Pequeños gestos para la Historia. Una pegatina pro hospital en 1978
En 1978 el Club Juvenil de Cangas del Narcea, presidido por Javier Gurdiel Rodríguez, hizo en la imprenta Gráficas Walfer, situada en el número 2 de la calle Valentín Masip de Oviedo, una pegatina para reivindicar la construcción de un hospital en Cangas del Narcea. Era la reacción a un accidente de un autobús de transporte de mineros en el que murieron cuatro trabajadores y hubo varios heridos, y que volvía a manifestar crudamente el abandono de la asistencia sanitaria en el suroccidente de Asturias y la lejanía de los centros hospitalarios.
La situación era dramática. Para los 51.000 habitantes de los concejos de Allande, Degaña, Ibias, Cangas del Narcea y Tineo, no había ningún centro sanitario, y los cinco mil mineros de la zona, que trabajaban en una actividad donde el riego de accidentes laborales es alto, estaban completamente desprotegidos. El hospital más próximo estaba en Oviedo; las carreteras eran malas y el plan sanitario en aquel momento solo preveía la construcción de dos hospitales fuera del centro de la región: uno en el oriente y otro en el occidente, en el concejo de Navia o Valdés (al final se construyó en Jarrio, concejo de Coaña). Por todo esto, la muerte de los cuatro mineros fue el detonante que despertó la conciencia de Cangas del Narcea y de los concejos de los alrededores, y provocó la protesta por tanta marginación.
A este grito pro hospital, plasmado en esta pegatina del Club Juvenil, le siguieron otros gestos de protesta, otras pegatinas, reuniones de colectivos sociales y una manifestación por las calles de Cangas, que fue la primera, o una de las primeras, que se llevo a cabo en nuestro concejo durante la Transición democrática. El asunto llegó el 4 de julio de 1978 al Congreso de los Diputados en Madrid. La mecha estaba encendida…
Cinco años más tarde, en 1983, se iniciaba la construcción del actual Hospital.
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