoma de Barcelona. Master de Oncología Molecular impartido por el “Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas” (CNIO), curso 2008-2010 y Master en Inmunología Avanzada por la Universidad de Barcelona, 2016. Ha sido médico residente en la especialidad de Oncología Médica desde mayo de 2005 hasta mayo de 2009 realizando el programa de formación en el Servicio de Oncología y Radioterapia del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y obteniendo el título de médico especialista en Oncología Médica.
A partir de ahí ha adquirido una amplia experiencia profesional como médico adjunto de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron desde 1 de julio de 2009 hasta 2014, médico adjunto de Oncología Médica de la Clínica Diagonal, Barcelona, desde 2014 hasta 2016 y desde entonces Investigador y Asesor Científico especialista en Oncología Médica en el departamento de Oncología Médica del hospital asociado a Harvard University Dana-Farber Cancer Institute. Recientemente, nuestro joven oncólogo ha empezado un nuevo reto profesional en MedImmune, en Washington DC con la finalidad de seguir librando la batalla contra el cáncer.
Pablo Martínez ha experimentado un tratamiento que, con inmunoterapia, lucha de forma exitosa contra el cáncer de cuello de útero. Gracias al Pembrolizumab, un anticuerpo con grandes resultados en tumores de pulmón y de piel pero que no se había probado antes para frenar el cáncer de cérvix, explica que se podrá sustituir la quimioterapia en un futuro a corto plazo. «Estos fármacos no atacan al tumor, sino que estimulan al propio sistema inmunitario del paciente para destruirlo».
El objetivo que se plantearon los médicos en este estudio fue darle una oportunidad a una paciente española de 37 años, consciente plenamente de estar apostando por un fármaco que no estaba aprobado. «Estaba tan malita que apenas tenía unas semanas de vida», recuerda el Dr. Martínez quien ahora ve cómo, dos años después, todo ha servido para darle una “nueva vida”. El tratamiento al que la sometieron, llamado Pembrolizumab, se administra por vía intravenosa cada 21 días. La paciente presentó una mejoría en tan solo 10 días. «Fue increíble», recuerda el médico asturiano, al tiempo que confirma que, aunque el medicamento puede ocasionar eccema o diarreas, no hubo efectos secundarios», y reconoce que las posibilidades de complicación al trabajar con este fármaco no superan el 2%.
La utilización del Pembrolizumab en la cura del cáncer supone un gran avance en cuanto al futuro de la oncología. Actualmente, se está aplicando a nivel internacional a una muestra mayor, antes de pasarse a su comercialización.
Esta investigación ha sido publicada recientemente en la revista Future Medicine, una publicación de Future Science Group, editorial progresiva centrada en la investigación médica, biotecnológica y científica de vanguardia.
En el artículo publicado, Pablo Martínez y su compañero Josep María del Campo explican que, «no se conoce una cura definitiva para el carcinoma cervical recurrente, persistente o metastásico. La quimioterapia sigue siendo el tratamiento estándar, aunque las opciones disponibles son escasas y no proporcionan resultados satisfactorios. Los inhibidores del punto de control inmunológico han mostrado una respuesta fuerte y prolongada en varios tipos de cáncer, aunque solo en un subconjunto de pacientes. Definir el perfil de los pacientes que probablemente se beneficien de dicho tratamiento es un tema de investigación activa. Aquí, presentamos un caso de un paciente muy pretratado con carcinoma de células escamosas avanzado recurrente del cuello uterino que había agotado todas las opciones de tratamiento disponibles y mostró una sorprendente respuesta al pembrolizumab inhibidor del punto de control inmune.»
Los buenos resultados obtenidos permitirán al joven oncólogo cangués desarrollar un ensayo clínico más amplio. ¡Enhorabuena!
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