ARDALÍ / ARDALIZ
(Parroquia de Llumés / Limés)
Palacio de Ardalí / Ardaliz.
Escudo en forma de corazón con las armas de los Queipo de Llano: tres flores de lis y tres fajas, bordeadas por piñas (en otros escudos de este linaje se emplean racimos de uvas), y una cruz de la Orden de Santiago (de la que solo asoman el extremo superior y los laterales, el inferior esta roto) a la que pertenecieron varios miembros de esta casa desde 1639. Este escudo se labró a fines del siglo XVII.
La casa de los Queipo de Ardaliz la fundó hacia el año 1600 Diego García de Tineo y Llano, nacido en Cangas del Narcea alrededor de 1570, hijo de Juan Queipo de Llano “el Mozo” y Catalina de Valdés, natural de Salas, y sobrina de Fernando de Valdés, arzobispo de Sevilla, Inquisidor General, presidente del Consejo de Castilla durante el reinado de Felipe II y fundador de la Universidad de Oviedo. Este fundador de la casa de Ardaliz era hermano de Fernando de Valdés y Llano, arzobispo de Granada, presidente del Consejo de Castilla en el reinado de Felipe IV y fundador de la iglesia colegiata de Cangas del Narcea, y tío del primer conde de Toreno, Álvaro Queipo de Llano. Fue una época en la que este linaje de los Queipo tuvo mucho poder y riqueza.
Diego García de Tineo y Llano se casó con Teresa Pérez de Navia y en 1635 crearon un vínculo con la casa y propiedades de Ardaliz. El heredero de esta posesión fue su primogénito Rodrigo Queipo de Llano y Valdés, que en 1639 ingresó como caballero en la Orden de Santiago. Los miembros de esta casa se unirán con familias poderosas. De este modo, Diego Queipo de Llano y Valcárcel, nacido en 1650 en Ardaliz, se casó con María Teresa de Llano y Queipo, de la casa de Santa Olaya de Cueras. Su hijo Miguel Queipo de Llano se casó con Catalina Teresa Bernaldo de Quirós, nacida en Mieres en 1673 e hija del primer marqués de Camposagrado, y en segundas nupcias, en 1711, con su parienta Melchora Queipo de Llano, hija del segundo conde de Toreno. A pesar de estos dos matrimonios murió sin descendencia. Pasó la casa de Ardaliz a María Teresa Queipo de Llano Valcárcel y Cangas, que se casó con Pedro Velarde Calderón (1699-1781), nacido en Santillana del Mar (Cantabria). Estos construyeron en 1765 un gran palacio en Oviedo en la calle Santa Ana, obra del arquitecto Manuel Reguera González, que en la actualidad es sede del Museo de Bellas Artes de Asturias. El siguiente poseedor de la casa fue su hijo Joaquín Velarde Queipo de Llano, nacido en Cangas del Narcea en 1732 y coronel de Milicias del Regimiento Provincial de Oviedo, que se casó con María Manuela Navia-Bolaño. Su primogénito será el primer conde de Nava, a quien pasan todas las propiedades que tenían en Ardaliz y Cangas.