Historia y presente de la minería en Cangas del Narcea
El socio del Tous p@ Tous Enrique Rodríguez García (Santolaya) nos ofrece (mayo de 2010) una historia breve y muy personal de la minería en el concejo de Cangas del Narcea. El esplendor de esta actividad en la segunda mitad del siglo XX trajo consigo un momento de crecimiento económico y de auge vital que será difícil que vuelva a nuestra tierra. En esta noticia, Enrique aporta datos históricos y económicos, que muestran el alza y el declive de la minería, y recuerdos personales del ambiente que se vivía en Cangas en aquellos años de bonanza.
HISTORIA Y PRESENTE DE LA MINERÍA EN CANGAS DEL NARCEA
por Enrique Rodríguez García (Santolaya)
El desarrollo del concejo de Cangas del Narcea en estas últimas décadas, desde los años sesenta del siglo XX en adelante, está unido directamente con la explotación minera del carbón. El acceso a unos ingresos importantes por parte de la población local permitió una época de esplendor económico en la zona, que aún hoy es difícil de sustituir. Aquello ya se terminó, aunque la minería actual, los prejubilados y los fondos mineros todavía generan unos ingresos y unas inversiones importantes en el concejo.
Para explicar los comienzos de este proceso minero nos tenemos que trasladar a una época en la que España sufre un cambio importante en la forma de pensar y gobernar. Es la época de Carlos III (1716 – 1788). Este rey proyecta aplicar en España los principios de la Ilustración que se estaban defendiendo en Europa y nombra para esta tarea a un político excepcional: Pedro Rodríguez de Campomanes (1723 – 1802), nacido en Santa Eulalia de Sorriba (Tineo), e hijo de una familia de hidalgos pobres.
Un ministro como Campomanes que no procedía de la aristocracia; que tuvo que empezar su vida al margen de rangos de privilegios, que tuvo que trabajar duramente para obtener sus títulos y conseguir su carrera, además de demostrar una capacidad excepcional de trabajo y de conocimiento de los temas que trataba. Era admirador de Voltaire y se presentaba como un hombre de la Ilustración. Creía esencialmente en la razón y en los resultados, su filosofía era una filosofía utilitaria: la mayor felicidad para el mayor número de personas. Era enemigo de los privilegios y evidentemente contrastaba bastante con sus antecesores. Campomanes y sus contemporáneos marcaron una época de sueños de reforma, educación e ilustración. Desgraciadamente, quienes los siguieron hicieron retroceder aquellos avances sumiéndonos en un tortuoso siglo.
Las ideas de Campomanes dieron pie a que otros destacados asturianos de la misma época y con similares inquietudes, pusieran los cimientos para desarrollar una incipiente industrialización en Asturias. El ejemplo más significativo lo tenemos con Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), natural de Gijón, y en el occidente de Asturias con Joaquín José Queipo de Llano, quinto conde de Toreno (1727 – 1805), nacido en Cangas de Tineo (hoy Cangas del Narcea). El conde de Toreno puede ser considerado como el primer autor interesado en la investigación científica de los recursos geológicos en la región; fue promotor de la Sociedad Económica de Amigos del País de Asturias, en Oviedo, investigó y publicó una relación de yacimientos mineros de Asturias en 1785.
En los discursos del conde de Toreno, pronunciados en la mencionada sociedad en los años 1781 y 1783 e impresos en Madrid en 1785, se describe minuciosamente todo tipo de minerales, se ofrecen indicios sobre yacimientos de carbón, amianto, se destacan los mármoles de Rengos y se da noticia de otros minerales descubiertos por él en la región.
Las referencias al concejo de Cangas del Narcea en la obra del conde de Toreno son muy numerosas. Una de ellas dice:
“inmediata al lugar de Burracan, distante un quarto de legua de la villa de Cangas de Tineo, se halla una mina de antimonio de extraordinaria abundancia. Está al oriente, en el camino que pasa desde el lugar de Robledo al expresado Burracan, junto a una capilla, que se intitula del Ángel. En la misma jurisdicción y concejo, entre los lugares de Tandes y Bruelles del Partido de Sierra, y camino que media entre ellos, hay otra mina del mismo mineral, muy abundante a lo que demuestra”.Menciona en el lugar de Fuentes de Corveiro “una cantera abundantísima, que produce piedras de diversos y hermosos colores”. Las canteras son una de las predilecciones del conde:
“En el lugar del Pueblo de Rengos, parroquia de San Juan de Vega, hay otra cantera de mármol blanco, que viene a ser una montaña entera, titulada la Peña de San Andrés, que predomina al río Narcea, y remata en un calero. […] Muy inmediata a la misma cantera se halla otra bien abundante de mármol negro con vetas cenicientas, tan fino como el antecedente”.En sus conclusiones escribe el conde de Toreno:
“en vista de una relación tan extensa, con las muestras que he manifestado de los minerales, mármoles y demás producciones que contiene, es indudable que merecen el mayor aprecio: que su beneficio podría utilizarnos en crecidos intereses es constante; y que si nos aplicásemos con desvelo a tan importantes reconocimientos, se hallarían otros muchos, es infalible”.Todos estos conocimientos permitirán medio siglo después el nacimiento de una industrialización en la zona central de Asturias; pero en los concejos del occidente, en nuestra zona de Cangas del Narcea, fue imposible que ésta se desarrollara, aún teniendo conocimiento de los recursos minerales que ofrecía nuestro concejo. Esto ocurre principalmente por estar lejos de los centros de consumo y distribución, a lo que hay que añadir las pésimas comunicaciones que poseía esta zona.
En años posteriores, otro cangués que también perteneció a la Sociedad Económica de Amigos del País de Asturias y nació en el pueblo de Santa Eulalia de Cueras, José F. Uría y Riego (1819-1862), desde su cargo como Director General de Obras Públicas, intentaría con gran empeño solventar en lo posible estas deficiencias de comunicación del concejo de Cangas.
Todos estos esfuerzos no consiguieron arrancar la explotación del carbón en la zona occidental de Asturias hasta la década de los años cincuenta del siglo XX, en la que solo hay algunas empresas explotando de una forma casi artesanal minas de la zona con producciones poco significativas. El carbón extraído se llevaba a embarcar a Pravia para, desde allí, transportarlo a los diferentes centros de consumo.
El salto cualitativo y la fecha clave del desarrollo de la minería del carbón en Cangas del Narcea es 1965. En esta fecha se inaugura la Central Térmica de Unión FENOSA, en Soto de la Barca (concejo de Tineo), con un primer grupo de 65 MW de potencia, que se alimentaba con carbón de explotaciones próximas. Posteriormente, en 1969, empieza a funcionar el segundo grupo de 166 MW de potencia y en 1984 se puso en marcha el tercer grupo de 364 MW. El consumo de esta central térmica fue el revulsivo para que crecieran empresas que explotarán de forma racional la riqueza de carbón de la comarca. La central, al estar cerca de los centros de producción, elimina el principal problema de la zona que son sus comunicaciones; la energía se genera dentro de la cuenca carbonífera y se trasporta a los centros de consumo por la red eléctrica instalada.
A este acontecimiento hay que añadir otra causa que favorecería el desarrollo minero de la zona: la crisis del petróleo de 1973, con el espectacular encarecimiento de su precio, que obligó al gobierno español a diseñar (con cierto retraso) el Plan Energético Nacional (PEN) en 1979. El carbón adquiere un gran protagonismo, con la apuesta por el mercado de la generación de electricidad termoeléctrica.
Este es el momento de esplendor de la cuenca de Cangas del Narcea, empresas como Antracitas de Gillón llegan a tener 1.150 mineros en estos momentos. Los sueldos se incrementan, el paro en la comarca no existe, se alquilan pisos, locales e incluso se restauran cuadras antiguas en los pueblos para acoger a los mineros que vienen a trabajar a la zona. Todo lo que es vendible se quita de las manos; los ganaderos venden con facilidad sus terneros, matanzas, leche, patatas; los bares y el ambiente nocturno funcionan todos los días de la semana (algunos recordamos cómo la gente de Tineo, Villablino y otras zonas limítrofes se trasladan a Cangas el fin de semana debido al gran ambiente que existe en la villa). Las tiendas de ropa y otros servicios movían tanto género como cualquier local en el centro de Oviedo. La construcción resurge con fuerza, los pisos se venden sobre plano, ya financiados antes de ser construidos. En coches se compran los últimos modelos y con la máxima potencia. Las casas en los pueblos son restauradas o construidas de nuevo y no se escatima en gastos: tienen que ser grandes y suntuosas. Desde Oviedo empiezan a referirse a Cangas del Narcea como la “comarca del oro negro”.
Los que en aquel momento estábamos estudiando, y como suele ocurrir con los estudiantes, el dinero no sobra, no podíamos seguir el ritmo de los amigos que trabajaban en la mina. Evidentemente no podíamos acceder a comprar aquellos coches Seat de gran cilindrada: 1400, 1500, 1600 y, no recuerdo bien, pero seguro que había hasta Seat 3000 o más.
El ambiente en Cangas era impresionante, recuerdo cuando en la discoteca Zaycor, en El Reguerón, no se podía pasar, no cabía una persona más en el local y esto, en mayor o menor medida, ocurría en todos los locales de ocio de Cangas.
Aparecen en estas décadas los principales nombres de empresas y empresarios asociados a este desarrollo minero en Cangas del Narcea:
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En la cuenca de Carballo, empresas como Minarsa, Antracitas del Acebo y Antracitas de Cibea.
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En la cuenca de Rengos, empresas como Antracitas de Gillón, Antracitas de Rengos (Carmencita), Carbonífera del Narcea (Carbonar), Pire Minas, Coto Minero del Narcea, Minero-Astur, Mina Juan, Carbolasa, y empresarios como Domingo Martínez Juan, Efrén Cires Suárez, Antonio García Simón y otros.
El declive de esta minería se inicia al finalizar el siglo XX y va paralelo a las decisiones políticas de reconversión, marcadas desde directrices comunitarias. No entraré a valorar todo el proceso de reconversión minera ni sus causas por ser muy extenso y salirse fuera del propósito de este artículo; me limitaré solamente a señalar las repercusiones que esta reconversión tiene en nuestro concejo.
En el gráfico siguiente se ve claramente la disminución de empresas y mineros que sufre la minería canguesa a finales del siglo XX y principios del XXI. Paralelamente, también se puede observar la disminución de la población del concejo como consecuencia directa de este proceso.
Hay tres momentos claves que marcan este proceso de reconversión. En 1978 sólo la mina de Gillón tenía trabajando en sus explotaciones 1.150 mineros, en 1986 sumando todos los mineros de la zona daban una cifra de 1.945 mineros. A partir de aquí el declive empieza a mostrarse de forma acusada, cerrando minas como Minarsa, Pire Minas, Mina Juan, Carbolasa, Antracitas del Acebo, Antracitas de Cibea, Minero-Astur, Carmencita y la mítica Antracitas de Gillón que cierra en 2005. A partir de esta fecha se mantienen en la zona dos minas: Coto Minero del Narcea, hoy perteneciente al grupo Uminsa de Victorino Alonso, y Carbonar. Esta última es la más representativa desde el punto de vista de la producción y la plantilla, ha hecho un gran esfuerzo de investigación y desarrollo, mecanizando todo el proceso productivo con sistemas automarchantes de arranque de carbón con rozadora y sostenimiento de techo con pilas escudo autodesplazables.
El actual Plan del Carbón 2006-2012 persigue encauzar el proceso de ordenación de la minería del carbón, teniendo en cuenta los aspectos sociales y regionales derivados de la misma, así como la necesidad de mantener una determinada producción de carbón autóctono, que, en caso de crisis energética, garantice el acceso a estas reservas.
Los principales proveedores de petróleo y gas son: Argelia, Arabia Saudí, Rusia, Liberia, Nigeria e Irán, países que dibujan un mercado muy inestable.
Esto quedó demostrado con la espectacular subida del barril de petróleo y del gas que se produjo en 2008, poniendo en serios problemas a las economías que tienen gran dependencia de dichos productos. Otro factor a tener en cuenta es que en España el carbón es la única energía propia que no depende del exterior, exceptuando las energías renovables todavía en fase de expansión y la energía nuclear que tiene un amplio rechazo social. Esto permite pensar que mientras que el MIX energético español siga utilizando un porcentaje de energía termoeléctrica generada por carbón, se pueda seguir manteniendo esta minería en la zona, que aunque no tiene el volumen de sus años de esplendor, todavía genera una riqueza difícil de sustituir en nuestro concejo de Cangas del Narcea.
¿Cuándo empieza el descenso de las actividades mineras en Cangas debido a la reconversión industrial en los 80 o a finales de los 90?
Años 90: https://www.youtube.com/clip/UgkxOtpmrsWfg1uompUR5Oa8KUmd5DMP5VB5