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1894, año de inicio de la costumbre de plantar el «arbolón» en Cangas del Narcea

Fragmento de la charla que el autor dio en el Teatro Toreno el 19 de noviembre de 2002 en los actos de celebración del primer centenario de la Sociedad de Artesanos de Cangas del Narcea.

Arbolón plantado ante la capilla del Carmen en Ambasaguas, junio de 2022. Foto: José Ramón Puerto Álvarez

Si la devoción a los santos y las vírgenes cambia y no es inmutable a lo largo de tiempo, a las fiestas, que se celebran en su honor, les sucede algo parecido. Las fiestas están formadas por unos elementos que tienen un significado y una función determinados: procesiones, misas, comidas, actividades rituales, vestidos, juegos, bailes, música, hogueras, iluminaciones y fuegos artificiales. Todos estos actos tienen su significado y a través de ellos se retrata la sociedad. Algunos de estos elementos cambian fácilmente otros se resisten mucho más. Los elementos que  pierden sentido o funcionalidad desaparecen. Por ejemplo, en las fiestas del Carmen el baile ha cambiado en los últimos cien años del modo siguiente. En el último tercio del siglo XIX, había dos bailes: uno para la gente de los pueblos y los artesanos que se hacía delante de la capilla del Carmen, alrededor de una hoguera y con música de gaita y tambor, y otro baile en el casino para los burgueses y aristócratas; el siglo XX, trae la verbena con bandas de música y más tarde orquestas; las verbenas se extienden por toda la villa: los Nogales, la Vega, la calle Mayor, el Paseo, y en ellas bailan los padres y los hijos; pero a fines del siglo XX las verbenas van perdiendo interés para los mas jóvenes, que se refugian en las salas de fiestas y las discotecas, y ahora la fiesta se celebra en el centro de la villa delante de los bares y con música grabada.

Aparecen también en las fiestas elementos y ritos nuevos que en poco tiempo se consideran «de toda la vida» y a los que se les aplica el adjetivo de tradicionales. Por eso, en antropología se utiliza mucho el concepto de «tradición inventada» o «el invento de la tradición», y es que esta es una constante en todos los pueblos. Sin embargo, aunque se olvide, todos los actos que se incorporan a la fiesta tienen su primer día, el asunto es poder conocer cuando sucedió y por qué, y eso en muchos casos solo puede saberse a través de documentos escritos y noticias de periódicos, porque la memoria de los humanos es limitada y caprichosa.

Porteando el Arbolón, junio de 2022. Foto: José Ramón Puerto Álvarez

Por ejemplo, el arbolón que se coloca la noche de San Pedro delante de la capilla del Carmen en Ambasaguas. La costumbre de cortar un árbol y colocarlo delante de las iglesias o en plazas en muy frecuente en Castilla y otras regiones españolas y europeas. Son los conocidos mayos, que se plantaban en los meses de mayo o junio y en origen eran un rito con un claro significado agrícola relacionado con la fertilidad de la tierra y la vida. En Asturias, ritos como este sólo son frecuentes en varios concejos del oriente, sobre todo en Llanes, donde se denomina a este árbol joguera; hoy, se corta y planta un alto eucalipto, pero antiguamente este árbol era un humero o aliso. Pero no solo cambió la especie del árbol, sino también el sentido del rito, porque en la actualidad no tiene nada que ver con aquel viejo sentido agrícola y se ha convertido en un rito social que identifica a los pueblos y a los bandos de Llanes.

En el resto de Asturias, sin embargo, esta costumbre no se practica y todos los rituales relacionados con ella se llevan a cabo en la noche de San Juan. En los concejos del suroeste de Asturias ningún pueblo corta y planta un árbol como nuestro arbolón o las jogueras de Llanes. Y no olvidemos que el concejo de Cangas del Narcea y los de los alrededores son algunos de los más visitados desde fines del siglo XIX por  folcloristas y lingüistas por la pervivencia de costumbres antiguas. En definitiva, la costumbre del arbolón es un hecho aislado cuyo origen  ha extrañado a los investigadores que han escrito sobre él. La respuesta a su existencia y al comienzo de esta costumbre puede estar en la noticia siguiente, que he tenido la suerte de encontrar en el periódico local El Eco del Occidente, del 26 de junio de 1894, que tiene que ver además con la Virgen del Carmen, que es en definitiva la que nos reúne hoy aquí. Se titula «Costumbre en desuso», y en ella su autor anónimo se lamenta de la desaparición de la tradición de enramar las fuentes por San Juan y se congratula por la «cosa nueva» de plantar «un gigantesco y esbelto humeiro», con un magnífico ramo de flores en su centro, delante de la capilla del Carmen en Ambasaguas. La noticia dice lo siguiente:

«Antiguamente, durante la noche de la verbena de San Juan, solían los enamorados vecinos de esta población colocar en el exterior de los balcones de las habitaciones de sus amadas lindos y bonitos ramos de flores […] Hoy, desafortunadamente, va desapareciendo de entre nosotros costumbre tan antigua, tan popular, tan tradicional y tan española. […] podemos asegurar que tan hermosa tradición ha caído, como otras muchas, en desuso en esta villa; y tanto, que en el presente año no hemos visto ni oído hablar siquiera de la colocación de un solo ramo de la significación de aquellos a los cuales venimos refiriéndonos.

Sin embargo, una cosa nueva hemos presenciado con verdadera alegría. Fue el haber visto junto a la puerta principal de la Iglesia de Ambasaguas, arrabal de esta población, un gigantesco y esbelto humeiro; que ostentaba, majestuoso, en su centro, un magnífico ramo de muy lindas y variadas flores. Unos cuantos jóvenes devotos de Nuestra Señora del Carmen, existente en dicha iglesia, lo habían trasladado allí, dedicándolo a la Virgen, quien no dudamos lo habrá recibido y aceptado con singular complacencia.

Aplaudimos sinceramente la feliz idea de los jóvenes que pusieron el indicado ramo, por haber demostrado con dicho acto que sus corazones aman de verás a María. Y hacemos fervientes votos porque la costumbre tradicional de que nos ocupamos vuelva a guardarse entre nosotros. Que es muy grato para los pueblos el conservar las costumbres tradicionales cuando estas son buenas.»

En definitiva, desaparecen unas costumbres y aparecen otras que las sustituyen. Esa es la historia de la tradición y de la humanidad.


Juaco López Álvarez
Cangas del Narcea, 19 de noviembre de 2002


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Lágrimas, sollozos y suspiros por la supresión de la parroquia de Ambasaguas en 1891

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Barrios de Ambasaguas o Entrambasaguas, El Cascarín y el Barriu Nuevu desde la plaza la Oliva, 1899. Fotografía de Luis Muñiz Miranda. Col: Juaco L. A.

Hasta finales del siglo XIX, el territorio que hoy ocupa la villa de Cangas del Narcea se repartía en tres parroquias: la parroquia de Santa María de Ambasaguas o Entrambasaguas, la de Santa María Magdalena de Cangas y la de Santa Marina de Oubanca a la que pertenecía El Fuejo.

La primera era la más antigua, y era la sucesora de la antigua parroquia de San Tiso de Cangas que en el siglo XVII se trasladó a Ambasaguas; estaba formada por los barrios de Ambasaguas, El Cascarín y El Corral, y los pueblos de L.lamas y Curriel.los. Todos los vecinos de estos lugares iban a los oficios religiosos de la iglesia de Ambasaguas, y se enterraban en el cementerio que había en este barrio.

En cuanto a la parroquia de Santa María Magdalena, se fundó en 1255 con la creación de la villa de Cangas a partir de la carta puebla que otorgó el rey Alfonso X el Sabio. Esta feligresía solo comprendía las calles y plazas del casco urbano, y estaba rodeada por la parroquia de Ambasaguas, que desde el siglo XI al XVI perteneció a un coto señorial del monasterio de Courias.

En 1884 es nombrado obispo de la Diócesis de Oviedo fray Ramón Martínez Vigil (1840-1904), que fue un prelado muy reformador. Una de las reformas que emprendió fue la de las parroquias asturianas, que era una necesidad desde finales del siglo XVIII debido al aumento del número de habitantes y al crecimiento de muchas poblaciones. La reorganización de las parroquias se hizo con el fin de satisfacer las demandas de los creyentes, y con este fin se crearon parroquias nuevas, se unieron otras y se desgajaron antiguas hijuelas. Este proceso, que fue laborioso y requirió mucha diplomacia, comenzó en 1886 y culminó en 1891; en Cangas del Narcea trajo consigo una parroquia nueva: la de L.larón, que se separa de la de Veiga de Rengos, y la supresión de la de Ambasaguas, que se une a la de la villa de Cangas.

La desaparición de la parroquia de Ambasaguas no fue bien recibida por sus feligreses. La noticia la dio el párroco durante una misa y causó “la mayor tristeza”, y “no faltaron lágrimas, sollozos y suspiros”. Los vecinos de la parroquia intentaron evitar su desaparición y escribieron en enero de 1892 una instancia al Obispo solicitándole que diera marcha atrás. La solicitud se la remitieron el 14 de febrero a Antonio de Llano, vecino de Oviedo, con la siguiente carta:

Se desea que la adjunta solicitud o instancia, promovida por los vecinos de la parroquia de Ambas-aguas, sea entregada a un procurador eclesiástico, bien a D. Pedro Manuel Fernández o a quien él crea conveniente con el fin de que dicho procurador la presente al Tribunal, rogando al Señor N. diga si hay necesidad de mandarle un poder al procurador. También se suplica haga cuanto pueda para obtener un buen resultado.

Esta solicitud es la que publicamos hoy en la web del Tous pa Tous. En ella los vecinos manifiestan sus sentimientos sobre su parroquia, la relación con la parroquia de Cangas y reivindican su identidad frente a esta parroquia. Los más afectados por la medida fueron los vecinos del barrio de Ambasaguas, pues este cambio les suponía perder el privilegio de vivir junto a un templo parroquial y también un perjuicio económico, pues los comerciantes y propietarios de bodegas del barrio verían reducida su clientela y menguado su negocio. Al final, su intento ante el Obispo no sirvió para nada y la parroquia de Ambasaguas desapareció.


Solicitud de los vecinos de Ambasaguas para evitar la desaparición de su parroquia

Exmo. Ilmo. y Rmo. Sr. Obispo de Oviedo.

Los que suscriben, vecinos de la parroquia de Ambas-Aguas, arrabal de Cangas de Tineo, Arciprestazgo de ídem, Diócesis de su digno cargo, a Vuestra Excelencia Ilustrísima y Reverendísima con la debida consideración y mayor respeto humildemente exponen:

Que al ofertorio de la misa de día de hoy se ha leído el Decreto de supresión de esta parroquia y su anexión a la de Cangas, causando la mayor tristeza tanto en el celebrante como en los oyentes; y, no obstante omitirse todo comentario, al despedirse en pocas palabras el Señor Cura de la parroquia no faltaron lágrimas, sollozos y suspiros, y habría bastantes desmayos si el Señor párroco no se hubiera concretado sencillamente a despedirse de sus feligreses.

Estos están sumamente afectados con la supresión del culto divino en la Iglesia en que siempre han practicado los ejercicios religiosos, y han sido bautizados, lo mismo que sus  causantes y sucesores. Le tienen una fe entrañable y principalmente a su patrona Nuestra Señora del Carmen, cuya festividad se celebra el 16 de julio; y a pesar de no ser día de Santo es tanta la devoción que se profesa a la Virgen del Carmen, no solo por los vecinos de esta parroquia sino por las de las inmediatas y especialmente por los habitantes de Cangas de Tineo, que no hay en todo este partido judicial función tan solemne y concurrida como la del Carmen, a la que desean concurrir, haciendo un sacrificio, muchos de los vecinos de la villa y concejo de Cangas que se hallan ausentes del país, guardando el día de Santo todos, absolutamente todos, los cangueses; no sucediendo lo mismo con la festividad de la patrona de Cangas, que es Santa María Magdalena, pues no tiene comparación el entusiasmo (y es frecuente ver trabajar el 22 de julio a bastantes jornaleros de Cangas). A tal punto llega la devoción con la Virgen de Ambas-Aguas, que se celebra solemne y concurrida novena, y en las procesiones anuales, de mañana y tarde, llevan a hombros la imagen, desde la Iglesia de Ambas  Aguas a la de Cangas y viceversa, cuatro de los más distinguidos cangueses. En la iglesia Colegiata de Cangas hay imagen y capilla de Nuestra Señora del Carmen, pero no se celebra su fiesta; y en cambio los vecinos de Cangas, que pueden, hacen celebrar por sus familias un oficio a la Virgen del Carmen de Ambas Aguas el sábado siguiente al día en que fallece algún individuo de su familia, celebrándose, además, bastantes aniversarios o cabo de año por los de Cangas en la Iglesia de Ambas-Aguas.

Es esta Iglesia tan sólida y bonita en lo que ocupa, como la que más de Asturias, y está situada entre los ríos Narcea y Luiña, pagando el alumbrado permanente de la lámpara Don Lorenzo de Llano Flórez por fundación de un antepasado suyo; por todo lo que profesan los feligreses de Ambas Aguas profunda fe y cariño a su patrona y a su iglesia y no pueden ver, sin que se contriste su ánimo, la supresión de la parroquia tanto más cuanto que estando situada en su mayor parte entre dos ríos, como queda indicado, es frecuente, si aumenta el caudal de aguas, la incomunicación con Cangas, como sucedió en marzo de 1888, cuando el deshielo de la nevada que tan triste memoria dejó para Asturias; pues entonces, la crecida de los ríos tenía incomunicada la parroquia de Ambas Aguas y si se necesitaran auxilios de Cangas era imposible lograrlos.

Por otra parte, no es mucho que los exponentes tengan entrañable cariño del cementerio de Ambas Aguas, en el que reposan las cenizas de sus padres, hijos, cónyuges, hermanos, parientes y amigos, y al que desean ir a descansar cuando Dios sea servido llamarles así. Además, el cementerio de Cangas está dentro de la villa, rodeado de caserío, detrás de la iglesia parroquial, y es de reducidas dimensiones, hasta el punto de que para inhumar unos hay que exhumar otros, dándose además el triste espectáculo de haberse derrumbado su muro varias veces y especialmente en la citada época de marzo de 1888, dejando al descubierto los restos de algunos feligreses, si es que en parte no fueron detrás del muro.

No solo es de necesidad para los vecinos de Ambas Aguas y sus arrabales de El Cascarín y Llamas la existencia de la parroquia y celebración de oficios divinos en su Iglesia, sino de mucha utilidad para los vecinos inmediatos de Cangas y para los del Valle de Rengos y Montaña del Pando que asisten con bastante frecuencia.

No se ha de ocultar, sin embargo, que los vecinos del barrio del Corral y pueblo de Curriellos pasan por Cangas para ir a Ambas Aguas, pero así la prefieren y la desean con mucho gusto, por los afectos que tienen a su patrona y a su Iglesia, y tanto a estos vecinos como a los restantes, o sea a los de Ambas Aguas, Cascarín y Llamas, se les originarán incalculables perjuicios y trastornos en las familias, si se realiza la supresión de la parroquia; debiendo manifestar, con verdadero dolor, que no puede calcularse a donde llegarán los trastornos y perjuicios; y en cambio no se ve beneficio para nadie.

Grande ha sido la emoción experimentada al hacerse saber oficialmente la supresión de esta parroquia, pero no será menos grande la satisfacción que se recibirá si Vuestra Excelencia Ilustrísima y Reverendísima se digna reformar su decreto y dejar subsistente la parroquia en el ser y estado que antes tenía; o cuando menos con los barrios de Ambas Aguas, Cascarín y Llamas; y semejante favor no se borrará jamás de la memoria de los solicitantes que se hallan dispuestos no solo a ratificarse en esta exposición sino a concurrir ante su digno y virtuoso Prelado, si la tuvieren por  conveniente para que se persuadiese mejor de la sana intención de los feligreses de Ambas Aguas y de la fe y cariño que profesan a su  excelsa patrona y  a todo lo que pertenece a su Iglesia.

Por tanto

Suplican rendidamente a Vuestra Excelencia Ilustrísima y Reverendísima tenga a bien dejar sin efecto la supresión de la parroquia de Ambas Aguas, mandando quede subsistente y continúen las cosas en el ser y estado que tenían, quedando al frente de la misma el virtuoso y digno Señor Cura párroco D. José Mª Ordás y Álvarez con quien también están encariñados hasta lo indecible por las relevantes prendas que le donan y distinguen.

Gracia que esperan merecer de Vuestra Excelencia Ilustrísima y Reverendísima, cuya vida conserve el Cielo dilatados años para bien de esta Diócesis.

 

Ambas Aguas 31 enero 1892


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Padre Luis Alfonso de Carballo

Entrevista realizada a nuestro presidente Juaco López Álvarez y emitida en Onda Cero Cangas del Narcea el 7 de junio de 2011 con motivo del acto a la memoria del cangués Luis Alfonso de Carballo.



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Juaco López, presidente del Tous pa Tous, dirigiendo unas palabras a los asistentes al acto en memoria del Padre Carballo.

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Padre Luis Alfonso de Carballo, 1571 (Entrambasaguas, Cangas del Narcea) – 1635 (Villagarcía de Campos, Valladolid)

Ambasaguas, hacia 1910, barrio natal de Luis Alfonso de Carballo. Foto de Enrique Gómez. Col. Martín Carrasco Marqués.

Su nombre era Luis y sus apellidos Alfonso de Carballo, aunque todo el mundo lo conocía como padre Carballo. Nació en 1571 en el barrio de Entrambasaguas, en Cangas del Narcea, donde pasó su infancia y juventud. En esta villa trabajó como maestro, enseñando a leer e impartiendo clases de Humanidades, y también se aficionó a la literatura. Estudio para eclesiástico, seguramente en el monasterio de Corias, y se ordenó sacerdote en 1595; al parecer, su primera misa la dio en el Santuario del Acebo. En 1601 es clérigo rector de Villarrodrigo de Ordás, un pequeño pueblo situado al norte de la ciudad de León, y unos años más tarde se traslada a Oviedo. En 1613 es rector del Colegio de San Gregorio de esta ciudad, dedicado al estudio de Gramática y Latinidad, y profesor de Humanidades en la Universidad de Oviedo, que acababa de fundarse en 1608. En 1616, a los 45 años, ingresa en Monforte de Lemos (Lugo) en la Compañía de Jesús. A partir de entonces residió en varios colegios de esta orden religiosa, siempre impartiendo clase de Humanidades: Monterrey (Orense), Logroño, León, Segovia y Villagarcía de Campos (Valladolid), donde muere en 1635.

En vida solamente publicó el libro titulado Cisne de Apolo, de las excelencias y dignidad y todo lo que al Arte Poética y versificatoria pertenece, que se editó en Medina del Campo en 1602, y es, según el investigador Alberto Porqueras, el tratado sobre el arte de escribir poesía más importante del siglo XVII español. Este estudio, como señala el mismo Porqueras, fue concebido y escrito por Carballo en su villa natal. Puede consultarse en Internet el estudio preliminar de este investigador a la edición de Cisne de Apolo (1997).

Junto a su afición a la literatura esta su interés por la historia y la genealogía. Realizó las genealogías de algunos de los grandes linajes asturianos, muy vinculados a Cangas del Narcea, como los Valdés y los Omaña, y sobre todo escribió la esplendida obra Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias. Para documentar estas Antigüedades empleó información tomada de muchos archivos de monasterios, iglesias, catedrales y particulares de Asturias, León y Galicia. La obra estaba concluida en 1613, pero no irá a la imprenta hasta 1695, cuarenta años después de fallecer su autor. El motivo de no publicarse en vida del padre Carballo fue, según el citado Alberto Porqueras, la negativa que obtuvo del padre general de la Compañía de Jesús, que consideró que este estudio podía molestar a miembros de la nobleza, clase muy preocupada en aquellos tiempos por sus orígenes y sus genealogías, que eran los principales benefactores y protectores de los jesuitas.

Según Máximo Fuertes Acevedo, la obra se editó en Madrid en 1695 “gracias a la solicitud y amor a la provincia de Asturias” del jesuita Álvaro Cienfuegos y Sierra, cuya publicación “dispuso y dirigió” él personalmente. Este jesuita, que llegó a ser cardenal, había nacido en Agüerina (concejo de Miranda) en 1657 e ingresó en la Compañía de Jesús en 1692. Falleció en Roma en 1739. La primera edición de Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias puede verse a continuación. También puede descargarse de nuestra Bibloteca Digital, una digitalización de este ejemplar que se custodia en la Biblioteca Estatal de Baviera, en Munich.

Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias

La obra de Luis Alfonso de Carballo fue la primera historia general de Asturias que se publicó y no volverá a repetirse un esfuerza similar hasta varios siglos después. Su Historia sigue los principios del Humanismo italiano en boga en aquel tiempo, movimiento cultural que trataba de hacer una historia rigurosa y alejada de la fábula. Para Isabel Torrente, el padre Carballo es un historiador asturiano por sus orígenes y querencias, a la par que plenamente europeo por su línea intelectual.

Firma original de Luis Alfonso de Carballo. Con esta prueba se despeja cualquier duda sobre si su segundo apellido debe escribirse con B o con V

Otro estudio histórico del padre Carballo, que permaneció inédito hasta 1878, fue su “Discurso sobre la merindad de Asturias”. En esa fecha, Fuertes Acevedo lo publicó, con unas notas y una reseña biográfica de Carballo, en la Revista de Asturias, números 23 (15 de junio de 1878), 24 (25 de junio de 1878) y 25 (5 de julio de 1878). En nuestra Biblioteca Digital pueden consultarse los números mencionados de esta revista.

Hasta las investigaciones del profesor Alberto Porqueras, de la Universidad de Illinois (EE. UU de América), era muy poco lo que se sabía del padre Carballo. De su infancia y juventud todavía hoy lo desconocemos casi todo. Sin embargo, siempre se supo que era natural de Cangas del Narcea, porque él, en las dos obras principales que escribió, se encargó de expresarlo con claridad. En el prólogo de Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias escribe:

“Confieso que soy natural de este Principado, nacido en Entrambasaguas, arrabal de la villa de Cangas de Tineo, y codicioso de la honra de mi patria; pero no será esto parte para que deje de escribir con la mayor fidelidad y verdad que me sea posible. Y si yo alcanzase todas las verdades que la podían honrar, ningunos hechos se podían imaginar más glorioso, antes el ser natural me pone en mayor obligación de escribir con toda verdad y poner en averiguarla mayor cuidado”.

La presencia de Cangas del Narcea en la obra de Luis Alfonso de Carballo es muy grande. Cualquier circunstancia es buena para mencionar su lugar de origen. Por ejemplo, cuando escribe sobre el reinado de Alfonso X el Sabio y menciona las cartas de población que este rey otorgó en Asturias (que fueron muchas: Grado, Lena, Siero, Luarca, Somiedo, Navia, etc.), sólo menciona la de Cangas. Carballo es el único historiador conocido que tuvo en sus manos la carta puebla de nuestra villa, hoy perdida, que fue otorgada en la era de 1293, que corresponde al año de 1255. Dice el padre Carballo:

Población de la Pobla de Cangas

“Moravan por este tiempo las personas principales de Asturias derramadas por sus lugares y solares, con que estaban las cabezas de concejos y villas, que entonces llamaban poblas, yermas y sin gente, por lo cual este Rey hizo muchas mercedes y otorgó algunos privilegios a los pobladores de las tales villas, como parece por sus cartas reales. Y la villa de Cangas tiene una, confirmada por el Rey Don Enrique el Tercero, por la cual el Rey Don Alfonso el Sabio hace merced a los pobladores de la su villa de Cangas de Sierra (que así se llama) de todas las heredades que en aquel concejo tenía de su realengo, con que le han de pagar por todas ellas cada año mil maravedís de Leoneses, u ocho soldos, y un ajantar cuando fuere cada año, o quince maravedís por ajantar, e al su Ricohome que por él tuviere la tierra, e al su Merino Mayor, cuando y fueren, y con ésto les da una copiosa carta de amparo, para que sean pobladores: es su fecha en Burgos a veinte de febrero, era de 1293. Y es de notar, que siempre que nombra a Cangas, dice de Sierra, y la nombra muchas veces, y en ninguna la nombra de Tineo, como en nuestros tiempos se dice, a diferencia de Cangas de Onís”

(Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias, pág. 368)

Asimismo, las últimas páginas del libro están dedicadas al Santuario de Nuestra Señora del Acebo, donde comenta el impulso de esta devoción a partir de 1575, durante el reinado de Felipe II y la Contrarreforma, y enumera una relación de milagros que sucedieron en aquel tiempo, a algunos de cuyos protagonistas conoció él personalmente.

Para las personas que quieran saber más sobre el padre Carballo les recomendamos la lectura del libro de Alberto Porqueras Mayo, Estudios sobre la vida y obra de Luis Alfonso de Carvallo (1571-1635), editado en 1996 por el Real Instituto de Estudios Asturianos.

En la villa de Cangas del Narcea, la Biblioteca Pública y una pequeña calle en el barrio de La Veiga llevan el nombre de Luis Alfonso de Carballo. A partir de ahora, gracias a la placa que el Tous pa Tous colocará en Entrambasaguas, todos cuantos pasen o deambulen por este barrio sabrán que allí nació uno de los primeros historiadores de Asturias, y podrán recordar sus desvelos por desentrañar nuestro pasado en una época tan temprana.

Inauguración de la luz eléctrica en Cangas del Narcea, 1899

Construcción de la presa de la central de la Sociedad Eléctrica de Cangas en el río Narcea, junto al puente de Chanu / Llano, 1898

El siglo XIX es la época de la industrialización y de los grandes inventos que van a comenzar a cambiar el mundo. El ferrocarril, el telégrafo, la fotografía, el teléfono, la electricidad… son inventos de esa centuria que irán llegando poco a poco a Cangas del Narcea y cambiando (y mejorando) la vida de los vecinos. Las primeras fotografías que se tomaron en el concejo debieron hacerse hacia 1880, el telégrafo se instaló en 1886, la luz eléctrica se vio por primera vez en 1899 y el teléfono se inauguró en 1925. El ferrocarril, en cambio, nunca atravesó estas tierras, aunque muchas personas lo intentaron denodadamente. ¿Qué hubiera sido de nuestro concejo si se hubiese construido la línea de ferrocarril Pravia-Cangas-Villablino-Ponferrada?

La primera central eléctrica del mundo funcionó en Nueva York el 2 de septiembre de 1882, fue un invento de Thomas Edison. Este invento llegó a Cangas del Narcea diecisiete años más tarde, en 1899.

El 18 de julio de 1897 se lee en un pleno del Ayuntamiento de Cangas del Narcea una carta de la casa de comercio de los Sres. Caunedo, de Luarca, con una propuesta para establecer el alumbrado eléctrico en la villa. El asunto se valoró muy favorablemente, primero, por las ventajas de este alumbrado con respecto al de petróleo, “tan escaso e imperfecto, que apenas merece la pena de sostenerlo”, y segundo, porque el coste del nuevo alumbrado no era excesivamente caro: el alumbrado de petróleo costaba al Ayuntamiento 1.500 pesetas anuales y el presupuesto del eléctrico era de 2.250 pesetas. En consecuencia, nuestros regidores actuaron con gran celeridad y un mes después, el 17 de agosto de 1897, aprueban las condiciones para sacar a subasta pública el suministro de luz eléctrica para el alumbrado de la villa. El servicio se convoca por un periodo de treinta años e incluye “mil bujías de luz eléctrica distribuidas en cien focos o lámparas, que se han de colocar en los puntos que designe el Ayuntamiento”. Durante el transcurso de estos treinta años “el Ayuntamiento se compromete a no autorizar a ninguna otra empresa ni particular para tender cables, alambres ni tuberías por las calles y plazas de la villa con objeto de facilitar luz eléctrica, siendo por lo tanto privilegio del contratista”. Las horas de alumbrado con todos los focos o lámparas encendidos se establecen desde el anochecer hasta las doce de la noche en los meses de noviembre a abril, y desde el anochecer a la una de la madrugada en los seis meses restantes; pasadas las doce y la una, según los meses, el adjudicatario tenía que dar “medio alumbrado hasta el amanecer”, es decir, se apagaban la mitad de los focos.  Los gastos de instalación de la maquinaria y de toda clase de aparatos corrían a cuenta del contratista, que quedaba también autorizado para facilitar alumbrado a casas particulares y empresas. En 1899, como la energía eléctrica solo se empleaba para alumbrar y no para mover máquinas, el suministro que se ofrecía a los particulares comprendía solamente “desde media hora antes de la puesta del sol, hasta media hora después de su salida”.

Contrato de abonado de la Sociedad Eléctrica de Cangas de Tineo, 1900.

A la subasta del Ayuntamiento de Cangas del Narcea se presentaron dos ofertas: una de Porfirio Ordás Sanmarful, vecino de Ambasaguas, por 2.250 pesetas al año, que pretendía convertir en central eléctrica un molino que tenía en el barrio de Santiso, y otra de Claudio Alfonso Gómez, de Morzó, por 2.249 pesetas. Se le da el servicio de alumbrado al segundo, por ser la oferta más económica. Claudio Alfonso traspasa unos días después dicha contrata a Marcial Rodríguez-Arango González-Regueral, de Cangas del Narcea, que constituye el 12 de noviembre de 1897 la sociedad “La Eléctrica de Cangas”. Esta sociedad girará bajo la razón social de Arango, Suárez y Cosmen, y estará integrada por tres socios: Francisco Suárez Díaz (también conocido como Francisco Suárez Dóriga, que eran los apellidos del padre), vecino de Cangas del Narcea; Cándido Cosmen Cosmen, de El Puerto de Leitariegos, y el mencionado Marcial Rodríguez-Arango.

Estado actual de la central de la Sociedad Eléctrica de Cangas, en Arayón.

“La Eléctrica de Cangas” construye una central hidroeléctrica en el lugar de Arayón, a orillas del río Narcea, cuyas aguas aprovecha a partir de una presa construida junto al puente de Llano. Esta central comenzará a funcionar el 30 de junio de 1899 y ese mismo día se alumbran por primera vez las calles de la villa con luz eléctrica.

Estado actual de la presa y la entrada del canal de la central de la Sociedad Eléctrica de Cangas, en el puente de Chanu / Llano.

La central la había montado el técnico Augusto Gresnert, y su explotación en los años 1901 y 1902 estará en manos del ingeniero gijonés Victoriano Alvargonzález, que estaba especializado en esta clase de fábricas. El edificio todavía se conserva en la actualidad, aunque muy modificado, así como la presa que desde Llano conducía el agua por la margen derecha del río.

Estado actual de la central de la Sociedad Eléctrica de Cangas, en Arayón.

La central hidroeléctrica de Arayón fue la primera y la única que existió en Cangas del Narcea hasta bien entrado el siglo XX. El contrato por treinta años entre el Ayuntamiento y “La Eléctrica de Cangas” era un freno muy importante para la instalación de otros empresarios. No obstante, en 1906 los hermanos Roberto y Alfredo Flórez González solicitan al Gobierno Civil autorización “para cambiar el aprovechamiento de aguas que disfrutan del río Naviego, para fuerza motriz de un molino y destinarlo en lo sucesivo a la producción de energía eléctrica para alumbrado”. El  molino es el que aún está en la villa de Cangas, al lado del puente de piedra, y que habían comprado, junto a José Mª Díaz López Penedela, a Anselmo Gonzalez del Valle. A esta solicitud se opuso la Sociedad Arango, Suárez y Cosmen, pero el Gobierno Civil desestimó esta oposición y  autorizó a los hermanos Flórez Gonzalez a producir energía eléctrica. De todos modos, la “Hidro Eléctrica del Luiña”, que se estableció en este molino, no comenzó a funcionar hasta 1924. A  estas dos centrales se sumarán en los años veinte y treinta la “Hidro Electra de Villacibrán”, cuyo propietario era Victorino Bardal Puente, vecino de Val.lau / Vallado, y otra central en la parroquia de Cibea, así como dos más en la villa: una en el barrio de Santiso  y otra en Ambasaguas, donde la  “Eléctrica de Cangas del Narcea” inaugura el 2 de mayo de 1932 una nueva hidroeléctrica que aprovecha la estacada y la presa de la vieja central de Arayón.

El suministro de luz eléctrica ira extendiéndose muy poco a poco por todo el concejo, y no llegará a los pueblos más apartados hasta los años ochenta del siglo XX, en que puede darse por concluida la expansión de este servicio.

Recibo de la Sociedad Eléctrica de Cangas de Tineo, 1900.

Desde hace varias décadas, todas aquellas centrales hidroeléctricas canguesas están cerradas y las empresas que las sustentaban han desaparecido. La energía eléctrica que se consume en Cangas del Narcea, debido a la mejora de las redes de distribución y a la concentración de la producción en grandes empresas, procede en su totalidad de fuera del concejo. La última fábrica que funcionó fue la de Ambasaguas, propiedad de la sociedad ELCANASA, dirigida por Alfonso Rueda Rodríguez-Arango, que fue adquirida por UNION FENOSA a principios de los años ochenta del siglo XX.

Pero volvamos al siglo XIX, al viernes 30 de junio de 1899, al día aquel en el que se inauguró la luz eléctrica en la villa de Cangas del Narcea y conozcamos a través de la crónica que publicó el diario El Correo de Asturias, de Oviedo, como se vivió esa jornada:

Bendición de las máquinas de la luz eléctrica e inauguración de ésta en Cangas de Tineo

Días pasados anunciamos en nuestro periódico que en Cangas de Tineo se habían hecho con éxito satisfactorio las pruebas del alumbrado eléctrico.

Terminados los trabajos de instalación de dicha luz, los socios D. Marcial Arango, D. Francisco Suárez Dóriga y D. Cándido Cosmen, invitaron a los señores alcalde y varios concejales del ayuntamiento de la expresada villa, al señor juez de instrucción y a otros para que tuvieran la amabilidad  de concurrir al acto de la bendición de las máquinas.

Hízose ésta con toda solemnidad por el R. P. Dominico Fray Lesmes Alcalde, acompañado de los de la misma Orden y Colegio de Corias PP. Alfredo Fanjúl y Matías García, ante un concurso selecto de personas, a las seis de la tarde del día 30 de junio próximo pasado.

Terminada la bendición, trasladáronse los invitados a un hermoso campo contiguo a la fábrica del alumbrado, campo en el cual tenían los Sres. Arango, Suárez y Cosmen preparado a los invitados un suntuoso banquete, en el que abundó, entre otros suculentos y distintos platos, el incomparable jamón cangués, no escaseando los excelentes vinos -incluso el espumoso Champagne- y licores, el aromático café y buenos cigarros habanos.

Entre otros de los invitados, hallábanse los tres RR. PP. ya citados, el Sr. Juez de instrucción D. Ángel Rancaño, el municipal D. Claudio Díaz Argüelles, el abogado D. Fernando Graña Ordóñez, el exalcalde D. Manuel Rodríguez, el concejal D. Joaquín Martínez, el capitalista D. José Suárez Dóriga, D. José Alfonso, de Orallo, en Laciana, D. José Cosmen conocido por el Provisor, la señora de éste, D. Secundino Izquierdo y el inteligente práctico encargado de la instalación de la luz eléctrica D. Augusto Gresnert.

Los Sres. D. Marcial Arango, D. Francisco Suárez y D. Cándido Cosmen hicieron con exquisita amabilidad, delicada y fina atención, los honores del banquete.

Levantado éste, pasaron las relacionadas personas y otras a la fábrica del alumbrado, en la que D. Augusto puso seguidamente en movimiento las máquinas, y se vio en ella una inmejorable luz, cuya inauguración se realizó entonces, prestando desde ese momento a los particulares que la tienen instalada y al publico cangués muchos y valiosos servicios.

Después trasladóse la comitiva -excepto los PP. Dominicos que regresaron a su Colegio de Corias- a la villa de Cangas, recorriendo las plazas, calles y varios establecimientos públicos, y admirando entusiasmada, los excelentes efectos de la luz y lo muchísimo que esta hermosea y realza a la población.

Hay, pues, en Cangas de Tineo un alumbrado eléctrico de lo mejor, para cuya instalación no escatimó cosa alguna la sociedad “Sres. Arango, Suárez y Cosmen”, a quienes enviamos nuestra cordial enhorabuena, y les deseamos pingües rendimientos respecto del capital que animosos y decididos invirtieron en obra tan sumamente útil para dicha localidad.

Ahora solo falta que esa comarca vea, dentro de breve plazo, confundirse en sus hermosos valles y cañadas el ruido monótono del Narcea, con el eco civilizador del silbido de la locomotora; el día que tal suceda señalará el comienzo de una era de prosperidad y engrandecimiento de esa zona, olvidada desde hace tiempo casi por completo de nuestros gobernantes.

Parroquia de Cangas del Narcea

Cangas

Barrio de Ambasaguas o Entreambasaguas:
♦ Casa Eduardito (antes Casa de Porfirio de don Matías) ♦ Casa Fariñas (antes Casa de María del Parreto) ♦ Casa Doña Rosalina ♦ Casa Pacha ♦ Casa Pachón ♦ Casa El Parreto

Barrio de El Cascarín:
♦ Casa Adela la Berruga ♦ Casa El Araniego ♦ Casa Carmina la Serrana ♦ Casa El Cazador ♦ Casa Clavel ♦ Casa Constante ♦ Casa Corrada ♦ Casa Cura de Portiquinas ♦ Casa Erasmu ♦ Casa Esquirol ♦ Casa Félix u Ordás ♦ Casa Flora Rita ♦ Casa Guillermo ♦ Casa Ibo ♦ Casa Laico ♦ Casa Méndez de Clotilde ♦ Casa Montaño ♦ Casa Pepe Cristina ♦ Casa Pládano ♦ Casa Pozo (deshabitada) ♦ Casa Pura Mosquera ♦ Casa El Seguro ♦ Casa El Tejedor (deshabitada) ♦ Casa Zreizas

Curriel.los

♦ Casa Amao ♦ Casa Clarín ♦ Casa Cosmen ♦ Casa El Cartero ♦ Casa El Rey ♦ Casa Ignacio ♦ Casa Moirazo ♦ Casa Ramón

L.lamas d´Ambasaguas

♦ Casa Conde ♦ Casa Nieto ♦ Casa Penas ♦ Casa Perico ♦ Casa Reguera ♦ Casa Rosa ♦ Casa Santiaguín

Santiso / San Tirso

♦ Casa Antón Tanico ♦ Casa Arsanti ♦ Casa Camolo (antes Casa Bibiana) ♦ Casa El Cartero ♦ Casa Gillón ♦ Casa Linares ♦ Casa Luis del Pulgo ♦ Casa Luis Tanico ♦ Casa Milia la Obispa ♦ Casa El Nieto ♦ Casa La Obispa ♦ Casa Pepe Tanico ♦ Casa Ramón ♦ Casa Segunda Tanico ♦ Casa Victorino Tanico

Sienra

♦ Casa Adelguina ♦ Casa Corrada ♦ Casa Fariñas ♦ Casa Firme ♦ Casa y bar Granma ♦ Casa Mestas ♦ Casa Manolo el Fontanero ♦ Casa Silvino Linares ♦ Casa Vidal (prefabricada)