Los Chanos de Porciles (Cangas del Narcea)
La ultima braña vaqueira activa en el concejo de Cangas del Narcea. El Serrano de Folgueras del Río (Naraval, Tineo) sigue llevando su ganado.
La ultima braña vaqueira activa en el concejo de Cangas del Narcea. El Serrano de Folgueras del Río (Naraval, Tineo) sigue llevando su ganado.
En el último número de la revista Clarín (nº 109, enero-febrero 2014) se publica una entrevista al escritor José Avello Flórez (Cangas del Narcea, 1943 – Madrid, 2015) realizada por Cristóbal Ruitiña y Alfonso López Alfonso; los tres son cangueses.
En dicha entrevista, José Avello repasa su trayectoria literaria y ofrece datos para la historia de la independencia de Guinea y su conflictiva relación con la antigua metrópoli.
Podéis leerla y descargarla aquí:
Descargar PDF: José Avello, la ambición y el sosiego (2.1 MB)
Ubaldo Menéndez Morodo (Cangas del Narcea, 1902-1968), conocido como “Balito”, era un cangués alegre y muy sociable. Aficionado a compartir viajes y comida con sus amigos, en los años treinta fue un activo miembro de la sociedad excursionista canguesa “La Golondrina” y uno de los fundadores de la peña “El Arbolín”.
En los años veinte emigró a México, donde también estaba su hermano José. En ese país trabajó en la fábrica de papel San Rafael, localizada en el municipio de Tlalmanalco a 50 kilómetros de la ciudad de México, que en aquel tiempo era la más importante del país y de toda Hispanoamérica. En ella trabajaba de escribiente en las oficinas de la empresa. La fábrica todavía existe.
En México se aficionó a la fotografía y en aquella fábrica tomó muchas imágenes de sus compañeros de trabajo, del equipo de fútbol de la empresa, en el que él jugaba, de indios o personajes singulares, de fiestas, comidas, viajes, etc.
A comienzos de 1930 vino a Cangas a pasar unas largas vacaciones. Viajó por Asturias, Madrid y Barcelona, y también por el concejo en compañía de Mario Gómez. Hizo muchas fotografías de la villa de Cangas y de los pueblos, algunas de las cuales se publicaron en la revista La Maniega. Como buen fotógrafo aficionado captó imágenes de lugares y rincones que ningún otro fotógrafo tuvo la curiosidad de tomar. Muchas de sus fotografías de la villa pueden verse en el Álbum de fotografías del Tous pa Tous.
En junio de 1931 regresó a México y a fines del verano de 1932 estaba de vuelta en Cangas del Narcea, para no volver a salir de aquí nunca más. Se casó en este tiempo con Estefanía Avello Díaz (Cangas del Narcea, 1904-2003), la recordada “Fanía”. No tuvieron hijos.
Con la muerte de don Mario Gómez en el mes de abril de 1932, el final de La Maniega y la guerra civil, Balito perdió la afición por la fotografía. Pero de aquellos años de fotógrafo compulsivo quedaron un par de álbumes, que hoy pertenecen a la familia Menéndez Liste, en los que aparecen las fotografías de México y Cangas del Narcea, los dos mundos donde Balito fue feliz.
Pero no solo la villa de Cangas requiere de un lavado de imagen. Es verdad que por algo se tiene que empezar pero, no es menos cierto, que el concejo de Cangas del Narcea, el más extenso de Asturias, también necesita un repaso a fondo si queremos mejorar la imagen turística y dar una mayor calidad de vida a los vecinos. Y como dice el refrán, para muestra basta un botón.
De este aspecto nos ilustra magistralmente María del Roxo en un post que ha publicado recientemente en el blog de CALECHA:
Este artículo es una síntesis del trabajo de catalogación de los dibujos de las celdas del juzgado de Cangas del Narcea, realizado para la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Principado de Asturias, incluidos en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias por resolución de 16 de enero de 2015 de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Dichos dibujos constituyen un testimonio relevante de un aspecto destacado del conflicto bélico en nuestra región, siendo realizados por presos republicanos durante la Guerra Civil (1936-1939) y la posguerra.
Las cárceles fueron lugar de residencia de pintores, escultores, dibujantes, escritores, artesanos, maestros de escuela, etc. Allí llevaron a cabo una importante actividad artística y cultural, hoy día poco valorada y estudiada. Junto a ellos estaba el campesino, el trabajador, el hombre de la calle, sin formación académica, artística ni profesional, cuya presencia también se deja ver en estas celdas ya que a causa de su desesperanza y horror (fusilamientos, palizas, hambre, suciedad, enfermedades y sobre todo frustración) dejaron escenas y mensajes trágicos que conmueven la sensibilidad de quien los lee y estudia. Los creadores no pretendían hacer dibujos bellos sino testimoniales, denunciando unos hechos y unas situaciones concretas. Buscaron en la expresión y en el dibujo un medio de salida hacia delante, de liberación personal, denunciando sus temores y el miedo al que estaban sometidos. Recrearon aspectos no solo militares sino de la vida cotidiana, como el amor y el trabajo. Son numerosas las caricaturas que ponían de manifiesto el lado humorístico de sus autores y las escenas de cabaret. Por tanto, con temáticas diferentes, ofrecían un testimonio de cómo era la vida en las cárceles durante la guerra y después de ella.
Los dibujos de la cárcel del Juzgado de Cangas del Narcea se encuentran en tres celdas: una en el piso inferior y dos en el superior, aunque los dibujos de una de ellas son de los años cincuenta del siglo pasado. No obstante, son dibujos destacados si tenemos en cuenta que el conflicto bélico no influyó demasiado en Cangas, pero sí la posguerra, ya que en estos lugares las partidas de guerrilleros republicanos se seguirían resistiendo y eran encarcelados.
El edificio del Juzgado fue diseñado por el arquitecto provincial Andrés Coello en 1861. Pero no fue hasta 1878 cuando, con un proyecto reformado por el arquitecto Javier Aguirre Iturralde (San Sebastián, 1853-1909), se reanuda la construcción que concluirá en 1892 (los planos están publicados en esta misma web del Tous pa Tous). Los calabozos se encuentran en la parte trasera del edificio y se distribuyen en dos plantas. En la inferior, a la que se accede por una puerta desde la entrada principal, se abren varias celdas en torno a un pasillo central: unas están reformadas con un nuevo enlucido, otra alberga el archivo del Juzgado de Cangas del Narcea, descolocado y en mal estado de conservación, y en otra están los dibujos. Esta última es una celda de planta rectangular, de 2,35 x 4,16 m aproximadamente (9,7 m2 ) y de considerable altura. Cuenta con un vano de iluminación y el techo es plano. Es una celda construida con mampostería de piedra irregular, revocada y enlucida. Su estado de conservación es muy deficiente ya que presenta desconchados en el enlucido, grandes suciedades, humedades, filtraciones de agua y agrietamientos en el muro.
Por su parte, en la planta superior, a la que se accede por una escalera de madera en forma de caracol, hay varias celdas más, aunque solo dos de ellas presentan dibujos. Las demás están tapiadas y cerradas por una puerta de madera.
Los dibujos más abundantes son los realizados entre 1937-1939. Entre ellos destacan varios retratos, uno del General Franco, y varios mapas de geografía de España y algunas de sus provincias (Madrid y el Litoral Cantábrico), con sus límites, principales ríos, vías de ferrocarril y, en algunos casos, la distancia de los principales núcleos de población con la capital de España. Hay también dibujos de posguerra, que tienen menos entidad; la mayor parte son esbozos que representan escenas de cabaret, animales e inscripciones con nombre de presos y núcleos de población.
TÉCNICA
Técnicamente los dibujos son muy sencillos, en blanco y negro, realizados con lápiz aplicado directamente sobre el soporte, en este caso el revoque y enlucido del muro. No hay ninguna evidencia de dibujo preparatorio previo. El muro es algo rugoso, lo que condiciona las características de los trazos del lápiz. Parece que algunas inscripciones y dibujos se realizaron con balas, como se dice en algunas de ellas («Aún me quedan balas para dibujar»).
TEMÁTICA
Los dibujos muestran una temática diversa, pero en su mayor parte está ligada a la guerra (calendarios, retratos de generales, soldados, tanques, escenas de combate aéreo, etcétera). Pero también hay otros temas, como mapas geográficos, representaciones de casas tradicionales asturianas, macetas con flores, caricaturas y retratos, bicicletas, barcos, animales (gatos y gallos), trenes con vagonetas de carbón y alguna escena erótica.
Los calendarios son abundantes en la celda del piso inferior. El más destacado es el de diciembre de 1937 y de la primera semana de enero de 1938. También hay otro de mayo de 1938; otro de abril del mismo año y a su lado otro sin fechar. En ellos aparecen los días de la semana (de lunes a domingo), en letra redonda y la inicial en mayúsculas, aunque también pueden aparecer abreviados, con la inicial, como en los calendarios de 1938. En todos ellos, el preso tachaba los días que iban pasando desde su ingreso en prisión y en uno de 1938, se dice «días condenado esta pena muerte».
Son muy destacadas las escenas de combates aéreos. Se conservan dos en el calabozo inferior y otra en el superior. Las del calabozo inferior son escenas bidimensionales donde se muestran aviones italianos o españoles. Afortunadamente, conocemos al autor que dibujó dos escenas del calabozo inferior: «Jesús Capuchas o Capuchis», cuya firma aparece al lado de la mayor parte de los aviones, condenado a muerte en diciembre de 1937. Pero la escena más destacada es la del calabozo superior, en la que destaca el avión situado en escorzo, lo que confiere profundidad y originalidad al conjunto. Fue realizado, sin duda, por un preso con formación artística.
Se conservan algunos retratos figurativos. En el calabozo superior se conservan dos retratos: uno del General Franco dentro de un mapa de España compuesto por líneas curvas de cierto expresionismo y otro en la pared lateral, de un general, acaso Emilio Mola o Gonzalo Queipo de Llano. Ambos son retratos de busto, donde destaca la captación realista del retratado, situados frontalmente hacia el espectador, tratados con hieratismo, sobre un fondo plano de tonalidad amorronada. Visten traje de general sin los símbolos y emblemas de su rango. Estéticamente, destacan por el buen tratamiento y ejecución en el dibujo, caracterizado por el empleo de negro con amplios matices de grises, realizado con lápiz sobre fondo de color.
Son frecuentes las caricaturas: un hombre fumando en el calabozo inferior y dos hombres en un calabozo superior, datada en 1958. En ambas escenas, los personajes están representados de perfil con sus rasgos fisonómicos exagerados. Ponen de manifiesto que el humor aún seguía vivo y punzante, a pesar de los difíciles momentos que les tocaba vivir a los presos. Son imágenes directas que reflejan las inquietudes y preocupaciones de los presos.
Aparecen también trenes transportando carbón. Uno lleva diez vagonetas cargadas de carbón, simbolizado con un triangulo negro. En la parte inferior, pequeños círculos oscuros representan las ruedas. El tren sale de una bocamina y es conducido por un burro situado de perfil. También hay algún dibujo de coches y bicicletas. En el calabozo de la planta superior hay una bicicleta fechada en «1951», firmada por «LUIS EL BHE», con una dedicatoria que dice lo siguiente: «Entré el 18 de octubre / y salgo el día que me lo manden». Es una representación realista de una bicicleta con cuadro, sillín, ruedas con radios y manillar. Finalmente, hay alguna representación de barcos civiles e incluso otro pirata. En el calabozo inferior hay dos civiles: uno dentro del Mapa del Litoral Cantábrico y otro en una de las paredes. Los camarotes están señalados bien por círculos o por ventanas cuadrangulares. Ambos llevan bandera en la popa y en uno de ellos se intuyen el ancla y el bote.
Destacados son los mapas de geografía. Se conservan tres en el calabozo inferior: Mapa de la provincia de Madrid, Mapa del Litoral Cantábrico (provincias de Lugo, Asturias, Cantabria y Vizcaya) y Mapa de España. Los dos primeros están rodeados por una moldura a modo de enmarque, doble en las esquinas. Ambos son de 1937, estando el primero de ellos fechado en su remate: «13 de agosto de 1937». En el Mapa de la provincia de Madrid figuran, en letra redonda, los núcleos de población más destacados y en algunos casos la distancia en kilómetros con la capital, así como, la identidad de algunos accidentes geográficos y la línea de ferrocarril. Los límites provinciales están delimitados por una línea de cruces, figurando Madrid en el centro de la composición. En el mapa están identificadas todas las provincias limítrofes con sus respectivos nombres, siguiendo este esquema: letra redonda en minúscula, excepto las iniciales, y con provincia en abreviatura (por ejemplo, Prov. de Segovia). En la provincia de Madrid figuran los principales ríos y poblaciones. A su lado está el Mapa del Litoral Cantábrico que ejemplifica las poblaciones y accidentes geográficos más destacados de las provincias de Oviedo, Santander y Vizcaya: ríos, puertos de montaña, faros, red de comunicaciones, capitales de provincias y principales núcleos de población. También ejemplifica algunos lugares de las provincias limítrofes con esta: Lugo y León. Los principales faros están representados con un triangulo, sobre una base de color negro, del que salen líneas discontinuas, a modo de destellos de luz. Comienzan en el occidente, con el de Tapia de Casariego, y concluye con el de Santander. También están las principales poblaciones costeras. En el corazón del mapa de Asturias están Oviedo, capital de la provincia, y la carretera que la comunica con los otros dos enclaves urbanos de la provincia: Gijón y Avilés, así como la carretera hacia Ribadesella y los Picos de Europa, señalizados con un triangulo en blanco. También es destacada la carretera Oviedo-Pajares que transita hacia Busdongo (León). Por su parte, en la provincia de Santander figuran los faros de San Vicente de la Barquera y Santander capital. Concluye con el Nervión y Bilbao. En la parte inferior una leyenda con la extensión en kilómetros y habitantes de las provincias de Oviedo y Santander. En la parte superior hay un símbolo que acaso se podría identificar con el transbordador del Nervión (Vizcaya), diseñado por el arquitecto vizcaíno Alberto de Palacio y Elissague, terminado en 1893 (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006).
Finalmente, el Mapa de España ejemplifica las provincias españolas con sus capitales y unas cifras que acaso hagan referencia a la extensión en kilómetros de cada una de ellas. También muestra los países limítrofes (Francia y Portugal), y la zona norte de África. Está dentro de una hornacina compuesta con motivos artísticos heredados del pasado clásico y moderno, enmarcada por una columna entorchada con veintiuna espiras en cuyo capitel fusiona los órdenes clásicos. La hornacina esta rematada por una moldura que imita las peinetas y rocallas del último barroco. Es un mapa bastante fiel a lo que es la distribución geográfica del país.
Otros temas son los extraídos del mundo de la naturaleza, de la flora y de la fauna. Destaca la Maceta con flores del calabozo inferior, compuesta por una maceta de la que sobresalen algunas ramas con hojas, terminadas en flor. La maceta está sombreada, lo que le confiere volumetría. En los calabozos superiores se conservan algunas representaciones figurativas de animales, como un gallo, acaso realizado por un tal Faustino Fidalgo, y un gato negro que por su forma se podría identificar como el símbolo anarquista ya que se muestra con la espalda arqueada y sacando las uñas. Estilísticamente, destaca por el buen tratamiento y ejecución en el dibujo, de colores apagados, en este caso el negro sin demasiados matices de grises, realizado todo ello con lápiz de grafito. Al carecer de sombras y matices, el dibujo no muestra volumetría.
Finalmente tenemos que aludir a las escenas eróticas, de cabaret y desnudos. Están dibujadas en una celda del piso superior. Una hace referencia a una mujer desnuda corriendo, sin manos y pies. El autor captó solamente las líneas que definen las principales partes del cuerpo sin insistir en detalles: piernas, brazos, senos y cabeza. Es una representación plana, bidimensional, sobre un fondo plano, blanco. No hay profundidad ni volumetría. Parece que recuerda lejanamente las representaciones femeninas de la época clásica de Picasso. Al lado de ella, una mujer representada en menor escala y en ropa interior, como otra mujer de la pared de enfrente.
AUTORÍA DE LOS DIBUJOS
En cuanto a la autoría de los dibujos se constatan distintas manos: en primer lugar, la intervención de «Jesús Capuchas o Capuchis» que así firma en varias ocasiones dibujos de aviones y escenas de combate aéreo. Estuvo preso en los calabozos de Cangas del Narcea en 1937. Aparentemente, parece que solo dibujaba y, en ocasiones, esbozaba escenas de combates aéreos. Conocía los tipos de avión, lo que hace suponer que tenía conocimientos de aeronáutica. Plantea unas composiciones bidimensionales sobre un fondo plano y sin gradación tonal. Sus aviones se caracterizan por el empleo del negro en contraste del blanco de la pared, aplicado con lápiz. Son aviones italianos o españoles por el triple círculo dibujado en sus alas, acaso perfilado con monedas.
En segundo lugar, la intervención de un maestro de escuela o de una persona con formación académica. El análisis grafológico de los dibujos demuestra que sabía escribir, conocía la gramática y la ortografía (no cometía faltas), y tenía amplios conocimientos de geografía (líneas de ferrocarril, ríos y poblaciones y su distancia con la capital de España, los faros de la costa cantábrica, superficie de las provincias y las principales vías de comunicación). Esto se ve en el Mapa de la Provincia de Madrid y el Mapa del Litoral Cantábrico.
En cambio, en el Mapa de España se ve la intervención de un artesano o carpintero. El mapa está dibujado en una hornacina con una columna de fuste entorchado con un capitel que imita los órdenes clásicos: dórico, jónico y corintio. El remate está inspirado en las antiguas peinetas del último barroco, compuesta por motivos que imitan las tornapuntas y rocallas de ese periodo. Para los datos geográficos no se descarta la intervención del maestro que dibujó los otros dos mapas de la misma celda.
Junto a ellos, se ve la intervención de algunos presos sin formación artística que apenas sabiendo manejar el lápiz hacían composiciones ingenuas, esbozos, cuya temática era muy diversa, desde motivos militares, hasta las escenas eróticas. Se han distinguido tanques, coches, trenes con vagonetas de carbón, casas asturianas con corredor, soldados, anímales, caricaturas y retratos. Son representaciones con poco valor artístico. Son bidimensionales, sin profundidad y perspectiva. Carecen de gradación tonal y, por tanto, de volumen. Lo único que les interesaba era dejar constancia o recordar a través de un simple dibujo a algún amigo o familiar suyo que seguramente no volverían a ver.
Llegados a este punto hay que hacer referencia a la intervención de un preso con formación artística destacada como se ve en los dibujos del Combate aéreo y Retrato del General Franco, en la celda superior. Son los dibujos de mayor entidad de toda la cárcel ya que en uno de ellos, Combate aéreo, está presente la tridimensionalidad, lograda con la disposición en escorzo de los aviones y la volumetría mediante la gradación tonal. Nos hemos planteado a modo de hipótesis que ambas composiciones sean del pintor gallego José Otero Abeledo, «Laxeiro» (Lalín, Pontevedra, 1908 – Vigo, 1996), según parece preso en estos calabozos de Cangas del Narcea en 1937. Si estuvo preso parece que fue por muy poco tiempo ya que durante los tres años de contienda sabemos que estuvo en unas oficinas militares de Oviedo, donde realizó dibujos y algunos óleos de temática intrascendente sobre paisajes asturianos. Por entonces, su formación académica ya estaba completada, primero en Cuba y después en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid. Aunque no hay constancia de que estos dibujos sean suyos, lo complicado de la composición del Combate aéreo y la volumetría del Retrato del General Franco testimonia que si no son de su mano, lo son de una persona con formación académica.
Durante su larga vida trabajó y expuso en diferentes ciudades de Europa y América Latina. Con trece años (1921), emigró a La Habana para reunirse con su padre. Allí estudió dibujo en el Centro Gallego. En su obra muestra un pleno dominio de las sombras y el manejo del lápiz. En 1925 regresó a su lugar natal y en 1931 fue pensionado por el Ayuntamiento de Lalín para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y en 1932 por de la Diputación de Pontevedra. Allí conoció las experiencias republicanas y el ambiente político previo a la redacción del frustrado Estatuto de Autonomía de Galicia. Acabada la Guerra, en 1940 se estableció en Pontevedra y su obra tuvo una especial referencia a la etapa clásica de Picasso con una gama cromática de los negros y tierras, tomada de la obra de Gutiérrez Solana que conoció durante sus estancias en Madrid. Entre 1951 y 1970 permaneció en Buenos Aires. Finalmente, en las dos últimas décadas del siglo XX, recibió varios homenajes. En 1981, Atlántica le dedicó una antológica con más de trescientos cuadros. En 1983, la ciudad de Vigo le dedicó un museo monográfico. La VIII Bienal de Pontevedra de 1985, le concede la Medalla de Honor y exhibe una antológica de su obra y en 1996, el Centro Cultural Conde Duque le dedicaron una retrospectiva antes de su muerte (Sobre Laxeiro, VV. AA., Colección Laxeiro, 1995; ÍD., Laxeiro, 1996; ÍD., Laxeiro, o monancial da vida. Fondos da Colección Caixa Galicia, 2005; GARRIDO MORENO y SAN ILDEFONSO RODRÍGUEZ, O primeiro Laxeiro. 1908-1942, 2008).
ESTADO DE CONSERVACIÓN DE LOS DIBUJOS
El estado de conservación de los dibujos es bastante deficiente. Los mapas de la celda inferior son los que más han sufrido, han perdido la mayor parte de los nombres y el Mapa de España la mitad derecha por completo y los nombres y cifras escritos en su parte izquierda apenas se intuyen; lo mismo sucede con el Mapa del Litoral Cantábrico y el Mapa de la provincia de Madrid.
Las causas de ello son bastante diversas, principalmente derivadas de los agentes de deterioro de su ubicación. En primer lugar, se aprecia una acumulación de suciedad en la superficie, aún mayor en los surcos incisos a posteriori, sobre todo en las que presenta mayor profundidad. Las manchas de humedad resultan evidentes. El revoque se encuentra descohesionado y las filtraciones de agua por la ventana han sido constantes. Las del calabozo superior se han perdido en parte por la aplicación de un nuevo enlucido.
LOS DIBUJOS
En las celdas del edificio de los juzgados de la villa de Cangas del Narcea se conserva una serie de dibujos y grafitos realizados durante la guerra civil y la posguerra por presos allí detenidos. Se trata de representaciones que muestran una temática diversa pero en su mayor parte ligada a la propia guerra civil (calendarios de 1937-1938, retratos de generales, soldados, tanques, escenas de combates aéreos), que tienen un alto valor histórico y cultural, por cuanto son testimonio de la vida cotidiana de los presos de este período.
CONCLUSIÓN
En conclusión podemos decir que resulta evidente la importancia de dicho conjunto. En primer lugar, por su variedad cronológica ya que son dibujos de la Guerra Civil y de la posguerra; por su variedad temática, desde las escenas vinculadas a la guerra hasta los temas de la vida cotidiana; por su valor histórico y cultural, y por la calidad artística de algunos dibujos. Finalmente, las inscripciones aportan información sobre la vida diaria de los presos, su identidad, sus pensamientos, preocupaciones y aspiraciones.
La página web del Tous pa Tous, www.touspatous.es, ha recibido un total de 954.351 visitas durante el pasado año 2013, lo que supone algo más del doble que en 2012, cuando fueron 444.402 las que se registraron. Este número de visitas han originado el año pasado un total de 1.896.036 consultas ó páginas vistas, cifra que comparada con la correspondiente a 2012 supone un incremento aproximado de unas 800.000 consultas más.
Los meses en que se registraron el mayor número de visitas fueron los de verano, siendo septiembre, con 136.429 visitas y 226.746 consultas, el mes de mayor actividad.
Con las cifras de 2013 podemos afirmar que la media de visitas mensuales a www.touspatous.es ronda las 80.000, con un promedio de dos páginas vistas por cada usuario y tres minutos de permanencia en la web. Las principales fuentes de tráfico provienen de accesos directos y páginas de referencia como Google (buscadores) o Facebook (redes sociales). Precisamente, el perfil de Facebook del Tous pa Tous acaba de superar recientemente los 5.000 amigos.
El inicio de 2014 sigue marcando la línea ascendente de actividad de nuestro sitio web. Los datos del mes de enero avalan dicha tendencia ya que han sido 65.117 visitas y 148.989 consultas frente a las 50.947 visitas y 120.580 consultas del mismo mes del año pasado.
Todo estos datos ponen de manifiesto que www.touspatous.es se ha convertido en la principal puerta de Cangas del Narcea al mundo. Para ‘El Payar’ resulta fundamental no sólo mantener sino reforzar esta presencia de Cangas en Internet. Y tener presencia en Internet no es lo mismo que tener una página web, o como se debería decir, tener un sitio web. Para tener presencia en Internet, hace falta, además de tener un sitio web, lograr que la gente llegue a él. Hasta el momento, el Tous pa Tous lo ha conseguido.
En la planta sótano de la Casa de Cultura ‘Palacio de Omaña’ de Cangas del Narcea, el TOUS PA TOUS, Sociedad Canguesa de Amantes del País, ha habilitado un espacio expositivo y de divulgación de aspectos relacionados con la villa y el concejo de Cangas del Narcea. Con motivo de su inauguración, Juaco López Álvarez, presidente de esta asociación cultural, ha explicado el proyecto y el contenido de la exposición inaugural…
Colgamos aquí estas interesantes y detalladas explicaciones y aprovechamos para informar que la sala de exposiciones TOUS PA TOUS puede ser visitada por el público en general según el horario de apertura de la Casa de Cultura:
El pasado viernes 31 de enero, la facina de Avilés volvió a reunirse en torno a una mesa con el objeto de celebrar San Tiso en la villa del adelantado. A eso de las 21:00 y tras los preceptivos “Sí, home sí, cómo no lo vas a conocer…” y “Sí, ho, ye la hermana del que ta casao con…” se procedió a dar buena cuenta de las viandas preparadas para la ocasión en el restaurante La Eritaña. Eso sí, con las bendiciones de la mesa y de la cocinera por parte de nuestro querido amigo y hasta hace poco cura de Cangas, Nello, en la actualidad destinado en la parroquia de Santo Tomás.
No faltó presidiendo la mesa, como no podía ser de otra forma, el bollo de picadillo, al que acompañaron embutidos, tortillas y ricas rosquillas y pasteles de postre. Os puedo asegurar, que tampoco faltó el vino. De ello se encargaron los maestros de ceremonia Guzmán y Caco que, como siempre, dispusieron todo para que no faltase de nada en tan entrañable cena.
Destacar el considerable incremento de participantes en la presente edición, lo que pone de manifiesto el entusiasmo y las ganas por compartir y disfrutar de momentos tan nuestros como estos. Los cánticos al son del pandeiro y cucharas de madera de la pandereteira (Mamen Rodríguez Arias) se prolongaron hasta que la prudencia de algunos recomendó recogerse ya a casa mientras que otros continuaron un poco más en algún que otro establecimiento de la villa avilesina.