[1846] Juan Uría y Llano
[Faltan las actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea entre 1840 y 1854]
Juan Uría y Llano
1846
Publicación de noticias históricas relacionadas con la historia, el arte, la literatura, etc. de Cangas del Narcea.
[Faltan las actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea entre 1840 y 1854]
1846
[Faltan las actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea entre 1840 y 1854]
1849
Falleció en Ribadeo en diciembre de 1888.
2 de octubre de 1854 – 26 de julio de 1856
En 1843 era el primer subteniente de la Milicia Nacional de Cangas de Tineo, cuyo comandante era Marcelino Rodríguez-Arango. Era partidario del general Baldomero Espartero y miembro del Partido Progresista. Su alcaldía duró exactamente el tiempo del Bienio Progresista, cuyo gobierno presidió Espartero. Con el golpe de Estado del general Leopoldo O’Donell, en julio de 1856, es cesado él y toda la corporación municipal.
26 de julio de 1856 – 1862
Hijo de D. José Uría y Álvarez Terrero y Dña. María Josefa del Riego Núñez, Marica de Cabo el Río. Casó con Dña. Evarista Flórez-Valdés y tuvieron por hija a Dña. Blanca, que casó con Don Antonio Fernández, de Cueras. De estos es hijo el ilustre médico Don Rafael Fernández Uría (1905-1982), que casó con Dña. Milagros Rodríguez Muñiz; y nieta, Dña. Blanca Fernández, casada con el militar D. José María Ron Francos.
Propietario, empresario y acaudalado asentista. Invirtió en la explotación de madera y en ferrerías en los concejos de Allande e Ibias, y compró a los Omaña muchos de sus bienes, entre ellos el palacio y el molino que poseían en la villa de Cangas del Narcea. A Doña Juana de Mon, vecina de Granada, le compró la Torre del Valledor (Allande), vendiéndola posteriormente, el 4 de febrero de 1862, ante el escribano de Cangas de Tineo, Sr. Regueral, a D. Benito Gómez Álvarez, Doctor en medicina, natural de El Engertal, de la parroquia de San Martín del Valledor. También en Allande, en 1864, compró al Conde Marcel de Peñalba, ante el escribano de Cangas D. Gregorio González Regueral, las 9/28 partes de los montes de La Reigada, monte de Valdelavaca, monte de Fresnedo y Caborno, y monte de Río Prada. Intentó instalar una forja catalana, en el Valledor y en 1880 también compró la madera del monte de Trabaces. En Cangas explotó el bosque Muniellos, con malos resultados económicos.
Sobrino segundo y ahijado del famoso general Rafael del Riego (1784-1823), hermano de José Francisco de Uría (1819-18962), director general de Obras Publicas, y cuñado de Nicolás Suárez Cantón. Es nombrado alcalde en 1856, después de la llegada al poder en España del general O’Donnell y el partido la Unión Liberal, al que pertenecían su hermano y cuñado. Además, su hermano José Francisco sale elegido diputado a Cortes por el distrito electoral de Cangas del Narcea en 1857, cargo que mantendrá hasta su muerte en 1862.
En septiembre de 1868, Rafael Uría forma parte de la junta que se constituye en Cangas del Narcea con motivo de la Revolución de Septiembre.
Fue diputado provincial por el distrito de Cangas del Narcea en varios periodos del siglo XIX: 1866, 1874-1876 y 1886-1888. Durante su alcaldía ocuparon los dominicos el monasterio de Corias en noviembre de 1860.
[Faltan las actas del Ayuntamiento de Cangas del Narcea de 1862 a 1865]
1863-diciembre de 1864
Aunque faltan las actas municipales de estos años, por el Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, podemos saber que fue alcalde al menos entre abril de 1863 y diciembre de 1864.
Abogado. Es hijo de Álvaro Rodríguez Peláez que fue también abogado, administrador del conde de Toreno en Cangas del Narcea desde 1836, juez de primera instancia y en política partidario de los moderados Pedro José Pidal y Alejandro Mon. Severiano continuará la trayectoria de su padre. Será el administrador de los condes de Toreno en Cangas del Narcea, hecho que lo convirtió en uno de los hombres con más poder en el concejo durante la segunda mitad del siglo XIX. Ocupará la alcaldía nuevamente en otro dos periodos más adelante: 30 de junio de 1874 – 1 de julio de 1879 y 1 de julio de 1883 – 2 de febrero de 1887. La razón de su poder está en la representación política que tuvieron los condes en esta época: Francisco de Borja Queipo de Llano Gayoso (1840-1890) fue diputado a Cortes por el distrito de Cangas del Narcea, desde 1871 hasta su muerte en 1890 (salvo entre 1876 y 1878), y varias veces ministro de Fomento y de Gobernación, y a él le sucederá su hijo, Álvaro Queipo de Llano Fernández de Córdoba (1864-1938), que ocupa este puesto hasta 1892, y entre 1896 y 1898. Los condes de Toreno eran liberales conservadores.
José Suárez Collar
(Robléu de San Cristóbal, Cangas del Narcea, 1816 – Cangas del Narcea, 27 de octubre de 1894)
16 de diciembre de 1864 – 26 de julio de 1868
Procedente de honrada familia de labradores del pueblo de Robléu, parroquia de San Cristóbal, pudo el Sr. Suárez Collar alcanzar una posición desahogada, como recompensa a su tesón y honestidad cuando aún era muy joven y se estableció en la villa de Cangas como propietario y comerciante. Fue varias veces alcalde y concejal del Ayuntamiento de Cangas de Tineo.
En política fue uno de los hombres más consecuentes de la provincia, según crónica de El Eco de Occidente. Afiliado al partido moderado, militó siempre a las órdenes del ilustrado Marqués de Gastañaga y Deleitosa, Miguel de Vereterra y Carreño (1806-1879), retirándose mientras duró el periodo álgido de la revolución de 1838. Restaurada la Monarquía, siguió la conducta de sus jefes, siendo un convencido liberal conservador, entusiasta de Alfonso XII y leal amigo del Conde de Toreno a quien siguió después de la muerte del Marqués de Gastañaga, conservando intactas sus ideas.
Como vecino, dice la misma crónica, fue honrado, y como esposo y padre modelo digno de imitación. Acosado por una parálisis a las piernas desde unos dos años antes, falleció en la villa de Cangas el 27 de octubre de 1894, a los 78 años de edad.
26 de julio de 1868 – 1 de febrero de 1872
Comerciante. Primo de Marcelino Rodríguez-Arango, alcalde en 1838-1839, y, como él, miembro destacado del Partido Progresista en Asturias. Román Rodríguez-Arango y varios miembros de su familia participaron muy activamente en la Revolución de Septiembre de 1868 y en todo el Sexenio Democrático (1868-1874). Entre 1872 y 1874 fue diputado provincial por el distrito de Cangas del Narcea. La noticia de su fallecimiento y su esquela se publicó en El Imparcial. Diario liberal, de Madrid (10 de noviembre de 1902). Durante su alcaldía el ayuntamiento se denominaba: Ayuntamiento Popular de Cangas de Tineo. El 1 de junio de 1869 se creó una plaza de médico de primera clase, pagada con fondos municipales, con la obligación de asistir gratuitamente a familias pobres.
En 1868, durante el mandato de este alcalde, sucedió en España la Revolución de Septiembre, conocida como La Gloriosa, que trajo consigo el derrocamiento de la reina Isabel II. El poder de los ayuntamientos lo tomaron temporalmente unas juntas revolucionarias integradas por progresistas, unionistas (del partido Unión Liberal) y republicanos, que redactaron proclamas a favor de la libertad, el sufragio universal, etcétera. En Cangas del Narcea formaron la junta: el magistrado Marcelino Rodríguez Arango, progresista; el maestro Genaro Gonzalez Reguerín, republicano; el propietario y empresario Rafael Uría, liberal; el notario Ángel Menéndez Reigada y el propietario Ceferino García del Valle, republicano. Su proclama fue la siguiente:
Cangueses:
La razón y la justicia han recobrado su imperio. La inmoralidad y la tiranía han sucumbido. La libertad ha triunfado. Esa cohorte de aduladores que hicieron a la infortunada España patrimonio de su desordenada y repugnante ambición, se fugó en su mayor parte dejando a la ex-reina abandonada en tan críticos momentos, en justa recompensa de su arbitrario e insensato proceder; los demás, que obcecada y temerariamente continuaron defendiéndola, han tenido que buscar con ella un asilo en país extranjero, vencidos por la fuerza moral del pueblo tan injustamente subyugado.
Habían creído los tiranos que empobrecida con enormes tributos, arrancados al pueblo para improvisar colosales fortunas, escarnecida y vilipendiada con leyes restrictivas y reaccionarias, dictadas por el odio a los progresos de nuestra civilización, la altiva y generosa España había perdido su dignidad. ¡Insensatos! Llegó la hora del desengaño, ha tiempo prevista y con ansiedad esperada, y pocos días bastaron para probar a la Europa, al mundo, que en el seno de la Nación del dos de Mayo y siete de Julio arde inextinguible el fuego santo de la libertad. Cangueses: vosotros que en repetidas ocasiones habéis dado inequívocas pruebas de patriotismo, continuad dándolas hoy de vuestra abnegación y sensatez. Proclamemos la unión sincera de todos los que de liberales blasonan. Olvidemos antiguas deminaciones y errores. Tened confianza en la junta que por aclamación espontánea habéis elegido, y decid con ella: “Viva la libertad. Vivan las Cortes Constituyentes que se elijan por el sufragio universal”.
Cangas de Tineo, 2 de Octubre de 1868.
El Presidente de la Junta, Marcelino Rodriguez Arango. El vocal, Genaro Reguerín. El vocal, Rafael Uría. El vocal, Ángel Menéndez Reigada. El vocal secretario, Ceferino del Valle.
1 de febrero de 1872 – 24 de agosto de 1873
Abogado. Ejerció de fiscal en Cangas del Narcea entre 1868 y 1870. Después fue nombrado juez y estuvo destinado en 1876 en Grandas de Salime, 1879 juez de primera instancia en La Vecilla (León), en 1882 en Ginzo de Limia (Orense), en 1885 en Huete (Cuenca), etcétera.
Pertenecía a una familia de reconocido abolengo que habitaba una vieja casa blasonada llena de historias de antepasados ilustres. Uno de sus antepasados fue primer ministro de Felipe V y su abuelo, Juan Pérez Gamoneda, perteneció al Consejo de Indias.
Casado con Cimodocea García del Valle y González Villamil, hija del doctor Vicente Antonio García del Valle, que fue catedrático en la Universidad de Salamanca y secretario de Hacienda durante la Regencia en 1808.
Fruto de este matrimonio nacieron seis hijos: Juan María, Antonio, Eudosio, Rosario, Francisco Javier y José María Gamoneda y García del Valle. En 1880, la familia dejó Cangas del Narcea y trasladó su residencia a Madrid, donde se estableció definitivamente.
Procurador. Republicano y presidente en 1886 del comité local del Partido Republicano Federal, que lideraba Francisco Pi y Margall. Fue alcalde de Cangas del Narcea durante los diez meses que duró la Primera República Española.
30 de junio de 1874 – 1 de julio de 1879
Durante esta alcaldía el Ayuntamiento solicitó y recibió del Ministerio de Fomento una subvención de 21.732 pesetas para “terminar las obras en el edificio construido a sus expensas con destino a Escuelas públicas de niños de ambos sexos y habitaciones para los maestros” (Real Orden de 2 de diciembre de 1876). El Ayuntamiento había invertido 75.000 pesetas en la construcción de este edificio, que estaba en la calle Mayor, y ya no contaba con recursos para finalizar la obra. El ministro de Fomento en aquel tiempo era el conde de Toreno, diputado en Cortes por el distrito de Cangas del Narcea.
1 de julio de 1879 – 17 de abril de 1881
Abogado y propietario. Liberal conservador y partidario del conde de Toreno. En la necrológica que le dedicó El Occidente de Asturias dice: “Gozaba D. Leandro Valdés, como abogado, merecida fama por su ilustración y, como particular, de generales simpatías, por la integridad de su carácter, por su genio conciliador, por sus virtudes y por su repugnancia a la intriga” (18 de julio de 1884).
1 de julio de 1881 – 1 de julio de 1883
Abogado y propietario. Fue Promotor fiscal del juzgado de Cangas de Tineo hasta enero de 1856 que fue trasladado a la Promotoría fiscal de Luarca1Gaceta de Madrid: núm. 1096, de 04/01/1856, página 1. Más tarde fue Juez de Paz y de Primera Instancia en el juzgado de Cangas de Tineo. Hermano de Román Rodríguez-Arango que fue alcalde entre 1868 y 1872. Miembro del Partido Democrático. Diputado provincial por el distrito de Cangas del Narcea entre 1872 y 1874.
Durante su alcaldía, los alcaldes de los barrios de Cibea y de los ríos Naviego y Carballo solicitan la creación de ferias en el Campo de la Vega y Ermita de Vallado. El 17 de julio de 1882, el pleno municipal aprueba la creación de tres ferias que se celebrarán en ese lugar, inmediato a los pueblos de Vallado y Miravalles, una el 13 de marzo, otra el primero de septiembre y otra el 20 de octubre de cada año.
Sabemos por una noticia en prensa, El Carbayón; Diario asturiano de la mañana: Año III Número 243 – 1881 septiembre 17, que el inicio de esta legislatura fue tormentoso climatológicamente hablando ya que el 11 de julio, sobre la villa de Cangas y su término municipal, descargó una tremenda tormenta que llevó a varios vecinos a elevar al Gobierno una instancia, a través del Gobernador de la Provincia, solicitando se les librase alguna cantidad del fondo de calamidades públicas para remediar en parte a los siniestrados.
___________________
1 Gaceta de Madrid: núm. 1096, de 04/01/1856, página 1
1 de julio de 1883 – 2 de febrero de 1887
Crónica de El Occidente de Asturias sobre el nombramiento de este alcalde el 1 de julio de 1883:
El domingo, como era de suponer, se instaló el nuevo ayuntamiento de esta villa; y si bien la elección de alcalde y tenientes se efectuó con el orden y tranquilidad que caracterizan la cultura de un pueblo, no dejó de presentarse la lucha con energía é interés. Diez de los 23 concejales que componen la corporación municipal de este concejo han votado para el primer puesto del ayuntamiento, al administrador de la casa del señor conde de Toreno, don Severiano Rodríguez y Riego, y siete á don Benigno Valcárcel; cinco concejales no concurrieron al acto. […] El Sr. Valcárcel y otros dos concejales protestaron de la proclamación de alcalde, fundándose en que exigiendo la ley que sea proclamado el que obtenga mayoría absoluta del total de los individuos de que deba componerse la corporación, y siendo 23 el de esta villa, necesitaba 12 por lo menos para que la proclamación fuese legal. La ley está defectuosa en esta parte, puesto que prevé el caso de empate y nada dice para el de que no haya mayoría absoluta en primera ni segunda votación. Lo razonable parece que por analogía con lo que dispone el art. 105, debiera entenderse la mayoría de la mitad más uno del número total de los concejales. Por lo demás, aunque estamos plenamente persuadidos de que el señor Valcárcel sabría velar por los intereses del concejo, y por el ornato y embellecimiento de esta villa, creemos que los concejales dieron un paso en firme, demostrando sus deseos de que el concejo este representado por persona tan allegada al señor Conde, que con tan solícito afán vela por la prosperidad de este país. (3 de julio de 1883).
Tras su paso por la política local, este abogado fue nombrado juez municipal de Cangas de Tineo en 1903, cargo que unos años antes había ocupado su hermano Sixto Rodríguez-Peláez y Riego.
Falleció en Cangas del Narcea en 1905 quedando heredera su hermana Álvara Rodríguez-Peláez y Riego, natural y vecina de la villa de Cangas del Narcea, donde falleció el 18 de marzo de 1914 dejando en testamento como única heredera a su sobrina Mª del Carmen Carrizo y Rodríguez-Peláez que falleció antes que su tía. Era también tía carnal de Joaquín Carrizo Rodríguez-Peláez, igualmente vecino de la villa de Cangas que tramitó ante el juzgado de Cangas de Tineo el 22 de mayo de 1914 solicitud como único heredero abintestato de doña Álvara.
2 de febrero de 1887 – 2 de diciembre de 1889
Propietario. “Amigo” del conde de Toreno. Murió siendo alcalde el 2 de diciembre de 1889 y le sustituyó Román Rodríguez-Arango, primer teniente alcalde, hasta el nombramiento del nuevo alcalde en febrero del año siguiente.
Durante este mandato la Comisión Provincial de Oviedo declaró incompatible el cargo de concejal del Ayuntamiento de Cangas de Tineo con el de notario eclesiástico que desempeñaba Francisco Alvarez Uría. En enero de 1888 una Real órden-circular revocó el acuerdo de la Comisión y declaró en su lugar compatibles dichos cargos.
2 de diciembre de 1889 – 21 de febrero de 1890
Hijo de Cayetano Rodríguez-Arango Flórez-Valdés , natural de Villajulián, parroquia de San Martín de Semproniana, concejo de Tineo y Jacinta García Sanfrechoso de La Grandiella, parroquia de Carcedo en el concejo de Valdés. Cayetano falleció el 18 de mayo de 1838 en El Puelo, según partida de defunción, en un accidente cuando se dirigía de la villa de Cangas a su casa en Tebongo, donde fue enterrado al día siguiente.
Sus abuelos paternos fueron Juan Rodríguez-Arango Inclán, natural de Faedo (entonces concejo de Pravia, desde 1837 concejo de Cudillero), vecino de Tebongo, juez noble de Cangas en 1791 y abogado de los Reales Consejos y del Ilustre Colegio de Madrid , y Joaquina Flórez Valdés, de Villajulián, parroquia de San Martín de Semproniana, concejo de Tineo.
Sus abuelos maternos fueron Alonso García Sanfrechoso y Josefa Rodríguez Villanueva.
Román Rodríguez-Arango se trasladó de la casa de sus padres en Tebongo a vivir a la villa de Cangas, en la calle La Fuente, en 1847. Fue diputado provincial por Cangas de Tineo entre 1872 y 1874. Fue alcalde con anterioridad entre el 26 de julio de 1868 y el 1 de febrero de 1872. Su hermano Joaquín lo fue entre el 1 de julio de 1881 y el 1 de julio de 1883.
José de Llano Valdés
21 de febrero de 1890 – 1 de marzo de 1893
Abogado. Hijo de Lorenzo de Llano Flórez, alcalde en 1854, y padre de Mario de Llano González, alcalde durante la Segunda Republica Española. Con José de Llano comienza la hegemonía de los alcaldes partidarios de Félix Suarez-Inclán (Avilés, 1854 – Madrid, 1939), diputado a Cortes del distrito de Cangas de Tineo entre 1893 y 1920 y miembro del Partido Liberal. Suárez-Inclán contó con el apoyo de los conservadores, los liberales y los republicanos cangueses. José de Llano fue diputado provincial por este mismo distrito entre 1883 y 1885, y desde 1896 a 1913. Durante su mandato como alcalde se establecieron ferias anuales en Ventanueva (el primer viernes de abril), Besullo (14 de agosto) y El Puelo (19 de marzo). Por Real Orden de 17 de abril de 1891 se le concedió al Ayuntamiento de Cangas del Narcea el tratamiento de Ilustrísimo.
El 9 de octubre de 1890 el semanario político de Luarca, El Distrito, publicaba la siguiente nota:
Nuestro particular amigo D. José de Llano Flórez, Alcalde de Cangas de Tineo, ejecutando un acuerdo de aquella Corporación municipal, encargó una estatua de bronce, que se colocará en un punto céntrico de dicha villa, para perpetuar la memoria del ilustre hombre público Sr. Conde de Toreno.
Encontramos acertadísima la resolución del Ayuntamiento de Cangas, honrando la memoria del que desde el comienzo de su vida pública fue sin interrupción representante en Cortes de aquel distrito y a quien tanto debe toda la provincia y particularmente el Occidente de Asturias.
Francisco Álvarez Uría
1 de marzo de 1893 – 1 de enero de 1894
Procurador. Partidario de Félix Suarez-Inclán.
1 de enero a 18 de febrero de 1894 (alcalde interino)
Según el padrón de 1889 residía en el barrio de El Corral desde 1857. Su oficio era “porteador”.
18 de febrero a 20 de noviembre de 1894
Comerciante (ferretería, loza, juguetes y venta de pólvora).
Emigró a Buenos Aires a comienzos de los años ochenta del siglo XIX. Regresó a España y se estableció en 1887 en la villa de Cangas del Narcea. Era de familia de comerciantes, su hermano Vicente tenía comercio en Astorga.
José Pallarés era liberal y partidario del diputado a Cortes Félix Suarez-Inclán. Fue muy criticado por los redactores del periódico local El Eco de Occidente, que eran de ideología tradicionalista, a cuyo director, el alcalde Pallarés impuso una multa de 125 pesetas el 14 de septiembre de 1894, que el juez revocó un mes más tarde. Tal vez por este motivo presentó su dimisión en noviembre de ese mismo año.
Durante su mandato se detectó la presencia de la filoxera en el viñedo del concejo, lo que provocó gran pánico entre los vecinos, ya que esta plaga ocasionaba la muerte de las vides y con ella la perdida de la principal fuente de riqueza del concejo. En julio de 1894 visitó la villa el gobernador civil de la provincia, señor Rivas Moreno, acompañado de personal del servicio de agronomía, para estudiar la situación, nombrar una Junta Local de Defensa Contra la Filoxera y establecer unas medidas para paliar el efecto de esta plaga.
20 de noviembre de 1894 – 1 de julio de 1895
Conocido como Ravachol. Liberal y, como su antecesor, partidario del diputado a Cortes Félix Suárez-Inclán. En los primeros días de su mandato sucedió el motín de los campesinos del concejo contra el impuesto de consumos, que era completamente abusivo para una población que en su mayoría vivía en la pobreza. Los labradores asaltaron la casa consistorial y llegaron a asediar la villa. La llegada de numerosas fuerzas de la Guardia Civil y del Ejército, así como la intermediación de personas de prestigio entre los campesinos aplacó la ira de los vecinos. El suceso se trató en el Consejo de Ministros y en las Cortes, y fue noticia en varios diarios de Madrid y Barcelona. La narración de los hechos puede leerse en El Eco de Occidente, números de 30 de noviembre y 4 y 7 de diciembre de 1894.
Manuel Rodríguez González
1 de julio de 1895 – 25 de septiembre de 1898
Propietario y “rico capitalista” (según las crónicas de El Eco de Occidente), enriquecido en Madrid. A fines del siglo XIX vivía retirado en la villa de Cangas del Narcea y pasaba los meses de verano en su casa de Veigamiouru. En los tres mandatos que ocupó la alcaldía tuvieron gran importancia los primeros tenientes alcaldes, que ejercieron a menudo de alcaldes en funciones por enfermedad y ausencia del alcalde presidente. Estos fueron Evaristo Morodo Muñoz, Benemérito de Llano Rodríguez-Arango y Francisco García del Valle Blanco.
El 17 de agosto de 1897 se aprobó la instalación del alumbrado eléctrico en la villa, que se inaugurará el 30 de junio de 1899. Sabemos por la revista de Ciencias, Ingeniería y Electricidad nº 155 de 1897 que: «el Ayuntamiento de Cangas de Tineo ha adjudicado el alumbrado eléctrico de aquella villa a D. Claudio Alfonso por el término de treinta años y la cantidad de 2.250 pesetas cada uno.»
25 de septiembre de 1898 – 1 de enero de 1902
José Pallares ya había sido alcalde de Cangas del Narcea entre los meses de febrero y noviembre de 1894.
En el tiempo de esta alcaldía, el concejal Joaquín Rodríguez Martínez presentó, el 11 de agosto de 1901, un proyecto de reformas locales de la villa de Cangas, para la apertura de varias calles que uniesen la calle Mayor con la nueva carretera La Espina-Ponferrada.
1 de enero de 1902 – 3 de enero de 1904
Abogado, juez municipal y desde 1903 corresponsal del Banco de España y de otros bancos en Cangas del Narcea. Fue diputado provincial por el distrito electoral de Cangas de Tineo desde el 4 de diciembre de 1909 hasta su fallecimiento en 1914, víctima de rápida enfermedad. Miembro del Partido Liberal liderado por Sagasta, Moret y Canalejas, y partidario de Félix Suárez-Inclán.
En los números 69 y 70 del periódico El Distrito Cangués de 22 y 29 de agosto de 1914 respectivamente, el periodista cangués Manuel Flórez de Uría que tenía a Nicolás de Ron como su mejor amigo, le dedicaba el siguiente artículo a su memoria.
IN MEMORIAM
A la memoria del hombre bueno, del político honrado, del esposo enamorado, del padre amantísimo, del amigo leal, del cumplido caballero que en vida se llamó D. Nicolás de Ron y Flórez-Valdés, he de escribir unas cuartillas para EL DISTRITO. Pocas o muchas, no lo sé: las que salgan. No es esto obra de raciocinio, que pueda medirse y calcularse de antemano; sino de sentimiento, que no está sujeto a normas ni límites: no llevará sobre el papel mi pluma la mente calculadora y fría, sino el corazón cariñoso y tierno.
Tal vez no debiera ser yo el que acometiera este trabajo, y menos en estos momentos, si se buscase solo el lucimiento y mérito de la obra literaria; pero no admito que pueda ser otro el que lo intente y lleve a cabo, si ha de significar cariño entrañable y adhesión a toda prueba. Por esa reclamé de EL DISTRITO el honroso y triste derecho de ser yo, y no otro, el que de la muerte de mi mejor amigo se ocupara.
Don Nicolás de Ron y Flórez-Valdés nació en Cangas de Tineo en 17 de Mayo de 1863, siendo el último de les hijos habidos en el matrimonio de D. Eduardo de Ron y Baylina, de la muy antigua y linujada «Casa de Ron», en Ibias, y de Dª. Nicolasa Flórez-Valdés y del Riego, de la también ilustre «Casa de Cabo del Agua», en Tuña (Tineo), emparentada con la del General Riego, de gloriosa memoria. Estaba casado con Dña. Carlota Uría y Llano-Merás, de la «Casa de Santianes», y de este matrimonio deja los hijos D. José María, Dña. Teresa, D. Fernando, Dª. María, Dª. Dolores, Dª. Ana, Dª. Pilar, Dª. Elena, Dª. Luisa, D. Nicolás, D. Carlos y D. Manuel de Ron y Uría.
Era Licenciado en Derecho, y ejerció la abogacía en este partido desde 1887 hasta su fallecimiento, siendo uno de los abogados de más, y más justamente, acreditado bufete y merecido renombre. Fue juez municipal tres bienios, durante los cuales demostró al concejo su rectitud, justificación e independencia de criterio en tales términos, que de ahí arrancaba su gran popularidad entre los aldeanos. Persona de gran cultura, no sólo rayaba a muy notable altura en las materias propias y relacionadas con su carrera de abogado, sino que dominaba otras varias, siendo una verdadera autoridad en conocimientos históricos, habiendo sido bastantes años profesor de Historia de España y de Historia Universal en el colegio de segunda enseñanza de esta villa. Concejal de este Ilustrísimo Ayuntamiento varias veces, fue nombrado Alcalde-Presidente del mismo por elección popular, es decir, por nombramiento directo y unánime de los concejales que lo componían, en 1º de Enero de 1902, y reelegido después en dos legislaturas sucesivas por Su Majestad el Rey; dejando el cargo de Alcalde por haber sido elegido Diputado Provincial por el Distrito de Cangas de Tineo-Tineo, para el que fue reelegido en muy reñida lucha y por gran mayoría en las elecciones de 1913, cuyo cargo desempeñaba al morir, no sólo a completa satisfacción y en beneficio de sus electores, sino gozando de gran prestigio entre sus compañeros de Diputación. Tuvo la Sucursal del Banco de España en esta villa y fue corresponsal de varios bancos y establecimientos de crédito de la provincia y de fuera de ella.
En 1893 presentó su candidatura para Diputado a Cortes por este Distrito, por primera vez, el Excmo. Sr. D. Félix Suárez Inclán, y, desde entonces, y sin interrupción, figuró a su lado como uno de sus más valiosos y fieles amigos el finado D. Nicolás de Ron, constituyendo con su cuñado D. Laureano Francos y sus amigos D. Francisco García del Valle y D. Marcial R. Arango, el núcleo, la base del partido liberal en Cangas de Tineo, en el que, por razones de parentesco, de amistad, de dependencia o de simple relación de intereses con aquellos, o por afinidad de ideas nos hemos ido sumando los demás hasta componer el actual partido numeroso y fuerte, capaz de dar a ganar las reñidas batallas electorales de los dos últimos años, a pesar de algunas defecciones sensibles por cierto y que contribuyeron, sin duda, a llenar de amargura el corazón del finado, dejando a un lado su mayor o menor importancia, por venir de quien venían.
D. Félix Suárez Inclán, aparte de su amistad particular e íntima con D. Nicolás de Ron, le tenía en tanta estima y sabía hasta tal punto de lo que le era deudor políticamente hablando, que sobre distinguirle siempre de una manera especial y proponerlo y elevarlo a los puestos públicos que ocupó y que tan merecidos tenía, intentó repetidas veces hacerlo Gobernador Civil, abriéndole así amplio horizonte político, pero el finado, atento a consideraciones políticas y de familia tan delicadas como honrosas, no quiso aceptar nunca.
La medida de ese aprecio y la intensidad de ese cariño que el Sr. Suárez Inclán tenía hacia el finado, la dan los siguientes párrafos que copio de la carta de 14 del actual del primero al Alcalde:
«Las noticias que me comunica usted del estado de Nicolás, me apenan mucho. ¡Pobre amigo!»
Antes de cerrar esta carta recibió D. Félix un telegrama del Alcalde participándole el fallecimiento, y agrega en la carta:
«Estoy que no sé lo que me pasa con la noticia de la muerte del pobre Nicolás, que se ha servido usted comunicarme por telégrafo. Acabo de telegrafiar a usted y a Pachín Valle contestándoles. Me parece mentira que se haya muerto ese excelente amigo, a quien vi por última vez en Oviedo el 15 de Junio, lleno de juventud y vida, al parecer. El pedirá a Dios por los suyos, y nosotros, los que aquí quedamos, cuidaremos de ellos cuanto podamos: es nuestro deber.»
La carta a que pertenecen los párrafos transcriptos, la hemos visto; y no pudimos por menos de cometer la indiscreción de hacerlos públicos, en obsequio del muerto y para honra del vivo.
El 15 a las 9 fue su entierro, al que asistió el señorío de la villa en pleno y muy numerosa concurrencia. Tras el severo féretro que encerraba los restos mortales del finado, formaban el duelo de familia los señores don Laureano Francos, secretario judicial; D. Claudio Uría, juez municipal suplente; D. Jesús Villa, médico; D. Roberto Flórez, doctor en Ciencias; D. Rafael Rodríguez Francos, comerciante, y D. Joaquín Carrizo, de Tineo. El de amigos lo componían D. José González Pérez, secretario judicial; D. Antonio Jiménez Valcárcel, procurador; don Carlos Fernández, sobrestante de Obras Públicas; D. Porfirio Ordás, perito agrícola, y el que esto escribe. En el duelo oficial iban, primero, el Ilmo. Sr. D. Francisco García del Valle, ex gobernador civil y alto funcionario de Hacienda, quien además de por sí llevaba la representación del Excmo. Sr. D. Félix Suárez Inclán, diputado a Cortes por el Distrito; el M.R.P. Fernando Arguelles, rector del convento de dominicos de Corias, y D. Agustín de Llano Valdés, diputado provincial quien también llevaba en aquel acto la representación de la Excma. Diputación de Oviedo. Después seguía el Ilmo. Ayuntamiento en pleno, presidido por el alcalde D. José María Díaz López de Penedela, cerrando el cortejo la Guardia municipal.
Tras las preces de ritual durante el trayecto y ante la iglesia parroquial y en el cementerio, el cadaver de D. Nicolás de Ron fue a unirse con los restos de sus mayores en el nicho-panteón propiedad de la familia. ¡Que duerma en paz!
Los solemnísimos funerales, que por festividad del día del sepelio y del siguiente no pudieron celebrarse hasta el lunes 17, tuvieron lugar en la Colegiata de esta villa con asistencia inusitada de aldeanos del concejo, mucha clerecía y presididos por los duelos indicados. También asistieron distinguidas personalidades de los inmediatos concejos de Ibias, Leitariegos y Allande, y tal vez de otros, pero si tal ocurrió ni los hemos conocido ni nadie llamó nuestra atención, por eso no los citamos.
Los principales periódicos de Oviedo y de el resto de la provincia, dieron noticia de su muerte en sentidos artículos necrológicos, hasta los de ideas políticas más diametralmente opuestas a las del finado.
Cangas de Tineo no se olvidará seguramente del hijo plecaro que acaba de perder, sus correligionarios sabrán hacer que se perpetúe su memoria, sus amigos conservarán, cariñosos, su recuerdo; así es de esperarlo; pero aunque nada de esto se realizara, aunque sólo los suyos le tuviesen presente en sus afectos, alguien habrá además que no le olvide, que pronuncie su nombre con triste melancolía, y ese será
M. FLÓREZ DE URÍA.
Ver: [1906-1910] Nicolás de Ron Flórez-Valdés