El mejor cachopo de España lleva pan artesano de Cangas del Narcea

La sidrería Río Astur de Gijón ha ganado el concurso ‘En busca del Mejor Cachopo elaborado con Ternera Asturiana’ 2021. Esta receta ganadora lleva el rebozado con pan artesano de Cangas del Narcea.

El concurso ‘En busca del Mejor Cachopo elaborado con Ternera Asturiana’ se ha celebrado en Madrid durante la 34ª edición del Salón Gourmets de IFEMA entre 18 y el 21 de octubre. De los 12 aspirantes en liza, la sidrería Río Astur de Gijón ha sido la ganadora.

El cachopo es uno de los platos más populares en España, pero es un plato originario de la gastronomía asturiana. La receta tradicional establece que se trata de una plato que consiste en dos filetes de ternera que llevan en medio jamón y queso. Al final, todo va empanado.

La sidrería Río Astur ha presentado un cachopo elaborado con un entrecot de ternera asturiana, jamón ibérico de bellota, queso de Peñamellera, pan artesano de Cangas del Narcea para el rebozado y fritura en aceite de oliva. Una exquisita mezcla en opinión del jurado que le ha servido a este restaurante para recoger el testigo de Merendero Covadonga, el ganador del año pasado.

El podio de este año lo han completado El Sauco, ubicado también en Gijón y Las Tablas del Campillín, de Oviedo. El jurado ha estado compuesto por 5 miembros entre los que se encontraban cocineros y periodistas gastronómicos que han valorado la presentación, el relleno o el punto de la carne, entre otras cuestiones. Además, el ganador se ha llevado también un premio de 1.200 euros.

La sidrería Río Astur tiene 35 años y está especializada en gastronomía asturiana. Son expertos en la elaboración de cachopos y reivindican la calidad como la clave del éxito. En su restaurante sirven este plato acompañado con patatas fritas, cebollas rellenas de verduras y foie.

Alejandro Cachón, un campeón de mecha rápida

De promesa a piloto revelación, se ha convertido en la nueva esperanza de la afición asturiana. A continuación reproducimos esta noticia sobre Alejandro Cachón (Cangas del Narcea, 1999) publicada en el diario deportivo MARCA por Nacho Villarín –

Alejandro Cachón tras su victoria en la Peugeot Rally Cup Ibérica. Foto: Bruno Penas

El ‘Volador de Cangas’, nuevo prodigio asturiano. Del regional a piloto oficial en sólo dos años. Lo descubrió su jefe. Uno de sus mecenas apoyó también a Fernando Alonso.

Alejandro Cachón, preparando su Peugeot 208 Rally4 en el taller del Grupo Alvemaco donde trabaja como mecánico. Foto: Nacho Villarín

Su padre, que hizo también algún pinito como piloto mucho antes de que él naciera, todavía se hace cruces. “Si me llegan a decir esto, jamás lo hubiera creído”, confiesa a MARCA. En parte, es normal; porque, a decir verdad, la meteórica carrera que está llevando su hijo, Alejandro Cachón, resulta cuanto menos singular. Tiene algún trazo similar a los que dibujaron en sus inicios Loeb, Neuville u Ogier; pero en España, desde luego, nunca hasta ahora habíamos conocido una historia tan rocambolesca como la suya: la de un chaval aficionado al karting que, de la noche a la mañana, a instancias de su jefe, empezó a correr rallies patrocinado por la empresa de alquiler de coches (Alvemaco) para la que trabaja como mecánico; y que, desde entonces, se ha elevado deportivamente a la misma velocidad que los voladores —como ya le empiezan a apodar— tan populares en las fiestas de Cangas del Narcea, su pueblo natal.

Paisano de Toño Fernández, fue en el Karting de Cibuyo, regentado por la familia del piloto de F3 (fallecido en 2012 en un accidente de tráfico), donde Alejandro empezó a rodar de guaje con los karts, y a participar en sus primeras carreras; pero sin pretensión alguna, siempre de manera muy amateur. Hasta que un día, el fundador de Alvemaco se fijó en él. “Tenía unas manos fabulosas, sabía que era bueno y que tenía futuro. A lo largo de mi vida he patrocinado a bastantes deportistas, y noté que Alejandro era un ganador, nunca se conformaba con ser segundo”, explica Benjamín, descubridor de Alejandro, y artífice de que debutase en rallies casi por puro azar.

‘Debut’ sin carnet

Un día que estaban reunidos, José Emilio Criado, mecenas de Dani Sordo cuando se coronó campeón de España, ofreció desinteresadamente a su amigo de Tineo, con el que tiene también relación profesional, el Citroën DS3 R1 que empleó hace unos años para evaluar jóvenes talentos -entre ellos, Pepe López, tetracampeón nacional y actual piloto de WRC3- otro de los referentes cántabros a los que más apoyó en su día: Enrique Gª Ojeda (vencedor del Nacional de Asfalto y del IRC con Peugeot). Benjamín no se lo pensó y aceptó la propuesta de su colega, pensando obviamente en Cachón. Aunque los suyos lo miraron extrañado, el hombre en seguida tuvo claro que ese coche debía ser para él, y eso que aún era menor de edad y todavía no tenía carnet…

“Creí en Alejandro desde el minuto uno. Debía ser nuestro piloto sí o sí. Fue una corazonada. Le dije a mi gente que sólo tenían que enseñarlo un poco para ver lo bueno que era”, recuerda Benjamín. Y así fue: se rodó en Asturias con el Citroën; al año siguiente lo inscribieron junto a otros pupilos de la empresa a la nueva copa regional (el Volan FAPA); y, al proclamarse campeón frente a otros chavales con potencial, se granjeó también el respaldo de Daniel Alonso, propietario de la marca de bicicletas MMR, piloto desde que era joven, además de mecenas de Fernando Alonso cuando saltó a los monoplazas, y de otras promesas asturianas de los rallies como Roberto Solís, Cohete Suárez (supercampeón de España este año) o Manuel Mora.

Destinado al Mundial

A partir de entonces, y a pesar de su escasa experiencia, Alejandro ha demostrado una curva de aprendizaje sin parangón, que se materializó el pasado año con el título de la Beca Junior R2, donde ganaron anteriormente Efrén Llarena, Jan Solans y Pep Bassas; y ahora, también, después de haber promocionado al Europeo este año como piloto Rallye Team Spain, con el cetro de la Peugeot Rally Cup Ibérica, que sentenció anoche en el Cataluña, después de haberse quedado a las puertas de lograrlo ya el pasado curso, nada más debutar fuera de Asturias con un Peugeot 208 Rally4.

El coche escuela que ha servido a Cachón para erigirse en la nueva esperanza de la afición del Principado, y granjearse un volante oficial de PSA de cara al próximo curso. “Es una persona normal, serio, agradecido, trabajador, inteligente y rápido. Aprende muy deprisa y se deja asesorar. Quiero que esté en el Mundial dentro de poco, tiene capacidad para ello”, apunta Daniel Alonso. “Su talento es sorprendente, no salen pilotos así todos los años”, asegura José Pedro Fontes, valedor con Citroën de Pepe López y Jan Solans, y el ‘team mánager’ que tutelará a Cachón a partir de ahora.