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El Narcea, el río del oso

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Mario Gómez, escribía en La Maniega nº 36 de enero-febrero de 1932 que había que darle otra vuelta al nombre del Narcea ya que de su etimología había aún muchas dudas. Nuestro fundador reconocía no saber si sería una acierto o no lo que iba a contar pero, no obstante, se apuntaba cuatro tantos.

Resulta que tomando notas del apellido García, en ellas vio los nombres ibéricos de Arcius, Arciana, Arcea, Horse, Arceiz, Garsea, todos con el significado de oso, traduciéndolo así del éusquero. Teniendo en cuenta que la raíz nar significa río, corriente (agua que fluye), el nuestro pudo haber sido Nar-garsea, Nar-arsea, Nar-arcea, con el significado de río del oso o de los osos.

Cuando en el batir de estas aguas vuelven a sonar hoy día rugidos de esas fieras, mucho más frecuentes en los años que Mario Gómez llegaba a esta conclusión, puede calcularse las que habría en los siglos prehistóricos y que justificarían el nombre.

Etimología

Muchas y muy diversas interpretaciones se vertieron para explicar etimológicamente el topónimo «Cangas«. Algunas son las que se detallan a continuación:

La forma latinizada «cánicas» la utilizaban los moros con el significado de «perros canallas«. Aunque esta voz latina tenía el significado de «carrascas«, collar fuerte con clavos que protege el cuello de los perros pastores de los lobos.

No faltan interpretaciones, como por ejemplo, que Cangas quiere decir «loma quebrada«. Para otros, significa «lugar de aguas termales» (se apoyaba diciendo que en El Puelo existió un balneario), o también «lugar bañado por abundante agua«. Mas hay quien hace una interpretación mitológica, derivándolo de «Chan«, hijo de Noé, que dio nombre a los «changros«, posibles pobladores de aquellas tierras después del diluvio universal.

Pero la explicación más aceptada y probable es la que deriva del latín «cannica«, con un significado metafórico de garganta o valle. De aquí proviene la palabra asturiana «canga«, con la acepción de «valle cerrado entre dos alturas«, y que es la interpretación más adecuada para responder a las condiciones geográficas de la villa.

Otra explicación vendría del céltico «cámbrica«, madera curva, derivada a su vez de «cambos«, que significa «curva«, que apoya también la idea de valles profundos en forma de «u«.

En definitiva, parece actualmente unánime el criterio de que Cangas proviene del asturiano «canga«.

Por su parte,»Narcea«, nombre del principal río que baña el concejo y del cual coge el apellido, es de origen prerromano, pues contiene la raíz celta «nara«, que significa «agua«.

Pero Cangas no siempre se llamó «del Narcea«, pues las primeras referencias que se encuentran en los textos medievales mencionan al «territorio de Pesgos» o «territorio Pésico«. En el siglo XI se documenta por primera vez en una escritura la denominación de Cangas para la villa. Sabemos que en el año 1255, en que se concedió la Carta Puebla, ya se le denominaba «de Sierra«.

Con posterioridad, posiblemente a finales del siglo XIII, adquirió el «de Tineo«, influenciado por la denominación que con las «Asturias de Tineo» se venía designando gran parte del occidente, desde La Espina a Leitariegos. Este nombre lo sobrellevó hasta que en 1927 se lleva a cabo el cambio de nominación por «del Narcea«, el cual fue promovido como consecuencia de los muchos confusionismos y dificultades que acarreaba, a causa de las equivocaciones que se suscitaban con el concejo vecino de Tineo.