Ordenanza municipal del asturiano

La cooficialidad del bable está dando lugar a una agria polémica entre defensores y detractores de la idea.

Pero en Cangas del Narcea no debiera de haber disputa alguna. Porque, como ya escribí aquí en la entrada titulada “El asturiano y el Ayuntamiento de Cangas”, en la sesión del Pleno municipal celebrada el día 27 de septiembre de 2007 se aprobó inicialmente, con los votos a favor del PP e IU y la abstención del PSOE, la “Ordenanza Municipal Reguladora del Uso de la Lengua Asturiana en el Concejo de Cangas del Narcea”, con el argumento, según consta textualmente en el acta oficial, de que “…El uso del asturiano como vehículo de expresión y comunicación sigue siendo, después de siglos, una constante en el día a día de la gente de Cangas y de Asturias, y con el paso del tiempo se ve que cada vez hay más sensibilidad social y legislativa con las peculiaridades del hecho lingüístico asturiano, a la que este Concejo quiere sumarse en el contexto exclusivo de sus competencias.”

Esta Ordenanza, que hace mas de 14 años instauró en este concejo la cooficialidad del asturiano, está colgada en la página web del Ayuntamiento en el apartado «Normativa municipal».

Y una somera lectura de esta norma local permite comprobar:

  • Que “Será válido a todos los efectos el uso de la lengua asturiana en las comunicaciones orales o escritas de los ciudadanos y las ciudadanas con el Concejo de Cangas. Este tiene que trabajar para que los trabajadores y las trabajadoras públicas del Concejo de Cangas conozcan la lengua asturiana. El Concejo también promoverá que, en las comunicaciones orales, el personal vaya usando de manera gradual, hasta que se complete su formación, el asturiano, al no ser que el administrado o la administrada pida atención en castellano” (artículo 1).
  • Que “Todas las comunicaciones y notificaciones del Concejo de Cangas, dirigidas a las personas físicas y jurídicas, tienen que estar en asturiano y en castellano” (artículo 2).
  • Que “La lengua asturiana o asturiano es la lengua propia de Cangas del Narcea, junto al castellano, de la Administración local y de las corporaciones públicas que dependen de ella. Su uso debe regirse por lo dispuesto en esta ordenanza” (artículo 3).
  • Que “Las actuaciones internas, actas de sesiones y otros órganos colegiados y de las comisiones informativas, deben redactarse en lengua asturiana y en castellano” (artículo 6).
  • Que “Los impresos, paneles informativos, folletos, anuncios institucionales, los sellos y los tampones que dependan del Concejo, deben salir necesariamente, en forma bilingüe, en asturiano y en castellano, o solamente en asturiano cuando la publicación no venga exigida por la Ley” (artículo 8).
  • Que “Debe animarse a los cargos públicos y administrativos que dependan del Concejo a expresarse en asturiano en los actos que se celebren en el ámbito territorial del Concejo de Cangas o del Principado de Asturias cuando la intervención se haga como miembro del cargo” (artículo 16).
  • Que “El Serviciu Normalización L.lingüística, sin perjuicio de las competencias que tiene atribuidas o de las que pudiera tener  en  el futuro, debe desempeñar las siguientes funciones: 1) Hacer las traducciones que demanden los órganos y los servicios municipales o las corporaciones públicas que dependan del Concejo de Cangas. 2) Hacer las traducciones que se necesiten para el cumplimiento de lo expuesto en los artículos del 5 al 9, ambos incluidos, de la presente ordenanza (artículo 20).

Pero esta Ordenanza, que fue aprobada por el Ayuntamiento hace ya tantos años, sin embargo no se ha cumplido nunca en el mismo.

Y a pesar de su obligación legal de sancionar la infracción de las Ordenanzas Municipales y de hacer cumplir los acuerdos del Ayuntamiento,[1] lo cierto es que el alcalde-abogado nada ha dispuesto al respecto para que la Ordenanza se cumpla o, en otro caso, se derogue.

Otro incumplimiento mas de la propia normativa municipal por parte de los regidores locales cangueses.

¡¡¡ Ay de mi güey !!!


[1] Art. 21-1, n) y r) de la Ley nº 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local – BOE 3/04/1985

La co-oficialidad del bable

Hoy no escribo sino que me limito a reproducir un magnífico artículo de Doña LIOBA SIMON SCHUHMACHER, profesora de la Universidad de Oviedo, que data el día 24 de septiembre de 2019.

Las lenguas están para que la gente se comunique, se entienda, se intercambie. Sin embargo, hay excepciones, como la que podría darse en Asturias: la lengua compuesta que algunos pretenden implantar con carácter oficial, sin el consenso social que requeriría un asunto tan trascendental, supondría una muralla divisoria, no solo de cara a las comunidades limítrofes, al resto de España y del mundo, sino también entre la propia gente de aquí.

Por toda Asturias, y desde siempre, se escuchan formas de hablar, variantes y giros, que enriquecen la comunicación. Llingua, bable, asturiano, fala, dialecto o lengua, tanto monta. Cada cual se expresa como quiere, en cada lugar a su manera, y jamás he tenido la sensación de que se reprimieran «los derechos llingüísticos de los asturianos y asturianes.» En cambio, aún no he escuchado a nadie a lo largo y ancho de esta tierra hablar, en circunstancias normales o cotidianas, y no en (cachinos de) discursos políticos, esa llingua artificial, y menos cuando esa persona pretende hacerse entender de verdad.

Sin embargo, algunos aspiran a implantarla, ya desde las primeras etapas escolares, con toda la logística y el coste que ello conlleva. En la práctica equivaldría a un programa de ocupación subvencionada, aunque se quiera vender como «creación de empleo», incluso «aumento del PIB». Resolvería el empleo y la promoción de algunos, sí, pero crearía una barrera ya difícil de superar para muchos más. Porque, entre otras (sin-)razones, los que se empeñan en ello, desean blindar Asturias. Quieren que no puedan venir médicos, ni docentes, ni otros profesionales de fuera de la región. Porque se estrellarían contra la muralla del asturiano. Es lo que está sucediendo en algunas otras comunidades autónomas que se atrincheran en su lengua regional. Y Asturias, claro ¡no va a quedarse atrás! Al menos no en política lingüística. En lo demás, parece que no importa tanto ser el farolillo rojo y que estemos a la cola de casi todo: economía, empleo, industria, educación y fracaso escolar, demografía y despoblación, comunicaciones -AVE, vuelos, corredor atlántico-, y ecología -¡qué desgracia, los eucaliptos depredadores por doquier!

En el debate no se trata del asturiano «sí» o «no», sino de (co-)oficialidad «sí» o «no». Es una distinción crucial. Porque los que no estamos a favor de la oficialidad, no estamos en una «estratexa d’ataque al asturianu», o en contra del bable (y menos de los bables). La última martingala consiste en arrastrar al divergente al terreno del sentimentalismo y del orgullo patrio. Cuando sale el asunto, acaba imperando el «no vamos a ser menos», o «lo nuestro y nuestra lengua ye igual de importante que?». Incluso hay quien evoca la «aldea perdida». Como, por ejemplo, una conocida escritora que, desde Madrid, donde reside, se declara a favor de la oficialidad porque el asturiano era la lengua de sus abuelos. Sin embargo, ¿en qué lengua lleva teniendo éxito con sus escritos? ¿En qué lengua ha sido educada su prole?

En Asturias hay quienes defienden la oficialidad del asturiano, algunos situados en primera línea, mientras envían a sus hijos a escuelas de pago bilingües (de inglés o de francés, claro), y a estudiar al extranjero, o a Madrid. ¿Dónde está la coherencia, el ejemplo? Esta es una faceta compartida por más políticos y cargos, también a nivel nacional: predicar agua y beber vino. En una empresa tendría consecuencias. Es conocido el caso de un directivo de Pepsi que fue despedido al descubrirse que bebía Coca Cola.

También hay quien recurre a personajes del siglo XVIII que en ocasiones escribieron en bable. Por ejemplo, Jovellanos y su hermana Xosefa. Gaspar Melchor se interesaba por el asturiano, y, como ilustrado que era, propuso su estudio, incluso una academia. En cambio, para plasmar y comunicar sus ideas de forma eficiente empleaba el castellano, cuya potestad no cuestionaba.

Si la universidad asturiana atrae a miles de estudiantes europeos (Erasmus), de Estados Unidos, recientemente también de China y Rusia, es sobre todo por el idioma español. Si para un estudiante supone un coste y un esfuerzo salir de su país, ¿por qué iba a hacerlo y aprender una lengua que luego no podrá practicar ni rentabilizar en ninguna parte del planeta? Sin embargo, el español es moneda de cambio en una veintena de países del mundo, con 560 millones de hablantes, la mayoría como lengua nativa. Por tanto, para Asturias y su Universidad el idioma español es un gran activo. Para una empresa que quiera instalarse aquí, y por razones obvias, el asunto de una lengua que funcione como puente es igual de importante.

Redacto estas líneas para aportar un punto de vista más allá del local. Y para dejar constancia de que no entiendo que se empleen los impuestos derivados del trabajo de los demás en traducir al asturiano, por ejemplo, al Quijote y la Odisea. ¿Luego también a Wittgenstein, Joyce, Ortega y Gasset, o Kafka? ¿Qué demanda real hay para ello? O en doblar películas a un asturiano normativo. Ni siquiera al castellano. ¡Deberían disfrutarse en versión original, subtituladas! Los portugueses, los eslovenos o los neerlandeses hablan un buen inglés, entre otras razones, porque no doblan las películas. Resulta importante la labor de la Academia de la Llingua (apreciados colegas míos están ahí) para estudiar el asturiano y sus ricas variantes. Es menester que el asturiano esté presente en las escuelas, y en la universidad como asignatura para quien la elija (de hecho, ya sucede). Pero no como lengua vehicular, no a que en Física se aprenda «prau q’atrapa» en vez de «campo magnético». Por ejemplo. Y que luego no se sepa bien ni de Física, ni de español, ni de inglés. Resultarían más perjudicados los hijos e hijas de familias con menos recursos. Para garantizar la igualdad de oportunidades de las niñas y niños y jóvenes de cara a un mundo global, y para el progreso de Asturias, es preciso construir puentes, no murallas.

Concluyo con una nota personal. Mi vinculación a esta tierra se remonta a mi primera infancia. Salvando periodos laborales en Bruselas y en Madrid, llevo más tiempo aquí que, por ejemplo, el flamante presidente. He crecido en el respeto hacia todas las identidades culturales. Soy de las que se ponen en pie cuando suena el himno asturiano, y cualquier himno. He contribuido a promocionar Asturias y su singularidad cultural en el exterior. No voy a decir que amo a Asturias, porque sonaría cursi (no amo a ningún territorio, y menos por haber nacido en él), pero sí que significa muchísimo para mí. Mis hijos son asturianos, españoles, alemanes, luxemburgueses, europeos. Viven fuera de Asturias, porque ninguna política ha resultado lo suficientemente eficaz a la hora de ofrecerles perspectivas laborales y condiciones para formar una familia. Están entre «quienes no están», entre «las personas que se han visto forzadas a marchar fuera de nuestra tierra para trabajar y hacer su vida», según las primeras palabras del presidente en su reciente discurso institucional. Dudo que la oficialidad esté entre las medidas que los impulse a volver, ni a ellos, ni a otros muchos que han tenido que irse.

¡¡¡ Ay de mi güey !!!

El asturiano y el Ayuntamiento de Cangas

En una entrada anterior (“Nomenclátor Oficial de los pueblos de Cangas”) me referí a la recuperación y fijación de la toponimia asturiana y a su desarrollado para la determinación de los topónimos oficiales del concejo de Cangas del Narcea.

Pero el asunto no queda ahí, pues en la sesión del Pleno del Ayuntamiento celebrada el día 22 de febrero de 2007 se aprobó, por unanimidad de todos los concejales presentes (PSOE, PP e IU, dado que el de URAS estaba ausente), el denominado “Plan de Normalización Lingüística del Asturiano en el concejo de Cangas del Narcea -2007-2009”, cuyo objetivo principal era, según consta textualmente en el acta oficial, “… reconocer de forma oficial la existencia de una realidad lingüística que forma parte del realidad sociocultural del concejo”.

Con tales antecedentes, en la sesión del Pleno del Ayuntamiento celebrada el día 27 de septiembre de 2007 se aprobó inicialmente, con los votos a favor del PP e IU y la abstención del PSOE, la “Ordenanza Municipal Reguladora del Uso de la Lengua Asturiana en el Concejo de Cangas del Narcea”, con el argumento, según consta textualmente en el acta oficial, de que “…El uso del asturiano como vehículo de expresión y comunicación sigue siendo, después de siglos, una constante en el día a día de la gente de Cangas y de Asturias, y con el paso del tiempo se ve que cada vez hay más sensibilidad social y legislativa con las peculiaridades del hecho lingüístico asturiano, a la que este Concejo quiere sumarse en el contexto exclusivo de sus competencias.”

Ignoro por completo las vicisitudes de este expediente, pues lo único que he localizado al respecto es el BOPA del día 14 de noviembre de 2007 en el que figura publicado el referido acuerdo de aprobación inicial, pero lo cierto es que en la página web del Ayuntamiento de Cangas, bajo el apartado “Normativa municipal”, aparece colgado un enlace al texto completo de esta Ordenanza redactado tanto en asturiano como en castellano, de lo que se deduce que la misma fue aprobada definitivamente y está en vigor

Pues bien, un somero repaso a éste texto permite comprobar que, según la “Ordenanza Municipal Reguladora del Uso de la Lengua Asturiana en el Concejo de Cangas del Narcea”,

  • Será válido a todos los efectos el uso de la lengua asturiana en las comunicaciones orales o escritas de los ciudadanos y las ciudadanas con el Concejo de Cangas. Este tiene que trabajar para que los trabajadores y las trabajadoras públicas del Concejo de Cangas conozcan la lengua asturiana. El Concejo también promoverá que, en las comunicaciones orales, el personal vaya usando de manera gradual, hasta que se complete su formación, el asturiano, al no ser que el administrado o la administrada pida atención en castellano (art. 1).,
  • Todas las comunicaciones y notificaciones del Concejo de Cangas, dirigidas a las personas físicas y jurídicas, tienen que estar en asturiano y en castellano (art. 2).
  • La lengua asturiana o asturiano es la lengua propia de Cangas del Narcea, junto al castellano, de la Administración local y de las corporaciones públicas que dependen de ella. Su uso debe regirse por lo dispuesto en esta ordenanza (art. 3).
  • Las actuaciones internas, actas de sesiones y otros órganos colegiados y de las comisiones informativas, deben redactarse en lengua asturiana y en castellano (art. 6).
  • Los impresos, paneles informativos, folletos, anuncios institucionales, los sellos y los tampones que dependan del Concejo, deben salir necesariamente, en forma bilingüe, en asturiano y en castellano, o solamente en asturiano cuando la publicación no venga exigida por la Ley (art. 8).
  • Debe animarse a los cargos públicos y administrativos que dependan del Concejo a expresarse en asturiano en los actos que se celebren en el ámbito territorial del Concejo de Cangas o del Principado de Asturias cuando la intervención se haga como miembro del cargo (art. 16).
  • El Serviciu Normalización L.lingüística, sin perjuicio de las competencias que tiene atribuidas o de las que pudiera tener en el futuro, debe desempeñar las siguientes funciones: 1. Hacer las traducciones que demanden los órganos y los servicios municipales o las corporaciones públicas que dependan del Concejo de Cangas. 2. Hacer las traducciones que se necesiten para el cumplimiento de lo expuesto en los artículos del 5 al 9, ambos incluidos, de la presente ordenanza (art. 20).

Y yo me pregunto ingenuamente, ¿los votantes del PP serían conscientes de lo que apoyaban entonces sus concejales en el Ayuntamiento?.

Dios mío, cómo se escribe la historia !!!

Nomenclátor Oficial de los pueblos de Cangas

En las distintas redes sociales surge con frecuencia la discusión sobre el verdadero y genuino nombre de alguno de los 311 pueblos que, agrupados en 54 parroquias, integran el Concejo de Cangas del Narcea. Sin ir más lejos, ayer el debate virtual giraba en torno a “Ounón” u “Onón”.

Esto me trae a la memoria lo que me ocurrió a mi hace aproximadamente diez años cuando el Juzgado de Cangas me notificó una Sentencia en la que el nombre del pueblo en el que residían los litigantes figuraba con una denominación que a mí, particularmente, no me sonaba de nada. Pasados unos días coincidí con el Juez en la oficina judicial; y comoquiera que se trataba de un joven muy competente pero muy afable (la conjunción adversativa se debe a que, lamentablemente, esto no suele ser lo habitual), me atreví a preguntarle por el motivo de lo que para mí era un dislate y entonces Su Señoría me invitó con todo afecto a entrar en su despacho donde, mientras me hacía entrega de un ejemplar del Boletín Oficial de la Principado de Asturias, me dijo muy didácticamente: “Señor letrado, estos son los nombres oficiales de los pueblos de este concejo y yo me limito a cumplir con la ley”. Y, para mi sorpresa, el Juez tenía toda la razón.

Efectivamente, en el BOPA de 16 de septiembre de 2008, aparece publicado el Decreto nº 89/2008, de la Consejería de Cultura y Turismo del Principado de Asturias, por el que se determinan los topónimos oficiales del concejo de Cangas del Narcea, y en cuyo art. 2 se dice textualmente “Los topónimos así determinados tienen la consideración de denominaciones oficiales, sustituyendo a las anteriormente vigentes, si las hubiere.”

Pero para ser justos, que esta bitácora trata de serlo, tengo que puntualizar que esto no fue cosa del “cuatrienio negro”, sino que venía de atrás, bastando con decir que, ya en el preámbulo de éste Decreto, se hace constar expresamente que el procedimiento de recuperación y fijación de la toponimia asturiana, el desarrollado para la determinación de los topónimos oficiales del concejo de Cangas del Narcea, se inicia de oficio por resolución de la Consejera de Cultura, Comunicación Social y Turismo de fecha 22 de agosto de 2006, “… previa petición del Ayuntamiento.”

Luego, al menos desde antes del día 22 de agosto de 2006, el Ayuntamiento de Cangas ya había tomado cartas en el asunto.

No he podido localizar el Pleno en el que se aprobó tal petición, si es que lo hubo, pero si he encontrado el acta del Pleno celebrado el día 27 de septiembre de 2007 donde se aprobó, con los votos a favor del PP e IU y en contra del PSOE, la “Propuesta de Oficialización de los Topónimos del Concejo de Cangas del Narcea” elaborada por la Xunta de Toponimia del Principado de Asturias.

Como se puede ver, el PP cangués de aquella época estaba volcado en la defensa del asturiano.

Pero ahí no queda la cosa; porque en la plantilla de empleados del Ayuntamiento de Cangas figura actualmente, y su creación se remonta al menos al año 2005, una plaza de técnico de normalización lingüística clasificada como A2-22.

Así las cosas, a partir del citado Decreto del principado nº 89/2008 resulta que los nombres oficiales, por ejemplo, de Agüera del Coto es Auguera, de Cerame es Zrame, de Cerecedo de Besullo es Zreicéu, de Corias es Courias, de Gelán es Xilán, de La Regla de Perandones es La Riela, de Moal es Mual, de Oballo es Oubachu, de Onón es Ounón, de Otardejú es Tardexugu, de Saburcio es Saürciu, de Santiago de Sierra es Santiáu, de Siero es Sigueiro, de Vegameoro es Veigaimiedru y de Vegaperpera es Veiga.

Y yo, de Cangas de toda la vida, sin haberme enterado; perdón, enteráu.