Peña El Refuerzo, 30 años reforzando La Descarga

Cuando un cangués, con su medalla de la Virgen del Carmen al lado del corazón, en la tarde del 16 de julio tras tensa espera dispara unas docenas de voladores y decenas de tramos de máquinas pirotécnicas van entrando en funcionamiento de forma progresiva, sabe que un final estremecedor hará que el suelo del valle que le vio nacer tiemble bajo sus pies.

Cuando ese muchacho siente que ese temblor es más leve o menos notorio que en otras ocasiones, es que ha llegado a la mejor etapa de la vida, no se resiste y quiere más. Ya lo decía el poeta griego Homero: “La juventud tiene el genio vivo y el juicio débil”.

Esto es lo que a finales de los años ochenta del siglo pasado les estaba ocurriendo a un grupo numeroso de cangueses que cada 17 de julio, cambiaban impresiones sobre La Descarga del día anterior y acaban siempre diciendo: “de este año no pasa, vamos a fundar una Peña para que el mundo vuelva a vibrar como antes bajo nuestros pies”.

Y como la juventud llega cuando nos decidimos a afrontar la vida con decisión y optimismo, con el inicio de la década de los noventa el momento de aquellos muchachos llegó y la Peña se fundó. El objetivo era claro, y los medios para conseguirlo incuestionables. Sólo se podía conseguir a través de La Descarga que organizaba la Sociedad de Artesanos Nuestra Señora del Carmen. Sólo el momento de la llegada en procesión al centro del Puente “Romano” (que es de piedra, pero no es romano), de la Carmela, esa señora de Ambasaguas que a todos los había visto nacer y crecer, lo podía conseguir.

En primer lugar, había que trasladar la idea a la Junta Directiva de la Sociedad de Artesanos que por aquel entonces presidía Rafael Álvarez Flórez (Falo). El objetivo fundamental de la nueva Peña de la pólvora que se pretendía fundar no era otro que el de reforzar La Descarga de la Sociedad de Artesanos de Nuestra Señora del Carmen, homenaje y tributo a la Virgen del Carmen y base fundamental de las fiestas de Cangas del Narcea. Para su cumplimiento la Peña debería colaborar tanto en la organización de La Descarga como en su financiación.

Hubo unas primeras conversaciones con algunos de los miembros de la Directiva a modo particular y todo eran buenas vibraciones, hasta el punto de que Falo, el presidente, les invitó a participar en una de las reuniones de la Junta Directiva para exponer de una manera formal sus intenciones. Se les trasladó que sería una Peña formada exclusivamente por miembros de la Sociedad de Artesanos con el fin de colaborar con ésta, que no tendría un disparo propio durante las fiestas del Carmen y que todos sus esfuerzos estarían encaminados a reforzar La Descarga, a su entender un acto festivo único en toda la geografía española, y colaborar en todos aquellos eventos que la Sociedad de Artesanos tuviese a bien para aumentar el interés de las fiestas patronales de Cangas del Narcea.

Y dicho y hecho, no sólo se aceptaba de buen agrado su propuesta, sino que se les invitaba a incorporar, desde aquel mismo momento, a una serie de sus miembros fundadores a la Junta Directiva de la Sociedad de Artesanos.

A partir de ahí todo vino rodado. Lo primero que había que hacer era ponerle nombre a la Peña. Para ello se congrega un buen número de futuros componentes en el Caniecho viejo, huevos fritos con patatas y jamón, vino por doquier y alguna casera para los menos atrevidos y licores varios. Mucha comedia, mucho cantarín, pero nombre ninguno. Se levanta la sesión porque había que pasar al palo largo, estaba de moda el bar de Vuelta, antiguo Correa. A la salida del Caniecho, aparece Juan el del quiosco y se une al grupo.

Juan, aunque de los más jóvenes en edad, era uno de los miembros con más antigüedad en la Directiva de Artesanos. Estaba entusiasmado con la idea de la formación de la Peña, incluso había solicitado su ingreso con la idea de apoyar la iniciativa en los primeros años de andadura, y antes de engullirnos en los decibelios del Pesgos, fue la persona que dijo: “esta Peña se tiene que llamar El Refuerzo”. Era evidente, que la misión de la nueva Peña que iba a ver la luz era la de reforzar La Descarga, pero había algo más y eran los llamados socios de refuerzo, o refuerzo voluntario individual a los que la Sociedad de Artesanos daba mucha importancia, pues se trata de una aportación extra que voluntariamente pueden hacer los socios de manera adicional a la cuota anual. Estaba claro, Juan había dado en la diana y en la hoy plaza de Marcelino Peláez Barreiro (Onón, 1869 – Mar del Plata, Argentina, 1953), al lado del extinto quiosco de Popó, se celebró el bautismo de la Peña El Refuerzo.

Tras el nombre, vino el escudo. No podía ser otro que no fuese el alfa y omega de cualquier socio de Artesanos. La Farola del Puente “Romano” (que es de piedra, pero no es romano) es el verdadero centro neurálgico mundial para los cangueses durante el desarrollo de La Descarga. Adaptada con un volador encendido como mástil y el humo de la subida como cadena de luces, sería el emblema oficial de la Peña El Refuerzo.

Tres colores conforman la esfera de esta farola: rojo, azul y amarillo. Tres colores primarios cuya mezcla da el color marrón. Marrón carmelita sería el tono de la camisa oficial, no podía ser de otra manera.

Pues con estos mimbres ya se podía hacer el cesto y sin más preámbulos, que no fueron pocos los que acontecieron el momento, una noche del verano de 1991, en la calle Tres Peces, en una improvisada terraza del bar Caniecho nuevo, el McDonald’s particular de aquellos jóvenes cangueses, se redactaba y firmaba el acta fundacional de la Peña El Refuerzo.

Los primeros años de la Peña El Refuerzo fueron de una actividad frenética. Trámites burocráticos para su legalización, dotación de equipamiento e infraestructura que cada año había que redefinir debido al incremento de solicitudes de ingreso de nuevos socios, catering para las distintas comidas, cenas y desayunos, fanfarrias como Los Maraballos, fundamentales en el estreno y primeros compases del Refuerzo, así como meriendas-cenas de confraternización, reuniones y lluvias torrenciales de ideas a desarrollar y sobre todo una obsesión, La Descarga.

El Refuerzo en el desfile de Peñas del año 2014

Como ya se ha dicho, con la fundación de la Peña El Refuerzo algunos de sus miembros se incorporarían a la Junta Directiva de la Sociedad de Artesanos. Se recomponía de esta manera una Directiva que aunaba veteranía y juventud. La experiencia de los mayores y el empuje de los más jóvenes enseguida dieron sus frutos. En el primer trimestre del año 92, esta Junta Directiva presentaba en el Ayuntamiento de Cangas el expediente de Declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional en favor de La Descarga para su tramitación ante el Gobierno del Principado de Asturias siendo meses después declaradas de Interés Turístico Regional las Fiestas del Carmen y la Magdalena de Cangas del Narcea.

Ese mismo año, y tras incumplimiento por parte de la Pirotecnia Devita de Colunga (Asturias) se adjudicaba La Descarga mediante un concurso precio-calidad a Pirotecnia Astariz de Rábade (Lugo). Si en El Refuerzo la actividad era frenética, en Artesanos era vibrante. Se acercaba el gran día y el mundo tenía que volver a temblar bajo los pies de aquellos entusiastas cangueses.

El primer paso era acordar un incremento de voladores de La Descarga. Primero lo fácil, una docena más por tirador a mano. No sólo se aprobó, sino que, además, con el cambio de pirotecnia se consiguió mejorar la calidad de la explosión. A continuación, lo más difícil, aumentar el número de máquinas de siete a nueve.

– ¿Y dónde se meten dos máquinas más?
– Una en el Parque municipal y otra en el barrio del Fuejo.
– De acuerdo, pero al Fuejo se va la Peña El Refuerzo.
– El Refuerzo, conforme.

La máquina del Parque no fue una buena idea, pues las varas de voladores más juguetonas, a su regreso del cielo encontraban cobijo en las almenas y para poder mantenerla en ese lugar en Descargas sucesivas, se hacía imprescindible por temas de seguridad desalojar el Mercao, cosa que no se consideraba del todo viable. Teniendo la Sociedad de Artesanos como eje central la seguridad en todas y cada una de sus vertientes, la máquina del Parque acabó despareciendo para siempre. No así la del Fuejo que durante tres décadas ha sido la niña bonita de los vecinos del barrio y de los artesanos de la Peña El Refuerzo.

Por último mencionar que otro de los factores positivos de esa Directiva, en que la entrada de miembros de la Peña el Refuerzo conseguía ese equilibrio mencionado entre veteranía y juventud, fue la potenciación de la cena de Artesanos la víspera del Carmen por parte de los veteranos y un impulso de los más jóvenes a la Jira de Santana, el día de nuestra patrona La Magdalena, como colofón a unas Fiestas que por su honda tradición popular, la importancia de sus actos y el gran número de visitantes que atraen, con La Descarga que desborda el ámbito puramente regional y va aún mucho más allá, se merecen que sigamos peleando por conseguir la declaración de Interés Turístico Nacional.

Este año la Sociedad de Artesanos Nuestra Señora del Carmen, organizadora de La Descarga que durante 30 años venimos reforzando, ha distinguido a la Peña El Refuerzo con su galardón más preciado, la medalla de oro. Todos los que llevamos a gala en nuestras camisas el marrón carmelitano durante las fiestas del Carmen de Cangas del Narcea nos sentimos felices, orgullosos y agradecidos.

¡Viva la Virgen del Carmen! ¡Viva La Descarga! ¡Viva la Sociedad de Artesanos! ¡Viva la Peña El Refuerzo! ¡Viva Cangas! ¡Qué vivan siempre!


Manuel Álvarez Pereda
Presidente de la Peña El Refuerzo
Cangas del Narcea, 5 de junio de 2021.

Benito Sierra encargado de captar y mezclar el sonido del largometraje Tristesse

El cangués Benito Sierra, creador audiovisual.

La película española Tristesse, escrita y dirigida por Emilio Ruiz Barrachina y rodada en Asturias, ha sido galardonada en el Festival Internacional de Cine de Nueva York, dedicado a nuevos cineastas. Recibió los premios a mejor película, mejor director, mejor actor principal (Enrique Simón), mejor actriz de reparto (Rebeca Arrosse) y mejor fotografía (David Ramons).

El título de la película hace referencia a la canción “Tristesse” de Chopin. Es un largometraje (103 min.) de comedia y drama estrenado el 29 de enero de 2021, y cuyo sonido, montaje y posproducción es obra del productor audiovisual Benito Sierra González, natural de Las Mestas (Cangas del Narcea) al que podemos ver en el tráiler explicando su cometido. Benito Sierra está colaborando en proyectos actuales del Tous pa Tous.

Desde aquí nuestra felicitación por los éxitos que está cosechando este filme donde un productor de cine sin ninguna inspiración para su siguiente película decide atreverse con un nuevo largometraje. Esta es la historia en torno a la cual gira Tristesse y, de fondo, el espectacular escenario de un Oviedo confinado.

Una gran manera de exportar Asturias al mundo. Sin duda, promete.

 

“Besullo” desde el visor de Andrea Ramos

Portada del libro de fotografías “Besullo” de Andrea Ramos

El Tous pa Tous es una sociedad que tiene entre sus fines promover el conocimiento y la difusión del concejo de Cangas del Narcea. Por ello es más que una satisfacción haber puesto nuestro granito de arena en la publicación de este libro de fotografías de Besullo / Bisuyu de nuestra socia Andrea Ramos. Es muy gratificante para nuestra asociación colaborar con una persona joven que ha dedicado su tiempo y sus saberes en el arte de la fotografía a un pueblo de nuestro concejo. Y lo es aún más, al comprobar el magnífico resultado de este esfuerzo.

Neto, también miembro del Tous pa Tous, es el autor del prólogo del libro en el que indica que el casi centenar de fotografías que lo componen «nos habla de las vidas detrás de cada rostro, las vidas de las gentes detrás de cada ventana, las huellas del paso del tiempo…» y destaca de las fotografías que «tienen un discurso, una intención, una historia que nos sugiere adivinar o entrever».

Si queréis disfrutarlo podéis comprarlo o reservarlo en la Librería Treito, de Cangas del Narcea.

Contraportada del libro de fotografías “Besullo” de Andrea Ramos

Flores La Plaza gana la X Edición de los premios internacionales más prestigiosos del sector nupcial

Este año se ha celebrado la X Edición de los premios ZIWA, los Zankyou International Wedding Awards, los premios más importantes de la industria nupcial en el ámbito internacional. Una edición que por desgracia, llega en un año marcado por la pandemia del COVID-19, pero que no ha impedido que se sigan celebrando para reconocer el compromiso, el talento y al experiencia de los mejores proveedores de bodas en España y en el mundo.

Las valoraciones por categoría y región se realizan según las votaciones otorgadas por los novios al proveedor (50%) y votos realizados por los propios profesionales del sector (50%). El comité de expertos que han seleccionado a profesionales destacados durante este año de acuerdo a los siguientes criterios: la calidad de sus servicios y portfolio, la valoración y testimonios de parejas que han trabajado con ellos, su nivel de experiencia en el mercado y su voz y presencia en plataformas online relevantes al sector (blogs, redes sociales, sitios web, entre otros).

Desde agosto hasta finales de septiembre, se llevaron a cabo las votaciones para elegir a los mejores proveedores del sector nupcial dentro de su categoría y región y después de varias semanas contabilizando todos los votos, y tras la decisión que ha tomado el jurado de ZIWA 2020 en las últimas semanas, el veredicto señala en Asturias a Flores La Plaza de Cangas del Narcea como una de las mejores empresas de la industria de las bodas a nivel internacional. Hay que tener en cuenta que en esta edición participaron más de 100 mil proveedores alrededor del mundo y más de 17.000 a nivel nacional.

El jurado de ZIWA 2020 está formado por firmas como Imagina tu boda, El Sofá Amarillo, Lara Cos, Weddings with love, Lidia Ruiz, Bianca Weddings, Fit for weddings, Miadreamer, Vintage Bodas y MC Event Planner; todas ellas planificadoras de bodas de reconocido prestigio y con una amplia experiencia, lo que les otorga un criterio experto a la hora de entregar estos premios especiales para proveedores.

Un reconocimiento para este comercio cangués más que merecido por todo el trabajo y compromiso que vienen desarrollando en el mundo de la floristería, reinventando y adaptando sus servicios,  y que les posiciona como una empresa con garantía de calidad y profesionalidad en España y una de las mejores empresas de la industria de las bodas a nivel internacional.
Nosotros desde aquí celebramos un nuevo éxito de nuestra gente y felicitamos a Kiti y todo su equipo ¡Enhorabuena!

Verónica Rodríguez Díaz, la alfarera de Llamas del Mouro

CERÁMICA NEGRA DE LLAMAS DEL MOURO  (LLAMAS DEL MOURO, CANGAS DEL NARCEA) – 25 HABITANTES
Verónica Rodríguez mantiene viva la tradición de siglos de la cerámica negra de Llamas del Mouro. Tanto los usos como la forma de elaboración de las piezas hablan de la historia más remota de Asturias. Hoy es un atractivo para turistas, pero sin casi promoción.

Verónica Rodríguez es, hoy por hoy, la última alfarera de cerámica negra de Llamas del Mouro. Fuente: #PegadosalaTierra

Autor: OCTAVIO VILLA en pegadosalatierra.elcomercio.es

Ella cuenta 42 primaveras y representa aún menos. Trabaja con alegría, con la satisfacción pintada en la cara, una satisfacción que nace de un fundado orgullo en el mantenimiento de una tradición que bien podría figurar en la bandera de Asturias, o en su escudo. Verónica Rodríguez es, hoy por hoy, la última alfarera de cerámica negra de Llamas del Mouro.

Para cualquier asturiano que cuente más de cuatro décadas de edad y que haya visitado en su niñez los mercados de localidades como Grado o Pola de Siero, la cerámica negra es una parte de la identidad de la tierra asturiana. Hunde sus raíces en los primeros usos agrarios de nuestra tierra, allá por el sexto milenio antes de Cristo.

Y hoy mismo se puede ver a Verónica cualquier día del verano elaborando esa cerámica en un taller no muy distinto de los de los primeros alfareros: un torno de rueda de inercia, movido por el propio pie de la ceramista. Un horno de leña en el que se cuecen las piezas con plena exposición al humo de madera (responsable, junto con la temperatura, del tono entre gris plata y negro pizarra de las piezas). Y una maestría que a Verónica le fue legada por su abuelo (ella elaboró sus primeras piezas a los cinco años en el mismo taller donde hoy trabaja) y su padre, que aún le echa una mano con sus secretos.

«Aquí había un horno en cada casa», relata Verónica mientras da forma a unas botellas de cerámica que constituyen uno de sus muchos encargos, «pero hoy solo quedamos nosotros. Hubo cerámica negra en Miranda (Avilés) y en Faro (Oviedo), pero el último de los de Faro no tuvo quién siguiese con la tradición y, si no hay familia, la tradición se pierde», afirma Verónica.

Porque hoy por hoy se puede vivir de los oficios tradicionales, básicamente gracias al interés de parte de los turistas, no tanto porque las piezas que se elaboran vayan a tener el uso para el que en teoría están destinadas. Es más un interés etnográfico que hay que saber fomentar para, por una parte, mantener vivos los oficios tradicionales y la riqueza cultural que suponen y, por otra, que esos oficios tradicionales aporten también un atractivo para los visitantes.

La visita a Verónica y su taller tiene lugar una mañana de lunes de verano. En menos de una hora, pasan por el taller dos matrimonios españoles (uno de Madrid y otro, de Bilbao) y una pareja inglesa, que, con los ojos como platos, graban en vídeo a Verónica trabajando en su torno. Y que apenas compran dos piezas, pequeñas y baratas. También se llevan unos cuencos los dos madrileños, que por ese precio visitan el taller en actividad y acompañan a Verónica a ver el horno de leña activo, con su correspondiente explicación, e incluso les muestra la cabaña en la que su abuelo tenía el horno antiguo. No pagan nada por la visita, de la que salen un poco más sabios. Y la cerámica negra se mantiene así, no por las ayudas de ninguna administración: «Bueno, sí, nos pagan algún folleto y algo de propaganda», comenta.

De sus manos, muy literalmente, salen cántaros, ferideras o botías (una pieza en la que se sacaba la mantequilla a la leche), queseras o barreñas, ollas de miel, ollas o tarreñas para el embutido, potes de tres patas de los que se usaban en el llar, vedríos, jarras, botijos… Todo ello habla de un pasado que merece mejor trato y más promoción, del que esta tierra debería estar más orgullosa y mostrarlo a sus visitantes con más intención. El futuro, por hoy, está solo en las manos de Verónica y, tal vez, de su pequeño Martín.

Joaquín Pixán, Premio Nacional de Folclore “Martínez Torner”

Joaquín Pixán (1950) tenor español nacido en Pixán, Cangas del Narcea.

Desde el año 2005 y con ocasión del 50º aniversario de la muerte de D. Eduardo Martínez Torner,  ilustre ovetense nacido el 7 de abril de 1888, e insigne investigador folclórico, autor de uno de los más prestigiosos trabajos etnográficos como fue el Cancionero Musical de Lírica Popular Asturiana, la Escuela de Música Tradicional Asturiana del Ayuntamiento de Oviedo convoca anualmente el Premio Nacional de Folclore “Martinez Torner”.

Este Premio tiene por objeto el reconocimiento y mérito de personas físicas, asociaciones o fundaciones, que hayan destacado en el mundo de la música folclórica, danza tradicional, etnomusicología, cultura tradicional o investigación del folclore dentro del ámbito europeo y este año el fallo del jurado ha recaído en el tenor Joaquín Pérez Fuertes, más conocido por todos los cangueses por Joaquín Pixán.

Desde la Escuela de Música Tradicional Asturiana del Ayuntamiento de Oviedo explican en una nota de prensa que «después de toda una vida dedicada a la música lírica, nunca se olvidó de sus raíces, cultivando diferentes estilos de nuestra música popular y tradicional», enfatizando en que «desde la llamada ‘música culta’ acerca a ese formato la música popular y tradicional asturiana, dándole un espacio escénico reservado quizás a estilos más elaborados para el llamado ‘bel canto’ pero es que él, a través de sus condiciones vocales y técnicas hace, por medio de su voz y de sus sentimientos, ‘bel canto’ con los populares temas del cancionero asturiano». También destacan que Pixán es uno de los «más insignes embajadores» de Asturias tras haber actuado en Rusia, México, Italia, Bélgica, Venezuela, Argentina, Inglaterra y varias capitales españolas.

Nacido en 1950 en el pueblo de Pixán (Cangas del Narcea), ganó su primer concurso en Radio España con sólo 13 años. Poco después inició su formación en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y continuó sus estudios en la Escuela Superior de Canto de Madrid. En su discografía, desde su popular grabación en 1975 bajo el título «Asturias y su folclore», la música tradicional asturiana es un tema recurrente. Tras este éxito, un año después debutó en el teatro de la Zarzuela de Madrid y en 1979 ingresó en la Escuela de La Scala de Milán y publicó el disco «Canción Lírica Asturiana». En 1982 gana el Concurso Internacional de Canto «Miguel Fleta» y en 1984 actua en el Teatro Real de Madrid para presentar su disco «Madre Asturias», que fue grabado en Londres con la London Philarmonic Orchestra bajo la dirección de Jesús López Cobos.

Entre otros hitos recordados por el jurado, se encuentra el concierto que ofreció en 1999 en Cangas del Narcea junto a la soprano Monserrat Caballé. Y es precisamente en este concierto que se celebró en la iglesia del Monasterio de Corias donde oímos decir a una de las más grandes sopranos del siglo XX: «posee la voz de tenor más bella que yo jamás haya escuchado».

Desde el Tous pa Tous estamos muy contentos de ver a nuestro paisano seguir cosechando triunfos y reconocimientos, y le estaremos siempre agradecidos por su gerenosidad. Siempre recordaremos aquel estreno que Joaquín nos brindó en el Teatro Toreno en el mes de diciembre de 2003 acompañado al piano por Patxi Aizpiri, aprovechando un concierto en el que interpretaba cantares gallegos de Rosalía de Castro, canciones asturianas y copla española, en el que puso como colofón la canción-himno del Tous pa Tous.

Muchas felicidades y muchas gracias, Joaquín Pixán.

Reproducimos a continuación la interpretación cantada por Joaquín Pixán acompañado al piano por Patxi Aizpiri, cuya grabación la han cedido desinteresadamente al Tous pa Tous. Una maravilla escuchar como Pixán pone voz a la letra del inolvidable Pepe Avello (Pin Estela) y Aizpiri la música a la composición de nuestro socio Gerardo Menéndez.



Ferreiros Besullo

Tino y Antonio, los ferreiros de Besullo

LOS FERREIROS DE BESULLO  (BESULLO, CANGAS DEL NARCEA)  – 73 HABITANTES

Faustino Álvarez y Antonio Álvarez son el corazón pulsante de Besullo. Ferreiros a la antigua, trabajan como lo hacían ya los romanos allí para dotar de herramientas a sus minas, conscientes del riesgo de que su tradición no tenga continuidad

Ferreiros Besullo

Faustino y Antonio, los ferreiros de Besullo. Foto: EC

Autor: OCTAVIO VILLA en pegadosalatierra.elcomercio.es

Tino, el de Casa Payarín, es un Vulcano sonriente de 83 años que no detendrá nunca su fragua, como tampoco tiene ninguna gana de parar Antonio, de Casa Torneso, que a sus 82 años es, como Tino, historia viva de Besullo. Ambos nacieron durante la guerra civil y aprendieron el oficio en casa, heredando la tradición que hacía del pueblo tierra de ferreiros: «Había unos doce», comentan los dos.

Como buenos ferreiros, saben hacer de todo. Arreglar cualquier apero de los muchos del campo, con métodos muy lejanos de los mecanizados actuales. Forjar herramientas, algunas de las cuales se elaboran ya solo con fines etnográficos y turísticos. El pueblo, Besullo, cuenta con un mazo hidráulico en la boscosa ribera del río Pomar, que aún funciona, así como uno en ruinas y otros dos en desuso. Tecnología romana de aprovechamiento de la fuerza de la gravedad y de los ríos que hoy es además todo un atractivo cultural.

Porque sí, Tino y Antonio no tienen la menor intención de detener sus fraguas, pero saben que rentables, en el sentido pecuniario del término, no son mucho. Pero sí que lo son en dos sentidos. Uno, el de la conservación de una tradición que supone todo un reclamo turístico para el pueblo. Porque es no solo espectacular, sino intensamente formativo verlos trabajar. Los dos hablan por los codos mientras mueven a mano el fuelle que ventila la fragua, ponen al rojo varillas de hierro que convierten en cualquier forma que deseen con pasmosa facilidad y fuerza o afinan y templan los filos de navaja, los clavos, las herraduras… El otro, el conocimiento. Tino sabe generar carbón vegetal (el oficio de carbonero de bosque se perdió ya hace generaciones, pero aún hay quienes conocen sus secretos). Sabe usar con asombrosa pericia el mazo hidráulico y sus secretos constructivos; es fino con la fragua… Antonio es un mago de las reparaciones. Hachos y azadones cobran nueva y reforzada vida en sus manos, y aún tiene numerosos clientes que aprecian el valor de la forja por encima de los bajos precios de las piezas mecanizadas. Oírles, a ambos, es fascinante. Es una vuelta a un mundo que va desapareciendo, en el que todo se podía hacer con lo que uno tenía a mano. En el que el ingenio creaba ingenieros en cada casa, como ingenieros honoris causa son ambos, pese a no tener un título universitario. Antonio lo verbaliza con énfasis: «Se hará de todo con máquinas hoy en día, pero hay que saber ser ferreiru».

Hoy tienen, con todo, un valor añadido. Son un gran capital para Besullo y para todo Cangas del Narcea. Desde el Parador Nacional del Monasterio de Corias llegan de continuo visitantes que quieren conocer el oficio de ferreiru, en algunos casos con el mismo interés con el que asistiríamos a la exhibición de un fabricante de papiro o a un tallador de puntas de flecha de piedra neolíticas, si esos aún fueran oficios observables.

Tino y Antonio tratan de transmitir el interés entre sus familiares, entre otras cosas por el prurito de tener un ferreiru en casa.

Un tercer ferreiro que sigue en Besullo, José Martínez, ha dejado la fragua tan a regañadientes como que solo lo hizo «cuando cayó sobre ella parte de la antigua casa rectoral». Aún así, es posible que su hijo Jesús retome la tradición… «cuando se jubile».

Entre tanto, el testigo lo llevan Tino y Antonio. A ambos, además, la fragua les sirve para complementar una de esas pensiones del campo. Pero esa es otra historia.

Bienvenido a Cangas el cura más joven de Asturias

Miguel Vilariño el día de su ordenación sacerdotal en la Catedral de Oviedo

La Unidad Pastoral de Cangas del Narcea ha incorporado oficialmente un nuevo sacerdorte, Miguel Vilariño Suárez, natural de Oviedo, que llegó al concejo a principios del mes de octubre, después de haber sido ordenado sacerdote el pasado mes de septiembre, con 27 años, en una ceremonia oficiada en la Catedral por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes. Su primera misa tuvo lugar, 6 días después de su ordenación, en la Basílica de Santa María La Real de Covadonga.

Hasta entonces y después de realizar sus estudios eclesiásticos en la Universidad Pontificia de Salamanca y en el Seminario Metropolitano de Oviedo, Vilariño había pasado su año como diácono en la Unidad Pastoral del Bajo Aller, tras una estancia africana en la misión diocesana de Bembereké, un pueblo de alrededor de 20.000 habitantes, en la diócesis de N’Dalí, en el norte de Benín. Una misión que desde 1987 dirigen sacerdotes diocesanos asturianos y que se eligió, en su momento, por ser el lugar donde más presencia musulmana había, y menor asentamiento católico.

Miguel Vilariño en la basílica Santa Mª Magdalena de Cangas del Narcea. Foto: LNE

En la actualidad, es el cura más joven de Asturias, con 28 años recién cumplidos, y ya desde verano conocía que su primer destino sería el concejo cangués. Miguel Vilariño se muestra contento con sus actuales responsabilidades, aunque nota que es muy diferente a su estancia en Moreda. En Cangas del Narcea estará al cargo de una decena de parroquias ubicadas en la zona de Sierra y El Acebo y lo que más le llama la atención son las largas distancias y el tipo de carreteras, ya que según sus palabras al diario La Nueva España«en Moreda nos movíamos en un radio de entre 12 y 13 kilómetros y pasábamos por tres parroquias. Aquí están más alejadas, pero no es ingrato, porque la gente que vive aquí también tiene necesidad». Aunque la situación sanitaria por la pandemia está limitando las relaciones sociales, Vilariño señala que ya tuvo sus primeros contactos con las parroquias a su cargo durante las celebraciones de Todos los Santos y los Fieles Difuntos. Una primera conexión con los feligreses que asegura que le deja «contento y con ganas de seguir trabajando».

¡Bienvenido don Miguel!

A don Florentino Quevedo Vega. In memoriam.

Don Florentino Quevedo Vega en su despacho en 2016

A finales de febrero de 2020, meses después de cumplir su centenario, fallecía nuestro socio don Florentino Quevedo en la villa de Cangas del Narcea a la que llegó con veintiún años para ejercer como maestro de escuela.

Su historia podía haber sido la de un entrañable docente que habría dedicado toda su vida a formar a varias generaciones de cangueses, pero no fue así. Su alma inquieta le llevó a ser director de Educación, procurador y, finalmente, abogado ejerciendo esta profesión desde el año 1961. Desde entonces, no faltaba un solo día en su despacho, mereciéndose el reconocimiento de la profesión y del Ministerio de Justicia, que en 2009 le otorgaba la Cruz de San Raimundo de Peñafort.

Desde el Tous pa Tous lamentamos el fallecimiento de nuestro socio de mayor edad y desde aquí queremos homenajearlo publicando el artículo que le dedica nuestro socio Mario Gómez Marcos en su blog “Desde el Corazón de Cangas”, y recordando una de sus últimas entrevistas que concedió al Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo en 2016 y otras publicaciones que le dedicamos con anterioridad en esta página web.

Nuestro sentido pésame a sus familiares y amigos.


A don Florentino Quevedo Vega. In memoriam.

El pasado martes día 25 de febrero fallecía en su domicilio de Cangas del Narcea, a punto de cumplir los 101 años de edad, mi querido y admirado amigo y compañero don Florentino Quevedo Vega, doctor en Derecho y prestigiosísimo abogado, a quien en su día se le condecoró, a propuesta del Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo, con la Cruz Distinguida de la Orden de San Raimundo de Peñafort, galardón creado en el año 1944 y que el Ministerio de Justicia concede para premiar los relevantes méritos de cuantos intervienen en el cultivo y la aplicación del estudio del Derecho en todas sus ramas.

Fue precisamente con ocasión de la imposición de dicha condecoración, en un entrañable acto celebrado en la sede colegial el día 28 de enero de 2011 con asistencia de las más altas personalidades de la magistratura, la fiscalía y la abogacía asturianas, así como importantes representantes del mundo empresarial, un nutrido grupo de entusiastas amigos y, por supuesto, muchos familiares, cuando tuve el privilegio de realizar la laudatio in honorem de Don Florentino Quevedo Vega y que, como dije entonces, no se trataba de una laudatio en el sentido de simple alabanza de los méritos, como consideraba Cicerón, sino en su más profunda acepción de laudare que, en los primeros tiempos del latín, significaba “designar al que es digno de ocupar puesto en la memoria y conversaciones de los hombres”.

Don Florentino Quevedo Vega había nacido en la localidad de San Miguel de Mones, municipio de Petín, provincia de Orense, el día 11 de Marzo de 1919.

En el año 1940 fue destinado como maestro a la villa de Cangas del Narcea, que pasó a ser desde entonces el lugar de su residencia habitual y el eje central de todas sus actividades.

En el año 1943 fue nombrado director interino de las escuelas de Cangas del Narcea hasta que, en el año 1949 y tras las correspondientes oposiciones, ganó la plaza en propiedad, desempeñando la misma de forma continuada hasta el año 1980 en que solicitó su jubilación voluntaria. Dedicó por ello a la enseñanza pública, como maestro y como director de un grupo escolar, prácticamente cuarenta años ininterrumpidos de su vida.

Sin embargo, Don Florentino Quevedo Vega no se dio por satisfecho y así, en el año 1948, causó alta como procurador de los tribunales en el partido judicial de Cangas del Narcea, ejerciendo dicha profesión hasta que en el año 1961 cesó voluntariamente en la misma por las razones que ahora diré. Dedicó pues a la procuraduría casi trece años seguidos de su vida.

Pero en ese constante afán de superación que siempre le caracterizó, Don Florentino Quevedo Vega todavía encontró tiempo para matricularse como alumno libre en la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo. Estamos hablando de los duros años cincuenta del pasado siglo, de una persona casada y con hijos, residente en una recóndita localidad asturiana donde trabajaba como maestro-director de las escuelas y ejercía como procurador de los tribunales, por lo que en estas circunstancias el estudio de la carrera de Derecho, con notables calificaciones como fue su caso, se convirtió en toda una proeza excepcional.

En el año 1961, nada más causar baja como procurador de los tribunales, puso en práctica su licenciatura en Derecho incorporándose como letrado ejerciente a al Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo, habiendo pertenecido también a los colegios de Gijón, León, Valladolid y Madrid, entre otros, iniciando así su actividad de abogado que continuó desempeñando ininterrumpidamente  hasta pasados los 97 años. Dedicó así a la abogacía más de cincuenta y cinco años continuados de su vida y, además, de una forma absolutamente espectacular. Porque desde su bufete en Cangas del Narcea don Florentino Quevedo Vega intervino a lo largo y ancho de la geografía nacional en asuntos de la más variada índole, con notables éxitos en todas las ramas del Derecho que cultivó en su prolífica y espléndida actividad profesional.

Pero no contento con ser maestro-director de las escuelas y con ejercer como abogado, en una muestra más de su batalladora personalidad y de su extraordinaria capacidad de trabajo, realizó su tesis doctoral sobre Derecho Minero, alcanzando el grado de doctor en el año 1963.

En el año 1964 la prestigiosa “Editorial Revista de Derecho Privado” publicó en dos gruesos volúmenes su tesis doctoral bajo el título de “Derecho Español de Minas. Tratado teórico práctico” que rápidamente se convirtió en todo un referente en la materia y que, desde entonces hasta la actualidad, más de cincuenta y cinco años después (y esto, en el mundo del Derecho, es casi una eternidad), sigue siendo cita obligada en cualquier trabajo sobre Derecho Minero. Estos estudios de Don Florentino Quevedo Vega abarcan desde las instituciones básicas de nuestros derechos público y privado hasta el análisis del Derecho comparado, de suerte que hay páginas dedicadas a los derechos francés, portugués, italiano e incluso al Derecho ruso, lo que si hoy, con los actuales medios, sería complicado, excuso decir lo que tuvo que suponerle en aquellos difíciles años, máxime al tener que compatibilizar las horas dedicadas a la tesis doctoral con sus trabajos como maestro-director de las escuelas y como abogado.

Para calibrar la importancia y trascendencia de ésta magnífica obra de Don Florentino Quevedo Vega quiero referirme al siguiente sucedido: entre los años 2005 y 2006 se celebraron en Alicante las “II Jornadas Nacionales sobre Derecho de Daños” en las que intervinieron como ponentes más de 50 especialistas de toda España (baste decir que participaron en sus sesiones magistrados de todas las salas del Tribunal Supremo) y entre esos expertos se encontraba, nada más y nada menos, que Don Luis Díez-Picazo y Ponce de León, Catedrático de Derecho Civil de la Universidad Autónoma de Madrid, Presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Presidente de la Sección Primera de Derecho Civil de la Comisión General de Codificación del Ministerio de Justicia, Juez, Consejero de Estado y Magistrado del Tribunal Constitucional. Pues bien, este reputadísimo jurista participó en éstas jornadas con una ponencia titulada “Indemnización de daños y restitución de enriquecimientos” en el curso de cuya comunicación relató que hacía unos años, en su acreditado bufete madrileño, había llevado un caso de intrusismo minero que le había dado muchos quebraderos de cabeza pero que al final lograría resolver satisfactoriamente para los intereses de su cliente gracias precisamente a este libro de Don Florentino Quevedo Vega al que citó expresamente en su conferencia y así figura recogido en las actas de las jornadas, que en el año 2007 publicó la “Editorial Dykinson”, y también en los “Anales” de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de ese mismo año 2007.

Aunque, como ya dije, el despacho profesional de don Florentino Quevedo Vega siempre estuvo radicado en la villa de Cangas del Narcea, se da la circunstancia de que su rigor y éxito en el trabajo le llevó a traspasar no solo las fronteras locales y regionales sino también las nacionales.

Conocí a don Florentino Quevedo Vega hace muchos años: como director del grupo escolar donde cursé mis estudios primarios, luego como buen amigo de mi padre, también abogado en Cangas, y, por último, desde el año 1984, como compañero en el ejercicio de la abogacía. Intervinimos juntos en muchos pleitos: unas veces enfrentándonos noblemente, como nos corresponde a los abogados, y otras ocupando ambos la misma posición procesal, intercambiando entonces argumentos jurídicos y compartiendo estrategias judiciales. Sé pues muy bien de quien estoy hablando.

Por eso, si ahora tuviera que resumir la personalidad de don Florentino Quevedo Vega, diría:

  • que fue discreto, porque allí donde iba le gustaba pasar completamente inadvertido;
  • que fue prudente, porque sabía lo aventurado que es el mundo del Derecho para un abogado;
  • que fue tenaz, porque no daba nada por perdido, hasta el punto de que, en mi modesto criterio, pienso que su máxima vital podría ser perfectamente la del viejo aforismo que alude a “el agua que orada la roca”;
  • que fue laborioso e infatigable, porque, por ejemplo, la vigente Ley de Enjuiciamiento Civil del año 2000 jubiló a muchos abogados bastante más jóvenes que él, incapaces de abordar los enormes cambios que la misma iba a introducir en prácticamente todos los procedimientos judiciales, y sin embargo Don Florentino Quevedo Vega, sin ayuda y a base de estudio, sacrificio y dedicación, llegó a dominar como nadie el nuevo rito procesal;
  • y que poseía una gran inteligencia, porque sin ella no hubiera podido alcanzar nunca la cima de una profesión tan compleja como es la abogacía.

Pero quiero decir también que todas estas virtudes, que indudablemente adornaban a Don Florentino Quevedo Vega, sin embargo no le impedían en absoluto ser:

  • no solo una persona modesta, porque pudiendo vanagloriarse de tantas hazañas jurídicas protagonizadas, sin embargo nunca presumió de ninguna de ellas,
  • sino también una persona humilde, porque en el trato con los demás no lo vi nunca, y nadie me lo ha comentado jamás, tomar actitud de persona de superior categoría, inteligencia o saber, aunque no hay ninguna duda de que poseía todo ello.

Don Florentino Quevedo Vega era un hombre hecho a sí mismo al que las vicisitudes de la vida, sobre todo en la Galicia profunda y en los duros tiempos en los que le tocó nacer, le obligaron desde muy pequeño al esfuerzo y al sacrificio permanentes. Y en esas continuó hasta el final, con un ritmo de trabajo frenético tanto en el tiempo (por las muchas horas que le dedicó pues lo hacía a tiempo completo) como en el espacio (por los numerosos viajes profesionales que continuamente realizaba) y, además, con una hiperactividad que a la mayoría de los jóvenes abogados de hoy les resultaría muy difícil de seguir.

Fue un auténtico titán de la abogacía, un insigne y eminente letrado reconocido como tal a nivel nacional, al que no se le puso nunca nada por delante, desde el conocimiento de disciplinas jurídicas prácticamente inexistentes en su época de formación universitaria hasta el empleo de las últimas tecnologías de la informática, asumiendo siempre con igual dedicación, esfuerzo y responsabilidad todos los asuntos que se le encomendaron, desde el más intranscendente hasta el más importante.

Para mí es el abogado “más completo” y “más eficaz” que he conocido nunca o, si se me permite emplear un anglicismo, propio del ámbito deportivo pero en todo caso sumamente expresivo por su significado, fue todo un ‘crack’ de la abogacía.

Don Florentino Quevedo Vega fue, nunca mejor dicho tratándose de toda una autoridad en Derecho Minero, una especie de “bulldozer” procesal en el sentido de que era un abogado que, con escrupuloso acatamiento de todas las normas de la deontología profesional y respetando siempre las reglas de la buena fe y la lealtad procesales (que, por cierto, tanto se echan de menos en los actuales tiempos), solía llevarse al contrario por delante en el sentido forense de la expresión, de suerte que las más de las veces resultaba un abogado imbatible.

Y terminaba yo diciendo en aquella laudatio in honorem: que, aunque quien tiene verdaderos y reales méritos no busca ni el aplauso ni los honores, en esta ocasión el Ministerio de Justicia había acertado de pleno al conceder tan alta distinción in iure mérita a Don Florentino Quevedo Vega, condecoración otorgada al margen por completo de puestos políticos o de cargos institucionales pues, en mi humilde opinión, creo que esa fue de las escasísimas cruces de San Raimundo de Peñafort concedida única y exclusivamente en atención a una larga, brillante, fructífera y ejemplar trayectoria profesional como abogado.

Querido amigo y admirado Maestro, sid tibi terra levis.

Mario Gómez Marcos
Cangas del Narcea, 27 de febrero de 2020


Hace cuatro años, don Florentino Quevedo concedía una entrevista al ilustre Colegio de Abogados de Oviedo, que hoy rescatamos a modo de homenaje.

 


Otros enlaces relacionados:

Don Jesús, el cura de Cangas

«Os dejo, pero no os olvido. Volveré.»

Don Jesús Bayón, delante de la Basílica de Santa María Magdalena, donde durante 40 años ejerció su ministerio sacerdotal. Cangas del Narcea, septiembre de 2019.

Llegó a Cangas del Narcea hace 40 años y aunque su idea inicial no era quedarse por mucho tiempo, el párroco de Cangas, Jesús Bayón (Moreda de Aller, 1938), se jubila con una concurrida misa en la Basílica de Santa María Magdalena de Cangas y una cena en la plaza de La Oliva rodeado de medio millar de parroquianos.

Durante todos estos años en Cangas del Narcea, celebró el 350 aniversario de la Colegiata de Santa María Magdalena, templo en el que también celebró hace tres años sus bodas de oro sacerdotales. Además recibió su condición de hijo adoptivo de Cangas, la medalla de oro de la Sociedad de Artesanos de Nuestra Señora del Carmen, y por supuesto, el cariño y respeto de todos los vecinos y feligreses.

Desde el lejano mes de junio de 1979 que llegó a Cangas, son millares los cangueses a los que don Jesús impartió la gracia de los sacramentos de la Iglesia Católica, y lamenta, tras el auge y declive de la minería en la comarca, haber pasado de 149 bautizos en su primer año a los 62 celebrados en este último.

Pero de todas sus vivencias entre nosotros hay dos fechas que retiene con gran satisfacción en su memoria:

La primera, por empezar por la más lejana, es el 16 de julio de 1979, su primera procesión del Carmen como párroco de Cangas y su primera Descarga como miembro de la Sociedad de Artesanos, «aquella en la que explotó la máquina». Aquel día don Jesús comprendió que su misión en estas tierras merecía la pena.

La otra fecha que recuerda con mucho agrado es el 27 de diciembre de 1992, día en que la hasta entonces Colegiata de Santa María Magdalena quedó consagrada Basílica por el papa Juan Pablo II, dignidad que hasta aquel momento sólo tenían otras tres en Asturias: la catedral de Oviedo, Covadonga y Santa María de Llanes.

En su despedida de jubilación, don Jesús nos invitó a todos los cangueses a mantener «la devoción a la Virgen del Carmen. Aunque muchos no la entiendan, es una expresión de amor y devoción que os acompaña hace siglos». Se va pero no nos olvida, ha dicho, como tampoco podrá olvidar tantos años de dedicación al santuario del Acebo comprobando la devoción que existe a la Virgen del Acebo cuya actual ermita, después del derribo de la antigua, se inauguró el 8 de septiembre de 1590 y donde seis años después,  celebraría su primera misa el Padre Carballo, quien dejó crónica de muchos milagros en este santuario.

Merecido descanso el que le llega ahora a este cangués de adopción en la Casa Sacerdotal Diocesana de Oviedo, y al que sus vecinos cangueses dedicaron el siguiente vídeo de despedida. ¡Hasta pronto, don Jesús. Aquí está su casa!


 

Marcelina, vecina de Sonande, paisana del año 2019 en la feria de La Ascensión

Marcelina González, 94 años [2019], vecina de Sonande en Cibea (Cangas del Narcea).

La Feria de La Ascensión es un certamen ganadero que se celebra anualmente en Oviedo cuyos orígenes se remontan al siglo XVI.

Esta feria de la capital asturiana está declarada fiesta de Interés Turístico Regional y se celebra aproximadamente cuarenta días después de Semana Santa, con motivo del día de La Ascensión. Es un homenaje al campo y a sus gentes realizándose una muestra de ganado, mercado astur, exposiciones de artesanía popular, muestras de folclore, etc.

En homenaje a las mujeres y hombres del campo todos los años se realiza un reconocimiento a través de la figura del “paisano y paisana del año”. En esta edición de 2019 el reconocimiento ha recaído en un madreñeiro del concejo de Piloña y una ganadera que, aunque nacida en el colindante concejo de Somiedo es vecina de Sonande, en la parroquia de Cibea.

Marcelina González nació en Villar de Vildas (Somiedo) hace 97 años, pero se trasladó a Sonande, en Cibea (Cangas del Narcea), cuando «solicitó permiso a su padre» para casarse. Su vida transcurrió a caballo, de forma literal, ya que este animal era el que utilizaba para desplazarse o para subir a las brañas para ordeñar las vacas.

Quienes la conocen aseguran que trabajó todo y más, cuidando el ganado o lavando y planchando ropa. Como curiosidad, fue una de las socias fundadoras de la Central Lechera Asturiana. En la actualidad, según cuenta, sigue controlando todas las faenas y cuentas de la casa porque ella misma reivindica su papel: «Mi marido sabía mucho de tierras, ganado y siembra, pero poco de llevar una casa y de gestionar la economía familiar».

Enhorabuena Marcelina!!!

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Fallece don Juan, obispo de Astorga

En Cangas del Narcea fue coadjutor entre 1981 y 1986 en la parroquia de Santa María Magdalena

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Juan Antonio Menéndez Fernández (Villamarín de Salcedo (Grado), 1957 – Astorga, 2019)

El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, ha fallecido este miércoles por la tarde de un infarto a los 62 años de edad, según han  informado fuentes periodísticas. El prelado asturicense se encontraba en su despacho de la diócesis de Astorga cuando fue avisado el centro de emergencias 112.

El servicio contactó con la Policía Local y los servicios sanitarios que pese a haber practicado la reanimación cardiopulmonar no pudieron hacer nada y falleció pasadas las 17,00 horas.

Don Juan Antonio Menéndez Fernández nació en Villamarín de Salcedo (Grado) el 6 de enero de 1957. Ingresó en el Seminario Metropolitano de Oviedo – afiliado a la Universidad Pontificia de Salamanca – en 1968, donde realizó los estudios de secundaria y posteriormente los estudios eclesiásticos, licenciándose en 1980. Fue ordenado sacerdote el 10 de mayo de 1981 en la parroquia del Sagrado Corazón de Villalegre (Avilés). En 2005 obtuvo la licenciatura en Derecho Canónico igualmente por la Universidad Pontificia de Salamanca.

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El tristemente fallecido obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, con el obispo de Sigüenza-Guadalajara, el cangués Atilano Rodríguez.

Actualmente era uno de los cuatro obispos asturianos junto a el cardenal Francisco Álvarez Martínez (Ferroñes, 1925), arzobispo emérito de Toledo; nuestro paisano Atilano Rodríguez Martínez (Trascastro, Cangas del Narcea 1946), obispo de Sigüenza-Guadalajara y Juan Antonio Martínez Camino (Marcenado, Siero, 1953), obispo auxiliar de Madrid y titular de Bigastro (Cehegín) además de ex-secretario de la Conferencia Episcopal Española.

BIOGRAFÍA

Nació en Villamarín de Salcedo (Grado-Asturias) en el año 1957 y falleció en Astorga el 15 de mayo de 2019 a los 62 años de edad. Ingresó en el Seminario Metropolitano de Oviedo en 1968, donde realizó los estudios de secundaria y posteriormente los estudios eclesiásticos, obteniendo la licenciatura en los mismos en 1980.

Fue ordenado sacerdote el 10 de mayo de 1981 en la parroquia del Sagrado Corazón de Villalegre (Avilés). En 2005 obtuvo la licenciatura en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca.

Durante su ministerio sacerdotal Juan Antonio Menéndez desempeñó las siguientes responsabilidades:

  • 1981-1986: Coadjutor de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea.
  • 1985-1986: Vice-Arcipreste de Allande-Cangas del Narcea.
  • 1986-1991: Párroco de Teverga y parroquias adyacentes.
  • 1988-1991: Arcipreste de Proaza-Quirós y Teverga.
  • 1989-1991: Miembro electo del Consejo Pastoral Diocesano.
  • 1991-2001: Vicario episcopal de la vicaría de Oriente.
  • 2001-2011: Vicario General de Oviedo, miembro del Consejo Pastoral Diocesano, del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores.
  • 2001- 2013: Canónigo de la catedral de Oviedo.
  • 2004-2011: Presidente del Consejo de Administración de Popular TV-Asturias.
  • 2008: Vicario episcopal de la Vicaría Centro.
  • 2009-2010: Delegado del Administrador Diocesano Sede Vacante
  • 2010-2011: Párroco de San Antonio de Padua en Oviedo.
  • 2011-2013: Vicario episcopal de asuntos jurídicos.
  • 2012-2013: Párroco de San Nicolás de Bari de Avilés.
  • 2013-2015: Obispo titular de Nasai y auxiliar de Oviedo.
  • 2015-2019 (†): Obispo de Astorga

PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ABUSOS DE LA IGLESIA

Juan Antonio Menéndez ha tenido un notable protagonismo en los últimos meses por su activa presencia frente a la pederastia en la Iglesia. Desde 2017 era presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones de la C.E.E y en la actualidad estaba al frente de la comisión de trabajo puesta en marcha por la Conferencia Episcopal Española para la elaboración y activación de protocolos de actuación contra los delitos de abusos sexuales. Su gestión en la prevención de los abusos y en la ayuda a las víctimas le llevó a la elaboración de un protocolo antipederastia y de colaboración con ellas que en la actualidad se encontraba en pleno desarrollo.

Descanse en paz don Juan, ha sido un gran sacerdote y un gran obispo.

Moal, un pueblo ejemplar “al pie de cien montañas”

Moal, Cangas del Narcea. Fotografía de la Asociación Cultural MOAL

Moal, un maravilloso pueblín cangués perteneciente a la parroquia de Vega de Rengos ha sido galardonado con el premio al Pueblo Ejemplar de Asturias, en la vigésimo novena edición de este galardón que concede anualmente la Fundación Princesa de Asturias.

El jurado, que ha dado a conocer el galardón en Oviedo el pasado 3 de septiembre de 2018, acordó conceder el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2018 a Moal (Cangas del Narcea), “por haber mantenido a lo largo de la historia una convivencia ejemplar con su entorno natural, desarrollando un papel de protección y conservación reflejado en la recuperación, ya desde el siglo XIX, del bosque de Moal. Estos antecedentes lo sitúan en una posición privilegiada para asumir el protagonismo desde la comunidad local en la recuperación de los recursos naturales, lo que ofrece una oportunidad para corresponsabilizarse en la gestión del patrimonio natural del entorno”, y ha reconocido que “estos logros se consiguen desde dentro del propio pueblo a través de una dinámica de integración intergeneracional en la que tienen un gran protagonismo la Asociación Cultural, la Deportiva y, muy en particular, la Asociación de Mujeres”.

A escasos 20 kilómetros de la villa de Cangas del Narcea, capital del concejo más extenso de Asturias, y formando parroquia con Vega de Rengos, Cruces, Los Eiros, Moncó, La Muriella, Rengos y San Martín de los Eiros se encuentra Moal, ocupando un excepcional emplazamiento en la frondosa vega que forma el río Muniellos, al pie del bosque milenario del mismo nombre, que dicho sea de paso, es uno de los robledales mejor conservados de Europa.

Castrinos de Niceto, Moal, Cangas del Narcea. Fotografía de Jose de casa Mingo (Moal) – www.moalpuertademuniellos.blogspot.com

Algunos asentamientos castreños, sus conexiones y las explotaciones auríferas en esta zona llevan a los investigadores a pensar en el origen prerromano de nuestro pueblo ejemplar. Es el caso de los denominados castrinos de Niceto en Moal, considerados de época prerromana en cuanto a su origen, pero que posteriormente debieron ser reutilizados por los romanos para las actividades vinculadas a las explotaciones mineras de oro en la zona de Muniellos como el yacimiento de Muruecos de Moal.

Pero es en el libro registro de Corias, elaborado en el primer tercio del siglo XIII y hoy custodiado en el monasterio catalán de Montserrat, donde Moal aparece citado por primera vez y además como Mual, forma que utiliza la toponimia oficial, tal y como recoge el BOPA del 3 de septiembre de 2008.

Entre las publicaciones del Seminario de Investigación Diplomática del IDEA (Instituto de Estudios Asturianos) se encuentra la Colección de Fuentes para la Historia de Asturias II. El Libro Registro de Corias (Texto, estudio, índices sistemáticos), por Antonio C. Floriano. Dos tomos. Oviedo, 1950. En este trabajo el autor nos facilita una lista alfabética con la totalidad de topónimos contenidos en el Libro Registro de Corias con sus nombres propios. Además, procura en todos los casos posibles, dar su procedencia y etimología, bien como segura o ya como probable. Para el caso de Moal:

«MUAL.— In Mual estaba situada la heredad de Penna que en 1187 donó a Corias Onega García, mujer de Menendo Gramone (12. v. B. 8). Sospechamos que sea el mismo Munale donado a Corias en 1137 por Azenda y Aurea Enalso (81. v. B. 9. 12.) y aun el Munale (87. r. B. 19. 20.) donde residía la sierva Elvira Vermutiz que con la mitad de sus hijos eran commixtos de Bárcena y del Rey.»

Zona del yacimiento de Muruecos de Moal, Cangas del Narcea. Fotografía de Jose de casa Mingo (Moal) – www.moalpuertademuniellos.blogspot.com

Moal estuvo históricamente vinculado a la explotación de la madera de Muniellos. Este aprovechamiento maderero, constituyó desde mediados del siglo XVIII y hasta los años cincuenta del siglo XX una de las actividades industriales más importantes del concejo de Cangas del Narcea.

En 1964 el Estado declara «paraje pintoresco el bosque de Muniellos», bajo la tutela del Ministerio de Educación. No obstante, la tala de árboles no cesa hasta 1973 cuando el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA), dependiente del Ministerio de Agricultura, compra el monte a la empresa Muniellos, SA. Nueve años más tarde, el 15 de octubre de 1982, es declarado Reserva Biológica Nacional, y el 9 de noviembre de 2000, el monte de Muniellos fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

En la actualidad, Moal cuenta con un centenar de vecinos, cifra que se incrementa en época estival y festividades señaladas. El pueblo está repartido en cuatro barrios: El Corralín, El Fuexu, El Chamazu y El Cascarín. Al barrio del Corralín pertenecen las siguientes casas: Baragaño, Casín, Gonzalo, Marcelino, Moreno y la desparecida Gargantín. Las casas pertenecientes al barrio El Fuexu son: Nacio o Castroneiro, Pepe Mingo, Pío, Reguilón y casa Santiago (en ruinas). El barrio con mayor número de casas es El Chamazu al que pertenecen las siguientes: Casa-Panera de Alfonso, Alfredo, Alonso, Cadenas, Campo, Castañón, Delfín, Farruco, Francos, Gripa, Javier, Mateo, Mingo, Muniellos, Roque, Sabino, Silvestre, Xuaquín, Zapatero y la desparecida Casa La Pena. Por último, al también numeroso barrio de El Cascarín pertenecen las casas: Abel, Carral, Casín (de abajo), Castañuelas, Clemente, La Escuela, Felipe, Ferreiro, Grabiel, Leites, Lolón, Manolito, Miguel, Pasarón, Pepe Baragaño, Pepe de Casín y las deshabitadas Neceto, Pepito y Texeira.

Moal, Cangas del Narcea. Vista desde La Chalga. Fotografía de Jose de casa Mingo (Moal) – www.moalpuertademuniellos.blogspot.com

Tres asociaciones promovidas por todos estos vecinos han tenido mucho que ver en que Moal haya sido reconocido como lo que es, un pueblo ejemplar. La Asociación “Muyeres de Moal”, que se creó en 2002 y organiza numerosas actividades, cursillos y talleres que facilitan la integración intergeneracional de sus socias, la Asociación Cultural Moal que se funda en 2009 con el objetivo principal de reavivar las fiestas patronales de San Juliano y San Julianín y la Asociación Deportiva Moal que nace en 2012, y cuyo buque insignia es la Carrera de Montaña Puerta de Muniellos. Se trata de una carrera que discurre por el bosque de Moal, limítrofe a la reserva de Muniellos, y que desde 2015 tiene la participación restringida a trescientos dorsales, que se sortean entre los preinscritos, que suelen superar el millar. En los preparativos, las tres asociaciones se dividen el trabajo, desde las labores de limpieza y preparación del recorrido, hasta la preparación del avituallamiento de los deportistas y gestión de la barra del bar.

Los reyes de España en nombre de su hija Leonor, Princesa de Asturias, y presidenta de honor de la Fundación que lleva su nombre, han felicitado a Moal por el merecido galardón y han destacado la labor de las mencionadas asociaciones. Ahora, todo el concejo de Cangas del Narcea, encabezado por los vecinos de Moal, espera con impaciencia la visita de sus Majestades D. Felipe y Dª Letizia, tras la ceremonia solemne de entrega de los Premios Princesa de Asturias que se celebrará en Oviedo, muy probablemente, durante la segunda quincena del próximo mes de octubre.

¡Felicidades MOAL!

Orgullo cangués en: “La ciencia de la salud – Código Ictus”

Los cangueses Juan Miguel Macho (izda) y Daniel Martínez

La ciencia de la salud es un espacio que se adentra a lo largo de trece programas en las vidas y las historias de pacientes y médicos para ofrecer una mirada humana al fascinante mundo de la salud y la medicina. En definitiva, se trata de un programa sobre la vida.

En este programa, Código Ictus, emitido por TVE2 los protagonistas son unos cangueses ejemplares. Como paciente, Daniel Martínez, todo un ejemplo de superación con el papel fundamental de su familia, su esposa Mª Eugenia Rodríguez y sus hijas Elena y Julia; como médico, otro admirable cangués, gran profesional y mejor persona, Juan Miguel Macho Fernández, con más de 20 años de dedicación en exclusiva al tratamiento endovascular de patología vascular del sistema nervioso central.

Enhorabuena a todos por el programa y muchísimas gracias por enseñarnos tantas cosas en tan corto espacio de tiempo acerca de la vida, principalmente, pero también sobre una de las epidemias de la sociedad actual y la primera causa de dependencia en España. Cuando aparece el ictus, cada segundo que pasa puede marcar la diferencia.

Puedes ver el programa en el siguiente enlace: La ciencia de la salud – Código Ictus

El oncólogo cangués, Pablo Martínez, prueba con éxito un anticuerpo para tratar el cáncer de cuello uterino

Pablo Martínez Rodríguez (Puenticiella, Cangas del Narcea, 1980)

Pablo Martínez Rodríguez, 37 años, natural de Cangas del Narcea, en concreto de casa Fraile en Puenticiella /Ponticiel.la, obtuvo la licenciatura en medicina en la Universidad de Oviedo en el año 2004 y el doctorado, diez años después, en la Universidad Autónoma de Barcelona.  Master de Oncología Molecular impartido por el “Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas” (CNIO), curso 2008-2010 y Master en Inmunología Avanzada por la Universidad de Barcelona, 2016. Ha sido médico residente en la especialidad de Oncología Médica desde mayo de 2005 hasta mayo de 2009 realizando el programa de formación en el Servicio de Oncología y Radioterapia del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y obteniendo el título de médico especialista en Oncología Médica.

A partir de ahí ha adquirido una amplia experiencia profesional como médico adjunto de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron desde 1 de julio de 2009 hasta 2014, médico adjunto de Oncología Médica de la Clínica Diagonal, Barcelona, desde 2014 hasta 2016 y desde entonces Investigador y Asesor Científico especialista en Oncología Médica en el departamento de Oncología Médica del hospital asociado a Harvard University Dana-Farber Cancer Institute. Recientemente, nuestro joven oncólogo ha empezado un nuevo reto profesional en MedImmune, en Washington DC con la finalidad de seguir librando la batalla contra el cáncer.

Pablo Martínez ha experimentado un tratamiento que, con inmunoterapia, lucha de forma exitosa contra el cáncer de cuello de útero. Gracias al Pembrolizumab, un anticuerpo con grandes resultados en tumores de pulmón y de piel pero que no se había probado antes para frenar el cáncer de cérvix, explica que se podrá sustituir la quimioterapia en un futuro a corto plazo. «Estos fármacos no atacan al tumor, sino que estimulan al propio sistema inmunitario del paciente para destruirlo».

El objetivo que se plantearon los médicos en este estudio fue darle una oportunidad a una paciente española de 37 años, consciente plenamente de estar apostando por un fármaco que no estaba aprobado. «Estaba tan malita que apenas tenía unas semanas de vida», recuerda el Dr. Martínez quien ahora ve cómo, dos años después, todo ha servido para darle una “nueva vida”. El tratamiento al que la sometieron, llamado Pembrolizumab, se administra por vía intravenosa cada 21 días. La paciente presentó una mejoría en tan solo 10 días. «Fue increíble», recuerda el médico asturiano, al tiempo que confirma que, aunque el medicamento puede ocasionar eccema o diarreas, no hubo efectos secundarios», y reconoce que las posibilidades de complicación al trabajar con este fármaco no superan el 2%.

La utilización del Pembrolizumab en la cura del cáncer supone un gran avance en cuanto al futuro de la oncología. Actualmente, se está aplicando a nivel internacional a una muestra mayor, antes de pasarse a su comercialización.

Esta investigación ha sido publicada recientemente en la revista Future Medicine, una publicación de Future Science Group, editorial progresiva centrada en la investigación médica, biotecnológica y científica de vanguardia.

En el artículo publicado, Pablo Martínez y su compañero Josep María del Campo explican que, «no se conoce una cura definitiva para el carcinoma cervical recurrente, persistente o metastásico. La quimioterapia sigue siendo el tratamiento estándar, aunque las opciones disponibles son escasas y no proporcionan resultados satisfactorios. Los inhibidores del punto de control inmunológico han mostrado una respuesta fuerte y prolongada en varios tipos de cáncer, aunque solo en un subconjunto de pacientes. Definir el perfil de los pacientes que probablemente se beneficien de dicho tratamiento es un tema de investigación activa. Aquí, presentamos un caso de un paciente muy pretratado con carcinoma de células escamosas avanzado recurrente del cuello uterino que había agotado todas las opciones de tratamiento disponibles y mostró una sorprendente respuesta al pembrolizumab inhibidor del punto de control inmune.»

Los buenos resultados obtenidos permitirán al joven oncólogo cangués desarrollar un ensayo clínico más amplio. ¡Enhorabuena!


Noticia RTPA:

El pepito de ternera del bar Blanco, subcampeón de España en Valladolid

Pepe Ron y Carmen Cuervo recogiendo el premio en Valladolid

El bar Blanco de Cangas con su pepito de ternera, ha conseguido el segundo premio en la final del Concurso Nacional de Pinchos y Tapas que se celebró esta semana en Valladolid. Ayer concluía la cata de las tapas presentadas por un total de 48 finalistas procedentes de toda España que aspiraban a hacerse con el título que reconoce al mejor pincho del país y hoy conocimos las conclusiones del jurado presidido por el televisivo Alberto Chicote.

La apuesta de Pepe Ron para esta decimotercera edición del certamen se ha basado en todo un clásico de la barra de bar, que nuestro cocinero más popular ha versionado y presentado junto a una escultura que representa el esqueleto de una vaca, obra del artista y artesano de Navelgas, César Castaño, quien además es amigo del chef. La creación es un guiño al animal que aporta el ingrediente principal con el que se elabora esta tapa.

Pepe Ron ultima con ayuda de Carmen Cuervo la elaboración del ‘Pepito de ternera Blanco 2017’ con el que el bar Blanco ha conseguido el segundo premio del Concurso de Nacional de Pinchos de Valladolid

Tal y como explicó Pepe Ron en la presentación —acompañado por Carmen Cuervo, a la que Pepín definió como su mano derecha tras tres años trabajando en la casa—, su apuesta se basa en ofrecer otra forma de entender el bocadillo de filete. Para ello, comentó, han recurrido al pan ‘airbag’ que le da un toque crujiente y sutil, relleno con steak tartar de solomillo de ternera de Cangas del Narcea, «como no podía ser de otra manera», en palabras del chef, y con un aliño potente, sabroso y con chispa y acabado con un pétalo de cebolla negra fermentada, una alcaparra y piparra encurtida también. Pepín explicó  que su versión del pepito de ternera se come de un bocado, como máximo dos.

El pepito de ternera Blanco 2017 ya se puede degustar estos días en el restaurante La Criolla de Valladolid y este fin de semana lo tendremos en Cangas.

Felicidades a toda esa gran familia del bar Blanco de la calle Mayor de Cangas del Narcea y en especial a Pepe y Carmen por su gran trabajo en la capital castellano-leonesa, volviendo a poner el nombre de nuestro concejo en lo más alto el sector gastronómico español y como no, en boca de todos.

El párroco Jesús Bayón medalla de oro de la Sociedad de Artesanos 2017

Don Jesus Bayón, procesión del Carmen 2012. Foto: J.R. Puerto

Don Jesús Bayón Fernández, párroco de la villa de Cangas del Narcea, fue ordenado sacerdote en 1966 y llegó a Cangas en junio de 1979. Con la de este año serán 39 Descargas consecutivas de las fiestas del Carmen cangués, siendo el encargado de oficiar sus correspondientes novenas a Nuestra Señora del Carmen en la capilla de Ambasaguas, sus misas y sus procesiones tanto matutinas como vespertinas.

Es precisamente la procesión vespertina de cada 16 de julio la que da origen en Cangas del Narcea a La Descarga de la Sociedad de Artesanos, popular oración de pólvora que el pueblo cangués dedica todos los años a la Virgen del Carmen el día de su onomástica.

La primera Descarga de don Jesús como párroco de Cangas del Narcea y como socio de la Sociedad de Artesanos Nuestra Señora del Carmen fue la del año 1979, recordada por todos por ser la del famoso hongo. Él la recuerda como «aquella en la que explotó la máquina».

Cangas del Narcea, LA DESCARGA, 1979. Descarga histórica que se recuerda como La Descarga del HONGO.

Siempre que la Sociedad de Artesanos precisó de su ayuda y colaboración, sobre todo los años que las inclemencias metereológicas obligaban a retrasar o incluso suspender el disparo pirotécnico, obtuvo de don Jesús su predisposición y apoyo incondicional.

Recuerda el presidente de Artesanos, Juan Manuel Fernández, «el último año que tuvimos que suspender el disparo de La Descarga, pues no paraba de llover, nos presentamos tres miembros de la junta directiva en el bar Riesco, donde sabemos que él acude a comer todos los días, con una mojadura como si hubiésemos caído al río y antes de llegar a decirle nada, con esa humildad y esa sonrisa afable que le caracteriza nos dice: ya sé a lo que venís, no hay ningún problema, miráis a ver que día os viene bien para celebrar la misa y el disparo de La Descarga».

Este ejemplo, entre otros muchos, y el cariño y colaboración que don Jesús siempre demostró a la Sociedad de Artesanos han hecho este año que su junta directiva, por unanimidad, haya considerado al párroco de la villa de Cangas merecedor de la medalla de oro de la Sociedad.

«Soy “artesano” desde que llegué hace ya treinte y ocho años», presume el párroco. «Vi que todos los paisanos del pueblo eran socios y yo también quise formar parte de ello, no iba a estar en Cangas y no ser de Artesanos», apunta. «Cangas tiene una capacidad de acogida increíble. Desde 1642 que se construyó esta Basílica, hubo solo 18 párrocos. Eso significa que estamos contentos aquí, sino hubiésemos escapado», dice entre risas.

«Cuando me lo anunciaron les dije que si no conocían a nadie con más méritos. Fue una sorpresa grata», cuenta emocionado el párroco,  «cualquier cosa que venga de la Sociedad de Artesanos tiene un valor añadido, es una institución muy arraigada en el concejo con más de cien años de historia».

La medalla le será impuesta en un acto que tendrá lugar en el auditorio de la Casa de Cultura “Palacio de Omaña” el próximo día 7 de julio, después de la celebración de la primera novena a la Virgen del Carmen. Su deseo para las próximas fiestas es que sean «en paz».

Los antiguos alumnos de la escuela de Limés, juntos de nuevo

Antiguos alumnos de la escuela de Limés. Abril de 2017. Foto: Demelsa Álvarez

Los antiguos alumnos, de la generación del cincuenta, que asistieron a clase en la escuela de Limés (Cangas del Narcea) han celebrado su segundo reencuentro para revivir los recuerdos de su infancia y su escolarización en la pequeña escuela rural. Hace un año realizaron el primer encuentro y dado el éxito y el nivel de respuesta han decidido reeditar la cita y convertirla en una celebración anual. A la reunión asistieron 41 antiguos compañeros de clase que aprovecharon para ponerse al día sobre sus vidas y recordar anécdotas de la escuela y a profesores como el maestro Frade, que pasó con ellos gran parte de su escolarización.

Por Demelsa Álvarez en LNE

El COAA convoca los premios Castelao

El Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias presentó el 31 de marzo de 2017 la convocatoria de la I Edición del premio ‘Castelao’ a una trayectoria profesional y del premio COAA+10, a la obra arquitectónica construida con más de diez años de antigüedad.

La presentación de los premios, que se celebró coincidiendo con el aniversario del nacimiento del arquitecto Ignacio Álvarez Castelao (Cangas del Narcea, 31 de marzo de 1910 – Oviedo, 1984), tuvo lugar en la sede de Oviedo del COAA.

El premio ‘Castelao’ lleva el nombre del arquitecto cangués reconocido como uno de los grandes arquitectos asturianos del siglo XX. Supo conjugar con gran maestría la innovación arquitectónica, los avances técnicos y los criterios plásticos, siendo especialmente relevante su colaboración con artistas de otras disciplinas. Tanto su trayectoria profesional como su compromiso ético con el ejercicio de la profesión hacen de él un ejemplo para las generaciones más jóvenes.

El COAA considera que su persona aúna las características idóneas para que los premios a una trayectoria profesional lleven su apellido como recuerdo del colectivo a quien tanto aportó a la Arquitectura Moderna en Asturias.

Con este premio, el COAA distinguirá con periodicidad bianual la trayectoria profesional de un arquitecto, grupo de arquitectos, o personas que hayan desarrollado su trayectoria profesional en el ámbito de la arquitectura, el urbanismo o cualquier manifestación relacionada con la profesión, como reconocimiento a un compromiso vital con la profesión y el desarrollo de una carrera bajo el anhelo de la excelencia.

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El Colegio de Arquitectos de Asturias otorga su primer Premio Castelao al gijonés Mariano Marín

Fernando Graña medalla de oro de Artesanos a título póstumo

Fernando Graña Rodríguez

En reunión celebrada el 16 de junio del 2016, la junta directiva de la Sociedad de Artesanos Nta. Sra. del Carmen de Cangas del Narcea, ha acordado por unanimidad conceder la medalla de oro a título póstumo a Fernando Graña Rodríguez.

PROPUESTA DE MEDALLA DE ORO 2016: Fernando Graña

Hay dos cosas que distinguén a un buen cangués: estar aquí, en Cangas, cuando la ocasión lo requiere y estar ahí para Cangas en las ocasiones que ella te necesita. la primera está, por así decirlo, grabada en nuestros genes y nadie podría vanagloriarse de ser cangués si, aún en el otro extremo del mundo, no siente la llamada de su tierra un 16 de julio. La segunda es, quizás, un poco menos común y es la que verdaderamente diferencia a los cangueses de pro. Fernando cumplía las dos en sumo grado.

Partició en la fundación de la Peña La Andolina, creada en 1975 para reforzar La Descarga, y fue después presidente de la misma. Tanto cuando era socio fundador, como después, cuando fue presidente, hizo de la colaboración entre la Peña y la Sociedad de Artesanos su principal preocupación. Ayudó a reconducir ciertos excesos puntuales que se produjeron y se esforzó en inculcar esta idea para los tiempos venideros.

Fue miembro de la Junta directiva de la Sociedad de Artesanos desde la presidencia de Pablo Fernández aunque, anteriormente, colaboró con la misma en todos los asuntos en los que se le pidió y, en especial, el evitar conflictos en las relaciones entre la Sociedad y el Gobierno Autonómico.

Como miembro de la Junta, colaboró durante años en la organización del Cena de Artesanos del 15 de julio y contribuyó a terminar con los problemas de organización que sufría ésta, con firmeza y diplomacia y a hacer de ella el evento modélico que es hoy. Siempre le gustaba recordar la ocasión en que nos sorprendió la lluvia al final de la cena (entonces se hacía en el Prao L’Molín), tuvimos que tomar el postre refugiados en las casetas de las máquinas y nadie marchó sin pagar.

Fernando Graña, en fin, siempre pensó, como cangués y como socio de Artesanos, se debía apoyar a la Sociedad en todo momento y circunstancia, siempre puso en práctica este principio y siempre procuró inculcarlo en todas las personas de su entorno. Por eso, creo que merece que le sea concedida la Medalla de Oro 2016.


Recuerdo a una maestra

Grupo de maestros de Cangas del Narcea en 1961. Lola está detrás de la única niña que aparece en la fotografía, su sobrina Casilda Flórez Menéndez.

El sábado 26 de septiembre, a las 11 h., se enterraba en Cangas del Narcea a Dolores Menéndez Martínez, “Lola”, que fue maestra durante muchos años en Cangas y su concejo, dejando un gran recuerdo entre sus numerosos alumnos por su entrega y vocación en la labor de enseñar.

Lola nació en Casa el Calvo de Santa Catalina el 26 de diciembre de 1924 y murió en Oviedo el 24 de septiembre de 2015. Estuvo en las escuelas de Riodeporcos (Ibias) y Linares de Allande, en El Otero, Adralés y El Reguerón en Cangas del Narcea, y se jubiló en El Resbalón en Lugones.

Mujer optimista, gran lectora y portadora de mucha fuerza, estuvo en el mes de mayo pasado, con 90 años de edad, en Dublín visitando a sus sobrinos nietos Esther y Miguel, y el día del Carmen vio la última Descarga desde su casa de Santa Catalina.


CARTA A LOLA
Esther Flórez Solarana

Lola en Dublín, mayo de 2015

El destino es así, y a veces no nos queda más remedio que aceptar que los caminos se tienen que separar; aceptar que no existen infinitas autopistas rectas. Pero antes de soltar tu mano y seguir caminando quiero decir en voz alta esa palabra que tanto nos cuesta pronunciar: gracias.

Gracias a ti, que has dado tu vida a los demás sin importar el cómo ni el por qué. Gracias por enseñarnos a vivir por nosotros mismos, pero sobre todo por nosotras mismas. Gracias por enseñarnos que la vida no es una, pues mientras abras un libro podrás robar millones de aventuras y hacerlas tuya. Gracias por enseñarnos que la justicia es posible, siempre y cuando se luche por ella. Gracias por enseñarnos a no creer lo primero que dicen las noticias, por querer saber más. Gracias por enseñar en el aula que dos más dos son cuatro, pero que en la vida dos más dos pueden ser cinco, quince o veinticinco, ya que en la vida todo es posible si trabajamos por conseguirlo.

Lola con sus sobrinos nietos en Dublín, mayo de 2015

Gracias por enseñarme el poder de la palabra, el enigma de las matemáticas y la belleza de la vida. Gracias por enseñarme a jugar, por enseñarme a soñar. Gracias por enseñarme a ser yo. En fin, gracias por enseñar, por ser catedrática en la Universidad de la vida.

Puede que mis palabras sepan a poco, por ello permíteme que robe unas letras al más grande, al que conquistó tu alma cuando aún eras una niña.

“Como las cosas humanas no sean eternas, yendo siempre en declinación de sus principios hasta llegar a su último fin, especialmente las vidas de los hombres, y como la de don Quijote no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de la suya, llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba; porque o ya fuese de la melancolía que le causaba el verse vencido o ya por la disposición del cielo, que así lo ordenaba, se le arraigó una calentura que le tuvo seis días en la cama, en los cuales fue visitado muchas veces del cura, del bachiller y del barbero, sus amigos, sin quitársele de la cabecera Sancho Panza, su buen escudero”.

Lola, gracias por habernos hecho formar parte de ti, de tus añoranzas, de tus aventuras, de tus anécdotas, en definitiva, de tu historia.

Hasta siempre.


‘Mientras corre el tiempo’

Ediciones Hontanar publica el libro ‘Mientras corre el tiempo’, un poemario compilado por la hija de Tomás Tornadijo García, María Eugenia Tornadijo Rodríguez, que hace así realidad el viejo sueño de su autor. En él están recogidas gran parte de las poesías que fue escribiendo a lo largo del tiempo y que son precisamente un compendio de recuerdos bucólicos, sentimientos y reflexiones serenas dibujadas con sencillas palabras. Leer más

‘De Combo a Fuente del Real’, memorias de una canguesa

Mari Luz Álvarez Lago con su libro el 13 de marzo de 2010. Foto: PAÑEDA en ‘EL COMERCIO’

Ha llegado a nosotros un libro publicado en 2010 que merece ser reseñado en el Tous pa Tous. Son las memorias de Mari Luz Álvarez Lago, nacida en 1926 en el pueblo de Combo, en el Río del Couto, en casa El Murgueiro. Mari Luz comienza sus memorias así:

“Quiero a través de esta narración mostrarles una visión de lo que fue la vida de una mujer que, como a tantas de mi época, me tocó vivir los turbulentos años antes de la guerra, la Revolución del 34 y, después, la guerra civil y la posguerra, todos estos acontecimientos con apenas diez años. Pasamos bastantes penalidades y gran dificultad para vivir, dadas las circunstancias que atravesaba España. Esa época marcó nuestra existencia de forma imborrable y al día de hoy pesan más las batallas que tuvimos que vencer y los momentos difíciles pasados, que gracias nuestra juventud, quizás la inconsciencia de los pocos años, que te hace ver las penalidades y tragedias como algo con lo que tienes que vivir y te acostumbras a ello, sin más, y lo asumías como parte de tu propia vida, salvando las dificultades y penurias, que íbamos resolviendo en nuestra lucha diaria, como gran parte de las mujeres de la España de entonces”.

Mari Luz vivió hasta los diez años en Combo. A esa edad fue a vivir con unos tíos a la parroquia de Castiello en Gijón. Se casó en 1950 y tuvo una hija. Se estableció poco después en esta ciudad en la calle Fuente del Real, en el barrio de El Llano. Aquí abrió un bar tienda, llamado “Mari Luz”, en la que daba también comidas y que atendió durante cuarenta y cinco años. Cuando escribió el libro estaba ya jubilada, pero seguía llevando una vida social muy intensa. Es de las que no sabe estar quieta.

Portada del libro de Mari Luz.

En Combo trabajó desde los cinco años cuidando el ganado, subiendo y bajando a la braña, y ayudando a trabajar la tierra. La vida en su casa giraba alrededor de la madre, Dolores, porque su padre, Benigno, trabajaba en Madrid de sereno y “solo volvía a Combo durante las vacaciones por el verano”. El matrimonio tuvo diez hijos, que se fueron dispersando enseguida por Oviedo, Ponferrada y Valladolid. Mari Luz cuenta en el libro la vida en Combo en aquellos años treinta: la casa, la braña, la matanza, los filandones, las fiestas, los bailes y el mucho trabajo. A los ochenta y tantos años Mari Luz escribe sobre su infancia lejana:

“Afortunadamente y a pesar de marchar para Gijón con pocos años, me sirvió mucho todo lo que aprendí en Combo, lo mismo a valerme por mi misma y ser capaz de desenvolverme por la vida, que en lo relativo a las faenas del campo, pues nunca dejé de atender nuestra finca con constancia, de la que tenemos sacado bastante provecho y aún lo seguimos sacando, pues no compramos ni patatas ni hortalizas”.

En Gijón siguió trabajando duramente, primero en casa de sus tíos, donde más que una hija adoptiva fue una “esclava doméstica, porque con diez y once años ya empecé a ir a vender a la plaza de abastos de Gijón, con la cesta en la cabeza” y también le “tocó acarrear agua desde un kilómetro con un caldero en cada mano y otro en la cabeza”. Años más tarde comprará una xarré para llevar a la Plaza del Sur la fruta, verduras, etc. En la calle Fuente del Real siguió trabajando y trabajando.

Mari Luz Álvarez Lago es sobre todo una mujer optimista, que siempre gozó de buena salud y que ha vivido con el principio vital hacer agradable la vida a los demás.

“De Combo a Fuente del Real” es un testimonio muy interesante de la vida de una mujer trabajadora escrita por ella misma. Es de lamentar que no contemos con más memorias de esta clase para que en el futuro no olvidemos como fue la vida de muchas de las protagonistas del pasado siglo XX.



José Avello, la ambición y el sosiego

El escritor cangués José Avello Flórez

En el último número de la revista Clarín (nº 109, enero-febrero 2014) se publica una entrevista al escritor José Avello Flórez (Cangas del Narcea, 1943 – Madrid, 2015) realizada por Cristóbal Ruitiña y Alfonso López Alfonso; los tres son cangueses.

En dicha entrevista, José Avello repasa su trayectoria literaria y ofrece datos para la historia de la independencia de Guinea y su conflictiva relación con la antigua metrópoli.

Podéis leerla y descargarla aquí:

José Avello, la ambición y el sosiego

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