Ruta por contorno de Corros
De nuevo me llama la montaña, así que aprovechando el buen tiempo preparo una ruta cercana a Cangas que me permita pasar un día especial, andando y saboreando los estupendos paisajes que nos ofrece este concejo.
Hoy escojo una ruta circular que me lleva por los contornos del pueblo de Corros, bordeando la falda del Cueto de Arbas.
En esta ruta me acompaño del Grupo de Montaña Piélago de Cangas del Narcea y una vez más intentaré destacar con fotografías los pequeños rincones que me ofrezca la ruta e iré recopilando también las pequeñas historias que surjan en el camino.
Parto de Santa Eulalia dirección al puerto de Leitariegos y en la zona denominada la Pachalina, me desvió de la carretera principal para empezar la ruta dirigiéndome a Miravalles. Empiezo a caminar y ya tengo de frente la sombra del Cueto de Arbas. Las vistas que veo al frente, me adelantan que la ruta va a ser emocionante, trasladándome a un entorno peculiar por la belleza de su paisaje natural.
Esta montaña del Cueto de Arbas de 2007 m. de altura, fue esculpida por el hielo, dejando heridas en sus laderas que recuerdan duros tiempos geológicos del pasado.
Este camino que ya empiezo a andar no posee grandes monumentos, ni arquitecturas sorprendentes. Se va hacia zonas humildes donde se pasaban inviernos muy duros y se hacían grandes esfuerzos para vivir en esta altitud tan exigente. Pero no nos engañemos, estas dificultades dieron gentes capaces de merecer hidalguías por ayudar a reinas que se encontraban en situaciones comprometidas; también dieron personajes carismáticos y tenaces que aún hoy marcan con tesón y fuerza la vida económica nacional e internacional.
En el pueblo de Trascastro nació Francisco Rodríguez García, este hombre convirtió una aventura empresarial láctea, en una referencia internacional con presencia en distintos países de Europa, de América y de Asia.
Monseñor Atilano Rodríguez, también nació en el pueblo de Trascastro y me imagino que algo tuvieron que ver estos lugares en su niñez, para que decidiera buscar las verdades teóricas de la fe en su vida. Hoy Monseñor Atilano Rodríguez <<desde este enlace se puede acceder a su biografía>> participa en las altas esferas de decisión dentro de la iglesia.
En el pueblo vecino del Puerto de Leitariegos nació José Cosmen Adelaida, probablemente el creador del mayor emporio societario que haya generado Asturias. <<Acceso desde este enlace al artículo De Leitariegos a China: los Cosmen, una dinastía empresarial centenaria>>.
Es curioso que en un contorno tan pequeño salga gente tan tenaz. Alguna influencia tuvo que tener nacer en un lugar tan lleno de contrastes, lleno de belleza, donde se alterna la luz clara del verano y la oscuridad de los fríos inviernos, todo esto acompañado de vez en cuando con una espesa niebla que ciega el horizonte y no deja ver más allá de un metro.
Sigo el camino pasando por los pueblos de Miravalles y Villager, llegando al pueblo de Trascastro. En este pueblo aún quedan construcciones de piedra bien tallada, con fachadas antiguas que permanecen puras y bien restauradas. Da la impresión que la modernidad mal entendida no llegó a este pueblo destrozando las construcciones antiguas, con materiales coloristas y poco naturales, aquí predomina en las construcciones la piedra natural y la losa en los tejados, esto es de agradecer.
Salgo del pueblo bajando hacia el río Naviego, donde paso el puente Siensecas que me comunica con la ladera que sube al pueblo de Corros; voy cogiendo altura y en el reguero de Porradiecho ya empiezo a introducirme en la vegetación de la zona. Este mundo en calma ya permite encontrarse con uno mismo a medida que se avanza por estos parajes silenciosos.
Dejo a mi izquierda el valle del rio Naviego y llego a la Peña de las Cruces, bastión o torre de entrada al pueblo de Corros. Un cartel de madera indica que este pueblo aún se mantiene vivo.
En este punto me encuentro con un ganadero que baja de ver las vacas del monte y atendiendo mi curiosidad, me explica algún secreto que desconozco de la zona. Me dice que debajo de esta peña de las Cruces hay una cueva que es propiedad particular de los osos para invernar. Me indica señalando hacia el monte del Gato, que este albergaba cantaderos de urogallos, aunque cree que actualmente con el cambio climático sería muy difícil dar con alguno.
Desde esta zona y mirando a la falda del Cueto de Arbas se ve perfectamente la pradería y las brañas de Villar de Arbas; este ganadero me dice que antiguamente el pueblo de Brañas de Arriba estaba situado en esta zona a la falda del Cueto, pero una tremenda avalancha de nieve arrasó el pueblo creando una gran mortandad. Tras ese desastre natural se decidió dejar abajo solo las brañas y colocar el pueblo donde está hoy, lejos de la amenaza del Cueto.
Dejo a este hombre que siga su camino y avanzo tomando una pequeña curva a la derecha del camino donde se presenta ante mí todo el espectáculo que vine buscando.
Empiezo por mi izquierda viendo el pueblo de Brañas de Arriba, el Puerto de Leitariegos, El Cueto de Arbas, las brañas de Villar de Arbas, el monte del Gato, el alto de Bustapiedra límite con León, el pronunciado valle erosivo del río de Corros, el Pico o Cueto del Fraile y en medio de todo esto, señoreando el contorno está el soleado y espectacular pueblo de Corros.
Andando por el pueblo, se absorbe con placer la silenciosa soledad de sus espacios sombríos y callados, espacios que en otros tiempos seguro que estuvieron repletos de vida.
Una capilla humilde y una piedra colocada en el camino que seguramente valía para jugar a los bolos, dejan intuir por un momento el calor y la vida que había en el pueblo en tiempos pasados, cuando todas las casas estaban habitadas.
Este pueblo vive enfrente del monte del Gato, zona protegida que hace de corredor de unión entre dos áreas de gran interés faunístico, el sur de Cangas del Narcea y la zona de Somiedo. Esto implica que todas las variedades de especies que se puedan encontrar en la mítica zona del Muniellos, también pueden tener presencia en este entorno del Cueto de Arbas, osos, lobos, rebecos, etc. La exuberante vegetación de este monte del Gato cobija y esconde toda esta fauna de las miradas fortuitas de los intrusos que se acercan a esta zona.
Esta fauna provocó ancestralmente una convivencia tensa entre el hombre y los depredadores que atentaban contra su única forma de vida que era la ganadería. El lobo por lo general era muy mal visto, este animal se consideraba dañino ya que atentaba con cierta frecuencia contra el ganado que subía al monte; sin embargo esas mismas personas tenían un cierto respeto por el oso, animal fuerte pero noble, capaz de provocar cierto miedo cuando se le ve, pero normalmente este animal es respetuoso con el hombre y con el ganado. Eso si las frutas y la miel lo superan y no se puede aguantar sin probar todo lo que ve y se le pone por delante. Todo esto lo cuenta mejor Pepe Santos el último vecino que vivió aquí solo muchos años y tuve el placer de conocer, lo cuenta en la web del Tous pa Tous en el siguiente enlace << Rutas, recorridos, lugares Pepe el de Corros>>
Desde este pueblo hay dos opciones de ruta, una para los más osados y aventureros subiendo cota hacia el nacimiento del rio de Corros en la zona de Custapiedra, siguiendo a Laguna Seca (chaguna seca), bordeando la falda del Pico de las Barrosas para seguir subiendo hacia el Pico del Fraile. Este es el punto más alto de la ruta y desde aquí se empieza a bajar hacia el Pico de la Corona, para unirse de nuevo con la ruta fácil a cotas inferiores, que parte del mismo pueblo de Corros por la ladera de la Corona en dirección al pueblo de Riomolín.
La mayoría del grupo opta por hacer la ruta corta y yo recorreré la que transcurre a cotas superiores en dirección al Pico del Fraile. Salgo por un camino que sube al llano de Cuesta Piedra o Custapiedra en dirección al nacimiento del río de Corros. Subo contemplando el pronunciado valle que esculpe el rio por mi izquierda y de repente se abre ante mí el que fue un pequeño circo de recepción glaciar. Aquí nace el río de Corros brotando de las entrañas de la tierra por pequeñas fisuras del terreno.
Este río empieza su andadura precipitándose con pequeñas cascadas desde gran altura para unirse al río Naviego que lo espera en su bajada desde las brañas de Villar de Arbas. Tras sumar los dos ríos sus caudales se dirigen aún impetuosos hacia el norte buscando zonas más tranquilas.
Sigo la ruta girando hacia la izquierda en dirección a la Camperona y llego al collado de Chaguna Seca (1639 m). Desde esta laguna y orientándome hacia el este veo la zona de Valdecuélebre y nace de nuevo imponente a la vista el Cueto de Arbas (2007 m), esta fotografía es obligada.
Giro 180 grados dirigiéndome hacia el oeste y empiezo a andar por la falda del pico de las Barrosas, bebiendo agua en la Fuente del Vaso que surge en el camino, en la caliza. Con esta agua cojo fuerzas para ascender al Cueto del Fraile o Pico del Fraile. Avanzando por la zona de la Chana (Chanada de la Fana), la retina ya va desnudando poco a poco la cima de este pico, hasta llegar a un montón de piedras que me sitúan a 1875 m de altura en el Pico del Fraile.
Desde este pico se dominan vistas hacia la zona de León, hacia la zona del Puerto de Leitariegos y hacia la zona de Chauchina donde nacen los ríos Narcea y Molino.
Desde este pico también se ve el Cueto de Arbas (2007 m), pero esto todavía se tiene que hacer de forma sumisa mirando hacia arriba ya que esta montaña empequeñece todo lo que está a su falda, el Cueto de Arbás es la montaña mítica de esta zona y posiblemente también lo sea a muchos kilómetros a la redonda.
Bien, me conformo en cota y estoy en el Pico del Fraile a 1875 m de altura, el punto más alto de la ruta de hoy. Me preparo para comer a esta altura, miro el horizonte y la retina se llena de luz, veo el cielo limpio, un retablo natural formado por una tierra sin contaminar. Aquí no se entiende la prisa, la belleza del entorno nos libera de la vida cotidiana. Desde aquí se tiene la sensación de estar por encima del bien y del mal, donde están las nubes, donde casi se toca el cielo.
Vaya! me vengo arriba y tengo que volver a la realidad para seguir contando lo que veo, así que miro hacia el monte del Gato y veo como la erosión originada por el río de Corros, modificó el modelado glaciar que tuvo esta zona en el pasado, presentando en la actualidad un valle estrecho en forma de V con gran pendiente.
Enfrente en el Cueto de Arbas este modelado glaciar se conserva mejor, presentando lagunas como la de Arbas que ocupa una excavación glaciar, también hay pequeñas áreas turbosas y depósitos morrénicos que son mudos testigos del retroceso glaciar.
Pero en conjunto se considera que toda esta zona hoy protegida con la figura de Reserva Natural Parcial del Cueto de Arbás, es una de las mejores representaciones del modelado glaciar de las montañas del Occidente Asturiano.
Bien, me siento a comer y me doy mi tiempo, ya que el lugar y las vistas lo merecen. Me pongo mirando hacia el puerto de Leitariegos que tiene una historia muy particular debido a su situación geográfica. Este puerto fue municipio independiente hasta 1921 que paso a pertenecer al de Cangas del Narcea.
La historia de este puerto y sus habitantes viene de lejos, de cuando los romanos tenían este paso estratégico para sacar el oro que extraían del occidente asturiano o de cuando la reina doña Urraca pasó por esta zona en el año 1112, peleando con las grandes nevadas invernales que caían en aquellas épocas. También tuvieron los habitantes del puerto otros privilegios concedidos por el rey Alfonso XI. Todo esto y mucho más está recogido muy bien en la página web del Tous pa Tous, para quien desee conocer mejor y con más detalles esta historia entrar en las siguientes paginas, <<Leitariegos en 1898, primer libro editado por el Tous pa Tous>>, <<ENTRE LA NIEVE. La vida invernal en El Puerto de Leitariegos (1903)>>, <<El Camín Real de L.leitariegos a su paso por el concejo de Cangas del Narcea>>
Bien comido y bien bebido, el cuerpo pide siesta, pero aún falta mucho camino hasta finalizar la ruta, por lo tanto sigo andando ladera abajo por Peña Negra para llegar a la Corona (1581 m.), desde aquí me comunico con el camino que va hacia Riomolín en dirección a la zona de los Chanos donde el resto de grupo que optó por la ruta corta me espera comiendo.
Me siento para que acaben de comer y de paso aprovecho para poder ver los valles, las laderas y los picos, que se amontonan en el horizonte, por encima de la chabola de Vallado.
Estos que me acompañan del Piélago son buenos montañeros, saben sacarle placer a cualquier momento, veo comida consistente y buen vino de Cangas, nada de barritas energéticas ni cositas coloreadas envueltas en plástico.
Tras esta pausa retomamos la ruta en dirección al pueblo de Riomolín. En este camino las aguas revientan por todas las partes, bajando ladera abajo y sumándose al Río Molino que serpentea a cotas inferiores en dirección al pueblo de Vegameoro. Seguimos hacia Riomolín y vemos como por el sur se cierra ante nosotros el valle, en la zona denominada de Las Fanas. Esta zona es de mucha pendiente y antiguamente el pueblo segaba la hierba carriza que nacía en esta inclinada ladera. Esta cosecha entrañaba bastante peligro ya que cualquier resbalón podía hacer que el segador se precipitara de forma violenta hacia cotas inferiores. Esto demuestra lo encajado que esta este pueblo entre dos laderas de pronunciada pendiente, talladas con fuerza por el río Molino. Este pueblo es otra fotografía obligada por su singularidad natural.
Bajamos por la carretera que trascurre al lado del río con vistas a un recortado valle con prados bien conservados y llegamos al pueblo de Vegameoro que está situado al lado de la unión de los dos ríos, el río Molino y el de Naviego. Este pueblo, esto es una opinión personal, es espectacular, tiene una construcción muy bien adaptada a la base de la montaña, las casas están bien cuidadas y restauradas y tiene una fotografía perfecta por el paisaje que tiene de fondo.
Desde Vegameoro ya solo nos resta subir en dirección a la Chabola de Vallado <<acceso desde este enlace a información de Chabola de Vallado>>, para acabar la ruta. Este bar fue antigua posada de arrieros, hoy esta regentada por Valentín que nos quitará la sed con cualquier refresco. Se puede visitar también la antigua cocina tradicional que tiene bien conservada o salir a la terraza que se sitúa al sur del bar, con vistas al camino andado en esta ruta.
Estando relajado en la terraza de la Chabola, reflexiono y una vez más me doy cuenta que por mucho que se describa una ruta de este tipo, es imposible transmitir con fidelidad la cantidad de matices que se ven en el camino.
De nuevo me inclino a hacer muchas fotografías que son más fieles y dan mejor idea del espectáculo natural que se anda por lo que dejo aquí este vídeo con una selección de fotos relacionadas.
RUTA CIRCULAR POR CONTORNOS DE CORROS
- Opción 1.- Cotas altas Pico del Fraile, dificultad media—21 km.
- Opción 2.- Cotas bajas hacia Riomolín, dificultad baja— 16 km.
Enrique R.G. Santolaya.